Juego Mortal 30

Hola sigo con vida...

Ok, mucho tiempo ya lo se, disculpenme, pero me han sucedido tantas cosas, no se ni por donde empezar, hay una noticia mala y una buena comencemos por la mala, aproximadamente hace mas de un mes, mi madre y yo vivimos la   hermosa experiencia de ser bajadas a mano armada de nuestro automovil, un episodio demasiado traumatico, aun tengo lo estragos y no creo que se vayan en un rato , un trauma con las motonetas, agaus a los que vievne en la ciudad de mexico con ellas ya no se puede vivir con tanta confianza, uno se queda con un daño psicologico tremendo y una impotencia  de no poder hacer nada y ver que nuestras autoridades nada mas sacan dinero de la desgracia ajena, espero que jamas sufran  de esta experiencia, y diganme donde pueo conseguir una death note  y no es broma.   Bueno en esa misma semana recibi la noticia de que posiblemente realice un intercambio a  españa  el semestre que viene una noticia que me reconforto un poco, solo falta la carta de aceptación de la escuela receptora.

Aqui termina mi largusimo resumen y les dejo con la siguiente entrega, no es muy larga pero  tratare de  darme mas tiempo. Sin mas un abrazo a todas y todos. Bye

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Sentí la brisa mañanera en mi  cara, trate de  mover mis  brazos pero sentí un  peso extra sobre mi, abrí mis ojos   encontrando  el rostro de Meli a escasos centímetros, estaba hermosa como siempre,  aspire ese aroma tan suyo que embruja mis sentido, recorrí cada rasgo de su cara, delineando su pestañas, su labios rosados , siempre que puedo me encanta  observarla sin que me vea, un extraño habito  que he tomado  en este mes. Supongo que es la atracción que he sentido por ella desde un principio,  me encanta pasar la mayor parte de mi tiempo con ella, cuento los segundos para verla y me  enojo fácilmente si no la tengo cerca, aparte de mis celos si alguien se le acerca. La  quiero demasiado,  seria tan doloroso perderla.

La abrazo más a mi cuerpo, impregnándome de su olor delirante, sentir bajo mis dedos su tersa piel con esa calidez que la caracteriza,  la deseo tanto, me he contenido de sus encantos tantas veces, sin embargo cada día es más difícil, ella ya no es una  paloma inocente, sus movimientos de baile son tan sensuales. Y no se si estoy conteniendo todo mi deseo para no lastimarla o en realidad es para protegerme,   una barrera que no quiero cruzar.

Al salir de mi recamara voy a tener que inventar una buena excusa, una  donde a mi madre no  encuentre grietas,  seria un desastre,  no podría abandonarla a su suerte, ella  esta dejando todo por mi, ayer  se lo grito a su padre,  simplemente no quiero dejarla ir. Cierro mis ojos, aun es temprano, llevaba algunos minutos tratando de conciliar el sueño, cuando sentí sus dulces labios invitándome a desayunar,  se subió en mi, cada pierna a un costado mio, su cabello provocaba un poco de cosquillas, pero era más importante seguirla besando,  como siempre todo era tierno y dulce, pero la posición y mis  manos en sus caderas no ayudaban mucho a controlar mi libido, abrió sus labios dejando pasar mi lengua, devore su boca fervientemente, saboreando  cada centímetro de ella, Meli metió sus manos debajo de mi pijama acariciando mi vientre, sentí vibrar cada célula de mi cuerpo con su contacto, estaba a mil con cada toque,  le regrese el favor  acariciando sus costados, subiendo mi mano derecha hasta  tomar su seno derecho con mi mano, su gemido fue tan excitante, mi mente solo pensaba en poseerla, seguí masajeando su seno, comenzó a respirar irregularmente al igual que yo, sentí  la humedad en mi parte baja y más con ella encima, tome un poco de impulso invirtiendo las posiciones, solamente que yo puse una de mis piernas entre la de ellas ejerciendo un poco de presión ,  deje su boca y comencé a besar su cuello, dando una pequeña mordida de vez en cuando,  ella  empezó a subir mi playera, despojándome de ella, por mi parte seguí degustando su cuello, viendo como se retorcía  con cada toque, mi mano izquierda se coló por su espalda liberándola de su sostén al lograrlo de un tirón me lo lleve junto con la playera que usaba de pijama, dejando expuestos su pechos,  perfectos era la única palabra que los describía,  levante mi rostro y vi sus mejillas sonrojadas, me jalo y me beso con tanto amor, yo pose ambas manos en cada uno de sus senos, sintiendo la redondez, la suavidad y el calor que emanaban, era enloquecedora la sensación,  quería probarlos ya,  baje por su cuello hasta llegar a ellos, dio un  pequeño beso en su pezón derecho, para después lamerlo por completo, sacando sonoros gemidos de Meli, sus manos se enredaron en mi cabello marcándome un ritmo, era perfecto, me sentía en la gloria, deje roja  la zona y decidí seguir  con la siguiente…

-Ale te habla mi mama…-el entrometido de mi hermano abrió la puerta de golpe, se me olvido cerrarla con seguro, cubrí a Meli con mi cuerpo y logre jalar la sabana, sin embargo el idiota seguía viéndonos.

-Voltéate y quita esa cara de baboso-grite

-lo siento, como iba a saber- se dio media vuelta

-¿cuantas veces te he dicho que toques la puerta?, carajo- tome mi pijama que estaba junto a la cama, Meli seguía envuelta en las sabanas, le di un beso en la frente

-tranquila princesa, regreso en un momento-baje de la cama y empuje a mi hermano que estaba afuera  y cerré la puerta.

-¿a que hora regreso mi mama?- pregunte mientras bajaba las escaleras

-no ha llegado-lo mire con cara de interrogación-te habla por teléfono

-casi me da un infarto, eso lo hubieras dicho antes

-antes o después de que abusaras de tu novia-soltó, le di un zape por entrometido, pase a su lado y cogí el teléfono

-hola, mamá-salude tranquilamente

-¿Por qué tardaste tanto?-empezó a interrogarme, afortunadamente no la tenia enfrente, si no seria más difícil mentirle

-estaba en el baño-conteste de lo más normal

-esta bien-siempre ha tratado de mantenernos vigilados-como ayer no estabas, recibí una llamada de tu tía, esta un poco enferma por lo que me voy a quedar toda la semana con ella para cuidarla.

-ok mamá- no puedo creer la suerte que tengo

-cuida de tu hermano-semejante grandulón ni que fuera niñera-y pórtense bien, no quiero la casa hecha un caos

-si, no te preocupes por nada, me saludas a mi tía

-cierren bien la puertas antes de irse a dormir…-decide interrumpirla antes de recibir sus miles de recomendaciones, recuerdo una vez en que dejamos a mi hermano solo y se le ocurrió pegar cientos de hojas por toda la casa donde le daba indicaciones a mi hermano de que hacer o como dejar las cosas después de usarlas, y hasta hoy siguen.

-Ya no tenemos diez años mama, estate tranquila

-si necesitan algo me llaman-seguía con su tono sobreprotector- y si no van con alguna de sus tías…

-ok, te llamo luego bye- colgué el teléfono, no quería más de sus cuidados maternales- mantén tu nariz fuera de mi habitación- le advertí a mi hermano

-pues para la próxima saca tu letrerito de habitación ocupada, di que fui yo y no mi mamá, ¿si no dime que explicación le hubieras dado?...-no conteste, sabe que tiene razón- ver  a tu novia en topless… es un pequeño precio que tuviste que pagar

-no te preocupes, ya te devolveré el favor con mi cuñada o lo que tengas

-ya, si fue broma- empezó a reírse como tonto

-pues mide tus palabras, ya sabes que yo no amenazo- debo dejarle los puntos en claro, aclararle quien tiene el control

-ok… ok…  no te pongas así, hasta miedo me das a veces, ni que estuviera tan buena

-pero ya quisieras tenerla… y tranquilo, tienes suerte de tener un lazo sanguíneo conmigo, solo te instruyo en tu comportamiento, jamás tocaría al querubín de mami- di unas palmaditas en su mejilla- ahora sigue recreándote la pupila con tu computadora- lo deje parado en medio de la sala y subí a mi habitación.

Al entrar, cerré la habitación con seguro y me acerque a la cama, donde Meli seguía en posición fetal entre las sabanas,  me recosté junto a ella y la envolví en mis brazos pegándola a mi. Ella solo se aferro más en mis brazos. Nos mantuvimos así un buen rato.

-creo que será mejor que me vaya no quiero causarte problemas con tu mama-intento zafarse de mi brazo,  pero no la deje

-no digas eso, tu lo has dejado todo por mi y no te preocupes mi mama no va estar esta semana… mientras tanto podemos planear donde podemos vivir- se hizo un silencio en la habitación

-¿lo dices enserio amor?- se giro sin soltarse de mi y me vio con sus ojos llenos de lagrimas

-claro princesa, nuca te dejaría sola, además es en parte mi culpa que hayas dejado tu casa-acaricie su mejilla, se veía tan indefensa, debo afrontar mis responsabilidades, es precipitado pero ni modo

-pero…-la silencie colocando un dedo en sus labios

-no digas más,  eres mi chica especial, ¿ok?- ella asintió con su cabeza y me dio un beso corto, tal ves sea un completa idiotez lo que estoy apunto de hacer, pero me nace del corazón, me encantaría despertar con ella entre mis brazos cada mañana y llenar  mis fosas nasales de su delicado aroma, esa sensación de tenerla solo para mi.

-te amo Alex- susurro en mi oído

-yo también-acaricie su cintura, mientras mi cara seguía apoyada en su hombro- toma una ducha  en lo que preparo algo de desayunar, ¿vale?

-no, quédate otra ratito así conmigo- me contestó con su tonito de niña inocente- o mejor báñate conmigo-sentí mi cara arder, de su tono aniñado paso a uno tan sexy

-ehh…- me quede como idiota- toma lo que quieras, te aviso cuando este el desayuno- me separe de ella, pero antes de abandonar la cama  me jalo y me dio un beso que me dejo volando

-como quieras, pero mi propuesta sigue en pie- tomo una toalla y se metió al baño pero no cerro  la puerta y se empezó a desvestir como si nada frente a mi. Antes de caer en sus encantos me levante y salí de la habitación.

En que momento me convertí en la presa y deje de ser el cazador, vaya que me vuelvo vulnerable cuando estoy con ella, me trae  de un ala,  solo espero que la caída no duela tanto no sé que haría con este sentimiento que ya tengo tan adentro,  incluso podría decirle que la amo. Tan seria que se veía pero no, se ha vuelto una completa acosadora, jaja creo que me acabo de morder la lengua.

-cuenta el chiste

-no seas chismoso-pase a su lado  y  abrí la puerta del refri para ver que podía cocinar

-no lo soy, simplemente me intereso por tu bienestar mental,  así empiezan los esquizofrénicos, primero se empiezan a reír solo y después…

-jaja, no te reflejes, mejor tomate tu pastillas para la loquera

-si son tuyas

  • lo que digas, mejor vete hablar con tus amiguitos imaginarios-palmee su cabeza

-vete al carajo

-respóndeme con palabras, acuérdate que empezar a decir groserías es sinónimo de que se te acabaron las ideas, vamos pon a girar tu ardilla

-muérete, no trates de usar tu psicología barata

-no te enojes, ya sabes que siempre pierdes contra mi-dije mientras le daba unos golpecitos en la cabeza, pase de él y me concentre en hacer el desayuno, algo ligero, primero pique algo de fruta para después hacer unos hot cakes y un vaso con leche o licuado depende lo que quiera.

Al terminar me senté a ver un momento la  tele, pero en verdad no veía nada, estaba analizando  todo lo que confrontaría al irme de mi casa, tendría que buscar un trabajo de medio tiempo,  quien dijo que de amor solo se vive debería pagar mis servicios, aparte de como le voy a explicar a mi mama que me voy, sin agua va, solo espero que no este cavando mi propia tumba. Realmente siento algo super especial por ella, una conexión mágica, donde  solo con miradas nos entendemos perfectamente, es poco tiempo  el que  llevamos de conocernos, de vernos casi toda la vida por ser vecinas, pero nos acoplamos  tan bien. Incluso estoy dispuesta a sacrificar tantas cosas, con esto le estoy ofreciendo mi corazón y mi alma, aunque no lo parezca, es un paso grandísimo.

-¿te pasa algo amor?- se sienta en mis piernas, con estas  pequeñas acciones como no ir al mismo inframundo y regresar por ella

-solo pensaba en ti- conteste sencillamente, ganándome un beso

-¿cosas buenas o malas?-pregunto con una sonrisa

-mmmm… déjame  ver mi lista- hice el amago agarrar una hoja de la mesa-pero creo que son mas cosas malas

-así,  ¿como cuales?

-que eres sumamente atractiva y mis amigos parecen abejas sobre ti

-no seas mentirosa, ellos tienen sus novias

-eso aparentan, aparte el tener novia no es impedimento,  pero deberías haberlos visto cuando te vieron pro primera vez, no dejaban de pedirme y rogarme que hiciera una fiesta en mi casa y que te invitara, o cuando me interrogaban para saber mas sobre ti

-¿y tu piensas igual que ellos sobre que no es impedimento tener novia?

-no, yo si pienso y se lo que tengo- bese su labios, después su cuello-y no lo perdería por nadie-susurre en su oído.

-luego se desayunan entre ustedes,  pero primero lo que preparaste Alex, ya tengo hambre.

-por graciosito tu almuerzo va para Molly-le dije mientras ayudaba a Meli a pararse

-no te atreverías, aparte a Molly le hace daño el pan y no creo que quieras recoger sus bolas de chocolate derretido después

-deja de estar de cerdo,  o te voy a dar eso precisamente para que comas

-defiéndeme querida cuñadita-  la agarro de un brazo y empezó a hacer su cara de mustio

-no seas mala con el amor

-ni lo defiendas- aun no entiendo como puede convencerlas, a mi mama la hace como quiere, todo para su nene, es mas cuando  acompaño a mi madre a cualquier reunión familiar lo primero que hacen todos es preguntar por el, semejante mugroso y a mi como si no existiera- mejor desayunemos.

Después de desayunar, decidimos dar un paseo, tendríamos que aclarar todo sobre nuestra nueva situación, demasiadas cosas en juego, principalmente  nuestro futuro,  son  tantas cosas por afrontar,  es difícil el decir  de un día para otro me voy a vivir con mi pareja, mientras estas estudiando y sin trabajo,  y dependías cien por ciento de tu madre.

-Meli… - espere  hasta que volteo a verme- disculpa si te  incomoda lo que te voy a preguntar…  ¿estas segura del paso que estamos dando?-ella  se me quedo viendo y pequeñas lagrimas se formaron en sus ojos

-No te estoy obligando Alex-soltó con su voz quebrada- yo puedo arreglármelas sola- se alejó unos pasos de  mi- al parecer mi papa tenia razón

-no seas injusta… solo quiero que tengas la completa seguridad de lo que vamos a hacer, este no es un juego… estoy buscando lo mejor para ambas

-pues no lo parece…  lo único que veo es que ya no quieres seguir con esto-trate de acercarme a ella- aléjate, no quiero que me toques

-no te pongas así, las cosas no son como tu las estas viendo…

-no entonces porque ahora me sales con que si estoy segura, que acaso no te lo demostré ayer  deje todo por estar a tu lado… aquí la única verdad es que tu no quieres un compromiso conmigo, mi papá me lo advirtió tu solo quieres llevarme a la cama- me espeto

-Ahora resulta, si tanto le crees a tu papá, porque venirte conmigo ¿no?, si hubiera querido ya me hubiera acostado contigo, sin embargo me he controlado…-me quede callada antes de ofenderla, maldito sea su querido padre, estoy que quiero ir a golpearlo.

-termina de decirme lo que piensas, no te quedes callada-se acercó y golpeo mis hombros, la abrace lo mas fuerte que pude, las cosas se habían salido de nuestras manos, lo que se suponía algo tranquilo termino ardiendo.

-lo siento… lo siento princesa, no quiero que acabemos así- la mecí en mis brazos para tranquilizar su llanto- dije cosas estúpidas, me altere, pero no soporto que tu piense esas cosas de mi, tu sabes cuanto te quiero…

  • suéltame-intento zafarse de mis brazos

-no… hasta que arreglemos esto-la sujete con mas fuerza, sentí  mi blusa mojada pos sus lagrimas- yo te a…

-suéltala, acaso no la escuchaste-justo tenia que interrumpir cuando estaba a punto de decirle la tres palabras mas difíciles  en la vida de cualquier persona.

-papá-se alejó de mí y corrió a los brazos de él y empezaron  a  alejarse

-por favor Melissa, esto no puede acabar así- me acerque a ellos- aun no terminaos nuestra conversación

-yo creo que si, ya suficiente daño le hiciste a mi hija-grito su padre, ella ni siquiera me daba la cara

-no dejes que te engañe, sabes que esto que hay entre tu y yo es real, por favor quédate conmigo-algunas lagrimas escaparon de mis ojos, me quede esperando su respuesta

-llévame a casa papá-con esas palabras sentí mi corazón siendo blanco  de miles de flechas

-claro hija- sonrió su padre, con esa maldita cara

Los deje marcharse, no entiendo como terminamos así,  me duele tanto el pecho, siento un vacío en el,  las punzadas que siento  en mi cabeza me están destruyendo,  no puedo ni respirar no se como hacerlo en estos momentos.

Me duele aun mas que no tuvo el valor de verme la cara,  se escondió en brazos de su padre,  su desconfianza, entonces todas veces que se me insinuó me estaba probando. Estuve tan cerca  de decirle lo que la amo, lamentablemente hasta que la estoy perdiendo me doy cuenta de lo que siento.