Juego Mortal 29

Feliz Navidad a todos, espero que se encuentren bien, después de una eternidad, lo se, les traigo la siguiente entrega, agradezco su apoyo y disfrútenlo. Gracias

Pase una hora revisando mi correo, eso de subir  a la azote a ver las estrellas, no resuelve los problemas universitarios, realice varios reportes de algunas prácticas atrasadas, el  tener novia me hace estar demasiado tiempo en la luna. Pasaron diez minutos cuando mi cel comenzó a sonar,  un mensaje de  Meli, mmmm parece que hoy no tendré mi beso, como siempre mi suegro arruinando las cosas, porque se le ocurrió ir a cenar precisamente hoy.

Aun me pregunto  en que estaba pensando cuando le dije  a Meli que estaba de  acuerdo en decirle a sus papás sobre lo nuestro, apenas llevamos un mes. A  ya recordé, no estaba pensando, pero si besándola cuando me encandilo con su idea, demasiada  prisa  de su parte,  debería ser el proceso más relax, mañana, ya me imagino  a su padre tratando de  golpearme, lo más preocupante es que venga de chismoso con mi madre, por eso  tengo un maldito dolor de estómago, se me revuelve por completo de tan solo pensarlo.  Con lo bien que le caigo, no dudo que no se tiente el corazón para hacerme daño, me lo advirtió y no me alejé de Meli. Miedo no es, pero como dicen no hay enemigo pequeño.

Y para colmo de males, no tengo ni la más remota idea de que se traiga entre manos Irinia, no es normal que me la esté encontrando a cada rato, y hoy el descaro de saludarme como si fuéramos amigas,  es obvio que lo hizo con la intención de molestarme. Pero que no tiente su suerte, si quiere jugar un rato más, que se atenga  a las consecuencias.

Decidí irme a descansar, necesitó revitalizarme o posiblemente un par de muletas para mañana, ya que si el señor me avienta al patio de mi casa  desde su azotea, va a doler y mucho jaja, no quiero sufrir lo de mi primo que por andar poniendo una lona se cayó de la azotea y si no fuera por los botes de basura de su vecino, no hubiera vivido para contarlo y paso dos meses en su cama que no estaría tan mal.  Me recosté en mi cama y perdí razón de mí.

Mi noche fue perfecta, ninguna pesadilla, sin embargo hoy no me salvo de hablar con mis queridos suegros, y si finjo que tengo paperas, no sé posiblemente influenza, con tal de no tener que salir de la comodidad de mi cama. Carajo,  debo afrontar mis responsabilidades, nunca eh fallado en  una promesa y no lo hare ahora.

Continúe mi día como cualquiera, puse orden en mi closet, no tarde nada en terminarlo, así que baje  a la sala y empecé a tamborilear mis dedos sobre la mesa del comedor, no recuerdo cuanto tiempo estuve así, hasta que mi queridísimo hermano me aventó un cojín, impactando en mi cara.

-¿pero a ti que jodidos te pasa?-me moleste  por completo, aunado  a mis nervios, una mala combinación.

-es lo que quisiera saber, tu que no dejas de hacer tu ruidito, no me dejas ver la tele  por culpa de tus deditos que no quieren parar, hasta parece que estás pensando-me dijo el muy chistoso

-envidia, ¿no?

  • si tú lo dices, pero prefiero estar viendo la tele tranquilamente a estar como loca golpeando la mesa

-no estoy golpeando la mesa, no ves que estoy creando una nueva melodía

-para despertadores de seguro o para sordos-dijo mientras se acomoda más en el sillón

-no la hago especial para ti, a ver si con esto si te levantas en la mañanas, señor oso

-uyyyy, parce  que a alguien, hoy no le dieron su beso-empezó a burlarse  de mí, le di la espalda para recoger el cojín de hace rato y  se lo regrese con todo el cariño del mundo

-a ver si todavía tienes ganas de reírte-en vez de contestar enojado, continuo con su risita el payaso

-¿acaso será falta de sexo?-me pregunto sonsacarronamente

-jajaja, y tu tan satisfecho con tus videos hentai, por lo menos yo las he tenido de carne y hueso

-calla, no sé de qué videos hablas- contesto el cínico

-eso ni tú te lo crees, si hasta mi mama lo sabe, con eso de lo inteligente que eres, de dejar la pantalla encendida mientras se  cargan tu videos recreativos y ya vez que mi madre no es medio chismosa

-ya deja de cotorrearme-yo solo negué con la cabeza-y porque no me cubres, o la entretienes

-ahora resulta que tengo que ser tu niñera

-ese es el deber de una hermana mayor

-ahora resulta, y ¿de  qué quieres tu nieve?-le pregunte mordazmente

-ah pues no estaría mal una de chocolate para que disfrute mi película

-no tengas cuidado

-calmada, no te enojes, solo estoy bromeando, pero como veo que no me vas a dejar ver mi peli, por lo menos cuéntame que te pasa-apago la televisión-¿te peleaste con Meli?, porque la verdad tu novia esta para quitarle el frio cada noche si es que ya no andan

-baboso, deja de estarte fantaseando a mi novia

-solo te hago ver lo afortunada que eres-dijo mientras delineaba una silueta femenina en el aire-¿no tendrá una hermana perdida o una prima?

-¿por qué no le preguntas  a su papá?

-mmm, supongo que estar soltero es lo de hoy

-¿Cómo eres zacatón?

-no, no-movió su cabeza-solo aprecio mi hermosa vida

-es lo mismo que yo digo, pero hoy tengo cena con el

-¿con quién?-pregunto todavía el burro de mi hermano

-con Frankie

-no manches-se paró del sillón y me dio la bendición- ¿ya te dieron los santos oleos, lo vas  a necesitar?

-idiota, para que te tengo aquí, por lo menos  demuestras que eres hombre

-si apenas tengo 18, soy un niño-contesto son su cara de  inocente

-si mides más de 1.80, ya tienes bigote, ves videos de contenido tipo x, ¿y crees en verdad que eres un niño?

-si lo creo absolutamente-pegue mi rostro a la mesa, me pregunto porque dios me castigo con un hermano

-olvídalo, se me olvidaba que tienes retraso mental, mejor hablo con Molly

-oye más respeto, si no me olvidare de llevarte flores  a la tumba

-ah mira, si eres el mejor hermano que se puede tener

-con un gracias es suficiente, no me tiene que enaltecer

-ya deja de decir tanta tontería que sale de tu cerebro de pistache, y mejor piensa en algo para no acabar en una caja

-¿si quieres te aviento de la escalera para que te rompas un pie?

-mejor le voy a pedir consejos a Molly, eres un completo…-me quede pensando que palabra lo podría describir

-fantástico, increíble, eso ya lo se

-ah olvídalo-para que seguir discutiendo con un  neardental-mejor me voy  a arreglar, solo faltan dos horas para que comamos o me coman.

-no te preocupes, pondré la marcha imperial en el funeral

-le diré  a mi suegro que quieres hacerme compañía, posiblemente quiera saber el origen de su apodo

-pero si fuiste tú-ni lo pele, seguí subiendo las escaleras a  mi habitación

-eso él no lo sabe- dije antes de encerrarme en mi cuarto

Después de tomar un baño, buscar algo medio  formal, ensayar algunas sonrisas hipócritas, respirar y exhalar  más de 100 veces, decidí dirigirme a  casa de Meli. Bajé las escaleras y vi que mi hermano seguía pegado a la televisión.

-nos vemos al rato, si pregunta mi mama, le dices que salí con mis amigos al cine

-claro, cumpliré tu último deseo, me saludas a tu suegro- dijo antes de volver su atención completa  a la tele

  • vaya Molly, la única que parece que me extrañara eres tu- acaricie su cabeza y le dio un último abrazo por si acaso-vale si no vuelvo en tres horas me buscas-a lo cual me dio una lamida en el dorso de mi mano-gracias

Sin duda, de esta decisión no estoy completamente segura, quiero a Meli, pero no sé, si a tal punto,  siento que estoy errando otra vez, antes con Irinia no hubiera duda un segundo, y ahora tengo mil inseguridades. Es imposible no equivocarse, eso es lo que nos caracteriza, solo el ser humano comete el mismo error dos veces, aun no puedo decir que mi corazón y mis pensamientos pertenecen únicamente a ella, ojala tuviera esa certeza, sin embargo aún, un pedazo de mi mente no puede sacarse el rostro de una persona. Basura me creo cada vez que pasa, por eso no quería tener algo con Meli, pero sentí una molestia tan enorme como del tamaño de  un iceberg de verla con otro, lo que  me hizo aceptarla, ese sentimiento de soledad al que la mayoría de los seres le tenemos miedo, somos tan egoístas que preferimos mentirnos a diario, ocultar por todos los medios la verdad que quiere salir gritando de nuestro cuerpo, solo para conseguir un poco de felicidad momentánea.

Como robot toque su puerta, no le tengo pavor a su padre, solo quiero tener cuidado. Espere unos segundos y vi su hermoso rostro, tan radiante y feliz, seria extraordinario poder compartir su alegría,  hago un intento de sonrisa tampoco es como que vaya  a mi funeral.

-Amor, entra-me dio un beso muy cerca de mis labios, esta tan bella, lleva un hermoso vestido azul, es increíble la suerte que tengo para que ella quisiera andar conmigo, me encantaría poder entregarme en cuerpo y alma, pero estas dudas no me dejan amarla como merece.

-Hola-alcance  a decir, antes de ingresar a su casa

-Pasa, la comida ya está casi lista- me llevo a su sala, donde nada más puse un paso y sentí la vibra de su queridísimo padre que me miraba con unos ojos de pistola- papá, mira quien está aquí

-Ya lo veo hija- contesto fríamente

-Buenas tardes señor un gusto volver a verlo-no puedo comprender como Meli no se da cuenta de la tensión que hay entre nosotros

-Te importaría platicar un poco con Alex, en lo que ayudo a mamá

-En absoluto hija, tomate tu tiempo-en cuanto salió Meli, el señor subió un poco el volumen de la televisión, yo por mi parte miraba  a todos lados-¿Qué demonios haces en mi casa?, suficiente eh soportado con que tengas una amistad con mi hija y ahora vienes tan campante a comer a mi casa-casi se le salían los ojos, guarde silencio unos momentos, debía guardar energía para el espectáculo final.

-eso se lo debería preguntar  a Melissa

-deja de jugar o te vas a quemar niña, te lo advierto otra vez- ni siquiera le di importancia, el continuo viendo su programa.

-Papá, Alex la comida esta lista-ella me llevo de la mano, por lo cual sentí un millón de dagas en la espalda, me senté a lado de ella, su padre en la cabecera y su esposa a su lado derecho.

-Buenas tardes señora, es un honor compartir su mesa-debía enfriar un poco el ambiente y ser amable con la señora que me trataba como parte de su familia.

-Gracias hija, recuerde que siempre eres bienvenida- a lo que su esposo hizo un bufido

-Ahora hija, me podrías decir ¿a que se debe esta grandiosa reunión?-ahí viene mi bola de nieve, acaso no puede esperar a que terminemos de comer

-una gran noticia papá

-regresaste con Gerardo-dijo el señor bastante feliz

-no papá, no pienso regresar con él

-pero hija, él es un muchacho estupendo

-Papá no, no lo conoces bien y lo más importante es que nunca pude sentir más que una amistad por él no es eso,  entiéndelo por favor

-entonces, ¿cuál es la noticia?-Meli tomo mi mano debajo del mantel, y me dio un apretón, para después ponerlas sobre la mesa

-Alex y yo, somos novias-anunció felizmente

-oh, hija, ya me lo imaginaba-la reacción de su madre no me sorprende, según recuerdo Meli me dijo que uno de sus tíos es  gay, por lo cual la señora no se cierra su mente-pero esperaba a que ustedes nos dieran la noticia- Fue magnifico ver la cara de su padre, parecía un fantasma, trataba como de asimilar la noticia.

-¿papá, tu qué opinas?-vi como una vena empezaba a saltarle, creo que me a querer degollar

-Lárgate de mi casa-grito enfurecido-me apunto con su tenedor- la mano de Meli me apretó con más fuerza

-Papá tranquilízate-Meli trataba de calmarlo

-Aléjate de mi hija, te dije que no quería verte cerca de ella-golpeo la mesa con su brazo derecho-¿qué le hiciste  a mi hija, depravada?-vale, no esperaba otra reacción, supongo que pastel no va  a haber y lo de depravada ni que fuera él

-Armando-le reprendió su esposa, pero dudo que le importe

-No ves lo que le ha hecho a nuestra hija, Ana reacciona, ve en lo que la está convirtiendo -continuo diciendo con su tono histérico

-Papá, por favor-Algunas lágrimas empezaron a salir de sus ojos

-Nada de eso, ya eh soportado bastante, tener que ver a tu amiguita cada fin de semana, y ve lo que eh ganando que mi hija sea una rarita-escupió con tanto odio que me alegre de no tener padre

-No le hables así a la niña- se puso su madre en medio

-Pues que se comporte-se acercó a   mí-fuera de mi casa, ahora

-Mire señor, tranquilícese, yo quiero a su hija-Meli en ningún momento me soltó la mano

-Cállate, deja de decirme lo que tengo que hacer y suelta a mi hija-intento separarnos-no quiero que vuelvas  aponer un pie en mi casa y no le vuelvas  a hablar en tu vida

-No papá, yo la amo-ni siquiera lo vi venir, su padre la abofeteo

-Oiga, no voy a permitir que le pegue, si quiere desquitarse hágalo conmigo-deje a Meli detrás de mí, vaya que su padre se salió de control. Justo cuando me iba a tomar la palabra, su esposa lo tomo por el brazo

-No te vuelvas  atrever a hacer algo como eso, no te reconozco Armando-de una comida normal, todo se volvió tragedia

-Solo busco lo mejor para mi hija y tú deberías apoyarme-Meli solo se abrazaba  a mi espalda

-Yo lo hago pero tu parece que estas en contra de su felicidad

-No digas tonterías, solo quiero que tenga una vida normal y a lado de esta nunca la tendrá-ese comentario  me molesto profundamente, el que sabe que es una vida normal

-Usted es el que vive en su mundo de fantasía señor, sigue bajo el régimen de esta sociedad, por un momento deje sus estúpidos prejuicios y  piense verdaderamente en su familia-le espete,  no podía seguir callada

  • deja de entrometerte donde no te llaman, no te lo voy a volver a repetir, largo de aquí, si no te voy a sacar a patadas

-Mire me marcho porque no quiero causarle más problemas a Meli, pero no me voy a  alejar de ella

-Yo me voy con Alex-dijo Meli entre sollozos- no puedo vivir contigo padre, si no puedes aceptarme como soy

-Tu no vas  a ningún lado Melissa- ahora su rostro estaba rojo de coraje

-Claro que sí y no vas  a detenerme

-Hija por favor, toma las cosas con calma-le hablo su madre

-Es lo que trato de hacer

-Todo es tu culpa, si te hubieras alejado de mi hija cuando te lo advertí- se soltó de los brazos de su esposa-pero me las  vas  a pagar

-Meli es mejor que tú y Alex se vayan, solo por esta noche, mañana podremos hablar tranquilamente- nos ordenó su madre mientras intentaba agarrar a su marido

-No Melissa, tu no pones un pie de fuera de esta casa-continuo gritando

Tome su mano lo mejor  era salir de aquí antes de que su padre hiciera una locura, Melissa estaba  hecha un mar de lágrimas, la lleve a mi casa, ya vería que excusa le daría  a mi madre. Al abrir la puerta no vi su carro, por lo menos no tendría que estar dando explicaciones. Al entrar mi hermano volteo a vernos, pero al ver  a Meli  nos dejó subir sin preguntarnos nada.

Recosté a Meli en mi cama, se veía exhausta por lo sucedido, jamás imagino que su padre actuaria de esa forma, tuvo que aprender por la mala que las personas nunca actuarán ni reaccionaran como uno desea y que nunca conoceremos en verdad su corazón.

-¿estás bien princesa?-pregunte mientras acariciaba su cabello y revisaba su rostro, por suerte solo se inflamo un poco

-lo siento, nunca creí que mi padre reaccionaria de esa manera-respondió mientras me abrazaba y  hundía su rostro en mi cuello

-no te preocupes, todo se va  a solucionar-le dije para tranquilizarla. Ella continúo llorando un rato hasta que se quedó profundamente dormida.

De todos los escenarios posibles, nunca pensé que Meli pasaría la noche en mi casa, sin embargo  ahora no tengo los medios para ofrecerle algo, ni estoy preparada para una relación de esta magnitud, es tan repentino, me duele la cabeza, no creo  encontrar la solución en diez, ni en un día. Me acomodo un poco junto a Meli  si romper nuestro abrazo, supongo que mañana veré un poco más claras las cosas.