Juego Mortal 25

Hola, en respuesta de las chicas que me EXIGEN conti, jajaja, como ya termine mi semestre ya tengo más tiempo para escribir y espero poder actualizar cada semana por lo menos. Ey y muchas gracias a todos por sus comentarios.

-¿Por qué haces esto?-no logro entenderla,  hace tanto tiempo que desee que ella fuera la que me buscara, pero han pasado tantas cosas,  el daño que nos hemos hecho, ella con negarse a vivir este amor  y yo  sufriendo por su desprecio. Y hoy  con algo tan simple me vuelve  a tener en sus manos, sigo a sus pies suplicando por su cariño y a la vez  tengo una lucha interna, entre seguir rogándole o de una vez zanjar todo por completo.

Sigue sin responderme, me carcome cada segundo su silencio, continua en el marco de la puerta, supongo que debatiéndose entre entrar o no, ni siquiera me ah dado la cara, su cabello  logra cubrirle  su rostro, puedo ver el temblor de su mano que esta sobre el pomo de la puerta.

-Es lo único que vas  a hacer, pararte en la puerta y agachar la cabeza- me levanto, cruzo la habitación  y me paro en frente de ella, con mi mano trato de levantar su cabeza, quiero ver  sus ojos y perderme en ellos,   ella se niega a darme la cara, por lo cual la tomo por ambas mejillas, al alzarla puede ver un camino de lagrimas que  llega a la comisura de su labios.

-¿acaso es tan malo amarme?-ella desvía su mirada, a cualquier punto que no sea yo- dímelo quiero saber la razón- no puedo controlarme, mis ojos  empiezan a llenarse de lagrimas por todo el dolor que me causa esta situación- acaba conmigo,  insúltame si quieres,  pero rompe este silencio que me mata

Solo conseguí más lágrimas de su parte, no tiene caso, parece que el amor nunca es suficiente,  ni siquiera tengo la completa seguridad de que me ame.

-Te agradezco lo de hace rato, no tenias que demostrarme tu lastima-suelto su rostro-ahora si me permites necesito descansar, no es tu trabajo cuidarme, además por lo visto no tienes intenciones de hacer nada mas aquí- me di la vuelta para volver  a  sentarme en la cama,  pero ella me sujeto la mano y me hizo regresar  a mi posición anterior, con la única diferencia que entre nuestros cuerpo no había ningún espacio y ahora su labios estaban sobre los míos,  no tarde en responderle, días  y noches añorando sentir de nuevo sus labios, es innegable, puedo sentir la conexión que hay entre nosotras,  no hay comparación con lo que siento por Meli,  mi alma ya está unida  a Irinia, no hay duda, la pego a la pared, ella enreda su brazos alrededor de mi cuello, para profundizar nuestro contacto, me cuelo en su boca  para volver  a sentir su calidez, mi manos se fijan en su cintura,  con mi pie logro cerrar la puerta,  nadie debe arruinar el momento, de su carnosos labios paso a recorrer su barbilla para seguir bajado y entretenerme en su cuello, nuestros respiraciones son cada vez más rápidas,  en medida que acaricio con mi lengua su terso cuello, ella me recompensa con suaves gemidos, mis manos como siempre no dudan en recorrer  la suavidad de su vientre,  al igual que una corriente recorre  todo mi cuerpo,  la excitación que provoca en mi  con tan solo poder tenerla entre mis manos, el calor de nuestro cuerpos se asemeja a una hoguera,  vuelvo a besar sus labios, me niego a dejarla ir,  mi rodilla va  a su centro de placer, empiezo hacer fricción, es tan cálida la sensación,  mi mano se cuela por debajo de su blusa para empezar su ascenso, para poder acariciar su preciados pechos,  presione más con mi rodilla a lo cual sus unas se entierran en mi espalda   dándome una increíble sensación ente placer y deseo, no resistí más y empecé  a  tratar de abrir sus  jeans…

-espera- me detuve  a regaña dientes, como se le ocurre pararme, levante mi rostro sin romper el abrazo- no  puedo hacer esto

-no hagas esto…- mi respiración todavía es un poco agitada- no quiero que creas que solo quiero acostarme contigo, en verdad yo te …

La enfermera no pudo abrir en mejor momento la puerta, al instante nos separamos, no creo que sea tan ingenua para creer que no pasaba nada, nuestras caras totalmente rojas demuestran lo contrario, y la blusa de Irinia deja ver su vientre bien torneado, es más que obvia la situación.

-Lamento interrumpir, pero es necesario que desinfecte tu herida- abre su botiquín de dónde saca agua oxigenada,  gasas y un par de guantes- necesito que te sientes en la cama

-Nos puede dejar  a solas un  momento- a la enferma no le cayó muy bien la noticia, pero acepto salir.

-¿a qué estás jugando?

-no sería  al revés, si no dime porque el tipo que te pego, te grito que dejaras  a su novia-ah es por eso

-si tanto te molesto, porque me limpiaste la herida-le grite, ahora   lo que nos dominaba era el enojo  y la rabia  que me da  su rechazo, el hecho de que trate de negar todo

-como tú lo dijiste  fue lastima

Fue lindo pensar que  daría todo por mí, no es más que una cobarde,  otro maldito silencio, bien ya tengo lo que quería, una razón para alejarme definitivamente de ella, antes de decirles sus verdades, la puerta se volvió a  abrir, dando paso a un a Meli completamente preocupada, no tardo en aventarse en mis brazos y darme un fugaz beso en los labios, algo que nunca espere, más se lo agradezco infinitamente, correspondí su abrazo.

-Alex, lo siento tanto, no pensé que Gerardo  se atreviera a golpearte- decía mientras con su manos acariciabas  mi mejilla sana- yo no dejaba de ver la cara de Irinia que demostraba  celos, supongo que Meli noto su presencia- ¿acaso interrumpí algo?

-Nada importante, princesa, solo le agradecía a…- me hice la idiota de no conocerla, si ella no quiere luchar, yo seguiré mi camino, tratando de olvidarla

-Irinia-respondió escueta

-es que ella  me proporcionó su pañuelo para limpiarme la herida en lo que me  traían  a la enfermería- di mi sonrisa más falsa – bueno te reitero mi agradecimiento por todo,  si quieres ya puedes irte no deseo seguir interrumpiendo tu camino-  para Meli eran simple palabras  que escuchaba, para mí era mi renuncia  a un amor que parece que inevitablemente iba  al fracaso- que tengas un buen día- su cara lo dijo todo salió hecha una furia, dando un portazo

-parece que alguien andaba en sus días, ¿no lo crees?-trate de bromear

  • supongo- creo que si Meli se dio cuenta de algo referente a la situación, no trato de hacer ningún comentario

-Bueno, ¿ya puedo limpiar tu herida, o quieres que quede cicatriz- la enfermera tampoco estaba de muy buen humor

-Sí, disculpe las molestias- me senté en la cama, Meli no se separo de mi lado, al igual que tomo una de mis manos entre las suyas, la enferma al ver nuestras manos tomadas, me miro  y negó con la cabeza, para después continuar con su trabajo, que no duro más de 10 minutos

-Hemos terminado,  mira tomate estos analgésicos para desinflamarte la herida- guardo sus cosas en botiquín- eso es todo por mi parte- cuando iba  a  abrir la puerta volteo- ah por cierto, te esperan en la oficina del director- dijo y salió sin mirar atrás.

-Vamos te acompaño

-Al mal paso darle prisa-trate de soltar mi mano de entre las suyas

-¿Qué pasa?

-No quiero que tengas problemas, por el momento no es lo mejor que nos vean tomadas de la mano, no quiero que te molesten- de por si ni siquiera sé como reaccionen, la mayoría de mis conocidos, los demás me valen

-no me importa

-¿estás segura?, no quiero que te molesten- antes de seguir dando miles de razones ella me callo con un beso

-eso contesta  tu pregunta-solo asentí con la cabeza

Salimos de la enfermería, y pasamos por la explanada donde varias miradas se posaron en nosotras, los murmullos no se hicieron esperar,  todo quedo claro al pasar agarradas de las manos, no me detuve   y seguí mi camino.

-Así se hace  Alex-uno de mis amigos grito, ese comentario me saco una sonrisa,  por los menos alguien no me  va  a defraudar, pero  ni siquiera me pare, seguí mi camino hasta que llegamos  a la oficina del director. A lado de la puerta estaba el escritorio de la secretaria que nada más verme me dijo que podía pasar, supongo que el parche  delata  lo sucedido

-No tardo-fue todo lo que le dije a Meli. Toque la puerta, antes de abrirla.

-Pase-cerré la puerta tras de mí y me acerque al escritorio- siéntate por favor

-sí, gracias- tome asiento delante de el

-a ver señorita Del rio, ¿me puede explicar que ocurrió en la explanada?- le conté al director lo sucedido el día anterior,  y que todo había sido en defensa propia, ya que él me ataco primero

-de todas maneras la voy a tener que suspender tres días, por responder  a los golpes con su compañero,  lamentablemente así lo marca el reglamento, y no hay manera  de no hacerle cumplir el castigo

-está bien- sirve y se calman los ánimos-supongo que a él lo va a expulsar

-eso lo vamos a discutir, el consejo y yo, pero le aseguro que tomaremos las medidas necesarias- y yo que ya lo veía   afuera- bueno eso sería todo,  ah y  cuídese esa herida, por favor

-ok, gracias, con su permiso me retiro – no hubo mucho que decir cómo me lo esperaba, lo malo es como le voy a explicar a mi madre mi  suspensión, tal vez deba fingir enfermedad, umm ya que.

-¿Cómo te fue Alex?

-ahh, más o menos, me suspendieron 3 días

-pero porque si él fue el que te pego

-sí pero como respondí y también lo golpee

-pero si  te estabas defendiendo

-eso no importa, según el director lo deja claro en el reglamento, cualquier agresión  o respuesta a ella,  ya sea en defensa propia,  la suspensión es de tres días

-pero que le pasa,  entonces tenias que dejar que te moliera  a golpes-Vaya Meli, esta super molesta, ya ni yo que soy la expulsada, no me preocupa tanto ya que estamos a inicios del semestre

-Tranquila, no pasa nada-la tome por los hombros para que se relajara

-pero…-puse uno de mis dedos sobre sus labios para evitar que siguiera hablando

-mejor  vayámonos  a casa

-tienes razón-contesto un poco más tranquila

No tardamos mucho en llegar a nuestras casas, todo el camino no pude sacarme de la mente lo del día de hoy, pero no me arrepiento, ella  nunca se iba  a arriesgar por mí, no tiene caso que siga pensando en ella, es obvio que está confundida, eh tratado de acercarme  a ella, sin embargo su desprecio y apatía, me ah derrumbado, ya lo dijo solo me tiene lastima. Lo que más me llama la atención es la actitud de Melissa, que se está comportando como una novia, y yo que pensaba que ya no me iba  a dirigir la palabra.

Todo se ah vuelto tan confuso en mi vida, ya no se qué hacer, la solución no es  aventarme  a los brazos de Meli, eso lo tengo muy claro.  La acompañe  a su casa.

-Bueno, gracias  por estar a mí lado este día

-era lo mínimo que podía hacer, después de lo que paso con Gerardo

  • no te preocupes, ese tipo está loco, esto solo lo demuestra-dije mientras señalaba mi herida

  • pero mira en los problemas que te metió y todo por mi culpa

-Nada de esto es tu culpa, y si por defenderte tengo que hacer esto, lo haría siempre que pudiera- la mire fijamente a los ojos-no llores por favor- Limpie las lágrimas que empezaban a salir

-es que tengo tanto miedo de que te pase algo

-no te preocupes, el es un cobarde y de todas maneras tendré cuidado, pero tú también debes tomar precauciones, no quiero  que te lastime

-vale, pero si lo ves no lo enfrentes otra vez

-si me  es posible lo evitare, no quiero más problemas- y es verdad,  ni siquiera le voy a decir  a mi mama que me  agarre a golpes con un tipo, de seguro iría  a preguntar todo,  y descubriría mi orientación sexual, lo que menos quiero, y con lo comunicativos que son las personas no dudo que alguien le cuente con lujo de detalles lo sucedido, ya que todos  se meten en asuntos ajenos.

-Bueno me voy – yo ya me retiraba cuando ella  me planto un beso en los labios

-ahora si ya te puedes ir- me dio una de sus grandes sonrisas y sin decirme más se metió a su casa, ahh,  ya veré que hago con respecto a Meli, no quiero lastimarla, más bien  tengo que pensar que le digo  a mi madre, arrastre los pies hasta mi casa, quemando el mayor tiempo posible.

Abrí la puerta de mi casa y la primera que salió a verme fue mi Molly querida, la cual se me lanzo encima, lástima que no me acorde que la mano aun me duele, con lo loca que se pone cuando me ve no mide  las  consecuencias de sus demostraciones de amor.

-Ya Molly, déjame pasar, al rato te saco a pasear

-Ven, Molly- me lleva mi mama salió de la cocina y me vio- ¿pero ah ti que te paso?-dijo mientras se acercaba  a observarme

-ehhh…-piensa, piensa- un mal pase

-ya te dije que tengas cuidado cuando juegas futbol

-si es que el menso de   Raúl, no me avisa y cuando volteo me dio de lleno-sonrió idiotamente

-ven te reviso

-no te preocupes la enfermera ya me curo, además voy a poder descansar ya que no hay clases hasta dentro de tres días y sirve y me recupero

-¿y eso?

-ahhh… es que  la mayoría de mis maestros tienen curso y los otros dos días va  a haber un congreso en mi escuela

-como siempre, cualquier excusa  para no darles clases

-si ya ves que son buenísimos en hacer puentes

  • esperemos que no se les haga  tradición, pero lo dudo mucho con lo flojos que son

-no te preocupes mama, de todas manera voy a revisar mis apuntes, para no perder tanto tiempo

-bueno, ¿tienes hambre?- parece que no le dio mucha importancia a mi  supuesto puente

-no, al rato bajo a comer- me salí del rango de visión de mi madre y me encerré en mi cuarto, no  quiero que pregunte más o vea mi mano o el raspón de mi codo cuando el idiota ese me tiro,  por lo menos no se puso más preguntona y se creyó todo, es lo bueno de practicar deportes siempre sale una magullado, y como la ves pasada me zafe el codo, no se le hizo raro.