Juego Mortal 24
Hola, ya se que algunas y algunas me querran ahorcar, lo siento, este ultimo vez mi inspiracion sobre la historia se fue, ademas esta semana es final de semestre y tuve bastantes examnes y trabajos finales, para recuperara el tiempo que lo maestro se hicieron pato en vez de dar clase. Nos vemos
Estos últimos días he pensado que necesito alejarme de todo y de todos, no hay demasiado que pueda perder, es una salida fácil para mi situación, no puedo seguir ocultando mi verdadera naturaleza, no me importa cómo me vea el mundo, lamentablemente soy incapaz de hacer sufrir a mi madre, la conozco perfectamente y sé que tiene sus sospechas, como es posible que tu hija siendo atractiva, no tenga novio, si según hasta edad todos tenemos nuestras hormonas al tope. Como decirle que si me enamorado pero de una mujer, no de un hombre como quisiera ella, como hacerle entender que no importa el género, que eso es superficial, si no lo que en verdad es la otra persona para ti, la felicidad que te da el solo verla cada mañana, lo que significa en tu vida y hacerle ver que no es una abominación. Acaso podría soportar su mirada, como romper los esquemas de esta sociedad. Están difícil entender que el amor se pude dar entre una mujer con otra, cual es la diferencia según ellos que es un pecado, una aberración, que somos una enfermedad, no pueden ver que los únicos equivocados son ellos que no han podido desarrollar más su espíritu y que siguen encerrados en su mundo de falacias.
Por el momento si quiero seguir con mi vida, debo retirarme, las cosas con Irinia se fueron por el drenaje, no veo caso seguir añorándola, cuando ella ya tiene muy claro todo. Podría iniciar cualquier relación con otra chica y seguir con mi farsa de vida, nunca podría estar plenamente mientras esté aquí, ver como las personas cercana me den la espalda, no moriría por ello, sin embargo sería un gran golpe, aunque parezca la persona más fuerte, no dejo de ser humano y sentir. Es una locura tal vez, pero creo que si estoy lejos podre empezar de nuevo, sin importarme los demás, viviendo como me plazca, sin preocuparme porque alguien de mi familia me descubra, sin ese miedo que me consumía de llegar a mi casa y ver a mi madre enferma por mi culpa, al descubrirme. Una decisión cobarde para muchos, mas no deseo confrontaciones, no tendría caso, es simplemente mejor dejar a las personas vivir en su ignorancia.
Sobre todo, no creo que tarden en explotar la bomba, a estas alturas sería ilógico no creer que varios de mis amigos y compañeros, sospechan de mis preferencias, además de que nunca eh demostrado interés por alguien del sexo masculino, muy raro que me la pasara viendo a las chicas de conta, demasiadas cosas que no podía dejar de hacer, la carne es débil jaja, demasiadas tentaciones, si hasta en la iglesia, que fue una suerte salir librada de la madre de Mónica, por suerte no me ah llamado, supongo que ya se dio cuenta de que era un reverenda pentontada cancelar su boda, algo que me da un poco de paz. Entre mis próximos problemas, está el beso que me dio Carolina, las cosas se confirmaron con eso, mis mejores amigos no me han dicho nada, pero siento que me miran diferente, creo que esperan oírlo de mis labios, es imposible tapar el sol con un dedo, y por lo visto Carolina me quiere ayudar a salir más rápido del closet, estos últimos cinco días, no se ah despegado de mi, con eso de que todas las materias las tenemos juntas, excusa que ha sabido aprovechar, ya parece mi mama, no puedo ir ni al baño a solas, hacemos un trabajo y parece tengo un contrato de exclusividad con ella, vamos a desayunar o a comer, donde a agarrando la manía de creer que soy su bebe, y no pierde oportunidad de besarme en la comisura de los labios y algunos roces que dejan mucho que pensar, no niego que me encanta, más ya tengo demasiados cosas en que pensar y si en verdad quiero irme, debo desapartarme poco a poco, para cuando parta no me pegue el sentimiento de ausencia y soledad, lo único que me desconcierta es que Meli cada vez que nos ve juntas, da cualquier pretexto para irse, eh llegado a creer que no soportar ver este tipo de situaciones si no que otra razón habría para su forma de comportarse, será acaso que le doy asco, también se ah reusado ah salir conmigo, me esquiva y cada vez que nos quedamos a solas, no logramos pasar de monosílabos, no logro entender que paso si nos llevábamos tan bien.
-¿tú qué crees Molly?- le pregunte a mi pastor alemán- ya debo estar perdiendo la cabeza para llegar a preguntarte a ti- le digo mientras acaricio su cabeza-mejor sigamos que ya nos falta solo una vuelta más- empiezo otra vez mi carrera, de esa manera logro evitar seguir dándole vueltas a mi cabeza
-lo único que lamento va ha ser dejarte- varias personas que pasan se me quedan viendo por estar hablándole a mi perra, si yo se que ella me entiende- ni modo te dejare con el inútil de mi hermano pero sé que te cuidara bien, mmm… recuerda que siempre los has querido mas a él- ella solo mueva su cola y me observa, yo le acaricio sus orejas, dándome una sensación de alegría
-Vamos a casa- iba pasando por la casa de Meli, cuando escucho una discusión, dirigí mi atención al lugar donde las voces estaban, y para mi sorpresa era Melissa con su noviecito, cada vez que lo veo compruebo que me sigue cayendo de la patada, ellos no me han visto por lo concentrados que están, por suerte el corredor esta a otra altura de las casas es difícil que me vean, solo si estuviera en el segundo piso, observoo como empiezan a elevar cada vez más la voz
-No puedes dejarme!!!- le grita bastante exaltado Gerardo
-Entiende Gerardo ya no siento lo mismo-trata de calmarlo
-Pero yo te amo, llevamos más de cuatro años juntos, como puedes terminarme así como si nada- sigue bastante enojado
-Necesito tiempo para aclarar mis sentimientos-Por el tono de su voz, veo que está a punto de llorar
-¿tiempo?, si prometimos casarnos después de terminar la universidad- ella solo baja la mirada-incluso nunca eh tratado de propasarme contigo, nunca te eh faltado por que según tú querías llegar virgen al altar
-lo sé, y te lo agradezco mucho- empieza a derramar algunas lagrimas- solo te estoy pidiendo tiempo
-pero para que, no hay nada que pensar, por que nos amamos- ella vuelve a agachar la mirada, el, la toma por los hombros de manera brusca, estoy a punto de ir y golpearlo por tratarla así, donde se atreva a siquiera intentar golpearla le voy hacer conocer a la señora banqueta-¿Por qué me mas?-le pregunta con un tono amenazador
-Gerardo…-ella se aleja de el- te quiero mucho, pero… ya no te amo- le dice para soltarse a llorar
-¿Quién es él?-le pregunta con un tono bastante helado, Molly se sobresalta por los gritos, trato de calmarla para que no nos descubran, regreso mi atención a la escena, yo también quiero saber quién es el otro
-No sé, de que me hablas- puedo ver la muestra de incertidumbre en sus ojos
-No te hagas, ¿con quien maldita sea es te estás revolcando?-le vuelve a gritar cada vez mas encolerizado, esto se está saliendo fuera de control, veo como una de las manos de Meli va a directamente a su rostro, sin embargo el la detiene- no te atrevas
-es mejor que te vayas- trata de zafarse de su mano
-No hasta que me digas, ¿con quién te estás acostando?-ella trato de abofetearlo de nuevo
-No voy a permitir que me hables de esa manera
-Te hablo de la forma que se me dé la gana, eres mi mujer- la toma por la fuerza para intentar besarla
-Yo no soy tu mujer!!!- dice con un tono bastante cabreado, mientras tanta de soltarse, mi cuerpo no reacciona, no logro correr a ayudarla
-Lo vas a hacer ahora mismo- le dice en un tono tan vulgar- así aprenderás y nunca volverás a mirar a otros, te voy a enseñar a un verdadero hombre y vas a hacer mujer entre mis brazos-la toma con fuerza para adentrarla a su casa, ella patalea, pero no se pueden comparar sus fuerzas
Todo está pasando tan rápido, sigo paralizada, solo hasta que mi perra ladra, reaccionó, bajo rápidamente y antes de que logre meterla, lo jalo de un hombro, y al momento de que voltea mi puño da de lleno en su nariz, incluso sentí como su hueso tronaba, el pierde un poco el equilibrio y suelta a Meli para llevarse las manos a la cara, Meli al verme, corre hacia a mí, la tomo entre mis brazos dándole un abrazo protector, pero alerta de la reacción del tipo, por lo cual la posiciono detrás de mí y ella pone su brazos en mi cadera, veo como el eleva la mirada y me observa con unos ojos de querer asesinarme
-Maldita p***-brama-¿Quién demonios te crees?
-Más bien qué clase de hombre trata de abusar de una mujer, no eres más que una bestia
-eso no te importa- se limpia la sangre de la nariz- te voy a enseñar a no meterte en lo que no te incumbe-antes de que pudiera aventárseme, mi perra se planto enfrente en su posición de ataque, enseñando sus filosos dientes, ladrándole, logrando amedrentarlo
-¿que acaso te da miedo?- le digo irónicamente- será mejor que te largues antes de que le dé la orden de que te deje estéril- Molly se pone más agresiva, está a menos de un metro de el
-esto no se va a quedar así-nos grita- no olvides que eres mía-dice antes de subirse a su carro y marcharse, mi perra sigue ladrando le mientras se aleja en su carro
-calma Molly-ella obedece y se pone a nuestro lado, Meli mantiene su manos en mi cadera, logro voltearme sin romper nuestro contacto, ella inmediatamente se abraza a mí, hundiendo su rostro entre mi hombro y mi cuello, para luego soltarse a llorar- tranquila, todo está bien-susurro en su oído-mientras palmeo su espalda delicadamente, después de algunos minutos su llanto cesa un poco, yo aun seguía acariciando su espalda para consolarla-¿te encuentras mejor?-me animo a preguntarle
- si…-apenas pudo contestar, entrecortadamente-no sé qué hubiera pasado si no hubieras estado…
-no te preocupes princesa-se me salió sin querer-no dejare que nada malo te pase
-Gracias por defenderme-seguimos en la misma posición abrazadas pero nuestro rostros están a menos de diez centímetros de distancia, puedo sentir su cálido aliento en mi rostro, sus ojos color caramelo clavados en mis labios, mis manos posadas en su espalda baja empiezan a quemar, siento él como mi respiración empiece a acelerarse, como el vacio entre nostras empieza a desaparecer, pero antes de que cometa otra locura, rompo el encanto- creo que es hora de que me vaya-logro decir, sin embargo ninguna de las dos tratamos de separarnos, mi cuerpo no me responde, inconscientemente mi mano derecha se posa en su mejilla limpiando el resto de sus lagrimas, la suavidad de su piel y ese color carmesí de sus labios, me atrae de sobremanera, mi mano se pase por su rostro, delineando sus facciones, acariciándolo lentamente, ella cierra sus ojos, dejándose llevar por la sensacion, puedo sentir su respiración agitada con cada caricia proporcionada, pero me detengo recobrando la conciencia, antes de alejar mi mano ella tomo la mía
-auhh- salió de mis labios, ella se separa de mi y observa mi mano que está bastante inflamada, vaya que ese tipo tiene la estructura de un animal
-vamos a curarte la mano
-no te preocupes, no me duele- sin embargo ella hizo presión y no logre evitar un sonido de dolor-¿decías?
-bueno puede que un poco
-no seas necias es lo mínimo que puedo hacer para agradecerte
-pero Molly
-ven Molly, entra-mi perra no tardo en meterse como si fuera su casa, ya me arreglaría con ella después por ser tan confianzuda, con esa acción no pude seguir negándome y me deje conducir a la sala de su casa, sin oponer resistencia- toma asiento, no tardo-dijo antes de subir las escaleras
Continuaba ida por lo que casi ocurre afuera, no podía dejar de pensar en sus labios, en su aliento que fue una brisa de mar para mi cara, no me di cuenta cuando ella bajo y se posiciono a mi lado, solo fui consiente hasta que tomo mi mano lastimada, y empezó a limpiarla para después, untarme un poco de pomada para bajar la inflamación. No podía dejar de observarla, cada facción de su angelical rostro, la manera de algunos mechones que se posaban en su frente, el olor que emanaba su cabello y cada poro de ella, tan fresco y relajante para mis sentidos. Para finalizar ella vendo mi mano.
-Listo- dijo, al igual que me regalaba su encantadora sonrisa, es imposible negar la química que hay entre las dos, la manera en que logra hacer que se me ponga la piel de gallina y que pase de cero a cien mi corazón
-Gracias-acerté a decir, ella seguía sujetando mis manos, y yo no lograba desapartar mi vista de su cara, centrándome en sus labios, al fijarme en su ojos vi como ella tampoco podía dejar de ver los míos-ya es tarde…-antes de poder terminar, la sensación de sus dulces labios sobre los míos, me dejo paralizada para después dejarme llevar, de un beso dulce paso a ser uno bastante apasionado, empecé a tratar de abrirle paso a mi lengua para adentrarme en su boca, ella no puso objeción, abriendo más sus labios para darle paso a mi lengua que no tardo en enredarse con la suya, conociéndose en un danza sin tregua, mis manos empezaron a deslizarse por sus costados, apretando delicadamente su tersa piel, acelerando su respiración, no podía dejar de besarla, su embriagante aroma me tenia extasiada, sin separar nuestros labios la recosté en el sillón, colocando una de mi piernas entre las suyas, mi mano sana se coló por debajo de su blusa, provocando que un gemido saliera de sus labios, mi mano acaricio su vientre empezando a subir, justo cuando llegaba a sus pechos, sentí como se estremecía, ella dejo de responder al beso.
-Lo siento-creo que me sobrepase, me pare inmediatamente, no podía ni verla, no quiero que crea que me estoy aprovechando- no sé que me paso…-no sabía que decir- es mejor que me retire-en ese momento escucho el motor de un carro, para después escuchar como alguien abría la puerta, por la cual sus padres entraron, su madre me sonrió como siempre, más su padre me reflejo el aprecio que nos tenemos
-Buenas noches-alcance a decirles, ellos solo asintieron-yo me paso a retirar- no espera a que me respondieran para salir, solo camine, ni siquiera me atrevía ver de reojo a Melissa, de seguro no va a querer ni verme, mi perra me alcanzo y no tardamos en dar la vuelta y entrar a la casa.
Subí a mi cuarto y me avente a mi cama, como fui capaz, de seguro piensa que me quise aprovechar, pase una de mis manos por mi labios, sintiendo todavía el sabor de los suyos, un suspiro salió de mí, me dormí con esa sensación, pensar que casi la hacia mía.
El resto del fin de semana ni por casualidad salí a la calle, no quise encontrármela, no soportaría perder su amistad, no dejo de pensar en ella, la calidez que sentí cuando su cuerpo estuvo debajo del mío, quiero volver a sentirla y probar de nuevo la suavidad de sus labios.
Lo único bueno de estudiar ingeniería es que las chicas no se acercan a nuestro edificio, por la bola que parecen perros en celo, eso me salva de hablar con ella.
-Alex…Alex-me despabilo cuando mi amiga Areli, me zarandea- ey despierta, ya te dije que no veas películas porno, mejor duerme
-jaja que chistosita, si solo sigo tu ejemplo
-como digas-me dio el avión completamente- vamos a la explanada, ahí si te puedes dormir- salimos del salón y nos dirigimos a unos escalones que estaban en la explanada, donde nuestros amigos se encontraban, tomamos lugar ellos empezaron a platicar, no podía prestar atención, solo pensaba en Melissa, cerré mis ojos recordando la escena justo cuando la besaba. Me pare necesitaba, estar sola, sin embargo alguien toco mi hombro, gire para ver quién era, no pude reaccionar cuando el puño de alguien impacto en mi pómulo derecho, perdí el equilibrio y caí al piso, toque la parte herida para descubrir que sangraba, ya que se me abrió un poco, levante la vista para ver que era ni más ni menos que el cobarde de Gerardo
-eso te pasa por meterte en lo que no te importa
-jajaja-me empecé a reír estrepitosamente
-¿de qué te ríes estúpida?-se que nunca espero mi reacción, el desconcierto de su cara me da más risa
-de ti, de lo patético que eres-observe como apretaba los puños- no eres más que un animal, por eso te dejo
-tu qué vas a saber, p****!!!- me grita- aléjate de mi mujer
-ella ya no es nada de ti, ni nuca lo fue-espete- no sé como anduvo con una bazofia como tú, supongo que la lastima no dura por siempre
-te voy a enseñar a mantenerte callada, maldita lesbiana!!!- me quede de piedra- no permitiré que contagies a mi novia-se me venía encima, pero antes de alcanzarme, Bratz y Omar lo sujetaron, alguien se acerco y acaricio mi rostro, para pasar un pañuelo limpiándome la sangre, levante la vista y mis ojos no podían creer lo que veían, Irinia estaba a mi lado limpiando mi mejilla, con tanto cariño y a la vez una profunda angustia que demostraban sus ojos
-tu…-fue lo único que le dije
-deja de acosar a mi novia, por lo que veo ya tienes muchas pts- siguió vociferando el zoquete, su comentario medio más rabia, no permitiría que la insultara
-Por lo menos no trato de abusar de ellas- el silencio se formo entre el bullicio que se formo con este espectáculo
-Callate P***!!!, no digas estupideces
-eso no fue lo que vi el sábado, cuando tratabas de abusar de ella, así como lo oyen este tipo se quiso pasar de listo- todos lo miraban con reproche, hasta sus propios compañeros, mis amigos estaban sorprendidos por lo revelado que lo soltaron un poco, cosa que no se desaprovecho y se me vino encima, no me hubiera preocupado mucho pero Irinia a mi lado no quería que resultara lastimada, me separe rápido para poder afrontarlo, magnífica oportunidad para implementar mis clases de boxing, me agache antes de que su puño me diera otra vez, dándole una patada en su estomago, con lo cual cayó de rodillas, lo remate con un puño en la cara, justo en su ojo derecho, cerca de donde tenía su parche de la nariz, solo vi como fue a dar completamente al piso.
No tardaron en llegar algunos maestros, y llevárselo a con el director, a mi me mandaron a la enfermería ya que seguía sangrando, no era muy profunda pero por la zona blanda en que medio, brotaba mucha sangre, me llevaron a un cuarto donde me dejaron en una de las camas que tenían, mientras esperaba que la enfermera fue por sus instrumentos de trabajo. Como es posible que todo acabara así, no podía sacar de mi mente como ella trato de curarme, pude ver su mirada de preocupación, decidí acostarme y descansar un poco, creo que no fue buena idea pegarle con mi mano lastimada, no voy a poder usarla en una semana, me recosté y cerré mis ojos, cuando escuche como alguien abría la puerta, pensé que era la enfermera, por lo cual me senté de nuevo y cuando levante la vista no daba crédito a la persona que veía delante de mí.