Juego Mortal 16

Hola a todos les dejo la siguiente parte, que la disfruten.

El pasar de los días, el ver como la vida sigue avanzado, niños en el parque, personan que van y regresan de su trabajo, cómo va la noche  y el día, nacimientos, muertes, todo sigue su curso, y yo solamente soy una espectadora. Nada puedo hacer para dejar este sentimiento, la soledad que me embarga, sobre todo rabia con la vida, coraje con ella y también conmigo misma. Ninguna medicina, actividad, harán que me siente mejor,  es difícil mantener todas mis emociones encerradas, no están fácil como guarda todos los objetos preciados de tu niñez, meterlos en un baúl,  ponerles candado y sumergirlos en el rincón de tu recamara, ojala fuera tan sencillo, al contrario, mi mente es una olla exprés, a punto de explotar, de desatarse como un huracán y arrasar como un  maremoto todo alrededor. Al principio pensé que esto se iría, tenía la endeble ilusión de que no me lastimaría más de lo que ya estaba, ahora es peor, todo me da igual,  me siento frustrada,  no hay lagrimas, ni rabietas, por lo menos eso sacaría algo. Sin embargo, siempre ha sido diferente mi forma de actuar, nunca exteriorizo las cosas,  eso lo complica más, toda mi mente es un torbellino de ira, amor, rabia, miedos, frustraciones. Cualquiera al verme, pensaría que soy una chica normal, según sus pensamientos, para mi nada es normal,  nunca catalogo las cosas como bien y mal, eso son prejuicios de las personas, que no ven más allá de sus narices, que tienen miedo a los que actúan de diferentes formas, todo en mi es una fachada, una mediocre apariencia. Ah pasado una semana desde lo del cine, no eh hablado con Sofí, en algún momento lo haré, sería una tontería huir, por ahora lo único que hago es seguir mi entrenamiento, por ende sigo viendo a mi linda vecina, que parece haber perdido el interés, un cariz en que no divago mucho, no quiero pensar más, si escarbo  más en mi mente, descubriré cosas que me van a llevarán a la misma situación, es un hecho que mi vecina  provoca en mi sensaciones que no quiero en estos momentos, necesito recuperarme, incluso doy gracias que falta alrededor de un mes para que Mónica se casé, es bueno el sexo con ella, lamentablemente no es lo que busco realmente, lo hice por desquite pero al final sigo perdiendo. Nada arreglaré, teniendo citas, coqueteando con cualquiera, es una salida fácil, es ver una luz, pero, que no tiene final, si me quedo haciéndolo, siempre tendré este sentimiento de soledad, lo sé, no tengo duda, como sé que hay sol y luna.

Hoy eh quedado con Mónica, que por lo cierto no quiere perder el tiempo, esta consiente que en un mes no tendrá las libertades de la soltería, sobre todos los privilegios que conlleva, si viera como  cuento el tiempo para dejarla, lo mejor es que, una semana entró a clases, y tendré más excusas para irme alejando poco a poco, es imposible separarme apresuradamente,  puede que se ponga loca, específicamente vengativa, más vale por las buenas, una mujer despechada es capaz de de muchas cosas, posiblemente si pudiera controlarme lo haría, inclusive no se qué  grado tenga de importancia su matrimonio para ella, para mi seria un suplicio que lo cancelará, no debo permitir que pasé,  debo reducir nuestros encuentros, si es posible anularlos, todo depende de cuales sean sus prioridades. Imploró que yo no sé ah una, con sus acciones, me demuestra que su novio le vale, el motivo de su matrimonio lo desconozco, es perturbante, es como estar en medio del bosque con la niebla más densa, así es como estoy con ella, dando pasos ciegos, es lo más preocupante, no hay duda que mis decisiones tendrán un precio, la pregunta será, ¿podre afrontar el precio ?, tal vez solo me preocupe de más, es inquietante, debo ser como un leopardo, analizar a mi presa, esperando el momento de atacar,  ubicando todas las cosas, un mal paso, destruirá mis planes futuros, otro punto importante y que no olvidó, es la madre de Mónica, es un enemigo silencioso, la señora no es tonta, lo años que tiene, no son en balde,  estoy casi segura, que ella sabe lo de Mónica conmigo, el domingo pasado, no dejaba de estudiar mi comportamiento, cada gesto, cada movimiento, podía sentí su aliento sobre mí, sus  ojos tratando de penetrarme, también observaba a su hija, que no ayuda mucho, solo entorpece el asunto,  la muy inteligente se la paso sonriéndome, obvio no correspondí, mejor me aviento de un puente, el solo voltearla  a ver, seria firmar mi sentencia, aceptar la verdad, que debe estar ocultas como el interior de la tierra, un secreto a voces,  algo que no debe ver la luz del día. Todo el tiempo en la iglesia, en ningún momento las voltee a ver, solo por el rabillo, su madre como francotirador, su objetivo yo,  para ella, soy una amenaza para la boda, sería tan fácil decirle que lo que más quiero es quitármela de encima, es un camino que no tomaré, seria apuñalarme yo misma, solo el aire debe ser testigo de esto,   tantas cosas tengo que aclarar y otras por llevar a cabo, de alguna manera debo decepcionarla, o alegar  a  su sano juicio, el cual veo muy lejos de ser mi salvación.

Es tanto mi enfrascamiento, que  hasta ahora me percato que llevo buen rato en la caminadora, debo descansar, demasiados problemas ocasionan las relaciones, nunca tienen un fin, si no es una cosa es  otra, tan  parecido a la limpieza de una casa, no limpias un lugar cuando el otro ya está sucio, veo el reloj y faltan 30 minutos para que llegue Mónica, tengo que bañarme, desciendo de la corredora, nada alrededor tiene relevancia, mis pasos son tan vacios, al estar frente a la puerta, una de esas que solo empujas, me detengo un momento para relajarme, recargando mi frente, si tan solo…

Lentamente caigo, el aire en mi cara de repente cambia por una sensación más cálida, bastante acolchonado, debo estar soñando.

-auchhh…- es lo único que me  restriega que estoy bien despierta, estoy sobre alguien, sobretodo en una parte que creo no debo estar, completamente  paralizada, creo que no me va a gustar saber sobre quien estoy, el perfume que usa lo reconozco, no recuerdo de quien, esforzándome al máximo,   dando mi mente al todo, lo recuerdo por fin, justo con quien no quería cruzarme, sin embargo la situación no es tan incómoda, no me molestaría quedarme más tiempo así, si no aprendo

-¿te molestaría levantarte?- es suave su voz, melodiosa, asemeja un coro angelical, tarde en reaccionar, me vuelvo idiota en estas situaciones, siento como la sangre se acumula en la cara, en el momento preciso, no hay duda, tengo una suerte, o alguien arriba en verdad no me quiere, de repente mi razón vuelve, haciendo que de inmediato me paré, como resorte, como si yo fuera norte y ella sur, repeliéndonos.

-ehh… lo siento-es lo único que puedo decir, es lo malo de mi, en estas situaciones me vuelvo demasiado infantil, mi seguridad se va al traste, la timidez se apodera de mi, incluso ahora no puedo ni verla a los ojos

-no te preocupes- al contario de mi ella, es demasiado tranquila, debo pensar fríamente, una tarea imposible, como lo es evadir la muerte, al igual que enamorarse, dos cosas tan contrarias

-per…don-y lo mejor es que a veces tartamudeo- iba un poco distraída-ella solo ríe por mi forma de actuar no de esa risa burlona, si no la de simpatía, como cariño

-al igual yo-dice alegremente, entonces recuerdo la sensación de calidez, al estar sobre ella, haciendo me pensar que estuve en sus pechos, dándome doble golpe de calor a mis mejillas, se que  notó, el pensamiento que tenía en mi mente, ¿Qué acaso, pareció una señal en mi frente?, nunca lo sabré

-¿no te lastimaste?- es lo único que se me ocurre para salir de la situación, parece que estoy recuperándome poco, solo que su presencia me revuelve, levanto la vista, para no seguir haciendo el oso, tampoco quiero que me vea como a una niña

-no, ¿y tú?- es obvio que no, si me amortiguo la caída

-cof, cof, no… creo que la que más se llevo  el golpe fuiste tú- me sudan las manos, inclusive mis piernas tiemblan un poco

-ahh…-creo que también ella recordó la posición, porque vi un leve rubor en su mejillas

-este…- ¿Qué le digo?, es una situación tan absurda-soy Alex- al momento que las palabras salieron, seré… mejor ni decirlo

-gusto en conocerte, me llamo Melissa- no sé que más decir

-me dan permiso-la voz de otra chica, no hace darnos cuenta que estorbamos el paso, haciéndonos a un lado inmediatamente, con un poco de vergüenza, que situación más irreverente

-¿creo que eres mi vecina?- no si hoy me paso de pelmaza, me deberían dar un premio por la pregunta más tonta, al principio veo su cara de desconcierto, después me examina

-supongo…- eso no es divertido- pero eso ya lo sabes- su forma de decirlo, se que recuerda lo de la ventana

-jaja- suelto una risa de nervios, al igual que me pasó una mano por el cabello, que situación tan incómoda- y mi martirio llega, sin saber que me salva

-Alex, te eh estado buscando por todas parte- es la única que vez que agradezco su presencia

-Ehh… perdón, me distraje un momento…- mi  respuesta fue algo brusca, lo sé, por la cara que puso Melissa- espérame unos 15 minutos - lo mejor es que Mónica no se me abalanzo

-Si ok, pero no te tardes, te estaré esperando en el carro- su tono empalagoso hasta para mi es molesto, demasiado sugerente a la vez, me quedo viendo como se pierde por el pasillo

-Bueno nos vemos, no quiero interrumpirte- umm su tono, no es tan rebosante de alegría como hace un momento, hay una pizca de molestia

-No te preocupes, si fue mi culpa, te reitero mi  disculpa por lo de hace rato, pero es un gusto conocerte- las últimas palabras  se me fue la lengua, posible este alucinando o vea cosas que mi mente quiere ver, la sonrisa que pone es aun más esplendida

-Hasta luego- pensé que se iba  a ir, sin embargo de improviso se acerco, dejando un beso, demasiado cerca de la comisura de mi labio derecho, no supe cómo responder, mi piel se erizo por completo, el contacto fue lento diría yo, al separarse me dedico una sonrisa, que apenas pude contestar, solo la vi alejarse, como un perrito que ve partir a  su amo, justo cuando empujaba la puerta volteo

-Nos vemos mañana

-Si…-es lo único que pude susurrar, dudo que lo escuchara, simplemente lo debió interpretar de mis labios

Regrese como robot a las regaderas,  como si estuviera programada, tome mi ducha, con una sonrisa en el rostro, que no se me quitaba, esa chica es tan tierna, logra tantas cosas en mi. No tarde demasiado en salir, con una impaciente Mónica, que solo subirme en el carro, como leona enjaulada se me abalanzo.

Es abrumadora la situación,  no fue tan inesperado, sabía que estaba deseosa, desde que entro a buscarme, una costumbre mía es fijarme en cada acción que haga una persona por más nimia que parezca, eso da grandes detalles de su personalidad, volviéndola blanco fácil, dándome oportunidad de predecirla, como si fuera un pronóstico del clima, sin embargo como en las apuestas, todo se sale de control, eso es lo que está pasando, debo detenerlo antes que la marea llegue a mi costa, no puedo ser hostil eso la alteraría más, cualquiera pensaría que  mi forma de actuar es fútil, un error grave, muy frecuente en el ser humano, que siempre comete el mismo error más de dos veces.

Su constancia en la tarea de abrir mi boca da frutos, por el momento fingiré, pero en verdad, creo que  desde el primer momento eh actuado, ahora  solo eh perdido la noción entre  realidad y lo imaginario, aun así con mi mente revuelta, debo seguir la obra que yo misma me construí, que acabara en drama o tragedia, no lo sé aun, es casi como preguntarme, ¿Cuál es el objetivo de nuestras vidas?, ¿De dónde provenimos en realidad?, tantas dudas, que solo alimentan mi insatisfacción con la vida. No tardó en sentarse en mi rezago, seguí su ritmo, como un baile de delfines, acaricie sus glúteos, recorrí cada centímetro de su espalda, al mismo tiempo mi boca enfrentaba la suya, con ansías, esta sedienta de mi, otro indicio, alerta, debo apresurarme y alejarla, se ah brincado ese muró que puse al principio,  nunca entendió las reglas, ¿será posible ser tan ilusa?,  ¿Cómo salir de este embrollo?

Casi como acto divino, su  celular empezó a sonar, sacándola de su delirio pasional, por su forma de actuar, el tono que retumbó en el auto, se ve que es importante, eso me da tiempo para armar mi rompecabezas, buscar mi mejor jugada en el tablero, se que habrá bajas, no importa, el mantenerme en pie sobre esta neblina, que no libera mi campo de visión, dará los resultados que deseo, debo seguir viéndola, concentrarme y ver que puedo usar para mi beneficio. Inútilmente veo, como trata de estabilizarse, creyendo que con arreglarse el cabello, acomodarse en su asiento, le dar la templanza de un cazador, todavía vive en un mundo de fantasía, bastante divertido para mi gusto,  el celular no ah parado un segundo de sonar, ella lo toma con decisión, lo desliza suavemente, una escena bastante peculiar, uniendo la mentira y la realidad.

-Hola, corazoncito- vaya que falso, tono bástate acaramelado, ya no es lo mismo verla, antes me llamaba la atención, ahora es como mi juguete viejo, sus excesivos gestos, sus sonrisas que para mí son tan irreales.

-Como, es urgente…-veo su cara triste y la mía feliz-pero… está bien-asimila las cosas, para después sobresaltarse-¿estás en mi casa?- pasan unos segundo y la respuesta del otro lado debe ser afirmativa-te veo en 10 minutos…-antes de colgar, veo su nerviosismo- es que salí a comprar un pan- aja, no sé, porque me late que su madre, tiene algo que ver, y sus respuestas son tan infantiles-bye- su cara lo dice todo, casi como un adolecente que va  a la oficina del director, sabiendo que no puede negarse, ya que es culpable

-Me tengo que ir…- no desaprovecharé, la interrumpo, no quiero oír su excusa

-Bueno es una lástima…-si como no, es un alivio, busco una escusa para deshacerme de ella una semana, necesito descansar- ya que mañana salgo de viaje, cuando llegue te hablo-cosa que no pretendo hacer, su rostro refleja todo el desconcierto, para después pasar a nostalgia, como el día  en que tus padres platican contigo y te dice que ni santa Claus, ni los reyes existen, eso es lo que veo

-Pero…

-bueno, que te vaya bien…- espero un segundo- apúrate que te esperan- como si me importara, antes de que pudiera siquiera pestañear cierro la puerta y camino lo más rápido posible, y antes de que se le ocurra seguirme, entro en la tienda más cercana, eso la hará desistir, compró una soda y me hago la interesante en buscar mi billetera y pagar, sacando un billete de 200 pesos, retrasando al empleado, que no me ve con muy buen cara, como si tuviera relevancia, se tarda un poco, juntando el cambio, lo tomó y salgo precavidamente, tipo policía que irrumpe en una casa donde se encuentra el asesino más peligros, jaja debo de dejar ver películas, de James Bond y otras series policiacas, aunque, algunas veces me dan buenas ideas. Con mi vista periférica, logro tranquilizarme, se marchó,  lo mejor es que no sabe donde vivo o eso pienso, por las dudas, tomaré otra ruta, eso significa caminar unas 5 cuadras más para rodear, un precio bajo, no tardó en llegar a mi casa, donde trató  de distraerme leyendo el libro “El profesor” de John Katzenbach, si soy fanática de sus libros, como te envuelven desde la primera línea, su forma de desarrollar la trama, la psicología, se ve su experiencia, a la vez es tortuoso, saber que es posible que todo sea basado en hechos reales, la crueldad que plantea, es insignificante con la realidad, es atemorizante, aun así sigo leyendo hasta la última página, el leerlo para mi es masoquismo, debes tener fuerza, de lo contario te perturbará demasiado, se que a diario hay noticias de asesinatos, violaciones, secuestros, todo es externo a nosotros, nuestros ojos ya no ven más allá, haciéndonos cada vez más inhumanos, el dolor de los demás, nos vale, solo cuando uno está dentro de esa esfera, se da cuenta de lo que en verdad es el ser humano, los limites que puede alcanzar, lo que pasa en la televisión periódicos o revistas, no es ni  una parte de la oscuridad que hay en nuestro mundo,  mi dolor de amor, no tiene comparación. La tensión que provoca en mi, al igual que el cansancio me vence, después de haber leído casi 500 hojas en cinco horas, es agotador para la mente.