Juego de cuernos con mi marido y nos encanta (3)

Fin de este primer relato

Sigo encaramada a su cintura, rodeándolo con mis piernas, él me coloca sobre la mesa, mientras nos seguimos besando sin parar y acariciándonos todo el cuerpo. Me acaricia el culo, las piernas, subiéndomelas para rodearlo aún más con ellas, y empieza a desabrocharme el cinturón, a abrir uno a uno los botones del pantalón y a ir introduciendo poco a poco sus dedos sobre mis braguitas, rozando suavemente, rítmicamente, mientras yo muevo mis caderas para apretarlo y sentirlo aún más...el calor y la excitación es increíble, el olor a sexo es cada vez más intenso y aún me pone todavía más.

Me vuelve a coger en volandas y esta vez ya acabamos en la cama, él sobre mí, dejando caer suavemente el peso de su cuerpo, con cuidado...Le empiezo a desabrochar el cinturón y a abrirle el vaquero...ufff esto es aún más excitante y difícil de controlar: no lleva ropa interior!! Me encantan los hombres sin ropa interior, me excita muchísimo más pensar que en cuanto abra el pantalón me la voy a encontrar, tan dura como una piedra, tan caliente y suave, le acaricio con mis dedos suavemente el glande, presionando ligeramente en la puntita, lo escucho cómo jadea, y como se empieza a mover rítmicamente sobre mí, empieza  a besar de nuevo mis pechos, y esta vez saca mis pezones del sujetador, apretándolos, presionando y sube lentamente hasta rozar su glande en mis pezones, la tiene completamente empapada de liquido pre-seminal, y con la punta de su glande lo deposita en mi pecho, rozándolos, impregnándolos completamente...qué barbaridad, voy a estallar de placer...se incorpora entre mis piernas y empieza a quitarme los zapatos, mientras me mira fijamente, con una medio sonrisa en la cara, ladeando la cabeza y recorriendo mi cuerpo con su mirada, puedo leer en sus ojos: estás increíble, y qué ganas tenía de meterte mano...yo con mis ojos le mando un mensaje similar, lo cual él capta porque su sonrisa se hace más amplia y vuelve a besarme, para al poco volver a incorporarse y esta vez tira suavemente de mis vaqueros, primero de una pierna, lentamente, luego de la otra, hasta que me quedo sólo con el sujetador y las braguitas que llevo puesta, esta vez llevo unas braguitas de encaje negro muy pequeñitas, me encantas las braguitas tipo brasileñas, no llegan a ser un tanga y son comodísimas.

Él se queda ahí, de pie, observándome, recorriéndome con su mirada lentamente, cada centímetro de mi cuerpo, hasta que termina diciéndome que vaya cuerpazo, que es incluso mejor de lo que imaginaba...yo me siento más sexy con ese comentario, le empiezo a mirar maliciosamente y dirijo unos de mis pies desnudos a su entrepierna, lo masajeo, mientras abro las piernas delante de él, como exponiéndole todo lo que va a disfrutar de mi cuerpo, como diciéndole: ahora todo esto puede ser tuyo, me incorporo y me quedo sentada frente a él, su verga frente a mi cara, y la empiezo a lamer lentamente, mientras lo miro de vez en cuando, le sonrío, y le aprieto cerca del ano mientras le succiono, voy alternando lamidas suaves con succiones más intentas...la tiene tan dura y roja que parece que le va a explotar, él sujeta mi cabeza y me acerca más a él, y yo sigo, con ese ritmo...mientras le sigo mirando de vez en cuando...tengo que parar rápidamente ya que noto cómo empieza a palpitar entera, está a punto de explotar, y de descargar a chorros toda la presión que acumula dentro, paro un momento y le pregunto si quiere que siga...él me dice que prefiere que pare, que no quiere que me siente mal, y le digo que ya me siento mal porque sé que está llegando, pero él insiste en que no pasa nada, que lo puede aguantar perfectamente y que luego el placer será mayor, así que me pongo de pie frente a él, y vuelvo a besarle y a rodearle con mis brazos, estoy encantada con mi elección de hombre para llevar a cabo mis fantasías, nunca me habría imaginado que pudiese ser tan perfecto.

Él me devuelve el beso y me abraza, empezando a besar mi cuello y recorriendo esta vez lentamente mi piel, alucina de lo suave y duro que es mi cuerpo, cada curva de mi cuerpo, cada pliegue, lo recorre y lo analiza, lo degusta, y lo vuelve a recorrer, muy lento, muy atento a cada detalle; yo deslizo mis manos a cada lado de sus vaqueros y tiro suavemente de ellos hacia el suelo, hasta volver a quedar de nuevo de rodillas frente a él, le termino desnudando y le vuelvo a mirar desde esa posición, le sonrío y él me devuelve la sonrisa incorporándome poco a poco y volviendo a tumbarme en la cama.

Ahora estoy boca arriba apoyada en mis manos disfrutando de las vistas, ante mi hay un hombre desnudo increíble, pelo castaño, ojos azules, cuerpo escultural, con una verga increíble entre las piernas, no es demasiado grande pero el grosor es de lo más atrayente, es algo más ancha que la de mi chico, imagino lo que debe ser sentirla entera dentro, sintiendo cómo se va abriendo paso dentro de mí, poco a poco, tan dura y gorda, hasta el fondo, llenándome entera, presionando mi piel... la miro con deseo y luego a él: Rubén ya sabe lo que estoy pensando, pero qué pasa que me lee el pensamiento o qué? Bueno y yo a él también...se va acercando lentamente, hasta volver a quedar sobre mí, sin dejar caer demasiado su peso, vuelve a besarme, su lengua recorre toda mi piel, y va bajando de nuevo hasta mis pecho, mientras que una de sus manos entran esta vez dentro de mis braguitas, sus hábiles dedos perciben rápidamente lo mojada e hinchada que estoy, juega con mis labios y sobre mi clítoris, y de repente uno de sus dedos entra levemente dentro de mí, me arqueo y gimo de puro placer, me besa con más intensidad y sigue moviéndolo, poco a poco, muy lentamente, observando y bebiendo todas mis reacciones, se ve que disfruta viendo cómo me gusta, cómo me retuerzo de placer, y cómo va eligiendo perfectamente la presión, el lugar y la intensidad de sus movimientos para conseguir las reacciones que espera; de repente dirige su boca a mis pezones, y mientras sigue penetrándome con tan sólo uno de sus dedos su lengua empieza a lamer, chupar, y succionar, lo que ya me hace volverme completamente loca, estoy a punto de perder los papeles, de decirle que me arranque la ropa y que me la meta bien hasta el fondo, que quiero follármelo y que me la voy a meter fuerte, muy fuerte, ufff esto es demasiado, muy intenso, muy excitante, un bombardeo constante de sensaciones, no sé si podré aguantar...mi cuerpo empieza a pedir descargar tanto placer, pero entonces me asalta la duda: y si luego me siento culpable, justo después el orgasmo?, y si me arrepiento y ya no tendrá marcha atrás? Empiezo a sentir remordimientos y tengo que terminar retirándome suavemente, Rubén me mira y entonces lo entiende perfectamente: Demasiado para tú, no? Asiento y me sonríe, "no hay problema", me dice, quizás algún día...sí, le contesto, quizás...cuando en realidad estoy deseando que pase justo en ese momento, pero mi sentido común puede más y me frena, no es la primera vez que tengo esta sensación, sólo que esta vez es aún con más remordimientos porque me da miedo faltar al compromiso con mi marido; Antes de casarme y cuando echaba un polvo con otros chicos simplemente por el calentón luego no podía evitar sentirme algo extraña. era como que el otro me sobraba, ya lo había disfrutado, había tenido buenos orgasmos, pero al rato quería estar sola en mi cama, por eso necesitaba algo de cariño, un vínculo diferente para que eso no me pasase, aunque no siempre iba a tener que ser así claro, mi objetivo era disfrutar del sexo sin tener que establecer antes ningún tipo de lazo de tipo afectivo, sólo sexo por el puro placer de realizar sexo..., si tu pareja te da todo lo demás como es el amor, cariño, comprensión, apoyo...en otra persona sólo necesitas buscar lo único que queréis tu pareja y tu, puro sexo y punto, así que imagino que terminaría lográndolo.

"Ponte sobre mí", me dice mientras rueda sobre la cama quedando boca arriba. Me deslizo sobre él y siento todo su cuerpo bajo el mío, mmmm....me encanta esa sensación...y más con esa presión apretándome entre mis piernas...él me recorre enterita con sus manos, las enreda en mi pelo y vuelve a besarme, está completamente desnudo debajo de mí, y sé que si  me quito toda la ropa interior ya no voy a responder de mis actos, eso es lo que siento, y me da la sensación de que él también lo presiente, por eso sus dedos sólo se deslizan bajo la ropa pero no llegan a quitármela totalmente, sólo la baja un poco, la aparta...juega con ella, pero la sigue dejando ahí, y yo se lo agradezco. Le sigo besando, lamiéndole y mordisqueándole, hasta que llega un momento en que no  me puedo aguantar las ganas y le pido sentirla un poquito, sólo la puntita, "¿serías capaz de aguantarlo?" le pregunto, me sorprende lo rápido y seguro que me contesta, "sí, por supuesto", increíble...o me lo cargo y explota o es que tiene un aguante  y un autocontrol brutal, la verdad es que alucino...aunque hay un  pero..."pero no creo que lo aguantes tú, vas a querer más"...Arqueo las cejas y me río, dice que me lo dice en serio, que no voy a querer sólo la puntita, que mejor que no. Le digo que se equivoca, y que si él aguanta yo también, vaya genial, ahora estamos discutiendo porque quiero que me la meta y él prefiere que no, jamás pensé tener esta clase de discusión...al final accede y soy yo, encima de él quien aparta mis braguitas  y la apoya suavemente entre mis labios, rozándola e impregnándola completamente de mis fluidos...uff qué sensación tan exquisita...aún ni me la he metido y ya la deseo clavada entera y adentro, muy adentro....vale Alba...contrólate...tienes que hacerlo...aunque él tampoco está mucho mejor que yo, pero sigue aguantando...jo qué tío...sigo rozándola y empiezo a dejar que penetre un poquito, sólo un poco...pero la reacción de mi cuerpo es tremendamente exagerada, el placer por la presión es indescriptible, y como siga lubricándome de esa manera voy a terminar deshidratándome...(he de decir en este punto que me cuido mucho tanto por dentro como por fuera, y esto también incluye mi vagina, trabajo el tono muscular, suelo usar bolas chinas...en fin diversas técnicas que favorecen que la vagina esté estrecha y prieta, como una geisha, porque así yo siento mucho más placer cuando lo hago con mi marido y él también, lo llevo haciendo desde hace años y lo sigo continuando porque la sensación es genial, aparte de los numerosos beneficios...) cierro los ojos para sentirla aún más, para concentrarme sólo en ese placer, él me observa y mueve levemente sus caderas hacia mí, con mucho cuidado, lentamente...también se nota que se está conteniendo para no dar un buen empujón...que por una parte es justo lo que estoy deseando...vaya pues sí que se nota una simple diferencia de tamaño, sólo varía en que es algo más corta pero más ancha que la de mi marido, pero esa diferencia de grosor es brutal, jamás lo habría imaginado, y ahora...sigo o no sigo?

La tentación es enorme, y las sensaciones me hacen dudar, pero no, soy una chica buena y me contengo, al menos por esta vez...me la saco suavemente y me tumbo en la cama, boca abajo y junto a él, mirándolo, él se coloca de lado, mirándome y acariciándome, "esto es difícil eh?'" ufff y tanto...aunque estoy consiguiendo no superar los límites que me he establecido..."Uff qué culo tienes", me dice, "se nota que haces ejercicio, parece de goma", me río a carcajadas y él aprovecha para tocármelo con sus manos, masajearlo, pellizcarlo, acercar su boca y besarlo, morderlo... para ponerse finalmente sobre mí, colocándola sobre mi culito, justo en el centro, rozándola y moviéndola un poco, uff qué maravilla, ahora me entran ganas de que me la meta por el culo, pero eso ya sería demasiado...me encanta hacerlo anal, no lo puedo evitar, para mí es una de las prácticas sexuales más excitantes y morbosas de las que he probado, a veces incluso lo prefiero a vaginal, de lo mucho que me estimula y de cómo lo disfruto. Termina entrando un poco dentro de mi vagina, sólo un poco, golpeando mi culito contra su cuerpo en cada embestida, eso sí, embestidas muy suaves y controladas aunque firmes, que no hacen más que mojarme y excitarme aún más, la estimulación para mí en esta postura es increíble...qué va, voy a tener que parar ya, no voy a poder aguantar...y cada vez noto cómo a él le va pasando lo mismo, su respiración más agitada y va entrando un poco más en mí, uff esto va en crescendo...y me gusta demasiado...así que me retiro lentamente, muy a mi pesar, hasta que sale completamente de mi...ohhh...

Nos miramos y sonreímos, con ganas de seguir pero respetando ese punto...entonces comenzamos a hablar, de sus experiencias con otras mujeres, de las cosas que le gustaban, de cómo mi pareja y yo hemos decidido probar algo así...de que él siempre ha querido hacerlo anal pero que su última novia se ponía muy tensa y no había manera, de lo mucho que me gusta a mí...aunque esta parte de la conversación es aún peor, estando los dos en la cama, todavía desnudos y calientes...me encanta que haya aguantado, lo he disfrutado tanto...ya son las tantas de la madrugada y la verdad es que estoy cansada, todo el día entrenando y luego toda esta sesión...aunque sé que no voy a poder dormirme sin haberme tocado antes y llegar a unos cuantos orgasmos; pienso en hacerlo delante de él, en que nos masturbemos juntos, pero no, luego me doy cuenta de que va a ser demasiado y que lo terminaríamos haciendo salvajemente, no es precisamente una buena idea...nos intercambiamos los teléfonos, él me dice que espera que no tenga problemas con mi marido, y yo le reconozco que sinceramente no sé si nos volveremos a ver...pero me deja una cosita muy muy clara: "pues si te vuelvo a ver que sepas que esa vez no te vas a escapar", me lo dice sonriendo y acariciándome el culo, a lo que yo contesto que " ésa es la idea, justo ésa"...