Jubilado Maria, Luisa y Magda
Continua la narración de las vivencias de Rubén, esta vez con unas gemelas y una invitada especial. como siempre agradecer a todos aquellos que dedican un tiempo a la lectura de mis relatos y mi correo a vuestras disposición, agradezco vuestros comentarios, me ayudan a mejorar.
Jubilado
María, Luisa y Magda
Una vez instalado en Madrid y con la empresa trabajando al máximo, mi cartera de clientes no paraba de crecer, mis encuentros sexuales eran bastantes, iba a discotecas, salas de bailes, en gimnasios, aprovechaba mis dotes y aprendizaje, para buscar mujeres casadas insatisfechas y llevármelas a la cama, ninguna paso de un polvo de una noche hasta que conocí a las gemelas, que quienes son las gemelas.
Las gemelas son María y Luisa, esposas de dos de mis mejores clientes, dos famosos empresarios de la ingeniería informática, especializados en ciberseguridad, las conocí en una fiesta que organizaron en su casa de la sierra, nada más verlas me di cuenta que tenían algo especial, que eran mujeres insatisfechas en su matrimonio, pero había algo mas, algo que no llegaba a averiguar, eso encendió todas mis alarmas, cuando sus maridos me la presentaron, sus miradas se posaron en mi cuerpo, se notaba que les gustaba, la verdad que causaba esa impresión en las mujeres, ellas rondarían los 37 años, altas, estilizadas, morenas, pelo largo, cuerpo de gimnasio, pechos acordes con su estatura, piernas largas y estilizadas, ese día vestían sendos vestidos de noche con escote en la espalda que llegaba al final de sus espaldas, por delante un escote que marcaba su canalillo, el principio de sus pechos, la verdad que me encanto lo que vi, eran dos perfecta candidatas para correr una de mis aventuras, pero sabía que a pesar de que se les notaba necesitadas de un buen rabo, me costaría conquistarlas, pues nos movíamos en círculos distintos, ellas trataban con lo mejor de la sociedad madrileña y yo era un recién llegado pueblerino, con una pequeña pero incipiente empresa, que trabajaba para sus maridos, la noche fue de lo más agradable su maridos salidos de la pobreza, eran dos perfectos anfitriones, sobre todo conmigo, era de los pocos que podía seguirles la conversación cuando hablaban de su mundo, pues la informática era una de mis aficiones, y como en toda afición me involucraba a fondo, por lo que estaba enterado de los últimos avances en ciberseguridad, ellos lo pasaban bien conmigo y yo con ellos, de familia humilde, se casaron con su maridos cuando estos trabajaban para una famosa multinacional, dos ingenieros mas, pero fueron capaces de montar una pequeña empresa que fue creciendo con el tiempo, llegando a lo que es hoy en día, una de las mayores del mundo, los tres teníamos sintonía, pues los tres empezamos desde abajo y fuimos capaces de crear algo grande, pues mi empresa estaba considerada una de las más importantes del país, charlábamos también de nuestros principios, de cómo nos costó llegar a donde llegamos, a mí por supuesto a un me quedaba mucho por recorrer para llegar a su nivel, pero sabía que llegaría.
En cambio sus mujeres sí que habían cambiado, de familia también humilde como sus maridos, se le había subido a la cabeza su ascenso social, trataban con grandes fortunas del país, con gente que se encontró todo echo por cuna, a los que trabajaban para sus maridos los consideraban inferiores, a mí me trataron como a un objeto y eso me cabreo, sabía que sexualmente las excitaba y esa iba a ser mi camino para bajarle los humos a ese par de creídas, cuando termino la velada, Gerva y Nacho que era como se llamaban sus maridos, me invitaron a su exclusivo club, que si quería me abalaban para que pudiera entrar, la verdad es que me interesaba, sobre todo porque podía captar clientes potenciales para mi empresa, acepte sin dudar la invitación, y quede con ellos un jueves para jugar al pádel, deporte que se me daba bien, me despedí de ellos y cuando me despedí de las gemelas con dos besos, mis labios llegaron a rozar los suyos, ellas no dijeron nada, lo que me daba a entender que no era la primera vez que algún hombre se atrevía a eso. La semana corrió con normalidad atendiendo clientes vigilando las distintas bolsas del mundo y contratando personal, mi empresa crecía como la espuma, había alquilado una planta en uno de los grandes rascacielos de la zona más importante de Madrid, al lado de plaza de Castilla, era caro, pero era el centro de la vida empresarial de Madrid, llego el jueves.
Gerva y Nacho me dijeron que diera mi nombre al de seguridad que tenían orden de dejarme pasar, nada más llegar a la puerta le di mi nombre al segurata, este me dio una tarjeta que debería llevar encima en todo momento que indicaba que era un invitado, al llegar a las instalaciones, estaban los dos esperando por mí, me acompañaron a los vestuarios, nos cambiamos y me presentaron a mi pareja un joven ingeniero aeronáutico creador de un nuevo sistema de navegación que le compro la marina estadunidense, por lo que se había hecho millonario, con lo que creo una empresa de servicio aeronáutico, con lo que se ganaba muy bien la vida, después de las presentaciones comenzamos el partido, los cuatro éramos muy competitivos por lo que nos empleamos a fondo en el partido, no dando ninguna pelota por perdida, fue un partido muy intenso, de gran lucha por parte de todos, perdimos, cosa que me jode mucho, pero también se aceptar la derrota, nos duchamos, después de vestirnos fuimos al bar y delante de unas cervezas me hablaron de las cualidades del club, el tipo de socios que tenían, la mayoría gente de nuestra edad o similar, que se labraron un futuro a base de trabajo, tenacidad y buenas ideas, el sitio ideal para mí, me enseñaron todas las instalaciones, me llevaron a las oficinas y allí mismo pague mi inscripción como socio, para celebrarlo quedamos el sábado realizar una cena con nuestras pareja, en cuanto les dije que yo no tenía, Sebas el ingeniero me dijo que llevaría a su cuñada soltera a la fiesta para que hiciera de mi pareja, me dijo que tendría me edad, me enseño unas fotos de ella y la verdad que no estaba nada mal, podía ser una noche interesante, nos despedimos hasta el sábado.
Llego el sábado, Sebas me mando por correo la dirección de su cuñada para que la pasara a recoger, muy a mi pesar y por recomendación de mi asesor financiero me compre un coche de alta gama un Porsche Macan, pase a recoger a Gloria a las ocho de la tarde, estaba guapísima, con un vestido corto por encima de las rodillas, tenía un cuerpo perfecto, buena tetas, bonitas piernas, ojos claros, labios sensuales, sabía que esa noche no iba a dormir solo, pues nada más entrar en el coche, se subió un poco la falda para que pudiera admirar sus piernas, durante el trayecto ella hecho su mano a mi entrepierna y comenzó a acariciarla.
- Mi cuñado decía que eras guapo, pero se quedó corto, estas buenísimo, y me ponen mucho los hombres hechos a sí mismo, creo que esta noche lo vamos a pasar bien, por lo que veo calzas bien, eso me gusta, me encanta chupar buenas pollas, que sean grandes y gorditas.
- Pues no te preocupes zorrita que hoy te vas a hartar de buena verga, te voy a dejar contenta, ya verás cómo empachas de polla hoy.
- Lo estoy deseando, si quieres pasamos de la cena y nos vamos a mi casa.
- No mejor ir a la cena, lo paso bien con tu cuñado y sus amigos, además me parecería una falta de respeto, pues la cena la organizan por mí.
- Vale pero después una copa y a follar.
- Estoy de acuerdo.
Llegamos al club enseñe nos dejaron entrar pues ya tenía registrada mi matricula, entramos en el restaurante que estaba petado, lleno de gente de nuestra edad, tenía razón Sebas el club tenía un gran potencial para hacerme con clientes, en una mesa ya estaban los tres matrimonios, nos levantamos nos dimos las manos los hombres y a las mujeres un par de besos con María y Luisa repetí la misma operación que en su casa, mis labios casi rozaban los suyos, con Magda, fui más moderado, pero aun así note en ella una excitación por mi persona, la cena entre sonrisas, comentarios del trabajo, sobre cuales iban a ser mis últimas inversiones, que Sebas estaba interesado en invertir conmigo, estábamos en los postres cuando note una mano en mi entrepierna, era Gloria que quería jugar con mi pajarito, yo la dejaba hacer, pero las tres mujeres se dieron cuenta de la jugada de Gloria y se les puso cara de puta, esa cara en la que les gustaría estar en el lugar de la otra, sobre todo las gemelas no paraban de mirar la mano de Gloria como se movía de derecha a izquierda, mientras masajeaba mi polla por encima del pantalón, mis tres compañeros no prestaban atención a la jugada, pues estaban hablando de quedar el jueves para jugar una nueva partida de pádel.
- Que te parece Rubén, este jueves jugamos otra partida, así podéis desquitaros de la derrota de esta semana, dijo Gerba.
- Si desde luego si Sebas está libre por mí no hay problema, es mas podíamos poner todos los jueves para jugar una partida.
- Pues me parece una excelente idea, dijo Nacho.
- Yo me apunto, termino por decir, Sebas, así nos vamos conjuntando, verdad compi.
- Claro, eso es.
Terminamos la cena y Magda propuso ir a tomar una copa a una conocida discoteca de las afueras de Madrid, todos aceptamos, cada pareja en un coche, llegamos les dimos las llaves a los aparcacoches y entramos, la verdad que era temprano y no había mucho ambiente, pudimos coger unos sillones algo apartados de la pista de baile y algo alejados de los altavoces de manera que podíamos hablar sin levantar mucho la voz, nos sentamos por parejas, llego el camarero pedimos las copas y nos fuimos a la pista de baile, la música estaba bien te invitaba a bailar, estuvimos bailando un buen rato, cuando los tres hombres decidieron ir a la mesa a beber, yo aún tenía aguante por lo que me quede con las cuatro mujeres en la pista, las mujeres se fueron turnando para bailar conmigo, primero Gloria que se arrimaba a mi entrepierna como una loba, se restregaba, con su culo, jode me la follaria allí mismo, pero sabía que esa noche iba a ser mía, después María que junto su cara con la mía, y nuestras caras se juntaron, ella respiraba entrecortadamente, no sé si producto del baile o de la calentura que tenía, pues le notaba que estaba excitada a mas no poder, después Luisa, está más descarada, como sabía que su marido no podía verla, se puso de espaldas a mí y con sus manos empezó a acariciar mis piernas, subiendo lentamente hasta casi rozar mi paquete, por ultimo Magda, está ya estaba tan excitada que parecía que todo le daba igual, metió su pierna en medio de las mías y se empezó a frotar contra ella, parecía que me quería follar allí mismo, era tal la calentura que tenían aquellas mujeres que se respiraba tensión sexual por cada uno de sus poros, el dj, puso música lenta y Gloria se abalanzo sobre mi adelantándose a las otras lobas, llegaron sus maridos y empezaron a bailar, Gloria se apretaba a mi todo lo que podía y mas, yo baje mis manos a sus nalgas y comencé a acariciarlas, ella apoyo su cara sobre mi hombro.
- Quiero que me folles esta noche, estoy muy caliente, me tienes a mil, no sé lo que me haces pero si por mi fuera te follaria aquí mismo, tengo el coño encharcado y estas salidas te quieren follar también, si no es porque están sus maridos delante ya estarían desnudando, pero esta noche eres para mí.
- Lo que tú digas, pero no digas eso de tus amigas, que están felizmente casadas.
Esto último lo dije con un deje irónico, ella se echó a reír, termino la canción y nos fuimos a sentar todos, la verdad que tenía la polla semiflacida, nos sentamos todos pero esta vez los hombres a un lado y las mujeres en otro, nosotros comenzamos a hablar de cosas del trabajo, de las partidas de pádel, la verdad que los tres me caían bien, eran de conversación agradable, lo que me entristecía en parte es que sus mujeres fueran tan putas, que se insinuaran de esa manera estando ellos tan cerca, pero ya conocía a las mujeres y sabia de lo que eran capaces de hacer cuando se encontraban con un macho alfa y estas estaban más que salidas, estaban desbocadas, mientras hablábamos, las cuatro miraban disimuladamente mi entrepierna, pues aunque semiflacida se notaba el bulto, pero la que más miraba era luisa, la muy puta disimulaba muy poco y eso que tenía a su marido pegado a ella, era tanta su fijación que su hermana tuvo que darle un codazo para que se cortara un poco.
Estuvimos en la discoteca como un par de horas, en cuanto empezó a llegar más gente, decidimos cambiar de sitio y acercarnos más a sus casas, pues ellos Vivian en una zona residencial cerca del club, ellos propusieron tomar la última en casa de Gerba a todos nos pareció bien, nada más llegar las mujeres se fueron al baño, mientras nosotros preparábamos las copas, Sebas y yo tomamos agua, pues teníamos que conducir, a pesar que nos ofrecieron quedar a dormir en su casa, pero yo tenía otros planes que pasaban por tener en la cama a Gloria, Sebas se excusó diciendo que al día siguiente tenía comida familiar, por lo que no podía quedarse, volvieron las mujeres, Gloria se pegó a mi como una lapa, terminamos las bebidas, quedamos en volver a repetir la cena cada quince días y la pareja que perdiera al pádel pagaba, a todos nos pareció bien, pero en lugar de cada quince días, acordamos una vez al mes.
Claudia y yo nos despedimos de todos y nada más entrar en el coche, la muy loba se fue a por mi boca, literalmente me la comió, estaba desatada.
- Tranquila que tenemos toda la noche, y si quieres todo el domingo para jugar.
- Es que me tienes loca, solo deseo tenerte en la cama y no parar de follarte, jamás me sentí tan perra, además lo que escondes debajo de ese pantalón, debe ser algo digno de ver y de chupar, lo tienes todo, guapo, triunfador, según se ve con una buena polla.
- Si pero no te haga ilusiones, lo nuestro solo será follar, jamás me comprometo, eso tenlo claro, nunca me enamorare, me lo prometí de joven y cuando me hago una promesa la cumplo.
- Pues es una pena.
- Pues es así, solo follar, nada más que sexo, pero te aseguro que será sexo del bueno, te voy a meter unas folladas que vas a quedar contenta para una buena temporada, lo mío no es la modestia, soy lo que soy, un gran amante y eso no lo puedo negar.
- Vale, la pregunta, en tu casa o en la mía.
- En la tuya.
Salimos de la urbanización y enfilamos la carretera de la Coruña dirección Madrid, llegamos a su calle, aparque el coche cerca de su casa, ella me rodeo la cintura con su brazo mientas yo ponía el mío por encima de sus hombros, llegamos a su piso y nada más entrar se abalanzo sobre mí.
- Desnúdate, me muero por verte desnudo, sobre todo por ver esa joya que escondes entre las piernas.
Nos desnudamos a la vez, tirábamos nuestras prendas de ropa sin ningún tipo de orden, en cuanto estuvimos desnudos nos empezamos a besar, besos apasionados, jugábamos con nuestras lenguas, nuestras manos recorrían nuestros cuerpos, nos acariciábamos, yo comencé a besar su cuello, sus orejas, me entretenía en sus lóbulos, siempre me gustaron los lóbulos de las orejas de las mujeres, los mordisqueaba, mientras ella suspiraba, bese sus ojos, limpios, claros, azulados, su naricita, llegue a sus labios y los lamí, seguí bajando, sus pechos, su vientre, su pubis y allí me quede, de rodillas admirando aquel coño, depilado excepto un pequeño triangulo encima de su pubis, mi boca se acercó a sus labios menores y comenzó a lamerlos, ella se retorcía de placer, mis labios subían y bajaban por aquellos labios impregnándoles de saliva, agarre con mis dos manos sus glúteos, y empuje hacia adelante su cuerpo, metí mi lengua dentro de su coño y lamí, mordí, chupe, busque su clítoris y comencé a mordisquearlo, a succionarlo, ella tuvo su primer orgasmo, separe sus nalgas y con mis dedos empecé a jugar con su esfínter, empujaba un poco y soltaba, ella no sabía lo que hacer si echarse para atrás o hacia adelante, le encantaba que jugara con sus dos agujeros.
- Cabron me estas volviendo loca, no pares, uff, que gusto me estás dando, méteme un dedo en el coño y otro en el culo.
Y yo cumplidor como el que más, eso hice, encharque un dedo de su flujos y lo inserte de un solo golpe en su ano, mientras introducía dos dedos en su encharcado coño, comencé un mente y saca acelerado, ella se retorcía de placer, y tuvo tal orgasmo que se calló al suelo, sus piernas le fallaron, estaba como ida, su cuerpo temblaba, sus ojos se abrían y cerraban con una velocidad pasmosa.
- Que me has hecho cabron, jamás he tenido un orgasmo como este, que dedos tienes, joder, si manejas la polla la mitad de bien que tus dedos esta noche va a ser épica, quiero que me folles ahora mismo, solo quiero tu polla dentro de mí.
La levante del suelo, la cogí en brazos.
- Donde está la habitación.
Ella me fue indicando el camino, llegamos a la habitación la tumbe en la cama, me puse encima de ella y le metí la mitad de la verga.
- Dios, que grande la tienes, no me entra toda, pero métemela mas, aunque me partas, la quiero toda dentro de mí.
La volví a sacar y de un solo golpe le metí toda la polla, ella pego un grito que se debió de oír en todo el barrio, volví a salir de ella y esta vez fui metiéndosela poco a poco, despacio que ella notara toda la extensión de mi verga, sus manos se adueñaron de mis nalgas, empujaban de ellas pidiendo que la penetrara mas, que se la metiera toda, la quería toda, comencé un mete saca, lento, pausado, que ella disfrutara, que sintiera como se le abrían las entrañas, ella comencé a gemir.
- Hijo de puta, me estas reventando, pero no pares, métemela toda, que placer, no pares, empuja mas fuerte, mátame con esa verga, joder que placer.
Yo empujaba cada vez con una cadencia mayor, mi ritmo iba aumentado y ella encadenaba un orgasmo tras otro, le caían las lágrimas del placer que obtenía de mis envestidas, llevaba media hora penetrándola, cuando estalle, la saque y me corrí sobre sus tetas, ellas recogía el semen de sus pechos y se lo llevaba a la boca, era una visión de lo mas guarra, pero me excitaba.
- Te gusto puta, te dije que te iba a dar la mejor noche de sexo de toda tu vida, aún queda noche y ya no sé cuántos orgasmos has tenido.
- Eres todo un semental, pero quiero mas, quiero que me folles por todo mis agujeros.
Me puse de pie y la levante a ella, empuje su cabeza hasta ponerse de rodillas, metí mi verga en su boca y comencé a follarme su cara, cuando tenía la mitad metida, la apretaba mas para que se asfixiara, que sintiera toda la plenitud de mi polla dentro de su boca, cuando estaba seguro que no podía resistir mas, la sacaba, le dejaba coger aire y repetía la operación, cuando creí que estaba a punto de correrme, se la metí toda, y empecé a eyacular, ella abrió mas la boca para tragarse todo mi semen, cuando termine de correrme, se la saco de la boca y con la lengua termino de limpiármela, nos tumbamos en la cama uno al lado del otro, necesitábamos un descanso, sobre todo ella, estaba cansada de tantos orgasmos, me levante busque la cocina, cogí de la nevera dos bebidas frías y volví a la habitación, le di una a ella, bebimos con calma, cuando terminamos de beber, la puse a cuatro, metí mis dedos en su coño, los embadurne bien de sus flujos y comencé a jugar con su esfínter, metí primero un dedo, después un segundo, un tercero y por ultimo un cuarto, mientras maltrataba su clítoris con la otra mano, ella solo se retorcía de placer.
- Cabron me vas a meter esa tranca por el culo, ten cuidado, pues nunca entro algo tan grande.
- Tranquila que solo meteré lo que tú me pidas.
Apoye mi glande en la entrada de su culo y comencé a empujar, note como se dilataba poco a poco, entro la punta y ella grito.
- No pares, sigue.
Metí otro poco, Salí de ella y volví a repetir la operación y en cada embestida introducía un poco mas, ella empujaba con sus caderas hacia atrás para facilitar la penetración, apoyo su cabeza en la cama, y se dejó hacer, ya tenía más de la mitad de mi polla dentro de su culo, con mis manos jugaba con su coño, metiéndole tres dedos y masturbándola.
- Hijo de puta, acaba de una vez métemela toda, quiero que me revientes, me muero de placer, me vuelves loca, no pares cabron.
Y de un solo golpe le metí toda la polla, ella dio un fuerte grito al principio de dolor, pero conforme la enculaba sus gritos cambiaron a placer, entre mi verga y mis dedos encadenaba un orgasmo detrás de otro, abandone su coño y me dedique a sus pechos, agarraba sus pezones y tiraba de ellos, se retorcía de placer, al cabo de vente minutos decidí correrme en su culo, una última embestida y me vacié en ella.
- Toma zorra toda mi leche, siéntela dentro de ti, disfrútala puta, eso es lo que querías, pues toma.
- Dios que placer sentir ese calor, como se derrama dentro de mí, quiero más.
Estuvimos follando todo el fin de semana, solo parábamos para pedir algo de comida rápida y para ducharnos, el domingo por la tarde me despedí de ella.
- Bueno ha sido un buen fin de semana, no te parece.
- Ha sido el mejor fin de semana de mi vida, me podía enamorar de ti con facilidad.
- Pues no lo hagas, pues como te he dicho, no tengo intención de atarme a nadie.
- Gracias por este fin de semana, creo que no se va a repetir, no es así.
- Si, va a ser difícil, no me gusta encariñarme de las personas, además, según me dijo tu cuñado tienes novio.
- Si, está de viaje y vuelve hoy.
- Pues nada, hasta la próxima.
Nos dimos un apasionado beso, baje las escaleras y me fui para casa, había sido un buen fin de semana, la verdad que me vino bien el desahogo, me dio mas bríos para trabajar.
Las semanas iban pasando, los jueves jugábamos la partida de pádel, y cada tres semanas una cena con los tres matrimonios, a veces llevaba pareja, alguna mujer que ligaba la noche anterior en alguna discoteca, o iba solo y entonces en la discoteca a la que íbamos ligaba a alguna casada que estaba de cena con las amigas o de despedida de soltera, siempre había alguna dispuesta a dejarse seducir por un hombre guapo, atlético, y con labia.
Las gemelas no aprovechaban la ocasión para arrimarse a mí, cada vez venían con vestidos mas provocativos, enseñando pecho, casi vaporosos, que insinuaban su ropa interior, todas las noches terminábamos en casa de uno de los socios tomando la última, después yo me marchaba con mi ligue del momento a un hotel y me pasaba todo el fin de semana follando, dejándolas más que satisfechas, dando rienda a mis dotes amatorias.
Un jueves después del partido, me dijo Gerva.
- Este viernes no vamos a poder ir a cenar, pues nos vamos Naco y yo a una reunión a Londres con un cliente importante y pasaremos allí toda la semana, pero podéis ir a cenar vosotros con nuestras mujeres, es mas fue María la que lo propuso, pues dijo y con razón que ellas tienen derecho a disfrutar de una cena y a bailar con los amigos, así que el viernes recoges tú a nuestras mujeres os venís de cena y después las llevas a la disco.
- Joder, yo tampoco puedo dijo, Sebas, también tengo una reunión en Londres, podemos viajar juntos y hospedarnos en el mismo hotel y después de las reuniones disfrutar de la noche de Londres, hace tiempo que no salgo solo a tomar una copa, vosotros que decís.
- Pues no es mala idea, la verdad que nos vendrá bien algo de distracción después de esas largas reuniones, tengo ganas de desahogarme un poco, y si se presenta la ocasión echarle la mano a una inglesita, dijo Nacho.
- Pues nada decidido mañana nos vamos los tres a Londres a pasar una semana de trabajo y diversión.
- Rubén te quedas tu solo a cargo de nuestras mujeres pues Magda seguro que se apunta, así que por favor trátalas bien, que disfruten de la velada, sé que contigo están en buenas manos.
- Hare todo lo que pueda por tenerlas contentas a las tres, os prometo que no se aburrirán, entonces como hago las recojo a las tres o ellas aparecen en el restaurante del club.
- Eso es mejor que lo aclares con ellas, después te doy el teléfono de María y os ponéis de acuerdo.
- Yo también te paso el de Magda, así también os ponéis de acuerdo.
- Buenos pues todo aclarado, mañana por la mañana las llamo desde el despacho y quedamos, vosotros pasarlo bien en Londres que yo entretengo a vuestras mujeres.
- Eso esperamos de ti.
Al día siguiente por la mañana llame a luisa.
- Buenos días Luisa soy Rubén, te llamaba para ver como quedamos hoy para lo de la cena y después la disco.
- Pues si no te importa nos podías recoger a mi hermana y a mí a las seis de la tarde en mi casa, pues queríamos hacer unas compras y sabemos que eres tan amable de acompañarnos, es que queremos hacerle unos regalos a nuestros maridos y necesitamos tus consejos.
- Vale a las seis entonces en tu casa, ahora déjame llamar a Magda y haber como quedo con ella.
- Magda va a estar con nosotras somos las tres las que queremos tener un detalle con nuestros maridos, vas a ser la envidia de todos los hombres con los que nos crucemos.
- Eso dalo por seguro, rodeado de tres bellezas como vosotras cualquier hombre sería feliz, entonces hasta las seis, un beso.
- Otro para ti.
No sé lo que pretendían esas tres, aunque me lo olía y no me desagradaba la idea, el tener tres hembras como ellas a mi disposición hacía que me excitara, durante todo el día estuve trabajando pensando en las posibilidades que se me abrían con aquellas tres hembras, me fui temprano para casa, me duche y cambie de ropa, cogí en el armario del baño dos cajas de condones por si acaso, y salí de casa, eran las cuatro y media de la tarde y con el tráfico que del fin de semana me iba a costar mucho llegar a tiempo.
Llegue a casa de Luisa con cinco minutos de retraso, llame al interfono.
- Diga.
- Hola Luisa, soy Rubén, me abres.
- Si mete el coche en el garaje y sube un momento.
Se abrió el portalón, metí el coche en el garaje y subí por las escaleras que tanto conocía de ir a tomar siempre la última copa después de la disco, nada más entrar en el salón se me nublo la vista, allí estaban las tres mujeres con unos trajes que dejaban poco a la imaginación, Luisa con una falda corta que le llegaba hasta los glúteos, con un top que marcaba sus pezones y se notaba que no llevaba ropa interior, su hermana con un vestido largo transparente que marcaba todo su cuerpo, llevando solo un tanga de color rosa y Magda era la más provocativa, llevaba un vestido por encima de la rodilla con una abertura que enseñaba su pubis cubierto solo por un tanga de hilo.
- Joder estáis espectaculares.
- Estamos así por ti, dijo Luisa.
- Pues me alegro, pero no pretenderéis salir con esa ropa.
- Por qué no dijo Magda.
- Porque voy a tener que separaros de los hombres a cañonazos.
- Pues eso es lo que pretendemos, dijo María.
- Bueno pues vosotras mismas, nos vamos.
- No tengas tanta prisa, porque no nos tomamos una copa antes.
Luisa se encamino al mueble bar después de proponer tomar la primera copa de la tarde.
- Yo no bebo, el chofer tiene que ser abstemio.
Las tres mujeres se sirvieron tres ron con cola, y se sentaron en el amplio sofá, yo me senté enfrente de ellas, no me quería perder la visión de sus cuerpos, las tres se abrieron de piernas mostrándome sus pubis, pues las prendas de ropa casi no cubría nada, la verdad que era una visión maravillosa, las tres depiladas, compitiendo por ser la más puta, pues además de abrirse de piernas se agachaban a coger sus copas de la mesa, mostrándome sus pechos, eran realmente tres putas intentando ponérsela dura a su chulo.
Bebieron con calma, deleitándose con la bebida y mostrándome todos sus encantos, por momentos se me ponía dura, pero hice propósito de enmienda y me dije a mi mismo que no le iba a dar a aquellas zorras la impresión de que me excitaban, fui capaz de controlar mi erección y dejarla semirrecta, cada dos por tres las tres cambiaban de pose a ver quién era la que más enseñaba, terminaron sus copas.
- Buenos señoras nos vamos, si quieren ir de compras y después a la cena, debemos de apurar, pues el tiempo hace falta.
Luisa: Nos parece bien, espera un momento que voy al baño y nos vamos.
Las otras tres se apuntaron, como es normal, mientras se metían en el baño, yo me imaginaba la noche que me esperaba, sabía que podía con las tres, que por muy zorras que fueran y lo que me exigieran había tenido dos buenas maestras que me adiestraron bien en el arte de satisfacer a una mujer, además muchos años de experiencia con mujeres me habían llevado a tener cierto control sobre mi cuerpo, sabiendo administrar mis impulsos, controlar en todo momento mis corridas y mis erecciones, las tres zorras salieron del baño riéndose.
- Nos vamos ya.
- Magda: si ya estamos listas, déjanos coger las chaquetas y nos vamos.
Bajamos al garaje, subimos los cuatro al coche y arrancamos a un centro comercial con tiendas de moda exclusivas, las mujeres se dedicaron a gastar el dinero de sus maridos en ropa, entraban en los vestuarios y salían para mostrarme sus modelos, cada cual mas descarados, parecía por competir a ver quién de las tres compraba la prenda mas provocativa, a mí me encantaba ese juego, me encantaba que se pelearan en ser la más puta, las dependientas cuchicheaban sobre las tres, me miraban con cara de deseo y los dependientes con envidia, a alguno se le puso dura de ver a aquellas tres jacas exhibirse de aquella manera, lo más excitante fue cuando entramos en una conocida y cara tienda de ropa interior femenina, hay las tres se desataron, compraban tangas, de hilo, brasileñas y salían de los probadores para enseñármelas, yo interiormente me sentía alagado por aquellas mujeres y miraba para las dependientas, con cara de decirle, mirar a esas tres putas, se pelean por mí, pero lo que no saben es que les voy a dar el mejor fin de semana de sus vidas, cuando terminamos de comprar, eran casi las ocho de la tarde.
- Bien ahora qué tal si nos vamos a casa otra vez dejáis todo lo que habéis comprado y nos vamos al restaurante del club a cenar.
- María: Ahora vamos a mi casa, así nos podemos duchar y ponernos alguno de los modelitos que hemos comprado.
A las otras dos le pareció bien.
Llegamos a casa de María, abrió el portalón, aparque el coche en el garaje, y las tres salieron como colegialas cargando con su paquetes de ropa, calzado, etc., subimos a la casa, ellas se fueron a la habitación, mientras yo me acerque a la cocina para coger un refresco de la nevera, tanta sesión de compras me había dado sed, mientras bebía, Magda llamo por mí.
- Rubén, puedes venir un momento a la habitación, necesitamos tu opinión.
- Voy.
Nada más llegar a la habitación el espectáculo que vi era impresionante, allí estaban las tres totalmente desnudas, y sobre la cama toda la ropa interior que habían comprado.
- María: queremos que elijas tú la ropa que nos vamos a poner, sobre esta cama esta la ropa interior, en la otra habitación están los vestidos.
Ver aquellos tres cuerpos desnudos me causo una fuerte impresión, eran espectaculares, distintos tipos de tetas, de culos, de coños, joder casi tenía un muestrario de hembras, avance sobre la cama, y comencé a elegir ropa interior, para luisa, un sujetador transparente de medio arco que remarcaba sus erectos pezones, además de mostrar sus grandes aureolas, con un tanga de hilo a juego, para Magda decido que solo un tanga rojo, nada de sujetador pues tenía unos pechos duros y sostenidos, para María, un conjunto de bodi de color carne, me fui a la otra habitación y elegí vestidos que marcaran sus cuerpos sin ser demasiados llamativos, pues íbamos al club y tampoco era cosa de que sus maridos se enteraran de lo putas que vestían sus mujeres, ellas protestaron algo por los vestidos que les elegí, pero en cuanto se lo explique lo entendieron, pero pusieron una condición, cuando termináramos de cenar y antes de ir a la discoteca, volveríamos a casa para cambiarse de ropa y vestir de forma más sexy, a mí me pareció bien.
Me fui al salón mientras ellas se vestían, cuando salieron ya no parecían tres putas buscando macho, sino tres mujeres guapas que deseaban agradar, iban sensuales sin estridencias, bajamos al garaje subimos al coche, llegamos al club y la cena trascurrió con naturalidad, bueno todos los hombres y alguna mujer miraba para nuestras mesa, pues éramos un cuarteto de lo más llamativo, reíamos y lo pasábamos bien, las mujeres se bebieron una botella de buen vino entre las tres, yo solo agua, tenía que conducir, terminamos la cena y salimos de nuevo para casa de María, entraron las tres en la habitación, yo me senté en el sofá a esperar, al cabo de vente minutos salieron las tres, joder ahora si se podía decir que tenían ganas de guerra, no podían vestir mas provocativas, llevaban vestidos totalmente transparentes, arriba no llevaban sujetadores y abajo unos tangas de hilo que no tapaba nada, no pude resistirme mas y tuve una erección, joder iban a tener que espantar a los tíos a cañonazos, nada más llegar a la discoteca, nos sentamos en un reservado, pedimos las copas a los camareros, y las tres mujeres se fueron a bailar, tal como me lo temía todos los chicos se abalanzaron sobre ellas y ellas se dejaban hacer, se notaba que disfrutaban poniendo cachondos a aquellos chicos, se dejaba restregar las vergas de ellos por todo su cuerpo, se dejaban manosear, les daba besos en los labios, les metían mano, vamos todo un espectáculo, de vez en cuando venían a beber o se dejaban invitar por alguno de los chicos, la verdad que tuve que levantarme un par de veces a poner un poco de orden, nada serio, solo decirles que no bebieran mucho mas, que la noche era larga, estuvieron bailando hasta las dos de la madrugada, cuando decidieron que era momento de irse a casa, se despidieron de los chicos dejándose manosear y comiéndoles las bocas, vamos que la mayoría de ellos se pajería esa noche pensando en ellas.
Ellas estaban alegres que no borrachas, digamos que ese puntito que te da alegría. Llegamos a casa de Luisa, aparque el coche y subimos a la casa, entramos en el salón.
- Bueno y ahora que, queréis tomar la última dijo Luisa.
- María: yo me tomaría un ron cola.
- Magda: yo un gin tonic.
- Pues yo me tomaría un güisque que ya va siendo hora de tomar algo y creo que por hoy no tengo que conducir mas, no es así chicas.
Las tres asintieron con la cabeza, Luisa sirvió las copas, las tres se sentaron delante mía abriéndose de piernas, menudo espectáculo, me mostraban todo su coño, pues con esas prendas de ropa poco se podía tapar.
La primera que se lanzo fue María, se levantó camino hacia mí, se detuvo delante mía se desabrocho el vestido lo dejo caer y se mostró su cuerpo desnudo, se arrodillo, acaricio mi entrepierna por encima del pantalón, mientras me miraba a los ojos, su cara era de lujuria de deseo, levante la vista y Magda y Luisa se estaban besando con pasión, María desabrocho mi pantalón, bajo la cremallera metió la mano dentro de mi bóxer y saco mi polla fuera.
- Joder lo que tenemos aquí, venir chicas, menuda verga, en mi vida he visto una así, es descomunal.
Las otras dos mujeres dejaron de besarse, se acercaron, se pusieron de rodillas como María, parecían tres admiradoras contemplando a su ídolo, fue María la primera en llevársela a la boca, mientras Magda y Luisa volvía a besarse, María sabía lo que hacía, jugaba con mi glande, chupaba mis testículos, metía en la boca una buena cantidad de verga, la verdad que pocas mujeres eran capaces de meterse tanta verga como lo hacia ella, ensalivaba bien y entraba y salía con maestría, mientras me la chupaba, miraba como Luisa y Magda se desnudaban y hacían un espectacular 69. Se comían los coños con pasión y avidez, aquel espectáculo me puso a mil, agarre a María por los pelos y le folle la boca, le metía toda la polla en la boca asfixiándola, la mantenía un buen rato, y cuando estaba a punto de ahogarse del todo, la soltaba, ella cogía aire y se la volvía a meter, a la muy hija de puta le gustaba que la ahogara, se llevó una mano al coño y comenzó a acariciarse el clítoris, al cabo de diez minutos las tres mujeres tuvieron un orgasmo simultaneo, yo alucine, cuantas veces en tu vida puedes ver a tres mujeres tener un orgasmo a la vez, Luisa y Magda se levantaron volvieron a ponerse de rodillas al lado de María y se fueron turnando comiéndome la verga, la verdad que eran tres magnificas chupadoras, al cabo de vente minutos tenía ganas de eyacular.
- A ver putas echaros un poco para atrás que os voy a llenar de mi lefa.
Las tres obedecieron y descarga sobre ellas, de mi pene salían chorros y chorros de semen que caían por todos sus cuerpos, sus pechos, su pelo, su cara, cuando termine de correrme, las muy putas se dedicaron a lamerse entre ellas recogiendo hasta la última gota de semen, luego se besaban entre las tres para dejarse limpios los labios.
Me levante y me termine de desnudar, las tres mujeres seguían de rodillas, acerque de nuevo me polla a las tres y comenzaron a chuparla de nuevo, hasta que tuve una nueva ereccion, las hice tumbar en el suelo con las piernas abiertas, María en el medio y Luisa y Magda a los lados de ella, me agache y metí mi cara en el coño de María, comencé a lamerle los labios, pasando mi lengua lentamente, mientras con mis manos masturbaba a las otras dos, con la lengua separe sus labios y busque su clítoris, comencé a jugar con él lo mordía, lo soltaba, lo lamia, lo chupaba y María tuvo su primer orgasmo, continúe chupándole el clítoris mientras masturbaba a las otras, las cuales encadenaban un orgasmo detrás de otro, María no paraba de chillar.
- Hijo de puta me matas, que lengua tienes, joder que placer, no pares.
Cuando decidí terminar con ella ya había tenido cinco orgasmos, estaba rendida.
Puse a Magda en el medio y repetí la operación, pero ella encadenaba más fácilmente los orgasmos, por un momento abandone los coños de las otras dos, y me dedique completamente a Magda, me encantaba como orgasmeaba, se ponía rígida y gritaba como una loca, después emitía unos chillidos estridentes, además de la cantidad de flujo que echaba, por ultimo luisa, a ella le dedique un tratamiento especial me dedique a morderle el coño, los labios tanto los mayores como los menores, me parecía que eso la excitaba y no me equivoque, se corría como una cerda, no paraba de llamarme de todo, María se levantó puso su coño en la boca de su hermana.
- Vamos zorra cómeme el coño, que lo estas deseando.
Luisa se aplicó en el coño de su hermana, mientras Magda le comía las tetas y se masturbaba, yo me dedicaba de pleno a ese coño, que tanto me complacía, ellas encadenaban orgasmo tras orgasmo, al cabo de quince minutos, decidimos parar, tomarnos un descanso, nos servimos nuevas copas y nos sentamos desnudos.
Luisa: Joder eres todo un semental, nos has matado a orgasmos y tú solo has tenido uno.
Magda: En mi vida he tenido tantos orgasmos seguidos, nadie me ha comido el coño de esa manera.
María: Ahora solo nos falta sentir esa verga dentro de nosotras, una cosa, acabamos de hacernos los análisis de enfermedades de transmisión, y hemos dado negativo, suponemos que tú también, lo que quiero decir es que queremos que nos folles a pelo, queremos sentirte, notar tu polla dentro de nosotras.
- Por mí no hay problema, me hago análisis todas los meses.
Luisa me agarro de la polla y nos condujo a una habitación donde había una súper cama, era enorme, entrabamos los cuatro de sobra, me tumbo en la cama, y se sentó sobre mi verga enterrándosela toda de un golpe, pocas hembras fueron capaces de tragarse esa enormidad de una sola tacada y la muy zorra fue una de ella, mientras ella me cabalgaba las otras dos se acostaron a nuestro lado y comenzaron a besarse y lamerse todo el cuerpo, Luisa me cabalgaba como una amazona, llevaba un ritmo de loca, subía y bajaba encadenando orgasmo tras orgasmo, yo amasaba sus tetas, cuando note una boca que buscaba la mía era Magda que me besaba mientras María le comía el coño, menudo espectáculo, las tres disfrutando del sexo, Luisa se corrió por última vez y su lugar lo ocupó María, comenzó a cabalgarme, mientras Magda le comía el coño a Luisa bebiéndose todos sus flujos, María tenía más cadencia, llevaba un ritmo más pausado como si quisiera disfrutar de mi polla con más calma, aprovechaba para pellizcarle los pezones, ella gemía cada vez que se los pellizcaba, bajo su mano a su coño y mientras me follaba se masturbaba el clítoris, antes de salirse de mi tuvo unos cinco orgasmos, después fue Magda la que me cabalgo, la muy puta se la metió también de un solo golpe, se notaba que no era la primera verga grande que se metían.
- Dime puta como te entra toda.
- Tengo un juguetito que tiene tu tamaño, me entretengo con el cuándo no esta mi marido en casa o esta de viaje, además algún amante africano e tenido.
Si Luisa me cabalgaba como una amazona, Magda era una loca, subia y bajaba como si se le fuera la vida en ello, Luisa y María se dedicaban a comerle las tetas y a besarla, de vez en cuando se besaban entre ellas, a mí me ponía a cien ver a dos hermanas exactamente iguales comerse los morros y acariciarse la una a la otra, era un espectáculo de lo mas morboso.
Cuando Magda tuvo su sesto orgasmo se dejó caer desmayada en la cama, mientras las dos hermanas se abalanzaban como locas por mi polla, se turnaban por metérsela en la boca, la lamian las dos a la vez y sus lenguas se entrelazaban, ahora una me comía los huevos mientras las otra me la mamaba o viceversa, Magda se recuperó busco mi boca con pasión y nos besamos, ella abandono mis labios y se dedicó a besar mi pecho, se entretenía en mis pezones, siguió bajando hasta que se encontró con las hermanas, tener a aquellas tres zorras peleándose por mamarme la polla era todo un espectáculo.
- Vamos a hacer una cosa las tres os ponéis a cuatro sobre la cama os empezare a follar me iré turnando y una de vosotras recibirá mi corrida, estáis de acuerdo.
No había terminado de decir la frase, cuando las tres estaban colocadas en la posición en la cama, primero Magda, después Luisa y por ultimo María.
Apoye mi verga en el coño de María y le metí toda la polla de un solo golpe, ella pego un grito que se debió oír en toda la urbanización, comencé a follarla como un poseso, me gustaba su culo, la azotaba mientras me la follaba y ella me pedía más.
- Dame más fuerte cabron, como me gusta que me pegues, no pares hijo puta.
Yo no tenía inconveniente en darle más duro, con una mano la tenía sujeta por la cintura, mientras con la otra descargaba un azote tras otro en su culo, al cabo de cinco minutos y después de tener un orgasmo.
Abandone el coño de María para metérsela a Luisa, también de un solo golpe, con ella me pareció conveniente ser más delicado, así que baje el ritmo, ella mientras tanto iba pasando su boca de Magda a su hermana iba besando primero a una y después a la otra, embadurne un dedo con los flujos de Magda y le metí primero un dedo en el ano de Luisa, ella pego un pequeño gritito.
- Con cuidado, aun soy virgen por ahí.
- Pues tranquila que esta noche te rompo la virginidad.
- Me encantaría.
Seguí cabalgándola, mientras María se metió debajo de su hermana y comenzó a lamer mi verga cada vez que salía del coño de Luisa, sentir aquellos labios lamiendo mi verga y los flujos de su hermana me enervo aún mas, mientras tanto Magda se dedicaba a manosear las tetas de Luisa y a besarla con desesperación, Luisa tuvo dos orgasmos antes de que se la sacara.
Me puse detrás de Magda, mis manos estaban empapados de los flujos de ella, pero necesitaba mas, metí mi mano en el coño de María, me entraban cuatro dedos con facilidad, me di cuenta que si quería podía meterle la mano entera, tome nota mental para probarlo más tarde, saque mi mano con mis dedos embadurnados de flujos y metí mis dedos en el culo de Magda, primero un dedo, después un segundo, un tercero y hasta un cuarto, se notaba que no era virgen por ese agujero, vamos estaba seguro que no era virgen por ninguno de sus agujeros, pero desde bien jovencita, se notaba que era un zorro, que por sus manos pasaron muchos hombres antes que su marido, y que después de casada aun siguieron pasando muchos más, pero yo quería que no se olvidara de mi con tanta facilidad, empuje un poco su espalda para que su cara contactara con el colchón, le metí la polla en el coño para lubrificarla bien, se la saque y la apunte a su esfínter, puse la punta en su ano y empuje de un tirón, ella mordió el colchón del dolor, la deje dentro un buen rato para que sus paredes se adaptaran al grosor y el tamaño y comencé un mete saca suave, ella se incorporó.
- Joder cabron me acabas de romper el culo, pero por favor no pares que placer, nunca tuve una verga como esa en mi culo, que grande, me revientas, que gusto.
Mientras me follaba a Magda las dos hermanas se estaban besando, parecía que una se estaba besando con su imagen reflejada en un espejo, era de lo mas morboso y excitante, esa visión me dio mas bríos para empalar a Magda, comencé a aumentar el ritmo de la jodienda, mis huevos chocaban con sus nalgas, ella gemía de placer y encadenaba un orgasmo tras otro, les di un toque a cada una de las gemelas.
- Zorras poneros a cuatro que una de las tres se va a ganar mi lefa en su coño.
Las dos hermanas obedecieron al instante, se pusieron a cuatro, y comencé a sacar y meter mi polla de un coño a otro, sin pararme, mi cuerpo de pie, avanzaba de una mujer a otra, se la metía un par de veces y cambiaba de hembra, ellas se corrían con cada penetración, no tenía piedad, las trataba como a objetos, no pensaba en ese instante en su placer, sino en el mío, ellas aceptaban su condición de objetos, se dejaban hacer, se besaban entre ellas se insultaban, se llamaban putas, zorras y mas insultos, se les notaba excitadas, yo seguía con mi juego, pero sabía que no podía aguantarme mas, tenía que pensar en cuál de las tres iba a descargar mi semen, al final me decidí por Magda, entre en ella por última vez y descargue todo mi semen, ella con cada chorro se corría, fueron como vente chorros de placer, mientras me corría en Magda las dos hermanas se pusieron debajo de ella y comenzaron a beberse los restos de semen que caían por su piernas, mientras se masturbaban, cuando termine de correrme saque mi polla del coño de Magda y las dos hermanas se abalanzaron sobre ella dejándola reluciente.
Decidimos prolongar la sesión durante toda la semana, le rompí el culo a las dos gemelas, pedíamos comida a domicilio, y María le mamo la polla a uno de los repartidores, mientras me follaba a su hermana delante del pobre chico, el alucinaba, no se podía creer la suerte de que una tía así le comiera la polla, por las noches tenía videoconferencias con sus maridos, mientras una hablaba con su marido, yo me follaba a las otras dos en la habitación, así se iban turnando, mientras dos me comían la polla la otra me bañaba, se comieron los coños entre ellas, me dieron varios espectáculos lésbicos de calidad, comidas de coños, Magda fue a su casa y trajo sus juguetitos, las tres los probaron mientras yo me recuperaba, perdí la cuenta de los orgasmos que tuvieron las tres, solo sé que yo acabe para el arrastre, las tres me dejaron seco, me exprimieron como nunca en la vida, fue una semana de locura, llego el viernes y Luisa contrato a una empresa de limpieza para que dejara la casa impoluta, pues follamos en todos los rincones de la casa, en la cocina, en el salón, en el resto de las habitaciones, en el despacho de su marido, en el garaje me folle a Magda antes de ir a su casa a por los juguetes, en los baños, no quedo rincón de la casa sin probar ni parte del cuerpo de esas zorras que no recibiera su ración de semen, se hartaron a beber esperma, a lamerme la polla, a comerse los coños, fue una semana de sexo desenfrenado, de sexo sin tabúes, valía cualquier postura, cualquier objeto, fruta, utensilios, todo valía, me despedí de ellas.
- Bueno zorras, porque sois unas auténticas zorras, esta será la única vez que follare con vosotras, ha sido una semana de locos, pero solo eso una semana, jamás volveremos a repetir esto, sé que no os costara conseguir otros amantes y que entre vosotras seréis capaces de daros placer, aprecio a vuestros maridos y además tenemos negocios en común, seguiremos saliendo a cenar juntos y después a la discoteca, pero lo de follar los cuatro se acabó, puede ser que de una en una os folle alguna vez, pero eso es decisión mia, esas son mis normas y si quereis seguir viéndome y tener la opción de que os folle, teneis que aceptarlas.
Las tres aceptaron mis normas a regañadientes, pero sabían que cumpliría mi palabra, se conformaban con la idea de que alguna vez me follara a alguna de ellas y ellas estaba seguras de que repetirían las orgias con otros hombres, sabían que ninguno les podría dar lo que yo les di esa semana, pero también sabían que no podían vivir sin esa sensación de ser penetradas por un buen o varios buenos machos.
Segui llendo a las cenas con los matrimonios, siempre llevaba una pareja distinta, yo notaba la cara de envidia de ellas y me encantaba saber que esas zorras se cambieriaran con mi acompañante sin dudarlo, cada vez que me acostaba con una de ellas, me contaban sus encuentros, las orgias que montaban en sus casas cuando sus maridos se iban de viaje, se llevaban a varios chicos a sus casas y follaban todo el fin de semana, tenían a varios machos para las tres, también tenían por la semana sus sesiones de sexo entre ellas, se convirtieron en intimas amigas, inseparables.
Al cabo de un año Gerva y Nacho se mudaron a estados unidos por un contrato con el gobierno y Sebas se fue con ellos, la noche de la despedida en la discoteca, me folle a las tres por ultima vez en casa de Luisa, sus maridos estaban tan borrachos que no se enteraron, fue mi despedida, las folle toda la noche, queria dejarles un buen recuerdo, de madrugada cuando me fui, las tres estaban llorando de felicidad.