Juanito o Juanita - tercera parte
Siguen las aventuras de nuestro personaje, cada vez mas pervertido/a
Juanito o Juanita
Tercera parte.
Aquel día no había quedado con nadie, ni con los primos ni con Juan, pero me acerque a la ciudad a dar una vuelta, ya que me encontraba muy a gusto en mi papel de chica.
Estaba sentada en la barra de un bar tomando un refresco y a mi lado había cuatro hombres entre treinta y cuarenta años, les calculaba, cuando uno de ellos me comentó:
- Oye nena, deberías abrocharte la blusa, que se te ve el pecho.
Ya lo sabia, era intencionado con la intención de provocar. Con la blusa atada por encima del ombligo y sin abotonar, se me veían claramente los pechitos desde los lados. Así que respondí con una sonrisa inocente:
- Gracias, pero si eso le molesta a alguien, es su problema. Y si le eso gusta a alguien, pues que lo disfrute. ¿Cual es tu caso?
Quedo desconcertado unos instantes y dijo:
- Jajaja, vaya descaro para ser una quinceañera. Bueno, es agradable ver unas jóvenes tetitas.
- No soy exactamente una quinceañera – Respondí
- Bueno, mas o menos, ¿Cuantos años tienes si no es indiscreción?
- Quince – Mi respuesta le volvió a desconcertar. Estaba divirtiéndome
- No lo entiendo –Desconcertado el tipo.
- Porque técnicamente hablando seria un “quinceañero”. Soy una niña con cuerpo de niño.-- Al ver sus caras me lo estaba pasando bomba.
- No me puedo creer, estas de broma ¿No?
- No estoy de broma,-- La broma iba en otro sentido, pensé-- Es totalmente cierto.
- Pues esas tetitas parecen de chica.
- Las puedes mirar, pero tocarlas cuesta dinero.--De repente se me ocurrió algo realmente pervertido, para divertirme escandalizandolos.-- Cien euros una hora, completo con mamada y polvo por el culo.
Se pusieron a cuchichear entre ellos y decidí dar otra vuelta de tuerca y les dije:
- Para grupo puedo hacer descuento.
Después de cuchichear unos instantes, la que me quede helada fui yo cuando me pregunto el primer tipo:
- ¿Cuanto nos lo dejas a este y a mi?
- ¿Y los otros dos?-- Pregunte para darme tiempo a ver si podía salir de esa situación
- Solo quieren mirar, si pueden.
- Bien ochenta para vosotros y veinte por mirar sin tocar.-- De perdidos al río,pensé-- Pero tenéis que tener un sitio discreto, soy menor y no puedo entrar en un hotel así como así
- Desde el parking del hotel subimos directamente a las habitaciones.
- Vamos pues.
- Por cierto ¿Como te llamas?
- Diana-- Respondí
- ¡Venga ya!
- Si, que te crees tu que te va decir su nombre verdadero—Dijo el mas alto—Bonito nombre, Diana. Me gusta.
En el coche los mirones se sentaron delante, y los otros me sentaron detrás en medio de ellos, con el fin evidente de empezarme a sobar ya. Se contentaron con poca cosa, tocarme algo las tetas y los muslos. Estaban en un congreso comercial de esos que parecen organizarse para que un montón de tipos viajaran lejos de su casa para irse de putas y borrachera en vez de trabajar con la excusa de viaje de trabajo.
En el camino al hotel me di cuenta que iba a cometer el acto mas depravado de mi vida, y eso me provoco tal excitación que empece a tener una erección a pesar de las cintas que me ocultaban el pene y los pezones se me pusieron durisimos, cosa que notaron los tipos y comentaron divertidos, lo de los pezones, el pene seguía bastante bien disimulado y aun no lo habían notado, pero ya me molestaba tenerlo tan encerrado.
Por fin en la habitación me dijo uno de los tipos:
- Bueno, por fin vamos a saber la verdad, a ver que tienes ahí abajo, en el coche no note nada.
- En todo caso, haya lo que haya no perdéis. El dinero, por favor.
Lo guarde en la mochila y de espaldas a ellos me quite lentamente la blusa y me gire enseñando mis tetitas. De espaldas de nuevo me baje la falda y me quite las zapatillas y menee el culito, resaltandolo hacia atrás. Por ultimo baje las bragas y las cintas del pene al mismo tiempo y deje todo en el suelo.
El pene se me había bajado un poco por la apretura de las cintas y pude tapar todo el paquete con las manos, al tiempo que giraba y me ponía frente a ellos.
- ¿Que sera, sera?--Cante. Y por fin abrí las manos y escuche un ¡Ooh!
Los mirones se habían sentado en las dos únicas sillas de la habitación y los otros en el borde de la cama. Me arrodille frente a ellos y me puse a bajarle el pantalón a uno de ellos, mientras el otro lo hacia por su cuenta, ya se habían quitado las chaquetas y las corbatas.
Cuando estuvieron desnudos cogí cada polla con una mano y empece a sobarselas, el rubio fue el primero en reaccionar. Cuando estaba a medio subir la empece a lamer hasta meterla en mi boca y empezar a chupar. El otro también estaba ya empalmado así que cambie de aparato y los estuve alternando unos minutos.
- ¿Como queréis el turno, quien va primero por detrás?
- Empieza tu por detrás si quieres—Dijo el rubio a su colega—A mi me esta gustando la mamada.
- Vale—Contesto
- Si no tienes alguna crema para lubricar, unta bien el pene con saliva y dilatame un poco el trasero antes de entrar.
Saco del baño una crema y se unto bien. Mientras tanto yo seguía con el rabo del rubio dale que te pego. Tenían pollas normalitas, menos mal. Note un dedo abriendo camino y cuando pudo meter el siguiente, los saco y metió rápidamente su polla, sin contemplaciones, moviéndose sin parar desde el primer momento.
Tardaron bastante menos en acabar de lo que tardaba Juan, el rubio en menos de cinco minutos empezó a gemir con fuerza y a tirar de mi cabeza y yo le estruje suavemente los huevos, sabia que eso no fallaba. Por fin me soltó su leche en mi boca, pero continué hasta que la saco el mismo. No tenia intención de tragarme su leche, pero el que me enculaba al ver que me salia el semen de la boca con la polla aun metida se excito tanto que se corrió momentos después. Yo había disfrutado algo pero no me había corrido.
- ¡Joder que mamada!-- Dijo el rubio
- Pues el culito esta de gloria. Mi mujer jamas me ha dejado hacérselo por detrás, es una gozada, tan apretadito.
- Pues yo también quiero probarlo. Habíamos quedado mamada y polvo ¿No?
- Claro, recuperaros un poco y lavaros mientras y cuando estáis volvemos a la faena.
- Un momento, mientras yo también quiero un meneo.--Dijo uno de los mirones.
- ¡Y yo también me apunto!-- Dijo el otro.
- Vale, sesenta euros mas cada uno, con los veinte de antes hacen ochenta.
Pagaron y se desnudaron rápidamente, provocando las risas de sus colegas, bromeandolos por su súbito calentón. Y es que estaban ya totalmente empalmados. Negociaron la postura y el alto se me puso por detrás y el otro en la boca, también la tenia bastante normal y me cabía casi toda.
Empezamos el bombeo y yo contaba que estos también acabarían pronto y así fue. Pero el tipo que me estaba enculando se acordó de mis tetitas y empezó a magrearlas sin parar lo cual aumento tanto mi excitación que cuando el otro se corrió en mi boca,me provoco un gran orgasmo, el cual a su vez también arrastro a mi enculador a correrse en mi culo.
Los otros dos volvieron del baño a tiempo para ver el final del asalto y el rubio refiriéndose a mí, comentó:
- ¡Cooño! Se ha corrido sin tocarse el pene.
- Tiene los pezones ultrasensibles, --Respondió el alto-- Cuando se los empece a sobar se puso como una loca.
Se fueron a lavar y volvieron rápidamente, se ve que no querían perderse nada.
Yo me dedique a darles el segundo “servicio” a los dos primeros. De pie el rubio me abrazo por delante y se animo a besarme, el primer beso del día, estaba claro que necesitaba un poco mas de calentamiento, ya que se había corrido en mi boca hacia pocos minutos, mientras su compañero se me pegaba por detrás frotando su polla aun medio flácida contra mis nalgas y besuqueando por la nuca y las orejas.
El rubio le había cogido gusto al morreo y no paraba, menos mal que estos tipos eran muy aseados y bastante normales de aspecto, incluso algo atractivos. De hecho me alegre que me besara el rubio ya que era el mas guapo. Los demás, pasables, pero si me quisiesen morrear, no habría problema.
Por fin volvía tener sus pollas operativas y nos colocamos en la postura del perrito, yo a cuatro patas, el rubio ya metiéndome su nabo por detrás y el otro por la boca. Parecía rutina, era la tercera vez de hoy, pero el rubio que me estaba enculando tuvo en cuenta el comentario del alto y se puso a magrearme las tetitas, provocándome un gran calentón, ademas quizá por ser el segundo polvo (De ellos), aguantaron un buen rato follándome, y ademas el rubio aparte de estrujarme las tetas, se inclinaba sobre mi espalda y me besaba la nuca, el cuello y las orejas provocándome un gran placer.
Así que cuando empezó a salir leche de mi boca, tanto el rubio como yo, nos estremecimos y al notar su leche en mi culo, me vino el segundo orgasmo con su eyaculación.
Menos mal que solo quedaba una tanda, porque yo ya me consideraba saciada, me habían follado tres veces por el culo y la boca, pero había que cumplir el trato, y los tíos estaban ya dispuestos, yo ni siquiera me había movido y seguía a cuatro patas esperándolos
El alto se sentó en la cama con su polla ya levantada cerca de mi boca y me dijo:
- Me gustaría correrme en tu cara.
- Por supuesto, lo que quieras. --Respondí.
El alto era el que la tenia mas grande, así que me ayudaba con la mano a pajearlo, y con la punta dentro de la boca. Tenia el culo tan dilatado que ni me dolió cuando el otro tipo me penetro, pero los dos me sobaron por todas las partes a las que llegaban sus manos, sobre todo mis tetas con lo cual consiguieron excitarme totalmente.
Por fin el alto saco su polla de mi boca y comenzó el mismo a masturbarse a escasos centímetros de mi cara. Yo miraba su polla con gusto y vi salir su chorro de leche, impactando en mis mejillas, boca, pelo, por todo mi rostro. Afortunadamente no me alcanzo en los ojos, que no había cerrado fascinado por ser la primera vez que se corrían en mi rostro. Me dio tanto gusto que lamí con la lengua el semen cercano a la boca y con los dedos acerque el resto a mi boca y me lo trague. Esto sumado a que el tío de atrás se estaba corriendo en mi culo al tiempo que me estrujaba salvajemente las tetas, me provoco el mas intenso orgasmo de la tarde.
Me duche y me vestí, de niña otra vez, era aun temprano y quería comprarme con los beneficios del día alguna ropita femenina mas actual que la de mi hermana de hacia varios años.
Antes de marchar el alto me dijo:
- Eres fantástico, me gustaría repetir, ¿Me das un teléfono?, Vivo a una hora de coche y vivo solo, estoy divorciado.
- Fantástico no, prefiero “fantástica”-- Respondí con una risita-- Teléfono no, pero si quieres quedamos el día que quieras en la cafetería donde nos conocimos, de hecho voy con frecuencia por las tardes. ¡Ah!, ¿Cendre problemas para salir del hotel?
- Ninguno, es un hotel enorme y siempre hay mogollón de gente en el vestíbulo A los que salen ni los miran. ¿El próximo viernes a las cinco de la tarde?
- Conforme.
- Yo también vivo cerca y también quisiera volver a verte.--Dijo el rubio.
- Vale.--Respondí-- Apuntarme el numero de vuestra habitación y os llamo mas tarde y os dejo un numero de teléfono--Compraría un teléfono de prepago anónimo Ni de broma le daría el mio propio.
Al día siguiente me llamo Juan y quedamos para la tarde. Buena ocasión para estrenar algunas de las cositas que había comprado el día anterior. Afortunadamente el vivir en una casa grande con desván da muchas opciones para esconder cosas, pero al tener una hermana universitaria en otra ciudad mis ropitas femeninas las almacenaba con las suyas, era el sitio perfecto. Cuando volviera a casa ya buscaría otro sitio.
Me probé mi nuevo micropant vaquero muy ajustado y comprobé que con mi oculta pene
no se notaba nada a pesar de lo ceñido que era. También tenia un nuevo top sin mangas bastante transparente que dejaba poco a la imaginación Estrenaba unas bonitas sandalias para mis pequeños pies.
- Hola ¿Que tal?-- Me saludo Juan.
- Fenomenal, sabes, ayer en menos de horas gane 320 euros.
- ¿Y como?, porque a las tragaperras no puedes jugar, eres menor.
- Es lo que me pagaron cuatro tipos por follarme por la boca y por el culo.-- Respondí con toda la intención de provocarlo.
- ¡Joder! ¿Estas hablando en serio?
- Si, los cuatro en la misma habitación y jodiéndome de dos en dos. ¡Ya soy una puta profesional!
Juan estaba estupefacto y no supo que decir. Yo tenia una idea perversa en mente. Me fui a su dormitorio y busque un cinturón no muy duro, encontré uno de lona que me pareció adecuado.
Me desnude completamente y volví al salón, entrando en el a cuatro patas, sobre la manos y las rodillas y con el cinturón en la boca.
- ¡Vaya!, Si tenemos una perrita. --Dijo Juan sentado en el sofá
Deje caer el cinturón delante de el y dije:
- He sido una niña muy mala, merezco que me ates y mi azotes.
Juan ya estaba comprendiendo el juego, ya no se asombraba de mis perversiones. Se fue un momento y volvió con un trozo de cuerda.
- Ven aquí, zorra, so puta, que vas a llevar ti castigo.
Me ató las muñecas juntas, paso la cuerda por encima de la puerta y la sujeto a la manilla de la otra parte, dejándome con los brazos totalmente estirados hacia arriba y casi apoyándome solo en las puntillas de los pies. Me estaba excitando mucho el sentirme tan expuesta e indefensa.
- ¡Esto por puta!-- Dijo Juana mientras me daba el primer correazo en el culo, no muy fuerte, tanteando.
- Gracias señor, me merezco mas fuerte por lo puta que soy.
- Esto por zorra.--Este ya fue mas fuerte y me saco un ¡Ay! Que me levanto un estremecimiento de placer.
- Mas, mas, he sido muy mala.
Después de un docena de azotes me gire y me puse de cara a Juan.
- Estas tetas han sido tocadas por otros hombres, se merecen un castigo.
- Pues toma, por zorra. – Me dio un fuerte correazo en las tetas.
Después de darme media docena de azotes me volví a girar y me cayeron otra media docena en el culo y la espalda. Yo estaba ardiendo y con una erección tremenda, y por fin Juan con su polla también durisima me penetro sin contemplaciones hasta el fondo en la misma postura que estaba, sin desatarme.
Me jodió con una furia inaudita estrujándome las tetas de tal manera que me provocaba un dolor que me excitaba aun mas, mientras me insultaba sin parar. Por fin note que Juan estaba llegando, sentí su abundante chorro en mi culo y sentí un impresionante hormigueo bajo mi piel, el inmenso placer. Juan se fue desinflando sin sacarla hasta que estuvo totalmente flácida, momento en el que se dejo caer al suelo y se quedo sentado resoplando.
En este momento: Sorpresa. Entraron en el piso sus dos compañeros. Juan se había excitado la vez que le conté mis tríos con los primos y les propuso a sus compas que participaran, pero eran heteros y no les sedujo la idea de hacerlo con un chico. Me vieron atado, colgado de la puerta, el culo rojo y un chorro de semen deslizándose desde mi ano.
- ¡Coooño!-- Dijo Manolo – ¡Que fiestecita os habéis montado!.
- ¡Joder!, Si tiene el culo colorado—Dijo Luis.--Como te pasas Juan.
- Esta zorra ayer se dejo follar por cuatro tíos por dinero.
- Pero, coño, ¿Por eso le has pegado?
- Fui idea totalmente suya.--Respondió Juan-- A mi no se me habría pasado por la cabeza jamas. Y no veas como disfrutaba con cada azote.
- ¿De verdad disfrutaba con los azotes?--Dijo Manolo-- mmm me gustaría probarlo.
¿Puedo darte yo unos azotes? + Me encantaría--Respondí-- con una condición + ¿Cual? + Luego te tienes que correr dentro de mi, en mi boca o en mi culo, donde prefieras. + Estoy sorprendido, vale, de acuerdo. + Jajajaja, nunca he conocido a nadie tan pervertido-- Se rió Juan.
Manolo se quito la camiseta y empezó a azotarme con el cinturón, al principio suave, pero cada vez mas fuerte al notar que no me quejaba de dolor, sino que yo le podía mas. Después de una docena de azotes se excito tanto que se desnudo del todo y se acerco a mi con su polla totalmente tiesa.
- Fóllatela ahí mismo sin desatarla.--Dijo Juan.
- No, espera,--Hablo Luis mientras se desnudaba.--Yo también quiero participar.
Luis desato la cuerda de la puerta y me llevo hasta el sofá, sin desatarme las manos, se sentó en el sofá y me puso de rodillas frente a su nabo y tiro de mi cabeza hasta meterme la polla en mi boca. Mientras Manolo se puso detrás de mi y empezó a frotar su pene en mi culo, para ponerlo mas duro aun, presiono y lo clavo hasta el fondo. Empezaron los dos el movimiento y les dijo Juan:
Trabajazle bien las tetas, que tiene los pezones ultrasensibles y se pone a cien. Y también le pone que le llaméis puta, zorra y cosas así
Así que eres una perra ¿Eh?-- Dijo Manolo mientras empezaba a acariciarme mis pezones-- Y tiene los pezones duros como cristales la guarra esta.
- ¡Chupa zorra! ¡Hasta el fondo!--Dijo Luis
- Y que no se te escape ni una gota, so puta.--Dijo Juan que estaba de mirón
- Eso, trágatelo todo cerda.-- Dijo Luis.
Por fin Luis con una serie de gruñidos se descargo en mi boca, soltando tanta leche que parte se salio. No se saco la polla de mi boca hasta que la tuvo flácida Entonces recogí con mis dedos el semen que tenia por la cara y lo lleve a mi boca hasta llenarla, tragarlo y enseñarle mi boca vacia a Luis, el cual sonrió con aprobación.
Manolo era duro de pelar y seguía follándome sin descanso. Vi a Juan con su polla totalmente tiesa de nuevo dirigiéndola a mi boca. Rodee su base con mi mano y metí la punta en mi boca y con mano y boca me dedique a pajearlo mientras Manolo seguía jodiéndome el culo y estrujando mis tetas
Después de varios minutos grito Manolo:
- ¡Que me voooooy!
- ¡Espera. Yo también!--Dijo Juan.
Le estruje los huevos para acelerar su corrida porque yo también estaba a punto de correrme pero fue Manolo el primero en hacerlo con fuertes gruñidos y movimiento violentos. Pocos segundos después nos corrimos Juan y yo casi simultáneamente
Después de un par de minutos recuperando el resuello dijo Juan:
- Y no querías ¿Eh?. Ya os había dicho que mi Juanita era algo especial.
- Es que parece totalmente una nena, nada que ver con esos travestís con nuez en la garganta.
- Y una nena muy dulce.--Afirmo Manolo.
- Muy dulce y muy guarra.--Respondí con una sonrisa, lo que provoco las risas de todos.
- Yo tengo que catar ese culito de melocotón que tienes.--Dijo Luis.
- Y yo tengo que llenarte con mi leche esa dulce boquita.-- Siguió Manolo.
- Encantada, todo lo queráis
- Jejejeje, no se te escapa ni uno, Juanita—Dijo Juan.
Y por supuesto, volvieron a follarme Manolo y Luis, intercambiado sus posiciones anteriores, Luis por el culo y Manolo por la boca. Al terminar, me expresaron sus deseos de repetir otro día, lo cual acepte encantada.
Ya tenia dos mas en el bote.
Fin tercera parte.