Juan, el maduro que buscaba 3 bis

Juan me volvio a engatusar y cai entre sus brazos brazos , otra vez

Yo : Cariño, no. Me gustas, eso no ha cambiado y he visto un cambio, pero quiero seguir viendo ese cambio.

Juan : Y como lo vas a ver, sinó estamos juntos?

Yo: Nos veremos mas. No estoy con nadie, vivo de alquiler y solo. Tengo a los crios un fin de semana si otro no.

Seguiamos abrazados y acariciandonos. La temperatura subia por momentos. Estaba llevando la situacion a su terreno y me tenia ya a su merced.

Juan : Y porque no te vienes a vivir aquí, conmigo?

Buuuuufff...... Y ahora que digo. Me beso tan apasionadamente y todo tan bonito que no sabia que hacer.

Yo: Y tu pareja?

Juan : La voy a dejar. Quiero estar contigo, me da igual todo. Te quiero a ti y solo a ti.

Ahora fui yo el que lo bese como si no hubiera un mañana. Su mano bajo hasta mi nalga, apretandola fuerte, como me gusta, mientras sus labios besaban mi cuello. Mi respiracion se estaba disparando y mi polla tambien, la tenia bien dura. Mi mano empezo a desabrochar su camisa.

Yo: Vamos a la cama, no puedo mas. Quiero sentirte dentro otra vez.

Juan : Vamos.

Cuando llegamos nos quiramos la ropa el uno al otro lo mas rapido que pudimos. Queria estar entre sus brazos y volver a sentirme suyo, otra vez. Me tumbe en la cama y el se poso encima mio sin dejar de besarme. Nuestras pollas se rozaban la una con la otra y eso aun nos excitaba mas. Me beso toda la cara, nariz, orejas, cuello y fue bajando. Paso su lengua por mis pezones y siguio por mi abdomen. Hasta que beso mi glande, para luego engullirlo con fuerza. Madre mia que placer. En todo el tiempo que estubimos juntos me la mamo una vez y nada que ver con la que estaba haciendo ahora.

Yo : Dios, cariño. Que bien lo haces. Como sigas asi me voy a correr rapido.

Su lengua subia y bajaba por mi verga erecta, mientras sus manos apretaban suavemente mis testiculos. El placer era increïble. Le saque la polla de su boca.

Yo : Buuuuufff.... Me vas a hacer correr, cariño. Si me la tienes que chupar asi cada vez, me vengo a vivir aquí mañana.

Juan : Te la voy a comer siempre asi, mi vida.

Y nos besamos alocadamente y con una lujuria que nunca habiamos tenido.

Yo : Follame, cariño. Quiero que estes dentro de mi.

Juan : Pidemelo.

Yo : Follame, por favor. Metemela toda, la necesito.

Cogio la almohada, me la puso en los riñones para elevar mi ano y metio sus dedos en mi boca para que los mojara. Nuestros ojos no dejaban de mirarse, lascibamente. Cuando los tuvo bien empapados los puso en mi anillo anal y poco a poco me fue penetrando. Primero uno, luego otro.

Yo : Cariño, con cuidado que desde la última vez que lo hicimos no lo he hecho con nadie.

Juan : Tranquilo, ire con calma.

Saco uno y con el otro me iba dilatando haciendo circulos dentro de mi esfinter.

Juan : Pidemelo.

Yo : Mmmmm.... Metemela ya, tengo ganas de sentir tu polla.

Acabe de decir esto y encaro su pene en la entrada de mi culo. Entro su glande y poco a poco fue entrando el resto de su polla, mientras  moria de gusto y abrazaba fuerte  su poderosa espalda. Yo jadeaba fuerte de placer.

Yo : Que gusto, mi amor. Dame, dame duro. No sabes lo que queria volver a sentirte dentro de mi. Siiiiiiii, cariño, asi.

Juan : Quedate conmigo. Te quiero.

Yo: Si, cariño. Me quedo.

Entonces su ritmo se acelero, me estaba dando duro y eso me ponia a cien. Notarla toda dentro de mi, era una autèntica gozada. Mis piernas abrazaban sus caderas, hasta que las cogio y se las puso apoyadas en sus hombros. Como entraba y salia.... Buuuuufff..... Aproveche para masturbarme. Sus ojos me miraban excitados. No tardo mi semen en salir disparado hacia mi pecho. Entonces mi esfinter abrazo aun mas fuerte la polla de Juan. Sus embestidas cada vez eran mas rapidas y sus gemidos mas altos. Yo sentia como su polla entraba lo mas adentro que podia. Estabamos gozando como hacia tiempo que no lo haciamos. Note como su polla se hinchaba aun mas. Estaba apunto de que me diera lo que era mio, su semen. Su frenetico mete saca me hacia gritar de placer. Vi como se le ponian los ojos en blanco y una cascada de esperma inundaba mi ano con tres buenos chorros cargados de leche calentita que hacia tiempo deseaba tener dentro, me encanta sentir como una buena polla se corre dentro y su semen golpea las paredes de mi recto. Quedo exahusto encima de mi, mientras yo le besaba la cara. Me miro con ojos de cansancio y me dijo :

Juan : Te vas a venir aquí a vivir?

Lo mire y sonriendo le dije:

Yo: No se, no se. Si me prometes hacerme el amor como me lo has hecho ahora, es posible que me lo piense.

Juan : Si, si lo que tu quieras, pero te vas....

No lo deje acabar lo bese y conteste a su insistente pregunta.

Yo: Claro que si, cariño. Pero no voy a pasar ni una. A la mínima que me hagas me voy y no volveras a verme.

Juan : Tranquilo, te quiero demasiado para perderte otra vez.

Y con un cariñoso beso firmamos el contrato de convivència.