Jossieann, cuando el sexo tiene amor
Si leyeron Precocidad, se darán cuenta que el sexo llegó a mi vida, quizás demasiado temprano, eso no me molesta para nada, al contrario; pero cuando hay amor de por medio, entonces el sexo tiene más sentido, mayor placer, mas de todo...
Salí de la tienda de mis padres a hacer una diligencia cuando me topé de frente con aquella mujer espectacular; era menuda de estatura, pero su rostro era precioso, las formas de su delicioso cuerpo se adivinaban bajo la tela del ceñido vestido que usaba; tenía los pies más bellos que había visto en mi vida y los destacaba con unas sandalias abiertas que dejaban al descubierto unas uñas preciosamente arregladas; creo que de allí me quedó mi fetichismo por los pies femeninos; sus piernas perfectas invitaban a subir la vista hacia sus mórbidos muslos que se delineaban bajo la estrecha tela del vestido; sus senos se notaban grandes y firmes bajo la blusa, sus ojos verdes hipnotizaban a distancia y su cadencia al andar era toda una invitación. La detallé desde que la vi venir como a treinta metros...; "señora!, que bella es usted!!", le dije cuando estuvo frente a mí; ella se había dado cuenta que la había detallado desde lejos e incluso me había sostenido la mirada cuando nuestros ojos se encontraron; sonrió levemente a mi piropo, aunque el rubor de su rostro me dijo que le había agradado, y siguió sin decir nada.
Al volver a la tienda, mi madre me dijo apenas entré; "mira Armando, ella es Jossiean, mi comadre, Jossie, este es mi hijo Armando..."; me puse pálido cuando me percaté de quien se trataba, pero enseguida recobré mi acostumbrado aplomo...; "gracias mami, pero ya nos conocimos..., hola Jossie, encantado..."; "pero como es eso de que se conocen si no los había presentado!!"; "es que tu hijo y yo nos cruzamos cuando yo venía para acá y me dijo un piropo tan bello que me hizo sonrojar toda; debí imaginarme que un caballerito como este solo podía ser hijo de su padre; te felicito comadre...".
Los encuentros con Jossie como le decíamos todos, se hicieron mas frecuentes; era muy normal que ella pasara por la tienda a buscarme para que la acompañara a cualquier diligencia y mis padres estaban orgullosos de tener un hijo tan servicial. También solía pasar horas en la lunchería conversando con mi madre y siempre me incluía en las conversaciones; como era lógico, terminé enamorado de ella pero yo tenía catorce años y ella veintiocho, lo que me hacía verla como un amor imposible.
En una oportunidad, un tío nos invitó a su finca y yo me ofrecí a guiarla, a ella le pareció una idea estupenda y casi le rogó a mis padres que me dejaran ir acompañándola por temor a perderse; partimos hacia la hacienda y en el trayecto, yo me atreví a pasar un brazo sobre el asiento, era un carro pequeño por lo que mi mano quedaba detrás de su cabeza y sus hermosos cabellos negros rozaban mi piel al ser movidos por el viento; durante la estadía en aquel paraíso, sucedió algo que me dejó impresionado, yo había ensillado un macho alazán de muy buena alzada, estaba caminándolo por las cercanías de la casona principal y Jossie se acercó hasta mí para decirme no recuerdo que cosa; Brioso, como se llamaba el potro, inclinó la cabeza y la olfateó, enseguida sacó a relucir su enorme verga y Jossie se sonrojó de inmediato; me retiré presuroso del lugar para no avergonzarla, pero, conociendo la naturaleza de los animales, por haber pasado muchas vacaciones en esa finca, no pude dejar de concluir que Jossieánn estaba excitada, de otra forma, el animal no hubiese reaccionado así, eso como podrán imaginar, me causó una erección tremenda . Al regreso volví a repetir mi maniobra; ella echó su cabeza hacia atrás y tocó mi mano pero no dijo nada, yo acaricié sus cabellos muy sutilmente...; "si sigues haciendo eso me vas a hacer chocar..."; "disculpa!, es que tienes un cabello tan hermoso que no pude soportar la tentación..."; "está bien, si a ti te causa placer, a mi no me disgusta para nada, al contrario...".
Después de aquello, no hacía sino tener fantasías con ella y, lógicamente, mis respectivas masturbaciones; cada vez que iba al negocio, crecía mi amor platónico por aquella mujer. Un día llegó cuando yo estaba solo y pidió unas manzanas y algunos refrescos; la empleada se los suministró y ella quiso pagar, como mis padres jamás le cobraban, yo hice lo mismo, pero ella insistió; fue tanta su terquedad que yo, como para ponerla en una situación que la obligara a aceptar, le dije que le cobraría solo si aceptaba mis condiciones; Jossie me preguntó cuales eran ante lo que yo me acerqué a ella y le dije muy bajo al oído que me debía dar un beso en la boca por cada cincuenta centavos que pagara; Jossie lanzó una sonora carcajada que me hizo pensar que se estaba burlando de mí, pero sacó un billete y lo puso en mi mano...; "acepto el trato loquito, cóbrate!"; "mira que ahora me debes más que antes!"; "eres tremendo sabes?, pero no te preocupes que yo suelo pagar mis deudas; no será hoy, así que espero que me des crédito..."; tomé el billete y le di el cambio quedando aquello como algo sin mucha importancia.
Días después llegó hasta mi casa, venía muy alegre como siempre y le dijo a mi madre...; "Gladys, necesito un hombre:::!"; "Jossie, que expresiones son esas!, que va a pensar Armando que está oyendo todo!!"; "¿que puede pensar que no sea lo que oyó...?; no, ahora si, hablando en serio, quiero ir a la playa y no tengo a quien invitar porque mis hijos salieron con papi, y tu sabes que no me gusta ir sola por lo abusadores que se ponen los hombres; luego tengo que venirme sin haber disfrutado nada de sol; es más, por que no me llevo a tu hijo para que me acompañe?"; "eso será si él quiere, porque anda con una tremenda calentera con su hermano y su primo, que no sé si esta de humor..."; yo salí de mi cuarto y le dije muy sonriente...; "ya estoy listo, vámonos!"; ambas rieron a mas no poder y partimos para la playa. Si Jossiean se veía bellísima vestida, en bikini era algo indescriptible; aquella mujer había nacido para ser admirada, o mejor dicho, para ser amada, no tenía ni una molécula de grasa en su hermosa figura y la firmeza de su carne se notaba sin tocarla; toda su piel era blanca como la nieve, su vientre era delicado y sinuoso; su ombligo provocaba besarlo y el monte de Venus se alzaba prominente en la conjunción de sus torneados muslos. Pasamos varias horas disfrutando del agua y el sol; al regreso me pidió que manejara yo pues se sentía muy cansada; yo venía pensando en sus hermosas piernas; las tenía suaves y firmes como me había imaginado..., en un momento dado, ella me había pedido que le colocara bronceador en la espalda, yo lo hice tembloroso disfrutando cada segundo de contacto con su delicada piel; luego, como quien no quiere la cosa, aproveché que estaba sentada con las piernas estiradas y apoyé mi cabeza sobre sus hermosos muslos...; "oye!, que abusador eres, muchachito!!", "disculpa, es que me pareció irresistible, ahora que si no puedo..."; hice ademán de levantarme..., "no!, quédate así, total ya lo hiciste, y si a ti te causa placer..."; "ya sé, a ti no te disgusta para nada:::!"; su risa cantarina hizo que todos alrededor voltearan a vernos. Había sido una experiencia maravillosa y yo hubiera dado cualquier cosa por repetirla.
"te compro tus pensamientos...", me dijo de pronto sacándome de mi abstracción...; "con tal y me pagues, porque tu tienes una deuda conmigo y todavía no la has cancelado..."; " de que deuda me hablas? Porque yo no recuerdo deberte nada, de todas formas, si me la recuerdas y la tengo, te pago enseguida..."; detuve el carro y la miré muy serio...; "me debes veintiocho besos, espero que lo recuerdes porque tú misma aceptaste la condición..."; "ah!, era eso, acércate que ahora mismo te pago...": Mi corazón comenzó a latir desbocado, me acerqué a ella que tomó mi cara y empezó a darme besos cortos en las mejillas; yo la detuve enseguida...; "esa no era la condición, debías besarme en la boca..."; "oye!, me parece que te estás pasando...!"; "pero tu me dijiste que aceptabas y que me pagarías..."; "está bien, pero igual creo que te estás aprovechando..."; comenzó a darme un par de besos muy cortos rozando apenas mis labios; yo volví a apartar mi cara; "¿eso es lo que tu entiendes por beso!"; "yo si, y tu , ¿que entiendes por beso?..."; tomé su cara entre mis manos y comencé a besarla con ternura, una, dos, tres veces hasta que pegué mi boca con fuerza a la suya y separé sus labios con mi lengua; Jossiean respondió temblorosa, enredó su lengua a la mía y se dejó llevar por mi impetuosidad hasta que a ambos nos faltó el aire...; "eso fue delicioso Armando, pero creo que esto es una locura, vámonos!"; "escúchame criatura divina, locura sería no hacerlo, hemos estado deseando esto desde el primer día que nos vimos, pero hasta ahora lo hemos disfrazado de jueguito inocente; además, todavía me debes veinticuatro besos..."; su cantarina risa inundó el ambiente dentro del auto, me abrasó contra su pecho y me miró fijo a los ojos; "cóbrate todo Nené, y además con creces..."; y me ofreció sus labios ansiosamente...
Aquella tarde nos besamos como un par de adolescentes enamorados, con locura y frenesí nos sorbimos nuestras salivas mientras nos decíamos cualquier cantidad de frases tiernas. Yo me sentía el hombre más feliz del mundo y sentía a Jossie totalmente entregada a mis besos; "desde hoy y en adelante, tu eres mi mujer...", le dije al oído. Jossie se estremeció al oír aquello; "como tu digas Nené!!", y me besó ella a mí como en señal de aceptación.
Desde entonces nuestros paseos a la playa se hicieron una rutina obligada los fines de semana cuando yo venía de Anaco donde estaba estudiando; ella me iba a buscar los viernes en la noche y después de jugar Bowling y darnos una buena cantidad de apasionados besos, nos íbamos para Barcelona, ella me dejaba en mi casa y continuaba para la suya; para entonces mi padre había muerto y mi madre comenzaba a recelar de ella; Jossie le alegaba que eran tonterías y a veces la llevaba hasta Anaco a buscarme para evitar sospechas, pero mi madre no se convencía, me comentaba que algo extraño le pasaba a Jossie pues desde hacía un tiempo, ya no salía de noche con sus amigas, estaba mas pendiente de sus hijos y solo salía para visitarla a ella y ver si necesitaba algo...; "es demasiado raro hijo, no hace sino preguntar por ti y por tus estudios; vive pendiente de ir a buscarte los viernes..., no tendrán algo ustedes dos, mira que ella es mucho mayor que tú y hay demasiada amistad entre sus padres y nosotros..."; "tranquila mamá!, ella es así, y si ha cambiado para mejor, entonces que te preocupa, estás viendo fantasmas...",
Hasta ese momento nuestras relaciones habían sido totalmente platónicas, o al menos, no habían pasado de apasionados besos y frases amorosas; yo que siempre había tenido fantasías con aquella mujer, la respetaba hasta tal punto que no era capaz de tocarla mas allá de unos besos y abrazos, pero una noche que veníamos de Anaco, nos detuvimos en plena carretera y empezamos a besarnos apasionadamente, de pronto Jossie tomó una de mis manos y la colocó sobre su pecho, yo no supe como reaccionar y la volví a subir hasta su cara; ella repitió el gesto y mi reacción fue igual; casi con desesperación, aferró mi mano y la puso entre sus piernas al tiempo que las separaba levemente; no hubo mas caricias previas, todavía con nuestras bocas unidas, le saque el bikini y subí su falda hasta la cintura, ella liberó mis pantalones y bajó mi calzoncillo, se tumbó sobre el asiento y separó sus hermosos muslos mientras me arrastraba sobre su pecho. Entré en ella con mucha delicadeza, Jossie gimió largo y hondo mientras sus ojos se nublaban por el llanto; "ámame Nené!, hazme tu mujer por completo!!"; terminamos de quitarnos la parte superior de la ropa y juntamos nuestros pechos mientras nos movíamos acompasados como si hubiésemos sido amantes por siempre; era una entrega muy dulce, llena de pasión y de un amor muy tierno; cada vez que Jossie lograba un orgasmo, me lo hacía saber entregándome sus labios con mucha pasión y llorando mas intensamente al tiempo que temblaba como una hoja al viento. Al fin, después de cinco orgasmos muy intensos, me urgió...; "dame tu orgasmo Armando!, quiero sentir como inundas mi ser con tu esencia!, vamos Nené, logrémoslo juntos!!" ; nos embargó un frenesí indescriptible hasta que nuestros cuerpos y mentes se fundieron en el éxtasis total, fue algo sublime; era la primera vez que yo alcanzaba un orgasmo sintiendo amor de verdad, aquello resultó interminable, estuvimos varios minutos sintiendo nuestros cuerpos estremecerse mientras permanecíamos abrazados fuertemente y en silencio; Jossie no paraba de llorar, era su forma de expresar el estado de felicidad que la embargaba, y yo besaba sus lágrimas y las sorbía todas; así estuvimos durante una eternidad hasta que nos percatamos que eran casi las diez de la noche; arreglamos nuestras ropas y seguimos camino; Jossie con su cara apoyada en mis piernas y yo con mi mano sobre su pecho abarcando delicadamente una de aquellas deliciosas esferas de turgente carne.
Nos sentíamos novios, amantes, pareja, en fin, todo lo que se puede sentir en una relación de amor verdadero; nuestra entrega había sido tan tierna y total que a ambos nos embargaba un éxtasis sublime.
A partir de esa noche, Jossiean comenzó a ser mi mujer en todo el sentido y la extensión de la palabra; todavía hoy, después de treinta y ocho años, la recuerdo con mucha ternura; haber disfrutado de la voluptuosidad de su cuerpo y su ardiente temperamento, no se compara con el amor que me brindó y el que yo le profesé mientras duró nuestra hermosa relación. Luego las circunstancias se ocuparon de separarnos, pero Jossiean sigue siendo mi primer gran amor y la primera mujer con la cual hice el amor en vez de tener sexo como había sucedido con otras...