Jodido por mi hermano (2)

... El final ...

JODIDO POR MI HERMANO (2)

Aun quedaban dos días de vacaciones. Y días dan para mucho. Mi hermano puso mucho empeño en recuperar nuestra relación e incluso pensó en hacer planes juntos. La verdad … disculpen que no me muera de la risa. Que fuéramos juntos … incluye a Marcos … al parque de atracciones. Ni hablar. Me sentiría marginado.

  • Venga … ven. Si lo vamos a pasar bien. Aunque no montes en muchas cosas … - ya estaba diciendo que soy un cagao. Pues no, pero hay algunas que me dan cierto … respeto.

  • Y luego puedo llevar dos velas

  • Pues invita a alguien

  • Se lo podríamos decir a Miguel

  • Bueno … si es tu decisión … aunque si no prefieres que venga

Una vez que decido algo, no hay nada que pueda hacer cambiarme de idea. Se lo dije y casualmente libraba así que … problema resuelto.

El domingo amaneció soleado. Cuando al fin conseguimos estar todos listos … yo fui el que más tardó … nos dirigimos a la Casa de Campo … Al ser tan temprano no tuvimos que esperar y pudimos pasar sin problemas. Por el camino lo más discutido fue mi nuevo peinado. El pelo de punta. Mi hermano no estaba muy a favor.

  • No sé a que viene eso del pelo … te miro y me recuerdas a un Fraguel

  • ¿ Y eso?

  • Sí a Gobo … - Miguel parecía saber muy bien de que hablaba.

  • Vosotros erais pequeños y recordareis pero era una serie de criaturas que comían rábanos y viven en construcciones de los curris

A Marcos y a mi nos pillaba lejos, aunque no de oídas pero no teníamos ni idea del argumento. Comenzaron a recordar cosas de "sus tiempos" durante toda la mañana. A mi la verdad que no me importó pero Marcos cogió un cabreo que intentaba de forma imposible ocultar.

  • Vamos al abismo

  • Noo, sabes que no me gusta … - Y este no era yo, si no Marcos. Aunque yo pensaba lo mismo

  • Venga, una vez

  • ¡Que no!

  • Bueno, subo yo si quieres … - Miguel salió al paso.

  • Vale!

Nos quedamos abajo Marcos y yo y aprovechamos para sentarnos. Miré a Marcos y me atreví a preguntarle que le pasaba.

  • Cuando viene mi hermano, Pablo pasa de mi

  • No, nunca pasa de ti … está pendiente … mira todo lo que haces

  • Pero ¿no has visto como se han pasado todo el día hablando ellos dos solos?

  • Es normal, tienen muchas cosas en común … tienen los mismos años … los mismos gustos

  • No se, será eso … a nosotros nos gustan cosas diferentes … me da miedo … que nos distanciemos

Bajaron y decidimos comer. Pedimos dos pizzas barbacoa / jamón y carbonara / atún. Al separarlas un trozo de Jamón fue a parar al pelo de Miguel.

  • Mira lo que has hecho … -puso cara de enfado hacia Fran - pues mira esto … - puso un trozo de bacón en el flequillo de mi hermano.

  • Ahora te vas a enterar … - mi hermano le echo agua por el cogote.

  • Eres un … - ala, todo el ketchup de las patatas por la mesa, mejillas de Fran y hasta mis manos

  • Vale, ya esta bien … -decidí parar aquello antes de que nos llamaran la atención.

Marcos pasó de ellos y se puso a jugar con el móvil. Se fueron a limpiar al baño.

  • Ahora dirás que eso es normal

  • Vale, están tontos pero un día … lo tiene cualquiera

  • Le voy a decir dos cosas

  • Espera

Fuimos detrás de ellos mientras intentaba detener a Marcos y que montara un espectáculo que no le iba a favorecer con mi hermano. No le gustan estas cosas … y menos en público. Cosas de la edad, es más maduro … o eso creía. Cuando llegamos estaban luchando frente al espejo … Miguel le pasaba el brazo por el cuello y mi hermano le hacía cosquillas para apartarse … forcejeaban … reían … soltaban adrenalina … hasta que se miraron al espejo … Mirábamos desde la puerta que se encontraba perpendicular al espejo. Otra vez espiando … no lo puedo remediar. Miguel comenzó a besar el cuello de Pablo y mi hermano en leves susurros le decía que parara.

  • Para, por favor … no está bien

  • ¿No te apetece?

  • No podemos … tu hermano … yo … - Miguel le tapo la boca con un dedo y sus manos comenzaron a bajar por su cintura.

  • Solo disfruta … - sus manos desabrochaban los botones de la camisa y sus dedos se enredaban en su cuidado vello. Rozaba tímidamente su pecho mientras su lengua luchaba por entrar dentro de su boca. Sacó la camisa por los hombros y rodeó su cuello con las manos. Bajó su cabeza y comenzó a morder los pezones, jugando y tirando de ellos. Consiguió desabrochar el cinturón y su abultado paquete daba fe que estaba listo para pasar a la acción. Solo necesitaba ser liberado. El ombligo llegó al encuentro con la lengua y saboreó cada uno de los repliegues hasta descender al paquete que chupó por encima del pantalón como esperando una señal que le dejara entrar en la caja fuerte. Mi hermano de un tirón se bajó los pantalones y la fina tela de los Calvin impedían el contacto total entre los dos. No tardaron mucho en caer y como un resorte la bandera de mi hermano izaba en día de fiesta. Fue atrapada hasta el final por la boca hambrienta de Miguel que demostrando unas habilidades innatas logró abarcarla entera. Ver para creer. Lo mismo debió de pensar mi hermano ya que comenzó un mete saca algo bestia que introducía toda la polla y mantenía en esa posición durante unos segundos para luego sacarla y sin tiempo para casi respirar volver a meterla. Cómo se lo monta el cabrón del Pablo. El que no estaba "contento" precisamente era Marcos. De sus ojos brotaba una lágrima que contenía toda la rabia y decepción que puede caber en una persona. Sin embargo estaba empalmado. Nunca podremos entender nuestro cerebro. Solo unas palabras sonaron a gloria en mis oídos.

  • Necesito que me folles

  • ¿Estás seguro de eso?

  • Saca tu rabo que te voy a hacer la mejor mamada de tu vida

No pensaba desaprovechar la ocasión que esperaba desde hace tanto tiempo y tras masturbarme un poco estaba pidiendo guerra. Marcos se arrodilló y comenzó con lo mismo que estaba haciendo su hermano, pero mejor. Él era capaz de meterse mi polla y parte de mis huevos en la boca. En parte ya que no es tan gorda como la de mi hermano, pero nadie había conseguido eso antes. Mi polla pasaba hacia su garganta y sentía forzar sus amígdalas para conseguir introducirlo todo. El mete saca era frenético e incluso muchas veces le daban pequeñas arcadas pero no paraba. Y yo pedía con todas las fuerzas que no lo hiciera. No iba a aguantar mucho con aquello. Bueno, tras unos minutos le dije que como no parara me iba a correr.

  • Hazlo, quiero tragarme toda tu leche

Cuando una oleada de placer me sacudió, Marcos se la metió toda hasta el final y unos chorros de mi esperma caliente le llegaron directos a su estómago. Mi hermano por el contrario aguantaba como si nada. En un momento, giró a Miguel, le dio la vuelta y le puso apoyando las manos contra el lavabo y dejó al aire sus nalgas. Esas conocidas. El hoyito rosado fue penetrado por dos dedos mientras se colocaba un condón para después sin pensarlo dos veces meterla de golpe. Le tuvo que doler pero aguantó sin quejarse. La penetración fue increíble, al principio no entraba pero tras unos minutos cabalgaban metiéndosela hasta el fondo. Mi cipote estaba otra vez duro y pidiendo guerra. Marcos me miró desafiante.

  • Quiero que me partas en dos

Sin mediar palabra le agarré de la cintura y no tuve ningún problema. Intenté mantener el ritmo pero no llegaba al de mi hermano. Joder, era un máquina follando.

  • Más, más fuerte … - Marcos no tenía límite. Todo mi ser estaba en una cosa. Dejarle satisfecho pero acostumbrado a Pablo, mucho no podía hacer. Era lo que esperaba desde hace tanto … hacerlo con él, el que era el novio de mi hermano. Cogí sus piernas y las puse en mi cintura. Apoyé su espalda en la pared y sintiendo su pecho sobre mí embestí todo lo fuerte que podía - … así, así … no pares … párteme en dos … métemela entera

Mis caderas chocaban con su pelvis y sonaba a hueso mientras mi boca buscaba la suya y él la evitaba. Quería que fuera de otra forma pero … era sexo. Mi hermano consiguió que Miguel se corriera entre espasmos sin tocarse y mi hermano descendió el ritmo. Iba a hacer lo mismo. Miguel se agachó y le masturbó hasta que toda la corrida fue a su lengua. Pablo le agarró la cabeza y se morrearon. Tremendo.

Yo no pude con esa escena y acabé en el interior de Marcos y este lo hizo sobre mi pecho. Justo tras acabar estalló en lágrimas y colocándose como pudo el pantalón salió corriendo. No le pude decir ni pío. Creo que en ese momento comprendí que no tenía nada que hacer. Marcos amaba a mi hermano.

Me coloqué como pude limpiándome con unos pañuelos y salí al restaurante. Me senté y esperé paciente.

  • Ya era hora … - tenía que hacerme de rogar.

  • Es que … nos hemos entretenido … - la cara de mi hermano le delataba, no sabía mentir - ¿Y Marcos?

  • Se encontraba mal y se fue … - improvisé una excusa muy mala.

  • Bueno yo me voy chicos … - dijo Miguel y se despidió con dos abrazos aunque algo frío con mi hermano

Mi hermano y yo montamos en el coche. Tenía que decirle la verdad. Seguir así no era propio de dos hermanos. En el fondo era lo que éramos.

  • Pablo, hay algo que creo que debes saber

  • Dime

  • Cuando te dije que Marcos se fue porque se encontraba mal

  • Sí, se fue sin despedirse

  • Os vio

La cara de mi hermano se puso pálida. Sus manos comenzaron a temblar y las llaves se le cayeron.

  • Joder, soy gilipollas … lo he estropeado todo por un polvo

  • Pero menudo polvo

  • ¿Lo has visto?

  • Lo cierto es que hay algo más

  • Dilo … no te hagas de rogar

  • Mira

  • Dilo … - nunca escuché tal grito de mi hermano

  • Lo hicimos

  • Joder, eres mi hermano … pensé que podría confiar en ti … que no me traicionarías … vamos lo que hace un hermano

  • ¿Y tú con Miguel?

  • ¿Te gusta?

  • No … se … me equivoqué … pero me calenté … él estaba mal … pero no supe decir que no … la cague … pero si algo aprendí … es que te quiere … fue solo rabia, despecho … cuando acabamos estaba destrozado

  • No va a perdonarme

  • Eso no lo sabrás nunca si no lo intentas

  • ¿Dónde estará?

  • ¿Probamos en su casa?

Legamos casi de noche. El portal estaba abierto, el portero limpiaba la escalera. Saludamos y subimos. Al llegar vimos salir a Miguel y se oía a Marcos gritar desde el salón. Chillaba de todo. Pasó a nuestro lado sin mirarnos.

  • Tienes que entrar y decirle todo

  • ¿Y si no sale bien?

  • Va a salir bien … confía en mi

Me miró con cara de … pues no sé yo ..

  • Soy tu hermano

  • Hermanos

Nos abrazamos y le empujé a la casa. Hubo reconciliación. Con lo tontos que son estos dos no habrían podido vivir uno sin el otro. Dan asco de lo rematadamente felices que son. Pero, les quiero mucho y me alegro. Salí del portal y decidí pasear. Ya era de noche, aunque eran las siete de la tarde. Con no mucha decisión paseé por el parque cercano y desde lejos vi a alguien sentado al lado de un árbol. Sin embargo esta vez sabía quien era. Era Miguel.

  • Vas a morirte de frío … ponte mi chaqueta

  • Jeje …- me miró con ojitos de cordero - ¿Me vas a culpar de lo que hice?

  • No, creo que cualquiera hubiera hecho lo mismo … - ya lo creo. Me tumbé apoyando mi cabeza en su pecho.

  • Son tal para cual … ¿Y donde encajamos nosotros?

  • Quizás haya perdón para nosotros … ¿ No crees?

  • Puede … pero ¿Cómo lo pedimos?

  • Así … - acerqué mi boca a la suya y le di un beso.

  • Eso es trampa

  • ¿Por?

  • Porque el que pequé fui yo … - me devolvió el beso.

Esos besos que significarían la redención. El paraíso.

Muchas gracias por esperar tanto … XD … Un relato me ha devuelto la ilusión en la página. Sigo creyendo en las sensaciones que grandes narradores pueden transmitir en una breve historia

Gracias