Jodidas vacaciones
La primera mamada se la hice a un encargado de mantenimiento de un hotel en el que me termine hospedando con mis padres. Lean el resto de la historia y comenten
¡Necesitaba ganarme como fuera esos cochinos 700 euros que valía el puto viaje de fin de curso a los Países Bajos y a Bélgica!
¡Así que no sé cuántas tardes me las pasé, vendiendo papeletas para el sorteo de una tele, participaciones de lotería y esas cajas de bombones que no le vendería ni a mi peor enemigo!...
¡Pero justo el día anterior a partir,… voy yo,…imbécil de mí,… me rompo la pierna y me hago un esguince en la muñeca! ...¡Eso me pasa por juguetear a colgarme del travesaño de la canasta del instituto!
¡Por suerte el seguro de viaje que se contrató en la agencia me devolvería toda la pasta del billete de avión y recuperaría el dinero pagado por adelantado,… pero todas mis esperanzas de irme con mis colegas al ansiado viaje se esfumaron en cuestión de segundos por culpa de una gilipollez!
¡Ahí estuvo como siempre mi madre para consolarme y para comprarme revistas que me esmeraba en leer para no defraudarla! …Mientras lo hacía me maldecía por no poder siquiera cascarme una paja a gusto,… ¡Mi querida mano derecha había terminado vendada e inútil!
La otra,… mi mano izquierda solía decirme por las noches: …¿qué quería ahora?… ¡Me había tirado toda la vida sin hacerle el mas puto caso! …¿por qué cojones se iba esmerar ella en darme el mismo placer que me daba la otra mano?
¡Pero el peor mal de todos mis males estaba a punto de llegar!
Comenzó cuando esa mañana fatídica del mes de marzo mi madre volvió de la agencia de viajes, feliz como unas castañuelas diciendo que en la agencia no me habían querido devolver el dinero del viaje de fin de curso pero que si se lo habían canjeado por un viaje para todos a pensión completa…
¡Nada menos que a Benidorm! …¡En septiembre!
-¡Te han engañado, mama!- Le reproché yo aun más molesto por ser un puto inválido incapaz de ir con ella a la agencia.
-¡No,… no lo han hecho!... ¡Es a pensión completa! …¡Ya verás lo bien que nos lo pasamos los tres en Benidorm!
★ ★ ★
¡En el momento que vimos el hotel, decir que la habían engañado era poco decir!
-¡Una habitación! …¿para los tres? …¿y cuándo vamos a…? -Intentó protestar mi padre antes de que mama le soltara un codazo para que yo no lo oyera acabar la frase
“¿Y cuándo me la voy a…?” Pensé yo mientras miraba a mi madre por si esta me estaba leyendo el pensamiento y me soltaba una ostia allí mismo delante del joven de la recepción. En aquellos años felices me pajeaba dos o tres veces al día.
“¿Cómo me las iba a arreglar para poder cascármela si iba a compartir habituación durante quince días con mis dos padres?”
El chico nos miraba mas extrañado todavía ya que cuando desde la agencia les solicitan una habitación con cama supletoria, siempre esperan a una familia con un niño pequeño. Pero no a un adolescente pajillero.
-Puedo mirarles unas habitaciones contiguas y estarían más a gusto si lo desean-Nos dijo mientras consultaba en la pantalla del ordenador la disponibilidad
-¿Tendríamos que pagar algo?-Preguntó mamá antes de que a mi padre o a mí se nos ocurriera decir que si.
-¿Supongo?,… tengo que consultar con el gerente... ¡Pero no creo que sea mucha la diferencia que deberían aportar!-nos dijo con una sonrisa.
-¡Entonces ni hablar,... mi niño dormirá con nosotros! ¡A él no le importa! …¿Ángel, verdad que no?
Yo que hubiera preferido quedarme en casa descargando porno en el ordenador a irme una semana con ellos, de vacaciones, la miré con cara de querer mandarla a la mierda.
Pero en lugar de eso busque una solución, me volvería para el pueblo en autobús y ellos se quedarían disfrutando de la única quincena de vacaciones que se podía pillar papa al año. Pero mama se negó rotundamente
-¡Puede quedarse en casa hasta que empiece el instituto e irse a comer y a dormir a casa de tu hermana!-Intentó convencerla mi padre,…
¡Pero no hubo forma de hacerla cambiar de opinión!
Empezó así un calvario de segunda quincena de septiembre, en el que no paraba de oírlos discutir por todo,…
Lo hacían por culpa de la comida del buffet, lo incomoda que parecía ser su cama o hasta por la terraza en la que se quería sentar papa para tomar algo mirando al mar,…
¡Mama no le dejaba cometer tal desfalco de dinero, ya que… teníamos pensión completa en el hotel y había que aprovecharla!
-¡Estoy del menú de macarrones y ensalada a la que le puedes poner,… hasta col lombarda hasta las pelotas!- Protestó mi padre al tercer día mientras se sentaba a comer conmigo en la mesa…
Mi madre seguía dando vueltas alrededor del buffet, sin saber muy bien qué cosa, probar,… ¡aunque en ese tercer día no había plato en ese jodido lugar que ya no hubiéramos catado!
-¿Aquí por lo menos habrá cine o algo?- Me preguntó mi padre mientras pinchaba con desgana dos o tres macarrones de su plato.
-¿Quieres que vayamos al cine?-Le pregunté mientas pensaba cuál iba a ser la forma en la que mi madre iba a encajar semejante gasto extra.
-¡No,… quiero que te vayas,… tú… al cine!- Me dijo mi padre mientras sacaba un billete arrugado de mil pesetas de sus bermudas, para entregármelo sin que lo viera mi madre.
-¡Tómatelo con calma Ángel… y no vuelvas en un par de horas o tres, te prometo que para entonces ya habré convencido a tu madre para que te deje irte de vuelta al pueblo a ti solito en el autobús!
★ ★ ★
Me encontraba en la cafetería del hotel mientras tomaba una segunda coca cola, cuando leo con cierto horror en las páginas traseras del periódico, cómo todavía faltaba casi hora y media para que empezara la primera sesión, en esos cines a los que mi padre me había mandado.
Al otro lado de la barra un hombre de unos cuarenta y tantos años, alto y bastante fuerte, bien afeitado y con una mirada algo intrigante, charlaba animadamente con el camarero.
Llevaba puesto un uniforme, por lo que deduje que tendría que ser el de mantenimiento. Mientras los miraba de vez en cuando de reojo, no podía evitar el pensar lo bueno que estaba ese tío.
En el polo granate, algo entreabierto se divisaba un buena mata de pelo negro. Tenía aspecto de bruto y por supuesto nada que ver con el niñato que atendía en la barra.
Intenté contentarme pensando como ese joven pluriempleado lo debería estar pasando peor que yo en ese jodido hotel.
¡Lo había visto en la recepción, sacando bandejas de comida a la hora del menú y ahora de camarero en el bar!
¡Nada más que por el estrés que debía de sufrir era suficiente como para consolarme!, pero a juzgar por las risas que se traía con el de mantenimiento supe que no.
-¿Cuál es el chiste?...-pregunté desde el otro lado de la barra. Lo había visto como me señalaba para cuchichear algo con ese hombre que aprovechaba la tranquilidad reinante a esas horas en el local para tomarse un café con su compañero de curro.
El recepcionista cabrón se volvió hacía mi con una sonrisa burlona y hablando en voz alta me dijo -¡No!,... le estaba contando, lo bien que lo estáis pasando los tres juntitos en vuestra habitación. Sobre todo tú durmiendo en esa cama infantil.
-¡Puede que aun duerma con su papa y mama en el centro de la camita!-Me dijo el de mantenimiento mientras le daba el último sorbo a su café.
-¿No sabía que los clientes del hotel fueran motivo de mofa?-Pregunté molesto mientras me levantaba para dejar el periódico en un lateral de la barra.
¡En cuanto terminara mi coca cola me iba a ir para recepción a poner una queja!
El hombre de mantenimiento se levantó y acercándose hasta donde yo estaba se sentó a mi lado mientras me decía.
-¡Chico no te lo tomes a mal! Los empleados siempre comentamos las cosas que pasan en este hotel, para sobrellevarlo un poco mejor. ¡No sabes lo jodido que es el estar trabajando mientras todo el mundo está de vacaciones y disfrutando a tope!
-¡Me parece bien pero preferiría que no os rierais de mí y mi familia, por lo menos cuando yo esté presente!-Le contesté
Me levanté dejándolos allí sentados mirándose el uno al otro sin saber muy bien que decir y me dirigí hacia los ascensores. Pero antes de que la puerta se cerrara, el encargado de mantenimiento metió el pie bloqueándola, dispuesto a subir conmigo.
Al entrar a mi lado pude percibir de nuevo el fuerte olor a sudor que emanaba su fornido cuerpo. Sin prestar atención a cómo yo olfateaba el ambiente se giró para pulsar el piso al que íbamos no sin antes preguntármelo con cierta cortesía.
-¿Al sexto verdad?-Sus blancos dientes me miraban con una abierta sonrisa a la que no podría haberme resistido aunque quisiera.
-¡No, no,… están mis padres! …-“¡Había olvidado por completo que no podía volver a mi habitación!”
-¿Entonces a qué planta vas?-Me preguntó intrigado
-¡Perdona,…no voy a ninguna, pero es que me he cabreado y al final me he olvidado por completo de que no puedo volver a la habitación de mis padres! …¡Creo que me bajare en esta mismo!
El hombre se puso delante de la puerta para bloquearme el paso, evitando que saliera. Los dos turistas que iban a entrar recibieron por parte del encargado de mantenimiento una advertencia que les obligo a echar un paso atrás. Iban cargados con las toallas de playa y una neverita.
-¡Nosotros subimos!...Les gritó mientras pulsaba la botonera del ascensor para que la puerta se cerrara cuanto antes.
¡Al ver que no entendían ni papa de castellano, empezó a hacer gestos con las manos y así lograron entender al pedazo de gorila que tenía a mi lado!
-¡Putos ingleses!,…me paso todo el día haciendo señas para que me entiendan.
Mi gesto cambio en unos segundos por el de una sonrisa y cuando la puerta se cerró para volver a subir,… le pregunté a ese hombre.- ¿Por qué no me has dejado bajar?
El tío, mientras se giraba metió una llave en el mecanismo del ascensor logrando que este se parara en seco.
Me asusté ligeramente antes de que el hombre de mantenimiento empezara a hablarme
-¡Mira mi colega y yo hemos sido unos gilipollas contigo, y no me gustaría tener problemas en el hotel! …¡Me han llamado un par de veces la atención y estoy en la cuerda floja!-comenzó a decirme.
Al ver que yo seguía sin entenderlo continúo con sus explicaciones.
-¡Le estaba riendo las gracias al de la barra porque es el hijo del jefe! ¡Lo ha puesto a trabajar aquí en el hotel, porque no vale ni para comer mierda,… pero yo necesito el curro, si me echan por eso… me muero!
El tío estaba realmente preocupado y no cambio de cara hasta que le dije.
-¡No te preocupes, no diré nada,… pero me gustaría bajarme!
En aquel espacio cada vez olía mas a sudor, sudor que emanaba ese cuerpo nervioso que tenía al lado y que estaba haciendo que en mi subconsciente crecieran también los nervios por estar al lado de alguien así.
-¡Puedo enseñarte el hotel si quieres! Me dijo mientras giraba la llave para poner en marcha el ascensor de nuevo. ¿Quieres ver la azotea?... ¡A ella solo puedo subir yo usando esta llave! …¡Hay unas vistas impresionantes de la playa de poniente!
La puerta se abrió definitivamente en la sexta planta e hice el intento de salir, no sin antes escuchar como ese hombre agotaba el último cartucho que le quedaba.- ¡Este año hemos puesto placas solares! …¿están también arriba?... ¿De verdad que no te gustaría verlas?
-¿Placas solares?-Le pregunté mientras me daba la vuelta.
¡Había hecho un trabajo de energía solar en el instituto y el profesor me había puesto un siete diciéndome que estaba bien pero…, que no había incluido ninguna foto!
Mientras subíamos las trece plantas que faltaban hasta la azotea le comenté lo mucho que me había enfadado con el puto profesor y este intentó calmarme diciéndome.- ¡No te preocupes, te voy a enseñar tan bien toda la instalación, que cuando acabes vas a saber más de energía solar que nadie!
Al salir a la terraza por la puerta metálica que le daba acceso el pleno sol del mediodía nos golpeo en la cara. El hombre de mantenimiento me iba enseñando una a una las partes de la instalación y yo iba haciéndole a todo fotos con mi móvil súper moderno de 3Mpx.
-¡Pareces un japonés!-Me dijo mientras se encendía un pitillo.
-¿te dejan fumar aquí?-Le pregunté al ver como empezaba a lanzar el humo al aire.
-¡Aquí es el único sitio que puedo hacerlo,… me han dado un toque ya por hacerlo en otras zonas del hotel,…ya te he dicho antes que me tienen en la cuerda floja!
-¿No entiendo porqué prohíben fumar en el hotel a los empleados ?... ¡Si la gente puede fumar y hacer de todo donde les plazca!-Me comentó mientras se volvía hacia atrás para comprobar si había cerrado detrás de él la puerta que conducía hasta la azotea.
En ese momento no me di cuenta de ese detalle, tampoco del peligro que corría quedándome a solas con un hombretón que podía alzarme en sus brazos y lanzarme azotea abajo si me negaba a hacer cualquier cosa
-¡Aquí arriaba solo me han llamado la atención por ponerme a tomar el sol en pelotas!
Cuando me soltó de sopetón semejante escena, no pude dejar de imaginármelo ahí desnudo tirado en el suelo dejando que esos abrasadores rayos del sol lo rodearan.
Mi mente calenturienta ya había recopilado suficiente material para la paja que tenía pensado hacerme en cuanto pudiera quedarme un rato a solas.
-¿Para qué quieres las fotos?-Me preguntó al ver cómo lo miraba fumar, algo pasmado.
-¡Es por si vuelven a mandarme un trabajo similar!-Le dije yo todo cargado de razones.
-¿Y se pueden sacar de ahí luego?-Me volvió a preguntar mientras se acercaba hasta mi para que se las enseñara.
¡En aquellos tiempo tener un móvil que hiciera fotos era algo extrañísimo!
Habíamos hablado de todo un poco durante la media hora en la habíamos estado caminando entre los azulados paneles solares. Yo iba haciendo fotos a cada parte de la instalación pero intentando captar con el ángulo de la cámara una instantánea del tremendo cuerpazo del macho.
El tío no pudo evitar el volver a reírse cuando le conté que no podía irme a mi habitación porque mi padre me había mandado al cine para quedarse a solas con mi madre.
-¡Pues entonces enséñame las fotos para que hagamos algo de tiempo, mientras tu padre se corre a gusto!-Me dijo mientras me agarraba el móvil de entre las manos y empezaba a pasar una foto tras otra
Una a una las iba comentando diciendo, lo chulas que se veían cada una de esas imágenes.
-¡Se ven unas fotos de puta madre para ser las de un móvil!
¡El tío pareció con esa frase no darle importancia al hecho de que algunas de las fotos, en lugar de ser de la instalación solar fueran de ese cuerpo que me enseñaba todas las instalaciones con tal devoción!
¡Tenía pensado cascarme una soberana paja con las fotos de ese chuzazo que cuidaba de que en el hotel no faltara el agua caliente!
A través del polo granate que llevaba se podía adivinar perfectamente la enorme musculatura de ese tiarrón y el pantalón gris con bolsillos a los lados se le caía ligeramente haciendo que al agacharse para enseñarme algo me mostrara la goma del calzoncillo de mercadillo que llevaba puesto y que me puso mucho más cachondo todavía.
El tremendo calor que hacía en esa azotea no ayudaba mucho a que mi calentón bajara ya que estaba sudando como un cerdo.
¡Pero estaba dispuesto a pasar por ese trance ya que si mi padre lograba convencer a mama para que me volviera para casa, ese tío iba a ser el protagonista de todas mis pajas en solitario cuando me volviera a mi casa de Rodríguez!
-¿Quieres ver los depósitos del agua caliente?- Me preguntó sacándome de nuevo de mis calenturientos pensamientos.
Entramos en una caseta de obra librándonos por fin de la abrasadora luz solar, pero la alegría nos duró bien poco. En aquel reducido espacio la temperatura era superior a la de la calle.
El motivo no era otro que la presencia de esos dos enormes depósitos que almacenaban el agua que calentaba la eficiente instalación.
No me cansaba de preguntarle y el hombre de responderme, lo veía seguro de sí mismo y en sus respuestas se adivinaba la enorme satisfacción de alguien que está contento de tener un trabajo como ese.
Carlos estaba sudando como un cerdo cuando se empezó a desprender del polo.- ¡Voy a quitármelo un momento porque como me llamen para arreglar algo ahí abajo voy a terminar apestándolos!
-¡Es que con este calor que hace aquí es normal que huelas tanto a sudor!-Le solté sin saber muy bien las consecuencias que tendrían mis palabras, en el comportamiento posterior de ese tío.
-¿Tanto Huelo?-Me preguntó mientras se levantaba el brazo para olerse ligeramente una axila en la que los enormes pelos se enredaban hasta convertirse en una maraña que me hubiera comido a bocados si me lo hubiera pedido.
El pecho velludo del hombre no desmerecía en frondosidad con esa escondida parte del cuerpo. ¡Me encantaba lamer mis propias axilas! … pero eso era un secreto que guardaba con celo, también guardaba con mucho celo ese extraño gusto que tenía por tragarme mi propio esperma, cada vez que terminaba de hacerme una paja.
¿Y eso que me baño en desodorante?... ¡Pero es que aquí arriba hace un calor insoportable!-volvió a decirme mientras se pasaba inocentemente la mano por detrás de la nuca.
-¿Tienes que estar todo el día aquí?... ¡No sabía que esto fuera tan complicado!- Le dije yo mientras me daba la vuelta algo nervioso al notar como el hombre volvía a aproximarse peligrosamente hasta mi.
-¡Qué va,…si todo esto funciona solo! …¡Suelo subir para refrescarme!
-¿Aquí dentro?… ¿Cómo?-Le pregunté incrédulo
El hombre se agachó y cogiendo una manguera del suelo se acerco hasta un pequeña llave que entraba en el depósito por la parte de abajo y agachándose hacía un lado empezó e remojarse el pelo.
Cuando se levanto, estaba todavía más guapo y apetecible. El agua le chorreaba en pequeñas gotitas que iban resbalando desde la cabeza y empezaban a resbalar por su velludo pecho.
Los dos gruesos y apetecibles pezones eran recorridos por esas frías gotas de agua y señalaban un camino descendente, en el que mis ojos no se atrevían a mirar pero que al final acabaron sucumbiendo.
¡Mi vista irremediablemente cayó en dirección hacía su pubis al ver cómo empezaba a rascarse la entrepierna!
-¡Uafff, que calorrrrr, …Tengo los huevos hechos caldo!... ¡Y … eso que no me pongo calzoncillos, para poder ir algo más fresco!-Me soltó de sopetón al ver cómo le miraba el paquete.
En ese lugar se entreveía un bulto muy considerable que se encargó de recolocar hacía un lado. El retoque hizo que se le notara todavía mucho más marcado el duro rabo.
-¡Perdona, chaval,… es que con este caloruzo y después de que me hayas contado que tengo que entretenerte un rato aún aquí, mientras tu padre está ahí dale que te pego follándose a tu madre, …me he puesto un poco burro!
Su mano se perdió bajo el pantalón haciendo que este se abriera irremediablemente al reventarle el botón. La cremallera comenzó a resbalar haciendo que el sonido de su desplazamiento me turbara todavía más.
-¡Me tengo que ir, ya!-Le dije mientras me acercaba con rapidez hasta la puerta.
Pero al tirar de la manivela comprobé que estaba cerrada. Intenté girarla con todas mis fuerzas pero era totalmente inútil. ¡Me había encerrado con ese hombre en el mismo infierno!
-De verdad que no quieres hacer alguna foto más ?...He visto las que me has echado al cuerpo. ¿No quieres verme totalmente en pelotas?... ¡Te advierto que cuando estoy en bolas gano mucho más!
-…¡Los que me la han visto dura, dicen que es como las de los actores porno!
Se iba acercando lentamente y al llegar contra la puerta su mano me agarró directamente el paquete. ¡Mi bermuda en la que se erguía un empalme brutal me había terminado delatando por completo!
¡Su lengua vino hasta mi boca para calmar mi miedo con mi primer beso!
¡Aquella tarde iba a ser mi primer de todo! …
¡Empecé por un primer beso en el que notaba el tremendo cosquilleo que se siente cuando tienes una lengua profundizando en tu boca! …
¡Sus manos expertas recorrían mi cuerpo hasta levantarme la camiseta y pasarla por detrás de mi cuello!. Al quedar mis pequeños pezones totalmente expuestos vi como sus gruesos dedos se acercaban hasta ellos para pellizcarlos y más tarde lamerlos.
El cosquilleo que me hacía perder el juicio iba en aumento. Su mano me agarró la polla. Se había introducido en mi bermuda con rapidez al notar que poco a poco me iba entregando a sus caricias.
-¡Estas súper caliente!... ¿Has hecho esto ya alguna vez?-Me preguntó mientras sacaba por unos segundos su lengua de mi boca para permitirme hablar.
-¡No! …¡Nunca!-Le contesté mientras lo miraba suplicante. ¡Tenía tanto miedo que no me atrevía a hacer nada que no me hiciera o pidiera el primero!
-¡Entonces iremos despacio!,…-Su forma de hablar sensual me tenía completamente ido, al igual que el profundo olor a macho que ese cuerpo emanaba. ¡Olía a sudor,…a hombre!
Mi mano terminó agarrando su dura herramienta,… ¡Era la primera polla que tocaba distinta a la mía y la encontré caliente,… dura… ardiendo!
Su ronroneo me hizo saber que aquello le gustaba, mi mano se movía con lentitud presionando ese mástil de carne y era verdad lo que afirmaba tener ahí abajo.
¡Yo que me había bajado ya mucho porno, podía corroborar que Carlos tenía una polla muy gruesa y larga, como la de los actores porno!
La polla se expandía en mi mano de forma prodigiosa, hinchándose aun más con mis caricias,…
El tremendo peso de esa herramienta la obligaba a caer, víctima de su propia ley de la gravedad, pero la fuerza con la que el rabo se negaba a ello la retorcía de nuevo hacia arriba en una curvatura imposible.
El monumento a la gula era rematado por un capullo de color algo púrpura, hinchado a tope con toda la sangre de ese macho, en ese único punto concentrada.
Por eso Carlos no podía regir claramente, por eso empezó el también a perder el juicio y terminó inclinándose hasta engullirse mi pequeña y dura polla, en su boca.
¡El cosquilleo que sentía entre mis piernas me obligó a chillar! …
¡Grité que me corría pero Carlos no paró, siguió succionando de mi rabo!...¡Estaba pasando la aspiradora y yo solo podía clavarle las uñas en los hombros desnudos para pedirle que no dejara de hacerlo! …
¡El hombre me la mamaba porque esperaba después un mismo trato!
Mi semen salió volando como un misil, manchó el suelo aun mojado por la manguera. Pero nadie estaba allí para reprochárnoslo.
¡Nadie le iba a llamar la atención a Carlos por chupársela a un chico en la azotea! … ¡Solo le reprochaban el hecho de que fumara en los pasillos delante de los clientes!
-¡Ahora hazlo, tú!-Me ordenó el de mantenimiento, mientras se incorporaba.
Los pantalones del hombre resbalaron sonoramente hasta los tobillos. Se agarró el rabo y lo dirigió hacía mi boca que se agachaba con lentitud, hasta ese punto sin saber muy bien qué hacer, o cómo actuar.
¡Cuando mamas rabo por primera vez, se aprende rápido!... ¡Las circunstancias te obligan!
Las mías eran ese duro pollón que me hacía babear de puro vicio y esas fuertes manos que me iban follando la garganta.
En el porno que descargaba veía como las tías se quedaban sin aliento ante algo así, pero yo no estaba dispuesto a cometer el mismo error. Si tenía que ahogarme que fuera de esa forma. ¡Atragantado por una polla!
¡Esas si eran una vacaciones! …¡Y ese semental el mejor guía en mi viaje!
Carlos iba gimiendo con más fuerza, animándome para que no parara de hacerlo.
¡Vamos sigue, ya falta menos, ohhhhh siii, como tragas cabrónnnn!
Las puntas de las botas de seguridad se irguieron ligeramente. Las piernas también se tensaron. El encargado de mantenimiento me sujetaba la cabeza para evitar que me apartara.
-¡Por tu putísima madre no pares ahoraaaa, … ah siii que gusttooooo!-empezó a gritar
Todo estaba listo para que empezaran las descargas, por eso me agarré con fuerza a esas piernas prietas y velludas.
¡Llegaba la riada y no estaba dispuesto a que la lefa me arrastrara en su avance!
-¡Ahhh, siiiii, … joder que buenoooo, … ahí la llevas, … sigueeee, así no paresss!-empezó a gritar mientras notaba como unas punzonadas comenzaban a golpearme internadamente en mis hinchados mofletes.
-¡Me corrooo, … oh siii, … aggghhh!- Lo oí decir mientras mi garganta no dejaba de engullir mas y mas lefa.
¡Me importaba una mierda que esa leche no fuera mía! …¡Estaba bien rica, mucho más espesa y caliente que cuando me relamía la que resbalaba por mis manos después de haberme pajeado!
Carlos pudo liberarla unos segundos después, pero con la mano empezó a exprimirla con fuerza. ¡Cada vez que un gotazo de semen espeso asomaba por ese gordísimo capullo, mi lengua lo arrastraba, hasta volver a meterme en mi boca esa polla que iba perdiendo consistencia!
¡Sus fuertes manos reposaban sobre mis hombros, yo arrodillado soportaba todo ese peso!
-¡Esto tenemos que repetirlo!-suspiró mientras se agachaba para subirse los pantalones.
-¡Cuando quieras le dije yo mientras terminaba de recoger con las manos los trallazos de lefa que habían escapado de mi boca para terminar manchando mi impoluta cara! …
¡Pero tendrá que ser pronto, porque creo que me voy mañana!