Joder, que puta es la guerra (5) Vietnam,
Un joven soldado americano y una jovencita vietnamita...
Vietnam, aeródromo de khe Shan 1968, oscurecía cuando el soldado Bill Harris de 19 años relevó a su compañero Harry y ocupo su puesto de guardia en la parte posterior de la gran pista de aterrizaje, el soldado relevado le dijo antes de irse: - Estas de suerte Bill, la pequeña Hó está por ahí con ganas de marcha, espero que tengas lo que hay que tener.
Se quedó solo, mirando envidiosamente al soldado que se retiraba al cuerpo de guardia, aferró nervioso su M-16 y miró a la alambrada, había una gran valla de alambre de dos metros de alta, el alambre formaba rectángulos de unos 10 Cm de lado, la valla estaba coronada por alambre de espinos. A metro y medio de distancia por la parte exterior del perímetro había una alambrada de un metro de alta, el paso entre la valla y la alambrada era el camino de ronda por el que patrullaba nuestro protagonista, a un lado la base aérea con sus hangares y barracones contenía parte de las comodidades de la civilización, al otro la alambrada y unos 100 metros de terreno baldío salpicado de matojos, mas allá la jungla casi impenetrable excepto para sus pobres habitantes, esos escuálidos y traidores monos amarillos.
Hacia un poco de viento, se encogió un poco en su chaleco antifrag, sintió el peso de sus cartucheras y cantimplora, se ajusto el casco y comenzó a caminar por el camino, 50 pasos y vuelta así una y otra vez durante las próximas dos horas, pensó en lo que dijo su compañero y recordó a la pequeña Hó sonriendo sarcástico, el sí tenía lo que había que tener de hecho todos en la base lo tenían ¡dinero! era una de las pocas cosas buenas de estar de guardia exterior y conocer las costumbres locales.
Pasó una hora sin novedad, era noche cerrada pues en el trópico la noche cae muy rápidamente, los reflectores de la base iluminaban ocasionalmente el linde de la jungla, Bill se empezó a inquietar escuchando ruidos de pasos cerca de la alambrada, vio una silueta pequeña y menuda viniendo hacia él.
¡Alto, quien va! - Dijo Bill, apuntando con su M-16 a la silueta.
¡No tirar joe, yo Hó! Ser bueno joe darme algo comida yo hacer pasar bocup bien, 10 dolars chupo mucho muy largo, si tu querer bum-bum 20 dólar, amor largo mucho ¿si joe?
El la reconocía de otras veces, morena con el pelo un poco revuelto un cutis suave como de niña, boca grande ojos negros rasgados y nariz pequeña, ellas llamaban joe a todos los soldados para no liarse, caderas estrechas culito respingón y pecho pequeño, estaba delgada pero limpia y no aparentaba muchos años 16 ó 18 que mas daba, el no sería el único tonto de la base que pasara de ella, además tenía lo que tenía que tener así que dejo de apuntarla y sacó del bolsillo del muslo del pantalón un par de latas planas de sardinas y una tableta de chocolate, diciendo:
- Esto y 5 dólar, tu chupas mucho y bueno ¿sí?
Ella afirmo con la cabeza, diciendo:
- Si joe mucho y bueno, tu darme comida y dinero.
El la tendio el billete y la comida, observando como la jovencita se lo guardaba apresuradamente en un macuto de tela, mientras el se bajó la bragueta y sacó su miembro, ella se hinco de rodillas y sin usar las manos se lo metió en la boca sin tocarlo, Bill notó la nariz de ella en su pubis rozándole los pelillos, sentía su polla dentro de aquella boca llena de saliva y la lengua moviéndose, los labios le rodearon y se sintió crecer llenándola la boca de carne dura y tensa de Kentucky.
Desde luego la chica tenia la fama bien ganada y se notaba que tenía mucha experiencia, le mamaba con ganas sin sacarla de la boca, usaba las manos para acariciarle los huevos y sujetarle del culo, Bill gozaba y la miró viendo aquella boca recorriéndole toda la longitud de la verga dándole apretoncitos cada pocos centímetros con los labios sin dejar de meterla y sacarla en su empapada y muy experta boca, notando la lengua empapada moviedose alrededor de su prepucio y como aumentaba el ritmo, el placer se hizo mas intenso pues hó ponia mucho entusiasmo en su trabajo, el no podía aguantar demasiado lo supo por el temblor de sus piernas, acaricio los cabellos de ella con sus manos y levanto la cabeza mientras jadeaba de placer, Hó aumento el ritmo de su boca de la que caían hilos de saliva, apretó los labios sobre el miembro que ya temblaba anunciando su inminente corrida, empujo sobre el pantalón un dedo en el ano de Bill que entre jadeos exclamó: - ¡ME CORROOO ZORRA!. Ella no se detuvo al recibir el esperma en su boca, lo contuvo con su lengua para frenarlo pues de lo contrario le daban arcadas y lo fue tragando lo más rápidamente que pudo, el se aferro a su cabeza para no caerse pues el placer era muy intenso ya que ella seguía mamándolo.
No vio una sombra detrás de él, solo sintió una mano sobre su boca, estaba pensando “joder que bien me la chupa esta guarrilla…” la otra mano del atacante tenía una bayoneta bien afilada del vietcong, de un fuerte tajo le rajo la garganta de lado a lado, Bill sintió dolor y un roce, no podía saber que ese ruido era el acero cortando carne venas y cartílago, tampoco llegó a ver la sangre pues sus ojos se nublaron de repente, su cuerpo fue dejado en el suelo sin brusquedades para evitar el ruido, el atacante indicó a la chica que volviera a la espesura de la jungla, la misión de esta era distraer la atención del centinela y ya estaba cumplida.
El cabo del vietcong recogió el arma y las municiones del americano muerto, usó el cortaalambres que portaba y cortó un trozo de alambrada, se volvió e hizo una señal a sus hombres, cerca de veinte hombres surgieron de las sombras y penetraron por el hueco de la alambrada, atacaron la base en conjunción con otros grupos que penetraron por distintos puntos, barracones aviones y helicópteros, depósitos de municiones y combustible fueron atacados.
Era la noche del 30 de enero de 1968 empezaba la ofensiva del Tet. Los nombres son ficticios los hechos no, recomiendo ver un documental del “Canal Historia” titulado “el sexo en la guerra” parece ser que las mamadas en las alambradas eran algo cierto y muy habitual en Vietnam, ¡Sed felices! un saludo de Javiet.