Joanna, una madre 1
Joanna una madre culaquiera descubre el oficio de su hijo mayor y comienza una aventura
Mi esposo falleció hace unos años, me case con el cuando era aun muy joven para comprender que sería un error de por vida, comenzó a beber al poco tiempo de casados, me golpeaba y lo que considere peor me preño de tres, finalmente di gracias a dios y falleció después de 20 años de casada, una nueva etapa de mi vida comenzaba.
Comencé a trabajar y a estudiar de nuevo, estaba plena y tenía tres hijos maravillosos, había dedicado los últimos dos años a trabajar duramente y poco los veía, todo cambio un día en que regresando del trabajo, me encontré con Julián mi hijo menor esperándome todavía en su uniforme, casi de inmediato me dijo que ya no quería llevárselo a la escuela pues le quedaba muy apretado, y le agarraban mucho…. En esta parte me quede helada se dio vuelta y me enseño su culo, los últimos años él y sus hermanos habían ido con dedicación al gimnasio, pero nunca había reparado en sus efectos, el culo que me mostro era espectacular, definitivamente lo heredo de mi, tan grande redondo y formado, no pude detenerme se lo agarre, Julián me miro con extrañeza y me dijo, sí mamá me lo agarran todo el tiempo las chicas, ya no aguanto más, ¿y no te gusta que estén loquitas por tu cuerpo? le dije, me encanta pero ya fue suficiente, está bien te comprare otro, me dio un abrazo y me sorprendí de sentir la fuerza en sus brazos, estaba tan musculoso que sentí que me mojaba, con quince años era un verdadero hombre, le di un beso y le dije que le hablara a sus hermanos, para cenar esa noche saldría con mis amigas, era día de club.
Mis amigas llegaron y salimos, iban mis tres amigas intimas, todas divorciadas y con hijos adolescentes como los míos, mientras iba conduciendo julia, las otras me dijeron muy alborotadas que iríamos a un bar de stripers en la ciudad, me puse muy emocionada después del altercado con Juliancito estaba muy caliente y ansiaba ver a un hombre y comenzar a manosearlo, sobre todo su culo, mi parte anatómica favorita en los hombres.
Llegamos al club y como siempre aprovechamos para pedir bebidas que aparecían en series de televisión picantes, esperamos media hora y entonces anunciaron el show, muchos hombres salieron en batas de baño estaba tan emocionada que me levantaba a aplaudir como loca, en eso vi a un joven tal vez 19 años, tenía un culazo perfecto, duro por el gimnasio, resaltaba bajo su trusa blanca, una espalda musculosa y le bailaba a una muchacha, me acerque y le agarre el culo, se volteo y entonces lo vi, era mi hijo mayor, Ricardo, tome mis cosas y salí de allí deseando que fuera un sueño.
No podía creerlo, mis amigas lo sabían me habían dicho que ellas lo habían visto hace unas semanas.
- No seas ridícula- me dijo Elisa- era para que vieras el pedazo de hombre que tienes y no puedes disfrutar.
- Y vaya que tienes tentaciones, ese Juliancito y ese culote que se carga, y ni hablar de angelito, mi hija lo adora, sobre todo por ese paquete que se le ve.- dijo julia
- Como pueden decir eso, son mis hijos los conocen desde pequeños.-dije y entre a mi casa molesta.
No pude dejar de mirarlo al día siguiente, Ricardo se veía tan bien usaba una camisa sin mangas y se notaban sus brazos musculosos, era un verdadero hombre, la pijama lo hacia ver tan nalgón como Julián, ángel estaba también solo en trusa y no paraba de mirar de reojo su enorme paquete, los tres estaban en pijamas y tomaban cereal, Ricardo era el mayor y tenía un mejor cuerpo, ángel el de en medio tenia u 17 años y era el más guapo de todos, tenía un culo respingón y un gran paquete, tal vez era el mejor dotado, y mi Julián con el culo más grande que haya visto jamás, estaba tan caliente mirándolos que entonces les pregunte une tontería.
- Díganme ¿se siguen bañando juntos?
- Mamá por supuesto, somos hermanos.- respondió Ricardo, mirándome como si nada hubiera pasado.
- Cuando llegamos del gim, no podemos esperar y nos duchamos juntos.
Me quede helada, sabía que se bañaban juntos cuando niños pero imaginándomelos, tan grandes haciéndolo, me puso aun más caliente, inmediatamente subí al baño, tuve que masturbarme ya no podía mas, jamás me había sentido tan excitada en mi vida.
Cuando baje de nuevo, mis hijos me dijeron que irían con unos amigos, excepto Ricardo él se quedaría a ayudarme en la casa, todo transcurrió normalmente hasta que necesite que me alcanzara algo, se subió a un banco y me dejo ver todo su culo, me sentí tentada pero me contuve, para entonces ya tenía planeado lo que haría esa noche.
Fui al mismo bar, me senté enfrente de ellos, y cuando salió él y se acercaba a una muchacha cercana y no paraba de verme con una cara de lujuria que no había visto en él jamás, comencé a abrir las piernas y entonces le mostré que no llevaba nada debajo, se quedo petrificado, y su pene se levanto en toda su gloria, la muchacha le arranco la tanga y comenzó a chupársela mientras yo me levantaba y me iba del lugar, enseñándole levemente mis nalgas.
Espere todo el día cuando mis hijos regresan del gimnasio los recibo con una falda súper cortita dejando ver todas mis piernas abrazo a mi Ricardo y mando a mis hijos a la cocina lo abrazo bajo mis manos hasta sus glúteos y los agarro no como madre, como mujer:
- Me encanta preguntarme si lo otro estará igual de rico.- me fui y mientras él me miraba, me fui subiendo la falda, enseñándole todo.
Él baja su mano y la mete por mi falda, toca mi tanga y la estira luego la suelta y siento esa sensación de dolor lo veo y tiene la misma sonrisa del bar y los ojos le brillan como un niñito después de hacer una travesura con mi legua recorro mis labios meto mi mano debajo de su camisa sudada y toco sus bíceps que bárbaro que abdomen le digo, él se ríe y le toco los brazos
- Que brazos tienes mi niñito todas las niñas y tus maestras te deben tener en un pedestal.- él se retira
Yo me quedo como una adolescente.
Ese día me quede en mi cuarto, preguntándome si era normal, me pregunte si sería capaz de seguir adelante. Desperté y ya no sabía que hacer mis hijos menores me dijeron que se irían con sus tios pues querían jugar, yo les di permiso Ricardo no quiso ir se fueron a eso de mediodía, mi hijo rica no decía nada subí a mi cuarto y me puse un vestido baje y Ricardo estaba en el comedor me vio y subió a su cuarto estaba sorprendida en eso bajo con su uniforme puesto, comenzó desnudarse, yo lo veía como hipnotizada, primero el chaleco y esos movimientos tan sexys, luego la corbata y la camisa, luego desabrocho su pantalón y me dejo ver esa tanguita, yo me abrí de piernas y le enseñe de nuevo todo, él me miro con esa sonrisa y me dijo tu turno, yo me quite el vestido y quede desnuda. Él se puso a mil y se quito la tanga, que pene! dios mío nunca había visto uno así me volví a poner el vestido, creyó que me había arrepentido y le dije cojéeme con él, subí las escaleras y enseñándole el culo y él atrás de mi con ese cuerpo de hombre que tiene
entre a mi cuarto deje la puerta abierta y me puse de rodillas, él ya no pudo más y sentí su pene en mi culo dios mío me volteo y me arranco el vestido yo le decía que no, que era su madre, haciéndome la víctima, él me dijo, no te apures mami yo te quito lo caliente, me seguía retorciendo, en eso sentí su pene y ya todo fue en vano me agarro los brazos con los que fingía quitarlo y me comenzó a coger durísimo.
gritaba que no y luego comencé a decirle mas demuéstrame que eres un hombre yo me recorría bajos sus brazos como una gata en eso me puse de rodillas y le dije ahora si como una perra de verdad. me comenzó a coger tan fuerte que sentí que me partiría, sentí sus bolas en mi culo y gritaba soy tu madre no, y luego hazme tu perra y gemía y gritaba mientras, él me daba cada vez más fuerte en eso sentí el primer orgasmo de mi vida su cuerpo lo seguí manoseando, su culo ese obscuro objeto de mi deseo, sus