JLo Y EL MENDIGO CAPITULO 5 FINAL (VAGINAL Y ANAL)
-Arghhhhhh !!! Te la siento apretadísima mi putita deliciosaaa !!!, que buena eres para culearrrr!!!, muéveteeee !!! así !!! así !!! menéate más rico mamacitaaaa!!!!, -le vociferaba el indigente al mismo tiempo que era el quien la movía y la ensartaba. Jennifer ahora con sus ojos cerrados no hacía más que disfrutar y entregarse a ese asqueroso pordiosero,
Jennifer con semejantes y crudas aclaraciones cayó en un total estado de conmoción, por lo que nuevamente volviendo a la realidad se dio a comenzar a suplicar misericordia,
--Por favor señor Tobiasss…!, me… va a hacer daño cuando me lo hagaaa…!!, m… me… me va a matar con su herramientaaa...!! la tiene exageradamente grandeee…!!
y yo… yo… nunca me he comido nada de ese tamañooo…!!, por favorcitooo…!! no sea malo conmigo… solo durmamos…!!, y si quiere mañana puedo estar chupándosela por todo el día si así lo desea, si!?,
El negro vagabundo no haciéndole caso a sus ruegos y estúpidas propuestas como pudo se fue montando sobre su cuerpo, y la muy salida y caliente cantante Latina contradiciendo a todo lo que sus labios estaban pronunciando nuevamente era ella solita quien se iba abriendo de piernas a la misma vez que se preparaba sicológicamente para la brutal y apremiante irrupción que se avecinaba inminentemente.
El azulado y traspirado pordiosero quien se encontraba en un enajenado estado de calentura como pudo se acomodo sobre ella y se mojó la punta de la verga con saliva para luego ponerla a la entrada intima de la mujer, hasta que sin muchos miramientos y sin darle previo aviso le mandó un fuerte empujón que salió resbalado en dirección al vientre de la hembra.
Andrea con alivio caía en cuenta que el indigente había fallado en su osadía y que tal vez este se convencería que no iba a poder lograr sus enajenadas intenciones, pero el viejo notando que la rosada raya de aquella vagina se notaba tan chiquitita en comparación al cabezón glande que el poseía en su armatoste vergal acertadamente supo que no sería una tarea muy fácil de concretar, pero viendo que aquella apretada entrada hacia el placer le pertenecía a una mujer hecha y derecha que se gastaba un tremendo y curvilíneo cuerpo hecho para la procreación y el apareamiento, y estando ahora un poco más calmado se propuso a volver al ataque, posó nuevamente su afiebrado y duro glande que era tan grande como un puño humano justo al medio de aquella tierna hendidura femenina que a simple vista daba la impresión que jamás albergaría a su considerable miembro fálico, para luego de eso comenzar a presionar y horadar sobre ella con su mano puesta en el grosor de la verga justo detrás del glande, pero aquella cerrada entrada si bien se lograba abrir un poco esta se negaba a abrazarlo por entero.
Los minutos pasaban y el vagabundo no cejaba de sus afiebradas intenciones, Jennifer miraba la operación en forma expectante con rosáceas tonalidades en su cara. Su jugosa almejita ya estaba comenzando a sentir sensaciones cosquilleantes por cada arponazo que recibía del vergal invasor que no renunciaba en su afiebrado cometido, y ella a estas alturas ya casi deseaba que ese grotesco tronco de carne se deslizara hacia su interior.
Mientras que la hembra estaba ya casi entregada a la escalofriante situación en que había caído con el pordiosero este mismo seguía presionando con su mano y con su verga una y otra vez ya que quería sentir su tranca al interior de ese precioso cuerpo dorado que era sinónimo de perfección, el indigente empujó otra vez con su verga intentando adentrarse a las intimidades del cuerpo de la hermosa cantante, empujón que milagrosamente hizo que la gruesa punta de su verga abrieran triunfalmente los labios vaginales adentrándose con todo el glande al interior de la vagina, estaba claro y la suerte ya estaba echada, Jennifer se estaba comenzando a comer la negra manguera de carne que poseía el suertudo y negro indigente.
La reacción de la bien formada y bella amazona de cabellos dorados fue en forma refleja en el momento que sintió la irrupción de la verga, ya que de un momento a otro desaparecieron todas las ricas sensaciones y cosquillas que ella había estado sintiendo, y debido a que el dolor de la distención fue tan lacerante para ella que con horror imaginó lo que iba a sentir al momento en que el negro pordiosero siguiera metiéndosela, pero sus pensamientos fueron tardíos porque justo en ese momento el aprovechador vagabundo empujó hacia adelante con fuerzas descomunales para su condición de desvalido hasta clavar 1/4 de su verga adentro del dorado cuerpo de Jennifer, quien solo atinó a cerrar fuertemente sus ojos cuando sintió que su vagina ahora si se abría brutalmente formándosele un gran embolo de carnes vaginales con el que abrazaba y recibía apretadamente a la descomunal verga de burro que le habían metido sin ni siquiera avisarle, quedándose totalmente estática y ahogando ella misma el fuerte grito de dolor que en un principio en forma involuntaria quiso pegar, por su parte el asqueroso vagabundo sentía como su gruesa anaconda acostumbrada siempre a estar en las podridas vestimentas que tenia por hábitat ahora estaba comenzando a nadar por las cristalinas aguas de un mar deliciosamente idílico que poseía la bella cantante al interior de vagina. En aquellos afiebrados momentos ambos cuerpos temblaban, el de la hembra por el inmenso dolor que sentía en las carnes de su vagina, y el negro temblaba debido a las fuerzas que hacía para adentrase aun más en ella, hasta que Jennifer una vez que se pudo calmar a medias tomó un poco de aire para solicitarle: --Nooooo…!!, por favor señor Tobías…!! saquelaaa… no me la metaaaa…!!! por favooor…!!!! No la podré aguantar todaaaa…!!!!, -
--Siiii blanquitaaaa…!! te la voy a meteeer todaaaaa!!!…, si ya te entró la punta significa que demás te la puedes comer completa… es solo que debo hacer un poco de espacio para que te la puedas tragar como yo quiero… así que quietecita porque aún falta mucho… jajajaja!!!!. –le decía el enajenado negro al estar sintiendo en su glande y un poco mas las ricas tibiezas y placeres que le prometía el interior de aquella vagina a su verga. --Nooo…! Noooo…! por favooor…!!! No podre tragármela todaaa…!!!,- forzadamente tuvo que llevar sus blancas manitas a los negros pellejos del vagabundo ya que este ahora se había acomodado montándose sobre su cuerpo, y por más que la hembra se movía y pataleaba para que la verga se saliera de su abierta hendidura esta mas parecía atorarse en ella. --Tranquilita zorrita solo tienes que aguantar… ya verás que una vez que la tengas completamente adentro y te acostumbres a ella te harás adicta a las vergotas grandes y negras como la mía, jijiji…, -le dijo a la misma vez que le mandaba otro empujón y como también comenzaba a lengüetearle la cara aprovechándose que en la posición en que estaban así se lo permitía.
--Noooo… jamás la podré aguantar… por favor no empuje que me va a reventarrrr…!!!, -le imploraba una y otra vez casi al borde del llanto. Jennifer a quien ahora no le importaba que el negro indigente la estuviera lamiendo solo se daba a sentir como este ya le comenzaba a dar pequeños empujones estando ella de espaldas y con sus brillosos muslos recogidos y abiertos en su totalidad, le acababan de meter más de 10 centímetros de ancha verga, y ella la aguantaba lo mejor que podía, aun le faltaban por recibir por lo menos otros 20 y quizás un poco mas según le indicaba su exaltada mente, sentía un profundo dolor en su interior, su femenina estrechez había frenado la total entrada de la animalesca tranca vergal del negro vagabundo. Pero el indigente no se iba a dar por vencido así como así, y al saberse encajado a medias y aun ejerciendo presión de adentramiento con su descomunal miembro, tras concentrarse y envalentonarse al ver el prodigio de mujer que tenia trabada a su verga arremetió con otro solido empujón con el cual pudo exitosamente encajarle hacia adentro otros 10 centímetros de verga lográndole arrancar en el silencio de la noche un fuerte bramido de hembra recién ensartada que retumbó entre medio de todos los arruinados edificios y por las 4 esquinas de aquel horrendo complejo industrial abandonado convertido en basural. -Ahhhh…Ahhhhhh…Ayyyyyyyyyyyyyyy…!!!!!!, -fue el feroz bramido que emito la famosa cantante tal cual como ya fue descrito anteriormente.
--Cállate zorraaa…!!!, y acepta mi negra verga al interior de tu blanca conchaaaa…!!!, jajajaja…!!!, -bufaba el negro indigente con sus ojos salidos de sus orbitas al saberse sumido en tan fantástico cuerpo. Por su parte la recién ensartada y dolorida Jennifer seguía reclamando con cara de espanto Pero el negro no se la sacó solamente se concentraba en las ricas sensaciones que le otorgaba su verga al estar sintiendo como aquella ajustada funda de carne se contraía una y otra vez apretándole lo que había alcanzado a meter de su enervado y grueso falo masculino, hasta que cuando calculó que la hembra ya se estaba acostumbrando al dolor decidió volver otra vez a la carga, pero ahora aparte de empujar hacia adelante también se movía frenéticamente formando círculos adentro de ella, claramente el muy aprovechador pero a la misma vez afortunado negro estaba buscando hacer lugar para dejársela ir toda, tal como le había dicho hace un rato que lo haría, la adolorida ninfa que por su cara corrían sin cesar hilillos de lagrimas sentía como el negro golpeaba la ancha cabeza de su verga en las finas paredes de su estrecha vagina.
Jennifer aun se mantenía inmóvil y aguantándola toda, mientras el vagabundo poco a poco comenzaba a ganar terreno, ya que el poderoso cuerpo de la hembra extrañamente comenzaba a aceptar a su bestial invasor, el negro gradualmente y haciendo esfuerzos iba metiendo milímetro por milímetro su enorme verga, aunque para la quejumbrosa ninfa parecía que esa descomunal herramienta masculina no iba a acabar de entrar nunca al interior de ella y menos que esta entraría en su totalidad, ya que por cada milimetro que la penetraba le causaban un inmenso dolor que le daban la sensación que en cualquier momento su vientre reventaría al ser este incapaz de albergar en su interior semejante cantidad de carne negra y caliente. --Qué rica y apretada estás putona, -le dijo de pronto el negro con voz aguardentosa.
--Por favor…!, ya no sigaaaa…!, me duele muchoooo…!!, métala hasta ahí no mas, ya no cabe massss…!!!, le suplicaba desde su posición, ambos rostros estaba uno frente al otro, el vagabundo desde arriba le contestaba: --Tranquilita guarrilla, y aguanta que ahora sí que te voy a enseñar lo que es bueno, jijiji, vas a ver lo bien que te la vas a pasar cogiendo con un negro viejo vagabundo, -le decía muy cerca del bello rostro bañado en lagrimas de la belleza latina, a la misma vez que comenzaba meterle y a sacarle los 20 centímetros de verga que hasta el momento había logrado ensartarle, además de introducirle su hedionda lengua en su fresca boquita en donde en forma más que aprovechada su apestosa y abundante saliva se la iba introduciendo en su boca, mientras que Jennifer no podía hacer otra cosa que ir tragándosela toda.
El negro Tobías mientras más se la metía, mas quejidos le sacaba de su garganta, pero Jennifer no se movía, solo se mantenía totalmente abierta de patas y con todos sus músculos totalmente tensos por la verga que tenía moviéndose adentro de ella, notando con mucho dolor los movimientos de penetración y de apareamiento en que se esforzaba el negro vagabundo metiéndole por su vagina el inmenso trasatlántico negro que se gastaba, el caliente pordiosero ahora aserruchaba con mas fuerzas, le clavaba hasta un poco más de la mitad de su verga ensartándola sin piedad, los gemidos del dolor que emitía Jennifer rápidamente se transformaron en quejidos de aguante, la hembra abría su boquita en gritos ahogados por cada embestida que recibía a sabiendas que se la estaban culiando firme conforme pasaban los minutos. Pero las suaves y placenteras fricciones que hacía la negra verga del pordiosero en los rosados labios íntimos de la exuberante cantante latina por cada vez que se los abrían para meterle carne estaban causando estragos en el sistema neuronal de la ninfa, ya que ella ahora notaba claramente las diferencias vergales de sus anteriores amantes ni siquiera su ex Marc Anthony la superaba , por lo que su acalorada mente le aclaraba que ella como mujer perfectamente se la podía con vergotas de cualquier tamaño, pensamientos que poco a poco comenzaron a elevarle la temperatura, situación que la llevaron a envalentonarse y ponerse a gemir y a bufar para hacerle saber al vagabundo que ella ya había comenzado a disfrutar, o sea, Jennifer otra vez ya estaba caliente. --Ahhhhhh… Ohhhhh… señor Tobiasss…!!! Su v… vergaaaa…!!!!, -le dijo con sus ojos entrecerrados y ya prácticamente abandonada a la lujuria.
--Te gustaaa… te gusta que mi negra verga podioseraaa!!??, -le contestó el indigente quien seguía haciendo movimientos ondulatorios y de adentramiento intentando de una buena vez metérsela por completa, ya que la Exuberante Jennifer Lopez hasta este momento solo había logrado comerse 20 centímetros, aun faltaban más de 10 que tragarse.
--Es… es… t… tan grandeeee…! T… tan grandeeeeee…!!, -le decía al mismo tiempo que comenzaba a débilmente a menear sus caderas al mismo vaivén en que se lo estaban haciendo.
--Eso putita...! así...!! así...!! te dije que te iba a gustar...!! Aaaahhhhh...!!! tomaa...!!! tomaaa…!!!, -el negro pordiosero estaba en la gloria al haber notado que aquella tremenda mujer de rasgos Latinos ya estaba caliente y aceptaba el acto del coito junto a él.
--Así...!! así...!!! metamelaaa!!! Métamela todaa...!!! Todaaa…!!! Aaahhhhh...!!!, -le pidió descaradamente la rubia y totalmente fuera de control no importándole lo que pudiera pasar con ella si es que el negro llegaba a ensartársela completa, lo único que ella quería en esos momentos era moverse al mismo ritmo en que se la encajaban.
El viejo pordiosero ahora la culeaba como desesperado ya que nunca en su vida habría imaginado tener en su casucha a una mujer totalmente desnuda y cogiéndosela tal como él lo estaba haciendo y menos que ella fuese una hermosa cantante famosa y ella misma fuese quien lo estuviera animando a seguir tirándosela tal como lo seguía haciendo Jennifer, a la misma vez que ella ya estaba culeando en toda ley, con su cuerpo moviéndolo exquisitamente abajo del macho en forma instintivamente reproductora.
--Ohhhhh… Ahhhhh… Ahhhhhh… c… cr… creooo q… que… me la p… puedo c… con su v… ver… vergaaaa… m… me… meta… métamela e… en… enteraaaa…!!!!, -le pidió en forma enajenante la ninfa perdiendo total estado de compostura, por lo que el negro redobló las fuerzas de sus acalorados embates.
La tremenda cacha que le estaban poniendo a la exuberante hembra estaba resultando tan gratificante para ella que en un momento dado y ya no aguantándose mas las tremendas ganas de apareamiento que le habían bajado que fue ella misma quien tomando la iniciativa volteó al vagabundo para que este quedara de espaldas tirado en los harapos con su tieso aparato bamboleándose hacia todos lados al haberse salido del tajo femenino cuando su compañera hiso el brusco movimiento de cuerpos, y una vez que ella nuevamente ya estuvo montada sobre él le tomó la hiniesta verga con una de sus manitas para intentar metérsela ella misma, pero la cosa del negro era tan inmensamente grande que Jennifer tuvo que ponerse en cuclillas para luego de ya estar en esa posición y con la verga nuevamente apuntando hacia su entrada vaginal lentamente comenzó a sentarse sobre ella penetrándosela despaciosamente en la concha.
A la rubia no le importaba nada, solo quería ser penetrada por ese largo mástil de ébano caliente que ella solita se estaba ensartando, sintiendo como aquel grueso trozo de carne entraba en su cuerpo, cada milímetro de este aumentaba tanto en dolor como en placer, incluso le parecía que este nunca le iba a entrar en forma completa, pero fue en el momento en que la ya muy sudada Jennifer se detuvo al creer imposible la tarea en que fue tomada por sorpresa por su casual protector, el negro vagabundo enderezándose como pudo se sentó para quedar en iguales condiciones que ella y pasando sus negras manos por la espalda se afianzó a ella firmemente de sus suaves hombros para luego de ya estar listo y dispuesto empujarla con brutalidad hacia abajo obligándola en un santiamén a comerse por la zorra toda la extensión de su grueso y oscuro miembro, la exitosa cantante se la había tragado completa.
Jennifer pegó otro fuerte bramido entre dolor y placer, al mismo tiempo que llevó su vista hacia el cercano techo de palo cuando sintió los grandes testículos del negro chocar con sus nalgas, por lo que se tuvo que quedar por un rato en un doloroso estado de éxtasis y aferrada con sus delineados brazos al cuerpo de su ocasional amante, comprendiendo y asimilando que se acababa de comer por la concha los 33 centímetros de verga que ella le había calculado.
Hasta que la hembra sabiéndose bien trabada por el vagabundo y al ver a este como se dejaba caer hacia atrás comprendió que a pesar del dolor que estaba sintiendo en su abierta vagina ya no le quedaba otra cosa más que comenzar a moverse, así que lentamente empezó como pudo una serie de arrítmicos movimientos copulatorios que en forma gradual iban dando paso a una fenomenal galopada sobre la demencial verga que le habían metido.
La muy traspirada hembra de a ratos se detenía y se dejaba caer sobre el ajado cuerpo del negro para poder tomar algo de aire, momentos que el ahora feliz indigente aprovechaba para darle besos con lengua que ella correspondía con apasionamiento, no porque le gustase besar a aquel despojo de persona, sino porque la calentaban todo lo prohibido que ello encerraba al estar ella culeando al interior de la inmunda casucha hecha de basura, y mas subía su excitación al saber estar comiéndose por la zorra una descomunal verga negra, hedionda e indigente.
Los minutos pasaban y la Diva lo seguía cabalgando en forma vigorosa, mientras el pordiosero le lamía las tetas, de ratos este mismo la tomaba de la cara con ambas manos negras para atraerla hacia él y volvía a meter su lengua en su boca la cual era muy bien recibida, ambos cogían, se culiaban y se besaban al ritmo de sus sexuales movimientos que ahora hacían instintivamente para cada cual sentir más rico de lo que sentían, el apareamiento que se estaban pegando era tan tremendo que daba la impresión que eran dos criaturas que se esforzaban y empecinaban en preservar y mantener la supervivencia de su especie a través de la procreación, incluso habían momentos en que la embravecida y caliente hembra detenía sus movimientos copulatorios haciendo que toda la verga del macho se saliera de ella, para luego volver a ubicársela en su entrada intima y dejarse caer sobre ella con fuerzas y cuando ya la tenía atravesada entera movía su cuerpo hacia los lados y ondulatoriamente como si ella se estuviera asegurando de que le hubiese entrado entera.
En el exterior del inmundo cubículo solo se escuchaba el ruido de cuerpos chocando uno contra el otro, que se entremezclaban con solapados gemidos de placer de hembra siendo penetrada una y otra vez.
De pronto el negro vagabundo se alzó tomándola y dándose vuelta con ella poniéndola nuevamente acostada de espaldas sobre los andrajos que tenía por cobijas para después echarse otra vez sobre ella todo esto manteniéndola siempre trabada a su grotesca herramienta para empezar una furiosa y acelerada cogida metiéndole la verga hasta lo más profundo de su ser.
Jennifer sentía que toda la pulguienta casucha le daba vueltas por su cabeza mientras también esta extrañamente crujía ante aquel acalorado temporal de sexo desenfrenado.
La Exuberante cantante ahora solo se mantenía abierta de patas dejándose que le metieran una y otra vez los más de 30 centímetros carne caliente, hasta que en un momento en que perdiendo el total sentido de la razón se puso a gritar vuelta loca por la excitación y a pedirle al indigente negro que no parara de cogérsela ya que estaba siendo tomada por una bestial oleada de orgasmos que se le venían uno después de otro:
--Asiiii…!!, asiiiii…!!, empuje hasta el fondoooo…!!!, yo me la puedo con su vergaaaa…!!!, si que me la puedoooo…!!! démela todaaaaa…!!!, asiiii…!!!!, asiiiiiii…!!!!, Ohhhh…!!!! Diossss…!!!! Diossssss…!!!!!, me estoy corriendoooooo…!!!!!
--To…maaa…!!!!, to…maaaa…!!!!, -le gritaba el vagabundo como un verdadero poseído en el momento en que se dejaba caer sobre ella entrecortando sus palabras con cada feroz apuntalamiento de carne que le propinaba.
--Ahhh…!!! Ahhhhh…!!! Ahhhhhhh…!!!! Ric… ri… ricoooooo…!!!!
La brutal cogida estaba siendo interminable y Jennifer no paraba de correrse y gritar de puro placer a la misma vez que jadeaba como una loca debajo del cuerpo del concentrado negro que no paraba de ensartarla con furiosos enviones haciendo creer a la rubia que en cualquier momento le sacaría su verga por la boca.
El caliente pordiosero estrujaba con ansias el portentoso cuerpo de su hembra que de a ratos esta no llegaba a tener contacto con los harapos que la hacían de colchón ya que al estar siendo sujetada desde las nalgas por el negro quedaba suspendida con todas sus curvas en el aire y apoyada al suelo solamente con sus hombros manteniéndose ensartada y moviéndole frenéticamente la zorra con aquel poderoso tronco de carne bien metido en lo más profundo de su ser y que le empalaban sin consideraciones.
Hasta que el negro Tobías sintió que de un momento a otro procedería a fertilizar con su caliente simiente aquel dorado cuerpo de Diosa que se estaba cogiendo con su negra y bien parada verga de caballo.
--Ahhh…!! putitaaa…!!! falta pocooo…!!!, te llenare de leche calienteeee…!!! eres mia putingaaaa…!!! tu blanca concha remilgada quedará rebalsada de mis negros mocos de pordiosero…!!! Argghhhh…!!! los quieresss putaaaa…!!??
--Siiiiiii…!! Yo soy suyaaa...!!! soy su putaaa...!!! Aaahhh…!!! Y quiero sus negros mocos de pordiosero muy al interior de mi blanca concha remilgada…!!! Ahhhhh… que recioooo…!!! Ohhhh…!!! que brutoooo...!!! Ahhhhhh…!!! que salvajeeee...!!! Ooohhhh…!!!
--Ohhhhh putaaaa…!!! que buena eres para cogerrrr…!!! me voy a venir mamacita...!!!! te los voy a echar adentro putita...!!!! Aaaahhhh...!!!! te voy a preñar con mis mocos cositaaaa…!!!!, en poco tiempo mas deberás llevar en tu blanco y Latino cuerpo a mi hijo negroooo… lo quieresssss…!!!???
--Siiiiiiiiiiiiiiiiiii…!!!!! Ohhhh que ricoooooo…!!!!! Preñemeee…!!!!! Preñemeeee…!!!!! que yo le daré todos los negritos que Usted quiera echarme adentro de mi cuerpo !!! Ohhhh Diossss…!!! Diossssss…!!!! Que Ricoooooo…!!!! Que ricoooooooooo…!!!!!, -bufaba la excitada cantante Latina en la cúspide del más grande de los orgasmos que había sentido hasta este mismo día.
En ese mismo momento el negro viejo Tobías enterándose por la misma hembra de que ella estaba dispuesta a engendrar el hijo de ambos según se lo había gritado lujuriosamente empuñó sus manos en los dorados cabellos de Jennifer aferrándose a ellos en un acto netamente de bestial apasionamiento, mientras que la ninfa quien seguía chorreando líquidos al mismo compas en que la perforaban experimentaba que los empellones que ahora le mandaban eran cada vez más firmes y más profundos, hasta que con su carita con claras señales de ardiente regocijo sexual sintió una torrencial y furiosa inyección de líquidos calientes dentro de su panocha, cayendo en cuenta de lo obvio, el vagabundo que la había salvado hace unas cuantas horas atrás estaba eyaculando al interior de su vagina, y ni siquiera eso sino que al mismo lado de su útero, o quizás hasta cerca de sus pulmones debido a lo larga que este tenía la verga, según estaba sintiendo.
--Arghhhhhhhh…!!!! que bien que te estoy preñando blanca desgraciadaaaa…!!!!! Argggggggghhhhhh…!!!!! tu zorra sabe a dioses…!!!!! -le notificaba el negro a medida que la iba llenando de su espeso semen pordiosero por cada expulsión que disparaba con su manguera de carne negra y africana muy al interior del dorado y Latino cuerpo de JLo.
Ya había pasado todo, habían culiado de lo lindo, y el viejo vagabundo aun se mantenía acostado sobre el todo traspirado y semi inconsciente cuerpo de la famosa cantante, todavía dándole los últimos golpes de verga, y una vez en que ya estuvo seguro de que su tranca no tenía nada más para echarle adentro de su vientre simplemente se la desclavó.
En el momento en que la ninfa sintió que le extraían aquel soberbio taladro de carne negra con el cuan la habían estado perforando como pudo estiro su manita hacia sus destrozados calzones blancos que estaban al lado de uno de los tarros en que estaba las velas, y una vez que los pudo tomar casi al instante procedió a otra vez abrirse completamente de muslos en donde con su destrozada ropa interior comenzó a limpiarse su vagina de los restos de semen que habían corrido hacia afuera en el momento del desclavamiento de verga.
Hasta verla en esas condiciones al viejo lo calentaba la Diva, en su vida había visto a una mujer en tan enajenantes operaciones limpiadoras y menos una de tan curvilínea categoría*, pero casi sufre otra eyaculación cuando su hembra le dijo:
Gracias señor por todo lo que me hizo sentir una verdadera mujer deseada y goze como nunca nadie pudo hacerme sentir.
Después de estas desequilibradas aclaraciones el apasionado y enamorado vagabundo procedió a apagar la única vela que quedaba encendida para luego acostarse de costado hacia donde estaba puesta su mujer.
Jennifer se despertó con los primeros rayos del sol de la mañana los cuales se filtraban por distintos lados del rectángulo de madera en que había tenido que pasar la noche. Puso atención que aún estaba completamente desnuda sobre los entierrados sacos del pordiosero notando en el acto que su cuerpo tenia vistosas manchas de mugre que se le habían pegado con los sudores de ambos, estas se desparramaban por sus muslos, su vientre y sus tetas, y por otras partes también, además que su pelo rubio estaba algo tieso y greñoso debido a jugos seminales que ambos habían expulsado de sus cuerpos ni mencionar el semen seco que también sentía en su entrepierna.
Sin embargo también había una razón aun mucho más poderosa que todas aquellas zorrerías en que estaba pensando la serenada y tranquila hembrota, ella lo sabía, era simplemente que no quería reconocerlo, pero lo que realmente la tenían en tal estado y haciéndose la tonta era el hecho de que el saberse haber sido empalada con una larga y gruesa verga negra y brillosa, tan grotesca como fea y hedionda, pero si muy robusta y masculina, y que su cuerpo la había aguantado entera sin causarle daño alguno, todo esto la hacían sentirse más hembra que nunca, adoraba esa gruesa y larga verga de burro no importándole como o quien fuera su dueño, además que no cualquier mujer se podría tragar por su reducto intimo una monstruosidad vergal como si lo había hecho ella, se decía con orgullo, a la misma vez que su femenino ego estaba subido hasta los cielos por su extraordinaria hazaña cometida.
--Ji…!, veo que ya estas despiertas washa… que tal dormiste!?, -le decía ahora el negro inspeccionando un loro seco que recientito se había sacado de la nariz.
--Ehhhh… bien… y Usted?, -la Diva ahora nuevamente le estaba tomando asco por lo repulsivo de su actuar.
--Dormí como un rey después de la tremenda culeada que nos pegamos, incluso hasta me siento rejuvenecido, y todo gracias a ti… por lo mismo decidí no salir a limosnear, jijiji…
--No va a salir?, y que se supone que hará en todo el día?, -le consultaba la hermosa latina quien aun no se percataba de estar hablando con aquel hombre de lo mas suelta de cuerpo y toda desnuda.
--Pus a penas te sientas en condiciones me dices y nos podemos poner a coger nuevamente, jiji, tengo que aprovechar de aquí hasta mañana…
--Ahhh… claro mañana…!, pero sabe?, no creo que podamos volver a hacerlo…, -Jennifer, a pesar de todo lo rico que sintió después de haber superado los dolores en su vagina en el momento en qué se había tragado semejante monstruo vergal, igual comprendía que todo aquello no estaba bien,
--Pero porque no!?, si hasta dormimos abrazaditos y hubieron varias oportunidades en que mientras soñabas me agarrabas la verga y me la acariciabas, jiji…
--Ehhh… no… eso no es verdad…, -y claro, la rubia en el acto recordó haber soñado que ella se agarraba de un robusto palo que nacía de un tronco reseco para no caerse a un precipicio.
--Si, si es verdad, así que no te hagas la pendeja, jiji… así que a penitas me reponga tomare de tu cuerpo todo lo que yo quiera princesa, recuerda que estas bajo mi cuidado hasta mañana…
--Señor Tobias, mire la verdad de las cosas es que anoche casi me mata con eso que Usted tieneee…, -le contestó sonrojándose y no pudiendo evitar mirarle a la altura de su apéndice intentando adivinar de qué forma estaría acomodada su larga verga negra entre medio de sus harapos.
--Pus si no fue para tanto lindura, sabes? Eres una hembra soberbia, nunca pensé que te lo podrías con mi verga, eres… eres… la mejor puta que me he cogido en mi vida, es por eso que te doy las gracias por haberte dejado culear, jijiji.
--Mire, Usted ya me hizo eso que quería, así que ahora me vestiré y podemos salir a conversar afuerita, y como le dije antes, me dejó un poco adolorida así que no creo que podamos volver a hacerlo… donde esta mi ropa?
--Jijiji, supuse que te ibas a querer ir así que te la escondí, o sea, te tendrás que quedar encuerada aquí adentro de mi pocilga hasta mañana, jiji, no es una maravilla?
--Vamos… se buenita… y dame de eso que me convidaste anoche, recuerdo muy bien que a ti también te gustó lo que hicimos, jijiji…
--Solo mira como la tengo nuevamente, -le cortó de una el caliente indigente en el mismo momento en que en forma descarada se subió sus andrajos para descubrir su tiesa herramienta la cual quedó meciéndose orgullosa ante los ojos verdes de Jennifer quien en el acto se quedó estupefacta ante tan fantástica como también espeluznante visión fálica.
Si bien ella la había visto y sentido en al interior de su cuerpo la noche anterior esto había sido a la precaria luz de las velas y no como ahora que la tenía a tan corta distancia y a plena luz del día, admitiendo que lo que su sensual mirada estaba devorando era una descomunal y terrorífica verga negra como nunca antes en su vida había visto, la veía interminablemente gruesa notándose en forma nítida de lo tiesa y endurecida en que la tenía el negro pordiosero en aquellos instantes, preguntándose además que como había sido posible que ella se hubiera tragado por el coño semejante monstruosidad.
El negro vagabundo al notar que la Famosa cantante le miraba la verga en forma hipnotizada y boquiabierta se dio en el acto a sacar provecho de aquel trance en que la tenía.
--Vamos rubia… entonces anímate a chupármela solo un poquito…, -le propuso en forma descarada.
Jennifer quien escuchaba los salidos requerimientos del pordiosero y aun estudiándole su mal formada y grotesca virilidad, solo por hacerse la difícil según ella se dio a contestarle.
--Q…quiere q…que s…se la c…chu… chupee…!?. –le consultó a la misma vez que se puso de pie para quedar ubicada justo frente a él, su vista no podía quitarla de aquel enajenante pedazo de verga.
--Si vamos… ándale… si solo será un ratito… jijiji, -el viejo en el acto la tomó de un brazo para hacer que ella misma se fuera agachando hasta dejarla de rodillas ante su erecto aparato.
--S… so…looo un ratitooo!?, -volvió a preguntar la nuevamente perdida fémina como al mismo tiempo que sin ser ella consciente se la volvía a agarrar desde la base con sus dos manitas, esta era la parte más gruesa de la verga, y la Diva no se cansaba de tantearla y convencerse que ella misma se la había comido entera.
--Si solo un ratito ricura… dale… yo se que te gusta mamar vergas, jijiji, vamos abre la boca, abre la boca, -le repetía una y otra vez mientras se pajeaba su brillante trozo de carne que estaba despejado de las manos de la hembra con el cual el mismo le apuntaba el glande a los semi abiertos y sensuales labios que con toda seguridad ya lo estaban esperando.
JLo solamente abrió su boca lo mas que pudo esperando con ansias el trozo de carne caliente que iba a degustar, y el viejo que no era tonto ni perezoso metió su cabezón miembro el cual le entró directo y hasta trabárselo en su garganta en donde la rubia a sabiendas que ya no cabía mas solo se dio a apretar sus labios en torno a ese caliente y salado mástil masculino para comenzar a envolverlo exquisitamente con su lengua no importándole estar en un asqueroso sitio público en donde arriesgadamente podría ser sorprendida por cualquiera que pasara por el lugar.
Las continuas arcadas y copiosas cantidades de saliva mezcladas con los líquidos testiculares del pordiosero no tardaron en llegar al ritmo de la mamada que le había comenzado a dar la curvilínea mujer latina, estos llenaban por completo el paladar y ya corrían y chorreaban por su barbilla, ella mientras se esforzaba en seguir mamando tragaba todo lo que podía al tiempo que era animada por el negro viejo quien seguía sentado en el cajón tomatero con su tarro con agua caliente en una mano y con su pedazo de pan en la otra:
--Chupa putaaa…!!, chupaaaa…!!!, déjame seca la vergaaaa…!!!, -le vociferaba con los ojos cerrados a la misma vez que de vez en cuando arrancaba un trozo de pan con sus encías para seguir desayunando mientras Jennifer le succionaba la verga.
Ella por su parte sin sacarse el glande y parte de su tronco de la boca solo se empeñaba en seguir mamándosela imaginándose los ríos de semen caliente que semejante herramienta le otorgaría al momento de la colosal acabada que esta le daría, ni siquiera le importaba que la trataran de puta cuando ella sestaba en estos menesteres, total ya estaba casi acostumbrada se había dicho en algún momento, además que estaba tan entusiasmada con la negra tranca que le habían prestado que de a momentos en que se daba a volver a lengüetearla tal como lo había hecho en la noche, luego se la pasaba por toda la cara golpeándose con ella en las mejillas para sentir su poderío y su dureza, para después seguir chupándosela con más dedicación todavía.
A los pocos minutos ya eran numerosos los colgajos de semen y babas que escurrían por las comisuras de sus labios sumándose otros más grotescos que insistentemente salían expulsados por sus narices en los lapsos en que se atoraba debido a la asfixia. El negro desde hace rato ya había tirado el tarro y el pan al suelo estudiando cual sería el mejor momento para tirarla en el mismo barro y culearla ahí mismo, mientras que la hembra ya analizaba la posibilidad de subirse sus andrajos hasta los hombros para poner la negra manguera de carne entre sus tetas y así poder amasarla con ellas.
--Ohhhhh…! Mamiiiiii…!!, que rico me la chupasss…!!, Ohhhhh…!!! Uhhhmmm…!!! Mmmm…!!!, Asi…!!!, ensalívala bien para que luego te entre bien ricoooo…!!!!, -fue lo primero que pudo decir el negro vagabundo cuando sintió que la hembra le apretaba la verga con sus sensuales labios femeninos.
--Srpssss…!! Srpssss…!!! Srpssssss…!!!! Srpsssssss…!!!!!, -era lo que obtenía por respuesta el dichoso y desnudo pordiosero al ascendente y creciente ritmo de la mamada de verga que le estaba pegando una abandonada y romántica Jennifer, quien le hacía caso al negro indigente para que después este se la metiera bien rico según le decía.
Por su parte la acalorada hembra seguía succionándosela con ganas, incluso dejándosela por varios segundos trabada hasta su misma garganta y sólo se la sacaba cuando se empezaba ahogar, era delicioso para ella escuchar el acuoso sonido de salivas y líquidos que provenían de su propia boca cuando se la sacaba lo que le hacían que en forma rápida y apasionada se la bañara de tibios y húmedos besos con sus labios entreabiertos, para después de ensalivarla desde los testículos hasta la punta volver a incrustársela hasta la garganta.
Con todo lo que estaba sintiendo la rubia concluía y comprendía para ella misma que aterradoramente deseaba que ese negro vagabundo fuera para ella sola, para culear con el por todo el día y todas las veces en que a ambos le dieran ganas, hasta sacarse esas tremendas ganas de hombre en que la había dejado su ex marido Marc Anthony por tanto tiempo, no importándole que el indigente fuera quizás un desquiciado mental, un criminal, o un violador, la cosa era que las cosquillas en el estomago, sumada a su tremenda calentura y su soledad la estaban arrastrando a tal situación.
La hermosa cantante latina mientras seguía hincada y succionando la negra verga como una verdadera bebita sedienta de lechita se sentía tan aterrada como excitada, ya que sabía y tenía claro que era ella quien ahora deseaba lujuriosamente ser ensartada vaginalmente por la larga y ancha negra verga de ese maloliente hombre sin casa, o sea, que tenía ganas de sexo, los deseos de estar abierta de patas y tirada en el suelo para que ese estropajo de hombre le metiera su enorme verga negra ya la tenían desesperada.
La desnuda hembra ya estaba completamente entregada, y el ardiente vagabundo lo sabía por lo que ya sin esperar nada mas poco a poco se fue moviendo haciéndola comprender que nuevamente le había llegado su momento por lo que la complaciente JLo entendiendo lo que él quería de ella sensualmente se fue acomodando en el suelo y de espaldas quedándose estirada boca arriba y con la mitad de su cuerpo desnudo directamente en el barro y la otra escasamente sobre los harapos del indigente.
La imagen de la exuberante y desnuda mujer tirada en un charco de barro casi podrido junto a un mugriento arroyo era soberbia, el vagabundo se dio unos momentos para deleitarse ocularmente con semejante y curvilíneo pedazo de carne que el ya se aprontaba a volver a morder con su temible serpiente negra que vomitaba continuos ríos de moquillos transparentes que se iban a depositar en distintos puntos del vientre de la exasperada y ardiente hembra mientras que se daba a balbucear:
--Que ganas que me dan de comerte rubia…, -apreciación que rápidamente fue contestada por su bella oponente sexual,
--Cómame señor Tobias!!! Métemela yaaa..!!! se lo suplicooo! Trábame bien con su negra verga…!!! que yo también tengo ganas de comermelaaa!!!
Desde luego que el negro no se hizo de rogar mucho, así que tomándole sus muslos con ambas manos y abriéndoselos al máximo aproximó su ardiente y oscura herramienta a la aurea entrada de la Diva, para luego de una vez dejarla posada en esta acomodarse sobre el esbelto cuerpo de ella, y una vez que hubo pasado sus manos por debajo de las nalgas y después de echarle una última mirada al bello rostro de la mujer que se le estaba entregando voluntariamente cerró sus ojos para casi en el acto proceder a jalarla enérgicamente hacia arriba, a la misma vez que el empujaba furiosamente hacia abajo para de un solo golpe dejársela ir hasta el fondo, cumpliéndose así el erótico acoplamiento de cuerpos que tanto habían estado deseando cada uno por su parte.
Jennifer en el momento en que sintió sus labios vaginales distenderse y abrirse para permitirle la entrada a semejante miembro masculino abrió fuertemente su boca en la cual se perdió un inmenso grito ahogado al haber aguantado la considerable y ruda embutida de carne negra que le pusieron, como a si mismo y sin darse cuenta una vez ensartada envolver la cintura del indigente con sus piernas para que este no se le saliera ni siquiera un centímetro de adentro de su cuerpo, entregándose así a ese hediondo pordiosero que otra vez la lastimaba pero que también la trasladaba hasta el mismísimo paraíso al sentir su panochita deliciosamente bien abierta, bien estirada y llena de carne caliente.
El negro vagabundo por su parte comenzó a culearla con ligeros movimientos de cintura, primero despacio, luego un poco más rápidos, para después volverlos tan lentos como deliciosos para ella, siempre mirándola a la cara y estudiándole las contracciones de su rostro por cada arremetida que le ponía hasta el fondo, claramente la estaba disfrutando y ella por su parte se le estaba entregando entera.
A los pocos minutos en que se sucedía la antológica cogida que se llevaba a cabo abajo del solitario puente ambos se besaban y acariciaban mientras que las ahora furiosas ensartadas de verga se venían una y otra vez, acomodándose cada uno lo mejor que podía, el pordiosero le lamía el cuello y chupaba sus tetas sin dejar de penetrarla, sus descaradas manos nuevamente la tenían atrapada por las nalgas y por cada embestida que le daba la jalaba hacia su inmenso cipote apretándola con fuerzas contra el adivinando que eso que hacía a la hembra le encantaba.
Jennifer disfrutaba como una verdadera enajenada la cacha que le estaba pegando a campo travieso, sus ojos verdes que estaba perdidos en alguna parte del puente aledaño vieron como de pronto un vehículo que había pasado por este se devolvía en marcha atrás y que sus dos ocupantes masculinos se bajaban para apoyarse en las barandas y se ponían a ver como a ella se la estaban culeando, y cuando quiso darle aviso a su macho de que estaban siendo observados este mismo moviéndose como pudo logró ponerse sus dos estilizadas piernas sobre sus propios hombros, con esto sus penetraciones se hicieron más profundas como enérgicas, ella sudaba y él la poseía a su antojo, por lo que a la Diva no le importó lo más mínimo que los estuvieran observando, total estaban muy lejos de ellos le aconsejaba su ardiente subconsciente, haciéndole que ella también comenzara a mover sus caderas al ritmo de la cogida.
-Arghhhhhh…!!! Te la siento apretadísima mi putita deliciosaaa…!!!, que buena eres para culearrrr!!!, muéveteeee…!!! así…!!! así…!!! menéate más rico mamacitaaaa!!!!, -le vociferaba el indigente al mismo tiempo que era el quien la movía y la ensartaba.
Jennifer ahora con sus ojos cerrados no hacía más que disfrutar y entregarse a ese asqueroso pordiosero, claro que ella en estos momentos no lo veía para nada de asqueroso, y al contrario de ello ahora se meneaba tal cual como ella sabía cómo le gustaba a los hombres que una mujer se moviera, así que cuando el pordiosero la embestía furiosamente ella salía con su vagina a su encuentro moviéndole sus caderas y su cintura en forma alucinantemente desquiciada, haciendo aun más profunda la invasión de verga negra en sus rosadas entrañas de hembra Latina, estaba sintiendo muy rico, unos ratones inmensos corrieron casi chocando a la pareja, pero ahora se la estaban trabando tan exquisitamente bien que ni siquiera le importó la asquerosa y repelente situación, ella prefería que se la siguieran culeando a interrumpir la sesión de sexo por unos simples roedores, total estaba don Tobías para defenderla. Se decía en su perdida mente.
Ahora mientras ella seguía disfrutando de la ardiente cacha que le ponían, la Diva comprobaba que habían mas carros detenidos en el puente aledaño y que eran muchas las personas que ahora miraban a lo lejos como a ella se la cogían, situación que hizo que casi se desbordara de calentura.
Rápidamente tomó al negro de sus espaldas atrayéndole hacia ella haciendo con esto que sus piernas nuevamente quedaran abiertas y recogidas hacia los lados, a posterior giró con el vagabundo siempre clavado en su cuerpo y un rato después ya estaba montada y empalándose ella misma su tremenda pieza carnal en la zorra moviendo sus caderas en forma desesperada, cabalgándolo y cogiéndoselo muy rico, meneando su pelvis y sintiendo su negra verga en lo más recóndito de su interior.
Los minutos pasaban y Jennifer se movía suave y bien rico con su cuerpo semi inclinado hacia adelante apoyada con ambas palmas de sus manos en el barro, y con toda la verga del vagabundo embutida en su rosado sexo, mientras este le estrujaba las nalgas, sobándolas en todas sus redondeces, abriéndoselas y cerrándoselas, luego este mismo le succionaba las tetas al mismo tiempo que ya sin pensársela mas metió uno de sus dedos en su orificio posterior profanando así su apretado esfínter con lo que la hizo gemir de calentura a la misma vez que le hacía pensar seriamente en la posibilidad de dejarse encular ante las miradas de los automovilistas en el puente aledaño, la sudada hembra al volver a mirar en aquella dirección vio que ya eran varios hombres los que miraban y grababan con sus celulares la magnánima culeada que se estaba pegando.
El salido y caliente viejo pordiosero ajeno a lo que estaba sintiendo la exuberante cantante al estar siendo observada por los mirones automovilistas igual cayó en cuenta que le tenía metido en el culo un dedo entero así que envalentonándose con esto se dio a decirle y proponerle.
--Te gustaría tener el culito lleno de carne verdad putaaa!?, --Ohhhh que rico me exprimes la vergaaaa… culias muy sabroso Putaaa…!!!, -le dijo al sentir una contracción vaginal que le dio JLo a la verga con las salidas palabrotas que este le estaba diciendo, para luego continuar con las peladeces. --Ya me imagino tu trasero bien estrechito y apretado siendo partido por mi pedazo de carne negra, jijiji.
--Ayyy no lo sé señor Tobias, nunca me cabra por ahí donde Usted diceee…!. –le contestaba la Diva siempre meneando su cintura y con los ojos cerrados, en su mente ya se imaginaba a ella puesta en 4 patas y dejándose encular por esa semejante y gruesa herramienta.
--Pus ahora te lo romperé putaaa!!!
--Nooooo Señor Tobiassss… me partirá en dos si lo intentamosss, -Jennifer era inconsciente que ella misma ahora se incluía en la enajenante posibilidad de intentarlo, y le decía todo aquello siempre moviéndose y cogiéndoselo más caliente que nunca, subiendo y bajando sus caderas bien trabada en su tranca.
El negro por su parte se la estaba pasando de lo lindo con semejante Diosa clavada a su negro mástil de carne y hablando tan viles leperadas, aun así el quería poseerla en forma completa y aun sintiéndose con fuerzas para seguir descubriendo las bondades carnales que poseía aquella Diosa se dio a ir sacándole lentamente su verga ya que ahora quería partirla por el culo, el vagabundo rápidamente la empujó hacia un lado y Jennifer a sabiendas de lo que se le venía automáticamente se puso en 4 patas ofreciéndole sus suaves nalgotas para que el pordiosero se la culeara por detrás hasta despedazarla si es que el así lo quería, y este al verla puesta como las perras y mirándolo hacia atrás junto con abrirle con ambas manos sus nalgas el mejor culo latino según todos los especialistas en culo dirigió la gruesa cabeza de su verga justo al medio del punto rosado que la hembra poseía y casi en el acto se dio a penetrarla por el culo.
El enculamiento de JLo fue un verdadero suplicio, ya que al negro pordiosero le costó un mundo poder abrírselo, pero como la Diva estaba siendo más que cooperadora al estar aguantando el inmenso dolor que le ocasionaba el intento de adentramiento vergal, el esfuerzo del vulnerable macho fue recompensado porque finalmente le entró, con la exuberante Latina puesta en 4 patas mientras el negro empujando su apéndice y estando bien aferrado con sus dos manos a las amplias caderas de ella poco a poco su verga fue ganando terreno ante el lacerante sufrimiento de Jennifer al estar sintiendo como los 8 centímetros de grosor prácticamente la estaba partiendo en dos.
Los automovilistas desde su lejana posición estaban impactados ya que a pesar de la lejanía se notaba claramente que la hembra a la cual se estaban culeando debajo del puente abandonado poseía un cuerpo despampanante en comparación al estropajo de hombre que se la estaba sirviendo, maldecían que el zoom de sus cámaras no pudieran grabar nítidamente el rostro de la mujer, se parece mucho a una Famosa comento uno sin imaginar que era la mismísima Jennifer Lopez a la que estaban culiando allí abajo, pero si sería muy buen material para subir a internet se decían y comentaban sin dejar de grabar.
Por otra parte y al otro lado del puente pegados a las alambradas había un grupo de 10 indigentes que vagaban por esas soledades y que se habían encontrado también con semejante espectáculo, en un principio pensaron que la parejita que estaba abajo del puente era uno más de ellos con otras de las viejas gordas, feas y alcohólicas que de vez en cuando se dejaban caer por esos lares, pero al notar el calibre de hembra con la cual ese infeliz se estaba apareando era nada mas y nada menos que la famosa JLo y no pudieron más que quedarse pegados a la alambrada mirando y masturbándose a la vez que se dieron a animarlo y a aplaudirle su ardiente hazaña.
Volviendo a la quebrada lujuriosa y justo debajo del puente adonde se llevaba a cabo el doloroso enculamiento de Jennifer, ella misma sufría la forzada dilatación de su esfínter, pero a pesar de lo doloroso que estaba sintiendo era ella misma quien más alentaba a su sucio compañero a que la culeara más profundo de lo que ya se la estaban metiendo, y cuando la verga estaba atorada solo hasta la mitad de su reducto posterior, y en el momento en que el pordiosero se dio cuenta que estaba siendo observado y vitoreado por un grupo de indigentes que el bien conocía se concentró al máximo y le mando un sólido empujón con el cual de un puro golpe seco y brutal terminó por meterle toda su gruesa verga negra.
El épico enculamiento fue observado tanto por los vagos como por los automovilistas y ambos grupos se dieron a aplaudir la proeza del negro, mientras que Jennifer gritaba y corcoveaba como una enajenada, movía y sacudía el culo para ambos lados una y otra vez intentando escupirlo por su ojete, pero el enardecido vagabundo cual cowboy del lejano oeste se aferraba a sus caderas negándose a sacársela, parecía como si este estuviera arriba del toro mecánico en pleno funcionamiento, ya que JLo corcoveaba con el culo para todos los lados posibles tal cual como lo hacen las yeguas cuando recién se ven ensartadas, así que una vez que el negro viendo como su yegua se negaba a mantenerlo en sus interiores la agarró firmemente de los cabellos que nacían arriba de su frente para jalarla con fuerzas hacia atrás exponiendo su rostro a quien quisiera verla y con claras intenciones de domarla a la misma vez que se la dejaba embutida en forma completa.
La dolorida hembra se arrepentía de haberse dejado encular tan dócilmente en un principio a la vez que sentía como la tenía toda adentro, por ahora solo se daba a pujar y a llorar, mientras el negro vagabundo solo se daba a respirar pesadamente, hasta que este ya queriendo sentir las sensaciones que le daría la famosa hembra con su apretado orificio posterior se la dejo salir hasta la mitad para luego volver a encajársela con mas energías que antes, así empezó un rico movimiento de entrada y salida del distendido orto de Jennifer, el cual le ardía y dolía terriblemente, ella entre sollozos le pedía que se la sacara, pero el vagabundo nunca le hizo caso, y al contrario de ello y al notar que su mujer ya no se movía con las fuerzas de al principio se dio a asestarle unas fuertes y sonoras nalgadas a modo de reprimenda por habérsele puesto difícil.
El caliente vagabundo se la estaba culeando de una manera espeluznante y salvaje y la Diosa que ya había superado la parte más enajenante de aquel público enculamiento ya se estaba comenzando a calentar, ahora entendía que todo esto debía ser así al comprender que si ya se la había podido con su zorra ahora también se podía a esa verga con el culo, y el indigente cumplía a las mil maravillas con sus salidos ímpetus femeninos, horadándole el culo una y otra vez con vibrantes estocadas tan profundas como dolorosas que la hembra ya hasta sentía que en cualquier momento se desmayaba de dolor.
Pero el nivel de su excitación superaba al del dolor y en un verdadero arranque de pasión mesclada con lujuria al sentirse humillada públicamente al notar que a lo lejos la estaban grabando mientras que por el otro lado y un poco más cercanos a ellos estaba el grupo de mendigos masturbándose y aleonando a sus colega a que la matara a cachas no se resistió mas y se abandonó a las delicias del sexo anal pidiendo a grito limpio que no pararan de meterle la verga:
--Asi…!! asi…!!! Asiiiii…!!! Mas fuerteee…!!! mas… mas profundooooo!!!!, así señor Tobiassss ábreme todo el culo si así lo quiereee!!!! Es todo suyooo…!!!! es suyooooo!!!!!
Mientras que el concentrado pordiosero escuchaba como su mujer le pedía que se la metiera más fuerte y más profundo él así se lo hacía ensartándosela con rudeza. Se la sacaba casi hasta la punta para luego dejársela ir de golpe y hasta el fondo de sus entrañas en donde antes de sacársela otra vez se daba a moverla circularmente explorándolo todo con su verga al interior de ella e intentando abrirle más el culo tal cual como ella lo estaba pidiendo.
De a momentos la hembra se sentía morir de dolor pero allí estaba ella puesta en 4 y aguantándola toda, hasta que en un momento dado en que sintió que ya no lo iba a lograr por muy caliente que ella estuviera le suplicó que por favor ya se la sacara, pero el vagabundo quien ni si quiera la escuchaba al estar concentrado solo a su propio placer no importándole lo que ella estaba sufriendo se la volvió a meter más fuerte que antes y de un solo espolonazo con lo que la hizo gritar más fuerte de lo que ya lo había hecho, así se la estuvo culeando por un buen rato, diciéndole de a ratos lo muy puta que era, con Jennifer sollozando y sonriendo y a veces jadeando entregándose poco a poco a su verga con su culo ya totalmente abierto.
Ahora la hembra le movía enajenadamente su tronco, cintura y caderas como culebra disfrutando de ese animal que se la estaba culeando por el orto, las negras manos de este la tenían firmemente agarrada de sus brillosas ancas, apretándola con fuerzas contra su verga mientras ella se la comía entera, se la metía y se la sacaba a un ritmo veloz hasta que una de sus manos se fue hacia su panocha para claramente comenzar a masturbarla al mismo tiempo en que la enculaba haciéndola encabritarse con su cuerpo para por fin lograr hacerla gritar y explotar en un fabuloso orgasmo tan doloroso como placentero y terrible…
--Ohhhh…!!! Diossss…!!! Diossssss…!!! señor Tobías no me masturbeee…!!!! no me masturbeeeee…!!!!! que me corrooooo…!!!!! Me corro por los dos ladossss…!!!!! me corroooo…!!!!! me corrrooooooo…!!!!!!, -y así la hembra quien empujaba su anatomía hacia tras para hacer más profundas las clavadas en el momento en que fue invadida por las oleadas de escalofríos sufrió un doble orgasmo tal cual como ella le decía al hediondo vagabundo, se había ido cortada tanto por la zorra como por el culo.
El señor Tobías para descansar un tantito se la fue desclavando casi con cuidado, el sabia que aun tenía casi toda la tarde y la noche para seguir cogiéndosela, y cuando por fin pudo sacársela por completo vio como desde su abierto hoyo rosado caían unos extraños líquidos transparentes que se mesclaban con sangre ya que obviamente le había rajado el culo en el momento en que se la había ido metiendo, hasta que de un momento a otro vio como se cerraba apretadamente ese redondo circulo rosado que se le había visto al medio de las nalgas.
Por su parte JLo cuando cayó en cuenta que estaba desclavada y al sentir en su abierto orificio posterior el frío aire que entraba hacia su interior, y al ver al negro viejo mirándola y sonriéndole en forma insana mientras se masturbaba su diabólico y grueso instrumento, ella misma y sin que nadie se lo pidiera giró su cuerpo siempre puesta en 4 patas para volver a mamarle su verga, el pordiosero por su parte al volver a sentir los húmedos labios de la Diosa se estremeció de un delirante deleite, ya que la ninfa le estaba otorgando una mamada sublime, pero más encantado se quedo cuando fue la vigorosa hembra quien le solicitó:
--Culéeme mas señor Tobías… se que Usted aun no acabo… y yo quiero sentir eso que le sale de aquí adentro, -le dijo a la misma vez que le lamía los testículos, claramente esa era la señal en que la caliente hembra le indicaba que ese era el lugar en que estaba el hirviente contenido que ella quería sacarle.
--No me digas putita… y por donde los quieres recibir…!?. –El viejo se sentía en el paraíso…
--Por donde Usted quiera dármelos…!, srppsss…! Srpssssss…!!, -la Diva estando ahora arrodillada ante él seguía ensalivándole las bolas.
El negro rápidamente la tiró directamente de espaldas en el barro, desde hace rato que estaban lejos de los harapos del pordiosero y Jennifer rápidamente se abrió de piernas cayendo en cuenta que el vagabundo le iba a echar el semen por la zorra tal cual como lo había hecho la noche anterior, y una vez en que ella ya estuvo en posición el exaltado vagabundo nuevamente se la metió por delante, claramente por esta parte ya no le dolió nada y el viejo una vez acomodado cuando la tuvo trabada se dio a bombearla con furia y rapidez.
JLo se la sentía toda, experimentaba su tiesa extensión centímetro a centímetro mientras el viejo se daba a culearla, con sus semi cerrados y lánguidos ojos verdes vio a tres asquerosos ratones que volvieron a cruzar rápidamente solo a centímetros de su cara que estaba casi enterrada en el barro, pero a ella esto ya casi ni le importaba ni tampoco le temía, al haber sobrevivido analmente a ese tremenda verga de burro de la cual ella ya se sentía dependiente.
La aglomeración de personas en el otro puente aun seguían grabándola, como así mismo un poco más arriba de donde a ella la tenían tirada mientras la montaban los vagos estaban más que desesperados buscando la forma de poder bajar a la quebrada para también ellos probar de sus encantos, incluso uno tuvo la osadía de treparse por uno de los altos postes para poder caer al otro lado y bajar por la peñascosa pendiente pero tuvo tanta mala suerte que debido a la altura perdió el equilibrio y cayó aturdido al haberse pegado en la cabeza en una piedra y sin lograr por ultimo haber caído en el lado correcto, por lo tanto la hermosa cantante latina comprendió que podía seguir fornicando sin temor a nada malo.
La sensaciones al estar siendo violada por un asqueroso vagabundo negro y siendo vista por una multitud de gentes desconocidas la estaba llevando a placenteras dimensiones prácticamente desconocidas para ella, tenía sus manitas clavadas a las fláccidas nalgas del viejo y canoso pordiosero, hasta que estas ardientes sensaciones le hicieron ver toda la constelación de estrellas habidas y por haber en lo más lejano del universo, la hembra sencillamente explotó, su vagina se contrajo rítmicamente como si estuviera chupando esa gran verga rica que la ensartaba hasta el fondo forzándola a otra vez gritar y gemir de calentura ante otro demencial orgasmo tan intenso y prolongado que casi la aturdieron de un vicioso gusto, al mismo tiempo que incitaba al indigente a que siguiera metiéndole verga todo lo que él quisiera,
--Ahhhhh…!!! Sigaaaa…!!! Mas…!!! mas mi vidaaaa…!!!! Asi mi amorrrrrr…Burroooo!!! trábame todaaaa!!! Cógame mas durooooo…!!!, señor Tobías mi vidaaaaa…!!!, métamela todaaaaa…!!!, que me estoy vieniendoooooo…!!!, así…!!!, Ayyyy…!!! , massss…!!! quiero massssssssss!!!
El eufórico vagabundo le chupaba las tetas con fuerzas y se las mordisqueaba dejándole otras marcas en diferentes partes de estas, mientras que Jennifer con sus femeninos piececitos le pegaba en las nalgas pidiéndole más verga mientras ella se seguía yendo cortada.
Y cuando el pordiosero le mandó el más fuerte y poderosos de los empujones declarando que con este la iba a premiar con su descarga de semen, la hembra con sus bien formadas piernas en forma de tenazas se doblaron en su cintura para entregarse a él moviendo rápidamente su pelvis como si lo estuviese masturbando con esta, sintiendo en esta misma los envaramientos que hacia la negra verga al estar anticipándose a una espantosa eyaculación.
JLo imaginándose el liquido blanco que saldría de la punta de la verga que mantenía ensartada en su jugosa hendidura contrajo la panocha con todas sus fuerzas y gozó como una verdadera puta exhibicionista de la verga que tan buenamente mantenía encajada, sus brazos lo apretaban contra ella, y sus manitas se aferraban apasionadamente a la piel de su espalda disfrutando como nunca lo había hecho, hasta que por fin los chorros de semen caliente que le inyectaba con aquella poderosa manguera la inundaron por completo, mientras el dichoso vagabundo seguía bombeando ahora despaciosamente pero sin sacar ni un centímetro de verga de aquel placentero reducto que la mujer Latina le había convidado.
La hembra quien estaba enloquecida sintiendo los largos lecherasos de esperma espesa y caliente que el negro le estaba depositando otra vez en su misma matriz, experimentaba que la verga del negro estaba durísima y que esta pulsaba convulsivamente incluso hasta levantarle las caderas del barro cuando el pordiosero le escupía una nueva venida de semen y ella a la misma vez intentaba exprimirle hasta la última gota que este tuviera para darle, hasta que finalmente cuando los testículos del indigente quedaron prácticamente secos, fue cuando la hembra se sintió desvanecer para ir poco a poco aflojando sus nervios y los ligamentos de sus articulaciones, hasta que ambos cuerpos, uno blanco y el otro negro, nuevamente se quedaron inmóviles pero siempre tendidos en el barro y bien pegados con sus sexos el uno al otro, la hembra concluyó que este viejo sí que la había gozado como nadie y en su pérdida mente deseaba que el vagabundo también opinara lo mismo de ella.
El recién deslechado pordiosero en forma temblorosa se dejó caer a un lado de ella, pero sin sacar su gruesa virilidad que poco a poco iba perdiendo su dureza, hasta que al ir sacándosela lentamente un borbotón de semen se hizo presente con globitos y todo quedando coagulado entre los sedosos bellitos de la casi desmayada mujer, quien solo pensaba en que había sido bien cogida como nunca por un indigente negro y debajo de un puente abandonado rodeada de desperdicios y de ratones que aun merodeaban por el lugar, aun así se sentía gozosa sin poderse explicar el motivo de su estado, pero estaba encantada con el pordiosero y se lo demostró quedándose en el barro junto a él abrazándose a su cuerpo como si verdaderamente ella fuera su mujer, y así sin hablar y sin decirse nada se quedaron por varios minutos.
Fue la hembra quien rompió el silencio del extraño momento, los indigentes ya se habían ido al igual que los automovilistas al haber comprendido que ya no habría más acción.
--Mire como me ha dejado… estoy toda sucia…, -le dijo mirándolo con una amplia sonrisa y con todo su pelo encharcado de lodo hediondo.
--Jijiji… no importa dulzura ahí tienes agua debajo del puente… mientras te bañas atracaré el carretón a un lado para protegernos del frío, ya que pasaremos la noche aquí debajo del puente y ya para mañana te iré a dejar a la plazoleta.
Al siguiente día el viejo negro respetó su promesa, si bien había sentido las tremendas ganas de volver a cogérsela comprendió que si no se ponían en marcha lo antes posible no llegarían a tiempo a la plazoleta en el horario que le había solicitado la hermosa cantante. Y por su parte Jennifer quedo más que encantada al notar que el indigente iba a respetar el acuerdo.
-Sabes?, nunca en mi vida me había cogido a una mujer como tú, ni siquiera cuando fui joven… --Yo no sabía lo que era hacerlo con una mujer joven, mis hembras siempre fueron viejas feas y gordas, tú has sido la más jovencita que me he cogido, jijiji…
--No me diga… y eso es verdad!?, yo soy la mujer más joven con la que Usted ha estado íntimamente?
--Pus si…!, que edad tienes lindura?, solo para recordarlo cuando me masturbe pensando en ti…
--Ehhhh… yo tengo 50 años… y Usted qué edad tiene…?
--Ni idea, jijiji, ya te dije que ni siquiera tengo un apellido, menos voy a saber cuándo naci…
Una vez que ya llegaron a la plazoleta abandonada con Jennifer estando con su cuerpo limpio pero vestida como una verdadera harapienta vio que a lo lejos de la ancha calle de cemento veía que uno de sus vehículos venia acercándose, rápidamente se dio a despachar al indigente para no hacer tan incómoda su situación ante don Pricilo, aunque ella ya había tomado ciertas determinaciones para su futuro, aun así se dio a despedirse del señor Tobías.
--Señor Tobías, me vienen a buscar, es mejor que Usted se vaya…, -le dijo nostálgicamente.
--Está bien mi washa me voy entonces, segura que no te quieres quedar a vivir conmigo en mi casita!?, -la hemosa cantante se sonrojó y se rio de tal invitación, pero no por humillar al negro sino que sencillamente le dio risa al imaginarse a ella haciendo una vida conyugal con el pordiosero dejando su Mansion en los Angeles.
--Como se le ocurre… yo no podría hacer eso, y gracias por haberme cuidado en estos dos días, mire tome esto en señal de mi gratitud, -la Diva se sacó su anillo de piedras preciosas que había recibido al ganar el premio GRAMY para ser ella misma quien se la depositaba en su mano. –Cuando vaya a la ciudad véndala y cómprese ropa y comida, este anillo vale una fortuna pero para mí ya no vale nada, y como le dije tenga cuidado porque vale mucho.
--Ohhhh…!!! gracias mi washa y no te preocupes que en algo me manejo con los números, sobre todo si se trata de dinero, jijiji…
--Y una última pregunta…!?, -le dijo Jennifer en forma más que nerviosa.
La hermosa cantante con su corazón latiéndole a mil por hora, y mordiéndose el labio inferior se la tiró antes de que llegara el auto que la andaba buscando y no le diera tiempo para su proposición.
--A Usted le gustaría hacerlo… hacer eso que nosotros hicimos, pero el próximo mes exactamente!?… o sea, a… acostarse conmigo de nuevo usted me espera aquí en esta carretera!?
--Pus claro que me gustaría mi reina… además…
--Solo eso quería saber…! ahora váyase…! váyase pronto que el vehículo que me viene a buscar ya está por llegar.
Jennifer Lopez con su corazón casi saliéndosele por la boca debido a su enajenante ocurrencia vio perderse al pordiosero por entre medio de unos tarros de basura, mientras el patrullero policial ya estaba dando la vuelta con una de las camionetas que también acompañaban para la busqueda, todo termino en las noticias de todos los medios donde JLo es encontrada sana y salva en medio del desierto de los Angeles, pero ella en su interior sabe que ya no es la misma.
FIN…