JLo Y EL MENDIGO CAPITULO 4
Te voy a coger putaaa !!, te voy a pegar una tremenda culeada !! Será la cacha de tu vidaaa...!!!, jajaja !!!, te la voy a estar metiendo hasta romper tu blanca y aristocrática panocha a vergazo limpioooo !!!,las lepradas que le vociferaba el viejo a la ya caliente JENNIFER LOPEZ
Jennifer quien se sintió despojada y desvalida ante el demencial encueramiento en el que se encontraba no opuso ningún tipo de resistencia debido al inmenso estado de miedo mezclado con nerviosismo ya que ahora sí que sabía que aquel inmundo pordiosero no se iba a conformar con solo simples manoseos, mientras sentía como la apestosa lengua del vagabundo buscaba con desesperación a la de ella en el interior de su boca, automáticamente su mente le volvió recordar de lo muy miserable que era el reducido espacio en donde un negro indigente pretendía cogérsela, cayendo nuevamente en cuenta que la miserable choza en que la tenían metida se encontraba en un mugriento emplazamiento en donde se acopiaban todas las inmundicias de la gran capital y que ella ahora era parte de las mismas, por lo que se avergonzó de ella misma, (valga la redundancia), pero extrañamente y maldiciéndose una y otra vez reconocía que esto en lugar de cohibirla y amedrentarla le subían la temperatura aún más, por lo que nuevamente se abandonaba a la espera del siguiente paso que quisiera dar el vagabundo.
La exuberante cantante Latina misteriosamente sentía ganas de seguir experimentando esas enajenantes sensaciones de las cuales estaba siendo asaltada, y que a lo mejor ese asqueroso sujeto que la estaba besando en esos momentos de una buena vez por todas se lo hiciera, y no porque le gustara aquel horrendo indigente de raza negra, sino que sus deseos eran nacidos por el verdadero llamado propio de la naturaleza al volver a graficar en su mente la destartalada e inmunda ratonera en que pretendían cogérsela según sus apreciaciones debido a los avances que iba haciendo el negro viejo, con esto la calentura empezó a subirle por cada centímetro de su cuerpo hasta al grado de admitirse a ella misma que también deseaba ponerse a culear al interior de esa cochambrosa y piojenta armazón hecha de palos y de basura, aflojándole con esto todos los tornillos de la escasa cordura que aún le quedaba en su mente dándole el favor a una creciente y descontrolada lujuria nunca antes sentida, a la hembra ahora sí que verdaderamente se le habían pelado los cables.
Jennifer con todas esas enajenantes sensaciones en su cuerpo mas el lamentable estado emocional antes descrito y mientras seguía siendo besada forzosamente por el viejo negro Tobías lentamente fue entrecerrando sus ojos y animada ahora por unas nacientes y gratificantes oleadas de escalofríos que estaba sintiendo en todo su cuerpazo, fue ella misma quien buscó la lengua del pordiosero con la suya, a la misma vez que con sus níveos brazos fue abrazándolo por la espalda en forma apasionada para entregarse al más ardiente e inter racial beso con lengua que la llevaron a estar en la antesala de una infernal y sexual sesión de apareamiento que ya casi deseaba mandarse con un piojento vagabundo.
Por su parte el viejo y negro pordiosero seguía metiéndole lengua intentando traspasar la campanilla de la mujer hasta sus mismas amígdalas, cuantiosas cantidades de babas mezcladas con residuos que se habían desprendido de su lengua se le acumulaban y los traspasaba a la dulce boquita de Jennifer quien al sentir aquellas asquerosidades no le quedaba más remedio que ir tragándoselas todas, incluso hasta ya perecían gustarle, disfrutaba tanto como su indigente pareja que en esos momentos se encontraba en el séptimo cielo.
El negro y viejo Tobías ya estaba casi seguro de que la hembra estaba entregada, así que junto con seguir besándola en forma desesperada y salivosa ahora también se daba a sobarla en distintos puntos de su cuerpo, sobajeos que él iba alternando con sus dos manos entre sus tetas y su dorada panocha, claro que sin meterle ningún dedo todavía ya que ese tipo de penetración la estaba reservando para su verga, pero si sentía que la intensa suavidad de su vientre antes de llegar a sus primeros pelos íntimos y dorados lo tenían al borde del colapso neuronal.
Así que ya estando mucho más caliente y exaltado que antes debido a tan ardiente situación que estaba viviendo con tan soberbia hembra en esos tan soñados momentos nuevamente la tomó por asalto besándola con más calentura que antes, ahora su negra estaca de carne caliente rugía por ser liberada de entre medio de sus harapos y Jennifer que ya se la creía sentir a la altura de su estómago en los momentos en que el mendigo se adosaba a su vientre ya no se aguantó más y en un puro e instintivo movimiento hormonal y calenturiento llevó su delicada mano para internarla por entre medio de todos esos tiesos andrajos que el vagabundo usaba por ropa hasta encontrarla y agarrársela.
La hermosa Latina volvió de una a la realidad ya que el ardiente grosor del cual ella estaba aferrada en esos momentos la dejó sin aliento, mientras seguía siendo besada por el pordiosero su blanca manita no alcanzaba a circundarla por completo, sabía que solamente era una “C” lo que dibujaban sus dedos, y esta enajenante comprobación lejos de espantarla hicieron que comenzara a tantearla aun entre medio de los harapos.
La hembra sabía que de la forma en que estaba actuando podría terminar en una sola cosa y esta sería con ella ensartada por el vagabundo y por esa gruesa lanza que estaba empuñando, y nuevamente sintiéndose caliente hasta más no poder y a manera de solapar sus puteadas que le nacían de lo más profundo de su acalorada mente recordó que fue ella misma por ser terca y salir sola en su auto por el desierto que la llevaron a esa situación.
Lentamente y en forma de abandono fue recorriendo la verga con su manita sintiéndola y palpándola mientras seguía siendo asquerosamente besada en forma salvaje, la manoseaba desde su base que fue de donde la agarró inicialmente hasta su esponjosa punta que era de la misma forma de un huevo gigante, la voluptuosa cantante por más que recorría aquella gruesa manguera de carne comprobaba que esta era enajenadamente larga e interminable, mucho más gruesa y extensa que todas la que probo en su vida, asimismo su vagina se iba encharcando y derritiendo a la misma medida de que ella iba descubriendo y comprobándolo todo, lo que la llevaron a ahora aferrase con sus dos manitas a ese venerable pedazo de carne caliente que en ningún momento la atemorizaron, por lo que se la apretaba una y otra vez sintiéndola y acostumbrándose a ella al mismo tiempo que ahora era ella quien se devoraba los gruesos labios del negro vagabundo para luego de haberla sentido todo lo que ella quiso soltársela para proceder a nuevamente abrazarse en forma impetuosa a la harapienta figura del feliz pordiosero.
Un momento antes el negro quien mientras se entretenía en besarla sintió esas suaves manitas agarrarle la verga, como así mismo experimentó el mayor de los placeres cuando se dio cuenta que la Famosa cantante que había logrado meter al interior de su inmundo cuchitril ahora le recorría su gruesa herramienta una y otra vez como si la muy zorrita no se convenciera de sus medidas y dimensiones vergales, y cuando cayó en cuenta que por fin se la liberaba la muy putinga con fuerzas lo agarró y lo empujó hacia ella para hacer más completa la conjunción de cuerpos determinando que había llegado el momento para enseñarle a la hembra lo que en pocos momentos se comería por el coño.
Jennifer quien ahora veía con sus propios ojos semejante monstruosidad carnal y de forma peneana cayó en un desesperado estado de enervante incredulidad, esa voluminosa manguera negra que estaba rodeada de un motudo bosque de pelos negros en su base que tenía ante su vista era demencialmente larga y brillosa que hasta caía en lo sobre natural, esta estaba surcada por llamativas y nudosas venas que sobresalían desde la carne de su oscuro tronco y que eran tan gruesas como los dedos de su mano (la de ella).
La hembra veía como esa negra y enorme serpiente se envaraba vibrantemente hacia arriba y pulsaba en forma agitada dejando salir de su punta ríos de líquidos transparentes y aceitosamente pre seminales que la recorrían hasta llegar a sus dos grotescos testículos azulados muy parecidos al de los caballos, su mente en forma neurótica le indicaba que en pocos minutos iba a estar fácilmente comiéndose por su tajo intimo y femenino una negra verga de casi 33 centímetros de largo por lo menos x 8 en grosor, (y el que no me la crea que vea videos porno en categoría inter racial), si bien ella misma la había sentido en sus propias manos y ahora el tenerla en vivo y en directo la hicieron caer en cuenta del porque el asqueroso vagabundo se la mostraba tan desvergonzadamente, la situación era obvia, ahora se la iba a culear.
El negro pordiosero estando ya desnudo en forma desvergonzada se agarró su descomunal miembro rugoso y erecto que era tan oscuro y azulado como el mismísimo petróleo, para luego comenzar a agitarlo descaradamente para que su atractiva compañera de pocilga se lo viera en toda majestuosidad teniendo muy en cuenta que esta era la primera vez que veía una mujer blanca desnuda y por lo que veía y por lo que ese curvilíneo cuerpo le hacía sentir a su verga sabía que esta desbordaba deseos carnales por cada centímetro de sus curvas. Jennifer quien de a poco estaba volviendo a la realidad dejando atrás esas ricas emociones de sensualidad en que había estado envuelta supo que si no hacía algo rápido ese repulsivo estropajo de hombre no iba dudar en intentar meterle su negra y deforme virilidad, pero ese ligero estado de cuerdo razonamiento poco le iba a durar ya que al tener la tranca viril del pordiosero de cerca, y que se la veía tan grande, muy gruesa y bien parada, a lo que se sumaba su fuerte y embriagante olor a verga de macho que era mucho más hediondo y fuerte de los que ella ya había sentido antes ni siquiera su ex marido Marck Antoni la tenia tan grande como este mendigo, ahora extrañamente hacían que los latidos de su corazón se le fueran acelerando mucho más de lo normal, como a su misma vez su blanca y dorada vagina nuevamente comenzaba a chorrearse de jugos femeninos. La perdida hembra no se dio ni cuenta cuando nuevamente ya estaba deseando intentar comprobar si aquella brutal tranca de carne negra le cabría entera al interior de su cuerpo, incluso hasta se preguntaba si realmente sería capaz de aparearse con el negro vagabundo, pero cuando sus ojos nuevamente daban con ese enorme y pesado miembro masculino que por su porte y dimensiones ahora apuntaba directamente y en forma diagonal hacia su cara, determinó que si el pordiosero lograba meterle por su tajo aquella grotesca y bizarra protuberancia de carne negra esta fácilmente le llegaría hasta un poco mas debajo de las tetas haciendo con esto que sus alocadas ganas de empalarse con semejante monstruosidad se le fueran a la mismísima verga debido al terror que esto le causaba ya que si el negro lograba embutírselo entero lo más seguro sería que le causaría serios daños en sus órganos internos. Estos sórdidos planteamientos ya casi tenían enloquecida a la pobre Jennifer, y lo más extraño de todo era que a pesar de todas sus acertadas tribulaciones su dorada panocha le hormigueaba en forma desquiciante que la hacían pensar en tal vez intentar dejarse hacer, total si no le cabía entera sería el mismo negro quien se aburriría y la dejaría tranquila, para luego volver a arrepentirse de sus desquiciantes y desnaturalizadas zorrerías que ni ella misma se explicaba cómo era que estas se le ocurrían, pero el poder de la verga negra y larga que tenía antes sus ojos superó todas aquellas aflicciones ya que en un acto totalmente de abandono lujurioso fue ella mismita quien en forma inconsciente e irresponsable para su propia integridad dio su autorización para que prácticamente la destrozaran. El negro pordiosero por su parte creyó morir de amor cuando vio que la bella Cantante Latina después de haber estado mirándole y comiéndole la verga con cara de puta necesitada según él había apreciado, como fue ella misma y solita quien se fue abriendo piernas para luego recogerlas y exponerse para la irrupción de su oscuro ariete tal cual como él lo había profetizado en los momentos antes de que entraran a su mugrienta casucha, y más enloquecido aun quedó cuando a sus oídos llegaba la imperativa solicitud que aquella blanca criatura le hacía: --Señor Tobías… creo que yo también quiero que Usted me haga eso que quería hacerme cuando recién me trajo en su carretón…!!!, -le solicitó Jennifer desvergonzadamente con sus ojos semi cerrados producto de la espeluznante calentura de la cual estaba siendo presa, ya ni siquiera le importaba lo que aquel negro y robusto cañón pudiera romperle en el momento en que este se internase al interior de su cuerpo. --Claro que si zorrita…, jijiji, vez que no era tan malo venir a meterte a mi casita!?, pero antes voy a probarte los jugos que te salen de la concha, será la primera vez que lengüeteo una panocha tan linda y famosa como la tuya, y una vez que me canse y cuando ya estés tan caliente como una yegua en temporada de apareamiento te perforaré tu blanca zorra de putita de alta alcurnia con mi negra y asquerosa verga vagabunda, jijiji, ya verás que te va a encantar cuando te tenga trabada con ella. El viejo negro del señor Tobías con nerviosidad se ubicó justo al medio de los completamente abiertos muslos de Jennifer para luego con sus dos negras y partidas manos posarlas cada una en la parte baja de estos, entre su cadera y donde estos se doblaban, y a continuación con cada uno de sus dos pulgares proceder a abrir los rosados labios vaginales de la curvilínea Latina para así poder echar una rápida mirada antes de lamerle su atrayente rajadura rosadita que estaba segregando una no menor cantidad de fluidos en aquellos momentos, mientras que nuestra muy alterada ninfa se daba a pensar y pensar del estado en que se encontraba al estar siendo inspeccionada tan íntimamente por un viejo vagabundo negro que casi recién había conocido y que para rematarla era ella misma quien le había solicitado que le metiera su gigantesca herramienta viril y caballuna que este se gastaba. La muy excitada JLo se encontraba con su mente totalmente perdida y nublada, y a pesar de todas sus morbosas contradicciones en donde el tamaño de la vergota del vagabundo llevaba el estandarte en lo que se refería a sus salidas emociones en las cuales estaba sumida, igual se daba a pensar de lo extraño que era eso de que el vagabundo en cada momento en que se dedicaba a mandarle soeces bombardeos de peladeces este se esforzaba en remarcar sus diferencias de origen como si esto realmente lo excitaran, y en el fondo de su mente reconocía que por lo menos a ella también la tenían verdaderamente hirviendo de calentura, lo cual quedaba evidenciado con su bella carita de finas facciones completamente mojada de transpiración, así lo demostraban varias gotitas de sudor que ahora la adornaban, además que sus sensuales labios rosados ahora habían adquirido un exquisito color rojo como las frambuesas y los mantenía semi abiertos mientras respiraba agitadamente por ellos, tanto por el miedo como por la excitación, hasta que otra vez y sin aguantarse mas era ella quien le demandaba al pordiosero a que de una buena vez por toda la atendiera, y ahora lo hacía de la misma forma en que lo había estado haciendo el pordiosero:
-Señor Tobías…! p… por f… favor p… páseme su n… ne… negra l… len… lengua por mi b… blanca v… vaginaaaa…!!, ya casi no me aguanto…!! lo deseo tantooo…!!!, -con solo decir ella misma semejante barbaridad desde su zorrita salió expulsado una buena cantidad de fluidos femeninos que fueron advertidos por el negro mendigo.
Dicho y hecho, el vagabundo después de haber mirado todo lo que quiso hacia los íntimos interiores vaginales de la Exuberante latina, en donde también estudio en forma sobre cogida ese atractivo monte de Venus apenas sombreado por áureos y escasos pelitos encrespados, y que además no paraba de chorrear líquidos vaginales ni se la pensó para enterrar su gruesa nariz en la dorada pelvis de la Jennifer para luego de aspirar aquel adictivo aroma vaginalmente femenino hasta embriagarse en el, al instante comenzó a lengüetearla y devorársela en forma casi animal y hambrienta, respirando y absorbiendo por los notorios hoyos de sus fosas nasales todo ese fuerte aroma a hembra que seguía expeliendo ese atrayente tajo de carne que se estaba zampando como a su misma vez se iba bebiendo todos los ácidos y dulces jugos femeninos que este le iba soltando.
--Asi…! Asiiii…! señor Tobiasss…!!, métame su puntiaguda y caliente lengua más para adentroooo…!!!, -le solicitó de pronto la hembra con sus ojos verdes semi cerrados puestos fijamente en los palos del techo de la mugrienta casucha, y con excitada convicción.
Mientras el caliente y negro vagabundo disfrutaba comiéndose aquella atrayente panocha blanca sorbiendo todo lo que salía de ella como a su misma vez inconscientemente y por las ganas que este le ponía a semejante ágape vaginal también le estaba sacando todo el aire que había al interior de su bajo vientre causándole a la Exitosa cantante electrizantes sensaciones que la llevaron a comenzar a moverse al mismo ritmo en que le comían la concha.
La pobre estaba tan caliente y desesperada que inconscientemente había agarrado uno de los mugrientos sacos y se daba a morderlo y a chuparlo intentando con esto redimir sus bramidos de calentura.
--Ohh…! Ohhh…! Señor To… Tobiasss…!! Diosss…!! Diosssss…!!! Esto… esto… es muy ri… ricoooooo…!!! Mmmmm…!!! Ahhhhh…!!!
El enardecido pordiosero viendo la caliente porrista que tenía abierta de patas y haciéndole barra a grito limpio comenzó a chupar y a lamer cada vez más fuerte y más profundo introduciendo su lengua lo más adentro que podía, al mismo ritmo en que se lo solicitaban.
--Mmmmffffsss…!!! Sigaaa…!!! chupemelaaaa…!!! Diossss…!!! Diosssss…!!! Que ricoooo…!!! Me va a mandar cortadaaaa…!!! Me va a mandar cortadaaaaa…!!!, Ohhhh…!!! Ohhhhh…!!!! Me corrrooooooo!!!!, -le gritaba y repetía Jennifer una y otra vez al mismo tiempo que sufría un arrebatador orgasmo, por lo que el señor Tobías ardientemente entusiasmado se concentró en profundizar con su lengua rápidamente y hasta lo más recóndito que podía al interior de la mojada panocha que se estaba sirviendo y que no cesaba de soltarle chorros de caldos íntimos y calientes, mientras que la curvilínea cantante orgasmeandose como una posesa tensaba todo su cuerpo a la misma vez que se abría de muslos todo lo que podía.
El negro pordiosero que estaba preso de una infinidad de sensaciones tan lascivas como carnales lentamente se fue separando de la encharcada panocha que se acababa de devorar, su desdentada bocota abierta la tenia bañada y chorreante de los líquidos que le había regalado esa rubia de ensueño a quien veía tirada entre sus pulguientos sacos harapientos y que aun estaba siendo atacada por los últimos tiritones de cuerpo, así que aprovechando el estado en que la tenía se dio a proponerle.
--Quieres que te culie mi amor…!?
Jennifer que para nada estaba con sus 5 sentidos bien puestos y perdida en las nebulosas de reciente orgasmo aun así cayó en cuenta que semejante tranca por muy tentadora que se viera debido a su grotesco volumen nunca le cabría entera, por lo que imaginaba que si a ese negro indigente se le ocurría la insana intención de aparearse con ella, lo más seguro que ocurriría seria que la reventaría en el intento, y justo cuando le iba a decir que se la había pensado mejor y que la mejor opción era que cada uno se durmiera vuelto para su lado tal como lo habían acordado inicialmente sintió como la lengua del negro nuevamente le violaba su boquita avisándole que por su parte no había mucho que conversar y que se la iba a coger si o si, o al menos eso era lo que entendía la hermosa cantante, y qué decir cuándo se subió sobre ella dejándole caer su enorme torpedo de carne sobre su plano vientre, en donde ella con solo comprobar su poderío pensaba que al momento de que se la metieran sencillamente la iban rajar desde la zorra.
--Estás bien caliente y mojada blanquita, ahora sí que vas a disfrutar mucho de una verdadera verga negra y pordiosera cuando te la tenga encajada en tu cuerpecito putita… te voy a coger por todos tus hoyos, jijiji, te los dejaré bien abiertos para que siempre me recuerdes si es que sales viva de las tremendas cachas que te voy a poner por el culo y por la concha, jijiji.
La Diva quien ya había vuelto a medias a la realidad ya no estaba tan convencida como hace un rato de querer intentarlo.
--Por favor señor Tobías no me lo vaya a hacer...!, no me va a caber entera… su cosa… es… es… demencialmente grandeeee…!!!, –Jennifer al ya haber disfrutado de un riquísimo orgasmo ahora solo pensando en ella y en forma egoísta pretendía no cumplir con su parte del contrato, y esto por el autentico terror que le causaba el solo imaginar esa gigantesca herramienta abriéndola por su vagina, pensaba que sus carnes no resistirían y que simplemente se la partirían.
-No mamita... recientito te corriste como una autentica cerda y por lo que vi tampoco te hiciste mucho del rogar para que te lengüeteara la concha, así que ahora me toca a mi putingaaa…!!!, de aquí no te vas hasta que no te vayas bien cogida y bien perforada de tus agujeros...!!!
-Está bien…! Ok…!, está bien…!, -La exuberante Latina para nada estaba convencida de lo que decía, pero no tenia mas alternativa, --Solo le pido que cuando me la este metiendo lo haga con mucho cuidado, y cuando Usted vea que ya no le entra mas por favor deténgase, su miembro es muy grande… y sé que nunca me cabrá…
--Vale ricura…, pero primero cómetela por tu boquita un poco, quiero sentir esos dulces labios de fresa envolverse en mi gruesa tranca caballuna, sabes?, nunca en mi vida una mujer quiso hacerlo conmigo por miedo a que las rompiera por dentro y porque soy extremadamente feo, lo reconozco, jejejeje, tu eres la primera hembra que se me anima a hacerlo por las buenas con este pobre viejo negro y pordiosero, además que vas a ser la primera hembra en mi vida que va a chupármela -en eso el ya mas envalentonado vagabundo la tomó en forma prepotente de sus rubios cabellos para que se pusiera en 4 patas con su cara frente a su alargado y grueso engendro masculino a la vez que mientras la jalaba le decía, --Ponte como las perras y métetela en la boca...!!! Anda… se buenita...!!! Chupalaaa...!!! Chupalaaaa....!!!!
Increíblemente para todos nosotros, pero sobre todo para el ansioso y enardecido viejo indigente, fue que Jennifer después de ponerse como le decían ella solita hizo el resto del trabajo ya que al sentirse aliviada por extender el momento de la penetración, y extrañamente sintiéndose también de lo más afortunada por ser ella la primera que disfrutaría bucalmente de ese atractivo y recio falo masculino lleno de nudos, con ansias y desesperación se aferró a este notando asimismo que aquella gruesa verga de color superaba con creces en dimensiones y poderío a las que ella había conocido en este último tiempo, rápidamente y como una verdadera desesperada se puso a inspeccionarla y a olerla, aquella intimidatoria tranca de carne masculina a parte de asustarla tambien la tenían tan seducida como embelesada.
Hasta que por fin nuestra curvilínea Latina, siempre puesta en 4 en aquella inmunda y reducida casucha rectangular hecha de palos y de basura, se enfrentó a la punta de la colosal verga negra manteniéndola agarrada con una de sus blancas manitas desde el nacimiento de su tronco.
con una de sus manitas se arregló parte de sus cabellos rubios por detrás de su oreja y lentamente fue sacando su inmaculada y fresca lengüita de mujer millonaria para proceder a ser ella misma quien le iba a practicar su primer y femenino lavado de verga a ese pobre y desvalido indigente que rayaba en lo repugnante.
La bella Jennifer antes que nada posó sus rojos labios en el centímetro 15 de aquella descomunal e inflamada tranca negra para luego, y con mucho cuidado, ir recorriéndola hacia el glande con su lengüita que la iba haciendo de retroexcavadora para que cuando una vez que llegó al aceitoso glande el cual vomitaba incesantemente copiosas cantidades de tibios moquillos semitransparentes, volver por el otro lado de la verga y proceder a limpiar aquella lactosa inmundicia de la misma forma en que lo había hecho recientemente, y así lo hizo una y otra vez encargándose de lamer lo que según ella consideraba un hermoso miembro masculino que ella nuevamente ya se sentía con el deber de atender.
El negro y viejo Tobías quien fue el desnudo y dichoso espectador de la forma tan femenina en que literalmente le habían lavado la verga y después de haberla visto tragar toda esa inmundicia que él había tenido almacenada por años entre el tronco y el forro de su desaseada virilidad, mas gozoso se quedó cuando vio que la hembra fue abriendo lo que más pudo sus rojos labios de caramelo para simplemente atravesársela oralmente logrando ensartarse solamente ¼ de esta, para después comprobar cómo la muy guarrilla empezaba a chupársela con mucho cuidado y en forma concentrada.
La mamada era dificultosa para la Diva ya que por más que intentaba ensartarse en la boca otra porción de carne negra no lo podía lograr, sentía como si de verdad en cualquier momento se le rajarían las comisuras de sus labios, o que simplemente se le dislocarían las mandíbulas, determinando que aquel hinchado y duro miembro era demasiado grande para ella ya que ni siquiera conseguía zamparse en último caso la mitad de este, por lo que se tuvo que conformar solamente con succionar la el negro y brilloso glande y un poco mas de esa monstruosidad, alternando a veces con deliciosas lamidas en el tronco y en los brillosos testículos del afortunado vagabundo mientras este en forma libidinosa le decía:
--Así mamacita...!!! así... por abajo tambiennn!!! es toda tuya...!!! tócala...!!! mámamela así…!!! Aahhh... que ricoooo…!!! te gusta chuparla verdad…!!??
Pero lo que obtuvo por respuesta por parte de Jennifer fue que ella estuvo por varios minutos engolosinada solo en la tarea de chuparle, lamerle, succionarle y volver a lengüetearle toda la extensión de su tranca, sin mencionar las grandes cantidades que se tragaba de aquel néctar trasparente y bien salado que se le formaban en sus testículos y que salían por la punta de su alargado y grueso palo de carne que ella tan bien le estaba chupando, el vagabundo en tanto solo se daba al mejor de los festines oculares al estar mirando como aquella Diosa puesta en 4 patas le mamaba la verga tan animadamente, a la misma vez que con una de sus manos negras puesta en los rubios cabellos de la nuca de Jennifer se daba a sentir los movimientos de avance y retroceso que ella hacía con la cabeza, mientras que con su otra mano se encargaba de profanar como un desesperado la parte de su espalda, sus caderas, pasaba también por cada una de sus suaves y estilizadas nalgotas poniéndole a estas unos vibrantes palmetazos, luego por su cintura y también por sus dos colgantes y turgentes tetas que se mecían despaciosamente al ritmo de la mamada, el pordiosero lo hacía una y otra vez, estaba en el paraíso.
En la mente de la Diva mientras se daba a tan acalorada y chupadora labor ya se imaginaba a ella siendo taladrada hasta lo más profundo de su interior por esa negra verga de burro que ella mismita se incrustaba en su boca una y otra vez en forma rítmica, mientras que por su boca ya caían gruesos cordones de los líquidos masculinos que se le escapaban y que no alcanzaba a tragarse, como también por sus fuertes y bien formados muslos nuevamente corrían abundantes hilillos de jugos vaginales, fue en eso que el negro pordiosero ya dándose por satisfecho decidió que ya venía siendo la hora en que esa bonita mujer de cuerpo espectacular e inalcanzable pasara a ser cabalmente, y como lo dictan las leyes naturales… su mujer.
--Ya mamacita… ya deja de mamármela sino vas a hacer que me corra en tu boquita de almíbar, y si eso pasa ya no te la voy a poder meter...!!!, -le dijo el vagabundo en el momento que con esfuerzo le tuvo que arrancar su herramienta de sus manitas y de su boca, la famosa cantante había estado tan empecinada en la acción succionadora que en forma instintiva se había negado a separarse oralmente de semejante miembro masculino.
--Ehhh… queeee…?, que pasaaa!?, -iba diciendo la Diva con su boquita de rosas chorreante de líquidos pre seminales que el viejo había expulsado desde su verga en el momento de la mamada, a la misma vez en que el mendigo la iba acostando nuevamente de espaldas en sus inmundos y entierrados sacos, para luego notificarle.
--Ahora si putitaaa...!, ahora sí que te la voy a meter toditita mi wacha buena para chupar la vergaaa…!!, -el viejo le decía todo esto masajeándose la tranca y mirándola con ojos de degenerado, mientras que Jennifer tendida de espaldas solo le quedaba seguir escuchando todas las peladeces que le estaban vociferando, --Te voy a coger putaaa…!!, te voy a pegar una tremenda culeada…!! Será la cacha de tu vidaaa...!!!, jajaja…!!!, te la voy a estar metiendo hasta romper tu blanca y aristocrática panocha a vergazo limpioooo…!!!, y más te vale que no te pongas a gritar cuando te la abra mira que si te escuchan vendrán por ti y te pondrán a culear con cuanto vato se cruce por tu camino, jajaja…!!!, así que cierra tus ojitos y resiste la negra verga que te voy a embutir por tu blanca zorraaa…!!!, ya que te la tendrás que comer enteraaa…!!! jajaja…!!!
CONTINUARA…