JLo Y EL MENDIGO CAPITULO 2

El grupo de maleantes que ya se dieron cuenta al instante que la hembra que tenían en frente era nada mas ni nada menos que la famosa Jennifer Lopez,la rodearon en semicirculo y daban por hecho que tendrian una larga noche de sexo desenfrenado.

JLo Y EL MENDIGO CAPITULO 2

ADAPTACION DE LA NOVELA DE ROGER DAVID UNA FAMILIA DECENTE VOLCADA SOBRE 12 CAPITULOS VERSION DONDE LA ACTRIZ INVITADA ES LA EXUBERANTE CANTANTE LATINA JENNIFER LOPEZ

Jennifer le dio gracias a Dios que la devastada cancha aún permanecía cerrada con altos alambrados por lo tanto deducía que estaba algo protegida si es que a esos mal vivientes se les ocurrían las enajenadas ideas que le había dicho el negro vagabundo hace un rato.

En eso el maleante de edad indeterminada que vestía de la misma forma en que lo hacen los para militares de poca monta con pantalón mimetizado y todo eso ya estaba por llegar a un lado de la cerca de alambre, la exuberante estrella pop casi con su mente en blanco solo se daba a caminar con ambas manitas al interior de los bolsillos de su ligera chaquetilla lo más rápidamente posible para de una vez por todas alejarse, hasta que este al estar ya medianamente cerca por fin se daba a hablarle,

--Hola washa…!, para dónde vas tan apuradita…!?

Jennifer sin hacerle caso apresuro su caminar siempre mirando hacia el suelo, estaba tan asustada que ni siquiera tenía el valor para mirarlo,

--Te pregunto que porque tan apurada pendeja, o acaso estas sorda!?,

--Ehhhh… yo solo me voy de este lugar…, -de reojo la muy espantada hembra notaba que el hombre a pesar de su aspecto de delincuente usaba su cabello extremadamente corto.

Entonces fue que el maleante la reconoció, era tanto su asombro que por un instante tartamudeo.

Pe-Pe-Pero tu eres Jennifer Lopez, Joder, eres la hermosa JLo, la puta pero que sorpresa, la terrible hembra de hermoso orto aquí en nuestro barrio, no me lo creería nadie si lo cuento.

En eso y junto con levantar su mirada con espanto se dio cuenta que los otros delincuentes que también se habían percatado de su presencia rápidamente habían salido por el otro extremo de la cancha y que se estaban dando la vuelta por esta para salir a su encuentro, con horror vio que alguno de ellos usaban el típico mohicano en su cabeza, y que sus rostros llenos de diversas cicatrices solo denotaban ferocidad y una vida llena de delincuencia.

--Vamos no nos tengas miedo zorrita… Jejeje, es solo que no estamos acostumbrados a ver Famosas tan buenas como tú por estos lugares, de quien te estás escondiendo!?, -le volvía a preguntar el maleante que la seguía.

Jennifer a sabiendas que en pocos momentos aquel grupo de hombres ya estaría justo al frente de ella aminoró su caminar y se dio a contestarle al maleante mas por asustada que por querer mantener una conversación con él,

--De nadie…!, no me escondo de nadie…, es solo que revente mi neumático en la carretera y no pude cambiarlo ahora me encuentro algo desorientada, quisiera saber cómo puedo salir de este lugar, Usted me podría ayudar con eso.

--O sea… si podría pero porque mejor no te vienes a beber con nosotros, lo pasaríamos realmente bien sabes, así estarás a salvo de quienes te anden buscando, que puteada les hiciste para haberte atrevido a meterte en este lugar?, -el maleante se controlaba en no excederse en su vocabulario, esa hembra era de ensueño y no podía permitir que se le escapara antes de que la rodearan y la tuvieran cazada.

--Nada… yo no le he hecho nada a nadie, oiga sus amigos se vienen acercando, por favor dígales que no me vayan a hacer nada malo,

El delincuente calculando que sus camaradas ya estaban aproximándose a paso rápido estimó que esa trolita ya estaba casi en sus manos.

--Lo siento Jennifer, porque tú eres JLo verdad?, -le consultó para luego decidirse abiertamente a darle conocimiento de lo que en realidad le esperaba, --Lo que pasa es que nuestras noches aquí son de lo más aburridas de lo que tú te puedas imaginar, y ellos viéndote así tan modosita con esa chaquetita tan corta en donde enseñas esas tremendas piernotas que te gastas lo más seguro es que van a querer que nos hagas compañía por toda la noche con ellas abiertas, jajajaja…!!!, que te parece…?, te animas a venirte por las buenas con nosotros?, -mientras le ponía en antecedentes de sus acaloradas intenciones el ordinario delincuente no paraba de ir devorándosela de pies a cabeza desde el otro lado de la alambrada como a su vez se embriagaba de deseos carnales al estar pendiente de cómo aquellos poderosos y bien formados muslos se entre cruzaban en su nervioso caminar.

Jennifer se tuvo que frenar en seco ya que a solo a tres metros de ella estaba el grupo de mal vivientes que un rato antes había estado alrededor de la fogata, dándose cuenta además que las 15 ardientes y sucias miradas la desnudaban entera por la descarada forma en que se daban a tasarla y a comérsela imaginando todas las cosas que harían con ella una vez que se la llevaran hasta el bodegón que usaban como guarida, la hermosa mujer creía sentir en cada uno de sus poros como esos horrendos tipejos la abducían mentalmente fantaseando y haciendo con ella todo tipo de perversidades, y no estaba muy lejos de ello.

El grupo de maleantes que ya se dieron cuenta al instante que la hembra que tenían en frente era nada mas ni nada menos que la famosa Jennifer Lopez, y miraban incrédulos que la estrella latina estuviera con ellos, alguno pego un grito de júbilo que sonaba mas bien a aullido y daban por hecho que les deparaba una larga noche con aquella hembra de ensueño rápidamente la fueron rodeando en un semi circulo, mientras que el delincuente que la había interceptado inicialmente y como si este fuese un verdadero gato de campo se trepó por las alambradas hasta dejarse caer justo al frente de la despavorida hembra en donde en el acto sacó un afilado cuchillo de entre medio de sus ropas para decirle mientras lo movía entre sus dedos y apuntándola:

--O te vas ahorita mismo con nosotros por las buenas o te rajo aquí mismito desde la zorra hasta las tetas perraaaa…!!!, -Jennifer solo se quedó gesticulando y paralizada por el pánico dando pequeños pasitos hacia atrás.

Las frías miradas y perversas risotadas del grupo de hombres que la acosaban ahora la tenían con su cuerpo temblando sin control, en su mente solo se daba a maldecir el haber viajado sola por el desierto, como así mismo y extrañamente hasta ya casi se arrepentía de no haberse ido con el negro pordiosero no importándole cual hubiese sido el costo sexual que ella ahora ni se la pensaría para pagar a ojos cerrados a cambio de su protección.

--Oye Freddy que tal si la drogamos orita mismo para que no nos cueste trabajo para llevárnosla, se nota que esta yegua escoria debe estar chúcara, que dices!?, -Le consultaba a su jefe un tremendo hombre de ojos azules, calvo y que en sus brazos y detrás de su oreja tenía tatuada la esvástica que usaban los nazis, este vestía una camiseta blanca que parecía estar más o menos limpia, de jeans y con bototos militares.

--Mmmm… esta perra está bien buena, a mi me hubiese gustado más en estado normal para sentir los movimientos que debe hacer con esas caderotas y ese culo que se maneja la muy puta, pero creo que si, así nos será más fácil en el momento en que la estemos violando, prepárale una fuerte dosis que ojala le dure por toda la noche.

La exuberante Jennifer estaba atrapada al medio de aquella horda de mal vivientes, sabía que esa jauría de perros rabiosos no le guardarían consideraciones a la hora que entre todos se la estuviesen cogiendo. Con su corazón latiéndole a mil por hora solo se daba a mirar a su alrededor.

El pelado y robusto hombrón de ojos azules había sacado desde sus bolsillos una cuchara en la cual le había echado algo raro para ahora estar calentándola con un encendedor mientras reía facinerosamente mirándola a ella y a sus secuaces.

Jennifer ahora sí que de verdad casi se estaba meando de miedo ya que ese otro delincuente con la jeringa en alto se acercaba a ella riéndose maliciosamente, tenía claro que no sacaba nada con retroceder ya que por detrás de ella también estaba plagado de maleantes, y fue como un milagro o quién sabe qué cosa que de pronto cuando el mal viviente estaba casi encima de ella lo vio retroceder para ponerse en posición casi de combate.

La cantante Latina no entendía nada ya que los otros que la rodeaban también cambiaron de posición y se pusieron al frente de ella, en eso fue que el que se parecía al de la película pesadilla se puso a parlamentar con alguien:

--Escúchame Sato…!, yo no quiero problemas contigo… hemos compartido estas dependencias por más de tres años, ahorita tomaremos a la puta, nos largamos y todos amigos como siempre,

--Ja…! la zorra está en la zona que me pertenece por lo tanto nos la llevamos nosotros, además que no soy tu amigo le contestó su oponente a la misma vez que junto con decirlo último mandó un zendo escupo hacia un lado .

Jennifer giró su cuerpo rápidamente para ver quién era el famoso Sato encontrándose con la flacuchenta figura de un hombre treintañero que a la legua se notaba que era un moreno de origen oriental y que este al andar sin camiseta y a dorso descubierto vio que en los pellejos de su pecho tenía un notorio dragón tatuado en la mitad de este.

Jennifer hasta sintió simpatía por sus salvadores, simpatía que a los segundos se le fue a la verga ya que atrás del grupo de orientales que eran más de 20 había un grupo de chicas todas ellas vestidas con cortas minifaldas y pintarrajeadas escandalosamente, y que por cada movimiento que ellas hacían las pobrecitas eran corregidas a palo limpio por algunos de los hombres que trabajaban para el tal Sato, las chicas lloraban abiertamente, y estaban todas atadas en hilera con unas cadenas que seguramente eran para que ellas no se escaparan, mientras la discusión entre los dos líderes continuaba.

El tal Sato ya estaba a punto de impartir sus primeras ordenes a la que ya consideraba una más de sus putingas, --La zorra esta me pertenece…!! --Tu perra…!!!, -el asiático ahora se dirigía abiertamente a Jennifer, --Ve al final y ponte en la fila con las otras putas que justo ahora vamos a hacer un trabajito, -le decía la miserable copia de Bruce Lee a la escandalizada hembra.

--Ni se te ocurra moverte de donde estas parada putona que o si no apenas te encontremos te descuartizamos y desperdigamos todas tus partes en distintos puntos de la capital para que tus familiares nunca más puedan saber de ti, -le ordenaba nuevamente el de la cara quemada.

Entonces la pelea de los delincuentes empezó. Viendo semejante batalla campal que se armó de un momento para otro, en donde patadas iban y venían, golpes de puños con manoplas incluidas y hasta fierrazos la conmocionada hembra principiante de puta o de esclava sexual para cualquiera de los dos bandos, desde su posición en la que había quedado disimuladamente se fue sacando sus femeninas zapatillas para al momento de ya estar descalza empezar a caminar en sentido contrario de donde estaba la hilera de putitas que seguían llorando por su desgracia, y una vez que ya se sintió segura se echó a correr como una verdadera alma seguida por el mismito demonio.

La exuberante Jennifer corría y corría en donde de vez en cuando y como podía miraba hacia atrás, y justo cuando ya estaba por desaparecer de aquel bestial escenario fue uno de los pelados el que se percató de ello y dio la voz de alarma:

--La putaaaa…!! se escapaaaaa…!!!

--Todos los suburbanos combatientes la vieron desaparecer por una esquina casi a tres cuadras de donde estaban ellos, hasta que fue el Sato quien dio la orden de persecución:

--Ustedes tres quédense con las putingas, todos los demás vamos a cazar a esa yegua y luego nos la prestamos en forma semanal.

El Freddy que ya no tenía nada que perder le pareció justo el trato así que también dio la orden de persecución a su tropa,

--Si a buscar a la zorra y luego le damos entre todos, la culiaremos hasta por el hoyo de sus orejas jajajaja…!!!!, -bastaron esas últimas palabras de uno de los comandantes para que los casi 40 hombres se echarán a correr en la misma dirección en que había escapado la hermosa cantante.

Ya no con tantas energías la mas que cansada mujer avanzaba como podía, sus pies ya le dolían, sus zapatillas habían quedado abandonadas en el lugar en donde dos desconocidos habían estado decidiendo cual sería su destino, fue en el momento en que las voces de sus perseguidores ya se oían muy de cerca cuando vio a lo lejos la harapienta figura del negro pordiosero con su carro de palo, como pudo se echó a correr hacia el pensando que aquella fantástica visión era el mejor de los milagros que le podía haber sucedido.

El mendigo quien como siempre ya había dado por perdida la oportunidad de poder hacerlo con una mujer, pero con solo escuchar ladrar a su mascotas giró su triste apariencia para ver qué era lo que sucedía ese fue el justo momento en que Jennifer ya a solo tres metros de donde él estaba se dejaba caer en el suelo para casi implorarle que la ayudara.

--Señor por favor ayúdeme, me vienen siguiendooo…!!!, -fue lo que pudo articular Jennifer con su corazón casi saliéndosele por la boca.

--Ahhh… si, te recuerdo… tu eres la putita de hace un rato no…?, si te recuerdo, y muy bien, jijiji… que te ocurrió…?

--Si señor soy yo de nuevo… por favor ayúdemeee… me vienen siguiendo para después de violarme emputecermeee…!!!, -le decía la escandalizada hembra no dándose cuenta que le reconocía que ella era la putita de hace un rato, a la misma vez que se sinceraba con aquel harapiento sujeto de raza negra que extrañamente le inspiraba más confianza que sus perseguidores.

--Mmmm… esos hijos de puta… vamos súbete y acuéstate en mi carretón antes de que te vean…, -el negro viejo la guio hasta su carreton notando que aquella fantástica mujer se dejaba llevar sin ningún tipo de objeción por parte de ella.

El indigente por su parte había visto como un idiota el portento de muslos que la hembra le había mostrado regalándole con esto el mejor espectáculo de suaves carnes femeninas a sus cansados ojos de viejo al momento de introducirse en su deplorable vehículo. Situaciones como esta, o como el momento en que la tomó de la mano extrañamente lo revitalizaban.

--Lo siento mi guachita pero esto es por tu bien, -Y dicho y hecho, una vez que rompió la bolsa desparramó todo su contenido por sobre el cuerpo de Jennifer.

--Estamos listos…! Tu quédate calladita y no hagas movimientos… yo me estaré haciendo el tonto un poco más allá y cuando ya no haya peligro te avisaré,

--Por favor señor sáqueme de aquí…!, -le pedía casi cuchicheando, obviamente la hembra se refería a que el viejo se la llevara para donde él quisiera el asunto era que por nada del mundo la fuesen a encontrar los delincuentes que querían prostituirla a la fuerza*.

--Tú tranquilita mi amor que apenas haya pasado todo te llevaré conmigo, estás de acuerdo?

La exuberante mujer que estaba completamente tapada con basura domiciliaria ni se la pensó para con su rostro de Diosa ahora semi tapado con desperdicios asentir con su cabeza, bastó solo eso para que al harapiento sujeto se le comenzara ahora si a endurecer la verga como jamás en su vida lo había hecho, de verdad que ahorita si la tenia bien parada.

--Y como les fue a Ustedes…!

--Nada por aquí…!, esta puta parece haberse desvanecido…

--No puede ser…!!, en algún lado se esconde esta furcia, revisemos de nuevo los galpones y luego nos iremos recorriendo calle por calle…

Esa puta vale oro, hay hombres que pagarían fortuna por pasar un rato con ella.

--Siiii… todos a buscar a la zorraaaaaaaaa…!!!, el primero que la encuentre tendrá derecho a ser el primero en culiarsela escucharon a buscarlaa-eran las vociferadas que la aterrada Jennifer escuchaba desde su refugio de basura.

Los minutos se le hacían eternos a la casi ahogada ninfa, pero prefería estar en esas condiciones a que fuese a ser descubierta por la banda de delincuentes, hasta que oyó claramente unos encharcados pasos que se acercaban a su destartalado escondite con ruedas, gracias a Dios fue al negro pordiosero a quien vio desde entre medio de las hojas de lechuga.

--Ya se fueron…?, -le consultó con su vocecita casi inaudible.

--Por favor señor sáqueme de aquí, lléveme lo más lejos que pueda de esos hombres…, -le volvía a pedir en forma suplicante.

El negro vagabundo sabía que esta era la mejor opción que tenia para llevarse a esa mujer de poderosas curvas y poder meterla al interior de su casucha.

--Pus tal como te dije antes mi reina, cualquier lugar de este complejo es inseguro para una mujer tan agraciada como tú, ya ves lo que casi te ocurrió por no hacerme caso cuando te lo advertí, jijiji, aunque mi casita aun sigue totalmente disponible para ti dulzura, o prefieres a que una vez que ellos se vayan salirte de mi carro y valerte por ti misma?,

--Noooo…!!!, no me deje sola por favor se lo pido… no me deje sola…!!!, -en la mente de Jennifer aun estaba clara la anterior y caliente propuesta hecha por aquel miserable espantapájaros viviente,

Por su parte el negro pordiosero ya se sobaba las manos por lo que estaba a punto de suceder en su miserable existencia.

--O sea… prefieres a que yo te lleve…?

La famosa cantante desde el interior del carretón creyó ver como en la cara del negro viejo nuevamente empezaban a predominar toques lujuriosos.

--S… siiii… prefiero irme con U…Usted a quedarme solaaaa…!, -le contestó no importándole sus recientes y acertadas apreciaciones.

--Mmmm… no tengo problemas en llevarte conmigo pero bueno tú ya sabes…

--Por favor lléveme con Usted, -le cortó Jennifer de una, y para que ese hombre indigente la sacara lo antes posible de aquel sitio le notificó sin ningún tipo de preámbulos, --Estoy dispuesta a hacer eso que Usted quiere que hagamos… pero se lo repito no me deje solaaaa…!!!

Bastaron solo esas enajenadas y ardorosas aclaraciones por parte de la exuberante cantante Latina para que el mendigo sintiera que en cualquier momento su verga reventara en lecherasos.

--Será un honor ricura… orita mismo nos vamos… jijiji…

CONTINUARA…