Jessica - Bailarina de Ballet

Una joven de 19 años acude a una audición/casting en busca de una oportunidad y es aprovechada por el director y el productor de la Obra.

Jessica se inclino y tomo con sus dos manos agua del lava manos y se mojo la cara. La clase de danzas había terminado. Su mirada se perdió en la profundidad del espejo, sus ojos verdes resaltaban en su rostro blancuzco, sus amigas a menudo le decían que parecía una muñeca. Su boca era pequeña y de un rosado intenso era de risa fácil y muy tímida por lo que se le dificultaba sobresalir de entre sus amigas que estaban acostumbradas a llevarse al mundo por delante con sus encantos. Sus 19 años se reflejaban poco en su cuerpo. Sus pechos eran pequeños, eso le molestaba un poco pero era de gran ayuda para la danza, desde muy pequeña quiso ser bailarina clásica y desde el momento que pudo caminar por si sola recuerda estar practicando danzas. Usaba el pelo recogido, era una joven muy elegante, su físico de bailarina le otorgaba un caminar muy sensual y delicado. Tenía piernas largas y estilizadas, y en la cima el orgullo de Jessy, una perfecta cola que era el suspirar de más de un hombre. Tranquilamente Jessica podría haber sido modelo, pero la danza la apasionaba y su meta de convertirse en bailarina clásica profesional era su gran anhelo.

Salio del gimnasio y fue caminado hasta su casa. Era viernes por la noche y había quedado con sus amigas en un bar de la zona para tomar algo. A mitad de camino a su casa escucho su nombre.

-¡Jessica! Espera – Era su profesora Gabriela.

-Ah Gaby, ¿Me olvide algo? ¿Necesitas algo?

-No, no… toma el lunes hay un casting de bailarinas y me pareció bueno que vallas a probarte. Creo que es una buena oportunidad, a parte te va a servir de experiencia.

-¡Muchas Gracias Gah! No voy a faltar.

  • De nada, tené cuidado en la calle, nos vemos la semana que viene que descanses.

-Ok, gracias.

La felicidad de Jessica era infinita, esa noche se divirtió como nunca, hasta tomo de mas cosa que rara ves hacia.

La noche del domingo difícilmente pudo dormir. Su cabeza especulaba y sacaba conclusiones sobre el casting. Imaginaba al director del Ballet, a sus futuras compañeras o rivales para el puesto. Tenía un poco de miedo, no sabía que exigencias podían pretender, pero ella sabía bien que podría cumplirlas.

La mañana del lunes la encontró despierta antes de tiempo, ya tenía el bolso con la malla, las zapatillas y los distintos accesorios junto a la puerta perfectamente ordenado. También se bahía duchado, aun tenia su pelo húmedo. Estaba muy nerviosa y todavía faltaba una hora y media. Encendió la tele y a los 5 minutos la apago, paseaba sin rumbo por su departamento cuando se le ocurrió darse un baño de inmersión para relajarse. Puso a llenar la bañera, chequeo nuevamente el reloj y vio que aun tenia una hora. Se desvistió y dejo preparada toda la ropa que se había quitado sobre la cama.

El baño estaba lleno de vapor, el espejo se ocultaba tras un manto empañado. El calor del baño la acobijo, por un momento dejo de pensar en el casting y con mucha delicadeza se introdujo en la bañera. El agua estaba perfecta, tomo un jabón perfumado y empezó a frotar sus brazos con el, siguió por su cuello y se deslizo con dulzura por sus pequeños pechos. El jabón marcaba pequeños círculos sobre los senos de Jessica, lentamente la joven se estaba excitando. Siguió enjabonándose los muslos, la dureza de sus pechos marcaban la excitación de Jessy que introdujo sus manos entre sus piernas.

El jabón se apoyo con precisión sobre los labios de su vagina y subió hasta encontrarse con su clítoris que pedía a gritos un poco de atención. Jessy gimió, sus dedos se movían con voluntad propia. Introdujo uno de sus dedos, el otro no tardo en sumarse, sus pies se frotaban entre si, mientras que con su otra mano tocaba sus pechos. Jessica agilizo la acción, la rapidez de sus dedos era aun mayor, sus ojos cerrados y sus labios mordidos eran el marco del placer que la joven estaba sintiendo. Un fuerte espasmo seguido por unos jadeos dio fin a un rico orgasmo.

Una vez fuera del baño volvió a vestirse con un jean ajustado que resaltaba sus hermosas piernas y su perfecta colita. Una remera rosada con un buzo arriba le daban un toque deportivo y unas zapatillas blancas Niké terminaban de completar el atuendo. Más relajada salio en busca de su futuro. Llego a la parada de colectivo, un taxista le grito unas groserías, Jessica ni se inmuto. Su cola era un digno espectáculo a decir verdad, no había hombre que no volteara para ver sus hermosas curvas.

Una ves dentro del colectivo vio como dos jóvenes un poco menores que ella hacían gestos obscenos y se reían. Jessica estaba un poco alagada pero jamás lo daría a entender.

Una vez en la puerta del Teatro vio un cartel que indicaba la entrada de servicio como única entrada y salida para el casting. Se sorprendió al ver a unas 12 chicas precalentando, para Jessica era su primer casting y se angustio un poco al ver la concentración y la dedicación de las otras bailarinas. Recibió fríamente las miradas de la competencia, un grupo de 2 se rieron al verla y las demás la ignoraron con una profunda repulsión. De entre el grupo de bailarinas salio una señora petisita un poco regordeta con una libreta y una lapicera dando indicaciones por un celular atornillado a su oído. Muy decididamente se acerco a Jessica y sin mirarle le pregunto.

-¿Nombre?

-Eh… Jessica… Jessica Ibáñez-

-¿Edad?

-19… recién cumplidos.

La Señora la observo por primera vez. Continúo con las preguntas.

-¿Experiencia?

  • 15 años de danza clásica y 6 de contemporánea

-Ah… Nunca estuviste en una compañía de Ballet antes.

-No… Hay algún problema – Jessica estaba preocupada.

-Todas las bailarinas que ves acá, tiene casi el doble de experiencia que vos, espero que estés a la altura del Director y del Productor de la Compañía.

-Si… Estoy segura que si.

-Bueno suerte. Entre nosotras esas dos que se rieron son frígidas, no les des importancia- La señora se rió y se alejo a los gritos con el celular.

Jessica se había cambiado, podía ver que era la mas joven de todas la bailarinas, eso no quitaba que había mujeres muy hermosas y de gran técnica entre las presentes. La entrada en calor de las bailarinas era muy exigente ya que si no entraban previamente en calor podrían sufrir graves lesiones.

La señora apareció entre las bailarinas y les pidió que la siguieran hasta el escenario en donde se daría a lugar la audición. Jessica era la última en la lista. Sentada en un banquito, vio como una de las bailarinas de pelo muy negro y fuertes rasgos se paraba en el escenario. Los murmullos de 3 hombres se oían de fondo. La bailarina esperaba atenta.

Jessica se asomo por detrás del telón y vio a los 3 hombres. Uno de ellos definitivamente era gay, tenía una pañoleta en el cuello y un gorro inclinado sobre su cabeza, era un hombre flaco de modismos amanerados y mirada fría era el coreógrafo. A su izquierda un hombre sostenía un celular entre sus manos, tenia una actitud superada y observaba detenidamente a la bailarina que estaba frente a el. Era un hombre mayor, bien vestido pero desagradable en su forma de ser. Jugaba con el teléfono y le tomo una foto con el celular a la bailarina, se inclino y le comento algo inaudible al hombre que tenia a su izquierda. Este era un hombre obeso, de gestos calmos Jessica lo reconoció era el ex director de la compañía nacional de ballet Ricardo Ravianni, hacia años que no aparecía y en el mundo del ballet se hablaba de un gran regreso a escena con una gran obra. Los nervios invadieron el cuerpo de Jessica, era una gran oportunidad y tenia que lucirse. Tenia que conseguir un lugar en la compañía sea como sea.

-Bueno Señorita Ivetta… Posición inicial por favor.- El hombre amanerado le indico con un movimiento de su mano que debía comenzar. Una melodía clásica inundo el teatro y la bailarina acomodo sus pies y sus brazos en forma de arco y realizo un Arabesque, se abalanzó con gracia al ritmo de la música por el escenario realizando un Pas de Bourré seguido de un salto perfecto.

Jessica estaba impresionada, la bailarina lo hacia parecer tan fácil que empezó a dudar de sus aptitudes. Ella sabía hacer con perfección esos movimientos pero nunca los había realizado ante personas del mundo del ballet.

La Bailarinas siguieron pasando realizando grandes actuaciones, algunas más flojas que otras hasta que le toco a la última antes del turno de Jessica. La joven bailarina se movía con gracia por el escenario, sus formas eran excelentes, tomo carrera eh intento hacer un gran salto, resbalo y cayó sonoramente sobre el escenario. Un grito tapo la música del teatro y la señora se acerco rápidamente junto a un joven que parecía ser un asistente a auxiliar a la bailarina. El hombre del medio sonrió disfrutando de la caída de la joven mientras que el director de pie preguntaba si se encontraba bien mientras acompañaba a la bailarina tras bambalinas. El coreógrafo se tomo la frente y movió la cabeza desaprobando el error de la bailarina.

Mientras el director estuvo ausente las bailarinas se fueron retirando mientras Jessica esperaba a que le dijeran que tenía que hacer. Los 2 hombres se fueron del salón y Jessy aprovecho para ir al baño, los nervios no la ayudaban. Cuando salio del baño vio a los dos hombres tomando un café, mientras que el productor le mostraba muy emocionado su celular.

-Mira, mira

-¡Que asco!- dijo el coreógrafo- Al final te la cogiste a esa pendeja. La verdad que e bailarina no tenia nada.

-Si me costo un huevo, la lleve a cenar hice un quilombo bárbaro pero termino entregando… Mira la cola que tiene, le quise romper el culo pero la turrita no me dejo, eso si se la trago toda.

-Que ordinario que sos. Hay veces que te pasas.

-Dale me vas a decir que no te volteaste a ninguno de los bailarines… jajaja, no seas caradura.

-Eso es otro caso- El coreógrafo rió cómplice y entro a la sala del teatro, seguido por el productor.

Jessica se apuro y llego justo cuando el director volvió. Interrumpió la charla que mantenían los otros dos hombres, Jessy intento escuchar lo que decían pero estaba lejos como para poder hacerlo, no podía dejar de mover los pies. La conversación que había oído la perturbaba. En su mente se imagino a la joven entregándose a ese sucio productor. Lo imagino desnudo manoseándose, penetrando a la pobre bailarina, abusando de ella.

La voz del coreógrafo se alzo fuerte. La estaban llamando a ella. Jessica interrumpió sus pensamientos y se encamino hacia el centro del escenario, noto como el productor le tomaba fotos con su celular y no quitaba su vista de sus glúteos. La malla de lycra era como una segunda piel. Si bien usaba ropa interior deportiva cualquier persona podía ver con claridad la complexión física de Jessy. Sus pezones se marcaban levemente y sus senos parecían aun mas pequeños por la presión que la ropa hacia sobre ellos. Su pelvis se dibujaba con precisión, se podía ver con exactitud como sus muslos y sus caderas formaban una hermosa vagina. Pero como ya sabemos el plato fuerte era su culo, la malla se hundía entre sus glúteos describiendo sus carnosas nalgas, el productor estaba hipnotizado.

La música inundo nuevamente el recinto y el corógrafo le indico a Jessica que podía comenzar la danza. Jessy tomo aire profundamente y se deslizo con gran actitud y gracia por el escenario. Los trucos eran perfectos, sus formas sus saltos. El coreógrafo la observaba con atención y sintiendo una gran envidia. El director media cada movimiento, si bien era un hombre mayor esa joven lo cautivaba.

Cuando Jessica finalizo su danza, permaneció parada en el escenario respirando agitada a causa del esfuerzo físico. Ninguno de los tres hombres dijo nada, simplemente llamaron a la señora y le pidieron que anotara algo en su libreta.

-Podes retirare. Gracias- El coreógrafo se encontraba de pie y sin mirarla a los ojos con un gesto vulgar le indico que se retirara. Jessica tras el telón tomo su bolso con sus cosas y fue a cambiarse al camerino. Era un cuarto amplio con un gran espejo unas sillas y varios cartelitos pegados en las paredes. Un pequeño armario llenaba uno de los rincones y un sillón de dos cuerpos junto a la puerta completaba el lugar. Jessica estaba desconcertada, no le habían dicho nada y a decir verdad estaba preocupada por el resultado de la audición. Tomo asiento en una de las sillas y viéndose frente al espejo comenzó a desatarse las cintas de las zapatillas de baile, como un relámpago atraviesa el cielo, la charla que había presenciado entre el coreógrafo y el productor se inyecto en su mente. Se imagino a ella en el papel de la joven siendo abusada por ese despreciable productor. Le desagradaba la idea pero su mente le jugaba malas pasadas, quería el papel en la obra. Se rió de sus locas ideas y frente al espejo bajo el bretel de su malla de ballet cuando oyó que alguien golpeaba la puerta del camerino. Sorprendida se subió rápidamente el bretel y se acerco a la puerta.

-¿Si? ¿Quién es?-

-Soy el director de la obra, Ricardo Ravianni y el productor Aníbal Demichelis. Queremos hablar un momento contigo.

Jessica se apresuro a abrir la puerta. Estaba emocionada, sabía que había bailado bien y quería saber que tenían para decirle, sobre todo el director, que a parte de ser un personaje reconocido en la industria del Ballet parecía ser buena persona, había tenido un buen gesto acompañando a la bailarina que se había accidentado.

Jessica se aparto de la puerta el director se abrió paso y tomo asiento en el sillón de dos cuerpos que para ser sinceros ocupaba un tercio de el. El productor dio unos paso y cerro la puerta tras el, paso lo mas cerca que pudo de Jessy quería sentir su aroma. Se acomodo sobre una de las sillas que se encontraban en el cuarto, tomo un cigarrillo de su saco, lo encendió, y tras dar una larga pitada dijo:

-Lo haz hecho muy bien Jessica, Estoy impresionado ¿Es tu prior audición, no?

-Si señor- Se notaba en la actitud de Jessy que los nervios dominaban su cuerpo. El productor la miro detenidamente, la desnudaba con la mirada. Dio otra pitada a su cigarro y continúo:

-Mira, eres una joven muy talentosa-Jessy le sonrió cordialmente- Y creo que sabes que esta es una oportunidad única en tu vida, mas a tu temprana edad y sin la experiencia que vimos en las demás bailarinas.- El director permanecía en silencio, simplemente miraba a Jessy con seriedad, esto ponía nerviosa a Jessica sospechaba de las intenciones de estos hombres pero jamás se le ocurriría mencionarlo, si bien era joven no era estupida. El productor saco de adentro de su saco un papel junto a una lapicera, era un contrato.

-Bueno- dijo el productor quebrando el silencio en el camerino- La cosa es así, como ves este es un contrato para pertenecer a la compañía de danza, míralo tranquila.- El hombre extendió el documento, y con un poco de timidez Jessica lo observo detenidamente. Era un contrato por un año con la compañía de ballet, esto representaba una gira mundial, una buena suma de dinero y ni hablar de la experiencia que aportaría a su carrera. Cumpliría su sueño de ser bailarina profesional con firmar aquel papel. Los pensamientos de Jessy se perdieron por un instante en una hermosa fantasía, se veía rodeada de aplausos y de grandes bailarines, hermosos teatros y ciudades esplendidas.

El director se aclaro la garganta devolviendo a Jessy a la realidad del presente. Los ojos de Jessy de encontraron con los del director, este le sonrió amablemente como si hubiese presenciado los pensamientos de ella.

-Hoy vimos grandes bailarinas…-dijo secamente el director –…algunas de ella han formado parte de mis anteriores compañías de danza y han aprendido bajo mi tutela.- El director se puso de pie y se acerco a Jessica que permanecía inmóvil como una muñeca. Jessy sintió como la mano del director se posaba subvente en la parte baja de su espalda. La joven se incomodo un poco, Ricardo era un hombre de grandes proporciones y no podía evitar sentir parte de su cuerpo apoyado en el suyo.

-La cosa es simple Jessy- Continuo Aníbal – tenemos un amplio abanico de bailarinas calificadas y con gran experiencia de donde elegir, pero con Ricardo hemos decidido darle una oportunidad a una joven tan hermosa y talentosa como tu, siempre y cuando comprendas ciertos requisitos que buscamos en nuestros bailarines.- Jessica sonrió por puro compromiso, sus sospechas cada ves eran mas infundadas y la mano del director no dejaba de frotar su espalda unos centímetros por arriba de cu cola.- Esta compañía pretende que sus bailarines estén comprometidos con el proyecto por sobre todo lo demás. Queremos que den un 200% de sus capacidades y que sepan acotar las órdenes que les damos.- La mano del director se deslizo lentamente por la espalda de Jessica y la tomo de la nuca gentilmente. Los dedos regordetes de Ricardo masajeaban el cuello de Jessy. El director usando una fuerza gentil dirigió el rostro de Jessy hasta que sus miradas se encontraron. Aníbal tiro el cigarrillo al piso y lo apago con su pie. Soltó la última bocanada de humo y dijo.

-Como veras, simplemente queremos un poco de atención por parte de nuestras bailarinas…-Ricardo sonrió, Jessica podía sentir la respiración del director en su rostro-, que sepan devolver el favor. No pedimos mucho solamente un poco de atención.- Los labios de Ricardo tomaron por sorpresa a los de Jessy. La lengua de él buscaba abrirse paso hasta la boca de ella. La mano presionaba con fuerza su nuca y le impedía correr su rostro de aquel sitio. Aníbal aplaudió con gracia.

Jessica buscaba separarse de Ricardo que seguía besándola, no solamente en su boca si no que recorría sus mejillas y bajaba por su cuello su gran lengua. Aníbal tomo asiento en el sillón y se dispuso a ver el aberrante espectáculo.

Ricardo rodeo con su brazo la cintura de Jessica, la presiono contra su enorme cuerpo quería hacerle notar a la joven su gran excitación.

-No, por favor…- Balbuceó Jessy- No quiero…- Ricardo acerco sus labios a la oreja de Jessica y le susurro al oído.

-Vamos… Piensa en tu futuro. Esto es simplemente un pequeño sacrificio a cambio de infinitas oportunidades. Todas las grandes bailarinas han pasado por esto.- La lengua de Ricardo se hundió en el odio de la joven.

Jessica decidió dejarse llevar. El bulto de Ricardo crecía, lo frotaba contra la joven mientras besaba su cuello. Las manos de Jessica se posaron en el amplio pecho de Ricardo, dejaron de forcejear. Sin tomar recaudos la lengua del Director encontró la lengua de Jessica, se besaron por unos minutos, Jessica intentaba no pensar, estaba entregada físicamente. Con un movimiento brusco, Ricardo giro a Jessica. Su enorme bulto se deposito entre las nalgas de ella, los dientes marcaban su nuca mientras las manos amasaban los pequeños pechos de la joven. Ricardo estaba desenfrenado, la cola de Jessy era impresionante. Aníbal seguía sentado, con un nuevo cigarrillo en la boca, desabrocho el cierre de su pantalón, asomo su pene flácido y empezó a manosearlo.

Ricardo se separo de Jessica, contemplo a la escultural jovencita y sin previo aviso le dio una fuerte nalgada.

-¡Ahhh!...- Grito Jessy. Recibió otra nalgada. Sus nalgas se sacudían espléndidamente. Mientras Ricardo castigaba a Jessy con una mano, buscaba en su pantalón su miembro erecto. Las nalgas de Jessica lucían un rosado intenso, las nalgadas le causaban un fuerte dolor. La enorme verga de Ricardo, se apoyo nuevamente el la cola de Jessica. Con un tirón de sus dos manos dejo los pechos de la joven al descubierto.

-Mira que duros tenés los pezones, ¿te estas excitando?- La pregunta sorprendió a Jessica, en ese momento noto que estaba completamente húmeda, sus pezones estaban tan sensibles que casi le dolían. Su cuerpo respondía a los estímulos que ese gordo le proporcionaba con mucho placer.

Ricardo volvió a girar violentamente a Jessica que pudo ver el enorme miembro de Ricardo completamente erecto. Su cabeza brillaba, estaba cubierta en una sustancia espesa, que se deslizaba de la cabeza hacia el tronco. Ricardo beso los senos de Jessy, ella se estremeció. Sus pechos estaban muy sensibles, Ricardo lo noto. Un fuerte gemido se escapo entre los labio de Jessica, Ricardo estaba tocando su entrepierna. El gordo sentía como la joven había mojado sus bragas, sus dedos la frotaban con fuerza, recorrían toda su rajita y en ocasiones presionaba con su dedo el ano de ella.

Cada segundo que pasaba Jessica se excitaba un poco mas, si bien Ricardo era un hombre poco atractivo sabía como tocar a una mujer, era un poco brusco pero sus manos delataban gran experiencia.

Instintivamente, guiada por un gran deseo, Jessica tomo la verga de Ricardo con su pequeña mano, esto tomo por sorpresa a Ricardo que bufo profundamente y empezó un movimiento lento de caderas indicándole a la joven que quería que lo masturbara. Jessica pudo apreciar el tamaño que tenia esa cosa, surcado por gruesas venas y de una rigidez envidiable, se abría camino en la mano de la joven. Ricardo sin desviar la atención que la joven estaba dedicando a su verga, le quitó con gran habilidad la malla a Jessica. Su cuerpo completamente desnudo era un manjar para la vista de Aníbal que ya había logrado una considerable erección y disfrutaba del espectáculo. Las manos de Ricardo se concentraron con furia en los glúteos de Jessica que gemía mientras seguía masturbándolo. Volvieron a besarse, le pene de Ricardo se apoyaba sobre el estomago de Jessica, estaba muy excitada, fácilmente se podía ver lo mojados que estaban los labios de su vagina.

Ricardo dejo de besarla, puso sus manos pesadas sobre los hombros de Jessica y empujo hacia abajo, y con tono jocoso dijo:

-Ahora el plato fuerte- Jessica supo seguir las indicaciones. Sus rodillas tocaron rápidamente el suelo alfombrado del camerino, y por primera ves pudo ver a Aníbal masturbándose, la frente del hombre brillaba por el sudor.

El profundo olor a hombre desbordo los sentidos de Jessy, su boca se abrió lentamente, sus labios rozaron la cabeza del pene y advirtió su alta temperatura. Ricardo mantenía una de sus manos sobre la cabeza de Jessica, acariciaba su cabello y la alentaba a engullir su verga tiesa. Jessy jugo unos segundos con la punta de su lengua, dibujando círculos en el orificio del pene de Ricardo que rugía de placer. El sabor era fuerte pero no desagradable, sus labios se extendieron por el costado del tronco siguiendo el camino de las gruesas venas. Mordía suavemente el tronco, Jessica estaba en llamas, su otra mano se introducía entre sus fuerzas, jugaba entre sus jugos. La mano de Ricardo la guió nuevamente hasta la punta del miembro, con su mano obligo a Jessica a introducir ese gran pedazo de carne en su boca. La joven succionaba intensamente, su boca tragaba profundamente el miembro del Ricardo, la saliva corría por entre los labios de Jessy y goteaba por su mentón y parte de su cuello. Un chorro caliente de esperma lleno la boca de Jessica que sorprendida degusto el espeso fluido, Ricardo entre sacudones y bufidos acabo rotundamente en la boca de la joven que intento tragar pero una fuerte arcada hizo que casi todo el amarillento esperma cayera sobre su pecho, piernas y parte de la alfombra. Jessica sofocada y con los ojos inyectados en lágrimas vio como Ricardo guardaba su miembro en sus pantalones y cambiaba su lugar con Aníbal que con una gran sonrisa se acerco a Jessy y le dijo:

-Yo no soy tan dulce como Ricardo. Prepárate.

¿Continuara?