Jessi (2: La iniciación)

Jessi,empieza a dar los primeros pasos en lo que cree que es la iniciacion de su carrera.

Jessi Capitulo II (La iniciación)

El ya había llegado a su objetivo, lamía, besaba y mordía su clítoris, nunca se imagino que se pudiera experimentar tanto placer. Que ese pequeño botoncito, fuera capaz de hacerle sentir una y otra vez, un placer que no podía describir.

Ella oscilaba sus caderas, las hacia hacia delante y hacia atrás, como intentando que esa lengua la penetrara mas.

Ella misma escuchaba sus gemidos y gritos, lo cual la excitaba aun más.

El pasaba sus manos por debajo de su culito, para tener su conejito mas cerca de su boca, y así poder devorarlo, de repente siente que mueve su mano hacia su ano, y empieza a introducir uno de sus dedos suavemente, luego lleva ese dedo hacia su húmedo conejito, lo mueve para que se impregne de sus jugos, y lo vuelve a llevar a su ano y lo intenta introducir, repitiendo varias veces este ritual, hasta que logra introducirlo un poco mas, provocando en ella una explosión, un fabuloso orgasmo, que la convulsiona una y otra vez hasta que se detiene, y su pecho asciende y desciende, debido a la agitación de su cuerpo.

El asciende sus manos sobre sus senos acariciando suavemente sus pezones.

-Te gusto

-Sssi, mucho.

-Quieres, que lo repita.

-Si, por favor.

Esta vez, él tomo uno de los cojines y lo puso debajo de sus caderas, como para tenerla mas cerca. Ella sabía que debería haber más, así que se inclino un poco, buscando su bragueta, y empezó a acariciar su pene por encima de su pantalón. Estaba duro, desabrocho su cinturón y su pantalón, y lo bajo junto a sus calzoncillos, y ups, su pene salta como un resorte, estaba en total erección.

Nunca había visto uno en vivo, ninguno, alguna vez en un maratón porno, en casa de una de sus amigas, lo vio, por primera vez, pero era una película.

Primero, como con miedo acerco su mano, lo toco y retiro su mano de inmediato, como si hubiera agarrado un cable de corriente eléctrica. Se dio media vuelta y puso su conejito junto a su boca para que continuara con su tarea, mientras ella admiraba, acariciaba y sobaba su pene, en fin estaba embobada, como una niña con un juguete nuevo.

Así, estuvieron un buen rato, hasta que llego, un segundo orgasmo, igual o mas brutal que el anterior.

Así estuvieron un rato entrelazados, sin pronunciar palabra alguna.

Hasta que pasado un tiempo él se levanto, y como si no hubiera pasado nada, le dijo:

-A trabajar, basta de diversión, te dejo, voy a echar un vistazo al negocio. Se subió sus pantalones, y se retiro, sin antes decirle.

-Nos vemos mañana Jessi.

Ella ya no hizo nada, se vistió apresuradamente, y abandono el estudio.

Dejo pasar varios taxis, no quería llegar a casa así, hasta que noto que estaba mas calmada, abordo un taxi, para que la llevara a casa.

Para suerte de ella, era viernes y con ello, el fin de semana, significaría que su padrino no la estaría esperando durante los dos próximos días. Esos días le dieron a Jessi bastante tiempo para reflexionar, y mientras mas lo pensó, mas se afirmaba su determinación de que no debía continuar sus ilícitas relaciones con su padrino. Ella todavía quería aprender a bailar. Deseaba como antes, el llegar a pertenecer al mundo del espectáculo y gozar todas las cosas que este ofrecía. Pero no al precio que él le estaba pidiendo.

No era que no le gustara, por el contrario, lo gozaba y disfrutaba. Quizás, si demasiado.

Cuando llego la noche del domingo, Jessi estaba completamente decidida, tras convencerse a si misma de que no lo quería volver a ver, no volvería a ir ni siquiera cerca del bar.

Durante toda la mañana del lunes estuvo repitiéndose eso mismo. Pero a la una de la tarde cuando terminaron las clases de ese día, ella se encontró sin saber en un autobús que no iría a casa, sino el que iba en dirección al bar.

Claro que tenia buenas razones para cambiar de idea e ir a ver a su padrino, después de haberse jurado a si misma que no lo haría. La razón que se dio es que le diría a el, era que todavía deseaba que la ayudara en los ejercicios y en hacerse en una bailarina. Pero eso debía hacerse sin ninguna repetición de lo que había pasado el viernes.

Cuando ella llego ya su padrino estaba esperándola para abrirle la puerta de atrás. La apresuro a atravesar el umbral, cerro la puerta y la cargo en brazos. La beso con la pasión de un joven, forzándola con la lengua a abrir los labios y metiéndosela en la boca para relamer con frenesí la de ella, hasta que ella sintió el calor de la excitación sexual en sus entrañas y sus glándulas internas empezaron a funcionar lubricando la ardiente entrada de su conejito.

-Alex-dijo ella sofocadamente cuando el la soltó al fin- Ttengo…, tengo que hablar contigo.

-Yo también tengo que hacerlo-la interrumpió- Tengo que decirte cuanto te he extrañado…, como he estado contando los minutos, por eso estaba afuera esperándote.

Antes que ella pudiera explicar lo que quería decirle, la agarro por la cintura y le dio otro ardiente beso.

-Alex, por favor, tienes que dejarme explicarte, tienes que oírme.

-Te estoy escuchando preciosa- le dijo el mientras le desabrochaba los botones de la blusa de su uniforme y se la abría completamente. Se inclino hacia delante y le beso la abultada carne de los senos por encima del brassiere.

-Alex, por favor.

-¿Si?- y al preguntarle le lamía la hendidura entre sus meloncitos, mientras llevaba las manos a la espalda de ella, para desabrochar su pequeño brassiere blanco de encaje. Sus voluptuosos senos saltaron hacia el, y la boca sedienta de el, se abalanzaron sobre los pezones, lamiéndolos, chupándolos y mordiéndolos delicadamente.

Todas las buenas intenciones de Jessi, sucumbieron cuando empezó a temblar y gemir, sin sentirse capaz de luchar o hablar y ni siquiera de pensar, mientras el seguía saciando su sed como un naufrago en sus meloncitos.

No se dio cuenta cuando el la desnudo, ni cuando la recostó sobre los almohadones. Ella misma oía sus propios quejidos cuando el besaba sus senos, descendiendo por su vientre y muslos hasta que sintió un tremendo orgasmo producido por su lengua al llegar a su rajita, insistiendo en su clítoris, para hundirla mas y mas en el embrujo sensual en que la tenia.

No fue hasta que el la hiciera ponerse boca abajo, con el rostro sobre los cojines y la piel cosquilleándole en los senos y el vientre, que ella volvió a sus sentidos y pensó que se propondría hacerle teniéndola en aquella posición. Se sorprendió cuando el comenzo a lamerle las nalgas amorosamente, separándolas delicadamente con los dedos, para así poder ver bien su ano. Sintió su aliento cada vez mas cerca de ella, hasta que al fin experimento, la sensación de su ardorosa lengua acariciarle la pequeña abertura.

Sus mejillas se contrajeron y una deliciosa y extraña sensación le recorrió todo el cuerpo, que le hizo mover la cabeza de un lado para otro al influjo del delicioso contacto.

Después agarrando firmemente las juveniles nalgas de Jessi y manteniéndolas bien separadas, Alex extendió su lengua y comenzó a lamerle desde la base de la vagina hacia arriba y a través del centro de la misma.. Lascivamente se ensaño sobre la dura nuez que constituía el ano de Jessi, continuando hasta llegar al final de las nalgas, donde comenzaba la espina dorsal de la chica.

Alex inicio con l lengua la marcha hacia abajo y esta vez, sin poderse contener en el ano de Jessi, le penetro el oscuro y prohibido pasadizo. Ella ahogo deliberadamente su mente racional, rehusándose a escuchar los dictados de su conciencia. Para gozar plenamente de aquel maravilloso e increíble momento, Jessi quiso convertirse en una criatura con el puro instinto animal.

Se alzo sobre sus rodillas esperando que Alex supiera lo que ella estaba deseando ahora, sin tener que pedírselo. El se dio cuenta y se echo de espaldas de modo que ahora ella estaba a caballo sobre la cabeza de el. El le paso la lengua sobre los húmedos labios de su vulva, excitando la sentida carne, lamiendo, metiendo y sacando la lengua rápidamente dentro de la húmeda cavidad, para castigarle el cli, poniéndoselo mas rojo y endurecido que nunca.

Sintiendo la desesperada necesidad del hombre, así como también al impulso de su desaforada lujuria, con voz balbuceante le dice:

-Tómame

  • No puedo.

-No me deseas.

-¡Claro!!, nunca había deseado a una mujer como a ti.

-Entonces, por que soy virgen.

  • No, no puedo, por ti, por lo que eres, por tus padres. Perdóname- esto último lo dijo con un nudo en la garganta y balbuceante.

Jess, sin perder el contacto con la boca de Alex, se movió para quedar su cara cerca de su pene. Descansando sobre un codo sobre los almohadones, con la otra abrió el cierre de su pantalón, y saco el pene de el, empezó a frotarlo suavemente, después puso atención a sus testículos a los cuales acaricio y beso.

Mientras tanto la lengua de Alex continuaba moviéndose activamente dentro de ella hasta que la chica logro un orgasmo. Ella entonces insistía en trabajar con su mano sobre su pene subiendo y bajando cada vez con mayor rapidez.

Aun antes de experimentar su clímax final, ella sintió como temblaba todo el cuerpo de el y de su boca salían roncos bufidos d puro placer.

-Ahora, me vengo

Y Jess, asombrada, noto como el pene de Alex hizo erupción.

Jessi, se sintió tan excitada mirando la eyaculacion de Alex que apretó su sexo contra su rostro, moviéndose en redondo hasta que la boca de el hizo contacto con su cli. Y entonces ella empezó a girar y moverse lujuriosamente hasta llegar a un segundo orgasmo más fuerte y salvaje que el primero.

Después que todo había terminado y estaban recostados uno al lado del otro. Alex le dijo:

-Dime ahora lo que me querías decir.

Jess lo miro largo rato, pensativamente. Lo que había pasado el viernes no había sido obra suya enteramente. No tenia la mas mínima idea en lo que se estaba metiendo, de lo que el quería hacerle a ella. Así que, en esencia, ella no podía sentirse culpable de ello. Pero hoy había sido diferente. No importaba las excusas que se buscara, ella sabia perfectamente lo que iba ha pasar si venia aquí, y no hizo nada por detenerlo.

En realidad, cuando la cosa empezó, ella lo alentó deseándolo tanto como el.

-Bueno que es- insistió.

Jess encogió sus desnudos hombros y bajo sus lindos ojos.

-Ya no tiene importancia., creo seria mejor empezar a hacer mis ejercicios.

El se levanto, se dirigió hacia un estante el cual abrió y de el saco un paquete, el cual entrego a Jessi.

Jessi lo abrió, contenía un leotardo color carne y varios juegos de ropa intima. Jess se paro rápidamente de los almohadones y le dio un ligero beso en la boca en señal de aprecio. Y se dirigió al cuarto a cambiarse. Se dio cuenta que el trajecito no enmendaba mucho la desnudez total, se le pegaba al cuerpo ocultando nada o casi nada de su cuerpo. Sin embargo era el traje apropiado para los ejercicios.

-A partir de mañana tendrás un instructor de baile y gimnasia, hoy en la tarde me traerán algunos aparatos de gimnasia para que los emplees y los progresos sean mas rápidos.

Al día siguiente al llegar Jessi, se dio cuenta que tal como lo había prometido había algunos aparatos para ejercicio, así como una persona suponía quería su instructor.

Jessi, te presento a Louis, quien será tu instructor para tus ejercicios, tanto como para el baile, es uno de los bailarines mas cotizados en el medio, así que tienes que aprovecharlo.

Jessi, feliz corrió al cuarto a cambiarse, y cual fue sorpresa, que el closet estaba repleto de un extenso y variado surtido de ropa, pero noto que todos eran bastante atrevidos y reveladores; los vestidos todos escotados, unos al frente, otros por la espalda y los mas con escotes por ambos lados, y todos con tremendas aperturas por un lado o por ambos, y las faldas eran chiquititas y también muchas de ellas con aberturas por ambos lados, y los shorts, también eran miniminishorts.

Los cajones también estaban repletos de gran cantidad de ropa íntima de todos colores y de diferentes estampados. En fin Jessi, estaba feliz y agradecida con su padrino- con Alex- como lo llamaba ahora, después cundo estuvieran solos le daría a su manera las gracias por los regalos.

Por fin salio.

-Lista, Louis, cundo tu lo indiques.

-Los dejos solos, luego subo para despedirme- y le guiño un ojo.

Así transcurrieron cinco meses, afortunadamente, los dos últimos fueron de vacaciones en la escuela, puesto que era el periodo de exámenes, y debido a su gran esfuerzo estaba exenta en la mayoría de las materias, excepto en Física, que era el único examen que iba a presentar.

Al final de ese periodo, ella era todo lo que Alex le había prometido que haría de ella. Sus largas piernas, sonrosadas y adorables, terminaban en las duras y bien formadas nalgas. Tenía el abdomen liso y duro como el acero. Solo sus exquisitos meloncitos seguían siendo los mismos, pero con su cuerpo ahora en una línea de perfecta hermosura, lucían más grandes.

Alex también le había cumplido la palabra a la de comprarle una gran variedad de pelucas distintas en colores y estilos, así como otras prendas de vestir, zapatos, etc. No eran solo para que se las pusiera y las luciera, sino también para que se las quitara ya que previo a sus clases tenía su sesión de fotos. Fotos en todas las pose imaginables, en todas las etapas en el momento de vestirse o desvestirse, algunas de las poses que el le pedía hiciera, la perturbaban demasiado, a pesar de las intimidades que compartían.

No fue sino hasta que un día en que ella le dijo que estaba gastando demasiado en ropas que ella no usaría fuera del estudio que el le confeso todo. Alex le relevo que algunas de las fotos que le había tomado, las había vendido a diferentes revistas para caballeros.

-No te lo dije por temor a que no me dieras tu autorización

-Y no lo apruebo, y no quiero que vendas más ninguna de mis fotos.

-¿Ni siquiera, si te dijera que gracias a las fotografías, tu posees una cuenta bancaria?- y le mostró una tarjeta de crédito, una chequera y un saldo a su favor considerable.

-Todo esto es mío, no lo puedo creer.

-He estado poniendo tu parte en el banco. Y hay mucho mas que puedes obtener en este medio.

-¿Solo por posar para fotografías?

-Ahora que tienes ese cuerpo, ganarías mucho más.

Un medio repentino sacudió su cuerpo.

-¿Y que me dices de mis padres? ¿Suponte que ven alguna de mis fotos?

-No es posible, gracias a las pelucas y al diferente color de los pupilentes que has usado, luces diferente, Míralas.

Era cierto gracias a lo mencionado por Alex, nadie pudiera asegurar que esa modelo fuera Jessi.

-No merezco una recompensa.

Ella sabía a que clase de recompensa se refería.

Se sonrió y camino hacia una de las poltronas que adornaban el estudio. Se sentó de manera que sus nalgas descansaran al borde del asiento, permitiéndole echarse hacia atrás, sin dejar de mirarlo.

Tenía puesto el ligero vestido de verano con el cual había estado posando para él… y más nada debajo.

Se levanto el borde de l vestido hasta mas arriba de la cintura y después abrió bien las piernas para que el hiciera lo suyo. Unos meses atrás jamás hubiera soñado con exhibirse a él de esa manera.

Jessi lo miro echarse al suelo y caminar hacia ella en cuatro patas hasta quedar entre sus piernas. Siguió observándolo como empezaba a lamerle las piernas, después las rodillas y seguir chupándola por la parte interior de sus muslos hasta que su lengua acaricio la candente roja herida entre ellos y encontró el punto donde su red de nervios la hace mas sensitiva.

Entonces ella cerró sus ojos y los mantuvo cerrados hasta que la lengua de Alex cumplió su misión y él recibió el abundante tributo de los jugos que siempre acompañan al orgasmo de una mujer.

Al siguiente día al llegar a su clase se encontró el estudio a oscuras, solamente iluminado a donde Alex tenía su oficina, y donde este se encontraba revisando algunas facturas.

-Hoy no vino Louis-pregunto Jessi

-Le di el día, te tengo preparada una sorpresa, para irte introduciendo a la siguiente etapa de tu preparación.

-Cual es la sorpresa-pregunto Jessi, con curiosidad digna de su edad.

-Ven, sígueme.

Recorrió la cortina que servia de división y el resto del salón estaba también a oscuras de no ser por una luz en el centro, que iluminaba a dos hombres y una mujer totalmente desnudos y que pendían del techo atados por sus muñecas., por unas pulseras de piel.

Hasta ellos llevo a Jessi, la chica ya pudo observarlos con mayor detenimiento; la mujer era una chica como de su edad, los otros dos hombres uno era joven como de unos 25 años y el otro un hombre maduro de mas de 50 años, los tres se encontraban con los ojos vendados.

-Jessi, son tuyos, tienes la libertad de hacer con ellos lo que desees, excepto que seas penetrada.

Dicho la anterior se acerco a ella por detrás y empezó a desabrochar su blusa, así como quitarle su brassiere, dejando en libertad sus hermosos senos, que oscilaron al quedar en libertad.

Fue descendiendo sus manos hasta encontrar el cierre de su falda, la cual bajo junto a sus panties.

Aprovecho para con los dedos tocar los sensibles pezones de Jessi estirándolos, que la hacen estremecer y proferir pequeños gritos e inmediatamente quedaron erectos, mientras que la otra mano la llevo hacia su conejito, hasta encontrar su botoncito e igualmente lo acaricio y estiro.

-Te dejo.

Jessi entonces camino alrededor de ellos y los observo mas detenidamente, mientras con una mano se acariciaba un seno y luego el otro, la otra mano la llevo a su rajita que se empezaba a humedecer, se coloco en medio de los dos chicos, llevo el dedo índice de cada mano a su húmeda rajita y los froto para que se impregnaran de sus jugos, y luego los deslizo en la boca de cada uno de ellos, y posteriormente los introdujo en su boca. Ese acto provoco una tremenda excitación en Jess.

Observo que en el pene del chico empezaba a brotar un fluido, ahora llevo sus dedos uno al conejito de la chica y empezó a moverlo en el clítoris de la chica para ahora impregnarlo con los fluidos de la chica, y con el dedo de la otra mano limpio el liquido que brotaba del chico, y ahora los llevo a sus bocas para que saborearan sus propios néctares.

Repitió lo anterior pero ahora intercambio los dedos, para que ahora saborearan los jugos de su compañero.

Ahora se acerco a la chica, pasando suavemente su mano sobre el rostro de la muchacha y la empezó a besar en los oídos, su lóbulo, tal como lo hacia Alex con ella.

Y continuo hacia su cuello, sus labios, mordiéndolos, acariciándolos con los suyos, se acerco hasta que sus pezones rozaban los de la chica, fue una experiencia nueva y empezó a sentir más lubricado su conejito.

Fue repitiendo las mismas caricias y en los lugares en que ella había sentido mas placer cuando era tocada por Alex. Hasta que escucho los primeros jadeos de placer de la chica.

Se dijo Jess, estas haciendo bien tu trabajo se ve que has aprendido bien.

Sentía la firmeza pero al mismo tiempo la suavidad de la piel de la chica, y pensó con razón los hombres nos prefieren y para confirmar su teoría con su otra mano acaricio al otro chico, y noto la diferencia en la suavidad de la piel.

Nuevamente se concentro en la chica, ya que para ella era algo nuevo, no obstante de haber visto a varias chicas desnudas en la ducha, después de practicar natación en la escuela, pero ahora diferente, pues la tenía a su disposición.

Fue descendiendo su cabeza hasta llegar a los senos de la chica que a pesar de que eran pequeños, estaban muy bien formados y duros debido a su juventud.

Ahora mordía sus pezones, primero suavemente y después mas violentamente, y escuchaba los jadeos y gemidos de placer de la chica, y al ir bajando por el abdomen de la chica, Jessi siente algo duro en sus nalgas que la hizo brincar de la sorpresa, no era otra cosa que la tremenda erección del chico, conseguida de solo escuchar los sonidos emitidos por la chica.

Después de la sorpresa Jessi soltó una carcajada por lo sucedido. Y fue hasta ahora que observo a la otra persona y noto que su pene no estaba tan erecto como el del chico. Y lo que no entendía Jessi, era que la gran experiencia en las lides del sexo, lo hacia tener control sobre su erección, cosa que no sucedía con el chico.

Entonces Jessi para ayudarlo un poco, se acerco por detrás del hombre mayor, y se pego a su espalda, haciéndolo reaccionar de manera inmediata al sentir los senos de Jessi en su espalda y su conejito rozando sus nalgas, pero como si fuera poco Jessi extendió su mano por delante de él, y tomo su pene y lo empezó a acariciar y luego a frotar subiendo y bajando su mano. Era imposible ya controlarse y su pene fue creciendo en tamaño y grosor, nunca había visto Jessi uno de tales dimensiones. Posteriormente se coloco en medio de los dos hombres y empezó a masturbarlos.

Por estar tan atareada, no se dio cuenta que la chica se había soltado de las amarras y quitado la venda, tomo a Jessi de la mano pero antes desato a los otros dos y tomados de la mano se dirigieron hacia donde estaban los almohadones.

La chica tomo a Jessi y la aventó sobre los almohadones y les dijo a los otros dos

-Ahora es nuestro turno.

Se arrodillaron los tres alrededor de Jessi y la empezaron a acariciar, besar, lamer, chupar, rasguñar y apretar, sin dejar alguna parte de su escultural cuerpo sin ser tocado.

La coloco bocabajo para acariciar sus duras nalgas y, el más joven no se pudo contener por el espectáculo, le levanto las caderas para poder introducir su lengua en su oscuro pasadizo.

Al sentir la lengua del chico profanando su ano, estallo en un grito de placer, el chico continuaba metiendo y sacando su lengua, ocasionando en Jessi un orgasmo inimagínado.

El hombre la besaba y le acariciaba un pezón, mientras la chica haciendo malabarismo se introducía entre sus piernas para lamer su conejito, al tiempo que le decía:

-Tócalo-refiriéndose al cuerpo del otro hombre.

Jessi empezó a acariciar su pecho con una de sus manos y con la otra mantenía pegada a ella al otro hombre, el cual continuaba besando a Jessi, entrelazando sus lenguas y algunas veces introduciendo su lengua para que Jessi se la chupara.

-Tócale su pene como yo lo hago- diciendo esto extendió su mano para alcanzar el pene del hombreo y empezó a masturbarlo.

Jessi movía sus caderas contra la boca de la chica en forma acompasada y eso provocaba que la lengua del chico entrara más profundamente en su ano, y empezó a masturbar al hombre.

-Besalo-la chica empezó primero a besar el pene del chico y posteriormente a introducírselo en la boca, y empezó a chupárselo.

Jessi nunca había hecho esto con Alex, pero siempre tuvo esa curiosidad, quizás en otra ocasión no lo hubiera hecho, pero debido al grado de excitación en que se encontraba empezó a imitar a la otra chica. El sabor no era tan desagradable como creía Jessi, un sabor salado.

La chica se incorporo y tomo al hombre mayor lo recostó y tocando su pene se lo fue introduciéndoselo lentamente en su vagina, Jessi no se esperaba ese espectáculo extra, hizo a un lado al chico para observar con ojos desorbitados como la chica se montaba sobre el hombre y como iba aumentado la rapidez de sus movimientos acompañados de unos leves gemidos inicialmente y posteriormente gritos debidos al placer proporcionado por el pene del hombre.

La chica se recostó sobre el hombre lo que fue aprovechado por el chico que se deleito con los senos y pezones de la chica, y de Jessi que se recostó y lamía los testículos del hombre y simultáneamente la rajita de la chica. Esta lanzo un grito de placer acompañado de un fabuloso triple orgasmo provocado por sus tres acompañantes.

El hombre termino simultáneamente dentro de ella e inundo su vagina con chorros de esperma.

Finalmente los cuatro se besaron y se entrelazaron y sucumbieron en un largo sueño

Mientras tanto allá abajo en el bar Alex veía un monitor y susurro.

-Muy bien, ahora pasaremos a la siguiente etapa.

Continuara

Quiero agradecer los comentarios emitidos por los grandes escritores de esta pagina y ójala un día puedo llegar a escribir también como ellos.

Mi respeto y cariño, para ellos.

Así mismo por los lectores que han perdido un poco de su tiempo para leerme.

Besos.

Jessi