Jenny: Reunión con un par de amigos

Una muchachita que vende alimentos en la calle se encuentra con 2 maduros con los que pasará un momento agradable

Todos los días Jenny y Lisa tenían que levantarse y salir a la calle para ganarse las monedas trabajando sin descanso en las pistas y en las calles. Este par de hermosas mujercitas eran amigas de toda la vida que tuvieron que huir de su país debido a problemas familiares. Ambas muchachas se instalaron en un cuarto pequeño, pero para ellas era más que suficiente

Este par de muchachitas salían para vender bebidas y snacks a los conductores o a los transeúntes que pasen cerca de su humilde puesto de ventas.

Ya en la tarde era cuando tenían más suerte. Una de las dos se dirigía al parque industrial, una zona de la ciudad donde estaban las oficinas de grandes empresas del país. El momento perfecto para ofrecer bebidas, snacks e incluso paquetes de almuerzo para los cansados oficinistas.

Jenny y Lisa, debido a que eran jóvenes con una hermosa silueta y unas proporciones muy atractivas, tenían mucha suerte vendiendo sus productos a los trabajadores de estas empresas que en su mayoría eran señores adultos de entre 40 y 50 años aproximadamente. Algunos aprovechaban comprar alguna bebida o snack simplemente para conversar con ellas y admirar su hermoso cuerpo.

Como todo día normal en la vida de estas dos señoritas a una le tocaba ir al parque industrial para ofrecer alimentos. Esta vez le tocaba a Jenny, ese día hacía mucho calor y la muchachita llevaba puesto una falda corta con tirantes y una camiseta muy pegada que resaltaba sus hermosos pechos, y con el sudor de aquel día caluroso, sus pechos se marcaban en la camiseta mucho más todavía.

Quizá fue este notable cambio en su apariencia lo que incrementó sus ventas. Aquella vez muchos más trabajadores acudieron al pequeño puesto donde se encontraba esta muchachita para comprarle bebidas y snacks y claro pues, platicar con ella si fuera posible. Jenny notaba las atentas miradas de estos señores lujuriosos, miradas dirigidas hacia sus bellos pechos, su cintura que terminaba en un trasero grande y hermoso que todos esos hombres quisieran tener en sus manos.

Jenny sabía perfectamente que podía usar esta ventaja a su favor y se portaba un poco más coqueta con estos señores. Ellos podían conversar con ella recibiendo uno que otro piropo y ella vendía más de lo normal. Todos salían ganando.

Ciertamente había sido un día duro para esta joven, pero ya estaba llegando a su fin. Ya estaba alistando sus cosas para dirigirse al puesto principal para reunirse con su amiga Lisa cuando de repente un señor alto, de 50 y tantos años, bien vestido se le acerca para comprar una bebida. Jenny le atiende con una sonrisa encantadora.

Jenny: Aquí tiene señor espero que la disfrute

Erick: Muchas gracias muchachita, que alegría ver a alguien tan linda como tú por esta calle

Jenny: (sonrojada la chica responde) jejeje gracias señor es usted muy amable

Erick: me llamo Erick, ¿cómo te llamas tú cariño?

Jenny: Yo me llamo Jenny mucho gusto

Erick: el gusto es mío Jenny…y dime ¿Vendes por aquí muy seguido?

Jenny: Si, todas las tardes, bueno, vengo yo o mi amiga a vender por aquí.

Erick: ¿Y tú amiga es igual de linda que tú?

Jenny: claro que sí…aunque creo que yo soy la más guapa de las dos

Erick: Jajaja estoy seguro que así debe ser, por cierto ¿no estas cansada de tanto trabajar bajo este sol? Te veo sudando mucho (esto le excitaba más al señor)

Jenny: Siii la verdad es que hace mucho calor

Erick: ¿Por qué no tomas una de las bebidas?

Jenny: No podría, es parte de la mercancía

Erick: está bien, yo la pago no te preocupes

Jenny: Nuevamente muchas gracias guapo

Erick: De nada preciosa

Estos 2 se quedaron platicando como por media hora más, entre risas y piropos, realmente la estaban pasando bien, pero ya tocaba la hora de irse, aunque Erick quería seguir con Jenny

Jenny: Bueno guapo ya es hora de que me valla

Erick: Que mal linda, me encantaría seguir platicando contigo todo el día

Jenny: jejeje a mí también me encantaría

Erick: ¿trabajas duro todos los días cariño, porque no te das un descanso un día de estos?

Jenny: No podría papi, tengo que trabajar para pagar el cuarto donde me quedo con mi amiga

Erick: ¿Y si yo te pagar todo lo que ganas en un día, estaría bien? Me encantaría que la pasemos bien en mi casa con mi colega, podríamos platicar, mirar una película…piénsalo te relajarías un poco.

Jenny: hummm no lo sé cariño.

Erick: Te dejo mi tarjeta por si te decides cariño, enserio considéralo por favor

Tras recibir esta propuesta Jenny de verdad lo estaba considerando, ella sabía de las posibles intenciones de Erick y de su amigo y estaría dispuesta a dejarse llevar, después de todo contaría como un día más de trabajo y como Erick dijo: ella podría relajarse un poco, ya que enserio ella y su mejor amiga se esforzaban cada día. El único problema sería como se lo tomaría Lisa ante esta propuesta que parecía casi sexo por dinero, aunque Jenny quería pensar que no era así.

Ya en casa ambas amigas se encuentran, las dos completamente cansadas de tanto trabajar, se dan un baño para quitarse el sudor y el mal olor y se acuestan en la cama grande que ambas compartían. Antes de dormir Jenny notó una expresión de preocupación en Lisa

Jenny: Pasa algo linda?

Lisa: hummm

Jenny: Cuéntame, ¿qué sucede?

Lisa: ¿recuerdas de mi amiga Lucía?, la que nos ayudó a conseguir este cuarto

Jenny: si, ¿qué ocurre con ella?

Lisa: Nada grave, pero mañana estará tendrá mucho trabajo en el almacén, y no tiene a nadie que la ayude, y quisiera apoyarla, pero yo también tengo que ayudarte a ti en las ventas de mañana.

Jenny pensó muy bien en la situación, si Lisa no iba a trabajar ese día, entonces ella podría ir a reunirse con Erick sin que Lise se entere, además que Jenny llevaría dinero a la casa, todo estaba cubierto.

Jenny: Yo creo que deberías apoyar a Lisa, después de todo ella nos ha poyado en el pasado, así que debemos ser consideradas con ella, tú ve a ayudarla, no te preocupes por mí, yo puedo hacerlo sola por esta vez.

Lisa: ¿Enserio podrás sola?

Jenny: No tienes nada de que preocuparte, saluda a Lucía de mi parte.

Lisa: gracias Jenny, enserio que eres la mejor…

Tras decir esto Lisa abrazó a Jenny y le dio un beso en la boca, esto sorprendió a Jenny, quien solo pudo corresponderle ese beso mientras la abrazaba apasionadamente, así hasta que ambas se quedaron profundamente dormidas.

Al día siguiente Lisa fue la primera en despertarse, alistó sus cosas y se fue a supuestamente ayudar a su amiga lucia en el almacén, al parecer Jenny no era la única que mentía, pero esto es una historia para otro día. Jenny marcó el numero que le había dado Erick, el hombre le contestó con un tono de voz alegre, lleno de vida. Acordaron encontrarse en el parque industrial a las 5 de la tarde, Erick estaba dispuesto a pagarle todo lo que ganaba Jenny en un día, pero como la cita era todavía hasta las 5, Jenny podría trabajar un poco para obtener unas monedas más.

Legadas las 5 Jenny acudió al lugar acordado, llevaba unos pantalones muy cortos que resaltaban sus bellas piernas y un polo muy ajustado para lucir sus enormes pechos, tan coqueta como siempre. También llevaba una bebida y un chocolate para cada uno de sus acompañantes.

Lo pasó a recoger Erick, manejando su enorme camioneta negra. Jenny subió a la camioneta y se encontró con Erick y su segundo acompañante: Raúl. Este caballero lucía mayor que Erick, era un poco más bajo que él, pero también vestía muy bien y era atractivo. Les entregó las bebidas y los chocolates a ambos hombres, estos los recibieron agradecidos.

Raul: tú debes ser Jenny mucho gusto muchachita, mi nombre es Raul. Erick me ha hablado muy bien de ti y veo que no exageraba, de verdad que eres preciosa.

Jenny: Mucho gusto Raul, es usted muy lindo por decirme eso…

Mientras Jenny decía esto, Raul se acercó con deseo a Jenny, acarició primero su hombro, a medida que platicaba con ella su mano iba bajando lentamente hasta llegar a su cintura y acariciar sus piernas. Esto calentaba completamente a Jenny.

Raul: Lo vamos a pasar muy bien mujercita.

Erick manejó hasta su gran casa en una zona acomodada de la ciudad, ambos hombres miraron la expresión de asombro de Jenny al ver semejante “mansión”, que, si bien no lo era, se acercaba mucho.

Los 3 entraron a la semi mansión, el asombro de Jenny se mantenía, se dirigieron a la gran sala de estar de la casa para que la diversión empiece. Los dejó solos un momento para dirigirse a la cocina por unas copas y una botella de vino que tenía preparado, dejando a Jenny, sola con Raul, quien aprovecharía el momento.

Raul: Toma asiento muchachita, siéntete como en tu casa

Jenny: Mucha gracias don Raul

Raul: Erick me dijo que tu trabajas muy duro día a día

Mientras hablaba acariciaba las piernas de la chica y se acercaba a su cuello para besarlo

Jenny: Ay don Raul…que está haciendo

Raul: Tú tranquila Jenny querida, solo relájate y déjate llevar un poco, ¿te gusta lo que estamos haciendo?

Jenny: si…si me gusta, ay don Raul ¿no deberíamos esperar a Don Erick también?

Raul: No hay problema en que empecemos nosotros con la diversión…

Raul recorrió la pierna de Jenny con su mano, lentamente hasta llegar a su coñito, el cual ya estaba mojadito, mientras hacía esto besaba el cuello de la chica, el olor del perfume que se había puesto Jenny excitaba más al hombre, Jenny en un estado de mucha calentura, palpo con sus manos la pierna de Raul, pero lo que en realidad estaba buscando era su polla.

Erick apareció con 3 copas de vino, los dos tuvieron que cortar el rollo para brindar. Chocaron las copas y dieron un buen sorbo, símbolo de que lo bueno estaba por empezar. Erick ya tenía preparada una película porno para encender el ambiente, una película sobre una secretaria joven que tenía que complacer a su jefe.

Los 3 estaban sentados en el gran sofá, Jenny miraba atenta la película, estaba un poco avergonzada por las escenas eróticas, Raul estaba completamente enamorada de esas piernas grandes y carnosas, esta vez las recorrió y nuevamente llegó al coñito de Jenny. La chica sintió la mano en su vagina y para ayudarle abrío las piernas, Raul aprovecho y pasó su mano por debajo del calzoncito de la chica, palpando los labios de su vagina que para este punto estaba completamente empapada.

Jenny no quitaba la mirada de la película, estaba viendo como el jefe jugaba con los senos enormes de su secretaria cachonda.

Erick cogió la mano de Jenny y la llevó directamente a su verga, Erick se había quitado los pantalones sin que Jenny se diera cuenta, la chica captó lo que Erick quería decirle y comenzó a masturbarle suavemente su enorme verga, aunque no la vio por estar hipnotizada con la película, por el tacto pudo notar que era larga y caliente.

Raúl estaba jugando con el coñito y con los senos de la mujercita, Jenny hacia lo posible para no gemir, le daría mucha vergüenza gemir ante sus 2 hombres, pero la calentura del momento le ganaba. Los dedos dentro de su coñito le producían cosquillas y calentura al mismo tiempo, la chica estaba ardiendo de placer.

Erick sorprendió a la chica y le dio un beso en la boca. Sus lenguas se cruzaban en una lucha por ver quien dominaba a la otra, Jenny cerró sus ojos y le continuó el beso.

Erick tenía la polla durísima ya, Jenny se puso en cuatro en el piso y se dispuso a chuparle la polla a su hombre. La mujer lamio la cabeza de la larga verga de su hombre, masajeándola con su lengua poco a poco se la llevó hasta el fondo de su garganta.

Raul por detrás le quitó el calzado, los pantalones cortos y el calzón. Metió 2 dedos al coñito caliente de Jenny, la mujer gemía mientras seguía mamando el tronco caliente de su macho. Erick gemía de placer, Jenny lo acompañaba gimiendo también debido a que Raul era muy bueno masajeando su coñito. Jenny sintió un dedo queriendo entrar en su culito, la chica nunca había tenido sexo anal en su vida.

Erick y Jenny ya estaban en la recta final, el maduro no pudo aguantar más y se corrió en la boca de su chica. Varios chorros de lechita caliente inundaron la boca de la jovencita, por detrás, los mágicos dedos de Raul llevaron al orgasmo a la mujercita.

El trío se dirigió a la habitación de Erick para continuar con la faena. Erick se quitó la camisa desnudándose por completo, Raul le quitó la camiseta a Jenny que era lo único que faltaba para que estuviera desnuda. La mujercita se echó en la cama con las piernas abiertas mientras veía como Raul se quitaba la ropa y Erick se colocaba el condón.

Jenny tenía enfrente de ella una polla gruesa, lo que le faltaba de largo lo tenia de grueso. Raul la acercó a su boquita y ella la recibió con su boquita hambrienta. La cabezota de ese grueso miembro entró en su boquita, llenándola por completo. Por su parte Erick, ya preparado y listo, apunto con su polla a esas piernas abiertas, la puntita rozó ese coñito mojado que todo hombre quisiera tener.

Perfectamente sincronizados los dos machos se la metieron sin problemas a la chica, una sensación de intensa calentura invadió todo el cuerpo de Jenny quien trato gemir del placer, no pudo gemir debido a que tenía una gruesa polla metida hasta la garganta.

Probablemente el mejor trio de su vida, Erick sujetando esas preciosas piernas y penetrando su coñito lujurioso y Raul dándole de comer su trozo caliente. Todo era perfecto en ese momento, Jenny estaba muy feliz.

Tras una larga sesión embistiendo a la chica…

Erick: mamita hermosa no puedo aguantar más voy a correrme

Raul: yo también ya no aguanto más, voy a darte toda mi leche

Ambos machos rellenaron a la chica una vez más, tanta leche calmaba la lujuria de Jenny, tantos días trabajando continuamente merecían un premio como este, era un regalo de la vida y ella lo estaba gozando. Ya los 3 exhaustos, terminaron la sesión con unos cuantos besos y quedaron dormidos.

Ya las 3 de la mañana algo estaba interrumpiendo el sueño de Jenny, algo pasaba entre sus piernas: era Raul. El maduro ya un poco descansado seguía con su lujuria a tope y estaba lamiendo el coñito de la chica. Raul estaba completamente enamorado del cuerpo de Jenny, desde que se encontraron en el carro no dejaba de acariciarla y mimarla. “acompáñame” le dijo Raul a Jenny llevándola a uno de los baños de la casa.

El maduro cerró la puerta con llave y seguido se lanzó hacia Jenny para besarla apasionadamente.

Raul: me gustas mucho Jenny, quisiera volver a verte y sentir tu cuerpo junto al mío, por favor, quiero que seas mía

Jenny: Ay don Raul…yo…es la primera vez que nos vemos…

Raul: demonos una oportunidad y conozcámonos mejor

Jenny: yo…creo que, debería pensarlo un poco, eres muy lindo, pero…todo esto está pasando muy rápido…

Raul: quizá pueda convencerte un poco más, después de todo aún no ha sido mi turno de entrar en ese coñito hermoso, ¿lo deseas?

Jenny: ay si por favor don Raul…lo estaba esperando

La muchacha con una pierna apoyada en el lavadero se preparó para recibir a Raul. El hombre se colocó el preservativo, era consciente de que su trozo era bastante grueso para la vagina de Jenny, colocó la punta de su trozo en la entrada de la chica y procedió lento. Jenny sintió cierto dolor, lógicamente, la primera embestida fue dolorosa. Raul acariciaba las preciosas nalgas de Jenny, y con paciencia la penetraba. A medida que Raul embestía a su chica, ese dolor inicial se convirtió en placer, los gemidos no tardaron en aparecer. La faena no había terminado para estos 2. Jenny lo gozaba, pero a la vez pensaba en la oferta que le había dicho Raul… ¿le diría que sí? ¿Se darían una oportunidad para conocerse?

Gracias por leer mi relato, significa mucho para mí.

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