Javier y yo ( segunda parte)

Había llegado ese momento en el que Javier y yo ya habíamos dado rienda a suelta a nuestra pasión.

Javier y yo estabamos desnudos uno frente al otro, y yo no podía dejar de mirar su polla, relajada, bien depilada y de buen tamaño. Javier se dio cuenta rapidamente y me dijo: "¿Te gusta?; es para ti", le respondi que si e inmediatamente la agarre con mi mano derecha, mientras que Javier me agarraba de mis nalgas y me beso. Nuestras lenguas se entrelazaban en un beso de película. Una vez terminado el beso, me lleve a Javier fuera del baño, a mi cuarto y nos pusimos enfrente del espejo del armario, un espejo de cuerpo entero donde podíamos vernos ambos desnudos. En ese momento me di cuenta que la polla de Javier estaba empalmada y es bastante grande. Mire a Javier a los ojos y procedí a ponerme de rodillas frente a el, con mi boca frente a su polla. La agarre con mi mano derecha y eche hacia atras el pelleje de su glande, dejandolo al descubierto y empece a lamerlo lenta y suavemente con mi lengua. Javier empezo a gemir y yo segui lamiendo el tronco de su polla como si fuera un polo. Mire a Javier y note en sus ojos que estaba deseando que me metiera su polla en la boca y eso hice. Al meter su polla en mi boca, Javier solto un gemido y dijo "oh, que bueno", fui mamando despacio su polla y fui aumentando el ritmo poco a poco. La polla de Javier me sabía riquisima y no quería dejar de saborearla. Así estuve unos minutos, hasta que Javier me dijo que quería follarme, y me ayudo a levantarme.

Le bese de nuevo, agarre un condón y el lubricante del cajón, y me puse a 4 patas con el culo bien en pompa para Javier. Javier me agarro mis nalgas con sus manos y dijo "que culazo tienes Andrés, me encanta", a lo que yo le respondi "que era suyo y que se lo follara como quisiera". Rapidamente se puso el condón y se echo lubricante y tambien lubrico mi ano. Note como la punta de su polla chocaba con mi ano y poco a poco iba entrando dentro de mí. Mientras su polla entraba dentro de mi, una mezcla entre dolor y placer se fue apoderando de mi, hasta que llego un momento en el que toda su polla estaba dentro de mi y tanto Javier como yo soltamos un buen gemido. Javier fue poco a poco, a un rtimo despacio dejando que el dolor fuera desapareciendo para transformarse en un inmenso placer. Poco a poco fue aumentando el ritmo, hasta que lo único que se escuchaba en la habitación era su pelvis chocaba contra mis nalgas y nuestros gemidos (los mios eran más altos que los suyos y eran de autentico placer).

Así estuvimos unos minutos, hasta que decidimos cambiar de postura. Javier se tumbo boca arriba en la cama, y yo me sente encima de su polla. Al sentarme del todo encima de su polla, ambos soltamos un fuerte gemido y puse mis manos sobre su pecho. Empece a cabalgar a un ritmo fuerte, haciendo que su polla entrara y saliera de mi culo, provocando un inmenso placer en Javier, mientras que yo gemia fuertemente. Estuvimos así unos minutos hasta que Javier me dijo que no aguantaba más y que se iba a correr. Le mire a los ojos y le dije que se corriera, mientras yo seguia cabalgando fuerte sobre su polla, pero Javier me sorprendio y me dijo que quería correrse en mi cara. Aquello me pillo por sorpresa, pero estaba tan caliente en ese momento, que rapidamente saque su polla de mi culo, y me puse de rodillas.

Rapidamente Javier se puso de pie frente a mi, y empezo a masturbarse, mientras yo hacía lo mismo. Me pregunto "¿Quieres mi leche?", a lo que yo respondi "Si, quiero tu leche. Damela toda", Javier me aviso de que se iba a correr, asi que abri la boca y saque la lengua esperando recibir la leche de Javier. Javier solto un fuerte gemido e inmediatamente un borboton de semen cayo sobre mi cara. No tuve tiempo de asimilarlo, cuando un segundo borboton termino de inundar mi cara del semen de Javier. Inmediatamente después de eso, yo también me corri. Javier paro de masturbarse, y yo aproveche para mi lengua sobre mis labios y saborear y tragar el semen que me había caído.

Tras esto, Javier me ayudo a levantarme y a limpiarme la cara y me pregunto si me había gustado y le respondí que si, que me había encantado. Le propuse darnos una ducha juntos y salir a tomar unas copas. Javier acepto, nos dimos una ducha, salimos a tomar unas copas y prometimos que volveriamos a repetir pronto, pero la próxima vez con más tiempo y calma.