Javi y sus experiencias

Las andanzas de un chico de barrio en el mundo gay.

A mi edad es normal que muchos chicos mantengan relaciones esporádicas con otros chicos del barrio, ¿Quién no se ha hecho una paja con un colega? Cosas así son absolutamente normales en el ambiente donde yo vivo. Menos normal diría yo es que ya a mi me encante follar con un chico, la verdad que meterla o que te la meta un colega da mogollón de gusto y me lo monto muy bien con algún coleguita que esta mazo de bueno.

Me llamo Javi tengo veintiún años soy de mediana estatura, delgado rubito con los ojos claros mas bien verdosos y las pavitas se vuelven locas conmigo, siempre he tenido muchísimo éxito y nunca me ha faltado un sitio para mojar el cacho de polla que manejo, pero ya te digo a mi desde hace algún tiempo también me mola cantidad mojarla en el culete de mas de un pavo y porque no, que me la empeten a mi también.

Mi primera experiencia fue cuando era todavía un chinorri de dieciséis con mi amigo Juanito Garrido, siempre íbamos y veníamos juntos al colegio y nos fumábamos nuestro cigarrito a escondidas en un descampado donde había una casucha viaje donde nos escondíamos para fumar, nuestros padres eran totalmente contrarios a que fumáramos, ellos no lo hacían y nos lo tenían prohibido a ambos.

Por eso Juanito y yo nos guarecíamos allí antes de llegar a casa fumándonos allí un fortuna a escondidas y después al llegar a casa nos metíamos un chicle de menta para no oler.

Un día Juanito y yo estábamos fumando en aquella casucha y hablábamos de guarradas propias de la edad, que si aquella piba tenia las tetas gordas que la otra follaba y cosas así y nos dimos cuenta que teníamos las pollas bastante duras.

¿Juan, mira como tengo la churra tío? Me he puesto mazo cachondo hablando de esas guarras, voy a tenerme que cascarme una paja.

Yo le dije eso a mi amigo porque debajo del pantalón del chándal se le veía un imponente bulto que me hizo pensar que me colega gastaba un pedazo de nabo importante. Aquello me excitó y me ponía tela pensar que podía verla esa polla hermosa a mi coleguita y vecino Juanito Garrido.

El chico era igual o más caliente que yo y no dudo en decir que porque no nos hacíamos la paja allí donde nos encontrábamos, al fin y al cabo nadie nos iba a ver.

¡Perfecto! Juan había dicho exactamente lo que yo quería oír.

Sin perder mucho el tiempo me saque la chorra de mi pantalón dejando al descubierto mi joven pero ya hermosa polla que por esa época debería medir ya dieciséis centímetros.

Juanito al verme el cacho de nabo que gastaba no pudo más que exclamar en signo de asombro y decir.

¡Cojones que pedazo de rabo tienes!

Y diciendo esto se bajó el chándal mostrándome un aparato nada despreciable en comparación con el mío, su cacharro sino media dieciséis estaba en quince centímetros lo menos.

Pues nos pusimos manos a la obra y yo muy listillo y astuto le dije a mi amigo

Vaya troncho te gastas primo, no tienes nada que envidiarle a la mía, creo que deben medir mas o menos lo mismo.

Juan respondió.

Joé Javi creo que la tuya es mas grande al menos es más gorda.

No se tío, como no lo midamos no lo vamos a saber nunca. Pero claro no tenemos metro.

No claro, no sabemos como medirla aquí. Respondido el chico.

Bueno, si quieres hacemos algo, la medimos al palmo ¿te hace?

Vale, pero ¿el palmo de cual de los dos?

Pues tío si quieres mido yo las dos que a mi me da igual si a ti no te importa.

Venga tío mídelas tu y vemos quien la tiene mas grande.

Mientras hablábamos todas estas cosas, ambos no dejábamos de pajearnos cada uno su polla, la seguíamos manteniendo tiesas y durísimas y estábamos súper excitados en aquella situación tan morbosa.

Sin pensármelo dos veces agarré la polla de Juanito para medirla, Juan retiró su mano y dejó que yo hiciera las medidas oportunas y con un palmo mío y un poquito mas medí el largo de la polla de mi Campi, después de ver la medida que tenia en palmos de mi mano, hice la misma medida con la mía y creo que le ganaba por un poco nada mas.

Juanito creo que en longitud te gano pero verifiquemos como andamos de grosor ¿te parece? Le dije a mi compi, el cual aceptó encantado porque yo no había soltado todavía su polla y se la meneaba despistadamente para su placer. Medí el grosor en tres puntos diferentes de su rabo en la punta en el centro y en el tronco, Juanito resoplaba de gusto que estaba sintiendo y yo encantado de tener entre mis manos aquel cacho de aparato tan guapo.

Me medí la mía y en grosor me ganaba el por lo cual decidimos que empatábamos y así tan amigos.

Pero Juan viendo que yo no soltaba su rabo en vez de decir nada, se le ocurrió decir.

Creo que yo voy a medir el tuyo con mi mano, no me fío yo mucho de tu medida.

Al final estábamos los dos pajeándonos el uno al otro procurándonos un gusto increíble que terminó en una monumental corrida en la mano del otro.

Desde esa experiencia Juanito y yo hemos practicado mas de una nueva experiencia, pero quien a mi me abrió las ideas a este rollo fue Dani, el Dani Gracia es un cacho tío que se las sabe toda , somos colegas de siempre, pero nunca habíamos hecho nada juntos pero un día que salimos de marcha los dos solos, al regresar veníamos un poquito subidito de tono, íbamos en la moto, conducía Dani y yo sentado tras de el me agarraba a su cintura porque sino me caía de espaldas y cuando me di cuenta le tenia mis manos puestas en el bulto a mi colega, Dani no decía nada, por tanto yo le pasé la mano por allí mientras le ponía mi boca cerquita de su oreja. Al ver que no había resistencia por su parte, sobé su paquete que cada vez se abultaba mas y en una parada de semáforo acercó su boca a mis labios dejándolos muy cerquita casi rozándonos lo que hizo que mi polla se pusiera durísima y el lo sintiera en su espalda.

Íbamos para mi casa, me tenía que dejar allí era un poquito tarde pero Dani pasó de largo cuando íbamos delante de mi portal.

¿Dónde vas colega?

-Con este calentón que llevamos no querrás ir a tu casa ¿no?

Dani directamente me estaba llevando a su casa, el vivía solo con su hermano mayor Raúl que estaba como un tren de bueno y era dos años mayor que nosotros.

Llegamos a su casa, estábamos solos, Raúl no había llegado todavía, seguro que estaba con alguna guarrona por ahí de fiesta, tenia mucha fama con las pibas.

Pasamos al cuarto de Dani, este tenia una cama muy grande para el solo y nada mas entrar me dijo.

¿Qué me estabas diciendo al oído antes en la moto?

A la vez que me decía esto se acercaba a mí rozándome su paquete con el mío y poniéndome su boca cerquita de mis labios.

Me estas poniendo muy burraco Dani, respondí a mi colega que continuaba hablándome con sus labios a escasa distancia de los míos.

Al ver que no terminaba de juntarlos tuve el atrevimiento de besarlo con cierta dulzura, pero Dani ante esto, no hizo otra cosa que mordisquearme los labios y meterme su lengua dentro de mi boca, lo cual me dejó súper cachondo.

Después de mordernos un buen rato, comenzamos a desnudarnos por completo, una vez totalmente desnudos los dos con las pollas de lo mas tiesas, nos tiramos en la cama, yo era la primera vez que me veía en esas, pero me estaba gustando mogollón enrollarme con mi amíguete Dani que estaba mazo de buenorro el hijo de puta.

Una vez en la cama y de habernos magreado un buen rato Dani sin cortarse un pelo bajó hasta mi polla y se la comió de golpe haciéndome una mamada de antología, el cabrón me daba unas chupadas en el capullo que me ponían los pelos de punta, después pasaba su lengua por mis cojones llenándolos todos de su saliva, me gustaba tela aquello, era una experiencia cojonuda la que estaba viviendo, flipaba de colores con este tío que no tenia reparo alguno en comerme todo el trabuco.

Ahí no quedó la cosa, Dani acercó su miembro hasta mi boca y solo me dijo.

Anda cabrón

Imítame y has lo mismo que yo, so capullo.

No lo dudé un instante, con lo cachondo que estaba me metí el pedazo de rabo de Dani en el boquino y se lo comí como si me fuera a faltar la vida.

Así nos pegamos un buen rato hasta que me empecé a poner todo tieso y con espasmos, señal de que me venía ya. El Dani se sacó mi polla de su boca y pajeandome me corrí en todo su careto, el tío empezó a correrse dentro de mi y al notarlo le saque el nabo de mi boquino e igual que el hizo conmigo me llenó todo el careto de leche calentita que relamí con gula.

Durante todo ese rato que estuvimos liados no nos habidos dado cuenta que dejamos la puerta del cuarto abierta y el hermano de mi amigo nos había visto mientras nos lo montamos, Raúl estaba en su habitación y no supimos nada hasta mas tarde.

Una vez nos hubimos lavado nos quedamos tumbados en la cama por un buen rato, yo debía marcharme, no quería que mi padre me viera llegar a casa después de haberse levantado , así que me marche caminando hasta casa la mar de contento después del polvo que habíamos echado.

Al día siguiente me desperté súper tarde, mi padre me llamaba para comer, eran casi las tres de la tarde y me levanté con un calentón impresionante, tuve que ponerme unos pantalones de chándal y una sudadera grandota para tapar el bultazo que tenía para que no se diesen cuenta de cómo estaba de dura mi polla.

No he contado que mi hermano y yo vivimos solos con mi padre, Mi madre se marchó con un novio a vivir después de divorciarse, son jóvenes y la verdad que tienen que rehacer sus vidas, mi padre un tío joven de cuarenta y pocos se mantiene súper cachas, por su trabajo y porque se lo curra haciendo deporte como jugar el futbito y monta en bici con los colegas. Vamos que mi padre tiene un polvo la mar de bueno, sale con sus amigotes y de vez en cuando desaparece alguna noche que se liga a laguna pibita.

Nos sentamos a comer los dos solos, mi hermano se había marchado a jugar al futbol al colegio y después comería en casa de los abuelos, así que mi padre había preparado algo ligero para nosotros dos.

Comíamos con la tele puesta y yo no tenía muchas ganas de conversación, la verdad que me apetecía darme una buena ducha y tumbarme un ratito a ver alguna peli, estaba cansado de la noche anterior, además con la polla como la tenia no me quería arriesgar a que mi padre me viese así.

-Estas muy calladito. ¿Te comieron ayer la lengua?

Dijo irónicamente mi padre.

No, nadie me comió nada, solo que estoy dormido todavía. Respondí

dormido y cachondo te has levantado, además de tener los morros un poco irritados.

Me puse de color tomate, cuando oí esos comentarios de mi padre, bloqueado como estaba no podía articular palabra y solo balbuceé.

Mi padre se había dado cuenta que tenia la polla como un castillo y que tenía los labios quemados del morreo que me había pegado la noche anterior, pero bueno, no sabía con quien me había pegado ese morreo ni que cosas hice más con la boca.

Terminamos de comer, ayudé a recoger la cocina a mi padre y me fui a mi cuarto a quitarme toda la ropa que llevaba puesta para darme una ducha, además hacia calor para tanta ropa.

-¿vas a darte una ducha Javi? Preguntó mi padre desde su cuarto.

Si papá, me daré una duchita y me voy a tumbar a ver una peli.

-Bueno si quieres te espero y vemos juntos una que me han prestado ¿te apetece?

Ok, me ducho y ahora voy para allá.

Al salir de mi cuarto vi que mi padre estaba en su cuarto , tumbado en la cama y se había desnudado, se había dejado tan solo unos diminutos slips blancos y se le notaba un impresionante bulto en su entre pierna.

La verdad que fijándome bien mi padre tenía un cacho de cuerpazo, el torso velludito y unas piernas bastante musculadas recubiertas de pelos que me estaban poniendo más cachondo de lo que estaba.

Desde la cama me estaba mirando a ver que hacía y no me había dado cuenta que mientras lo miraba me estaba tocando el rabo por encima de mis calzoncillos pues ya me había quitado la demás ropa en mi cuarto.

Al verme sorprendido no pude mas que sonreír a lo cual mi padre me respondió con otra sonrisa cómplice y picarona, pero me sorprendí cuando vi que el estaba también tocándose el rabo y se le veía una soberana empalmada de su polla.

Salí escopetado para el baño y me metí en la ducha dejando que el agua tibia cayera sobre mi cuerpo, debería hacerme una paja, pero no quería tardar mas de la cuenta, me estaba esperando para ver la peli.

El chorro de agua caía sobre mi cabeza, durante un buen rato estuve así pero de repente me alarmé, mi padre había entrado en el baño y estaba orinando, asomé mi cabeza fuera de la ducha y le vi con el cacho de chorra empalmada meando a escasos metros míos, me miró y sonrió diciéndome burlonamente.

-No te entretengas con la paja ahora que quiero ver la película antes que vuelva tu hermano,

Se guardó el cacho de bicho y salió del baño.

Yo estaba asombrado y a la vez mi excitación era monumental, me salí de la ducha y me sequé bien, me puse un poco de colonia y busqué en mi cuarto unos calzoncillos sugerentes para la ocasión.

Creo que todo estaba dicho, me puse unos slips de lo mas pequeñitos y sensuales que tengo de color negro que me hacen un paquete acojonante y de esa guisa me fui al dormitorio de mi padre.

Mi progenitor había bajado un poco la persiana de su habitación dando a la estancia una luz mas tenue y acogedora, él estaba sobre la cama tumbado como ya dije solo tenia unos diminutos slips blancos dejando a la vista su cuerpo bien trabajado y mantenido en una forma física increíble, me hizo señal de que me tumbara a su lado y obedientemente lo hice, tome lugar junto a el y nada mas me hube acomodado, le dio al play dando comienzo una película que no sabia de que iba.

Los dos teníamos la respiración un poco acelerada, pero nuestros paquetes estaban ahora mas relajados que antes, la habitación tenia la luz muy agradable ni oscura ni excesiva luz, yo me había tumbado cerquita de mi padre pero podía ver de reojo su paquete que aun grande ahora no estaba tan duro como antes de que me fuese a la ducha.

La película trascurría normal, solo que los protagonistas eran dos tíos bastante macizaros y en muchas escenas salían semi desnudos enseñando unos pectorales imponentes y hubo una escena donde uno de ellos se veía semi desnudo. Trascurrido un buen rato para mi asombro empezó una escena de sexo explicito entre los dos chicos y ante aquello no pude por menos que cortarme un poco por estar al lado de mi padre y además con la poca ropa que teníamos, para colmo al ver aquellas escenas mi calentura se hizo mas patente y mi polla muy imprudente comenzó a alegrarse por aquello que estaba viendo, mis slips minis negros no ayudaban para nada a tapar aquella erección y me dio por mirar el bulto de mi padre que estaba que reventaba de lo empalmadísimo que estaba.

Levanté la cabeza de aquel descomunal paquete y mi vista se cruzó con la de mi progenitor que había estado admirando como tenia yo de prominente mi entrepiernas.

Nuestras miradas se quedaron fijas y no articulamos palabra alguna, yo al menos estaba mudo, imposible decir nada, estaba cachondo perdido.

Sin control sobre mi mano se fue directa a mi polla y como un autómata me estaba sobando el nabo sin reparo de ningún tipo.

Mi mirada bajó de los ojos de mi padre a su paquete y este al igual que yo se masajeaba su rabo por encima del slip blanco.

Aquella situación era cardiaca, la película discurría de la misma manera, la relación entre los dos chicos en escena era de lo mas explicita, continuaban mamandose la polla y acariciándose sin ningún tipo de recato ante nuestros ojos.

Sin esperarlo mi padre había alargado su mano hasta mi entre piernas y ahora era el quien sobaba mi polla y mis huevos por encima de mis calzoncillos negros.

-te has puesto unos calzoncillos muy pequeños, dijo el.

Deberías quitártelos porque estarás mas cómodo ¿no crees?

Si, son pequeñitos, mejor será que me los quite. Respondí.

Me levante lentamente de la cama y con mucha suavidad me fui bajando los negros slips dejando todo mi cuerpo desnudo a la vista de mi progenitor.

Sin dar tiempo a muchas cosas me fui hacia el y acercándome a su oído le dije susurrante.

Creo que tendré que quitarte a ti esos slips que deben hacerte mucho daño y sin esperar respuesta los deslicé por sus piernas dejándolo totalmente desnudo ante mis ojos.

Mi padre no dijo nada, solo me miraba con ojos lujuriosos.

Yo subiéndome de nuevo a la cama me fui directo hasta su paquete y me metí su polla húmeda en la boca. Mamé con mucha dedicación quería saborear aquel cacho de nabo que me había dado la vida, saborearlo, olerlo sin pensar en mas cosas en ese momento, mientras le mamaba la polla, mi padre me acariciaba el pelo, el cuello la espalda, todo aquello que estaba al alcance de sus manos. Durante un buen rato le lamí todo, la polla, los huevos incluso acerqué mi lengua a su ano dándole unos lengüetazos.

Pero el hubo un momento que me apartó de aquel suculento manjar llevándome hacia su boca y besándome apasionadamente con su lengua dentro de mi boca, mezclando su saliva con la mía, mordisqueándome mis orejas y lamiéndome la cara.

Después bajo a mis tetitas que las ensalivó delicadamente produciéndome un maravilloso placer y bajó y bajó por todo mi abdomen hasta mis vellos pubicos lamiéndolos dejándolos mojaditos , se metió mi tronco en la boca, después mis cojones y me volteó enjugándome mi culito con su lengua, hizo un excelente trabajo de dilatación en mi ojal cuando creyó conveniente sin preguntarme me metió un dedo dentro de mi culito y jugó con el ahí en mis entrañas, después dos y mas tarde tres de sus dedos entraban y salían en mis interiores, hasta que decidió que estaba listo para recibirle y sin mucho protocolo me fue metiendo su polla en lo mas hondo de mis entrañas no antes si sin hacer una parada cuando todo su glande había entrado al ver que me relajaba continuó su penetración dejándome totalmente empalado por ese nabo prodigioso que me había dado la vida.

Estuvo fallándome por un buen rato, durante ese tiempo me sentí enajenado era tanto el placer que recibía que ni hablar pude, de mi garganta solo salían sonidos guturales que manifestaban mi placer y el igual que yo solo gemía diciendo con ello que estaba pasándolo maravillosamente. Hasta que hubo un instante que ya no podíamos mas, su vaivén se aceleró su tranca estaba mas rígida y sus envestidas se hicieron mas violentas y tras todo aquello sentí como mis entrañas se llenaban de su jugo caliente y viscoso, yo sin poder remediarlo me estaba corriendo sobre las sabanas de su cama, enormes cantidades de semen salían de mi uretra a borbotones cayendo derrumbado sobre la cama con el nabo de mi padre aun dentro.

Ninguno de los dos dijimos nada, el silencio reinaba en la habitación después de tan monumental polvo que acabábamos de echar, yo me sentía feliz, había perdido mi virginidad con mi padre, ¿con quien mejor? Decidí que aquello tenia que volverse a repetir por lo tanto quería que mi padre lo vieses con naturalidad y debía mostrarle que estaba feliz.

Me volví hacía el, le abracé tiernamente y le besé repetidamente, nuestros cuerpos estaban sudorosos, pero me gustaba sentirlo así.

Mi padre me abrazó y me preguntó

¿te encuentras bien? ¿te duele algo?

Me siento feliz y no tengo ningún dolor papá. Fue mi respuesta mientras que le seguía abrazando con todo mi cariño y complicidad.

Al ver mi reacción, mi padre comenzó a acariciarme y sin mas dilación me besó en la boca como un amante enamorado alo cual yo respondí totalmente complacido, durante un buen rato estuvimos dándonos un buen morreo, naturalmente nuestras pollas estaba de nuevo en actitud de combate y viendo que mi padre no se había quedado satisfecho decidí atacarle de nuevo por el flanco que mas le gustaba y me bajé a su polla la cual babosa como estaba me engullí sin miramientos.

Ahí lamiendo ese buen carajo me encaramé durante un buen rato, pero mi padre deseoso de mi polla se puso en postura que ambos nos amaramos haciendo un fantástico sesenta y nueve.

Hubo un momento en que mi padre dejó de chuparme y me llevó hacia él abrazándome fuertemente y acercando su cara a mi oído me dijo.

ahora te toca a ti, quiero que me la metas.

Le miré y con una picara sonrisa le hice un signo de afirmación. Comencé la labor que me encomendaba tratando de ser tan cuidadoso como el había sido conmigo, pero antes de comenzar, me dijo.

-No hace falta que tengas tanto cuidado, ya, tu sabes.

Lo lubriqué bien de todas maneras, saboreando so ano como si de un gran manjar se tratara y lengüeteé todo lo que quise hasta que consideré que ya era buen momento de metérsela toda entera.

Lo puse a cuatro patas con sus nalgas mirando hacia un lateral de la cama y yo depie me situé tras de el apuntando directamente a la entrada de su ano con mi cipote. Una vez había apuntado certeramente di un golpe seco y coloqué todo mi cacharro dentro de las entrañas de mi padre. Este dio un gemido una mezcla de dolor y gusto que me paralizó por un instante, como no volvió a quejarse, comencé el mete y saca reglamentario agarrandome a las caderas de mi progenitor, que me servían de asidero mientras me lo estaba follando. Estuvimos en esa postura por un buen rato, pero después de ello me pidió cambiásemos de postura y sacándola, el se colocó boca arriba y alzó sus piernas, me coloqué en medio y de nuevo se la clavé y el me colocó sus piernas sobre mis hombros y vuelta a follar como dos poseídos hasta que pasado unos quince minutos de mete y saca mi padre empezó a soltar borbotones de semen sobre mi pecho y algún trallazo me llegó hasta mi cara. Fue tanto lo que me gustó que comencé a soltar lefazos en sus intestinos quedando los dos muertos el uno encima del otro.

Estábamos hechos un asco, así que decidimos ir a la ducha para darnos un buen lavado, mi hermano Damian estaría al llegar pronto y mejor sería que nos recompusiéramos antes que el chico llegara.

Nos duchamos y pusimos rompa limpia para estar por casa, ordenamos la habitación Demi padre y la aireamos, olía a macho, a sudor y semen, mejor un poco de aire para purificar el ambiente.

Nos instalamos en el salón a ver alguna cosa que hubiera en la tele y reparé una merienda para los dos pues estábamos hambrientos después de tanto esfuerzo.

La tarde transcurrió con total normalidad, no hicimos nada diferente ni hablamos sobre lo ocurrido, simplemente nos comportamos con la mayor naturalidad del mundo, mi hermano Damian volvió y juntos estábamos viendo la tele como si nada hubiera pasado.