Javi quiere mas

Cada vez me gustaba más el juego de los dos, me estaba sometiendo a un juego de dominación, me arrastraba a follar con el sin consideración

Después de todo lo ocurrido anteriormente con Javi, cualquier excusa era válida para quedar, nos moríamos de ganas uno por el otro, era tensión cada vez que nos veíamos, a mí se me solían caer las cosas, ya que él seguía mirando fijamente sin apartarme la vista, no podía evitarlo me ponía muy nerviosa, el simplemente se moría de vergüenza, aunque no se le notase, en uno de estos acercamientos me insinuó de quedar pero para salir de fiesta, a mi realmente no me llama la atención salir entre semana, pero ya que me lo decía pues iba.

Me salí de casa con cierto aspecto informal, ya que era jueves y se estilaba que la gente fuese así, llevaba unos vaqueros de estilo pitillo gris, una camisa ancha estilo hippy negra, una rebeca también negra, zapatos de tacón muy alto negros y el pelo suelto. Me dirigí al sitio donde nos reunimos, allí todos al aire libre contentos por las copas de más, muchas cervezas, el grupito de amigos comentando y el, estaba serio, me acerque a él, en el encuentro se quedó mudo, decía que no me había visto, sonrió y aprovecho para pellizcarme disimuladamente, ya que estábamos un poco liándonos en secreto, así no nos molestarían y nos daba más morbo, aun así había ya gente que sospechaba. Me fui al grupito de niñas, volví a notar que me miraba fijamente, no sabía dónde meterme, me estaba poniendo malísima, veía esos vaqueros que le quedaban tremendamente bien, ya que no eran los habituales que eran anchotes, un plumas de color gris y unas zapatillas, francamente perfecto.

Nos entramos a un pub muchísimo ruido, ambiente… se paseaba por mi lado, aprovechando para apretarme contra su paquete, como nadie nos veía debido a la multitud nos tocábamos, me cogió de la mano con la excusa de comprar copas, mientras hacíamos el paripé en la barra, se echó encima de mí y empezó a lamerme el cuello metiéndome la mano por debajo de la camisa, me susurraba al oído muy serio: ” no sé cómo te atreves a salir sola, yo te cogería en plena calle y te la metería por todos lados…ibas a llorar de gusto un buen rato…”, me quede en blanco, no podía reaccionar, me di la vuelta y le metí la mano por debajo del pantalón, demasiado gorda para la ocasión… mientras dábamos una vuelta por el local, lo metí contra un rincón, me dio la vuelta y me apoyó contra la pared, con la altura de mis zapatos estábamos a la misma altura, se bajó el pantalón, ya que la camiseta era bastante larga y no se le notaba, me dirigió con la mano a su poya y volvió a decir: “¿quieres?” cada vez que me hablaba me ponía, su acento castellano y su voz me ponía, pero me sentía incomoda entre tanta presión, lo pare, viendo este rechazo se le quedo una cara tonto, pero fue algo listo y me comprendió, aunque sabía que me moría de ganas. Volvimos al grupito y vi que se largaba, pensé que podría salirse a la calle un rato, pero me llegó un mensaje para que me saliese a la puerta, al llegar me cogió de la mano y me dijo que nos fuéramos.

Cuando nos fuimos nos dirigimos a unos bancos que había por allí, algo ocultos estaban en una zona residencial, se notaba mareado, se sentó y yo me quede de pie, mientras me fumaba un cigarro. Tan serio como habitualmente es me miraba, abierto de piernas me empujó hacia él, mordiéndome el muslo, notando un cosquilleo, iba subiendo y me rascaba con la barbita, me fue acomodando para que me sentase encima de él, me miro y soltó entre otras cosas “¿sabes que pienso cuando te miro?...que me la comes” me estaba dejando muy sorprendida, aunque estaba algo bebido y decía más verdades de la cuenta, yo le respondí tan solo: “ te follaba ahora”, nos fundimos entre besos y notando que estaba muy dura, esta vez estábamos cerca de mi casa y nos fuimos para allí, nos costó algo llegar ya que los dos íbamos un poco bebidos y el camino se nos hacía más largo, aprovechaba cada vez que parábamos para apretarme en el culo, notando el empalme tan grande que llevaba encima.

Ya en mi piso el entro a mi habitación, mientras yo iba al baño. cuando llegue lo vi que se miraba en el espejo y me invitaba a acercarme a él, mientras me desabrochaba poco a poco los pantalones , nos encontrábamos frente al espejo, iba succionándome suavemente el cuello, me abrazaba con las manos aprovechando para tocarme el clítoris, verle los gestos ante el espejo le daba más morbo al tema, así me fue acercando suavemente al espejo, me quito la camisa y me apoyo las tetas sobre el cristal, así consiguió quitarme los pantalones y las braguitas, pero no los tacones, me sentía como una guarra, yo desnuda y el vestido, pero me excitaba bastante, así que se bajó los pantalones, empezó  rozarme con su pene, le grite que me la metiese, se rió y me dijo: “¡te vas a enterar!” empezó a follarme contra el cristal, veía que me cambiaba la cara por momentos, una sensación de gusto que me entrecortaba el habla, empezaba a darme más fuerte, notaba su frente caliente sobre mi espalda y sus jadeos cada vez más altos, me la saco bruscamente y paro, ahora me montaría en la cama colocándome a cuatro patas, se agacho y empezó a comerlo todo llegándome hasta el culo, se incorporó y me dio por detrás, yo grite y le pedí que me la sacara no resistía el dolor, comencé a sangrar, así que se volvió a salir de mí, se tumbó a mi lado, le dije que me moría de ganas que me diera por detrás y volvió al ataque, notaba el dolor, pero el dolor iba desapareciendo poco a poco, cada vez sentía más gusto, se estaba descargando contra mí, sus manos me apretaban cada vez más, sus jadeos eran más fuertes cada vez, así que paro para decirme que se iba a correr, me la saco y empezó a tocarse frente a mí, me la puso a la altura de mi boca, yo me negué a tragarme su semen, así que me pidió que la cerrase, entonces me la pego a los labios y empezó a correrse mientras me caía por la barbilla, las tetas…hasta bañarme entera, vi que cogía mis braguitas y se limpiaba, mientras me decía  “ te avise que tuvieses cuidado conmigo esta noche, mira lo que has provocado…” empezó a reírse, se tendió junto a mi mientras me limpiaba de su corrida, cada vez me gustaba más el juego de los dos, me estaba sometiendo a un juego de dominación, me arrastraba a follar con el sin consideración…