Jared y su nueva adquisición...

No entiendo como lo adivinó, no entiendo mucho de lo que pasa, pero solo quiero que tome lo que desee y haga de mí... ¡Lo que desee!

Me resultó una total sorpresa cuando encontré a Jared recargado sobre la puerta del conductor de mi automóvil, lo primero que llegó a mi mente es que quizás perdió las llaves de su coche ó que quizás necesitaba cambio para pagar la cuota del estacionamiento…

Disminuí el ritmo de mi paso cuando nuestras miradas se encontraron, no logré descifrar sus gestos, siempre me ha encantado su mirada penetrante y su voz grave, sin mencionar que su piel morena tiene el tono perfecto que combina con su negro cabello el cual mantiene perfectamente recortado, su rostro afeitado y como cereza que dorna un pastel,  su aroma es una invitación para lanzarse encima de él y comérselo sin desperdiciar NADA.

  • ¿Puedo ayudarte en algo? – pregunté por cortesía, después de todo somos compañeros de trabajo.

Su gran sonrisa se dibujó en su rostro haciendo que mi zona se humedeciera de inmediato y de esto… estoy segura de que es completamente consciente.

Se incorporó plantándose en ambos pies y tomándome por la nuca para acércame a él y plantarme un profundo y obsceno beso que nubló mi mente por completo, fue como si absorbiera toda mi voluntad y con ella mi autocontrol, permití que mis mas primitivos instintos salieran a flote y me entregué completamente a las sensaciones respondiendo el beso e intentando llevar el ritmo que él mismo marcó.

  • Conduce – fue lo siguiente que escuché  cuando se retiró de mi boca dejándome deseosa de más, con la respiración entrecortada y luchando por recobrar la compostura.

Abrió la puerta del conductor para mi y él tomó el asiento del co-piloto.

No dijo nada durante el breve trayecto a su departamento ¿Debí preguntar algo? Nunca lo sabré, solo me limité a obedecer sus indicaciones para llegar a nuestro destino.

Apenas nos estacionamos, se bajó para abrir mi puerta tomar mi mano y jalarme fuera del carro guiándome a grandes pasos hacia nuestro destino.

Aquello era demasiado obvio para preguntar, y lo cierto es que ni un solo segundo me tomé para dudar de aquello ¡Lo deseaba y lo quería ahora! Por mucho tiempo imaginé ser montada por aquel ejemplar… no iba a perder la oportunidad.

Apenas entramos dentro de su departamento me tomó por el cuello para guiarme hacia la pared, acercó su rostro hasta casi besarme, pero solo fue su aliento el que me llegó.

  • Tú – hizo una pausa al tiempo que sus ojos taladraron los míos – esperarás aquí mientras te desnudas y te pones a cuatro patas como la perra que eres.

Me liberó y se perdió entre las sombras.

No podía entender como es que mi cuerpo obedeció sin chistar, cuando en mi mente aún resonaba la palabra PERRA.

Al regresar me encontró tal como lo ordenó, desnuda, a cuatro patas, esperando, ansiando, DESEÁNDO!!…

Se colocó detrás de mí para deslizar uno de sus dedos dentro de mí.

  • ¡Lo sabía! – exclamó con total felicidad – ¡Completamente mojada! Ven –ordenó al tiempo que caminaba frente a mí y me llamaba a caminar detrás de él.

No tuvo siquiera que ordenarme que caminara a cuatro patas, lo hice por instinto.

Se sentó en un sillón  y de la mesita de centro tomó un plug anal.

Recorrió mi rostro con éste lentamente mientras me explicaba que debía ensalivarlo muy bien, pues lo introduciría directo en mi puerta trasera, de-un-solo-intento.

Mis ojos se abrieron.

  • E-espera – dije apenas.

Sentí entonces como su mano se estampaba contra mi rostro con tal fuerza que me hizo casi caer hacia un costado.

  • ¡Las perras no hablan! ¡Solo obedecen! – su tono de voz cambió. ¡Sal de mi vista ahora ó abre ese maldito agujero que tienes por boca!

Comencé a llorar… Entonces abrí la boca en un acto completamente inesperado incluso para mí.

El rió.

  • ¿Te gusta cierto? – Su rostro denotaba autosuficiencia.

Asentí entonces aceptando aquello y sin saber por qué. Sentí como ponía una gran cantidad e un líquido frío y viscoso en mi trasero…

Un ¡Plop! Sonó cuando sin previo aviso retiró el plug de mi boca,  solo para sustituirlo por un gran grito de dolor cuando introdujo el plug en mi agujero trasero y lo sostuvo hasta que se aseguró de que no saliera de su lugar.

  • Camina ahora y presume tu nueva joya.

El dolor me aturdió por unos momentos. Pero él se aseguró de guiarme azotando mi desnudo trasero con una vara,

  • Auuuuuu –grité solo para recibir un par de varazos más.

  • ¡Camina zorra! – Dos varazos más se estamparon en mi trasero.

Caminé tan rápido como pude, sintiéndome invadida, humillada… y apenada en la misma cantidad por sentirme tan mojada que, incluso mis líquidos escurrían por mis muslos.

Me guió hasta un rincón donde azotó todo mi cuerpo con aquel instrumento sin importar mis lágrimas, a cada impacto le seguía un intenso dolor únicamente para ser sustituido por un nuevo varazo.

Se detuvo por unos instantes, lentamente moví mis brazos los cuales utilicé instintivamente para cubrirme de aquellos golpes.

Vi su sonrisa cuando arrojó la vara hacia un lado y me tomó del cabello para arrastrarme por el lugar hasta llegar a una cama, donde ató mis brazos y pies hasta quedar en forma de “X”.

Debe ser muy hábil pues ninguno de mis gritos o súplicas  lo detuvo de aquella tarea.

Mi cabeza colgaba hacia abajo.

  • Augggggg- ¡Duele mucho Jared! ¡Auuuuuu!

Intenté liberarme y mi cuerpo se movía desesperadamente intentando liberar a mis senos del dolor que sentían bajo las pinzas que colocó en mis pezones.

Jaló entonces las pizas y fui testigo de cómo mis senos cedían ante aquella torura, los jalaba y los soltaba, al tiempo que yo me movía desesperada.

  • ¡Noooooo Jared! ¡Noooo!

Ahogó mis gritos con su gran miembro, en aquella posición tenia libre acceso a mi boca y mi garganta.

Sus embestidas me cortaban el flujo de aire y me hacía dar grandes arcadas.

Podía sentir su mano en mi cuello y cuando sacaba aquella gran verga de mi boca, su mano se estampaba contra mi rostro.

  • ¡Abre Zorra!

Abrí tanto como pude mientras él literalmente cogía mi boca, disfrutaba particularmente de apretar mi garganta mientras introducía lentamente su verga hasta la base, sentía escurrir la saliva por mi  rostro y entonces apretaba un poco más, y solo entonces se detenía para permitirme respirar, para torturar nuevamente mis senos.

Repitió esto durante varias veces…

Tomó entonces una fusta y comenzó a azotar mi zona íntima, mi vientre hasta subir a mis senos.

  • ¡Me encantan tus senos! Mordió entonces uno de ellos, arrancándome un grito de dolor mientras nuestros ojos se encontraban y el sonreía.

Sin desatarme se puso encima de mí y de una sola embestida introdujo su verga.

Gemí pero no de dolor.

La humedad que tenía le permitió deslizarse sin problema.

  • ¡Vaya zorra que eres! ¡Si has disfrutado cada guarrada que te he hecho!.

No emití palabra.

-Abre la boca – me ordenó al estar bombeando rítmicamente.

Entonces escupió su saliva a grandes cantidades.

Arrancó las pinzas que había en mis pezones y se dedicó a bombear violentamente hasta que todo mi ser explotó en un sonoro orgasmo.

-¡Que perra!

Me desató para girarme.

Un nuevo ¡Plop! Salió de mi culo para que él introdujera su verga en sustitución.

Jaló mi cabello hasta crear una curva en mi espalda casi anti – natural, aun cuando el plug era de un buen tamaño, su poderosa verga se abrió paso hacia mi interior rompiendo todo mi culo.

  • ¡Me rompes Jared! – exclamé en un grito de dolor sin obtener que él se detuviera.

Me cabalgó hasta que se corrió abundantemente, mientras jalaba mi cabello y azotaba mis nalgas con su mano abierta.

Sentí su aliento en mi espalda agitado mientras las ultimas gotas de semen salían de  él.

Se recostó sobre su espalda.

  • Límpiala – ordenó y obedecí.

  • ¡Buen trabajo perrita! – exclamó palmeando mi trasero, no pediste que me detuviera… ¡Es un excelente comienzo! Te usaré cuando y de la forma que quiera, deberás estar disponible para mí en cualquier momento… Imagino que nunca te imaginaste esto, después hablaremos de hasta donde me permitirás llegar para destrozarte… por que lo haré y seguro que lo disfrutarás. Duerme, mañana te torturaré tanto … ¡De solo pensarlo me he puesto duro nuevamente!

Me tomó por el cuello y guió mi boca hacia su verga…

Mi mente explotaba ¿Qué había pasado aquí? ¿Porqué le permití hacerme todo esto?

¡No tenía idea! Pero deseaba más… en aquellos momentos podía hacer de mi lo que deseara.