Janire y Naiara

Janire y naiara van al encuentro de su AMO y acaban sometidas en un chalet y siendo folladas por todos sus agujeros.

JANIRE Y NAIARA, UN PAR DE ZORRITAS

Janire siempre había deseado ser una sumisa, que la dieran caña, mucha caña. Le encantaba el sexo, tanto con hombres como con mujeres, pero con mujeres prefería ella dar caña. Leía muchos relatos eróticos y eso hacía que su coño siempre estuviera muy mojado. Al final, escribiendo a alguno de los autores había conseguido una cita, él la daba caña cada vez que cateaban, la trataba como una perrita y eso le encantaba. La había encargado que buscase una segunda chica para ser la sumisa de los dos y la había encontrado entre una de sus amigas.

Quedaron con el Amo en una determinada zona, las dos chicas fueron en el coche de Janire, las dos iban vestidas como él había ordenado. Janire con una blusa blanca y una faldita negra. Naiara también con otra blusa blanca y también falda negra. Janire llevaba unas braguitas rojas que su Amo la había ordenado que se las comprase Naiara y Naiara unas de cuero negro con una pequeña cremallera situada estratégicamente a la altura de su coño orden de su Amo.

Llegaron a un aparcamiento algo alejado donde solían ir las parejas como les había dicho su Amo, allí tuvieron que empezar a besarse apasionadamente y a meterse mano como les había ordenado él, eso hizo que las dos se mojaran terriblemente. En el móvil de Janire recibió una llamada y la voz de su Amo le ordenó:

Haz que Naiara salga y vaya al fondo del aparcamiento a vuestra derecha y verá una pequeña bolsa de plástico, dentro hay dos juegos de bolas chinas, quiero que las cojáis y cada una le baje las braguitas a la otra y le coloque uno de los juegos.

Como tenía activado el manos libres Naiara había escuchado todo y bajó del coche, miró a la derecha y vió la bolsa, la cogió y la llevó al coche. Janire cogió uno de los juegos e hizo que su amiga abriera las piernas y se bajase las braguitas y le colocó las bolas con mucha suavidad haciendo que Naiara se pusiese todavía más mojada, luego le dejó las bragas a medio muslo. Naiara hizo con Janire lo mismo.

En ese preciso instante alguien abrió la puerta de detrás del copiloto y se metió en el coche. Era el Amo, al principio Janire pensó que era un ladrón pero enseguida se dio cuenta de quien era. El Amo la dio un papel con una dirección y que condujera hacia allí. Janire obedientemente condujo, mientras el Amo se situaba detrás de su amiga y la sobaba los pechos y metía la mano bajo la falda jugando con las bolas chinas y extrayendo de los labios de la chica gemidos de placer primero y luego casi auténticos gritos de goce.

Al llegar, la mazmorra a la que iban estaba situada en el sótano de una casa sola antigua casi en pleno monte. Pertenecía a un amigo Amo y se la había prestado con la condición de poder observar toda la sesión desde el circuito cerrado de televisión que había instalado. Las introdujo con los ojos tapados y atadas con esposas la una a la muñeca de la otra. Llegaron a la mazmorra y él ordenó a Janire que le desnudase mientras Naiara aguantaba en posición de firmes como si fuera una soldado pero podía observar todo.

Janire con delicadeza le iba desnudando mientras el Amo la sobaba todo lo que podía y le daba algún cachete en las nalgas. Ya estaba desnudo. Ahora le tocaba a Naiara desnudar a Janire. La chica también lo hizo con delicadeza hasta llegar a las braguitas las cuales le fue ordenado que no las bajase. Por fin le tocaba el turno a Naiara y ahora fue Janire la que se encargó de desnudarla mientras el Amo se colocaba tras ella rozando su polla con el culito duro de la chica y besando a Janire hasta dejarla completamente desnuda. Entonces. Fernando se situó detrás de Janire y la arrancó las bragas de una sola vez.

Ya estaban las dos desnudas, las hizo colocarse firmes y con las piernas ligeramente separadas, acarició sus coños y vió como estaban ligeramente mojaditas incluso a Naiara le brillaban los muslos un poco. Las observó y contempló su belleza. Janire era de estatura media, ojos marrones, boca amplia pero sensual, pechos medianos con pezones pequeños color café claro, culo redondo, muslos torneados y pubis completamente rasurado. Naiara era de estatura algo menor, morena con mechas rubias, ojos verdes, boca pequeña con labios suaves y finos, pechos pequeños de pezones pequeños y color rosado, culo redondo, duro y respingón y pubis de vello castaño y abundante.

El Amo entonces ordenó a Janire que la sentara en una especie de silla que había con el respaldo inclinado hacia delante y las piernas para colocar a los lados con lo que el coño quedaba completamente expuesto. Janire obedeció como una buena perra y luego cogió lo que Fernando la daba y la rasuró completamente el pubis. Entretanto ella cumplía con su función el Amo se acercó a la perrita y la acariciaba los pechos y se los pellizcaba y la ordenó que le hiciera una mamada algo a lo que Naiara accedió de manera entusiasta.

Dio suaves besos en el glande y lametones en todo el tronco para después pasar a metersela en la boca completamente y comenzar a mamarla suavemente primero y luego de manera salvaje. Janire cuando terminó se puso a la tarea y pellizcaba los pezones de Naiara a la vez que jugaba con las bolas chinas haciéndolas salir y entrar del coño de su amiga. Luego cogió una de las bolas completamente empapada y la puso en el ano haciendo ligera fuerza con su dedo pulgar la esfera resbaló dentro del ano de la sumisa hasta quedar ensartada por los dos agujeros.

El Amo se puso a su vez frente a Naiara y sacándola las bolas la penetró vaginalmente sobando los pechos de la chica y ordenando a Janire que la colocara unas pinzas en los pezones con unas pesas. Esta obedeció mientras Fernando que follaba fuertemente a la chica le sacó la polla del coño y la puso resbalando en el culo y apretando ligeramente la penetraba lentamente hasta que la tuvo completamente clavada y la folló hasta que sintió que se corría y eyaculó sobre el torso de la mujer.

La soltó y la llevó a una cruz de San Andrés situada en uno de los lados de la habitación y la ató en forma de aspa de espaldas a la habitación. Cogió una fusta y se la cedió a Janire diciéndola que diera a su amiga diez azotes en cada nalga. Janire relamiéndose lo hizo al primero muy fuerte pero luego cuando su Amo la dijo que la intensidad tenía que ser la misma que él le aplicaría luego ella obedeció y se los dio más suave. Ahora el Amo la soltó a Naiara y la hizo que quitase las bolas chinas del coño de Janire y las ató juntas al techo, una frente a la otra. Con unas pinzas con pesos las ató una a la otra por los pezones y por el coño.

Ahora fue a coger ella la fusta y azotaba alternativamente el culo de cada chica, el dolor hacía que ellas se movieran y con éste movimiento el dolor creciera al estirarse las pinzas y morderles más los pezones. Vió como las chicas estaban muy muy muy calientes y soltó a Janire, al fin y al cabo toda esa representación era para poder follarla. La cogió y la hizo ponerse a 4 patas mientras Naiara se tumbaba frente a su amiga boca arriba abierta de piernas y sujetaba la cabeza de Janire sobre su vulva para que ésta lamiera. Fernando acercó la polla al coño de Janire la penetró de una sola vez cogiendola del pelo y follandola primero muy lento, luego más fuerte y de vez en cuando haciendo círculos. Janire comenzó a tener orgasmos y a lamer con más rapidez y fuerza el conejito de Naiara. Fernando cuando estaba con la polla muy tiesa se la clavó de un golpe en el culo haciendo que esta casi chillase. La folló apretándola los pechos y jugando con ellos hasta que masturbándose con sus apetecibles nalgas se corrió echando todo su semen sobre la espalda de Janire y parte sobre el cuerpo de Naiara de la fuerza con el que salió éste.

Este relato es imaginario pero va dedicado a una amiga mía amante de este tipo de juegos y que le gusta que la den caña. Si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com