Jamas me hubiese imaginado (IV)

Como el amor surgido entre dos amigos llega a su fin despues de una apasionada relación.

IV PARTE

Nuestra relación continua durante todo el curso escolar, hacíamos el amor todos los fines de semana, cada día me enamoraba mas del, y se me hacia insoportable pasar cada noche, solo en mi cama, y él en la de enfrente sin poder tocarlo, pues éramos 60 personas en el dormitorio, y fácilmente nos descubrirían si hacíamos algún movimiento extraño.

No recuerdo el motivo pero un fin de semana, ya muy cerca de las vacaciones, no lo pasamos juntos, me llamó por teléfono el sábado por la mañana para decirme que este fin de semana lo pasaríamos separados, pues tenia que hacer algo con su familia, sin dar mas detalles de que era ese algo. Lo sentí en el alma y en el cuerpo pues me había vuelto adicto a él, pensé que moriría si no lo veía durante el fin de semana, además no era no verlo que lo acababa de ver el día antes, era no sentirlo, no hacer el amor con él.

-No entiendo porque no puedo ir contigo a donde vas con tu familia. Además es que no me explicas que vais hacer, así seguramente lo entendería.

Pues lo tienes que entender, ya el lunes te lo explicare. Pareces una mujercita pidiéndole explicaciones al marido.

Eso piensas, pues bien el lunes nos vemos- tratando de disimular agregue.-Feliz fin de semana pásalo bien.

Aquello que había dicho me hirió directamente el alma, ¿cómo que una mujercita pidiéndole explicaciones al marido?. ¿Es que no éramos una pareja?, Yo no estaba pidiendo explicaciones, quería saber él porque iba a estar un tres días sin verlo, sin tocarlo...Llore amargamente. Espere en vano una llamada de teléfono que me aclarase todo eso que me había dicho.

Estuve encerrado en mi cuarto todo el fin de semana, solo quería que llegase el lunes para volverlo a ver.

El lunes por la mañana, llegue al colegio, y me fui directamente a los dormitorios, el no había llegado aún. Guarde las cosas en el armario, y me recosté en la cama a esperar que llegara, al poco tiempo hizo su aparición por la puerta. Mi cuerpo dio un vuelco, pero decidí hacerme el hombrecito duro, entro sin decir nada y empezó a colocar las cosas en su armario.

Buenos Días

Hola que tal-Respondí

Bien, que tal tu fin de semana

Pues normal de todo en casa, y tu que tal tu reunión familiar (esto ultimo en tono de ironía).

Nada del otro mundo, pero es que vinieron unos primos del interior y no podíamos pasar juntos el fin de semana.

¿Y eso es todo, no pudiste habérmelo explicado?, No veo que de malo hay en eso ni cual es el misterio, además quiero que sepas una cosa, eso que me dijiste me ofendió mucho.

Pues eso es lo que parecías, creo que esto sé esta convirtiendo en una obsesión para ti, y no creo que sea bueno.

No podía entender lo que estaba sucediendo, "Una obsesión para mí". El que parecía no asumir lo que había entre nosotros era él, el que no se daba cuenta que éramos una pareja de dos hombres pero en fin una pareja, era él.¿Tendría razón, y yo no me daba cuenta?. Salí del dormitorio y me fui hacia las aulas. Él corrió detrás de mí y me paso el brazo por arriba de los hombros.

Oye no te pongas así, el fin de semana te compensare, además pronto saldremos de vacaciones y te vendrás conmigo al pueblo, ya veras que bien lo vamos a pasar.

Vale, tranquilo, ¿entramos a clase?.

Sabia que algo sucedía, no sé que era pero algo había cambiado, e irremediablemente era así.

El siguiente fin de semana hubo otra excusa y no nos vimos, llore amargamente por las noches, pero el lunes no pregunte nada, me dio una explicación cualquiera y le di a entender que no tenia importancia, que ya habría momentos para estar juntos.

Llegaron las vacaciones, y como había decidido él, nos fuimos a su pueblo, éramos un montón de gente, en esa casa, solo en nuestra habitación, éramos 5 personas, un tío de él un primo y su hermano, difícilmente podríamos hacer nada de lo que no habíamos hecho hacia ya casi un mes.

Yo me conformaba con verlo cambiarse cada vez que salía del baño, añorando con desesperación que me hiciera el amor, y me masturbaba en baño recordando cada palmo de su piel, imaginando aquel lunar de mis deseos dentro de mí.

Dormíamos igual que en el colegio, uno enfrente del otro, una noche mientras yo dormía de lado con el brazo estirado y saliendo un poco del borde de la cama, sentí que alguien acariciaba mi mano. Abrí los ojos y era él.

Aquel acto me devolvió la vida, estuvo acariciando mi mano y mi antebrazo durante mucho tiempo, mientras nos mirábamos fijamente a los ojos, mientras me acariciaba su otra mano subía y bajaba lentamente debajo de su sabana, se estaba masturbando mientras me acariciaba, yo hice lo mismo.

Entrelazo los dedos a los míos a medida que aumentábamos la velocidad de la paja y nos apretamos cuando llegamos al orgasmo. Se durmió, lentamente solté su mano, y lo contemple hasta que me quede profundamente dormido.

La mañana siguiente desperté eufórico, fuimos al río todos juntos y estuvimos jugando al caballito y que sé yo cuantas cosas. Cada vez que podía me sumergía él abría sus piernas y pasaba entre ellas, aprovechaba para tocar su polla que nada mas sentirme se ponía como un hierro.

En ese juego estuvimos y en una de mis pasadas note que la tenia fuera del short. Los otros salieron del agua, y nosotros nos quedamos charlando de cualquier cosa, uno enfrente del otro mientras mi mano, lo masturbaba. A los pocos minutos se corrió. Guardo disimuladamente su tranca y seguimos charlando.

No sabes cuanto te he extrañado. Le dije

Yo también a ti. Mañana mi tío, su hijo y mi hermano marchan una semana a la capital, quedaremos solos todos esos días, y recuperaremos el tiempo perdido.

Así fue al día siguiente, muy temprano en la mañana partieron, yo me levante a despedirlos, y en cuanto se fueron regrese a la habitación y me acosté en una hamaca que estaba colgada en un lado de la habitación muy cerca de la puerta y que había sido usada hasta esa mañana por su hermano.

Sin camisa, con un short pequeño y boca bajo de espaldas con los brazos colgando a cada lado de la hamaca me adormecí.

Un rato después me desperté al sentir unas manos que acariciaban mis nalgas, y buscaban el centro de mi culo, primero suavemente, y luego con mas brusquedad, metía uno de sus dedos por encima de la tela en mi culo. Yo levantaba el culo haciendo presión mientras que con una de mis manos iba acariciando las piernas de Rafa de abajo hacia arriba. Se arrimo mas hacia el frente y metió su mano por debajo del short y los slips, en introdujo el dedo medio en mi ojete, mientras que con su otra mano sacaba su polla fuera del pantalon y la dirijia hacia mi cara. Yo movía mi cadera procurándome placer con el dedo que tenia dentro, y con mi boca mamaba aquella verga, suave, canela que tanto quería, me la tragaba hasta la garganta mientras él acentuaba el movimiento de sus caderas y yo empinaba mas el culo para sentir mas adentro sus tres dedos que ya penetraban mi culo. Saboree el liquido preseminal que antecede a la eyaculacion y mientras metía y sacaba aquel trozo de carne de mi boca giraba la lengua alrededor de su glande para darle mas placer a los pocos instantes arqueó el cuerpo hacia atrás introduciendo su miembro hasta muy adentro y se corrió en mi boca, trague hasta la ultima gota de su néctar. Me pidió que me levantase que quería acostarse él. Se acostó boca arriba y con la tranca aun dura me pidió que me sentase encima de él.

Era la primera vez que lo hacíamos en una hamaca, era genial yo prácticamente de pie podía controlar el movimiento, de subida y bajada, procurándonos ambos un placer grandísimo, pues la penetración era muy profunda y a la vez mi pene prácticamente rozaba con su pecho, así estuve cabalgando encima de él por unos 20minutos hasta que me abrazo me apretó fuerte junto a él y se corrió dentro de mí.

Aquella hamaca fue el nido de nuestro amor durante aquella semana que su familia estuvo fuera.

Cada noche cuando todo el mundo dormía yo me acostaba junto a él y acariciaba su pecho, besaba sus pezones, y chupaba aquella verga suavemente durante un buen rato. Cuando él me lo pedía, me subía encima de él y me hacia el amor.

Una noche antes de que volviese su familia, me llamo como todas las noches, y me acosté como siempre a su lado con mi cara sobre su pecho acariciando su barriga y contemplando como su pene crecía al contacto con mi piel. Esa noche acariciaba mi pelo de una forma muy suave, pasaba su mano por mi rostro lentamente. Senti como una lagrima caía en mi pelo, y levante la vista para verlo a los ojos. Lloraba, muy lentamente corrían dos lagrimas por sus mejillas, las cuales quite con mis labios, bese sus ojos.

¿Qué pasa?¿, ¿Por qué lloras?

Nada, es que nadie nos va a entender nunca.

Nosotros nos entendemos, los demás no importan.

Siempre te querré.

Sin mas palabras me beso desesperadamente, mientras que sus manos buscaban mis nalgas. – Súbete- me dijo y de un tirón me sentó encima del.

Me hizo el amor como un loco mientras me besaba y arañaba mis nalgas, acogiéndolas con desesperación.

Sentí como al poco tiempo se corría dentro de mí, quise bajarme y acostarme a su lado. Me lo impidió,

Volvió a meter su lengua en mi boca y a besarme con locura, sentía dentro de mí como su pene lejos de la flacidez se volvía duro y grueso. Mientras entraba y salía de mí como un perro en celo, me decía al oído que siempre me amaría. Y esta vez nos corrimos juntos el nuevamente dentro de mí, y yo en su pecho.

Nos Fuimos a una de las camas y dormimos abrazados toda la noche.

La mañana siguiente abrí los ojos y ya no estaba allí, dos lagrimas recorrieron mi rostro y un gran dolor se apodero de mí.

Esa noche fue la ultima vez que me hizo el amor, en el fondo aquella noche supe mientras me amaba como un loco que se estaba despidiendo de mí, que estaba terminando con aquella relación.

No pregunte nada, a los dos días cogí un autobús y regrese a mi casa, aquello había acabado, lo sabia.

El curso siguiente, se alejo cada vez mas de mí, dormíamos en dormitorios distintos, clases diferentes, en fin poco a poco me dejo.

Fuimos a estudiar a Universidades distintas, una que otra vez nos hablábamos por teléfono. Pero no nos volvimos a ver hasta seis o siete años después., caminaba en busca de mi coche cuando de repente me tocan el hombro y al girar lo veo frente a mí. Seguía igual que lo recordaba, me miro con sus profundos ojos verdes y me dijo:

Que tal, cuanto tiempo sin verte.

Las piernas me temblaban, solo atine a estirar la mano y estrechársela fuertemente.

Si es verdad te había perdido la pista, ¿qué tal estas?

Bien, soltero tu ¿no-verdad?.

No yo me case hace un año

Que bien, alguien me lo dijo no recuerdo quien.

¿Feliz?. Preguntó

Sí, ¿tu?

He sido más feliz de lo que soy ahora, pero no me puedo quejar.

Solté su mano, mis piernas seguían temblando le dije que tenia prisa, pregunte si tenia el mismo teléfono, a lo cual me respondió que sí. "Te llamo cualquier di y tomamos algo", di media vuelta y marche.

Sentí sus ojos verdes clavados en mi espalda, no había dado veinte pasos y voltee, seguía allí mirándome, le guiñe un ojo él sonrió y continué mi camino.

Aun sueño con él, y casi todas las noches de estos últimos veinte años, entra en ellos y me hace el amor como aquella ultima vez.

Espero que les haya gustado, quitando algunas cosas para ambientar el relato, todo esto sucedió de verdad, los nombres no son reales.

Ahora vivo en otro país, y seguramente jamás te volveré a ver pero si alguna vez lees este relato sé que te reconocerás en él, SIEMPRE TE AMARE

manu169@hotmail.com