Jacuzzi sorpresa!
La noche estaba perfecta, hacía frío, pero no mucho, el jacuzzi está caliente, delicioso. Estábamos los 6 muy felices por efecto del tequila, nos reímos y ...
Hola a todos este es mi segundo relato, nunca creí que escribiría al primero y ahora no puedo creer que les esté escribiendo el segundo.
Le recuerdo mi nombre es Fabiola soy colombiana, tengo 30, mido 172cm, soy blanca, pelo negro y largo, uso lentes, a los 20 años me operé las tetas y mis amigos y esposo, dicen que tengo un culito muy Lindo. Si me van a leer les recomiendo mi primer relato "Cumpliendo mis fantasías"
Esto que les contaré es mucho más reciente, pasó sólo hace 8 días, fue día festivo en mi país y teníamos muchas ganas de salir fuera de la ciudad, no fue fácil coordinar para salir con algunos amigos, pero al fin lo logramos mis dos mejores amigas convencieron a sus esposos para irnos los seis a un hotel a las afueras de la ciudad.
Conseguimos un hotel en un lugar llamado Guatapé, era una habitación para cada pareja grande con cama doble, una sala grande para acomodarnos todos, bar para hacer cócteles y la joya de la corona era la terraza que tiene un gran jacuzzi donde fácilmente nos acomodamos menos 6.
Nos encontramos en la casa de una de mis amigas para salir todos juntos, ese fue el primer momento en que perdí la cordura, al ver salir a los esposos de mis amigas sólo me imaginé muchas locuras.
Se les presentaré: mi mejor amiga se llama Camila y su esposo Andrés, Camila es mi mejor amiga desde que estamos en el colegio, hemos compartido todo durante la vida, estudiamos en la misma universidad y la misma carrera, pero como siempre sucede la vida nos fue separando hasta ser amigas de esas que sólo se ven de vez en cuando, tanto así que no la veía desde su matrimonio hace un poco más de un año, por esa razón, cuando vi a Andrés quedé sorprendida, era otra persona completamente diferente, no es que antes no fuera un hombre lindo sólo que ahora inspiraba de todo, será que era él o que yo después de mí encuentro con mis compañeros de gimnasio había despertado deseo por otros hombres diferentes a mi esposo. Camila es una mujer trigueña, muy linda y con un muy lindo cuerpo, aproximadamente 160 centímetros y todos los hombres no dudaban en voltear a verle su culo, Andrés delgado, blanco, con un muy buen cuerpo de gym, de metro ochenta aproximadamente, cuando me saludó me hizo temblar hasta las rodillas, creo que fue evidente para mi esposo.
A los pocos minutos llegó Vivían y Luis, Vivían era mi amiga de toda la vida, muy linda, un poco más alta que Camila delgada con unas tetas espectaculares, con un yo no sé qué ni sé dónde, que todos los hombres querían con ella; su esposo, Luis poco más bajo que Andrés, blanco, también con buen cuerpo y hace mucho más tiempo que no lo veía, es una persona que sale poco, pero es muy divertido cuando entra en confianza, lo único que sabía de él era lo que contaba Vivian, que estaba muy grande y que esa era una de las razones por las cuales se había casado con él. (Siempre me imaginé que era esa misma exageración de las mujeres cuando hablamos de nuestros esposos).
Iniciamos el viaje cada pareja en su auto, después de una hora de camino y después de seguir a Camila y Andrés que eran los únicos que sabían dónde quedaba el hotel, llegamos; era tal cual lo habían descrito un lindo lugar con una terraza y una vista espectacular y ese gran jacuzzi que nos invitaba a todo. Después de pasar una tarde divertida entre uno y otro trago llegó la noche, los tragos hicieron cada vez más fuertes y el frío llegó, Vivían fue la primera levantarse y decir:
Vivían:
- Ese jacuzzi no se va a llenar sólo
De inmediato fue a cambiarse y se puso un bikini con una tanga muy linda y un top cuello bandeja, entró a la piscina con un coctel Margarita muy cargado de tequila y detrás entró Luis, con una pantaloneta a las rodillas y mostrando un mejor cuerpo de lo que esperaba.
Después de que entraron al jacuzzi, informaron que el agua estaba muy rica, todos nos fuimos a cambiar, Camila llegó con un vestido de baño entero con un gran escote en la espalda y blanco, que transparentaba sus pezones, detrás de ella llegó Andrés y me volvió antojar muchísimo, mi esposo lleva una pantaloneta muy parecida a la de Andrés y Luis, yo llevaba en bikini plateado bastante pequeño, sólo lo sé porque me tenía mucha confianza con mis amigas.
Luis empezó a repartir margaritas a diestra y siniestra, cada vez más cargados con tequila, tequila que se notaba que nos hacía efecto de todos por qué las conversaciones cada vez eran más calientes.
La noche estaba perfecta, hacía frío, pero no mucho, el jacuzzi está caliente, delicioso. Estábamos los 6 muy felices por efecto del tequila, nos reímos y compartimos algunas locuras:
Camila
Hace unas semanas estuvimos en un bar swinger, la pasamos riquísimo, tuvimos sexo y mucha gente nos veía, eso nos gustó mucho.
Mi esposo:
Y estuvieron con otras parejas?
Camila:
No, no fuimos capaces.
Como el tema se había puestos muy íntimo, mi esposo, abrazándome, me beso por el cuello, tocándome la entrepierna por encima del vestido de baño y me dice:
No cuentes nuestro secreto.
Me sorprendió, porque ya estaba planeado contarlo todo con lujo lo sucedido con mis amigos en el gimnasio. Pero le dije:
Está bien.
Después continúo Vivian, diciendo:
Vivian:
Por favor no piensen mal de nosotros, pero nosotros algunas veces hemos dejado tener sexo al otro con otros yo y Luis con otra, con la única condición de contarnos y mandemos fotos y videos de cuando estamos haciendo locuras.
No podía creer lo que estaba escuchando, mis amigas eran más putas de lo que alguna vez me hubiese imaginado. En especial Vivian, que siempre la considere la más recatada de todas.
Camilo:
En serio?
Vivían:
Si, pero cómo Luis lo tiene tan grande, tiene muchas más amigas que yo amigos. Jajajaja
Camilo:
WOW
Mi esposo:
Jajaja todas dicen lo mismo de sus esposos jajajaja
Vivian:
Es cierto, es el más grande que conozco, y he conocido varios jajajaja
Todos:
Jajajajaja jajajaj
Camila:
Algún día tendremos que conocerlo
Todos:
Jajajaja jajaja
Así pasamos aproximadamente una hora más, lo que más me llamó la atención, fue cuando Bibi respondió a la pregunta de mi esposo, qué era lo que más le gustaba estar con otros hombres, y sin pensarlo dijo:
Vivian:
Me encanta probar otros hombres, sus tamaños, su sabor, sus ganas, sus cuerpos, sus vergas y su semen.
Me sorprendió, fue porque la descripción fue perfecta, como si me hubiesen preguntado a mí de mis dos amigos dale gimnasio.
Cuando nos preguntaron a nosotros si habíamos hecho alguna locura, me sentí completamente hipócrita, porque nuestra respuesta fue simplemente que no habíamos hecho nada parecido.
A los 5 minutos, Camila se despido:
Camila:
Bueno niños, yo lo aguanto más, me voy a dormir, sigan pasando Rico.
Vivian:
Espérame, yo también me voy a dormir.
Luis tu vienes?
Luis:
Te molesta si me quedo un rato más?
Vivian:
No, para nada, pasa rico.
Le dio un beso y de despidió.
Mi esposo me miró, y yo le dije:
Yo:
Mi vida, yo estoy pasando muy rico, no tengo nada de sueño.
Que rico, porque no quisiera que te durmieras en este momento.
Empezó a besarme muy apasionadamente, y debajo del agua me empezó a acariciar las piernas y a pasar sus dedos por encima de chochita, abrí los ojos y podía ver a los dos esposos de mis mejores amigas viendo cómo mi esposo me manoseaba y besaba como si ellos no estuvieran.
Mi esposo me dijo al oído:
Ya vengo, para ver cómo están tus amigas una traerte una sorpresa.
Lo mire con ojos de impactada, como se salía del jacuzzi y se alejaba, desde mi lugar cómo miraba en los cuartos de mis amigas, luego se iba al nuestro y salía con algo en la mano.
Llegó a mi lado, me miro con ojos pícaros, y me dijo al oído:
Mi esposo:
Cierra los ojos.
Fui muy obediente y lo que traía en la mano era un tapa ojos que me puso. Y me dijo de nuevo al oído:
Mi esposo:
Veamos a ver qué tanto logramos excitar a los esposos de tus amigas.
Mi esposo se metió de nuevo en jacuzzi, me volvió a besar pero ya por fuera de agua, me tocaba las tetas y mes corría el vestido de baño, me imagino que para mostrarlas a Luis y a Camilo, eso me excitaba muchísimo, saber que los esposo de mis amigas, que uno estaba buenísimo y el otro tenía una fama (creada por su esposa) que lo tenía enorme, me estaban viendo las tetas y veían como no esposo no dejaba de amasármelas.
Mi esposo al oído:
Te gusta que te las vean?
Yo:
Me encanta…
Pero todos ustedes tienen mucha ropa.
Ellos se reían y se sentía en el agua que se levantan, y escuché caer al suelo por fuera del jacuzzi tres pantalonetas de baño mojadas, ahí sí que me excité.
De nuevo me voy estaban besando y cogiéndome las tetas, lo único que sé, es que no era mi esposo, y se si me hizo mojar muchísimo, el no saber quién era me estaba enloqueciendo del placer.
Luego, el tercero empezó a besarme, este poco jugo con mis tetas, lo que hizo fue quitarme el vestido de baño y dejarme desnuda, me comía la boca mientras me cogía la chochita y juegan con ella.
Mi esposo:
Quieres que te comamos los tres?
Yo:
Siiiiiiiiiiiiii (entre un gemido delicioso que me generaba la mano que me estaba masturbando)
Mi esposo:
Quieres chuparte los tres chimbos?
Yo:
Me muero de ganas, sabes lo mucho que me gusta.
Se me hizo agua la boca, y en unos segundos sentí la punta del primero en mis labios, me lo metí a la boca todo lo que pude, estaba riquísimo, no era el de mi esposo, estaba un poco más delgado, pero estaba delicioso, me imaginé que este era Andrés, se lo estuve chupando con mucho gusto durante un buen rato, me encantaba tener un chimbo nuevo en mi boca, la excitación me generaba mucha saliva y se lo tenía muy húmedo, el no poder ver, hacía que mi sentido del tacto fuese mayor lo sentía mucho.
Mi esposo al oído:
Mi pituca es una golosa, va el segundo.
Sentí un segundo de tristeza por haberme sacado ese rico chimbo de mi boca, pero empecé a sentir el seguro, este estaba casi segura que era el de mi esposo. Si no era mi esposo, Luis era muy parecido, porque estaba segura que es la misma verga que me como casi a diario, claro que no por eso dejaba de disfrutarlo, estaba rico un poco más grueso, mi felicidad había vuelto, estaba dichosa chupándolo desde abajo hasta la punta, me lo metía a la boca y con la lengua dentro de ella jugaba con la punta de este delicioso chimbo, no me canso de chupar nunca, creo que soy adicta, me encanta.
Pasó un tiempo muy parecido al que había jugado con el primero, cuando volví a sentir la ausencia en mi boca, creo que hice hasta cara de niña triste.
Yo:
Denme el otro… yo quiero (con voz de niña mimada)
En ese momento, ya supe el orden de cada uno, tal cual me lo había imaginado, el primero había sido Andrés, el segundo mi esposo y sin duda alguna, el tercero era Luis, Vivian se quedó corta en la descripción, acaban de poder en mi boca el chimbo más más grande que había tocado, era grandeza grueso y pesado, de inmediato lo primero que pensé fue, este tipo me va a matar cuando me lo clave, que rico!
Me esforcé mucho para darle una de mis mejores chupadas, siempre buscando que algún día quisiera repetir, jajaja no me lo había clavado y yo ya estaba pensando en la siguiente oportunidad, definitivamente cada vez me volvía más perra.
Se notó que le gusto lo que le hacía, porque seguía creciendo en mi boca, era una delicia, de un tamaño que no me imaginé nunca, cada vez se lo hacía con más ganas, más fuerza, más saliva y más lengua.
Estaba en un trance, completamente hipnotizada con esa vergota, cuando empecé a sentir que una mano me acariciaba la parte interna de mi pierna derecha, otra empecé a apretarme una de mis tetas, otra mano empezó a jugar con el pezón de la otra, era evidente que no era la misma personas me agarraban diferentes, con diferentes fuerzas pero los dos con mucho morbo, otra mano empezó a acariciar mi chochita y a clavarme dos dedos, riquísimo, lo hacía al mismo ritmo en qué me metía la verga del que juraba que era Luis, estaba en la gloria, cuatro manos manoseando mi cuarto y la verga más grande que había probado en mi vida entraba y salía de mi boca.
Yo:
Me puedo quitar el tapa ojos?
Mi esposo:
Si te lo quitas, no te hacemos nada más.
Yo:
Noooo, por qué?
Mi esposo:
Porque hoy eres la perra de los tres y vas a hacer lo que te pidamos.
Yo:
Está bien amor, lo que mis hombres digan.
Sentía como sus manos recorrían cada rincón de mi cuerpo, me tocaban con mucha ganas, me apretaban muy rico las piernas, el culo, las tetas, todas partes… y ese enorme fierro duro que no dejaba de crecer en mi boca y de llenarme cada momento un milímetro más, así pasaron unos minutos más que parecieron segundos debido al placer y la dicha en la que estaba, cuando me quitaron mi super juguete de la boca y me dejaron de tocar al tiempo, estoy segura que se pusieron de acuerdo, porque fue en mismo instante.
Cuando sentí que una mano me ayudo a parar, me dio media vuelta, me abrió un poco las piernas y me llevo de voy de nuevo para abajo, pero esta vez me estaba sentando en alguno de mis hombres de esta noche, y sentía como una rica verga empezaba a penetrarme muy profundo, cada vez un poco más, hasta quedan encima de él, clavada y en ese delicioso jacuzzi que cada vez se sentía mejor, el agua caliente y las burbujas que no dejaban de masajear nuestros cuerpos.
Al fin me estaban penetrando, no sé si era mi esposo o Andrés, se sentía riquísimo, pero era evidente que no era Luis. Además, después de unos segundos, en qué solté mi primer gemido:
Yo:
Ahhhhhhhh!!!! Que rico.
El que me estaba follando, me cogió cada una de mis manos y las guio a un respectivo chimbo. En ese instante volví a caer en cuenta que eran tres y que eran míos… o que yo era de ellos, como decía mi lindo profesor de matemáticas en el colegio, el orden de los factores no altera el producto, o no me importa … lo único que sabía que había un hombre debajo de mí, clavándome su verga mientras yo movía mi culo hacia adelante y hacia atrás a un ritmo que se me hacía sentir que estaba en el cielo, mientras él me agarraba el culo fuertemente y yo estaba pajeando e intercalando chupadas a mis otros dos hombres, no había un centímetro de flacidez en esas ricas pollas, los tres estaban como espadas de carne queriendo atravesarme… lo único que sabía es que Luis estaba a mi derecha, era imposible mimetizarse entre los otros dos, este tipo era enorme, me imaginé lo feliz que haría a mi Vivian, pero bueno, en este momento de egoísmo, solo me importaba lo feliz que me hacía a mí.
Habían pasado unos 20 minutos en esta posee entre van y vienes de mi culo, pajas riquísimas, chupadas deliciosas y unas buenísimas manoseadas y lamidas en mis tetas; cuando me ayudaron a pararme por un momento, se notaba que estaban cambiando de pose, yo solo les rogaba a todas las estrellas que el que me fuera a empalar fuera Luis, y sentí está estaca enorme dentro de mí.
Creo que de tanto pedirlo en silencio, se me cumplió mi fantasía, empecé a sentir como esa enorme verga entrada dentro de mí, ¡Dios…! Nunca me senté más llena, cada centímetro se sentía como una cantidad enorme, era gigante
Mi esposo me dice al oído:
Disfrútalo Perra, apenas te a clavado la mitad.
En ese momento creí que por nada del mundo me iban entrar toda, pero entre la gravedad, mis ganas de más y mi esposo ayudando a bajar cada vez más, ya estaba casi adentro mientras mis gemidos y griticos de placer no paraba y me tocaba controlarme para no gritar como una loca. No sabía ni que sentí, placer absoluto al tener ese delicioso monstruo dentro de mí, morbo enloquecedor al sentir que mi esposo me cogía de la cintura ayudándome a bajar más para estar completamente clavada mientras me decía lo perra que se había convertido su esposa o las geniales manos de Luis y de Andrés acariciándome la espalda, las tetas y el culo.
Cuando mi pequeña chochita se adaptó como una camisa de fuerza descomunal chimbo, sentí a alguno de los otros dos, o Andrés o mi esposo, clavar uno de sus dedos en mi culo. Ya sabía cuáles eran sus intenciones y de solo pensarlo explote en mi segundo orgasmo, temblaba mucho y no dejaba de gemir, cuando eran inminentes mis gritos, alguno me beso y acto seguido me dieron una rica verga para chupar de nuevo. Mis hombres si saben cómo complacer a una mujer.
Había perdió un poco la noción del tiempo, cuando de nuevo sentí que jugaban con mi culo, y una verga empezaba a entrar en él, sentí morir, un tsunami de placer recorría mi cuerpo, una verga iba a completarme entrado por mi apretado culito y además de la situación de estar con tres hombres en un jacuzzi teniendo sexo, que uno fuese mi esposo y estuviera igual de excitado a mí, los otros dos fuesen los esposo de mis mejores amigas, que uno de ellos tuviese una verga descomunal, creo que la cereza del postre está estar con los ojos vendados y no saber quién me clavaba, quien me besaba o quién me manoseaban.
Así como a los 3 minutos, era una mujer completa, tenía a mis tres hombres dentro de mí, a Luis abriéndome y llenándome como nunca en mi vida mi chochita, creo que a Andrés siendo uno de los pocos hombres que había clavado mi culito y la que podía casi que jurar que era mi esposo, en mi boca, mientras se la chupaba como una demente completamente excitada. (A cada mujer que lea esto, se los garantizo, esto es la cúspide del éxtasis).
Así estuvimos por unos minutos, ellos me decían lo rica que estaba:
Luis:
Compadre, nunca imaginé que ti esposa estuviese tan rica y fuese tan puta, está buenísima.
Andrés:
Opinión igual, nunca la imaginé así… Luis y eso que no has probado este culito tan rico.
Mi esposo:
Amor quieres a Luise en tu culito?
Yo:
No sé si me quepa, pero si quiero probarlo.
No fue sino terminar mi frase, cuando Andrés me lo saco, después mi esposo y después Luis, wowww que sensación tan extraña, después de estar completamente clavada a no tener ni uno solo de los hombres adentro, no era junto conmigo, ya quería otra vez.
Luis seguía sentado dentro del jacuzzi, me senté de espalda a él, pero muy lento, sintiendo como su vergota entraba en mi culito, afortunadamente Andrés había hecho un gran trabajo, porque el dolor no era mucho, era muchísimo más placer que otra cosa. Ame sentir como Andrés y mi esposo me ayudaban a descender despacho sobre Luis, estaba siendo empalada por mi culito, cuando por fin entro todo, Andrés y mi esposo me chupaba las tetas, me manoseadan, y alguno de los dos me clavaba sus dedos en mi chochita que estaba completamente caliente y empapada, no por el jacuzzi, sino por mi excitación.
Cuando él dolor de tener a Luis partiéndome en dos mi pequeño culito, se había convertido en un magnífico placer, les pedí que me clavaran mi chochita:
Yo:
El que quiere, pero quiero una verga dura dentro de mi chochita.
Y nadie más complacientes que mis hombres, de inmediato senté como se abría paso dentro de mí, que delicia, volvía a estar en la gloria. Parecíamos una coreografía perfecta, los dos se movían el mismo tiempo, penetrándome con un ritmo que me enloquecía, era imposible que los amigas no se despertarán con mis gritos de placer, pero no me importaba, cuando ya estaba gritando muy alto del placer, alguno me puso otra dura verga en mi boca y ahí, inmediatamente empecé a tener otro fuertísimo orgasmo, no sé quién era el dueño de la que tenía en mi boca pero empezó a correrse en mi boca una gran cantidad de lechita caliente, toda mía, no dejaba de tomarme ese manjar que me había ganado, no deje que se escapar ni una gótica, me encanta el semen.
Se lo continúe chupando hasta dejarlo completamente limpio, sin que mis otros dos hombres dejaran de clavarme, aún no debía quien era el que se había venido y en mi boca, está situación me estaba llevando al límite, cuando me dijo mi esposo:
Mi esposo:
Quieres probar algo nuevos?
Yo:
Jajajaj casi todo lo que he hecho hoy es nuevo
Mi esposo:
Eso es un sí o un no.
Yo:
Amor, como te había dicho, hagan conmigo lo que quieran.
Los escuché murmurarse algo que no entendía, eso me encantaba, todo era una sorpresa, un secreto y una aventura nueva.
Los dos hombres que me clavaban se salieron al tiempo, eso me sorprendió mucho:
Yo:
Noooo vuelvan, por favor.
Inmediatamente sentí como Luis me volvió a clavar mi chochita, este hombre y su verga su sabía cómo calmar mi perra interna, volví a en si cuando me volví a sentir llena, alguno de ellos me agarró de las muñecas como si estuviese esposada, no sé porque hacían esto, a todo lo había dicho que sí, pero empecé a sentir que otra verga entraba en mi chochita, eso nunca lo había sentido en mi vida, empecé a retorcerme a intentar sacarme y no me dejaban, se sentía mucha presión, no solo estaban tratando de clavarme dos verga es mi chochita, sino que una de ellas era la de Luis, me van a matar.
La presión que se sentía era mucha… no sabía que sentir, sabía que algo de dolor sentía, pero el morbo de esta nueva experiencia me llevaba a tratar de liberar los manos, pero en el fondo rogaba porque me lo terminaran de clavar y sentir que se sentía tener dos al mismo tiempo y mis súplicas se hicieron realidad, centímetro a centímetros o mi esposo y Andrés me estaban penetrando con su verga, haciéndole compañía dentro de mí a Luis que no dejaba de clavarme cada vez más rápido.
Yo:
Ahhhhh al fin están las dos adentro… me van a partir en dos.
Mi esposo:
Qué quieres que hagamos?
Yo:
Que me claven como una perraaaaaa, no se les ocurra sacármelos.
Estos dos maravillosos hombres estaban clavándome mientras él otro no soltaban mis manos, estaba indefensa y me encantaba, me estaban usando a su merced, mi esposo estaba presente y yo no sabía quién era el que acompañaba a Luis.
Obtuve otro orgasmo fenomenal, temblaba como una poseída, no dejaba de gemir, mis piernas de apretar y chochita de succionar esas dos fenomenales vergas que me estaban complaciendo a todos los niveles.
Los dos chicos se salieron de mí, me arrodillaron, me quitaron la venda, y vía como mi esposo me tenía aún de las manos y mis dos otros hombres se pajeaban cerca de mi cara y empezaron a venirse en mi cara, abrí la boca, quería probarlos y me lamí ese gran manjar, el semen de los esposos de mis amigas en mi cara y en mi boca, que delicia:
Yo:
Me encanta!!! Son una delicia.
Me limpie la cara con mis dos dedos índices y me los chupaba, no iban a desperdiciar sus deliciosas mechitas calientes, el mejor sabor del mundo.
Cuando termine de limpiarme y de disfrutar de la lamida de mis dedos, empecé a escuchar aplausos, voltee y eran mis dos amigas completamente desnudas, se estaban masturbado.
Vivian:
Eres más perra que nosotras. jajaja
Camila:
Este era el regalo sorpresa de aniversario que te tenía tu esposo.
Vivian:
Que buen show nos diste, eres una puta total.
Me moría de la vergüenza, al verlas.
Camila:
No te sonrojes, tranquila.
Ya nos prestarás a tu esposo a nosotras.
Yo:
Con gusto.
Camila:
Vivian y no creas, yo también quiero probar a Luis jajaja
Vivian:
Jajaja claro, es para todas.
Las dos se metieron al jacuzzi conmigo y me empezaron a besar la cara a terminar de limpiarme el semen de sus esposos y a acariciarme; estaba muy cansada, y ellas se dedicaron a consentirme, a acariciarme y a darme besitos en la cara, en la boca y en las tetas.
Algo muy relajante.
Esa noche, cada pareja cogió sus cosas y se fue a dormir a su cuarto.
Espero que les gustará mi segunda experiencia, me escribieron pocos comentarios, pero me gustaron. Ojalá me quieran escribir más y me den sus opiniones.
Besos,
Fabiola