Ivonne, una hermana muy excitante. 5

Sube cada vez más la temperatura.

Ivonne, una hermana muy excitante. 5

Pues nada, fallas técnicas. La publicación anterior tenía mal el título. El contenido es igual, solo corregí el número para que la secuencia quede bien. Perdón. Pero ahi va de nuevo. ;)    No dejen de mandar sus mensajes a mi correo. Me gusta mucho leerlos.

A la mañana siguiente, se levantó al mismo tiempo que su marido. Cuando él se fue, no pensaba salir, pero recibió una llamada de el Sr. Kuri para que le ayudara en el banco a hacer unas gestiones. También le pidió ayuda para diversas tareas administrativas para el día siguiente.

La llamada no le pareció muy bien, pero era la actividad perfecta para dejar claro a Javi que ella seguiría con su vida normal y que lo sucedido solamente había sido un momento de excitación y nada más. Se vistió con un sensual y ligero vestido corto de estampado rosa. Muy fresco y lleno de vitalidad, con un generoso escote redondo y ajustado que realzaba sus senos. Se calzó con unas zapatillas altas de tacón de aguja para darle aún más sensualidad a su estilo. Se maquilló salió a hacer los encargos ordenadas por el socio de su marido. Regresó tres horas más tarde tras cancelar todas sus demás actividades. Debía trabajar en el despacho, pero necesitaba seguir su juego de seducción. Rafa le llamó por teléfono para hacerle saber que había muchos pendientes en la oficina, por lo que llegaría tarde a casa. Ivonne, encantada; tendría más tiempo para jugar con los calientes adolescentes.

Eran justo las doce cuando regresó a casa. Ambos se encontraban en la sala. Javi ocupaba el sillón mas grande y estaba acostado a sus anchas. Sergio en uno de los sillones individuales; ambos en traje de baño y con la pantalla encendida. Se quedaron boquiabiertos al verla aparecer con aquel vestido tan vaporoso y sensual.

- Qué guapa te ves hoy, Ivonne... le dijo Sergio.

- Muchas gracias, guapo... le dijo algo sonrojada por la situación. - ¿Hoy no va a jugar videojuegos?

- Queremos jugar contigo – le soltó el amigo de su hermanito.

- ¡Qué gracioso!

Javi extendió el brazo con el control remoto en la mano y le puso play al video, dando paso a una escena de una película porno.

- Estábamos viendo una porno. ¿Quieres verla con nosotros?

- Son un poco aburridas, ¿no?

- Ven, siéntate aquí conmigo... le pidió su hermanito Javi.

Su hermano, acostado boca arriba, se hizo más hacia el respaldo para dejarle espacio y ella se sentó a la altura de sus rodillas, casi en el borde del sillón. Los gemidos y sonidos de placer salían de la pantalla. Sergio, desde el otro sillón; se pasaba la mano por encima del bulto que ya hacía su pene, alternando la mirada entre Ivonne en su vestido y la película. Ella miraba a la pantalla.

- Son todas iguales... comentó, - no sé cómo les gusta.

- Estoy muy caliente, Ivonne, ¿por qué no me ayudas a hacer una chaquetita?

- No se aprovechen de mi, ¿estamos? – dijo en tono de broma, inclinándose hacia su hermano, al que le descubrió la verga completamente erecta bajo el traje de baño.

- Estoy a mil, Ivonne, necesito que alguien me toque un poco.

  • Tú cálmate, que tocar ni que nada.

Le pasó la mano encima acariciándole todo el bulto, notando la dureza de su pija y lo blando de sus testículos. Javi mantenía la cabeza ladeada hacia la pantalla mientras su hermana le tocaba.

Sergio se puso de pie, se bajó y se quitó el traje de baño y volvió a sentarse acomodándose sobre el respaldo. Cruzó una mirada con Ivonne mientras se tocaba lentamente la pija para hacerla que se le parara. Javi por momentos cerraba los ojos para emitir un ahogado gemido, excitado por las caricias de su hermana. Ivonne le bajó el traje de baño hasta dejárselo por debajo de los huevos. Se inclinó aún más hacia él, de costado la pantalla, y le levantó el pene rodeándolo por la mitad y comenzó a jalársela. Javi soltaba profundos jadeos, a veces dirigiendo la mirada hacia la mano de su hermana y otras veces hacia la pantalla.

Sergio estaba más pendiente de Ivonne masturbando a su hermano que de la película y no dejaba de frotarse la verga con continuos subir y bajar. Ivonne se la jalaba deprisa, haciendo que sus huevos bailaran de un lado a otro, acariciándole el abdomen plano y musculoso. Javi estaba muy bueno, tenía un cuerpo bien formado e Ivonne no podía para de tocarle su marcado abdomen. Javi se contrajo frunciendo la cara y suspirando. Ella le dio fuertes tirones apretándole su hinchado pene, haciendo que acabara. Al segundo, un disparo de leche salió hacia arriba, mismo que cayó sobre el ombligo de Javi. Los otros chorros fueron más débiles y cayeron por los lados de su pene, manchando la manita de su hermana. Ella misma se la secó con el traje de baño. Luego le acomodó el pene, dándole un tierno besito en los labios.

- Que cosa tienes Javi... dijo acariciándole el pene... - Es de mi sangre!

- Ya lo sé hermana, me gustas mucho y así me pones.

Ivonne, envuelta en una sonrisa, miró hacia Sergio.

- Y ahora seguro me dirás que te toca a ti, ¿no?

  • Claro!!!, dijo Sergio animadamente.

  • Pues tendrás que acabar con la película cariño, que hoy solo le ha tocado a mi consentido y querido hermanito! Jajajaja. - De hecho creo que ya te deberías ir a tu casa. Bye!

Se levantó y se dispuso a subir a su recámara, dejando a Sergio con la pija en la mano y a Javi satisfecho acostado en el sillón. La negativa había sido rotunda y directa, Sergio se subió el traje de baño y con cara de desacierto tomó sus cosas y se fue, apenas despidiéndose de su afortunado amigo Javi.

Un rato más tarde apareció en la cocina vistiendo un erótico bikini de animal print en tanga, con el top marcando y haciendo lucir sus deliciosas tetas. Javi la esperaba sentado en la mesa, tomando un refresco. Preparó la comida y se sentó junto a Javi a comer. Hablaron de sexo de manera distendida y muy libre, de como debían guardar el secreto y prometer nunca le contarían a nadie de sus sensuales juegos. Ella le pidió e insistió en varias ocasiones que no contará nada a nadie de lo que estaba pasando entre ellos. Ella había cambiado y las situaciones pasadas la habían ayudado a tener mucha más confianza en su hermano que nunca antes.

- Estás irreconocible, Ivonne... se sorprendió su hermanito. - Yo creí que con Rafa todo funcionaba bien.

  • Y funciona bien, Javi, nos queremos, pero él es muy reservado y no entendería estos juegos de ninguna manera. No lo entendería.

- ¿Se la chupas?... le preguntó Javi.

- Claro que si, no siempre, pero si me lo pide pues claro.

  • ¿Y te tragas la leche?... insistió el chico tocándose ya el pene bajo la mesa.

- Eso no, me avisa antes cuando va a terminar.

- ¿Nunca la has probado?... continuó su hermanito Javi.

- Por supuesto que si, pero a él le gusta acabar sobre mi, verme llena de su leche, no solo en mi boca. A Rafa le gustan otras cosas.

  • Pues a mi si me gustaría llenarte la boca, acabar y que la probaras toda

- Javi, pero es que no te cansas nunca, ¿eh? Eres insaciable!

- ¿Te gustaría probar mi leche, zorrita?

- Javi, no me llames zorrita!... dijo Ivonne con voz quebrada por la excitación que le producía que su propio hermano la llamara así.

- Quiero que te bebas mi leche... insistió Javi, corriendo la silla hacia atrás para levantarse. - Seguro que te gusta.

  • Tendría que probarla... le retó ella con una mirada desafiante.

- La vas a probar, hermanita, me vas a hacer venir y la vas a probar.

Se levantó y se acercó hasta ella. Ivonne le tenía a su izquierda. Se bajó la parte delantera del traje de baño hasta liberar su pija gruesa y palpitante. Se la comenzó a jalar apuntando hacia su rostro. Ivonne giró la cabeza hacia su hermano. Ella miraba como se estaba masturbando y alternaba la mirada entre su pene y su cara de placer. Le calentaba mucho verlo hacerlo frente a ella a escasos centímetros de su cara.

- Sácate las tetas... le ordenó Javi. Jaló hacia los lados los triangulitos del top del bikini dejando al descubierto sus redondas tetas de hinchadas areolas y erguidos pezones. - Tócatelas Ivonne, tócate las tetas!

Con la espalda recta en la silla, comenzó a tocarse y amasarse los senos, pellizcando sus pezones y exhibiendo sus firmes pechos ante su caliente hermano.

- Mastúrbate conmigo... le pidió su hermano.

Ivonne bajó las dos manos a la vez y las metió dentro de la tanga para tocarse y frotar su conchita, haciéndoselo con los dedos, abriéndose los labios, tocándose el clítoris. Sus deditos salían por los lados, dejando una abertura para que Javi pudiera ver cómo se estaba tocando. Continuaba viendo como Javi disfrutaba y como se la jalaba cada vez con mas fuerza. Tenía dos dedos dentro de su vagina cuando Javi le dirigió la cabeza hacia su miembro poniéndole la mano bajo la barbilla. Ivonne le miró sumisamente. La punta de su pene casi le rozaba los labios. Abrió la boca y un chorro de leche muy caliente y espesa le cayó en la lengua. Mantuvo la boca abierta. Javi le tiro un par de chorros más más que le dejaron la lengua completamente embadurnada de blanco. Se apretó el glande dejando caer unas gotas más y le retiró la mano de la barbilla. Ivonne aún mantenía la boca abierta, llena de leche.

  • Trágatelo, zorrita, comételo todo Ivonne!

Obedeció, cerró la boca y se tragó la cálida leche de Javi. Aún se acariciaba la concha con ambas manos cuando. Le miró y le sonrió.

- ¿Te gustó?... le preguntó Javi.

- Sí, sí, cómo eres. Se limpió la boca y bebió medio vaso de agua antes de taparse de nuevo las tetas y ajustar las tiras de la tanga. - Me estás pervirtiendo Javi, jijiji.

Le dio un beso en los labios y se dirigió hacia su recámara.

Qué cachonda la ponía el hecho de participar con su hermano y su amigo en sus fantasías de adolescentes. Les había hecho un espectáculo, se había masturbado delante de ellos, ellos se habían masturbado y acabado frente a ella, y aún no parecía suficiente. No se reconocía a sí misma, estaba más caliente que una perra en celo.

Estaba jugando con fuego por una obsesión sexual incontrolable, era plenamente consciente del peligro. Sabía que su hermano estaba en el salón viendo la tele, solo; y tenía ganas de más, de cogérselo tal vez? Estaba tan bueno, tenía una pija tan rica, que la moralidad le importaba un carajo. Seguro que si se lo pedía, él la correspondería encantando. Pero debía disimular, que fuera él quien tomara la iniciativa. Se puso un cachetero de color negro de lycra y un pequeño brassiere del mismo color anudado al cuello, con unas copas estrechas y alargadas que sólo tapaban la zona de los pezones, dejando las tetas sobresaliendo por ambos lados, incluso se podía ver por momentos, parte del recorrido circular de sus areolas. Se puso unos tenis y bajó a toda prisa. Aún tenía tiempo antes de que llegara Rafa.

Besitos

Dra. Tentación