Ivonne me da clases particulares, Javi.

Mi hermana sabe muy bien cómo lograr que saque buenas calificaciones.

Gracias por todos sus correos, me encanta leerlos. dratentacion@gmail.com

Una historia más, libre y plena...

Mi consentido sin duda, haría lo que fuera por mi familia, que no?... Ivonne


Ivonne me da clases particulares, Javi.

Soy Javi, el hermano menor de Ivonne. Muy menor diría yo, ella me lleva 18 años, ya saben historias de familia y curiosidades de mi madre. Estaba terminando apenas la secundaria. Mis padres decidieron entonces pedir a Ivonne, mi hermana mayor; me ayudara con algunas materias de la escuela. Que fuera a su casa a estudiar y me preparara para comenzar al año siguiente en la preparatoria.

Esta historia que les cuento sucedió hace 4 años.

Ivonne, mi media hermana, ahora profesora particular; era una mujer estupenda de 35 años, blanca, con el pelo largo, 1.56m de altura, muy bonita desde siempre, a mi parecer y el de todos mis amigos. Estaba casada. Siempre ha sido muy cariñosa conmigo, me abrazaba todo el tiempo y me llenaba de besos. A mí me encantaba que hiciera eso y la quiero mucho. Sin duda soy su consentido. Literal, me conoce desde que nací!

Ella me gustaba secretamente, pero lo que me gustaba aún más era mirar las cosas que no tenía permitido mirar. No perdía oportunidad de asomarme bajo la mesa y verle las piernas y buscar ver el color de su lencería, o entrar a su cuarto a husmear en sus cajones de lencería y closet.

Empecé a darme cuenta de que no solo a mí me gustaba mirarla, sino que a ella parecía agradarle que yo la mirase, ya que siempre se colocaba de forma tal que yo pudiese dar rienda suelta a mi debilidad por sus prendas íntimas. Tanto la observaba que empecé a distraerme al hacer los ejercicios de la tarea y me equivocaba.

Javi, no te concentras y lo haces todo mal. Si no prestas más atención a tus tareas tendré que decírselo a mi madre. ¿No te das cuenta de que si no pones atención no podrás prepararte bien para la preparatoria? ¿Quieres que eso pase?...

No, claro que no, yo te quiero mucho hermanita, y no quiero dejar de venir a sus clases, me ayudas mucho.

Pues prométeme que a partir de ahora vas a prestar más atención a mis explicaciones... Siempre pareces distraído pensando en no se que!

Si lo prometo... dije apenado.

Tengo una duda, Javi. Acaso te distraes porque me andas tratando de ver la ropa interior?...

Yo no podía creer que me hubiese descubierto. Bajé la vista y no dije nada porque sentía mucha vergüenza.

Javi... tranquilo, ¿te gusta verme?... Dime, no tengas pena, es normal que a tu edad te guste ver a las chicas.

Sí, confesé con la cara roja..., eres muy linda...

Bueno, vamos a hacer una cosa: Si me prometes que vas a sacar muy buenas notas y poner atención, y si tanto te gusta, te voy a mostrar mi lencería cada que vengas a clase. Pero no tienes que decírselo a nadie, ¿eh?...

No se lo diré a nadie... será un secreto, lo prometo!

Muy bien, pues para que veas que no te miento, vamos al sillón. Prométeme que no vas a contárselo a nadie, y que vas hacer tus deberes, te doy un adelanto ahora mismo. ¿Me lo prometes?

Sí, Ivonne. Prometido!

Bien, entonces acércate. Mira, esta falda del vestido es corta y muy amplia. ¿Has visto desnuda a alguna chica?...

Yo negué con la cabeza mientras ella se levantaba la falda hasta el abdomen. Usaba una tanga muy bonita, muy pequeña, de tela que transparentaba la rajita su bien depilado sexo, muy sensual.

Tócame las piernas si quieres. Puedes pasar la mano por los lados, pero recuerda que no le puedes decir a nadie.

La toqué con cuidado, nunca había sentido una piel tan suave y tersa. Luego empecé a subir y toqué la delicada tela blanca de su tanga.

Ivonne se la apartó un poco y me enseñó su conchita, su rajita de color rosado. Yo la acaricié levemente con un dedo, me gustaba el suave tacto de su piel depilada y noté que estaba comenzando a mojarse. Ella se alejo un poco y con su mano se toco un poco mostrándome como se debía de acariciar tan delicada parte. Me en cantó tocar su piel, era muy suave.

Ivonne también tiene unas tetas hermosas, divinas! Se las hizo poco antes de casarse. Bien redondas y paraditas, con los pezones apuntando hacia arriba. Deliciosos! Y con un beneficio adicional que después descubriría, en temporadas saca gotas de leche.

En otra ocasión me descubrió viéndole las lolas bajo la blusa de manera descarada, así que me incitó a descubrir ese encanto.

Javi, ¿Estas viendo mis pechos? ¿Te gustan? No despegas la mirada de ellos.

Se los tocó por encima de la ligera blusa que tenía, casi nunca usaba brassiere en su casa o al menos no lo usaba cuando estaba yo, decía le incomodaba. Lentamente subió la blusa dejando ver sus deliciosas tetas, las seguía tocando suavemente, cuando al pellizcar levemente uno de sus pezoncitos, salieron un par de gotas de leche. Me quedé impresionado, excitado más que nunca en mi vida.

¿Te gusta lo que ves?

Sí... ¿Tienes leche en las dos?

Sí, cariño, algunas veces en los dos. Ven, acércate.

Me acerqué a ella y vi cómo tomaba su otra teta y se apretaba los pezones con los dedos, lo que hizo que saliera más leche. Unas blancas gotas rodaron por sus pechos.

Son más grandes, ¿verdad?. No tanto, es por algo de leche. El médico me dijo que soy híper pro láctica, de repente me sale algo de leche. Así que ahí tienes, un secreto más, cuando vengas a casa y tenga leche, dejaré que veas como salen gotitas de mis pechos. ¿Quieres cariño?

Mojó un dedo con unas cuantas gotas de leche y me lo dio a chupar. El sabor era un poco diferente al de la leche normal, pero la excitación que me provocaba era inmensa. Me tenía al palo!

En otra ocasión pasé de visita a su casa, me faltaban pretextos para ir a casa de mi hermanita mayor. Si por mi fuera hubiera estado ahí a diario.

Pasa Javi, estoy en el cuarto, me encuentras saliendo de bañarme. ¿Cómo estás?.

Bien. He venido para saludar y saber si estás bien.

Jajaja, buen pretexto, pero la intención se agradece. Pero viniste a otra cosa, ¿verdad?...

Sí... El otro día me dijiste que si venía de visita en el momento adecuado... me dejarías ver si te sale algo de leche.

Eres un tierno!, y no te mentí, dijo abriendo lentamente la bata de baño que tenía puesta, dejando ver orgullosa sus desafiantes tetas. Siéntate aquí me indicó; al tiempo que sacaba una botella de aceite del cajón.

Aprovechamos los humecto un poco con aceite. Mira, primero un poco de aceite y luego un masaje suave en cada una , así... ¿ves?. ¿Te gusta? ¿Te gustaría sentirlos? Tócalos suavemente con las manos y apriétalos despacito, así sabremos si hay algo de leche. Ahora presiona despacio el pezón y veremos que pasa... Así, suave, ¿ya vez que si han salido algunas gotas?.

Yo no lo podía creer. Le estaba tocando las tetas a Ivonne y sacándole la leche! Era una experiencia que me encantaba. Increíble!

Ivonne llevaba la bata abierta, con sólo una tanga celeste debajo. Parte de su sexo se veía por los costados del triangulito diminuto, era mucho más pequeña que las que usaba regularmente, o al menos de las que le había visto. Era un cubresexo solamente! La imagen era fantástica, a cada momento trataba de guardarla en mi cabeza.

Las clases llegaban a su fin, la fecha de entrar a la preparatoria estaba cerca. Pero conforme fue pasando el tiempo, cada vez ella se mostraba más, le encantaba excitarme, saber que me ponía a tope, con la pija bien dura y dándome material para poder matarme a pajas diariamente. Pero eso no era suficiente, cada día quería ver más, y sentir a mi querida hermanita mayor, Ivonne.

Dime que te parece?

Besitos

Dra Tentación

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@DraTentacion