Ivan ¿mi gran amor es bi? (II)

Tras el encuentro que habíamos tenido Iván yo en mi casa, que me hacían dudar si era bi o no, llega la fiesta de Nochevieja en la casa de su novia.

Ya llega la segunda parte, lo siento la tardanza. Este es el enlace de la primera parte http://www.todorelatos.com/relato/99770/ Espero que os guste:

Tras la noche esta tan confusa con Iván (19 años, no media mucho, alrededor de 170 con ojos marrones y tenía un pelo castaño corto. Su cara y piel muy lampiña) empezó los exámenes y yo también, y nos dejamos de ver.

Nos vimos varias veces, pero la mayoría de las veces era con su novia y el resto del tiempo estábamos liados con la universidad, lo que nos hacía no poder hablar del beso que me dio esa noche. Además, me daba la sensación que todo había sido casual e incluso involuntario e intente no obsesionarme con el tema y olvidarlo.

Yo (Dani, 19 años 188 y soy delgadito y con un buen culo) había empezado a ir al gym y empezaba a estar algo fibradete e incluso se me marcaban los abdominales. Aunque intentaba no acordarme de Iván, siempre estaba pensando en ponerme guapo para él. Fue llegando el final del año y su novia Raquel organizo la fiesta de fin de año después de la cena y las campanadas con la familia. Raquel no era muy alta, media alrededor del 170, morena pelo largo, muy guapo y como suele gustar a los chicos buen culo y buenas tetas.

En Nochevieja, al terminar la cena con mi familia, me empecé a preparar para luego irme a la fiesta. Me puse en primer lugar el pantalón oscuro y me quede enfrente del espejo admirando mis abdominales duros y luego me puse una camisa roja, finalmente me puse la chaqueta que iba a juego con los pantalones, como  había decidido ir con algún botón suelto no me puse corbata. Me fui al baño a peinarme con el flequillo para arriba y me eche la colonia de Hugo Boss.

Me volví al salón, que iban a sonar las campanadas por el año nuevo. Empezaron los cuartos y luego las campanadas, se le escuchaba al presentador:

-        unooooo, dooooos, treees, cuaaaatrooo, cincoooo, seiiiis, sieeeete, ochoooo, nueveeee, dieeeez, onceeee y doceeeee ¡Feliz Año nuevo!

Los besos en mi casa y brindis por el nuevo año no se hicieron esperar. Al poco rato llamarón al telefonillo de casa. Fui a ver quién era, pero suponía quien podía ser:

-       ¿Quién es? – Pregunte.

-       Soy yo, Ivan.

-       Vale, bajo en un momento - Le conteste.

-       Espera, que voy a subir a felicitar a tu familia por el nuevo año – A parte de ser guapo, Iván era educado y simpático con toda la gente, y le dio igual llegar un poco más tarde a la casa de su novia.

Al subir el ascensor Iván llamo a mi puerta y yo le abrí, iba con un traje azul, camiseta clara y una corbata morada, se había puesto gomina y con el pelo en crestita con un poco a un lado. En el momento de abrirle me quede con la boca abierta, me quede pasmado mirando lo guapo que iba.

-       ¿Me vas a dejar pasar o te vas a quedar ahí embobado toda la noche? – Se reía mientras me quitaba del medio para pasar.

Nos saludamos y luego fue a brindar con mi familia, nos fuimos hacia abajo que llevaba esperando un rato ya abajo nuestro amigo David para irnos a la casa de Raquel. Cuando bajábamos en ascensor, íbamos Iván y yo solamente.

-       Dani, estaba deseando que llegara esta noche desde mucho tiempo – Me dejo un poco a cuadros, ¿Qué quería decir con esto? Yo estaba deseando besarle de nuevo, pero preferí no hacerlo, porque yo sabía que estaba muy enamorado de Raquel y podía romper nuestra amistad.

Salimos de ascensor y nos fuimos directos al coche que nos llevaría a la fiesta. Llegamos a la casa de Raquel, que estaba justo a las afueras de Madrid, bastante cerquita. La casa tenía dos plantas muy grandes, con una escalera que comunicaba los dos pisos. En la puerta nos recibió Raquel, con un precioso vestido morado (que hacia juego con la corbata de Ivan) que le resaltaba en demasía su escote.

-       ¡Hola! Bienvenidos. Feliz Año. – Nos saludo Raquel al entrar – Me alegro que hayáis venido los tres.

En ese preciso instante ella e Iván, se dieron un gran beso por el año nuevo. Yo me reconcomía por dentro, porque ese beso lo quería para mí. Nos cogió los abrigos y las chaquetas y las dejo en un armario.

En la fiesta fue llegando la gente, muchos venían con sus novias, y algunos chicos y chicas también solos. Había en el salón 30 personas ya que este era grande y permitía tener una zona con la música para bailar y otro lado unos sillones para sentarse y estar bebiendo.

Llego un momento que estaba todo el mundo bailando excepto yo en un sofá y en otro sofá se encontraba Raquel hablando con Iván, que también estaba bastante borracho. En ese instante me quede atontado mirando la hermosura de Iván y como me gustaría besarle. Tras un rato, me di cuenta que Raquel se había dado cuenta y al mirarla ella decidió empezar a besarlo. Yo me quede de piedra porque mientras le besaba me miraba a mí, con intención de darme celos de lo que ella podía hacer y yo no. Seguía con los besos y como veía que continuaba mirando decidió dar un paso más, le quito la corbata y le empezó a meter la mano por debajo de la camisa. Verdaderamente no me gustaba lo que estaba viendo, pero por otra parte me imaginaba como podía ser yo el que le pasase la mano por su pecho. Llego un momento que Raquel le empezó a pasar la mano por dentro del pantalón y  tocarle el paquete directamente. En ese preciso instante Iván le hizo que parara, porque les podían ver y yo decidí, levantarme y seguir bailando y bebiendo en otro lado del salón.

Pasaron las horas y aunque hubo alguna chica que me entro, preferí no hacerla caso, porque yo seguía pensando en Iván. Hubo un momento que todos los invitados estaban emparejados con alguien, los solteros se habían buscado a alguien para liarse esa noche. En ese preciso instante, decidí que había terminado la noche para mí y que me subía a dormir a una de las camas.

Subí las escaleras algo tambaleante por lo que había bebido. Cuando llegue arriba note que alguien venia por detrás. Note como me abrazaba, y mientras me daba besos en el cuello me decía:

-       Te dije que llevaba esperando esta noche mucho tiempo.

No podía ser otro, era Iván el que me había acechado por la espalda. Me di la vuelta y le di un beso tan largo, que me dio la impresión que estuviéramos días. Su sabor era delicioso y sus labios carnosos me hacían disfrutar al máximo. Me empujo contra la pared del pasillo, porque estábamos a oscuras en medio de este en el piso de arriba. Aunque nos pudieran pillar, me daba igual porque estaba con el único que quería estar. Se notaba que andaba bastante bebido, igual que yo.

-       Es delicioso como hueles – me decía mientras me mordía el labio.

-       Llevaba tanto tiempo esperando esto – le contestaba mientras seguía besándome, esta vez el cuello.

Me empezó a quitar los botones de la camisa, dejando mi torso desnudo. Pasaba su mano por mi pectoral y abdominales. Y yo hacía lo mismo por su pecho bien lampiño, que yo en cambio le había subido la camisa para tocárselo.

-       Me encanta lo duro que tienes los abdominales – Dijo Iván mientras se ponía a su altura y se ponía su cara junto a ellos. Mi abdominal bien duro estaba rozando con su piel tersa de su cara.

Le levante y me puse su cara justo enfrente a la mía y mirándole directamente a los ojos le dije: “A mi quien me encanta eres tú”.

Fui a besarle de nuevo cuando en ese preciso instante se escucho un ruido subir por la escalera y nos hizo meternos rápidamente en el baño a oscuras. Le tenía apoyado contra mi pecho desnudo, y le sentía su respiración jadeante contra mí piel.

-       ¿Ivan? ¿Estás ahí? – Era Raquel, la que estaba en el pasillo.

-       Espera ahora salgo, que estoy en el baño – Contesto Iván.

En ese preciso instante me cogió de con las dos manos en la cara y me dio otro largo beso y se despidió diciéndome: “Dani, tú también me encantas”.

Iván salió del baño al encuentro de Raquel, que había estado buscándole de hace un rato y se fueron ya directos a la habitación a dormir. Yo me espere un rato, para que no pudiera verme salir del baño justo después de su novio y entonces me fui directo a la habitación que tenía asignada para dormir. Me fui a dormir con una sonrisa de oreja a oreja porque había pasado un increíble momento con el chico que tanto me gustaba, aunque esa noche dormiría con su novia Raquel.

Me levante de la cama con un poco de dolor de cabeza, por el alcohol que había bebido. Poco a poco fui consciente de lo que había pasado anoche. Se me empezó a poner una cara de tonto de la felicidad por haber podido besar a Iván. Al bajar estaban varios de los que se habían quedado a dormir en la casa de Raquel, entre ellos, la propia Raquel e Iván. Estaban todos desayunando chocolate con churros y porras en el salón excepto Iván que estaba con una cara de bastante resacoso. Entre las conversaciones surgió una que fue la que más me impacto. Era Iván, que decía que no se acordaba de nada de lo que había ocurrido en toda la noche, y se había pasado en exceso con el champagne, sidra y el alcohol en general.

Me volvió a cambiar la cara, porque me sentía que me encontraba en la situación del principio. Ahora sabía que Iván  realmente había tenido un impulso por liarse conmigo, pero no sabía si lo había impulsado la borrachera.

Gracias por leer de nuevo la historia, y espero a comentarios para escribir la tercera parte. Cualquier cosa ya sabéis que me podéis escribir en los comentarios. Los comentarios me ayudan a crecer.

NANI