Iván. El mejor amigo de mi primo

Descubrir por primera vez a la persona que se desea, a la persona que se admira, y dejarse llevar por los sentidos hasta estallar en un sueño de pasión, en un sueño de amor.

A penas estaba descubriendo lo que sentía, a penas me estaba dando cuenta lo que pasaba en mi mundo, a penas podía entenderme y lograr conseguir serenidad a mis pensamientos, pero el estaba allí… me refiero al mejor amigo de mi primo, ambos éramos niños con cuerpos frágiles y de ángel, con la lozanía de la vida, con el destellar de la inocencia.

Siempre estaba con mi primo y yo con ellos, hacíamos un buen equipo aunque siempre hubo una especie de preferencia en la amistad el con mi primo y yo con mi primo también, su rostro blanco su pelo sedoso y suave, sus ojos llenos de una profunda codicia por descubrir la vida, hacían que me pareciera muy interesante su forma de vivirla. El amigo de mi primo tenia algo que me impulsaba a hurgar en mis pensamientos y convertirlo protagonista de los mismo, lo convertía en mi héroe, lo convertía en mi hombro.

Una tarde de agosto, mi primo me invito a ir de camping con el y con su amigo Iván, no tuve la menor objeción pues igual disfrutaba de la compañía de ambos y le dije que si, al día siguiente nos dispusimos a buscar la carpa el equipo y preparar los detalles para salir temprano en la mañana a internarnos en las montañas.

Bien temprano por la mañana, mi primo y yo que vivíamos juntos salimos en busca de Iván, llegamos a su casa y ahí estaba el esperándonos con su sonrisa que resplandecía y sus ojos alborotados por la ansiedad de explorar, fuimos al terminal y tomamos un autobús que nos llevaba a los pueblos de las montañas.

Llegamos al pueblo y de allí en adelante el recorrido seria a pie hasta llegar a un sitio llamado las antenas en el cual pretendíamos pasar la noche, la tarde iba transcurriendo mientras caminábamos y hablábamos, contábamos de nuestras experiencias con las chicas, y de lo bien que se sentía el aire fresco, para mi sorpresa, de los tres Iván quien era el mas alto y con mayor fuerza, era el que estaba mas agotado y comenzó a quejarse, no tenia mas ganas de caminar y solo quería descansar, yo me acerque y le dije:

Coño Iván, que pasa chamo? Se supone que vinimos a esto, no seas tan marica, y nos reíamos mi primo y yo.

El me miraba con sus ojos llenos de cansancio y me decía:

Si, niño explorador llévame en los hombros, a ver si no te cansas guevon

Los tres nos reíamos, pero en el fondo yo sentía una gran ternura por el, su cansancio lo revelaba mas humano y solo quería decirle tranquilo… estaremos bien descansemos, toma agua y recuéstate en mis piernas, la idea se asomaba en mi mente y llenaba de euforia mis sentidos.

Continuamos caminando, aproximadamente a las 5 p.m. llegamos al lugar destinado, allí los tres nos dispusimos a montar la carpa y preparar el lugar para acampar, el es algo holgazán así que nos dejo el trabajo a mi primo y a mi, mientras el abría las latas de comida para servirlas, pero era obvio que se las comía sin esperar, entre juegos nos lanzamos encima de el gritándole y quitándole la comida, golpeándolo, parecíamos cachorros, entre risa y toques suaves, por un momento sentí su piel muy cerca de la mía, lo cual produjo una sensación indescriptible, así que de inmediato me separe y continué en lo mió, mientras ellos extrañados preguntaron:

Que pasa?

Respondí:

Nada, nada, oscurece y debemos tener todo listo antes que caiga la noche.

Continuamos en nuestras labores, ya la noche caía, se extendía un manto blanco sobre nosotros, desaparecía el paisaje, se sentía el roció sobre nuestras caras nuestra altitud era de 3000 msn la temperatura descendía rápidamente, pasamos de 12 ºC a 3 ºC en menos de media hora las nubes negras recorrían el cielo como un velo negro que cubre a una viuda.

Era inminente que esa noche llovería, nos encerramos los tres en la carpa, conversamos del frió que sentíamos, Iván que no era tonto decidió ponerse entre los dos así recibiría el mayor calor. La lluvia comenzó a caer y me asustaba el hecho de que la carpa no resistiera el temporal, la casa mas cercana quedaba a 30 min. caminado.

Iván entre chistes decía:

Te imaginas que se inunde la carpa, respondí:

No chamo no digas eso…. Seria lo peor que nos pudiera pasar

Jajajajaja se rió y me dijo en tono burlón, tranquilo papi aquí estoy yo para darte calor

Mi primo soltó la carcajada y me dijo: verga chamo si quédate tranquilo y cállate, hice caso omiso a su comentario, y por supuesto que al de Iván también, de hecho lo mire mal, tratando de decirle no me gusta que juegues conmigo de esa manera. Al rato decidimos acostarnos, Iván en medio de los dos yo estaba al lado izquierdo de el, gire mi cabeza viendo hacia la lona de la carpa, e Iván hizo lo mismo quedando su cuerpo detrás del mió.

La lluvia era incesante y en mi mente solo podía haber una pregunta una preocupación, la carpa!! Q tanto resistiría!! Iván se acerco a mi oído y susurro: - El comentario que hice fue una broma no te molestes, y sentí como se pego más a mí, pero mi cabeza tenía otras preocupaciones así que no lo tome en cuenta.

Mi primo dormía del otro lado de Iván, llevaba tiempo en ese estado, pasaron 15 o 20 min. Después que Iván se había acercado cuando me dice:

Se inunda la carpa, se inunda me estoy mojando

Lo que temía estaba sucediendo, la carpa se inundaba, levante a mi primo le mostré lo que sucedía mientras Iván solo buscaba un lugar seco, aquello parecía un diluvio afuera y pronto estaríamos a merced del clima, les dije:

Guarden los sleeping, rápido rápido, debemos tapar el hueco de la carpa

Ya era inútil había demasiada agua adentro de la carpa a pesar que el agujero estaba sellado el agua dentro no nos permitiría dormir, así que tomamos la decisión de bajar a la casa del camino a pedir refugio una vez que cesara la lluvia, cuando esto ocurrió, tomamos lo que llevábamos y comenzamos a caminar, solo nos reíamos de lo sucedido, aun caía una brisa que termino por mojarnos completamente además de mojar todo lo que cargábamos, parecía una tragedia pero igual reíamos, no podíamos hacer mas.

Llegamos a la casa ya eran las 11 p.m. el frió era aun mas intenso estábamos mojados, el viento en cada soplo congelaba la piel, pedimos permiso para quedarnos y nos ofrecieron el establo, llegamos los tres al establo, solo había un piso frió de cemento y rudimentarias herramientas, nos sentamos los tres frente al candil que nos dio el dueño del lugar intentando burlar el frió pero era inútil. Mi primo no aguanto su cansancio y de alguna forma se las arreglo para acostarse en el piso y dormir. Iván y yo quedamos frente a frente temblado de frió sin poder hablar.

Me dijo: - Tienes frió, con palabras entrecortadas, conteste:

Claro ¿que crees?

Solo preguntaba

Bueno es obvio no te parece

Si pero solo era una pregunta no te moleste

Mi mente estaba muy ocupada evadiendo el frió como para pensar que quería acercarse a mí, volvió a preguntar:

Te molestaste con lo que te dije arriba en la carpa

No, tranquilo

Bueno esta en pie mi proposición, jejeje, tímidamente lo dijo

No respondí nada, me agarro de sorpresa aquella confesión, se acerco y me abrazo

Te molesta

No. respondí, y pensé al contrario me agrada, pero el pensamiento lo pudo leer, se interno en mi mente y lo pudo sacar

En ese momento mientras estaba en sus brazos, acerco su cara, rozo mi rostro y beso mis labios, en seguida retire mi cara, la verdad no supe porque, y me dijo: - Discúlpame, fue un error. Estaba totalmente abrumado por lo que ocurría. Iván me besaba lo había deseado y yo solo no dije nada, solo me quede callado, en seguida se retiro de mi lado y se acostó, ahora mi mente ya no estaba preocupada por la lluvia, el clima, el frió, ahora solo la llenaba Iván.

En la mañana despertamos Iván parecía igual, yo también lo ocurrido en la noche se había borrado pero ambos sabíamos que estaba allí, decidimos bajar al pueblo y tomar el primer autobús de regreso a casa. Llegamos por la tarde a nuestras casas Iván a la suya y mi primo y yo a la nuestra.

En la noche me comenta mi primo, chamo Iván se quedo con mi navaja búscala mañana por favor, yo no puedo, ya hable con el y te espera en la mañana. Ok respondí, un poco preocupado después de todo entre Iván y yo había algo que aclarar.

En la mañana llegue a su casa, me estaba esperando me dijo: - Pasa, no hay nadie, parecían haber palabras entre líneas, pero no di importancia

Vengo por la navaja

Si ya la busco

Se acerco con la navaja me la entrego en las manos, y lo mire, recordé lo sucedido en el establo y no aguante así que deje caer la navaja al piso y en seguida bese sus labios, Iván parecía no sorprenderse ya sabia que sucedería, le dije:

Iván siempre te he deseado

Lo se, por eso te bese, por un momento pensé que fue un error pero confiaba en ti

Mi primo sabe

No el no sabe nada y tampoco lo sabrá esto es entre los dos

Claro, el no puede saber

Inmediatamente comenzó a besarme a tocarme, su cara de ángel mostraba gran alegría y yo estaba con el, sentía como la sangre hervía por mi cuerpo, el me acariciaba y me conducía a su habitación entre besos y abrazos, cuando llegamos ya mi franela estaba en el piso, besaba mi pecho y acariciaba mis pezones, lamía mi cuello y me decía: - Se que me deseabas desde hace tiempo, ahora me tienes, hoy de mi no escapas, hoy serás mió, hoy te follo, hoy te desvirgo, hoy te amare como nadie, solo respondí: - Hoy estoy aquí, hoy solo somos tu y yo.

Se quito su camisa, su cuerpo comenzaba a marcar sus músculos de adolescente un abdomen plano, su pecho poco abultado, sus vellos crecían pero se notaba que se afeitaba, su piel blanca y suave, se sentía como seda, mi piel solo quería fundirse en la se el, así que nos recostamos en la cama mientras los zapatos se escuchaban caer uno a uno, y nuestras manos no dejaban de descubrirnos, de tocarnos, sus besos eran fuego que quemaba mi garganta, con mis manos empecé a quitar sus jeans, quedo en bóxer blanco, quite sus medias, mientras el desabrochaba mis pantalones, nuestra piel no dejaba de estar en contacto, y me volvía loco su olor, ya estábamos los dos solo con ropa interior besándonos, nuestras pollas estaban duras y sentíamos el contacto entre ambas mientras nos besamos, metió sus manos en mi interior y comenzó a pajearme, eso provoco que le mordiera los pezones, se reía pero también se retorcía de la excitación, me decía: - Como sabes, pero sabes niño, sabes!!! Me encantas quiero tenerte este día y el resto de los días, su mano seguía pajeandome hasta que comenzó a pasar a mi ano.

Yo por mi parte jugaba con sus piernas y con las mías, las enrollaba en su espalda y bajaba por su cuerpo como un anillo, bajándole así sus bóxer, su polla estaba dura y botaba liquido preseminal el aprovecho aquel fluido y también el mió y lo untaba en sus dedos, sin darme cuenta los introducía en mi ano, me decía te estoy preparando quieto amor ya me tendrás dentro de ti, yo aproveche y también hice lo mismo metí mis dedos en su ano, los dos estábamos follandonos literalmente con nuestros dedos, de repente hizo un movimiento brusco levanto mis piernas las abrió como una V y poco a poco el sentado entre sus piernas fue metiéndome su polla que estaba durísima en mi cuerpo, aquello quemaba mi piel, me estaba volviendo loco, sentía que mi cuerpo se dividía y gemía en voz baja, el decía: - Tranquilo mi niño suave suave, hasta que de un tirón llego al fondo, sus huevos tocaron los míos de un empujón, cuando salio mi voz para gemir, ya el estaba besándome, y pajeandome a la vez.

Estuvo un tiempo así para que me acostumbrara, y después comenzó a envestirme suave pero con la precisión de un péndulo, justo donde era, mientras gemíamos los dos de placer, me decía: - Te gusta, te gusta se que soñabas conmigo dímelo, dímelo, eres un putito, eres un putito yo sabia que querías follar conmigo, eres mi putito, y solo eres para mi ahhhh ahhhh, sus palabras se confundían con sus gemidos, no tuve otra respuesta que decirle: - Soy tuyo, soy tuyo, siempre he soñado contigo, su fuerza y rapidez aumentaba, aquello era todo un sueño, en mis brazos tenia a mi héroe, desvirgándome haciéndome el amor, cuando lo mire su cuerpo se tenso, sus músculos se contraían y comenzó a darme mas fuerte hasta que sentí dentro de mi chorros de lava que parecían llegar a mi garganta. Me encanto y se tumbo encima mió, te deseo cada vez mas, siempre te desee, me hice amigo de tu primo por ti, solo por ti, quiero que estemos juntos y descubramos esto juntos fueron sus palabras cuando saco su polla, mientras seguía llenando de leche mi cuerpo y acostándose a mi lado.

Lo agarre lo bese y le dije ahora deseo acabar en tu culito, quiero tenerte ahora, me dijo espera déjame olerte déjame besarte, la atmósfera se impregno del perfume de su semen eso me excitaba me volvía loco, quería comérmelo quería solo abrazarlo y no dejarlo escapar de mis brazos, bajo por mi cara besándome hasta mi vientre tomo mi polla dura y se la metió en su boca, comenzó a chupar, parecía todo un experto, no pude resistir y le pregunte: - Ya antes lo habías hecho, me respondió: - Tenia que practicar antes de estar contigo y se rió, aquello me causo risa también, el continuo chupando mi polla mientras yo acariciaba su espalda, era todo un fenómeno lo hacia tan bien que sus labios parecían tener vida propia, yo bese su pelo, mientras continuaba gimiendo, retire su cara de ángel de mi polla y lo bese lo tome de las piernas lo acosté en la cama y me puse encima de el, agarre sus piernas las monte en mis hombros, pero no fui tan cuidadoso con el estaba muy excitado y de un tirón metí mi polla en su ano, se retorció pero no grito ni gimió, solo dijo: - Me lo merezco por puto, pero al fin que solo seré tuyo, comencé a envestirlo tratando de sacarle un gemido, pero se resistía, así que gemí por los dos, el solo me miraba y mordía sus labios, dejo escapar solo un te quiero, no me dejes, no me sueltes, ya te encontré, yo le dije: - Ya soy tuyo, continué en mi faena hasta que se apodero de mi un intenso orgasmo, que me hizo explotar saque mi polla mientras aun botaba leche y el tal cual becerrito se guindo a ella para exprimir lo que tenia, aquello me volvía loco. Sus labios en mi piel, su boca en mi cuerpo.

Caí encima de el, caí exhausto, nos besamos, un beso que parecía no acabar que no quería morir, un beso que quería ser eterno, un beso que sello lo ocurrido, el estaba allí y yo no lo creía, me miro y me pregunto: - ¿Me sentiste de verdad?, le respondí: de hoy en adelante todo cambiara entre los dos, ya no somos amigos, ya la vida se encargo de ponernos en otra situación, el movió su cabeza en señal de aprobación, y quedamos en un profundo sueño, los dos abrazados, pegados a nuestros cuerpos, no se distinguía su cuerpo del mió, solo éramos el y yo, perdidos en un infinito sueño de amor.