Ivan
Una suegra de lo mas atractiva. un joven caliente. un resultado obvio y unos detalles que seguramente te llevaran a masturbarte en cuanto termines de leerlo.
IVÁN
PRIMERA PARTE
Estaba en el baño de mi departamento tomando una ducha cuando escuché el timbre de la puerta y pregunté por el baño (que la ventana daba hacia la puerta principal) quién era y oí la voz de mi suegra que me respondió, entonces cerré la regadera y medio sequé mi cuerpo y salí envuelto en la toalla a abrirle y ella entró con un paquete de cervezas en la mano le dije que pasara y cerré la puerta tras de ella.
Mi suegra es una mujer relativamente joven, de 43 años y es un poco llenita sin llegar a decir que está gorda ni mucho menos, de cabello y ojos negros y de un trasero muy grande y firme, pero su mayor atributo sin lugar a dudas son sus enormes pechos, de hecho siempre tenía problemas para encontrar sostenes de su talla, yo no sé mucho de tallas pero en verdad que son enormes y blancos y para nada flácidos y eso frecuentemente me causaba problemas pues a veces no podía evitar mirarlos y tenía que hacer un gran esfuerzo para no seguirlos con los ojos de vez en cuando. Yo tengo 30 años y soy ingeniero automotriz, soy de tez apiñonada, cabello y ojos muy negros, delgado y soy alto. Mi esposa se llama Maribel y tiene 20 años y es blanca como mi suegra y tiene un trasero envidiable, pues es grande y bien formado además de firme, y por ser de cintura muy breve resaltan mucho sus nalgas que me enloquecen.
-¿te estabas bañando verdad? Discúlpame, no quise interrumpirte- dijo ella
-no hay problema suegra, lo que me sorprende son las cervezas porque usted no toma-
-es que quise invitarte unas pues me dieron ganas y como tu suegro no toma pues vine contigo-
-¿no ha llegado él de trabajar?- dije
-huy no él llega hasta muy tarde hoy-
-también su hija llega hasta la noche-
-sí y me sorprendió que tú estuvieras en la casa tan temprano, te vi llegar hace rato y se me ocurrió traerte las cervezas-
-pero si a usted se le sube con una lata jaja y trajo muchas-
-si ¿verdad?, sólo te acompañaré con una y tú te tomas las demás ¿Qué te parece?-
-perfecto pero si se emborracha no sé qué voy a hacer jaja-
La invité a tomar asiento en la sala y destapamos una cada quién y yo no tuve la delicadeza de ir a vestirme, siempre he llevado una relación muy buena con mi suegra y no me sentía incómodo y al parecer a ella tampoco le molestaba y tomamos la primera y destapé una más para cada quién y ya para ese momento se le notaba el rubor en su blanco rostro además de que comenzaba a notar que sus palabras eran un poco arrastradas, lo cual me causó risa y le dije que ya se le había subido pero ya que aún habían muchas latas me tenía que acompañar con algunas más y seguimos platicando de tonterías y me dijo:
-oye me salieron unos granitos aquí en mi pecho, ¿qué crees que sea?- y señalaba al nacimiento de sus pechos que tenían una zona enrojecida al tiempo que abría más el escote de su blusa y le dije:
-oiga me va a poner nervioso eh?-
-¿por qué Iván? Sólo te estoy enseñando mis granitos no mis pechos-
-si pero sus pechos son muy grandes y me pone nervioso oiga además yo soy ingeniero, no doctor-
-bueno a ver, déjeme ver- le dije y me senté a su lado y vi la zona enrojecida en su pecho y le dije que ya no se rascara porque ya se le había puesto muy roja la piel y me tomó de la mano y dijo:
-pero tócame para que sientas si son muchos o no- y yo lo hice sin dudarlo porque la verdad siempre había tenido ganas de ver y tocar sus pechos y esa oportunidad no la podía desperdiciar así que pasé suavemente mi mano varias veces por la zona enrojecida y ella no me soltaba la mano y con su otra mano desabrochó un botón más con lo que pude ver gran parte de sus melones blancos y me dijo:
-¿cómo ves?-
-su piel es muy tersa-
-ja ja ja me refiero a los granitos corazón-
-ha si son muy finos perdón, es que la verdad me pone muy nervioso, es usted muy guapa y mi suegro muy afortunado-
-¿tú crees?, la verdad a él ya no le llamo mucho la atención, tal vez sean tantos años de casados que se aburrió de mí-
-yo no me aburriría nunca de usted si fuera su esposo-
-gracias Iván, eres muy lindo y me levantas el ánimo, además de que eres un hombre muy educado-
-gracias-
Aparté mis manos de sus pechos y terminamos las cervezas y destapé otras y seguimos platicando y ella no cerró su botón y yo no dejaba de mirar su escote y lo hacía sin disimulo alguno y ella lo notó pero no le molestaba en lo absoluto y me dijo al darse cuenta de que no dejaba de mirarla:
-y cuando estaba joven estaba mejor-
-pero si usted no es una vieja, es muy joven y tiene un cuerpo muy atractivo que a cualquiera le llama la atención-
-eres un adulador adorable por eso te quiero tanto Iván- y me abrazó poniendo mi cabeza muy cerca de sus pechos lo cual aproveché para mirarlos tan de cera y puse mis manos en sus piernas que estaban cubiertas por unas medias transparentes pues llevaba una falda negra y por cierto muy corta y comencé a acariciarlas discretamente, luego ella me soltó pero no apartó mis manos de sus piernas y dio un largo trago a su cerveza y dijo:
-¿te gusto verdad?-
-la verdad es que mucho, ya le dije que es usted una mujer muy atractiva-
-a ver y dime ¿Qué es lo que más te gusta de mí? Pero sé sincero por favor y sin pena dímelo-
Hice una pequeña pausa pues dudé por un instante ante lo directa de la pregunta y dije:
-me encantan sus pechos-
-¿qué tienen de especial para ti?-
-pues que son enormes y por lo que pude sentir también son muy tersos-
-ya me había dado cuenta desde hace tiempo que te gustan porque no pierdes oportunidad para vérmelos eh picarón-
-ja ja sí la verdad es que a veces no puedo evitarlo- dije sin apartar mi vista de su escote y le dije:
-y con ese botón desabrochado pues más me van a encantar ja ja-
-te digo que eres un coqueto pero me gusta que seas sincero conmigo y para corresponder tu sinceridad me voy a desabrochar un botón más ¿Qué te parece?- dijo al tiempo que lo desabrochaba y eso significaba que sólo el sostén cubriría sus pechos:
-me parece bien- le dije mientras sentía mi falo totalmente duro debajo de la toalla
-ya se me subieron mucho las cervezas pero se siente bien ja ja- dijo ella y me permitió seguir admirando aquel panorama unos minutos más cuando se puso de pie y me dijo que tenía que ir al baño y la esperé unos minutos que aproveché para acomodarme el falo bajo la toalla pues ya me era incómodo debido a la erección y ella regresó y se sentó nuevamente a mi lado y noté que ya había vuelto a abrochar su blusa pero para mi sorpresa y excitación ya no llevaba puesto el sostén ni la falda pues los había dejado en el baño y se veían tenuemente sus pezones a través de la blusa y sus bien torneadas piernas y me dijo que tenía ganas de jugar algo que se había ocurrido y yo le dije que a qué quería jugar y me respondió que me iba a hacer unas preguntas y que cada vez que le respondiera acertadamente se iba a desabrochar un botón a lo cual accedí pues con tres preguntas que respondiera acertadamente casi podría mirar sus pezones y me dijo que a la primera respuesta errónea el juego terminaba lo cual me desilusionó un poco pues no sabía qué clase de preguntas me haría pero dije que aceptaba el juego y bebimos unos tragos más y ella formuló la primera pregunta:
-a ver dime en qué año comenzó la segunda guerra mundial y en qué año terminó-
Afortunadamente ese era un tema que yo gustaba de leer y le dije que comenzó en 1938 y terminó en 1945, a lo que ella aplaudió visiblemente más tomada y desabrochó el primer botón de su blusa y me dijo:
-muy bien Iván muy bien, vamos a ver hasta dónde puedes llevar esto, ahora respóndeme la segunda pregunta: ¿en qué año dio Queen su concierto en Wembley? Ja ja-
Esta vez dudé unos instantes porque tenía idea pero no estaba totalmente seguro y ella dijo:
-¿no me digas que tan pronto vamos a terminar el juego corazón?-
-mmm en 1986- dije arriesgándome a fallar
-muy bien, oye me sorprendes en verdad y ahora me toca a mí pagar lo acordado- y se desabrochó el segundo botón que ya dejaba ver gran parte de sus pechos y yo no dejaba de mirarlos pues finalmente era mi recompensa por haber respondido acertadamente y ahora estaba seguro de que respondiendo bien una pregunta más podría ver esos pezones que tantas ganas tenía de mirar y tomamos unos sorbos más de nuestras cervezas y me dijo:
-hay caray creo que otra respuesta más me va a dejar con los pechos casi al descubierto ¿verdad?- dijo mirándose el escote y sonriendo y le respondí:
-creo que sí oiga pero es parte del trato y si le respondo tres más se va a tener que quitar la blusa-
-eres un pícaro pero tienes razón así que sigue así si quieres mirar estos pechos que tanto te gustan según tú-
-es la verdad, me encantan pero sigamos adelante por favor-
-Ja ja, no comas ansias mi amor tenemos mucho tiempo aún así que disfruta lo que te estoy enseñando porque los puedes ver a tu antojo de eso se trata tu premio-
-sí, me encanta verlos- dije yo terminando mi cerveza y destapando otra para cada quién y ella dijo:
-a ver dime en qué año me casé con tu suegro ja ja-
Aquella pregunta me dejó helado porque alguna vez me había dicho cuanto tiempo llevaba de casada pero hacía algunos años que me lo había comentado y ya se me había olvidado así que esa pregunta no podría contestarla correctamente así que tuve que adivinar y le dije que 23 años y ella dijo:
-nooooooo, creo que el juego ha terminado según habíamos acordado- me dijo y yo me sentía morir por haber fallado en el momento más importante pero ella dijo:
-no te preocupes Iván creo que te voy a regalar el último botón ya que has puesto una cara de decepción que no había visto nunca, lo que me indica que en verdad te encantan mis pechos- y se desabrochó ese tercer botón y sus pechos salieron al aire haciendo a un lado la blusa y entonces pude ver en su totalidad aquellas enormes tetas blancas rematadas por unos pezones rosados y paraditos y ella me dijo:
-anda, acércate y tócalos que yo también tengo ganas que lo hagas- dijo apartando con sus manos el largo y negro cabello para que sus senos quedaran totalmente al descubierto y me acerque y los acaricié suavemente en su totalidad y jugué con mis dedos sus pezones y éstos crecieron más y ella cerró los ojos y echó la cara haca atrás dejándome acariciarlos a placer y no pude evitar besar uno de sus melones y ella me apartó delicadamente y me dijo:
-espera, antes te voy a quitar la toalla- y lo hizo y me tomó de la mano y me condujo hacia mi propia recámara y encendió sólo la lámpara del buró y cerró las cortinas y la puerta y me agarró el palo que tan duro estaba y lo acarició con fuerza y me besó en la boca con besos apasionados que yo correspondí y comencé a acariciar sus tetas con frenesí, las estrujaba con firmeza pero no con demasiada fuerza para no ocasionarle dolor pues no quería echar a perder aquel sueño hecho realidad, luego bajé mi cara hasta esos melones y los besé y acaricié con pasión, y al llegar a uno de sus pezones lo chupé con delicadeza primero y luego con desesperación ¡finalmente mi sueño erótico se estaba haciendo realidad, me estaba comiendo aquel par de tetas gigantes y los estaba chupando a mi antojo¡ ella me dijo :
-sólo te pido que no me vayas a dejar chupetones porque tu suegro se daría cuenta-
-mmm, está bien- dije yo sin dejar de chupar aquellas enormes tetas blancas y tersas y que aún estaban muy firmes pues no quería despegarme de ellas y mi suegra me dejaba hacerlo sin oponer resistencia alguna y me acariciaba el cabello y me besaba la frente y me apretaba la cara contra sus tetas y cerraba los ojos disfrutando lo que le hacía y me decía:
-así amor, así, acábatelas si puedes son todas tuyas me encanta cómo me las chupas eres mi bebé hambriento y yo tu mami que te alimentará cada vez que quieras-
-ajá, sip mmm, mmm, chup, chup- decía yo por estar mamando aquel portento de tetas con las que tanto había soñado y así pasé mucho tiempo hasta que ella me comenzó a apartar suavemente de aquel manjar y se sentó a la orilla de la cama y estando yo de pié frente a ella me comenzó a chupar el falo de una forma increíblemente rica, no cabía duda que era toda una maestra en el arte de la felación pues sus labios y su lengua me hacían sentir la gloria y la tomé de su largo pelo negro y la obligué a que se la metiera más adentro de su boca y ella se dejaba hacer dócilmente y comenzó a aumentar la rapidez de su trabajo y sentí que me iba a venir en su boca y le dije jadeando:
-ya, ya, estoy a punto de venirme, detente por favor- pero no hizo caso alguno y siguió haciendo lo suyo y yo me llevé las manos cubriéndome la cara y terminé dentro de su boca arrojándole chorros de blanco esperma que ella disfrutaba sintiéndolo en su boca y para mi sorpresa se lo tragaba con avidez y con su lengua seguía lamiendo mi palo hasta quitar hasta la última gota de esperma y me dijo:
-la tienes bien grande y rica corazón, casi no me cabía en la boca y pensar que este garrote que tienes se lo metes a mi hija, seguramente la haces gritar de placer ¿verdad?-
-sí, la verdad la hago gritar de placer y me encanta metérselo todo por atrás porque tiene unas nalgas riquísimas y me excita verla morder la almohada y pedirme más, es una golosa su hija-
-hay papi pues ahora quiero que me hagas lo mismo que a mi hija, métemela toda por atrás por favor- y se subió a la orilla de la cama y alcanzó una almohada sobre la que recargó su cara y levantó la cadera lo más que pudo separando las piernas esperando que le metiera el palo en su rasurada vagina, lo cual hice de inmediato pues seguía totalmente duro por la excitación de aquel momento y la introduje lentamente con movimientos de vaivén rítmicos y ella decía:
-ya métemela toda por favor Iván, yaaaa- así que la obedecí y de un solo golpe se la metí hasta el fondo de su húmeda vagina y ella gimió en una mezcla de placer y dolor y comencé a tomar un ritmo rápido y muy fuerte que la enloquecía aprovechando que me acababa de exprimir y que aguantaría mucho tiempo sin terminar:
-ahh, ahh, ahh, así papi, así, dale, dale, mmm que bárbaro que rico me estás cogiendo- decía mientras mordía la almohada tal como lo hacía su hija en esa misma cama y al pensar en eso más me excitaba y no paraba de darle fuerte, la tomé de las amplias caderas para poder metérsela con más fuerza y manoseaba sus nalgas y le daba nalgadas con fuerza que ella ni parecía sentirlas debido a lo excitada que estaba y luego de unos momentos ella gimió aún con más fuerza y casi se comía la almohada al venirse al menos tres veces seguidas yo parecía un semental pues no paraba de darle con la misma fuerza e intensidad y ella decía:
-asiiiiiiiiiiii, asiiiiiii, que rico papi, que rico me has dado sigue por favor no pares métemela el tiempo que quieras métemela fuerte así así mmm- y volteaba a verme lo más que podía pues le excitaba ver mi cara al estarle dando en esa posición hasta que finalmente yo también terminé dentro de ella y para mi sorpresa el chorro de semen no fue muy poco que digamos, pues me exprimió muy bien con su movimiento de cadera y momentos después se la saqué y nos recostamos uno frente al otro, ella suspiraba de placer y me abrazó con el amor que más parecía al de una madre con su hijo y nos cubrimos con las cobijas y nos quedamos dormidos así abrazados por espacio de media hora aproximadamente, luego fui el primero en despertar y al verme aún entre sus brazos y totalmente desnudos noté que tenía mi cara en medio de sus tetas y podía oír su respiración tranquila y no perdí la oportunidad y comencé a besar sus tremendos melones con ternura y a acariciarlos, después los chupé con delicadeza y suavemente y noté que su respiración comenzaba a acelerarse un poco y despertó y me miró levantando un poco las cobijas y así abrazado como me tenía acarició mi cabello y me dijo:
-¿no pierdes oportunidad de comértelas verdad corazón? Ahora veo cuánto te gustan mis tetas y déjame decirte que desde hoy serán tuyas las veces que quieras siempre y cuando podamos estar solos- y le dije:
-mmm, mmm, chup, chup, shi mamashita, me gusta mucho la idea mmm las tienes riquísimas, ni siquiera me caben en la mano qué bárbara mmm-
-eres mi bebecito y te estoy alimentando así como alimenté a mi hija cuando era una bebé, además las chupas riquísimo, sigue, sigue son todas tuyas aprovéchalas-
-oiga y cuando estaba dando pecho si tenía mucha lechita?-
-huyy corazón, hasta se me tiraba todo el día, no me vas a creer pero también alimentaba al hijo de mi vecina al mismo tiempo que a mi hija, me los pegaba a los dos y ni así se la acababan- al oír eso me excité más al imaginarme que ricas estaban esas tetas en esos momentos de lactancia y comencé a chuparlas con más vehemencia y a estrujarlas, pues si de por sí estaban enormes en aquella posición de lado que ella estaba se veían mucho más grandes aún y eso me enloquecía así que aprovechando que mi palo ya estaba a todo lo que daba sólo le separé las piernas y comencé a metérsela en esa posición y así podía cogérmela nuevamente y a la vez disfrutar de sus tetotas lo cual me tenía excitadísimo y ella gimió de placer al sentirla nuevamente dentro y me dejaba hacer a mi placer y me dijo:
-cómetelas Ivancito, eres mi bebé y cómo me gustaría tener lechita otra vez para que te la acabaras pues eres un glotón y aparte me las chupas bien rico-
-seguramente mi suegro si tuvo el placer de tomarse su lechita-
-pues fíjate que a él nunca le gustó la idea de probarla, no sé por qué mmm, sigue papi mmm-
-¿cómo que no le gustaba? Chup chup, entonces sólo les daba a los bebés?- pregunté yo
-sí, sólo a ellos ¿tú crees?, y todo el día se me salía sola y hasta me la sacaba con las manos y llenaba biberones diario-
-qué rico mamacita debiste estar riquísima-
-sí, todos los hombres en la calle no dejaban de verme las tetas porque mojaba hasta las blusas-
-mmm qué rico me hubiera encantado estar ahí para ayudarte y tomármela mmm-
-pero ahora son todas tuyas y tú serás mi bebé cuando quieras mmm-
En esos momentos ya estaba sobre ella y se la metía fuertemente como le gustaba pero sin dejar de chuparle las tetas y besar sus labios hasta que nos venimos juntos en medio de gemidos de placer para momentos después meternos a la ducha juntos y vestirnos pues faltaban dos horas para que llegara mi suegro y mi esposa, ella dijo:
-Iván, me encantó haberlo hecho contigo, me has dado la cogida de mi vida espero pronto poder volver a estar juntos, tienes un palo enorme que me quiero volver a comer y recuerda que es nuestro secreto-
-claro suegra, no se preocupe que de mi parte nadie lo va a saber, a mí me encantó habérselo hecho pues la verdad usted hizo realidad mi sueño pues desde hace mucho tenía ganas de acariciarla pero esto ha superado por mucho lo que yo me esperaba-
Nos despedimos con un fuerte y apasionado beso, luego tiré las latas de cerveza a la basura del vecindario para no dejar huella alguna de aquel fantástico encuentro con mi suegra para cuando mi esposa volviera del trabajo y me entusiasmaba la idea de que esa experiencia se podría repetir cuando hubiera oportunidad.