Israel, mi mejor amigo

Si alguien ha estado en una situación parecida a la nuestra, no se lo piensen dos veces y hagan lo que nosotros hicimos. ¿Para que están si no los amigos?

ISRAEL, MI MEJOR AMIGO

Se llama Israel, y es mi mejor amigo de toda la vida. Hemos estado siempre juntos, tanto es así que nacimos con siete minutos de diferencia. Las que serían nuestras madres, amigas de siempre, quedaron embarazadas por la misma época y parieron la misma noche de Agosto, solo que a diferencia de Israel, yo me adelanté dos meses(un sietemesinos que dicen). Con semejante comienzo, no era de extrañar que entre ambos siempre hubiera una profunda amistad unida con unos fuertes lazos. Tiempo después nació mi hermana Almudena, y él se convirtió en el hermano mayor de Ágata, Lorenzo, Elisa y Esteban, completando el círculo de nuestras vidas(aunque ahora no parece importante, más tarde este detalle tendrá relevancia).

Ya desde pequeños estuvimos siempre juntos, los dos como uña y carne. Yo siempre fui como su hermano mayor, velando por él y protegiéndolo de cualquier peligro que hubiera(algo que él agradecía enormemente, ya que al ser él el hermano mayor en su casa tenía que velar por los suyos sin que nadie lo hiciera por él). De niños jugábamos juntos, y si era preciso(que lo fue en dos ocasiones), uno podía suspender a propósito el curso escolar si sabía que el otro no lo iba a conseguir. Nada nos importaba más que estar uno con otro, los dos como una unidad inseparable. A mí me tocó ser el cabra loca, y a él el responsable; yo era el arriesgado, él el prudente; yo era el salvaje, él el calmado, y eso nos complementaba a las mil maravillas. Todos nos decían que no parecíamos amigos si no auténticos hermanos de sangre, pero nosotros trascendíamos esa etiqueta. Nuestra relación era lo más puro, fraternal y emotivo que pudiera haber, y hacíamos cualquier cosa por el otro. Tanto es así, que la cosa pasó a un nivel mucho mayor de lo que ninguno podía imaginarse.

Ocurrió cuando teníamos 20 años y estábamos haciendo carrera en la Universidad, él la de Empresariales y yo la de Derecho(nuestro plan era que él se hiciera empresario y yo su abogado particular jejeje). Dado que la universidad nos quedaba muy lejos de casa, ambos teníamos alquilado un piso de estudiante no lejos del campus, para así no depender de viajes en bus ni similares. El asunto pasó en una tarde de finales de otoño en que yo estaba en el piso preparándome para un parcial de leyes cuando escuché un abrupto abrir y cerrar de la puerta.

-Isra, ¿eres tú?.

Me extrañó no recibir respuesta, y dado que solo dos personas aparte de nosotros podían abrir(luego se revelará quienes), aquel silencio comenzó a extrañarme tanto que me levanté del asiento y salí de mi cuarto para ir al salón, donde sentado con las manos en la cabeza y gesto angustiado estaba Israel balaceándose adelante y atrás, como si estuviera en un estado de nerviosismo impropio de él.

-Isra, ¿te encuentras bien?.

Él siguió sin contestarme, y al ver como las lágrimas se le iban, me senté a su lado y puse mi mano en su hombro.

-Isra por dios, dime algo que me estoy poniendo de los nervios.

Él me miró con una pena que me partía el corazón y luego se echó en mis brazos, totalmente destrozado.

-Todas las tías son unas zorras, tío…es una puta…es una maldita puta

-¿¿Se puede saber de que hablas??.

-De Lupe. Es una zorra Dani, la he pillado con Maria Ángeles. Tío, que se la estaba cepillando ante mis narices.

-¿¿Pero que dices??.

-Volví a clase como 10 minutos después de sonar el timbre para recoger unos papeles, y me las encuentro sobre la mesa en pelotas comiéndoselo todo. Es una furcia tío, es una puta de mierda.

¡¡Madre de dios que palo, y por partida triple!!. Lupe era en aquel momento la novia de Israel(algo evidente), e iban bastante en serio, así que aquello fue demoledor, no solo por el hecho pillarla poniéndole cuernos si no porqué la pilló con una mujer, pero lo peor no era eso: ¡¡Maria Ángeles era la profesora de Empresariales!!, ¡¡Lupe se lo estaba montando con su tutora!!.

-¡Díos mío!, lo siento mucho Isra. Venga cálmate ya, ¿vale?. Vamos tío, que no quiero verte así.

Yo no podía dejar de abrazarlo y animarlo como pudiera, pero en el fondo me encontraba peor que él, ya que pese a su aparente dureza, Isra era como un niño al que cualquier daño lo derrumbaba por completo. En aquel momento deseé que por la puerta hubieran entrado Lupe o Sonia(mi ligue del momento) contando algunas de sus historias, en lugar de semejante dramón. Yo seguía abrazándolo y dándole mi hombro para que se desahogara, y un par de minutos después en que se separó de mí.

-Tío, estoy muy mal, estoy hecho polvo. Todo es una mierda.

-Vamos tío, hemos pasado cosas peores ¿eh?. Ya sabes que estoy contigo, y te ayudaré como pueda. Cuenta conmigo.

-Gracias Dani, no sé que haría sin ti. Eres el mejor tío, de verdad. Eres el mejor.

Lo vi un poco más animado, de modo que volví a darle un abrazo para reconfortarle, y después le di un beso en la frente, algo que, cuando pasábamos por situaciones así, solía hacer como un gesto cariñoso para darle ánimos. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación me pilló por sorpresa, ya que al pasarle la mano por el pelo como muestra de afecto para que se sintiera mejor, ¡¡buum!!, me dio un beso en la boca, y uno largo. Yo me quedé de piedra, mientras que él, viéndome así, se disculpó.

-Lo siento Dani, de verdad que lo siento. No sabía lo que hacía, te lo juro.

-No pasa nada hombre, no te preocupes. Es que me pillaste desprevenido. No estoy enfadado, solo algo extrañado.

Y preocupado, también. Lo cierto era que no me había desagradado aquello. Pese a que yo era un ligón consumado(con Sonia solo llevaba menos de un mes) y adoraba las mujeres, no veía con malos ojos las relaciones homosexuales pese a que nunca me había planteado tenerlas, pero ahora, al verlo a él tan deprimido, tan amargado, me dije que haría cualquier cosa por él, lo que fuera, por lo que aquello no tenía ni que plantearse, y fui yo quien le besó levemente, diciéndole que no solo no me molestaba lo ocurrido, si no que lo aprobaba.

-Dani, ¿de verdad tú y yo vamos a…?...

-Isra, yo por ti hasta el fin del mundo. Tú necesitas mucho amor, y ahora mismo no hay nadie mejor que yo para dártelo. Solo quiero poner una regla, ¿de acuerdo?.

-La que sea, dímela.

-Que lo que tú me hagas a mí, yo te lo haré a ti. Así iremos con cuidado de nos hacernos daño. ¿Entendido?.

-Entendido.

Habida cuenta de nuestra historia en común, aquello parecía más bien inevitable: no solo nos habíamos criado juntos, si no que aparte de tener las mismas amistades ambos habíamos perdido la virginidad en nuestro círculo más íntimo: él con mi hermana y yo con Ágata, su hermana menor(y la mayor de las dos). Dada la intimidad y el cariño entre nosotros, sabíamos que las trataríamos muy bien y por eso no nos importaba que uno se fuera con la hermana del otro(y aparte, a ellas tampoco les molestaba), y era por eso que, con semejante historial, con tanto pasado a nuestras espaldas, lo que se nos venía encima era, más que una opción, un paso más en nuestras vidas.

Nos fuimos a la cama, desnudándonos lentamente y echándonos en ella, acariciándonos por el pelo y la espalda, mirándonos con el nerviosismo propio de un niño de 12 años que empezase a excitarse con las chicas. Él tenía una mirada de cariño que fundía hasta el hielo polar, podía ver cuanto amor tenía por mí.

-Mi "hermano" mayor-me dijo-. ¿Sabes?, he de admitir que como hombre eres muy guapo. No me extraña que ligues con tantas.

-Tú también eres guapo Isra. Las tías no saben lo que se pierden.

Seguimos halagándonos un poco más para quitarnos la timidez de aquello. Era absurdo después de todo lo vivido, pero no podíamos dejar de temblar como flanes, claro que en cuanto volvimos a besarnos y esta vez hubo lengua hasta la campanilla, los nervios dieron paso a una especie de extraña excitación de la que fuimos presas, entregándonos al deseo y a la lujuria de vivir nuestra nueva sexualidad de la forma más apasionada posible. Fue como una vía de escape nunca antes tomada y nos dejábamos arrastrar por esa marea de sensaciones que abría nuevos horizontes para nosotros.

Mis manos recorrieron su carita de ángel, pasaron por su largo pelo rubio y bajaron por la nuca para llegar a su espalda y después a su culo, sintiendo que lo tenía bastante duro y bien moldeado. Por su parte, su boca jugaba con la mía a la vez que sus manos hicieron lo mismo, pasando por mi pelirroja cabellera para luego bajar por mi espalda, estrechándonos en un afectuoso abrazo que me puso muy caliente. Después se puso a acariciarme el pecho para sentir mi vello y se puso a jugar con mis tetillas(o pezones, como los quieran llamar), lamiéndolas con las lengua y haciéndome gemir como jamás pensé que pudiera gustarme.

Llegado el momento clave, a la vez que seguíamos besándonos deslicé una de mis manos por su vientre hasta llegar a su verga, bien dura y desafiante. Jamás había tocado una verga ajena a la mía y la verdad era que no me desagradaba su tacto. La suya tenía más grosor, a diferencia de la mía, que ganaba por longitud(tampoco tanto, no vayan a pensar que era una trompa de elefante jajaajaja). Siguiéndome el juego él se puso a toquetearme, masturbándonos lentamente el uno al otro y calentándonos al máximo para entrar en acción.

-Mmmmm mmmmmm mmmmmmm…uuuuuuuuff Daniiiiii, que bien, eres fantástico…te quiero Dani, te quiero muchísimo

-Yo también Isra, eres el amor que hubiera tenido de ser gay jejeje…te quiero de verdad amigo…eres todo un cielo de hombre

Podrá parecer tonto decirlo, pero a nosotros aquello no nos parecía ni cursi ni en plan "pluma" ni en plan mariconazo pervertido ni nada por el estilo. Solo éramos dos amigos dando rienda suelta a algo que parecía llevar toda la vida dentro de nosotros y que ahora salía. Ambos nos encontrábamos muy excitados y nerviosos, pero también encantados con lo ocurrido. Sabíamos que era algo que solo enriquecería nuestras vidas, y por lo tanto, nunca íbamos a avergonzarnos por ello.

Cuando el instinto tomó el control de la situación, Isra, más necesitado que yo, fue quien se deslizó hasta mi entrepierna para engullir toda mi polla en su boca. Fue algo que me pilló por sorpresa, pero como soy hombre de rápida reacción, enseguida me coloqué debajo de él, teniendo ante mi cara su polla toda erecta. La restregué un poco por mi cara y sin usar las manos, que estaban ocupadas recorriendo el cuerpo de mi amante, conseguí jalármela de una sola vez.

No todos los días ocurre que te acuestas con tu mejor amigo, y mucho menos que se la mamas, pero a mí aquello me encantaba, y me encantaba más el sabor de su rabo duro en mi boca, el cual movía con la punta de la lengua de lado a lado. Aquel 69 gay que nos habíamos improvisado era una verdadera maravilla, los dos nos estábamos trabajando al otro a todo tren y a fabuloso a todas luces, una verdadera gozada. Su boca caliente se tragaba todo mi sable mientras que yo hacía lo propio con la suya, y no podía parar de chupársela, ni quería. Me encantaba tenerla en mi boca.

-Mmm mmmmmmm mmmmmmm…vamos Isra, es hora de pasar a mayores…¿listo?...

-Sí Dani…estoy listo…¿disfrutaremos?...

-Eso ni lo dudes-me jacté secamente-.

Como no sabíamos como había que ponerse, yo opté por la postura más cómoda para recibir su polla, que fue ponerme a cuatro patas y voltear la cabeza para no perder detalle. Isra, con su verga en ristre, se acercó por detrás, se arrodilló apuntando a mi culo, luego la puso entre mis nalgas provocándome un escalofrío de pies a cabeza y se curvó sobre mí, acariciándome.

-¿Ya?.

-Ya-contesté-.

Se incorporó de nuevo y empezó a apretar, buscando la penetración, la cual se resistió, pero tras denodados esfuerzos, me barrenó totalmente, empalándome. Yo gemí y gemí entre dientes sintiéndome empalado de lado a lado. Incluso tosí levemente como si lo sintiera pasar por mi traquea hasta llenarme la boca. Nunca había sentido nada igual. Él, mimoso y atento, me acarició y besó en todo momento intentando aliviar esa sensación tan extraña de opresión.

Sus empujes fueron lentos, suaves, muy delicados para no lastimarme. Yo aún estaba recuperándome de mi desvirgación anal y eso solo sirvió para calentarme más, porqué me estaba gustando mucho. ¡¡Mi mejor amigo me estaba follando y me gustaba, me enviciaba!!. Sus vaivenes ganaron en ritmo y fuerza poco a poco, convirtiéndose eso en toda una señora follada entre hombres que no tardó en poner nuestra calentura por las nubes. Literalmente me desvivía en gemidos y jadeos sintiendo como me estaban dando por el culo, en el que era uno de los momentos más increíbles de toda mi vida.

De repente me agarró la polla y me estuvo pajeando de poco en poco mientras me penetraba con su ariete vikingo. Aquello era una locura, una pasada, una verdadera delicia celestial. Que indescriptible placer sentir a mi mejor amigo dentro de mí, haciéndome feliz, haciéndole feliz a él también. Nuestro encuentro amoroso se acercaba a su cenit y los dos lo queríamos todo, lo deseábamos por encima de todas las cosas. ¡¡Necesitábamos corrernos de una vez!!.

-Vamos Isra dame fuerte…gózame, fóllame, córrete…vamos mi amor, dámelo todo…aaahh sí, síi, síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

-Ohhhh dios me corro me corrooooooooooo

Y por fin, se corrióoooooooo…aaaaaaahh que increíble sensación, podía notar su semen dentro de mi culo, podía notar como me lo echaba dentro. Al salirse de mí, con su polla aún goteando un poco, no me contuve las ganas de besarle la punta del glande y probar su leche, la cual tenía un sabor extraño pero no carente de atractivo.

-¿Cómo te encuentras?.

-¿Tú que crees?. Acabas de follarme Isra. Estoy "desvirgado" jajajaaja. También estoy dolorido, pero estoy bien, ha sido increíble.

-Bueno, supongo que ahora toca cambiarse. Trátame con suavidad.

-Nunca te haría daño Isra, lo sabes. Te quiero demasiado para eso.

-Lo sé-me sonrió-. ¿Sabes que eres todo un amor?.

-Sí, lo mismo que tú, no te engañes pensando lo contrario.

-No todos estarían haciendo lo que tú haces ahora por mí. Gracias Dani.

-¿Para que están si no los amigos-pregunté con un toque de ironía-?.

Se puso en posición y yo hice lo mismo, poniendo mi polla a la entrada de sus nalgas. Jugué con la suya un poco para excitarlo y ponerlo más a tono, lo cual lo supe gracias a sus cadenas de jadeos mimosos y cariñosos que salían de su preciosa boquita. A continuación puse mi mano derecha en mi polla para ayudarme, apretando después con fuerza pero no demasiada para no lastimarlo demasiado, aunque logrando penetrarle hasta que todo mi nabo le entró por su culito redondo.

-Mmmmmmmmmmmmmmm…ahora ya sé que se sienteeeeeeeee…oooooooooooff que cosaaaaaaaa

-Tranquilo Isra…todo irá bien

Y con el mismo cuidado y cariño que él conmigo, me lo empecé a follar lenta pero incansablemente. A veces jugaba a alternar con él, dándole a toda velocidad para después ir lento y profundo y luego volver a darle fuerte. Todo era sensacional, todo era una increíble y hermosa lujuria. De golpe de porrazo hice cambiar la postura para ponernos de costado y así tener más facilidades para follármelo, poniéndolo al rojo vivo con cada acometida que el daba. Podía notar como disfrutaba con mis caricias y mis besos, a la vez que mis manos juguetonas recorrían su cuerpo para acabar jugando con su polla dura. Mmmmmm que cosa rica.

Israel parecía perdido en otro mundo, estaba como en estado de shock por la forma de gozar que estaba teniendo. Lo vivía en sus carnes de lado a lado, gemía, jadeaba, se retorcía bajo la presión de mi verga en su orto y pedía más casi a gritos, nunca lo había visto en semejante locura. Perdidos en nuestro mar de amor continué tirándomelo largo rato, demorando el momento del disfrute para estar dentro de él el mayor tiempo posible y así alargar esa fantástica experiencia, porqué al igual que él yo no podía dejar de gozarlo, y ambos éramos como animales en celo pidiendo más. Estábamos hambrientos de amor, y ahora nos estábamos dando el gran atracón.

Cuando le escuché decir "reviéntame a fondo" supe lo que quería decir y no perdí ni un segundo: volvimos a ponernos otra vez como antes y seguí montando a mi potro favorito, pero esta vez no me contuve para darle garrote-y-tente-tieso una y otra vez, viendo como él se ponía loco perdido. La emoción del momento subía como la espuma a toda velocidad, nuestras ansias se desbordaron hasta tal punto que el orgasmo más que una sensación fue como una onda expansiva que nos estallase en la cara.

-Oohh oohh ooooohh…oh dios Isra me corro dentro, me voy a correeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerr

-Córrete ya Dani, córreteeeeeeeeeeeeeee

Y me corrí entre alaridos de pura excitación, echándoselo todo dentro. Caí junto a él, quien me recibió con los brazos abiertos. Nos estuvimos besando largo rato sin siquiera decirnos nada, no hacía falta. Nuestras miradas lo decían todo por nosotros. Permanecimos así un buen rato, hasta que nos dio por hacer otra cosa y probamos a masturbarnos mutuamente, a pajear al otro con todo el amor del mundo. Los besos con lengua que nos dimos fueron sensacionales, hermosísimos, y al final acabamos pringándonos la cara de semen, riéndonos sin parar. Éramos como dos niños que hubiesen descubierto un nuevo juguete y estuviesen probando todas sus utilidades. Después de eso nos fuimos a la ducha los dos, y con el roce del agua, volvimos a hacer el amor hasta que no pudimos más. Aquella fue la primera y única noche de nuestras vidas que dormimos juntos, los dos desnudos y abrazados. Nunca fuimos tan felices.

¿Y como acabó la historia, se preguntarán?. Pues tuvo varios finales, los cuales desvelaré en orden de menor a mayor importancia: Sonia y yo acabamos rompiendo al cabo de poco tiempo, y tuve muchos devaneos por ahí hasta que senté la cabeza con Zaira, que me puso los pies en la tierra y con la que estoy felizmente casado; en cuanto a Lupe e Isra, fue algo curioso. Cuando ella consiguió convencerme de escucharla y supe lo ocurrido, de inmediato arreglé un encuentro entre ellos, en el que surgió la verdad: Lupe era bisexual, y si se folló a su tutora no era porqué le atraía(eso iba aparte), si no para conseguir aprobar la asignatura o conseguir una prórroga que le permitiese aprobar. También salieron a la vez sus verdaderos sentimientos por él, y a día de hoy, ya no son novios: son matrimonio, y se quieren con locura.

En cuanto a Isra y a mí, nunca revelamos a nadie lo ocurrido entre nosotros, y desde aquel día, cuando hemos estado realmente mal, nos hemos desquitado a lo grande y nos hemos amado como pocos amigos llegan a quererse. Eso no cambió nuestra amistad ni a nosotros, solo era un paso más en nuestra relación, una vía de escape para dejar salir a todas nuestras amarguras cuando éstas nos abrumaban. Tanto Isra como yo cumplimos todos nuestros sueños y objetivos, y a veces, solo a veces, rememoramos aquel primer encuentro con todo el cariño del mundo. Si alguien ha estado o está en una situación parecida, no se lo piensen dos veces y dense un gustazo(lo mismo vale para dos amigas, no es cosa de hacer favoritismos), ayuden a esa persona que tanto quieren y que tanto les necesita o a la inversa, déjense querer y ayudar por ese amigo tan especial, por qué a ver, ¿para que están si no los amigos?.