Isla paraíso

Un paraíso tropical dedicado al sexo.

Fue la luz del sol proveniente de la ventana de su habitación que lo despertó, aunque había dormido con la luz encendida tener la luz del sol golpeándole directamente en el rostro logro despertarlo, tenía la idea de quedarse dormido en su habitación todo el trayecto pero se quedó un rato observando las olas pasar haciéndole imposible volver a conciliar el sueño luego de despertarse.

Al levantarse se fijó en su habitación, una habitación un tanto pequeña pero no exenta de lujos, Edward se levantó y se fue al miniar que poseía la habitación con la finalidad de buscar algo de beber encontrándose justo al lado un folleto de bienvenida del hospedaje hotelero al que iba.

¡Bienvenido a isla paraíso! fundada hace diez años por un magnate estricto que estuvo a punto de morir en el desierto y al salvarse decidió crear un lugar en donde las personas con su mismo estatus puedan liberarse del estrés de sus vidas para tener un lugar divertido en donde relajarse y dejar paso a sus deseos...si podían costearse el precio.

-vaya forma decir que este es un lugar para ricos que no les molesta gastar su dinero en excentricidades-se encontró Edward pronunciando en voz alta mientras arrugaba y lanzaba el papel hacia e basurero más cercano y procedía a escoger alguna de las bebidas disponibles en el miniar es cuando se recuesta en su cama que vuelve a recordar cómo se metió en todo esto.

Hace dos años la vida de Edward era de lo más humilde, vivía en una casa que a duras penas podía decirse que era de alguien de alta posición, tenía una vida escolar normal, sin muchos amigos y siendo un asco con las chicas, vivía en un zona que sin ser absolutamente pobre tampoco podía decirse que uno de los de ahí, tuviera una alta posición en algún trabajo, si es que lo tenían en primer lugar.

No fue hasta que su madre murió en un fatídico incidente mientras le llevaba algunas documentos a su esposo obteniendo este último una buena compensación como perdón de la empresa ante su negligencia, efectivamente fue una tragedia lo que golpeo a su padre y el y ni todo el dinero del mundo podía reemplazarla pero conociéndola lo menos que quería es que se vivieran lamentando toda su vida, recordando sus palabras alguna vez pronunciadas mucho antes del incidente “recuerden por los momentos felices y no por mi perdida” pasado el momento de melancolía su padre compro boletos de avión para viajar por el mundo tanto para el como para sí mismo y así despegarse de toda la tragedia y volver a recomponerse, esto solo fue el inicio.

En uno de sus viajes el padre se topó con un enorme yacimiento de petróleo que rápidamente hizo suyo, “tus madres nos cuida y protege desde el cielo, este es un regalo de ella en compensación de habernos dejado” lloro su padre de felicidad ante la idea de todos sus problemas económicos solucionados.

Así terminaron el y su padre en todos los medios noticieros de su país “¡familia encuentra un yacimiento de petróleo luego de una desastrosa perdida!” decían los titulares haciéndolo rápidamente famoso, fue cuestión de tiempo hasta que su padre en una hazaña caritativa se mudó de donde Vivian no sin antes pagar algunas deudas de sus vecinos con la promesa de regresar debes en cuando y poner varios locales comerciales en el lugar para que algunos puedan tener trabajo cerca, el joven Edward veía como toda su vida cambiaba la de un chico normal pasaba a ser hijo de una de las personas más afortunadas y ricas del país, tuvo que quejarse con su padre el cual acepto a regañadientes el dejarlo en la misma escuela a cambio de tener una guardia personal que lo asistiera y protegiera en cualquier momento, comprensiblemente en vista de sus riquezas no podía dejarlo en un lugar en donde podría ser secuestrado por personas que solo querían quitarle sus riquezas.

A pesar de que su vida daba un giro enorme de lo que solía ser el seguía siendo el mismo chico tímido que a penas podía sacar buenas notas, las suficientes para pasar y que brillaba por la ausencia de chicas a su alrededor, “parece que ni todo el dinero del mundo me consigue una novia” pensó el mientras obtenía palabras de aliento de sus pocos amigos de que si quería podía lanzarse a la aventura con alguna de las chicas de la escuela, si no fuera por su timidez.

Y esto era verdad, para cualquiera Edward era la persona más solitaria que podía conocer, alguno llegando a considerarlo un esquizoide sorprendiendo a las personas cuando se percataban de que el tenía amigos y que la pasaba bien con ellos, simplemente era una persona que le costaba crear relaciones con los demás y que generalmente no las empezaba él.

Dos años después y en el día de su decimoctavo cumpleaños su padre con la finalidad de hacerlo más asertivo y menos tímido le compro unos boletos a unas islas paradisiacas cuyos rumores decían que estaban llenas de chicas hermosas creadas por un magnate luego de un accidente, para él fue obviamente un fastidio, lo único que quería era estar encerrado en su habitación jugando alguna partida online con unos de sus amigos.

“alguna vez vas a tener que dirigir y ayudarme con las compañías, yo no puedo solo y ya estás en edad, lo mejor es que vayas perdiendo tu actitud reservada y empieces a socializar con las personas, y que mejor que esta isla para empezar” fueron las palabras de su padre recordando el joven cumpleañero el cómo este preparaba sus maletas y le llamaba un taxi para que lo fuera a dejar en el barco.

“iras solo, así no me tendrás ayudándote a cada rato y tendrás que hablar con las personas pero descuida he escuchado cosas muy buenas de ahí, estoy seguro que la pasaras bien” fue lo último que escucho antes de despedirse y dirigirse al barco.

-tal vez me quede encerrado en mi habitación de hotel hasta que pase los dos días de mi estadía- soliloquio mientras pasaba la lista de recomendaciones de netflix en la pequeña televisión que poseía su habitación.

-debí haberme comprado alguna consola portátil y algún juego antes de venir aquí, solo ha pasado unas pocas horas y ya estoy aburrido- dijo el chico luego de cansado de buscar algo que ver en la plataforma y mientras pensaba en lo bien que estaría encerrado en su habitación con sus videojuegos ahora mismo alguien toca la puerta de su recamara, levantándose luego de un rato al ver la persistencia que mostraban la persona detrás de la puerta.

“debe ser alguien que trabaja en el barco, tal ves debí ignorar el sonido y dejar que se fuera” pensó mientras se acercaba a la puerta para abrirla y ver quien era.

Grande fue su sorpresa con lo que se encontró, una chica joven, probablemente de su misma, de tez un tanto morena cabello negro y corto a la altura de los hombres “bog long hair” recordó que se llamaba su estilo de cabello  gracias a todas las veces que se vio obligado a acompañar a su madre al salón.

Por su parte el físico de la chica era delgado, vestía un vestido azul que gracias al pequeño escote y a la línea que servía como cinturón en el demostraba el buen físico que debía tener la chica resaltando sobre todo en un pequeño pero muy notable trasero que harían fantasear a cualquiera que la viera con poseerla ahí mismo.

-¿te preguntaba si sabrías decirme o ayudarme a encontrar la ubicación de la habitación 232?-pronuncio la chica con una sonrisa sacando al joven Edward de sus ensoñaciones.

-¿perdón? ¿la habitación 232 dices? pues, la verdad no sabría decirte no conozco muy bien el barco- respondió aun sin embobado mirando a la chica, percatándose en como esta hacia una señal de disculpa y seguir su camino.

-¡P-pero si quieres puedo ayudarte a buscarla, dos personas son mejor que una! se encontró diciendo sorprendido de haber pronunciado las palabras en primer lugar, la verdad es que la chica le había atraído un poco y al ver como se iba decisión ayudarla y ver si podía interactuar un poco más con ella.

Al escuchar las palabras de Edward la chica se volteo alegre y con una alegre sonrisa le dio las gracias.

-muchas gracias por la ayuda, no tienes que caminar por todos los pasillos, basta con que me ayudes a encontrar a algún trabajador que me guie hacia mi habitación- respondió la chica con los dedos cruzados e inclinando levemente su cuerpo, (cosa que permitió un rápido vistazo a su “humilde” escote) en señal de agradecimiento.

Luego de las respectivas presentaciones ambos se pusieron a recorrer los pasillos de las habitaciones que más que pasillos de un barco le recordaban a los de un laberinto, era su quinta vuelta y ya no sabían donde se encontraban, incluso el chico  llego a dudar de encontrar fácilmente su habitación luego del recorrido que estaban teniendo, en algún momento incluso soltó la idea golpear una puerta con la esperanza de que alguien que si supiera por donde se movían les ayudara, obteniendo como respuesta por parte de la chica que la mayoría está disfrutando en alguna actividad del barco.

-había salido para saber en dónde se encontraba el “área del pirata” pero me perdí en el camino, le habría pedido a mi padre que me ayudara a encontrar el camino de regreso pero me daba cosa interrumpirlo-dijo la chica respondiendo la chica de porque se encontraba sola en los pasillos del barco.

-a vale, ¿Adele no? yo vine solo al barco, mi padre me compro unos boletos  para que viniera en barco hacia el hospedaje hotelero-pronuncio el chico buscando conversación-se supone que es un regalo de mi cumpleaños número 18.

Los ojos de la chica brillaron al escuchar esto.

-¿hoy también es tu cumpleaños? ¡Yo cumplo hoy 19 añitos!-pronuncio alegre la chica mientras se acercaba para abrazarlo, el corazón de Edward se derretía por la abierta forma de cariño que tenía la chica y es que no había pasado mucho tiempo y ya la chica que le había caído bastante bien.

Se quedaron hablando un rato contando sus historias, ella le había dicho que era hija de padres empresarios que dirigían varias compañías con sede en Latinoamérica y parte de occidente, por lo que prácticamente tuvo la vida acomodada desde su nacimiento.

-wow, tu padre realmente tuvo suerte de haber encontrado ese yacimiento y una pena lo de tu madre-pronuncio la chica luego de que Edward contara su historia, pasado un corto tiempo por fin encontraron a uno de los trabajador que los ayudo amablemente a encontrar la habitación de ella, tal parece era común que las personas se perdieran gracias al diseño del barco había comentado jocoso el trabajador.

-Edward, muchas gracias por la ayuda, eres un caballero-exclamo la chica despidiéndose con unos besos en la mejilla y retirándose con el empleado para dirigirla a su habitación, Edward aprovechó el momento para ver cómo se contoneaba sus caderas haciendo gala de su buen trasero, si llegaba rápido a su habitación lo primero que consideraba hacer seria masturbarse imaginando la erótica figura que debía poseer la chica debajo del vestido.

Desgraciadamente esto no fue posible, así mismo como le costó a la chica llegar a su habitación a el también le había costado llegar a la suya perdiéndose en el camino.

-¡este puto barco es un laberinto!-grito frustrado al ver que le era imposible también encontrar su habitación, se dirigía fijándose en los números de las habitaciones hasta llegar a la suya pero cada camino llevaba a otra y se bifurcaba en varias cuyo comienzo era el final de una sesión de números confundiéndolo bastante.

-al final tendré que toparle la puerta a alguien a ver si me ayudan a encontrar mi habitación-soliloquio tentado por la idea deteniéndose siempre en último momento por la vergüenza de hablar y pedirle ayuda a un desconocido por lo que resignado decisión encontrar el solo el camino de vuelta hacia su habitación.

Aprovecho el momento para pensar en la chica que acababa de conocer, ¿alguna vez la podrá volver a ver? efectivamente se encontraba en el mismo barco y se dirigían al mismo lugar pero si la buscaba ¿que haría después? el nunca había sido bueno socializando con las personas, siendo generalmente su círculo que lo obligaba a hablar con las personas siempre mostrándose el un poco cerrado, por lo que tener una oportunidad con una chica tan linda como ella estaba fuera de sus posibilidades, lo peor era que a una chica cualquiera, la riqueza de su padre podría bastar para que se comportara bien con el pero con esta sabía que era diferente, contrario a él, Adele nació llena de lujo y teniendo todo lo que quería desde temprana edad, a pesar de que podrían decirse que eran iguales se encontraban en mundos completamente diferentes.

-jeje, no me digas, estas perdido en los pasillos y no encuentras tu habitación-pronuncio una voz detrás suya y al voltearse se encontró con un hombre fornido entrando ya en sus 50 calculo Edward al verlo, con una barba blanca que le recordó a como lucían los filósofos en la antigüedad, junto a él se encontraban dos damas de cuerpo esbeltos que poseían el sello de trabajo del hotel y por lo tanto eran trabajadoras del barco.

En un primero momento hizo un ademan para disculparse y alejarse del hombre siendo impedido por este.

-jajajaja que pasa muchacho ¿eres tímido o algo así? no es la primera vez que alguien se pierde en este barco, yo mismo me perdí varias veces cuando empezó a venir a este lugar, vamos te ayudare a encontrar tu habitación.

Viendo que no podía hacer más decidió aceptar la ayuda del hombre, era sorprendente como su actitud había vuelto a ser la tímida y reservada de siempre luego de haberse separado de Adele, en el camino decidió tratar de memorizar los pasillos y los números que se encontraban cerca de su habitación pero le era imposible, la forma en que se movían las chicas a la vez de los descarados y sin nada de ocultar manoseos del caballero que lo ayudaban lo distraían bastante, al final volvía a estar nuevamente excitado imaginando como serían los cuerpos desnudos del par de chicas que le acompañaban.

-entonces ¿si eres nuevo por aqui verdad chico?-pronuncio el viejo al ver lo callado en que se encontraba Edward.

-S-si es mi primer viaje aquí, es mi cumpleaños-pronuncio de forma algo baja y nerviosa, no sabía si era por los cuerpos excesivamente eróticos de las chicas “¿en qué momento habían tenido tan abiertamente ese escote?” pensó, o por la mirada inquisitiva y pausaba que le estaba dando el señor.

-jajajajaja eso veo, chico, estoy seguro que ni te enteras del lugar en el que te encuentras, esos nervios solo los veo en mis empleados cuando piensan que los voy a despedir, aunque lo hago al final, jajaja-grito el hombre señalando a la distancia una habitación, al percatarse atentamente Edward pudo fijarse en que los números eran los de su habitación.

-muchas gracias por la ayuda-exclamo haciendo un ademan para agradecerle al caballero y proceder a irse a su habitación.

-antes de que te vayas déjame darte un consejo para que puedas disfrutar tu estadía tanto en el barco como en el hotel y la isla, no seas tímido y si quieres algo solo pídelo, acabas de pagar por quedarte un par de días y los empleados harán lo posible para que sean los mejores días de tu vida, no gastes en vano tu tiempo y dinero solo porque no quisiste abrir la boca-pronuncio mientras se daba la vuelta con sus acompañantes.

-es más, te daré otro consejo, ve al lugar llamado “el área del pirata” en aproximadamente 2 horas antes de atracar, creo que sería un buen comienzo para un chico nuevo como tú-y luego de señalar el camino que el chico debía tomar para llegar al área mencionada desapareció por los pasillos.

Un tanto sorprendido y curioso por el significado de las palabras que le había dicho el caballero Edward entro en su habitación e intento relajarse.

“el área del pirata” se dijo mentalmente Edward, “es el mejor lugar para chicos nuevos como tú” la verdad es que las palabras del caballero habían llamado su atención era obvio que no había tardado mucho en darse cuenta de la timidez suya y le había dado la ubicación de un lugar en donde podía perderla, “quizás deba ir a ese mencionado lugar, después de todo ¿no estaba en este lugar para perder su timidez?

-es mi cumpleaños y este viaje fue pagado por mi padre, lo mínimo que puedo hacer es tratar de disfrutar ya que estoy aquí-concluyo Edward decidido a ir a ese lugar, solo era un barco lleno de gente rica que estaría centrada en lo suyo,-además ¿no era ese el lugar que Adele había mencionado que estaba buscando? ¡si voy a ese lugar tal vez pueda volverla a ver!-se dijo emocionado Edward, aun así sabía que estas palabras las decía para motivarse a ir a ese lugar, aun se seguía sintiendo nervioso por ir a un lugar lleno de desconocidos pero no había mucho que pudieran hacerle si viajaba en un barco en donde todos buscaban pasarla bien.

Llegado tiempo previsto Edward se había bañado y vestido con su mejor ropa casual procedió a dirigirse al lugar encomendado, había pasado el tiempo restante indeciso en si de verdad iría al área del pirata, ahora que lo pensaba ni siquiera sabía que evento se supone que se celebraría ahí, pero ya estaba afuera de la habitación y no podía darse marcha atrás, le era incomodo hablar con las personas pero aún tenía una dignidad que proteger incluso si era solo para el mismo, no podia darse el lujo de devolverse.

Cuando por fin llego a su destino se encontró con que estaba en la cubierta, lo primero que pudo notar es que había varios muebles esparcidos por todos lados, separados lo suficiente para que cualquiera pueda caminar con facilidad, ¿serian tal vez para que las personas puedan ver el mar con tranquilidad? pensó Edward solo para rechazar la idea al ver el grupo de personas aglomerada alrededor de la cubierta emocionada, a lo lejos unas personas vestidas como guardia prohibían el paso hacia la parte directa que dejaba ver el más de cerca.

Lo primero que hizo ahí fue buscar con la vista a Adele pero no tuvo suerte, salió un poco más con la esperanza de que tal vez esté más adelante pero igual.

Paso unos minutos moviendo su cabeza de aquí a haya pero con tantas personas moviéndose de un lado para otro emocionada le fue imposible verla, ni siquiera el caballero de hace unas horas se encontraba a la vista y decepcionado pensó en volver a su habitación.

¡YA LLEGAN!-pudo escuchar Edward mientras se percataba como las personas se volvían mas frenéticas y emocionadas, volteando su cabeza pudo notar como el barco ya se acercaba a su destino, a primera vista pensó que todo el revuelo era porque por fin llegarían a su destino, nada más lejos de la realidad, un barco se estaba acercando, aun teniendo toques modernos daba la apariencia de un clásico barco pirata.

-por favor, mantengan la calma mientras atracan el barco-pudo escuchar de parte de uno de los trabajadores que mantenía la distancia segura en la cubierta, ahora que se había percatado mejor en estos guardias, eran tanto hombres y mujeres, eran de diferentes etnias pero si en algo podían coincidir era en los hermosos que se veían, se consideraba totalmente heterosexual pero tenía que admitir que incluso los hombres se veían bastante bien para ser simple trabajadores en el papel de guardias.

Es entonces cuando el “barco pirata” por fin se acerca y uniendo unos puentes varias personas, chicos y chicas vestidas como piratas se adentran en el barco, si pensaba que lo único extraordinario del barco era que estaba lleno de personas adineradas estaba lejos de la realidad.

-¡muy bien calaña de tierra, este es un atraco por la gran banda de pirata, calavera blanca, el grupo más peligroso de los 7 mares y yo solo soy la capitana-grito una mujer de apenas 30 años calculo edward, su cabello rubio casi llegando a blanco hacían juego con su tez pálida dándole un toque bastante hermoso a su apariencia, en su ojo derecho poseía un parce con un símbolo de un cráneo con dos huesos en señal de x, llevaba el típico sombrero que había visto en varias películas de pirata mientras que en su mano sostenía una espada, pero lo que era más sorprendente es que del busto para abajo no llevaba nada puesto dejando al aire todo su sexo al cubierto.

Rápidamente todos los miembros de la banda pirata se empezaron a esparcir por los alrededores rodeando a las personas cercanas, lo primero que pudo notar fue que estos contrarios a una expresión de miedo llevaban una sonrisa de sumo placer anticipado.

-tendremos que revisar que alguno no portan armas y aquellos que las posean ¡serán brutalmente golpeados y tirados al mar! buajajaja-hablo otra de las chicas piratas, esta era una chica que a calculo podría decirse que estaba en sus mejores años 20, contrario a su capitana, esta si llevaba una falda bastante corta que le cubriera sus partes íntimas, tenía el cabello rojo corto por encima de los hombres y ojos azules bastante llamativos, desgraciadamente toda apreciación de estos eran mermadas por el enorme busto que poseía la chica y con un escote que a duras penas podía cubrir sus dos enorme tesoros poseían una x rojas casi llamando a cualquier observador para que fuera lo primero que viera al posar la vista en la chica.

-jojojo pero que tenemos aquí, ¿acaso eres lo suficiente valiente para plantarle cara a los piratas más peligrosos del mar-pronuncio la misma chica acercándose lentamente y cuando ya estuvo cerca se inclinó a la altura de edward que más que para hablar a la par era para resaltar sus enormes senos en la cara del joven, es ahora cuando él se percata que por toda la conmoción se había quedado quieto sin moverse mientras veía como los “piratas” invadía en barco.

-veo que tenemos a un valiente aquí, sujétenlo, debemos revisar si no posee armas-pronuncio la pelirroja y rápidamente un grupo conformado tanto por hombres como mujeres y sin pedir permiso le empezaron a desvestir.

-¿Q-que hacen?-pronuncio más que asustado curioso por cómo se estaba llevando la situación, “suertudo” pudo escuchar que proferían las personas de atrás.

-oh vaya vaya, que tenemos aquí, veo que alguien tiene su “espada” bien oculta y dijimos que nada de alzar la espada hacia nosotros-exclamo la pelirroja con una sonrisa mientras gracias a su tez blanca se podía notar como se encontraba su rostro enrojecido, probablemente excitada por la actuación, por su parte él se encontró sorprendido, su miembro se había erguido gracias a toda la situación y a pesar de lo nervioso que se encontraba debía admitirlo, se estaba excitado,

-jojojo y para colmo es una espada bastante larga-pronuncio mientras su mano derecha agarraba su miembro y empezaba a moverla de arriba a abajo en una paja lenta pero placentera, su miembro que cada vez crecía mas por el momento media ya unos 17 cm.

-eres de verdad un chico muy osado, tendré que castigarte antes de hacerte caminar por la borda, sujétenlo fuerte, no quiero que escape a último momento- y dicho esto empezó a quitarse el top que llevaba dejando al fin libres sus enormes senos que justo al salir rebotaron en toda la cara del chico, casi como deseando ser liberadas desde hace un tiempo.

-veamos qué tan grande puede crecer tu “sable”-pronuncio poniéndose en cuclillas para apresar el miembro de Edward entre sus dos enormes senos y con un movimiento de arriba a abajo empezó la primera cubana de Edward.

-ahh D-dios-gimió el chico mientras se dejaba hacer, estaba disfrutando como nunca la experiencia, “ve a visitar el área del pirata” “es perfecto para chicos nuevos como tú” por fin estaba entendiendo el significado de las palabras que le había dado el señor hace unas horas, con lo tímido que era jamás había tenido un acercamiento sexual con ningún chica, por lo que fuera una que iniciara el acto le vendría de perla.

-parece que nuestro amigo no le gusta mantenerse oculto por mucho tiempo-bromeo la chica mientras observaba como el pene del chico tenía el suficiente tamaño para sobresalir de sus enormes senos-quizás deba utilizar otros medios ahora que veo que con mis senos no basta.

Y dicho esto aprovecho el tamaño sobresaliente de la polla del chico y empezó a darle lengüetazos mientras que con sus senos aumentaba la velocidad de su paja excitando aún más al joven edward, en ese momento su vista paso a la der barco, todos los presentes salvos los piratas que aun poseían alguna parte que lo señalara como piratas, se encontraban desnudos, cuerpos voluptuosos en una orgia al aire libre en un barco “con que estas cosas hacen los ricos” pensó para sí mismo recordando todos los contratos de confidencialidad que había tenido que firmar antes de entrar al barco, “me pregunto si algún día me acostumbraría a esto” volvió a pensar solo para recibir un leve pellizco en una de sus bolas, no lo suficiente doloroso para bajarle la excitación pero si para que su atención vuelva a la tierra.

-¿mirando a otras personas mientras estas con la pirata más peligrosa del mar?-exclamo la chica mirándolo con el ceño fruncido mientras detenía el movimiento de sus senos -talvez sea hora de que te lance al mar sin siquiera extasiarte primero para que seas devorado por los tiburones conscientemente.

-N-no, no, perdón me distraje-pronuncio nervioso el chico, con todo lo que estaba pasando ya había notado que esto era parte del espectáculo del barco, aun así la idea de que la chica cese sus movimientos era una idea que no le gustaba, la estaba pasando bien y no quería que el momento se acabara principalmente porque no sabía cómo volver a pedir un servicio parecido.

-más te vale cariño, te lo dejare pasar solo porque eres lindo- y dicho esto se levantó y con un ademan hizo que los chicos que lo tenían agarrado lo liberaran.

-muy bien, como veo que te gustan mucho mis senos, tal vez te deje probarlos abiertamente un poco-pronuncio con una sonrisa en su rostro.

-¿P-probarlo dices?-dijo el chico nervioso, como cualquier chico normal había visto escenas porno con chicas de senos deslumbrantes, pero tener tan cerca y literalmente pegados a la cara semejante monumento era algo que ninguna peli porno ni realidad virtual podía simular.

-¿qué pasa? ¿Quieres que te lance a los tiburones por titubear?

-no, no, ahí voy- y sin volver a soltar ninguna palabra mas para no enojar a su acompañante dirigió sus manos hacia los senos de la chica, con un movimiento un tanto brusco, producto de los nervios empezó a apretarlos, en algún momento pensó en retirarse o bajar la velocidad deteniendo ese flujo de pensamiento al escuchar como la chica gemía bajamente.

Ya un poco más lanzado empezó esta vez a presionar los senos con la palma de sus manos mientras hacía movimiento circulares, de reojo pudo ver como la chica tenia las piernas un poco abierta y se masturbaba abiertamente por los manoseos del chico.

-si, si sigue así, aplástame esas putas tetas joder-pronuncio la chica mientras su rostro se deformaba por uno de placer-¿no te gustaría morderlos o pellizcarme los pezones? vamos no seas tímido-dijo dejando su papel como pirata para dejarse llevar por el placer.

Con el permiso dado Edward no la hizo esperar y acercando su rostro empezó a lamer y chupar el pezón izquierdo mientras que con su mano libre pellizcaba y jalaba el pezón izquierdo de la chica.

-sí, si, joder, eres nuevo pero no lo haces tan mal, así, sigue así me gusta-grito la chica fuera de sí mientras el sonido y olor de su masturbación podía llegar hacia la cabeza de Edward, encontrándose también con que en algún momento el había empezado también a masturbarse.

masturbarse y tener sexo con una chica en pleno barco con todo el mundo teniendo sexo a su alrededor, una orgia prácticamente, si le contaba a sus amigos era obvio que no le creerían, lo que si era obvio es que estaba por fin a punto de correrse, desgraciadamente una persona ajena a ellos no se lo permitió.

-vaya, vaya ¿pero que tenemos aquí? por lo que veo mi indecorosa y desleal lugarteniente se ha guardado el botín para ella sola sin compartirla con su capitana?-exclamo la capitana posando su espada entre el cuello de Edward confirmando así que era una espada de juguete pero suficiente amenazante para detener al chico tanto de su paja como de los manoseos a los senos de la otra chica.

-no es justo, yo también quiero a este chico ¡ni siquiera me e corrido aun!-dijo la pelirroja mirando furiosa a la capitana a los ojos, aun así Edward pudo notar como los movimientos en su coño no cesaban a pesar de ser interrumpidos.

-bueno, yo soy la capitana esta vez y si quiero quedarme con todo el botín lo hago ¿o vas a llevarme la contraria bebe?-pronuncio con una traviesa sonrisa a lo cual la pelirroja solo gruño aceptando a regañadientes ¿había acaso alguna historia entre estas dos? pensó Edward fue en ese momento que se dio cuenta que había perdido la oportunidad de correrse y de estar con una chica con un busto voluptuoso.

-no te sientas mal, bebe, puedo dar miedo, pero soy una buena capitana, es solo que debo ser la primera en tener en mis manos el tesoro y sería una pena perderme el gran botín que tienes entre las piernas-dijo dejándose caer de espalda y abriendo sus piernas empezó a frotar su coño con el miembro del chico.

-dime ¿acaso no quieres follarme? ¿No te gusto?-volvió a hablar la chica aumentando el movimiento de su pelvis en su entrepierna.

Volviendo a estar perdidamente excitado Edward dio un leve asistimiento y espero que la chica se metiera su miembro en su vagina.

-no, no quieres, te veo excitado pero no haces nada cariño, por lo que veo no te estoy gustando-dijo con una sonrisa traviesa aun con el movimiento pélvico en acción-tal vez deba dejarte y buscar otro chico mientras te aburres otra vez con la tetona-dijo ella mientras a lo lejos se pudo escuchar un “escuche eso”

-N-no, yo quiero de verdad-hablo Edward temiendo perder otra vez el momento de correrse y tener sexo con una chica linda.

-¿y entonces porque no haces nada? cuando las personas quieren algo van y lo piden e intentan conseguirlo y si no se puede, pues intentan con otra cosa, y ahora mismo yo estoy aquí, con las piernas abiertas frotando mi coño con tu pene, por lo que sería ilógico que si me pidieras algo te rechace ¿no crees?

Otra vez las palabras del viejo sonaron en su cabeza “el mejor lugar para chicos tímidos como tú” este era si no una atracción del hotel creada para que los huéspedes más tímidos pudieran soltarse sin miedo, aumentado por la percepción de todos a su espaldas desnudos y follando era difícil sentirse tímido.

-Y-yo quiero sí.

-¿y cómo se pide entonces?-dijo la chica con un rostro lleno de placer mientras que de su entrepierna goteaba cada vez más jugo en la polla de Edward.

-yo quiero, ¡quiero follarte ya!-grito el chico, ver y sentir como la chica movía su coño en su polla invitándola a entrar había vuelto a excitar sobremanera al pobre chico que anhelaba correrse y meterla.

-vale, y ahora que sabes que tienes permiso…que harás-dijo con malicia la chica hasta que algo hizo clip en la mente de él, tenía la oportunidad y por nada del mundo la desaprovecharía.

Sin ningún aviso y viendo como el coño de su acompañante ya estaba lubricado Edward metió su polla en el coño de la capitana pirata.

-sí, si, joder, la metiste así de repente, jeje, eres un chico malo, tal vez deba meterte en mi tripulación como mascota personal, si joder no pares-decía la chica mientras recibía las fuertes embestida del chico el cual en algún momento de todo el frenesís, pensó en la suerte de que la chica ya estuviera excitada de ante mano para meterla con tanta facilidad.

-ahh si, si ahh, que rico se siente, ¿te sientes bien de estar adentro de una chica en una orgia al aire libre cariño-exclamo la chica con el rostro lleno de placer por las embestidas hasta que en algún momento separo las piernas todo lo que pudo casi como deseando que la polla del chico fuera más profundo.

-S-sí, sí, esto se siente muy bien, aun no puedo creer que esté haciendo esto-y era verdad, hace unas horas prácticamente era un chico reservado que prefería quedarse jugando con su consola antes que arriesgarse y quedar en ridículo con una chica.

-para eso es esta actividad, el hotel esta creado para que las personas puedan disfrutar de su sexualidad sin ningún pudor siempre y cuando no lastimen a los demás por lo que actividades así la veras adentro de toda la isla, esta fue creada especialmente para chicos como tú, nuestra prioridad es que todos la pasen bien por lo que a los tímidos les ofrecemos esta actividad como preámbulo a lo que se encontraran y se sientan más cómodos y se vayan soltando.

Un complejo hotelero en donde sus huéspedes puedan tener sexo cuando quieran, lo primero que le vino a la mente es que tan legal es esto seguido por las personas famosas que visitaban la isla en secreto, dando aún más énfasis todo el papeleo que tuvo que leer antes de montarse al barco.

En algún momento fue pellizcado en uno de sus hombros trayéndolo nuevamente a la realidad.

-¿no te han dicho que es de mala educación pensar en otra cosa cuando follas a una chica?

-perdón, creo que a veces no puedo evitar quedarme atrapado en mis pensamientos- y dicho esto volvió a aumentar sus embestidas, sabía que el sexo se sentía bien pero nunca había imaginado que tanto, ciertamente el hecho de estar en una orgia con el sol golpeando los cuerpos desnudos alrededor ayudaba a que la experiencia fuera más placentera, en algún momento se quedó mirando los labios de la chica, sorprendiéndose cuando esta se acercó sin previo aviso para besarlo, aprovechándose de la sorpresa metió su lengua en la boca del chico moviéndola por cada centímetro que encontraba en su travesía, había tenido su primer beso y su primera vez en el mismo dia con una desconocida.

-¿en que hemos quedado cariño? ¿no te dije que si querías algo debías preguntar y ver si lo podías conseguir? si querías besarme debiste preguntar-dijo al separarse dejando a la vez un pequeño hilo de saliva entre los dos.

-perdón, no volverá a pasar otra vez, lo prometo.

-que no vuelva a pasar ¿vale cosita linda? tienes una buena polla pero se nota que aun te falta práctica, es un placer aun así ser tu primera vez- y dicho esto se dejó hacer esperando la posibilidad de que el chico pidiera algo en algún momento hasta que luego de unos segundos por fin hablo.

-¿yo podría follarte a cuatro patas? si no es problema me gustaría eso por favor.

-jojojo como rechazarte si incluso dijiste por favor, vale cariño a tus ordenes- dijo para separarse y lentamente posicionarse en la posición de perrito y moviendo sus nalgas de arriba a abajo le dio permiso al chico de entrar.

Lentamente fue dirigiendo su polla hacia la vagina de la chica encontrándola bastante mojada y no sin antes dar unos pequeños roses con la entrada de esta la metió lentamente para, esta vez, si disfrutar de la entrada de una mujer.

Con movimientos lentos empezó a embestir a la mujer mientras sus manos masajeaban las nalgas de la chica viéndolas rebotar con cada embestida que daba, basto unos segundo para que su actitud calmada fuera creciendo a las salvajes embestidas de antes sorprendiéndose con sus manos posicionadas en la cadera de la chica para aumentar la fuerza y velocidad de sus embestidas.

-ahh, ahh sí, sí que delicia, vas a ser muy popular con las chicas cuando aprendas a follarlas en condiciones, no te atrevas a paras joder si-exclamaba la chica fuera de sí disfrutando de las sensaciones que el chico que le estaba dando.

-¿sabes que eres realmente una puta Marella? quedándote con una de las pollas más grandes que tuvimos hoy, ¿sabes que después de que me la quitaste no e encontrado a nadie que me ayude a bajarme el calor?-dijo una voz que reconocía levemente y al levantar su rostro se encontró con la pirata pelirroja tetona masturbándose de pie.

-oh por favor, como si tu no lo hicieras mucho, además llevaba días sin un buen polvo y aunque aún le falta experiencia tiene una polla de ensueño que no pude evitar probar.

-eso lo sé, pero joder tía, yo también quería un poco-decía mientras aumentaba el ritmo de su masturbación-realmente hoy amanecí muy salida.

-venga acércate un poco cariño-dijo la capitana a lo cual la pelirroja asedio sentándose con las piernas abiertas cerca de su cara cosa que la capitana aprovecho para comerle el coño.

-sí, sí, joder, como necesitaba una buena boca, méteme la lengua más profundo jodida puta, como lames-decía casi sin percatarse de mi existencia.

-¿lo extrañabas? pero tía, fuiste tú que intentaste quitarme el puesto de capitana este mes y luego no me hablaste por varias semanas, te habría recomendado si me habrías hablado y podríamos haber continuado nuestra relación, pero no me hablaste hasta hoy.

-eso ya lo sé, mira, solo sigue lamiendo ¿vale? dijo volteando el rostro hacia otro lado, era difícil saber si el rubor de su rostro era por la excitación o por la vergüenza, en algún momento, quizás por el sentimiento de ser ignorado completamente empezó a mover mis caderas más rápido para llamar la atención.

-jojo, parece que el chico se a enojado por ignorarlo-comento la capitana.

-eso veo, oye chico, si alguna vez nos volvemos a encontrar no te olvides de follarme ¿vale? además, sería un desperdicio que no me vuelvas a sobar las tetas ¿no crees?-y dicho esto empezó ella misma a manosearse los senos aumentando siempre la presión de estos según los lametazos de su compañera se hacía más rápidos.

Por fin esa sensación que va recorriendo todo tu cuerpo hasta querer llegar a tu entrepierna presagiando la eyacula iba llegando a Edward.

-yo ya estoy por correrme-exclamo el chico cerrando los dientes en un esfuerzo inconsciente para tratar de durar más y seguir disfrutando del momento.

-intenta durar un poco más cariño a mí me falta un poco todavía.

-por aquí igual, ahora es que estoy entrando en calor-dijo la pelirroja presionando con una mano la cabeza de su amiga para que no se separara de su coño y así masturbarse con el rostro de la chica moviendo su cadera de arriba a abajo encima de esta.

Pasado unos minutos en los cuales al pobre Edward que no quería decepcionar por fin ambas féminas estaban a punto de correrse.

-sí, sí, si ahí viene ahí viene joder, como extrañaba tu lengua en mi coño, no te atrevas a parar jodida puta, si-pronuncio la pelirroja frotando su coño lo mas rápido posible en el rostro de su amiga mientras hacía cara de excitación que varias veces pensaba que solo vería en animaciones japonesas, su ojos giraban hacia atrás mientras que su lengua salía al exterior producto de tener la boca abierta de tanto gemido que daba, por su parte su compañera, aunque no podía ver su rostro, era notable su excitación a través de los gemidos que daba cada vez que tenía la oportunidad de respirar.

-ya no aguanto más, ¡me corro!

-¡yo igual!

Y como arte de magia los tres se corrieron al mismo tiempo, combinando así sus fluidos en la probé capitana que lo recibió todo, pasado la excitación del momento y disfrutado de un orgasmo de maravilla la mente de Edward empezó a darse cuenta de lo que había hecho.

-¿Y-yo V-voy a dejarte embarazada?-soltó nervioso Edward ante la perspectiva de ser padre tan joven, como cualquier persona desea tener hijos en algún momento, casarse con una linda chica y ver como sus hijos crecían, pero esta vez había cometido el error de correrse adentro y para colmo con una chica que prácticamente conoció hace unos momentos, su primera vez y ya tendría un hijo que cuidar, que diría su padre…

-tranquilo, tranquilo, esta actividad es una sorpresa para todos los nuevos, obviamente no vamos a quedarnos embarazadas, cada empleada posee un diafragma anticonceptivo que permite que algunos huésped puedan correrse dentro sin la posibilidad de dejar embarazada a alguien, claro algunas no lo poseen pero como este era un evento especial todas debíamos llevarlo-dijo la capitana aliviando al chico.

-además si quieres dejar tu semilla adentro de alguien, tan solo tienes que pedirlo, después de todo tienes el dinero para mantener y darle una buena vida al chico, incluso yo misma podría ofrecerme como voluntaria-pronuncio la pelirroja sacando busto para que los ojos de Edward fueran a pasar a sus senos.

-Q-quizás e otro momento lo pensare-dijo finalmente para volver a ponerse la ropa que tenía puesta antes de que fuera forcejeado a follar, la tenían uno de los tantos guardias que habían estado vigilando que nadie se emocionara de más o empiece a juguetear por la orilla.

-el suelo está un poco perdido por el evento, por favor tenga cuidado ya estamos llegando a la isla-dijo uno de ellos y para su sorpresa Edward pudo notar que ya estaban a pocos kilómetros de la isla.

-bien, esperamos que la hayas pasado bien con nosotras-dijo la capitana detrás de él.

-como miembro del personal del hotel le aseguramos que haremos que su estadía en el hotel y en la isla sea de lo más placentera posible, cuando llegue a tierra, pase por recepción dejaran su equipaje en su habitación y explore la isla-exclamo la pelirroja casi al momento de terminar su amiga, cosas de protocolo, pensó Edward y con ademan de agradecimiento y despedidas poso su vista en la cada vez más cercana isla.

¿Qué aventuras le esperaban ahí? bueno aún tenía que encontrar Adele y tratar de interactuar más con ella, concluyo Edward un tanto nervioso pero expectante de como irían las cosas en la isla.