Isadora, te extraño

Nuestro primer y unico encuentro, delicioso amor entre mujeres.

Mi estomago dolía, de ese tipo de revoloteo que causan las mariposas cuando uno se encuentra bajo los efectos de una droga amorosa, llegue minutos antes, quería ser yo la que estuviese ahí cuando llegara.

La verdad es que mordía mis labios y mis palpitaciones me estaban dando una paliza ahí debajo.

Compre una revista y un té, uno que tardo siglos en serme entregado y ella seguía sin llegar... un sms:

"voy retrasada, ¿me esperas?" claro que si, la tarde era para ella.

Letras pasaban por mis ojos y el repicar de mi teléfono, "¿donde estas?" pues adentro, esperándote, "no te veo" estoy agitando mi mano llena de cables, anda, ven por mí.

Me encantó el gesto pícaro en su rostro, nerviosa destrozaba los sobres de azúcar y yo con un poco más de calma bebía de mi té, mientras reconocía su rostro y estudiaba sus gestos.

La quería cerca, la necesitaba cerca y la jalé hacia mí, primero toque un poco sus muslos y mi mano recorría su costado sentía entre mis piernas una pequeña inundación, esa excitación que sólo me provoca la cercanía femenina.

Salimos de ahí, con la luz de la tarde se veía tan linda, tomamos un taxi y le abracé, otra vez mi clítoris repicaba a su olor y en su perfil sus labios me hipnotizaban y lo único que quería era morderlos de una vez.

Llegamos, la invite a subir, mi casa estaba sola y mi cuarto rosado daba una sensación de calor -como si la necesitara- y fué en el mismo instante en que pude tocar sus labios por primera vez, no hace falta de decir que mi piel reaccionó en cadena y comencé a erizarme, sus manos ansiosas masajeaban mis senos, tiene una fascinación por senos grandes y basta decir que cumplo de más sus deseos, sentía sus manos desnudar mi pecho, abría de a poco la blusa y su boca se posaba entre el cuello y más abajo, sus manos me abarcaban, me retorcía los pezones con fuerza como sabe que me gusta, mientras mis manos acariciaba su cadera y sus nalgas, la acercaba a mí, mis manos subían por su espalda aun cubierta.

con mi blusa a medio abrir y mis pezones ya erectos me puse de espaldas a ella, le retire la playera y con mis senos subí y baje por su espalda mientras acariciaba los suyos, que deliciosa sensación, su piel tan rica, su perfume golpeándome y mis dientes en la nuca la empezaban a hacer gritar, baje su pantalón, ya deseaba esas nalgas, mi lengua bajo por toda su espina hasta llegar a su culo, me encantan, su sabor, hundirme en sus nalgas con mi lengua en su culo delicioso mientras sentía su humedad caer por sus muslos, fue cuando toque su clítoris y dio un saltito, acompañado con gemidos que me hacían empapar y seguir chupando.

Primero metí un dedo en el culo y después dos en su vagina, con movimientos acompasados esa comenzó a gemir lo que me hacia enloquecer y querer seguir dándole placer, acompañando a sus grititos mi voz suave le decía:

"así mi vida, comételos para mi"

"muévete así"

"mmm..."

Esto era un sueño, me respondía con la voz entrecortada:

"si mi vida, soy tu putita… enculame, chúpame, soy toda para ti"

se quedo en cuatro y yo me recosté debajo, comencé a lamer su clítoris y a introducir mis dedos de nuevo, acompasados, lubricados, 3 en la vagina y el medio en su recto, una delicia, me encantaba su humedad y su estrechez, su sabor, mi lengua recorría su vagina deliciosa, chupaba sus labios, me relamía de sus jugos, me comenzaba a apretar mas, sus gritos se hicieron mas y mas fuertes como mis lengüetazos, la quería hacer gozar de verdad, estaba en un trance donde lo único que deseaba era su placer en toda mi cara, se agarro fuerte de la cabecera y comenzó su venida la cual saboreé como el mejor manjar.

Cayó al lado mío, me beso largamente y su lengua jugando con la mía solo hacía que mi vagina se siguiera contrayendo una y otra vez, estaba medio vestida y sudorosa, mis senos seguían fuera de mi blusa, los cuales comenzó a saborear, "muérdeme más fuerte chiquita" fue lo que alcance a decir, sus dientes me ponían cada vez más caliente.

Me desnudó y quede boca arriba en mi cama, su sonrisa, y sus manos comenzaron a explorarme sin despegar su boca de mis senos que le encantan, "ábrete para mí", abrí las piernas y se coloco entre ellas, su clítoris besando el mío, sus jugos y los míos, un alivio inmediato, empezamos a movernos tan rápido, su lengua, sus dientes, sus manos casi me hicieron estallar, cuando se detuvo de momento… "aun no es tiempo corazón, abre las piernas"

dos dedos me exploraban, y comencé a gritar, soy demasiado sensible, me encanta sentir a una mujer con tanto control sobre mí, como se funde conmigo, mis jugos no paraban de salir, sacó sus dedos para probarme " deliciosa" bajó con su lengua y la metió en mi vagina, solté un grito.

Era alucinante, metió de nuevo sus dedos, comenzó a darme bien duro que sólo me hacia agitarme, con su lengua succionaba mi clítoris sin despegarse, la saliva y los jugos resbalaban entre mis nalgas, un dedo sorprendió mi culo, me sentía llena y gozosa, estaba a punto de estallar… hasta que llegaron las palabras mágicas:

"quiero que te vengas para mi…"

Y se desencadeno uno de los orgasmos más deliciosos que he tenido.

Ese fue nuestro primer encuentro y aún no la vuelvo a ver.

Uh.huh.me@gmail.com