Isabel

Era profesor de un liceo y una chica se entregó a mi a cambio de...

Soy profesor en un Liceo(prepa), tenia 28 años, ahora 40, donde asisten adolescentes de entre 15 y 18 años. En esa ocasión uno de mis grupos fue terriblemente deficiente, no entregaban tareas, ni participaban, la apatía era brutal, intente varios métodos para sacarlos de ella, pero nada, solo falto que hiciera circo y maroma y no reaccionaron. Así casi al final del curso varios chicos y chicas sabiendo que reprobarían comenzaron a acercárseme en privado con la intención de negociar su aprobación, algunos con chantaje sentimental, de que sus padres los correrían de sus casas o los matarían, me pedían un trabajo extra que les subiera puntos para aprobar el curso, otros me ofrecían dinero, pero a todos respondía que no podía ayudarles en esos términos, pues ellos nada habían hecho por aprobar, pero que si obtenían 10 en el ultimo examen(casi imposible) aprobarían el curso, etc...

El último día de clases previo al examen final entre al callejón donde estaba mi departamento y escuche pasos tras de mí por lo que voltee intrigado y pude ver que era una de las chicas que ya se habían acercado a mí tratando de negociar, le salude pensando que iba al café bar que esta debajo de mi departamento y continué caminando, subí las escaleras y ella tras de mi.

Mientras abría mi departamento ella llego hasta mí y me dijo: quiero hablar con usted.

Sin entrar, le respondí: dime

Ella me dijo: ¿me permite entrar? Es algo privado.

Me iba a negar pero por cortesía accedí y le franquee el paso.

Como tenia necesidad de orinar le pedí que esperara en la sala un momento. Ella asintió con la cabeza.

Por la prisa y el hecho de estar en mi casa deje como siempre la puerta del baño abierta, estaba sacudiendo mi miembro para evitar la gota traicionera cuando de pronto me dijo en la nuca: ¡Le ayudo!

Sobresaltado no pude articular ninguna palabra, rápidamente intente guardar mi pija(no voy a mentir que mide 20 cm y es gruesa, la verdad es delgada y de 11.5 cm.) Pero ella la toma con un pañuelo que llevaba, limpio la humedad y al tiempo que dejaba caer el pañuelo comenzó a pajearme, yo estaba paralizado pero poco a poco tome conciencia y le dije: Isabel recuerda que eres menor de edad (17 años) y no quiero meterme en líos.

  • Sé que le esta gustando y si usted no dice nada yo tampoco lo haré, respondió. Por un momento nos miraron mutuamente y enseguida ella se levanto y se abalanzó sobre mí besándome con desenfreno. Claro que con un poco de ayuda mía, nos abrazamos y empecé a recorrer su cuello, a besarla y pasarle la lengua por los lugares que a mi novia le hacían doblar las piernas, no sabia hasta donde quería llegar, por lo que lo único que se me ocurrió fue empezar a besarle el valle que se le forma entre sus senos, no sabia si seguir avanzando por lo que le dije: "No sabia que tuvieras pecas aquí", mientras señalaba y acariciaba desde su garganta hasta donde su escote me permitía.

Sin esperar a que yo dijera nada mas se desabrocho la blusa y corriéndose un poco el brasier dijo:

"Aquí también tengo", mientras me mostraba parte de su seno izquierdo, ante tal invitación yo no me podía negar, por lo que me dedique a acariciar y besar sus pechos por encima del brasier, caminamos abrazándonos y besándonos hacia mí recamara, una vez allí nos desvestimos. Y nos recostamos en mi cama y comienzo a acariciar su vientre, luego me jalo para que yo estuviera encima, seguimos besándonos y yo ya notaba su respiración agitada, mi pene ya estaba empapado de liquido preseminal y su vagina estaba húmeda también, de eso me di cuenta un momento después, ya que ella me agarra el pene y lo puso en la entrada de su vagina, yo no sabia que hacer o mejor dicho, si sabia que hacer pero no como reaccionar, sentía el calor y lo húmedo de coñito, ella me agarro de la cintura y subiendo las piernas atrás mis nalgas y espalda, me jalo hacia ella haciendo con esto que la penetrara, por lo lubricados que estábamos los dos, no hubo ninguna resistencia, y la penetración fue completa. Entonces me retire unos centímetros para arremeter con firmeza, ya que estaba dispuesta pensé en gozarla al máximo, comencé a besar delicadamente su boca, cuello, senos, pezones, ombligo, hasta desembocar en su rajita excitada, donde aspire y saboree su aroma, para luego juguetear con su clítoris provocándole un orgasmo. Luego puse otra vez la punta de mi pija en la entrada de su vagina y presione suavemente. Tome nuevo impulso y penetre lo mas profundo que pude, con lo cual comencé a coger sin cesar a esa adolescente. Ella seguía pidiendo mas, pero mis movimientos o su excitación le obliga a acostumbrándose a mi modesta pero activa verga y comenzó a sentir mas placer. Se oían en toda la habitación sus gemidos que se hacían más fuertes y al cabo de unos 5 minutos exploto en un nuevo orgasmo, eso provoco que yo también acabara inundando de semen su vagina. Luego de gemir juntos hasta el final, me detuvo y miró fija a mis ojos y me besó profundamente.

Pero era una chica tan ardiente y tan guapa que merecía mas por lo que le comencé a chupar nuestros fluidos mientras recuperaba fuerzas para un nuevo encuentro. Jugué con su clítoris y la penetre con mi lengua, no es esto algo que yo acostumbre pero su aroma era rico y no pare hasta provocarle un tercer orgasmo. Me pidió descansar un momento, por algo de la espalda, pero luego de unos pocos minutos de miradas, caricias tiernas y silencios, se sintió con deseos de reiniciar el acto sexual. Se puso encima de mi cara y empecé a lamerle el coño con toda avidez. Le lamía el clítoris y ella gemía de placer; le metía la lengua hasta donde me llegaba y la hacia vibrar. Luego se levantó se arrodillo entre mis piernas y se metió mi pene entre sus pechos presionando hacia mí. Se echó hacía atrás, y empezó a chupármela, me estaba volviendo loco se la tragó toda de una sola bocanada.

La imagen de mi alumna tragándose mi pija me enloquecía. La chupaba de lado, la utilizaba como si fuera un cepillo de dientes y se los estuviera lavando, se la sacaba para lengüetear el capullo y volvía a tragarla toda. Así luego de varios minutos sentí que iba a explotar y se lo dije, entonces me quede alucinando, pues cuando intente retirarme me lo impidió como diciendo que me corriera en su boca. Y así lo hice. Me eché para atrás para tratar de llegar hasta su laringe. Me corrí como nunca lo había hecho. No vi ni una sola gota de mi semen, porque quedó todo dentro de ella.

Pero eso no era suficiente para ninguno de los dos y mi pene estaba mas duro que nunca, incluso me pareció más grande, por eso ella dijo: penetra otra vez. Yo solo me acomode entre sus piernas y mi verga automáticamente se incrusto en su muy húmedo y cálido coño. Debido a que hacía poco tiempo de haberme venido demore en alcanzar otra vez el clímax, lo que para ella fue excelente pues en un lento y más delicioso mete saca le provoque otro orgasmo, pero no por ello deje de besar y morder con delicadeza sus senos y de llenar mis manos con sus nalgas. Los minutos de friccionar nuestros cuerpos terminaron por provocar que me viniera sin detenerme acelerando más mis embestidas y gimiendo con gran fuerza. Y gozamos largamente pues ella tuvo otro al mismo tiempo que la inundaba otra vez, cuando acabamos y me recosté un lado de ella pude ver como brotaba de su vagina una mezcla de mi esperma con sus fluidos.

Nunca había cogido tan rico ni había disfrutado tanto de ser hombre como esa vez, y por supuesto aunque ella no me lo pidió, yo le di el pase, pues no creo que haya ido por otro motivo. No la cuestione al respecto. Y aun recuerdo gratamente ese día, pues nunca he vuelto a estar con una chica como ella que resulto multiorgásmica. Hoy lo escribo por que casi he repetido el suceso, pero no quiero abusar, pues la diferencia de edades es mayor que en aquella ocasión.