Isabel Conoce al Gobernador

Esta es la continuación del Relato “Isabel comienza a pagar sus deudas “ en la primera parte Isabel recién viuda es forzada por su compadre. Ahora él la prostituye y ofrece al Gobernador como pago por sus favores en jugosos contratos.

El funeral del marido de Isabel se desarrolló con normalidad salvo un par de detalles, si es que se puede considerar normal a una viuda que acaba de asumir que será puta y que asiste con al funeral con la conchita llena de la leche de su compadre. Bueno, los detalles que sorprendieron a Isabel fueron; primero la entrega del maletín con dinero por parte de Javier al jefe de la banda, el muy maldito no contento con recibir su dinero se acercó a Isabel a darle el pésame y cuando la abrazó le susurró al oído; "Que pena haberte vendido, habrías sido una puta muy productiva", Isabel sólo se trago su rabia, no iba a hacer un escándalo en el funeral de su marido. Lo segundo fue la llegada del Gobernador, Isabel no lo conocía ni sabía que su marido lo conociera, pero llegó con todo el alboroto de seguridad que la llegada de esta autoridad significa y con la sorpresa mayúscula y hasta cierta envidia de los vecinos. El Gobernador se acercó muy respetuoso a Isabel, le dijo públicamente algo como los amigos de Don Javier son también mis amigos y no puedo más que lamentar tan triste acontecimiento, señora reciba usted mis más sinceras condolencias, emocionada Isabel recibió su abrazo y sorprendida escucho que le dijo al oído, estas muy rica, esperaré ansioso que llegue el viernes. Se quedó de una pieza, no sólo Javier conocía al Gobernador tanto como para que el fuera personalmente a darle el pésame, sino que ya estaba esperando turno para cogérsela.

Al volver del funeral Javier se preocupó de que los niños cenaran y se acostarán temprano, una de sus empleadas se quedó ayudando en la casa y el se retiró muy discretamente sin que Isabel pudiera preguntarle que significaban los dichos del Gobernador. Al día siguiente, muy temprano llegó un camión con gente para hacer el traslado de casa. Javier se llevó a Isabel y los niños para distraerlos, les compró golosinas, los llevó a almorzar a un lugar que tenía juegos para los niños y finalmente los llevó a su nuevo departamento. Durante todo ese día su trato con Isabel fue muy respetuoso y preocupado más de los niños. Nada se dijo sobre los hechos del día anterior. El departamento quedaba en el décimo piso de un edificio muy grande y bonito, Isabel lo encontró lujoso y muy cómodo para ellos, mucho más que su antigua casita. Cuando llegaron los empleados del camión terminaban de ordenar y ya el departamento contaba con una empleada de servicio por lo que Isabel no tenía prácticamente nada que hacer, los niños se prepararon para la siesta y apenas se durmieron Javier llevó a Isabel a su habitación. Ella trató de prepararse mentalmente para una nueva sesión de sexo con Javier. Sin embargo, él se limitó a mostrarle el closet lleno de ropa nueva, por cierto mucha de ella bastante sexy, especialmente una la cómoda que tenía una ropa interior muy fina. Aparte de eso le indicó que debería asistir todos los días al gimnasio en el primer piso del mismo edificio, que este incluía una peluquería donde podía pedir cualquier tratamiento de belleza que quisiera, que de los víveres y otras cosas no se preocupara y le dio algo de dinero para que se distrajera y sacara todos los días a los niños al parque. Se despidió hasta el viernes a las 20:00 horas, a esa hora el la estaría esperando en un departamento ubicado cinco pisos más arriba, sólo le pidió que fuera muy bonita pues era una cena formal y que se depilara muy bien y "completamente".

El viernes puntualmente a las 20:00 horas Isabel estaba tocando el timbre del departamento de Javier, llevaba un vestido de seda negra, sin espaldas y un generoso escote, abajo llevaba una preciosa tanguita de encaje rosada. Pese a ser tan hermosa la ropa interior era muy sencilla, por delante era un pequeño triangulo de encaje que se amarraba con dos cintas de seda a una delgada cinta que salía desde abajo del triángulo, pasaba entre sus nalgas y se amaraba con una coqueta rosita a las otras cintas. Si uno hubiera podido mirarla por detrás apenas hubiera distinguido la cinta de seda entre sus lindos glúteos. Se había probado el sostén que hacía juego con la tanguita pero debido a los escotes del vestido se le verían los tirantes, prefirió ir sin nada, sus senos eran redondos y firmes, el vestido pese a ser escotado y con la espalda descubierta, insinuaba más que mostrar, se veía preciosa. Así se lo hizo saber Javier que la recibió con un beso en la boca.

El departamento constaba de un amplio living, por cierto muy bien decorado, una cocina americana, un Jacuzi a la vista entre unas pequeñas plantas y levemente más arriba que el resto una amplia cama, todo a la vista y con luces indirectas que hacían el lugar muy acogedor. Javier se encontraba sólo, puso música suave y la invito a bailar, ella se sentía casi desnuda con el vestido, hubiera bastado que él lo deslizara por uno de sus hombros para que ella quedara desnuda. Mientras bailaban ella podía sentir como la entrepierna de Javier comenzaba a abultar. Recordó la visión de los testículos grandes y peludos de Javier y su gruesa verga, recordó como prácticamente se había empalado con ella obligada por las circunstancias y sin embargo, su vagina la había recibido como si fueran grandes amigos. Unos suaves golpes en la puerta de calle lo interrumpieron, era el Gobernador acompañado de dos preciosuras.

El Gobernador era mas bien bajito y gordo, a su derecha llevaba cogida de la cintura a una mujer rubia, bastante alta y con unas tetas que tenían que ser de silicona por lo grandes, llevaba una pequeña minifalda y tacones altos, lo que destacaba sus lindas y bien torneadas piernas, encima una polera ajustada y con un gran escote redondo, lo que quizás hacía ver sus senos más grandes pero le conferían un aspecto vulgar, claramente una puta pensó Isabel. A su izquierda una morena muy finita y delicada, era la antitesis de la rubia, finita y uno senos pequeños, vestía con jeans pero aún así se veía muy elegante. El Gobernador las presentó, ambas saludaron muy cariñosa pero delicadamente a Isabel y a Javier con un beso en la mejilla. El Gobernador en cambio abrazó efusivamente a Javier cómo a un amigo muy querido, a Isabel la besó en la boca, mientras con ambas manos la agarraba del culo como si fuera de su propiedad. Javier la rescató tomándola del brazo y conduciendo a todos al centro de la habitación.

Javier se encargó de servir unos tragos mientras Isabel trataba de escapar de las manos del Gobernador, las mujeres bromeaban con el Gobernador a costa de los esfuerzos de Isabel para conservar su vestido puesto y las tetas dentro del vestido. Javier vino a salvarla nuevamente abrazando al Gobernador le dijo, mi amigo, primero hablemos de negocios, luego el placer, ambos se retiraron a una esquina a conversar. La rubia puso una música un poco más movida e invitó a la morena y a Isabel a bailar. Pese a su porte y aspecto un tanto vulgar, la rubia se movía con bastante sensualidad, la morena era muy femenina y suave al bailar he irradiaba sensualidad. Isabel un tanto incómoda les siguió el ritmo mientras miraba cada cierto rato a Javier. Después de un rato que a Isabel le pareció interminable los hombres se acercaron a las mujeres y se sentaron en cómodos sillones frente a una pequeña pero robusta meza de centro de madera, la que estaba acojinada con una suave cubierta.

¡Que comience el espectáculo señoritas dijo el Gobernador!. Isabel miró intrigada a Isabel, él le guiño un ojo y sonrió, la morena se puso por detrás de Isabel y la tomó de las caderas mientras seguía bailando con sensualidad, la rubia se puso delante de Isabel siguiendo el ritmo del baile y acercándose cada vez más. Las tetas de la rubia casi rozaban la cara de Isabel, por detrás sentía el cuerpo de la morena pegado al suyo y como sus manos subieron desde sus caderas a sus senos acariciándola sin ningún complejo. Isabel no sabía que hacer, se encontraba entre las dos mujeres y Javier la miraba complacido. La rubia tomo la cara de Isabel entre sus manos y la beso apasionadamente, introdujo se lengua en la boca de Isabel como si fuera su amante mientras la morena acariciaba las tetas de Isabel. Cuando la rubia dejó de besar a Isabel le dedico un beso igual de apasionado a la morena. Isabel estaba tan confundida que apenas fue conciente cuando las manos de la morena deslizaron su vestido por sus hombros dejándola desnuda, sólo cubierta minimamente por la tanguita rosada. Casi de inmediato la rubia tomo los pechos de Isabel y comenzó a besarlos y lamerlos, provocando la erección sus pezones. La morena se desnudo con movimientos sensuales quedando también con una linda tanga celeste, estando ya desnuda tomó el lugar de la rubia besando a Isabel en la boca con suavidad pero de una forma que Isabel no pudo más que comenzar a mojarse. Mientras la rubia se denudaba sólo de la cintura para arriba, quedando con sus enormes tetas al aire, para darle más morbo se sacó puso contra la pared mostrando un culo preciso y una tanguita de un rojo furioso incrustadas entre sus nalgas, se las sacó bailando para el público y siempre mostrando su lindo culo, pero conservó su minifalda puesta. Isabel fue conducida con maestría por la morena hacia la mesita de centro donde la recostó de espaldas, se hincó por delante de la cabeza de Isabel y se dedicó a lamer con suavidad sus aureolas y pezones, dejando a su vez sus pequeñas tetitas prácticamente en la boca de Isabel. La rubia se hincó a los pies de Isabel y comenzó a besar sus piernas, subiendo lentamente sus besos hasta la tanguita de Isabel, el pequeño triángulo rosado mostraba una mancha de humedad que la rubio beso y lamió como si se tratara de un dulce. Isabel no pudo dejar de estremecerse al sentir la lengua de la rubia y como ésta se introducía por debajo del triangulo tocando los labios de la vagina de Isabel, luego bajó hasta su ano introduciendo la punta de la lengua y haciendo a Isabel casi saltar de la mesita con la impresión, nunca su marido se había permitido una caricia así.

Las dos mujeres siguieron besando y acariciando a Isabel en sus partes más sensibles, ella sólo podía besar ocasionalmente a la morena y acariciarla, de vez en cuando volteaba hacia Javier y el Gobernador quienes se mostraban muy complacidos con lo que estaban viendo. La rubia saco la tanguita de Isabel deslizándola entre sus piernas, quedó todo su sexo a su disposición y con su lengua la penetró tanto vaginal como analmente. Isabel no pudo más que admirar la destreza de la rubia con su lengua y se dejo llevar, ella acaricio sus labios, chupaba su clítoris y usaba su lengua como un pene entrando y saliendo de la mojada vagina de Isabel, acariciando sus bordes y haciéndola gemir de gusto, no contenta con esto la rubia introdujo su dedo índice en la vagina, moviéndolo en círculos, mientras con la lengua lamía rápidamente su clítoris, hasta hacer que Isabel se viniera con un orgasmo largo e intenso. Pese a que Isabel se mordió los labios para no emitir ningún sonido este orgasmo fue percibido por todos en la sala. La rubia se sacó la minifalda con destreza y dirigió su sexo hacia el sexo de Isabel. Ella cerro los ojos esperando sentir la húmeda cuevita de la rubia besar la suya, en cambio sintió claramente como era penetrada por un falo pequeño y delgado. Abrió los ojos con sorpresa ante las carcajadas del Gobernador, la morena se paró delante suyo y se bajó la tanguita, dejando ver un pequeño pene completamente depilado hasta los testículos y con una pequeña erección.

SORPRESA, gritaron los dos travestís al mismo, la morena sin dejar que Isabel se recuperara puso de pequeño falo en su boca para que lo chupara. Mientras tanto la rubia la penetraba con maestría, haciendo pequeños círculos alrededor de la vagina de Isabel, luego unos ochos lentos que la hacían gozar, para seguir con un mete y saca bastante rápido e intenso. Putas como sabe coger este maricón pensó Isabel, no recordaba que nadie la hubiera cogido así nunca y menos hubiera creído posible que un pene tan chico y delgado la hiciera sentir tanto. La rubia provocaba oleadas de placer en Isabel, la que ya alejada de todo pudor lo demostraba con sonoros hay y huy, mientras acariciaba las tetotas de la rubia que se balanceaban como dos enormes melones sobre Isabel. La morena acercó su pequeño pene a la boca de Isabel, ésta para no ser desagradecida lamió con delicadeza el pequeño glande de la morena hasta lograr su erección. Isabel se encontraba sumida en un intenso placer cuando advirtió que Javier y el Gobernador desnudos se acercaban a la mesita.

El Gobernador pese al inmenso poder que tenía se veía poca cosa al lado de Javier, no había comparación entre el gigante velludo, con una par de gordas bolas colgando desafiantes de su grueso miembro, y el gordito casi calvo y prácticamente lampiño, que exhibía sin tapujos un pene de tamaño normal, el que pese a estar bien erecto se veía pequeño al lado del miembro de su compadre. La rubia se paró con su pequeño y delgado falo aún tieso pues no había alcanzado a eyacular dentro de Isabel. La morena saco su pequeño pene de la boca de Isabel como dejándole espacio a los hombre. Javier le levantó las piernas y se las abrió tanto como pudo, dejando todo su sexo y parte de su culito expuesto a las miradas del grupo, dirigió su verga a la entrada de la cuevita de Isabel y la clavó hasta el fondo con rápido movimiento de caderas, provocado un profundo gemido de Isabel, lo sacó lentamente para que todos pudieran admirar la conchita de Isabel penetrada por semejante miembro y repitió la operación unas seis veces, provocando cada vez los gemidos de Isabel, debidos al intenso placer que experimentaba al sentir su conchita llena en todos los rincones y pliegues. Javier sin dejar de penetrarla la tomo bajo los hombros y la levantó con facilidad, ella se abrazó con su piernas al gigante para no permitir que ese rico falo se saliera de su acogedora y agradecida cuevita.

Javier tomó un cojín y lo puso sobre la mesita, sentándose encima de el, a continuación se recostó cuidadosamente, con esto su pelvis quedaba más arriba que el resto del cuerpo e Isabel sentía que era penetrada más profundamente si eso fuera posible. Javier no se movía en esta posición, sólo acarició el culito de Isabel con ambas manos, abriendo sus nalgas con cuidado mientras le decía al Gobernador, observe que lindo culito y que apretadito que está, las manos del Gobernador acariciaron las nalgas de Isabel e intentó meter un dedo por su esfínter provocando las quejas de Isabel. No, no por favor, métame lo que quiera por adelante pero por detrás no, se lo suplico Sr. Gobernador, se lo chupo si quiere y me trago toda su lechecita, pero por el culito no. Gruesas lágrimas corrieron por sus mejillas. Tentadora oferta mi niña le dijo el Gobernador, veremos que tan bien lo chupas, si eres buena mamando quizás te perdone no comerte el culo por ahora.

El Gobernador camino hasta la punta de la mesa, la gran diferencia de porte entre el gigante e Isabel le impidió acercar su pene a la boca de ella, él como si fuera lo más normal del mundo se arrodilló sobre la mesa dejando sus testículos a la altura de la cara de Javier y su pene directamente en la boca de Isabel. Ella saco su lengua y se dedicó a acariciar con ella el glande del Gobernador tratando de darle el mayor placer posible, para evitar que el desgraciado siguiera con la intención de darle por el culo. Con bastante sorpresa notó que su compadre en vez de molestarse por la patudes del Gobernador de poner sus testículos sobre su cara, se dedicó a lamerlos con su gruesa lengua. La morena por su parte se acercó a su culito y comenzó a besarlo con maestría, si antes Isabel se había sorprendido gratamente con al lengua de la rubia en su vagina, no pudo más que admirar la facilidad con que la morena le hacía sentir placeres muy especiales al introducir su lengüita en su ano, sabiendo de antemano que su culito no permanecería por siempre virgen se lo ofreció a la morena, si podía elegir prefería ser penetrada por ese pequeño pene que por un monstruo como el de su compadre. Comenzó a mover su culito en pequeños círculos provocándose un doble placer, la lengua de la morena la iba dilatando mostrándole el camino a nuevos placeres, y debido a estos mismos movimientos, su vagina disfrutaba del placer ya conocido de la verga de su compadre bien acomodada dentro suyo. Por otra parte el Gobernador no lo estaba pasando nada de mal con la mamada que le prodigaba Isabel y las lamidas en los testículos que recibía de parte de su compadre.

La morena dejó sus lamidas y se irguió sobre Isabel, acomodando su pequeño pene en su esfínter y empujó muy suavemente hasta lograr que su glande venciera la resistencia del anillo muscular y se introdujera completamente dentro del culito de Isabel. Mentalmente le agradeció a la morena por sus lamidas y caricias, por su pequeño pene que no le había echo daño y por la delicadeza que se lo introdujo, la morena comenzó a bombear el culito de Isabel y ella descubrió una grata sensación que se potenciaba con la gruesa verga de Javier dentro suyo. Isabel se cansó de lamer el glande del Gobernador y acomodó sus labios formando un pequeño círculo alrededor de su glande, el Gobernador comprendió de inmediato la invitación y comenzó un mete y saca dentro de su boca, la utilizaba como si fuera una suave, húmeda y caliente vagina.

Un pequeño grito de la morena le anunció que ya no podía seguir más e Isabel sintió como unos chorros nada de pequeños inundaban su culito, el sentir ese líquido caliente dentro suyo la volvió a sorprender, se sentía muy rico y ya no le dolía en lo más mínimo. La morena se retiró agradecida de haber sido la primera en cogerse a Isabel pro el culo, rápidamente la rubia tomo su lugar con su falo aun pequeño pero más largo que el de la morena. Se lo metió sin ningún preámbulo, aprovechando la lubricación proporcionada por la leche de la morena dentro del culo de Isabel, se afirmó de las tetas de Isabel y comenzó un furioso mete y saca que la hizo terminar muy pronto, demasiado pronto para Isabel, pues pese a sus esfuerzos el Gobernador aún no se corría en su boca y ya no veía modo de impedir que también le diera con el culo, su verga eso si era de tamaño normal y por lo tanto más gruesa y larga que la de los dos travestís. El Gobernador se dirigió con premura al culito de Isabel y también la penetró sin ninguna preparación, solo la leche de la morena y de la rubia sirvieron de lubricante natural para ese miembro que insistía en penetrar su culito. Isabel lo sintió bastante más adentró que las veces anteriores, tan adentro que parecía frotar por adentro la verga de su compadre, lo que muy a pesar suyo la hizo disfrutar de la doble clavada que estaba recibiendo.

Muy a su pesar comenzó a gemir mientras el Gobernador disfrutaba insultándola, mira la puta como disfruta, así que su culito era virgen y ahora goza como una perra en celo, ¿te gusta puta que un macho te parta el culo?, y como chupaba la muy perra, si parecía una ternerita tratando de tomarse mi lecehita. Javier en vez de defenderla comenzó a insultarla mientras bombeaba a Isabel, ¡se hacia la estrecha conmigo!, ¡no quería!, apenas vio mi verga su conchita se mojo entera, que bien que te entra puta, pones una cara de alegría cuando te la meto, tu conchita parece un guante para mi verga le queda justito, tengo las bolas llenas de lecha para ti puta, prepárate por allí va. Javier terminó profusamente dentro de Isabel, arrancándole a su vez un ruidoso orgasmo. Hay, hay mamita, me muero que rico. El Gobernador por su parte aguantó un poco más, Isabel no respondía a su mete y saca y reposaba rendida y satisfecha sobre el pecho de Javier. Al Gobernador no le importó, era sólo una mujer más a la que forzaba aprovechando su poder, no significaba más que un pedazo de carne para usar, un orificio donde descargar sus instintos. Se corrió dentro de ella y luego se limpió con la tanguita de Isabel.

SoloMarcia

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