Irresistible (El comienzo)

Una joven, rebosante de belleza y sensualidad, tiene que afrontar variopintas y excitantes experiencias. En este episodio se narra el despertar de su vida sexual.

IRRESISTIBLE

No la describiré con detalle, no le haria justicia, bastara con decir que era una criatura preciosa.

Tenia algo distinto, ejercia una atracción casi sobrenatural en los demás.

Quiza fuese su inocencia, su candor, un angel con un cuerpo hecho para el pecado.

Quizá fuesen sus gestos, tan expresivos y desenvueltos.

Quizá fuesen las feromonas...

Nadie se le resistia, a su pesar en muchos casos. Os contaré su historia y dejaré que saqueis vuestras propias conclusiones.

Corria en Madrid el año 1976 cuando nació Beatriz, tanto su padre Mauricio como su madre Teresa decian que no les importaba

que sexo tuviese su primogenito, pero, secretamente ambos preferian que fuese una niña... quizá todo hubiese sido mas

sencillo para ellos si el destino les hubiese negado ese capricho.

La pequeña Bea heredó los problemas de vision de su padre y, al igual que el, no veia tres en un burro sin sus gruesas y

antiesteticas gafas, siempre fue de las más bajitas de su clase y estaba gordita, a pesar de no parar de correr en la calle

y practicar judo desde los seis años.

¿Alguno de vosotros, amables lectores, conoce el cuento del patito feo?

Todo cambió a los trece años.

Casi de un dia para otro, Bea dio un estiron increible, dejo de estar achaparrada para convertirse en una jovencita alta y

delgada a la que se le empezaban a intuir las curvas de una mujer de bandera.

Un sabado por la mañana estaba el padre de Bea en la pequeña cocina de su casa disfrutando de su café con tostadas mientras

leia la prensa deportiva, a su lado estaba Tomás el hijo pequeño que se llevaba dos años con su hermana, empeñado en

convertir en pure la mezcla de galletas y leche con cacao, cuando escucho a su hija hablar con su madre.

-- mama, me aprieta el sujetador... --

¿Como? ni siquiere sabia que ya usara sujetador, penso Mauricio, levanto la vista del periodico para ver a su niñita

intentando colocar sus incipientes senos de forma que no le molestasen tanto..

Trago saliva, como crecen los niños ya las tiene casi como las de su madre, sacudio un poco la cabeza abochornado por fijarse en

los nubiles senos de su hijita y volvio a intentar concentrar su atencion en la entrevista a Hugo Sanchez.

-- No puede ser... solo hace un par de meses que te compre estos.

-- pues me hace daño, ¿habrá encogido?. --

-- No cariño mio, es que estas creciendo muy deprisa, me parece a mi. --

-- Aaaay, me molesta mucho -- dijo Bea arqueando la espalda. --

-- quitatelo, luego podemos ir al centro, habra que comprarte ropa nueva .-- se volvio hacia su marido -- ¿Mauricio? --

-- vale, ahora vamos, deja que me tome el café -- dijo sin despegar la vista del periodico.

Tomás sonrio abiertamente, si iban al centro quiza compraran algun juego de consola.

Un par de horas más tarde Bea y su madre estaban mirando ropa mientras Mauricio y Tomás compraban un nuevo juego de carreras

de coches, curiosearon un rato, hasta que Mauricio pensó que ya habrian acabado y fueron a reunirse con ellas.

Mauricio vio a su esposa en los probadores y se acercó resignado a esperar un poco más.

Abrio su boca para preguntar cuanto les faltaba, cuando su señora abrio la cortina del probador, demasiado abierta para el

fragil pudor de una adolescente, la boca se le quedo abierta.

Su niñita luchaba para quitarse unos pantalones vaqueros que, rebeldes, se empeñaban en atascarse en sus deliciosas

pantorillas, estaba flexionada, con el culo en pompa, solo llevaba unas bragitas blancas.

Solo fue un segundo...

- - ¡Mama! ¡¡cierra un poco!! -- grito la adolescente desde dentro del probador.

Se cerro la cortina y el pobre Mauricio cerro su boca un segundo después, su mujer con la cabeza metida en los probadores

ni le vio, inquieto miro a su hijo que estaba tranquilamente mirando la parte de atras de la caratula de su juego nuevo.

-- Parece que todavia les falta un rato. -- Mauricio, turbado, hablo demasiado bajo para que su hijo le prestara atención.

Se quedo de pie, pensando en lo que habia visto durante solo un segundo.

Un momento mas tarde, mientras su mujer pagaba con tarjeta, se fijo en su hija como si no la hubiese visto antes, como si

fuese la hija de otro... las gafas no la favorecian, cierto es que en el probador no las llevaba, pero esos labios

carnosos, ese largo y elegante cuello, ese cuerpo que parecia el de una bailarina... ¡pero si solo tiene trece añitos!

Mientras caminaban de regreso se fijo en como los hombres volvian la cabeza a su paso, le molesto bastante pero le parecio

que era mejor dejarlo correr.

Siguio pensando en ello ,más tarde, ya en casa. Cerraba los ojos y veia sus pechitos reflejados en el espejo, sus largas y

bien tornedas piernas, su culito que... sacudió la cabeza, abochornado.

Jamás habia fantaseado con jovencitas y, por supuesto, jamas habia pensado en su hija de esa manera, se sentia fatal por

pensar en esas cosas y más aún cuando noto su miembro erecto.

Aquella era una epoca mucho mas inocente que esta, sin internet, sin moviles, apenas si se acababan de ampliar los canales

de televisión... la información no fluia tan alegremente como ahora. Bea sabia algunas cosas respecto al sexo, lo que se

decian unos a otros dentro de su pandilla de amigos e incluso le hizo un par de preguntas a su prima Almudena que tenia

dieciseis primaveras por aquel entonces, aunque las respuestas la dejaron más confusa aún.

Por ahora, era casi como un juego, los chicos la intentaban meter mano cuando jugaban en el patio del colegio, en la piscina,

en las clases de judo... pero de forma bastante inocente aún, aunque alguno se gano una bofetada por apretar su trasero o sus

turgentes senos.

Su profesor de judo no era ningun pervertido, jamas habia mirado con lascivia a ninguna de las niñas que entrenaba y eso que

una niña de quince años se encapricho con el y se le insinuó con bastante torpeza.

Por eso, ultimamente lo estaba pasando bastante mal.

Intentaba mantener las distancias con esa niñita a la que conocia hace años, que era casi como su hija aunque el solo tuviese

venticinco años, intentaba verla como antes... y sudaba a mares cuando la tenia inmovilizada debajo suyo.

-- ¿Lo veis bien todos? -- grito a la clase mientras la joven Bea se debatia debajo suyo , intentando zafarse.

-- Ahora ella tiene que... hmmm intentar levantar las caderas y... ehhh engancharme con su pierna por el cuello -- mientras que

instruia a los mas pequeños no podia dejar de pensar en el roce con sus pechos, en su boca entrabierta por el esfuerzo,

en como su mano, que el tenia asida por la muñeca le acariciaba la parte interior del muslo, en el olor de su sudor...

¿como podia oler asi de bien? , al final, tuvo que acabar la demostración de mala manera temiendo no poder ocultar una

erección completa.

Tuvo su primer novio a los catorce años un chico que siempre le habia gustado y que no le hacia caso, bueno, era amable con

ella, por que Ruben que asi se llamaba el efebo, era un buen chico, amable y educado ademas de ser guapisimo, un chollo.

Le tocaba el culo cuando se besaban y un poco mas tarde le restregó su cosa, asi tuvo algun pequeño orgasmo solo con el roce

cuando le intentaba tocar los pechos o su cosita ella le quitaba la mano, el se disculpaba y paraba... hasta el siguiente

arrebato de pasión, volvia a intentarlo y ella le paraba.

Los hombres seguian volviendose a su paso y sus amigos y compañeros le siguieron robando algun roce, alguna caricia, Ruben

hasta se peleo con uno de sus amigos por tocarle los pechos furtivamente mientras jugaban al pañuelo.

Sus catorce años pasaron sin grandes complicaciones, más para aquellos que se veian turbados por apenas una niña, su cuerpo

iba volviendose mas voluptuoso y apetecible para consternación de sus profesores, tios, su padre y su hermano, que ya

empezaba a entrar en la adolescencia.

Para colmo de males nuestra joven protagonista cambio las gafas por lentes de contacto, dejando sus enormes y preciosos

ojos a la vista de todos.

Con quince años las cosas fueron un poco mas lejos con Ruben que ahora gozaba de acceso casi ilimitado del cuerpo de su

novia... por encima de la ropa. Iban juntos al mismo instituto y eran la envidia de todos.

Se celebraba el cumpleaños de la abuela de Bea por parte de padre y se reunió gran parte de la familia en el pueblo donde

vivian. La joven causó sensación entre sus parientes, algunos no la veian desde hacia años.

El más cariñoso, como siempre, fue su tio Alberto, el más joven de los cuatro hermanos de su padre con venticuatro años,

la abrazaba un poco mas fuerte y durante un poco más de tiempo de lo que seria adecuado, la hacia sentarse en su regazo,

la cubria de besos y caricias siempre que podia... no podia evitarlo.

Habian decidido pasar la noche alli y volver al dia siguiente, domingo. En general fue divertido para todos y sus abuelos

estaban encantados de estar con su familia reunida. Después de una opipara cena el tio Alberto que también se quedaba a

pasar la noche, decidio atacar el mueble-bar y le mostro una botella de licor de hierbas a su hermano con una sonrisa

triunfal en los labios.

- -¿Te acuerdas, Mauri? -- Mauricio sonreia mientras se tapaba los ojos con la mano.

- -Menudo pedo se cojió tu padre con este licor en fiestas -- le dijo a Bea -- lo tuvieron que traer sus amigos a rastras y... --

-- ¡No le cuentes esas cosas a la cria!-- espeto su padre, mientras reia recordandolo.

Al final, fueron acostandose todos excepto los dos hermanos, que se contaban antiguas anecdotas mientras se bebian el licor.

Bea se levanto con sed y fue hasta la cocina a por agua, Alberto estaba sentado en la mesa de la cocina y cuando vio

acercarse a su sobrina escondió algo que habia entre sus piernas, rapidamente, tapandolo con el mantel.

-- ¿Que haces? --pregunto Bea timidamente

-- ¿Que haces tu despierta a estas horas? -- le contesto con una sonrisa, aunque parecia avergonzado.

-- Tenia sed..., que es lo escondes? -- dijo ella inocentemente, señalando entre sus piernas.

-- Cosas de mayores -- sonreia achispado por el licor.

--¿ El qué? -- dijo Bea visiblemente intrigada.

- -Hmmmm... -- cavilo un momento Alberto, -- algo que esta riquisimo, pero es solo para mayores.

-- ¿por que es solo para mayores? --mientras hablaba se sirvió un vaso de agua, cuando fue a beber, aún medio dormida, le

cayeron unas gotas por la barbilla y mojaron su camiseta, justo entre sus pechos.

-- Uh, bueno, podrias probarlo -- A Alberto se le ilumino la cara-- pero solo si me haces caso.

-- ¡Vale! -- Bea ya habia probado el alcohol y creia que por ahí era por donde irian los tiros.

-- Lo primero es protegerte los ojos -- dijo alberto solemne, al ver el rostro sorprendido de su sobrina, le dijo:

-- Veras, lo que tengo aqui es un hongo que me han traido desde asia, es tremendamente caro y casi nadie conoce su

existencia, puedo darte un poco, pero sus esporas podrian dañar los ojos de los jovenes, a los adultos no les pasa nada.

Bea estaba intrigada y un poco asustada.

-- Tranquila, es solo por precaución, te garantizo que es lo más rico que probaras jamás. -- cojio una sevilleta de tela y

vendo los ojos de su sobrina-- Asi, ya esta.

- -No veo nada --

- -No te preocupes, yo te lo doy...- -Bea abrió sus preciosos labios-- ¡pero espera!, que te diga otra cosa, es muy importante.

solo se come la parte de fuera, el nucleo es duro y correoso y podria sentarte mal. Tienes que sorber y chupar la parte de

fuera utilizando los labios y la lengua, sin morder, ni arañarlo con los dientes.

-- No se si sabre tio -- jugeteaba nerviosa con un mechon de pelo.

-- Ya veras como si, ademas lo he calentado al baño maria y se desprendera la parte rica con facilidad- - le acaricio los

labios con el dedo-- solo utiliza los labios y la lengua, ¿vale?-- Bea asintio, nerviosa

- -Abre bien la boca- - Abrio la boca timidamente -- Un poco más... y saca un poco la lengua --

-- Perfecto, toma, lamelo un poco primero- - Bea empezo a lamer y le vino un sabor dulzon a la boca.

-- ¿Te gustaaah? -- Alberto arrastró un poco sus palabras, Bea penso que era importante para el que la gustara.

-- Esta muy rico, parece chocolate -- Dijo Bea y volvió a lamer.

-- Esta más rico que el chocolate y... mmmmh alimenta mucho más- - dijo Alberto -- espera mejor te lo meto en la boca para que

lo saborees bien.--

Bea noto la seta en la boca y recordando las palabras de su tio lo chupó con fuerza rodeandolo con los labios.

Su tio se la metia y la sacaba de su boquita, Bea sonrio para sus adentros, pensando que jugaba y usó su lengua para rodearlo,

rebuscando en cada bultito y cada pliegue un poco más de sabor.

--Asi, chupa...aah... lo haces muy bien... -- Alberto parecia encantado con su sobrina

El hongo se movia sobre su lengua y ella lo cubria de saliva, exprimiendolo con su boquita, degustando aquel dulce manjar.

Bea notó como le ponia una mano en la parte de atras de la cabeza y aumentaba el ritmo.

--Hmmm... voy a extraerle el jugo...eh...el sabor es un poco fuerteeee... tragatelo, tragatelo todo.... es... muy bueno

alimenta mucho... tragatelo... quiza te guste... mmmmh...--

La seta entraba y salia de su boca cada vez más y más rapido, le golpeaba en la garganta y Bea seguia chupando y lamiendo con

entusiasmo aunque el sabor a chocolate casi habia desaparecido.

-- Ahhh... Nmhhmmf... -- oyó a su tio gruñir y el jugo caliente y espeso inundó su boca-- ¡Aaaah! asi, tragateloooh...--

Se lo trago tan rapido como pudo y aunque era bastante cantidad, no dejo escapar ni una gota.

Su tio le quito la seta de la boca, mientras le oia respirar con fuerza.

Un momento más tarde le quito la improvisada venda de los ojos y la beso en la mejilla con ternura.

-- ¿Te ha gustado? -- Alberto parecia estar bastante agitado, una gota de sudor le recorria la sien aunque sonreia como un

niño pequeño, visiblemente emocionado.

- -Estaba muy bueno, el jugo era un poco amargo pero estaba rico.- - Bea se relamió las comisuras de los labios.

Alberto se derrumbó en la silla, como si acabase de hacer un gran esfuerzo, su sonrisa se ensancho más aún.

-- Hacia mucho que no hacia esto... A mi ultima novia no le gustaba, decia que le daba asco- - Alberto se puso serio - -Sera

mejor que no le cuentes esto a nadie, tu padre me mata si se entera...--

- -Sera nuestro secreto-- dijo Bea sonriente, le gustaba la idea de compartir un secreto con un adulto.

- -Eres un cielo, pequeña- - Alberto se inclino y la besó otra vez, esta vez en la comisura de los labios.-- sera mejor que

nos vayamos a la cama... que nos vayamos a dormir, es tarde y mañana no va a haber quien nos levante.--

Esa fue la primera vez que Bea... se comió una seta.

A la mañana siguiente, Alberto se dirigia a la cocina con una resaca de mil demonios, cuando oyó a su madre gritar:

-- ¿Quien se ha tomado todo el siropé de chocolate?- - y se puso colorado como un tomate.

El dia habia amanecido frio y nublado y Bea y sus primos aprovecharon que todos se habían levantado para jugar a las

tinieblas en el piso de arriba, donde solo habia dormitorios.

Cerraron todas las persianas y solo llegaba un poco de luz por el estrecho pasillo de la escalera, tenian que encontrar a

los otros, como en el escondite, pero a oscuras. Era algo a lo que solian jugar cuando iban de visita.

Aunque Bea, con quince años y sobre todo Paco su primo de Dieciseis eran mayores para esos juegos cedieron ante la

insistencia de los mas pequeños. Sara, hermana de Paco, tenia nueve, Luis tenia once y Juanma catorce, además estaba Tomás

el hermano pequeño de Bea con trece.

Jugaron un rato, Bea se divertia como una niña y le tocaba ligarsela a Luis. Fue a esconderse en un armario semivacio en el

cuarto del fondo, donde habian dormido sus padres, intento meterse y descubrió que Juanma se le habia adelantado.

- -¡27!, ¡28!, ¡29! y ¡30! ¡Que voy!- - Gritó Luis desde la escalera.

- -Hazme sitio -- susurro Bea a su primo y se apretujó contra el cuerpo de su primo cerrando la puerta tras de si.

Juanma apoyó la espalda en un lado del armario con las piernas semiflexionadas por culpa de un pequeño mueble para guardar

zapatos, asi que Bea le arremetió con los pechos en la cara... estaba en el cielo.

Bea no le dió importancia, concentrada en el juego, no podia imaginar que su primito pensara en ella de un modo sexual.

Se quedaron muy quietos y callados, Bea estaba pendiente de cualquier sonido fuera del armario, La cabeza de Juanma estaba

en otra parte...

- -¡Por Sara! -- Luis gritó triunfante, Sara pegó un gritito al ser descubierta en la habitación de al lado.

Bea giró su cuerpo restregando sus senos por la cara de Juanma, la cerradura del armario era antigua y grande y permitia

vislumbrar la silueta de alguien que viniese desde el pasillo, ya se habia escondido antes en este sitio.

Sin decir una palabra se agachó para mirar por la cerradura, su culito quedo apoyado en la hinchada entrepierna de Juanma

buscando el angulo correcto para ver mejor, empezó a moverse adelante y atrás, roce, roce, roce.

Junma apreto los dientes, era maravilloso. Ambos vestían pantalones de pijama de tela muy fina y su miembro estaba a punto

de estallar.

Bea se sobresaltó al vislumbrar la silueta de Luis acercandose por el pasillo y se echó rapidamente hacia atras.

-- Mmmmghhmff -- gimió Juanma

Se abrió de golpe la puerta del armario y una mano tanteó las cabezas de sus ocupantes.

-- ¡Por Bea! ¡Y Por Juanma! --Proclamó Luis

-- ¡Noooo!, ¿por que has hecho ruido? -- preguntó Bea más divertida que molesta.-- ¿Te he hecho daño?

-- No pasa nada, no te preocupes --contestó Juanma -- pero yo ya no juego más.. .-- que ahora, solo pensaba avergonzado como

echar a lavar su ropa interior y el pantalon del pijama sin que se vieran los lamparones que habia dejado.

Después de comer se despidieron los unos de los otros, su tio Alberto ni siquiera miró a Bea a los ojos, su primo Juanma la

abrazó con una sonrisa inmensa en la cara.

Ese mismo dia, Bea quedó con su novio para ir al cine, la pelicula, una comedia simplona sin muchas expectativas, dio pie a

otras actividades y empezaron a enrollarse.

Ruben estimulaba la entrepierna de Bea por encima de los vaqueros y, en pleno arranque de pasión, se atrevió a guiar su

manita hasta la suya. Ella nerviosa y confusa solo atinó a acariciar su miembro con delicadeza, le pareció inmensa.

Cuando acabó la pelicula, tuvieron que esperar un rato antes de levantarse.

El la acompaño hasta cerca de su casa y alli, entre dos coches, volvieron a enrollarse.

Con sus lenguas entrelazadas, el se afanaba en restregar su bulto contra su entrepierna y cuando ella estaba a punto de tener

un orgasmo Ruben logro deslizar su mano por dentro del pantalon, por debajo de sus braguitas, hasta hacerla acabar tocandola

directamente, piel con piel.

-- Te has pasado... --Un poco avergonzada, ella le regaño timidamente, le habia gustado la experencia... mucho.

- -No... ¿no te ha gustado? -- Ruben estaba terriblemente excitado, seguian abrazados y su bulto presionaba el muslo de Bea.

Ella no dijo nada, sonrió de forma traviesa y le beso, lamiendo sus labios y luego su cuello.

Ruben se estremeció con un escalofrio de puro placer, cuando noto la mano de Bea acariciando su bragueta, suspiró.

Bea acariciaba su pene en toda su extensión, besaba su cuello, lamia su lobulo.

No duró ni cinco minutos y eyaculó, empapando sus pantalones y la parte de abajo de su camiseta.

Es dificil describir lo que sintieron, la sensación de transpasar la barrera de lo prohibido, la emoción de descubrir esas

cosas juntos... reto al lector a intentar recordar aquellas primeras experiencias y deleitarse con ellas.

Después de dejarla en el portal de su casa, una rafaga de frio viento le recordó a Ruben que su pantalon estaba empapado y

pensó que era imposible que alguien pudiese estar más enamorado de lo que lo estaba el.

Al dia siguiente, en el instituto, Bea le contó emocionadisima lo que había pasado con Ruben a Belen, su mejor amiga.

Ella le habia confesado hacia poco como perdió su virginidad con su novio del pueblo, un chico mayor.

Después de mostrarse debidamente escandalizada durante unos segundos, Bea la acribilló a preguntas, parece que el pudor

pierde ante la curiosidad.

Belen también se moria por contarle algo.

--¡Este finde hacemos una fiesta en mi casa! mis padres se piran a la comunion de mi prima.- - dijo Belen emocionada.

- -¿Tu no vas?- - Bea sonreia viendo lo emocionada que estaba su amiga.

- -No, es en Barcelona, vuelven el domingo por la tarde y como este sabado tenemos competición de Judo...- - Belen puso

una sonrisa traviesa.

- -¿Que tenemos competición? pero si no...- -Bea comprendió la sonrisa de su amiga y rió con ganas.-- ¿Y tu hermano?--

El hermano de Belen, tenia diecisiete años, se llamaba Raúl como el novio de Bea pero todo el mundo le llamaba Masi,

incluso sus padres, era el mote que habia tenido desde que se emitió un programa para aprender ingles.

Al igual que el afable monstruo de la serie, siempre fue alto y corpulento, a el le gustó su apodo y asi era como se hacia

llamar.

--El también se queda, pero dice que si no invito a mucha gente y no montamos mucha bulla... el nos compra las bebidas.--

Durante la semana se llevaron a cabo los preparativos de la fiesta. Todos estaban impacientes por que llegará el viernes.

Bea y sus amigos ya salian por los barrios de copas de Madrid, bebiendo "minis" (vasos con capacidad de un litro) de cerveza

y de calimocho (vino con coca-cola) e inluso algun cubata en la discoteca del barrio, cuando no les pedian identificación

para poder entrar.

Bebian deprisa todo lo que les permitia la paga semanal, ya que tenian que volver pronto a casa o sus padres montaban en

colera. Lo cual generó alguna que otra vomitona y algun castigo por volver ebrio a casa.

Bea jamás se habia pasado con el alcohol y paraba de beber en cuanto empezaba a encontrarse rara.

La lista de invitados para la fiesta consistia en cinco chicas y seis chicos.

Alicia, Eva, Susana, Belen y Bea todas iban a la misma clase y tenian la misma edad. Alicia y Eva eran dos chicas rubias

y normalitas, no muy guapas, no muy feas, pero con bonitos cuerpos adolescentes que les permitian ligar cuando salian por ahí

a lucirlos.Susana tenia una cara preciosa pero estaba un poco gordita sobre todo, tenia un culo enorme que era lo que mas le

acomplejaba y trataba de disimularlo con la ropa que se ponia. Belen era un bombón, después de Bea era el cuerpo más deseado

del instituto, con una carita guapisima con altos pomulos y unos preciosos ojos verdes.

Miguel, Pedro y Dani eran compañeros de clase de Bea los tres con quince años a sus espaldas. Miguel y Pedro estaban

secretamente enamorados de Bea, aunque jamás se lo habian dicho a nadie y no habian tocado ni una teta en sus jovenes vidas.

Dani era el novio de Susana, Ruben el novio de Bea, mismo instituto, misma edad, diferente clase. Masi, el hermano de Belen y

luego estaba el repetidor Marino que iba a la misma clase que Bea con dieciseis años. Marino era su apellido.

Amigo de la infancia de Ruben, el novio de Bea, apenas vivia dos portales más abajo que el, habia salido con ellos unas

cuantas veces, pero solia salir con Masi y sus amigos, más mayores.

Durante la semana Bea había intentado que sus padres le dejasen quedarse a dormir en casa de Belen, su padre se había

negado en redondo.

--Unas cuantas chicas se van a quedar a dormir en casa de Belen este viernes.. .-- No -- Contesto muy serio su padre

- -¡Pero si van a estar todas! -- Bea se enfurruñaba a pesar de que no tenia muchas esperanzas en conseguir convencerlo.

- -Todas menos tu - - Repuso su padre tranquilamente.

-- ¡¿Pero por que no?! - - Porque no -- Pero... -- Que no...-- ¡Jo Papaá! -- ¡Te he dicho que no! --punto y final.

Al dia siguiente entre Bea y Belen le convencieron de dejarla que se quedase a dormir. Dos contra uno y cedió enseguida.

Unas cuantas reglas, por supuesto... nada de salir por ahí hasta las tantas, nada de chicos, nada de alcohol.

¿Otras drogas?... inconcebible.

El viernes por la mañana le dieron el dinero que habian juntado a Marino, el y Masi se fueron a comprar las bebidas

saltandose las dos últimas clases.

Ruben no habia tenido exito cuando habia preguntado si le dejaban quedarse a dormir en casa de un amigo.

¿Este viernes? no, el sabado vamos todos donde tu tio a comer y tenemos que salir temprano. No. Nanay. Que no.

A Bea le hubiese encantado poder dormir con Ruben, pero aún asi, pensaba en que teniendo la casa de su amiga...

Con dormitorios libres... se arreglo el poco vello púbico que tenia, por si las moscas. Se excitó mucho cuando vio ante el

espejo la fina linea que se habia dejado, ante la posibilidad de que el lo viese.

Salió de casa vestida con unos vaqueros y una camiseta holgada, al fin y al cabo, no iba de fiesta, solo a dormir a casa de

una amiga. Aún asi su padre parecia a punto de arrepentirse de dejarla ir cuando le repitió las reglas. Enfasis en el

"nada de chicos". siii papá... que pesado. Belen estaba encantada con la idea de dejarle ropa para la fiesta.

Se puso eso si, su mejor lenceria, gris perla con transparencias, con una braguita que dejaba una gran parte de sus nalgas

al descubierto.

Cojió el autobus que le dejaria cerca de casa de su amiga, tuvo que esperar mucho, casi veinte minutos, el autobus venia

lleno, daba igual, solo era un trayecto corto, se agarro a una barra y se quedo de pie, en la parte central, habia muchos

chicos jovenes que la dieron un repaso con la mirada que la sonrojó y todo, se decian cosas al oido y se reian.

Cuando el autobus tomo una curva un poco cerrada una mano le agarró un pecho desde atrás, se volvió asustada para ver a

un señor mayor, muy bajito, que la sonrió avergonzado.

--Perdona bonita, es que no llego a agarrarme arriba - - se disculpó el viejo mientras retiraba la mano -- casi me caigo.

--No se preocupe, no pasa nada.- - Estaban rodeados de gente y Bea pensó que aquel señor tan mayor podria ser su abuelo,

que era inofensivo.

- -¿Te importa si me agarro a ti? -- El viejo no esperó a que la joven le contestará y puso sus manos en sus caderas.

Bea se quedó muy cortada y ,no sabiendo que decir, se quedo callada.

Cuando el autobus tomo otra curva el viejo cambió ligeramente la posición de sus manos una pasó a posarse cerca de su pubis

sobre el bolsillo de su pantalon, la otra quedo asida al bolsillo trasero tocandole el culo sin recato ninguno.

-- Gracias bonita, si no es por ti me caigo. -- le susurró desde su espalda.

¿La estaba metiendo mano? No, no puede ser, un señor tan mayor, no lo hacia a proposito, seguro que no.

Bea no era tan tonta como para no saber que los hombres la miraban con deseo, pero nunca le habia pasado nada parecido y

además no era un hombre el que movia ligeramente las manos acompañando cada meneo del autobus, solo un adorable ancianito.

No lo hace aposta... no puede ser... pero las puntas de sus dedos ya estaban palpando el borde de sus braguitas y la otra

mano había empezado a moverse sobre su trasero.

Se moria de verguenza, más aún cuando noto como su coñito empezaba a humedecerse por lo morboso de la situación.

Intento cambiar de posición pero era imposible moverse, estaban como sardinas en lata.

No lo hace aposta... no puede ser... pero los dedos del vejete ya no dejaban lugar a dudas... no se estaba agarrando, le

acariciaba discretamente la entrepierna y eso que notaba en su pierna... ¡dios mio, estaba empalmado! pensó ruborizada.

Se mordió el labio para reprimir un gemido cuando sus dedos empezaron a presionar su botoncito.

- -¿Que hago? -- pensaba Bea -- ¿Que puedo haaaa.. -- se estremeció ante los habiles dedos que la acariciabian.

El viejo se pegó a ella, restregando su paquete contra su pierna, una mano le agarraba fuertemente las nalgas, mientras la

otra estimulaba su pubis, haciendo pequeños circulos con sus dedos... un calor intensó brotaba de su coñito.

Aquel repentino ataque la había cogido totalmente desprevenida, estaba indefensa ante la lujuria de aquel viejo pervertido.

De repente, noto como la mano del viejo intentaba colarse dentro de su pantalon, acariciando su vientre.

-- ¡Mi parada!- - las puertas empezaron a cerrarse -- ¡Conductor, abra por favor! -- Bea gritó a pleno pulmon.

Volvieron a abrirse las puertas y las dos personas que Bea tenia delante tuvieron que bajar para dejarla pasar, ya en la

acera se volvió a mirar al viejo que la sonreia desde el autobus mientras olisqueaba su mano.

Profundamente turbadapor la experiencia, Bea pensó que al bajarse dos paradas antes de tiempo, tendria tiempo de calmarse

paseando antes de llegar a casa de su amiga...

Cuando le contó a Belen el incidente con el viejo del autobus, esta se partió de risa.

- -¡No tiene gracia tia!- - Bea intentaba explicarse - - Me ha tocado... ahí delante. --

- -¿Te ha puesto cachonda. ¿eh golfilla?- - Belen reia con ganas, hasta que vió a su amiga sonrojarse.-- ¡No jodas!--

Bea se miraba los pies, avergonzada.

- -Vale, vale, ya me imagino que ha tenido que ser muy fuerte, perdona que me haya reido. -- Belen cojió la mano de su amiga.

- -¡Joder, con el viejo verde!- - Belen se rió otra vez y esta vez, Bea rió con ella.

- -Te he preparado la ropa, esta en mi cuarto. --dijo Belen mirando el reloj que estaba en el salón -- v enga, pruebatela que

estos estan a punto de llegar...--

Los padres de Belen tenian un bonito piso, amplio y decorado con buen gusto, con un baño y tres habitaciones.

Encima de la cama de Belen, encontró Bea la ropa que esta habia elegido para ella.

Una minifalda blanca y negra y un top a juego, que dejaba su ombligo al aire, atado al cuello. Jamás se habia puesto ropa

tan provocativa como aquella... - - bueno, hoy es especial -- se dijo a si misma.

Bea era un poco más alta que Belen y tenia más curvas, asi que la falda le quedaba un poco más corta de lo que querria y

el top elastico marcaba provocativamente sus senos, haciendolos juntarse y presionandolos hacia arriba.

-- ¡Tia, me queda un poco pequeño! - - gritó a su amiga que estaba acomodando la casa para recibir a una jauria de adolescentes

bebidos.-- ¡Mira! ¡Ven! --

-- Yo creo que te queda de puta madre- - dijo Belen desde la puerta -- con eso puesto, tienes a Raul babeando en cuanto te vea. --

- -Dejame otra cosa, anda- - Bea se quedo en ropa interior, mientras su amiga de mala gana le buscaba otra cosa que ponerse.

Estuvieron un cuarto de hora probandose ropa pero no le sentaban bien los modelitos que le mostraba su amiga.

-- ¡La culpa es de esas tetorras que te gastas! --le dijo Belen mientras se sopesaba sus propios senos, sonriendo.

Alargo la mano y sopeso las de su amiga, poniendo una mueca.

- -¡Tia! -- Bea apartó la mano de su amiga pero esta volvió al ataque, abarcando un pecho con su mano.

- -Que envidia -- dijo Belen mientras se miraban a los ojos por el espejo del armario, con la mano izquierda amasaba su

pecho mientras la derecha apretaba con dulzura el de su amiga.

Estaba como hipnotizada acariciando sus senos, sus pezones empezaron a erguirse.

¡Rrrrringgg!

El telefonillo sonó sacando a Belen de su trance.

-- ¡Ya estan aqui! -- Belen retiró las manos y corrió a abrir el portal, luego volvió con su amiga que se habia quedado

paralizada en el sitio.

- -Ponte lo primero que te he sacado, te quedaba muy bien, en serio. -- dijo Belen viendo que su amiga seguia en ropa interior

- -Joder tia, que se me marcaba todo...-- dijo Bea

-- No seas tonta, estabas guapisima -- Belen le tendió el top que había elegido y Bea se lo puso a regañadientes.

- -Se me ven las tiras del sujetador. --Bea se ponia la minifalda mientras se miraba en el espejo

¡Trriiing! el timbre de la puerta.

- -Pues quitatelo- - dijo tranquilamente Belen y se fue a abrir la puerta.

Los invitados llegaron casi todos al mismo tiempo, Masi y Marino llegaron cargados de bolsas con bebidas y hielo, Raul

y el resto poco después, todas las chicas se habian esmerado en venir guapas y recibieron halagos y piropos por parte de

los chicos, pero cuando vieron a Bea practicamente babeaban.

Ni rastro de las tiras del sujetador, por supuesto.

Pusieron musica, sirvieron las bebidas y charlaron y rieron durante un rato.

-- ¿No tienes otra cosa? - - El pop-rock de los 80 por lo visto no le iba mucho a Pedro que preguntó a Belen mientras

revisaba la torre de cd´s que estaba al lado del equipo de música.

-- Mira en la habitación de Masi, si quieres.- - contesto Belen subiendo los hombros.

Al cabo de un rato aparecio Pedro con una cinta de video sonriendo de oreja a oreja.

- -Uy, lo que me he encontrado, ¿que habrá aqui?, ¿que podra ser?- - sostenia la cinta en alto para que la vieran todos

-- ¡No me jodas! --tronó la voz de Masi que volvia de ponerse una copa en la cocina. Sonreia sabiendose descubierto.

- -Venga, dejanos verla un poquito -- Venga, porfa -- Va Masi dejanos ver que hay - - Los chicos aunaron fuerzas para

convencerle.

-- Va ponla si quieres, me da igual- - dijo Masi que, sin embargo, si que parecia estar un poco avergonzado.

Pedro hizo los honores y apretó el boton del "play"

La pelicula se llamaba "Rompiendolo" porno de buena calidad cuyo argumento versaba sobre la primera vez de las jovenes actrices

que aparecian, muy apropiada para despertar la libido de los adolescentes que atonitos, visionaban la pantalla mientras hacian

bromas para disipar la creciente tensión sexual.

--Ay, ay, ay, la que te van a dar-- Lo de ese tio no es normal, le habra picado un elefante radiactivo o algo-- tio, que se

va a asfixiar -- parece que la chica tenia hambre, no la deben de dar de comer en casa -- risas generalizadas.

Como decía antes, era una epoca más inocente y la mayoria de los del grupo apenas si habian visto alguna revista o alguna

pelicula porno antes de esa, Bea no había visto nada igual.

Intentaba no quedarse mirando fijamente la pantalla, miraba a los lados para ver si alguien la miraba, estaba sorprendida y

algo confusa, parecian disfrutar mucho con lo que hacian... juntó sus muslos al notar como empezaba a mojarse, sus pezonzitos

se marcaban a traves del top. Una rubia la sonrió desde la pantalla mientras se afanaba en tragarse un enorme cacho de carne.

- -Bueno, ya vale, ¿no?- - dijo Eva apenas dos polvos después de poner la peli.

- -Si, anda, quitar eso ya- - secundo Susana, que lucia un llamativo rubor en sus mejillas.

Belen se acercó y pulso el "stop" ante las quejas de los chicos. "eject" -- Se acabó, toma Masi guardate eso --

le dió la cinta a su hermano y este se apresuró a esconderla en su cuarto.

Siguieron bebiendo y riendo, los chicos echaron un campeonato de pulsos del que Masi se declaró vencedor besando sus enormes

brazos y rugiendo como un leon.-- ¡Biiiig Muzzy! --. Más risas.

Tan solo un par de horas después de haber llegado Dani dijo que Susana y el se iban a dar una vuelta -- a ver si esta se

despeja un poco --, Susana tenia cara de estar a punto de vomitar hasta la primera papilla.

- -Estos no vuelven -- dijo Miguel cuando salieron por la puerta y no se equivocó.

Ruben se habia pasado bastante tambien y se habia quedado amodorrado en el sofá, medio dormido. Bea se molestó bastante, sus

planes, al garete.

- -Vamos a jugar a algo... -- Marino tenia una baraja de cartas en la mano

-- ¿Un mayor o menor bebiendo? --dejó caer Masi -- explicales tu como se juega voy a por unos chupitos -- le dijo a Marino.

Las reglas eran sencillas uno sacaba una carta y el de su lado tenia que adivinar si la siguiente era más alta o más baja, si

acertabas se pasaba el turno al siguiente, si no, bebias y probabas suerte otra vez. si salia el comodin mandabas beber a

quien quisieras.

-- ¿Y si alguien no quiere beber más? - - pregunto Pedro

-- Entonces paga prenda --replico Marino

Baraja francesa dipuesta encima de la mesa, Masi salió de la cocina con nueve chupitos verdosos en una bandeja.

-- Ruben ¿juegas? -- preguntó mientras la dejaba en la mesa.

-- No tio, paso.. .-- apenas podia abrir los ojos-- jugad vosotros -- balbuceó.

Bea tuvo mala suerte desde el principio, todos acertaron su ronda hasta que Masi a su izquierda mostro sonriente el siete

de picas que era mayor que el tres de treboles que habia sacado Marino, otro acierto.

Bea dijo mayor, As de corazones. -- ¡bebes! -- ¿pero el as no es lo más alto? -- En este juego no, bebes-- ¡De un trago!

El primer chupito le dejo un poco de picor en la garganta. Dijo mayor otra vez y saco el siete de corazones.

- -¡Empate! -- Bebes -- jooó -- No es mayor, asi que bebes otra vez.--

Otro chupito para el gaznate. Quemazón en la garganta.

-- Cuidado con mi mezcla especial -- dijo Masi riendo.

-- ¿Que tiene de especial? -- preguntó Bea

-- Es afrodisiaco - - cuando le contestó la sonrisa que puso hizo sentirse un poco incomoda a Bea y pensó que, de algun modo,

quizá fuese verdad.

Al cabo de unas cuantas rondas, ella y Miguel eran los que estaban más perjudicados por los chupitos que Masi preparaba

diligentemente en la cocina.

Belen acertó con su nueve, Miguel dijo menor y sacó un rey. -- ¡Bebes! -- No puedo más, en serio, como me tome otro voy a

echar la pota -- repuso con la lengua fuera.

-- ¡Pues entonces pagas prenda! -- Belen, achispada, parecia encantada con la idea. -- Hmmm dejame pensar... -- Belen compuso

su mejor cara de relexión -- ¡Haznos un calvo!- - rió divertida por su ocurrencia.

Miguel no se hizo de rogar se levanto, se dio media vuelta y se puso los pantalones por los tobillos arrastrando los

calzoncillos en el mismo movimiento, flexiono su espalda y se dió unas palmadas en el culo para completar su actuación.

Belen, aprovechó el momento para darle una palmada en la otra nalga.

Todos se rieron y siguieron jugando.

Unos cuantos chupitos después Bea certificó su derrota.

- - ¡Bebes! -- No, ya no bebo más - - Bea miraba las cartas con ojos vidriosos -- no bebo más -- le ardia la garganta.

-- ¡Vale, pues a pagar prenda! -- Masi se relamia de pensar lo que podía pedirle como prenda -- ¡Enseñanos las tetas! --

Bea vaciló un segundo, abochornada. Los chicos proclamaban a coro -- ¡Que las enseñe!, ¡Que las enseñe! --

Belen acudió al rescate de su amiga -- Masi... no te pases -- Le miró con la cara muy seria.

-- ¡Yo he tenido que enseñar el culo! -- protestó Miguel

-- Bueno, vale- - dijo Masi en un tono conciliador -- pués entonces que vaya en plan commando el resto de la tarde.--

-- ¿Commando? --preguntó Belen extrañada.

-- Sin bragas, que se las quite por debajo de la falda -- concluyó Masi, mirando sonriente a Bea.

Belen iba a protestar otra vez, cuando Bea empezó a agacharse para meter las manos por dentro de su falda.

La ceñida minifalda y la embriaguez de la joven no facilitaban las cosas, en el equipo de musica empezó a sonar el

"Tube Snake Boogie" de ZZ top, un solo de bateria acompañaba los movimientos de Bea, los chicos se relamian.

Con un rapido movimiento, Masi deshizo el nudo que sujetaba el top de Bea, tan rapido que ni Bea ni Belen se percataron.

La falda se subió más de la cuenta dejando al descubierto la parte inferior de sus nalgas, Bea logró bajarse las braguitas

y cayeron hasta sus tobillos, el top se descolgó hasta dejar ver parte de la aureola de sus senos, el equipo de musica

lo celebró añadiendo el sonido de una guitarra electrica a la situación.

-- ¡Tia, que se te ve todo! -- Belen gritó entre risas, los aullidos de los chicos hicieron vanas sus palabras.

Levanto una pierna para liberar las bragas y todos los chicos, inclinaron las cabezas para entrever sus encantos.

Con una expresión traviesa lanzó su otra pierna hacia arriba y la falda se subió aún más, dejando ver su bien arreglado

coñito a la concurrencia, sus vergas hinchadas dieron un pequeño respingo, las bragas describieron una parabola perfecta y

aterrizaron en la cara de Ruben que dormia profundamente en el sofá, con la boca abierta.

Entre risas nerviosas, vitores y bramidos , Bea se quedo de pie, sonriente, hasta que vio a donde dirigian sus miradas todos.

Rapidamente se bajó la falda, roja como un tomate por el espectaculo que habia dado.

Alicia se levantó y la ayudó a colocarse el top, su cara ruborizada por la vergüenza ajena.

-- Bueno, mejor dejamos de jugar a esto -- Belen le hizo un gesto Bea -- ven, vamos a lavarte la cara, a ver si se te

pasa un poco el pedo. --

Bea asintió con la cabeza y mirando al suelo avergonzada, dejo que su amiga la guiara, con una mano sobre sus hombros,

hasta el cuarto de baño.

Masi y Marino fueron a por bebidas a la cocina, Masi le hizó un gesto muy expresivo a su colega, abriendo mucho los ojos.

-- ¡Diosss, como me pone la Bea! - - otro gesto aún más elocuente llevandose tocandose la bragueta -- como se descuide... --

-- Ni se te ocurra pensarlo -- le cortó Marino -- Es la novia de mi colega -- dijo muy serio.

-- Me dirás que a ti no pone berraco -- espetó Masi

-- No, si la niña esta buenesima -- contesto gesticulando con las manos -- pero es la novia de mi amigo, no se toca --

Normalmente, eso no hubiera bastado para disuadir a Masi de intentar algo, pero le caia bien Marino, asi que asintió

refunfuñando.

-- Vale, vale... ponme un cubate, anda.

Belen salió al rato del cuarto de baño, cuando le preguntaron por Bea dijo que le daba vergüenza salir, que ya se le pasaria.

Sonaba el "Bailando" de Alaska y Dinarama, Alicia, Marino, Eva y Pedro hacían eso mismo, mientras Masi les miraba y daba

cuenta de su enesima copa. Belen decidió acabarse la suya, cuando vio los chupitos verdosos que había preparado su hermano.

-- ¿Que les has puesto? -- le preguntó mientras agarraba uno y se lo mostraba.

-- Vodka con lima -- contestó Masi sin dejar de mirar como meneaba el culo Alicia.

-- Menuda mierda de afrodisiaco -- pensó. Y se lo bebió de un trago. Miró a Ruben durmiendo con las bragas de Bea sobre la

cara y sonrió -- si tu supieras -- se dijo a si misma.

Estuvieron un rato, bailando y bebiendo, cuando Marino fué tambaleandose al cuarto de baño, tenia que aliviar la vejiga.

Llamó a la puerta -- ¿Bea? -- volvió a llamar -- Bea tengo que mear... -- Entonces oyó a Bea haciendo sonidos guturales.

Estaba vomitando...

Abrió la puerta, -- ¿Estas bien? -- no espero respuesta de la joven arrodillada que se agarraba a la taza entre arcadas.

-- Espera, deja que te sujete el pelo -- dejó su copa en el lavabo y se apresuró a recoger el pelo de Bea con sus manos.

Cuando volvió la cabeza para no mirar como echaba la pota, vio, a través de un espejo enorme, que la minifalda de Bea se

habia vuelto a subir, dejando sus nalgas y su chochito expuestos.

-- ¿Eee... estas mejor? -- Preguntó sin poder dejar de mirar los labios de su coño.

-- Si... mejor -- contestó Bea que seguia sin abrir los ojos -- creo que ya esta -- seguia aferrada a la taza.

Marino no era virgen, había tenido sexo con un rollete de verano, dos veces, pero a oscuras... y su mente se quedo en blanco

mientras contemplaba la perfección del trasero de Bea y lo apetitoso que parecia su coñito.

Durante lo que le pareció una eternidad se quedo alli, con los ojos fijos en su tesoro, hasta que se obligó a volver la

cabeza. Estaba a punto de reventar los pantalones.

-- ¿Bea? -- La joven se irguió un poco, con los ojos aún cerrados. -- Ven, enjuagate la boca con agua.

Le agarró por la cadera con una mano y con la otra por la axila e intentó incorporla suavemente.

Bea intentó levantarse pero le fallaron las piernas y casí se cae, Marino la sujetó como pudo y su mano izquierda se

deslizó hasta sus senos, sus dedos se colaron por debajo del top, palpando su pezón. Un accidente como otro cualquiera.

La mente de Marino divagaba entre la lealtad con su colega, el deber con su amiga borracha y la erección que le provocaban

sus hormonas adolescentes.

Recorrió con la punta de los dedos el pezon de Bea y apreto su pecho con delicadeza. Ganaron las hormonas.

Aún asi se obligó a llevar a Bea hasta el lavabo, mientras disfutaba del tacto de su suave y calida piel, atrapando su pezón

entre dos dedos. Cuando logró apoyarla en el lavabo retiró suavemente su mano de su pecho para sostenerla desde el vientre.

Abrió el grifo del agua fria.

-- Enjuagate, ¿Bea? , enjuagate la boca y bebe un poco de agua. -- Bea reaccionaba a sus palabras, sin abrir los ojos.

Bea se giró un poco para poder ladear la cabeza y poner la boca debajo del chorro de agua.

Marino le habria avisado de que podia utilizar su vaso vacio, que estaba junto al jabón, pero estaba ocupado disfrutando del

hecho de que, al girarse, su miembro habia quedado apoyado justo entre las desnudas nalgas de su amiga.

No pudo evitar restregar su erección contra el coñito de la diosa que tenia delante, moviendo lentamente las caderas.

Bea dejaba que el agua entrara en su boca y la escupia despacio, cuando una de las embestidas de Marino le arrancó un leve

gemido. El paquete del chico presionaba y se deslizaba arriba y abajo haciendo que levantase sus talones del suelo.

El pantalon de fina tela de Marino comenzaba a mojarse con fluidos vaginales, mientras Bea dejaba que el agua cayese por sus

labios entreabiertos.Marino seguia inclinado sobre ella, moviendo sus caderas y pasando su hinchado miembro por su coñito,

abriendo sus labios vaginales, la falda parecia más un cinturon que otra cosa, casí subida hasta la cintura.

Estaba más excitado que nunca en su vida, el liquido preseminal mojando sus calzones, si seguia así se correria enseguida.

Un pensamiento oscuro recorrió su cerebro... -- solo tenia que desabrocharse los pantalones --, miró hacia la puerta

entreabierta del baño... - - No, puede venir alguien en cualquier momento - - paró de moverse -- Además esto no esta bien,

es la novia de Rubén y ademas, la pobre esta borracha, ¿que estoy haciendo? -- la culpabilidad le golpeó de pronto.

Haciendo gala de una enorme fuerza de voluntad, le bajó la falda con una mano lo mejor que pudo, mientras la sostenia con la

otra. Después de tomarse un momento para serenarse se colocó evitando contactar su erguido pene contra la muchacha.

- - Bea... -- la joven parecia querer abrir los ojos sin conseguirlo del todo -- Bea, bebe un poco y mojate la cara - -

Conseguió que Bea le hiciese caso y después de lavarse un poco la cara parecia un poco más despejada.

-- Será mejor que te eches a dormir la mona un rato -- Marino se echó el brazo de la joven por encima de los hombros,

asiendola por la cadera -- Vamos, yo te llevo. --

El equilibrio de Marino no era gran cosa, al fin y al cabo, también habia bebido lo suyo y Bea apenas si atinaba a colocar

los pies correctamente asi que fueron golpeandose contra las paredes del pasillo, a ambos les entró la risa tonta cuando casí

se caen por tercera vez. Marino se asomó al salon, buscando ayuda, Bea colgaba languida en su costado.

Rubén seguia inconsciente en el sofá sin que pareciese importarle que, a su lado, Belen estuvera montada a horcajadas sobre

Miguel besandole apasionadamente. - - Bien por Miguel - - pensó Marino -- ¿Y los demás? --. Nadie a la vista.

-- ¿Cuanto rato llevo en el servicio? -- pensó mientras miraba como Miguel magreaba el culo de Belen.

Agarró a Bea lo más firmemente que pudo y logró arrastrarla hasta el primer dormitorio que encontró, estaba a oscuras, la

persiana bajada apenás si dejaba entrar un poco de luz desde la calle, vislumbró una cama y tumbó a Bea cayendose el también.

Ella se partia de risa, mientras el la subia las piernas a la cama.

Buscó a tientas un interruptor, queria colocarla de lado, no vaya a ser que volviese a vomitar más tarde.

La foto de boda sobre la cama no dejaba lugar a la duda, era el dormitorio de los padres de Belen.

Bea flexionó las rodillas y se tapo ojos con las manos - - ¡Apagad la luuuz! - - chilló con voz ronca.

Ruben volvió a quedarse ensimismado al contemplar los ahora brillantes e hinchados labios vaginales, perfectamente depilados.

Su verga volvió a erguirse como un resorte, además el top estaba empapado de agua trasparentando sus magnificos pechos.

Una visión preciosa, más de lo que podria soportar cualquier adolescente.

Apagó la luz y cerró la puerta.

Se convenció a si mismo mientras se acercaba a la cama de que solo queria ponerla de lado, quizá quitarle ese top empapado

no vaya a ser que se resfriase...

Ayudado por la poca luz que entraba por la ventana, tiro del cordón que ataba el top a su cuello, deshaciendo el nudo, luego,

con mucha suavidad, la colocó los brazos por encima de su cabeza, ella se dejaba hacer sin emitir ningun ruido, agarró el top

colocando las manos una a cada lado, tragó saliva y tiró hacia arriba lenta pero firmemente hasta que se quedo atrapado en los

codos de la joven, revelando los pechos más bonitos que habia visto en su vida, la luz tostada del atardecer los hacia

parecer más apetitosos aún, si eso era posible.

Mientras los contemplaba embobado, tuvo que lidiar, otra vez, con sus sentimientos.

--Esto no esta bien... -- es aprovecharse de una chica borracha -- es la piba de mi colega -- ¡¡Joder que tetas!! --

Miro el rostro de ella, su boca asomaba por debajo del top que la tapaba los ojos. Por algun motivo, sonreia.

Lo interpreto como una señal y agarro un pecho con cada mano. Ganan las tetas.

Los estrujó y acarició deleitandose con su tacto, amasando sus senos mientras temblaba de puro deseo.

Pellizcó sus pezones con delicadeza, apretandolos entre sus dedos. - - Mmmmhh - - asi fué como arrancó el primer gemido de la

indefensa muchacha.

Crecido al escuchar aquel tenue gemido se lanzó como un poseso a lamer esas maravillosas tetas, chupó, lamió y mordisqueo

los pechos de Bea, mientras esta comenzaba a retorcerse de placer.

- -¡Joder, le gusta! -- se dijo a si mismo, mientras succionaba un pezon como un niño pequeño. -- ¡Esta disfrutando! --

Sin dejar de chupetear sus pechos, miro a la cara de su amiga y vio como se mordia el labio inferior.

Aquello inflamó su pasión aún más y deslizó su mano por sus suaves y tersos muslos, hasta llegar a la entrepierna.

Sin dejar de lamer sus tetas empezó a acariciar su coñito y se regocijó cuando su mano empezó extraer sonidos humedos.

-- Aaah ¡Ah! -- un gemido y un gritito escaparon de los labios de Bea.

Marino llevo su mano hasta su nariz y aspiró con fuerza -- Mmmmm -- se deleitó con el olor de los jugos de Bea, se chupó

los dedos y su sabor le pareció lo más rico que habia probado en su vida.

Miró los labios entreabiertos de Bea y se lanzó a besarla, suavemente, al principio, cuando noto como ella le devolvia los

besos, le metió la lengua en la boca, sus lenguas danzaban mientras el bajó su mano para masturbarla otra vez y acarició

su coñito con los dedos.

- -Mmmgh -- el sonido de los gemidos de Bea se amortiguaba en la boca de Marino -- Oooh, mmmhg --- apretaba sus muslos, se

retorcia y sus caderas empezaron a moverse buscando los dedos de Marino.

Marino bajó su cabeza hasta la entrepierna de Bea y lamió sus muslos, los besuqueo mientras el olor de sus fluidos invadia

la estancia, las caderas de la chica, brincaban y se estremecian con cada caricia, el lamió su entrepierna desde el ano

hasta el clitoris, Bea dió un saltito sobresaltada por tan brusca invasión de sus partes intimas, complacido por su reacción

se concentró en sorber y lamer su hinchado botoncito arrancando gemidos y suspiros por parte de Bea.

Dió otro pequeño respingo cuando el dedo de el se introdujo en su vagina, sin dejar de chupar su rajita, empezo a meter y

sacar aquel dedito juguetón y ella ya meneaba sus caderas con violencia, retorciendose con el top enganchado a su cabeza,

cegandola y aprisionando sus brazos, Marino la observaba desde abajo, viendo como su respiración se volvia cada vez más

agitada y sus pechos se bamboleaban, gemia y luchaba por liberarse de la prenda que la cegaba, sin conseguirlo.

El no podia aguantarlo más, se irguió y se desabrochó los pantalones, liberó su pene hinchado y enrojecido, rezumando

liquido preseminal, ni pensó en el condon de su cartera, Bea seguia con las rodillas flexionadas, sus pechos brillantes por

la saliva, su chochito humedo que le pedia a gritos que se la follará... sujetando su miembro, pasó su capullo, arriba y

abajo  por su rajita, abriendo su labios vaginales y empapandose en sus jugos, era muy placentero, Bea seguia moviendo sus

caderas, buscando un climax que sentia ya muy proximo.

-- Te quiero, Rubén -- susurró ella, de repente.

Marino se quedo helado, al recordar, quien era la chica que estaba a punto de penetrar.

-- Es demasiado tarde -- pensó excitado -- demasiado tarde... --

Apunto su verga con cuidado y empujó -- Aaaau -- Bea se quejó cuando Marino intentó penetrar su uretra.

Volvió a paser la punta por su coñito un par de veces y, esta vez si, apuntó donde debia, el glande quedó perfectamente

situado, cuando iba a empujar con las caderas...

-- ¡Hijo de puta!- - Masi irrumpió en el dormitorio de sus padres bramando como un toro, agarró a Marino por la camiseta y lo

lanzó contra un armario ropero, afortunadamente para Marino estaba como una cuba y el impulso lo derribó también a el, al

lado de la cama -- ¡serás cabrón! -- vociferó el semi-gigante mientras intentaba levantarse.

Marino salió escopetado del cuarto sin abrocharse siquiera los pantalones, Masi lo persiguió gritandole improperios, Marino

salió del piso, bajando las escaleras de dos en dos, completamente aterrorizado, se cayó al llegar al portal y el brazo se

le torció malamente, aprisionado debajo de su cuerpo, desde arriba , al ver que no podia alcanzarle, Masi le gritó desde

más arriba.

-- ¡¿Con que no se toca?! ¿eh, cabrón? -- vociferaba enrabietado -- ¡¿con que no se toca?! ¡¿no?! --

Marino no dejó de correr hasta que llego jadeante al portal de su casa diez minutos después. Masi sintió como un regusto

acido subia por su garganta, una arcada, luego otra más fuerte, entró corriendo en el cuarto de baño y vació el contenido

de su estomago, casi todo dentro de la taza... habria que fregarlo luego.

Bea se quedo alli despatarrada y con el top aprisionandola los brazos, sin saber muy bien que habia pasado, la pobre no

estaba segura ni de donde estaba, ¿Estaba soñando? le habia parecido oir gritar a alguien pero no estaba segura de que eso

hubiese pasado ahora o hace un rato, confusa y desorientada, cerró los ojos y se durmió.

Cuando volvió a despertar, no tenia ni idea de cuanto tiempo había pasado... lucho con el top que la cegaba y tras mucho

esfuerzo logró sacar la cabeza por debajo, luego se lo quito, contempló su cuerpo desnudo, la falda subida hasta la cintura.

- - ¿Había sido un sueño?- -  en su mente se agolpaban imagenes inconexas de ella y Ruben haciendo las mismas cosas que habia

visto en la pelicula porno de Masi... Se pasó una mano por su coñito y la sacudió un escalofrio de placer, estaba caliente y

humedo, la cabeza le empezó a dar vueltas y se incorporó despacio y se sentó en el borde de la cama.

- - ¿Donde estaba? -- , apenas podia ver nada con tan poca luz, entonces recordó que estaba en casa de su amiga, vislumbro una

pequeña lampara en la mesilla, al lado de la cama, logró encenderla y supo que estaba en el dormitorio de los padres de Belen,

nunca habia entrado, pero lo habia visto desde afuera.

Le ardia la garganta, asi que se levanto con cuidado y se puso una bata roja de satén, que estaba colgada detras de la puerta

de la habitación, salió con pasos inseguros del dormitorio, ya era de noche, -- ¿cuanto habría dormido? --

Cuando salió al pasillo vió a Masi que entraba tambaleandose en su cuarto, cerró la puerta y se dejó caer sobre su cama

el quejido de los muelles del somier era audible en la casa, ahora en silencio.

Se lleno un vaso y se lo bebió deprisa, se atraganto y lleno medio vaso más, que tomó a pequeños sorbos.

Cuando pasó cerca del cuarto de Belen oyó musica, lenta, parecia Sade no quisó preguntarse que estaria haciendo.

Fué al salón, donde la luz de las farolas de la calle permitia ver como Ruben dormitaba en el sofá, con los pies en el suelo,

la espalda y la cabeza inclinadas hacia atrás, sonrió, estaba tan mono, asi, dormidito.

Le llamó la atención el bulto de sus pantalones, parecian una tienda de campaña. Se sentó a su lado y se inclinó hasta que

sus labios estuvieron pegados a su oreja.

-- ¿Estas soñando conmigo? -- le susurró al oido

Al no obtener respuesta, le mordisqueó la oreja -- Rubén, Ru-beeen... -- su chico seguia sin despertar y aprovechando que su

boca estaba entreabierta, le besó atrapando su labió inferior con los suyos, pasó sus manos por su pelo y sujetando su

cabeza, volvió a besarle, esta vez metiendo su lengua en su boca. Nada, que Rubén no reaccionaba. Hizo un mohín.

Se acurrucó contra su pecho y los ojos se le fueron hasta la henchida entrepierna de su novio, casí sin pensarlo su manita

agarró aquel bulto candente, recorriendolo de arriba a abajo. Su chochito empezaba a mojarse otra vez.

- -¿Por que estoy tan caliente? -- se dijo en voz baja, una idea traviesa la hizo sonreir.

-- Sera mejor que veamos que se esconde ahí debajo -- susurró mientras le desabrochaba los pantalones.

El pene de Rubén se habia abierto paso por la abertura del calzoncillo y salió al encuentro de Bea alzandose majestuoso.

Bea ahogó una exclamación, observando con los ojos muy abiertos el tesoro que habia encontrado.

Lo tocó timidamente, le sorprendió el calor que despedia y retiró la mano como si pudiera quemarla. rió nerviosa y mirando

el rostro de su amado, volvió a tocarlo, su coñito se mojó más aún, lo asió y empezó a masturbarlo mirando fascinada como

subia y bajaba el pellejo, cada vez estaba más excitada y volvió a besar el cuello de su novio, que ni se inmutó.

Bea llevo su otra mano a su entrepiena, sin dejar de masturbar a Rubén y empezó a tocarse, su vagina estaba empapada.

Se habia masturbado antes, pocas veces, pero esta vez era distinto, se estremecia con el roce de sus dedos, su cuerpo le

demandaba un orgasmo a gritos, nunca habia estado tan cachonda en toda su vida. Tenia que despertar a Rubén.

Se puso de rodillas en el sofá y se quitó la bata, la tenue luz amarillenta de la calle iluminó su desnudez cuando volvió

a cojer a su chico por el cuello.

--¿Rubén?-- besito -- Rubén, despierta cariño -- besito -- despierta, por favor... -- besito, besito --

El se agitó un poco, pero seguia sin abrir los ojos. Era de lo más frustrante.

Bea decidió que, con el despierto o dormido, no iba a quedarse así. Se quitó la falda dejandola caer al suelo y paso una

pierna a cada lado de las de su novio, puso sus pechos en su cara, pasando un pezón por sus labios, estaba fuera de si.

- - Ru-been, si no te despiertas te lo vas a per-deeer -- le advirtió por última vez

Cojió su pene y lo guio hasta su rajita, dudo un momento, respiro hondo y bajo sus caderas con cuidado, la punta del capullo

penetró un poco y el pene se dobló, acariciando su rajita , volvió a intentarlo, se dobló otra vez.

La frustración de Bea iba en aumento, pero no se rendiria tan facilmente.

Aún sin saber mucho sobre estas cosas Bea comprendió que necesitaba que su erección fuese más firme.

Una idea cruzo su mente, ¿se atreveria a hacerlo?.

Desmontó a Ruben y se arrodillo a su lado, asió su pene con una mano mientras se echaba el pelo a un lado con la otra,

lamió la punta e hizo circulos con su lengua alrededor de su capullo, chupó la cabeza y lamió el tronco, imitando todo lo que

había visto hacer a las chicas de la pelicula porno, mientras lanzaba miraditas a Rubén por si despertaba, aquello la estaba

excitando más aún, su coñito chorreaba, se la metió en la boca y empezó a subir y bajar su cabeza haciendo unos ruiditos

indecentes cuando succiónaba con fuerza.

La situación era de lo más excitante para ella, estaba haciendo algo osado, algo prohibido... y lo estaba disfrutando.

Cada vez más excitada, engulló su polla hasta que le tocó la garganta y aumentó el ritmo de la mamada.

Su cabeza subia y bajaba y la saliva rebosaba de su boca, cayendo por sus comisuras, goteando por el pene de su novio hasta

mojar sus testiculos, arriba y abajo, arriba y abajo, mientras sus dedos se perdian entre los labios de su chochito.

Le sorprendió notar como se hacia más grande dentro de su boca, Rubén dejo escapar un leve gemido.

-- Creo que ya esta - - le dijo bajito mientras seguia acariciando su verga, extendiendo su saliva.

Volvió a colocar una pierna a cada lado de Rubén, esta vez se puso de espaldas a el -- quizá asi sea más facil-- pensó

Al intentar colocar la polla en posición, se acarició los hinchados labios de su vulva con la punta y una rafaga de placer

la hizo suspirar, apuntó con cuidado y descendió lentamente introduciendo la mitad del capullo.

-- Aaaah -- la sensación de sentirse invadida ahí abajo se le hizo extraña, respiro hondo y descendió un poco más.

De alguna forma se volvió a salir, Bea estaba a punto de llorar de rabia.

Volvió a colocar la polla de su chico en posición e introdujo casí todo el capullo de un golpe de caderas, apretó los dientes

y se dejó caer enterrandose medio miembro en las entrañas, una punzada de dolor hizo que se mordiera el labio inferior para

no gritar, se quedo quieta un momento, casi sin respirar, hasta que el dolor remitió casi del todo y se la metió hasta el

fondo. Miró donde estaban conectados, le pareció increible que ese trozo de carne estuviese dentro de ella.

Apoyada con las manos y las plantas de los pies, rodillas flexionadas, empezó un lento vaivén con las caderas, adelante

y atrás, adelante y atrás..., sus fluidos empapaban la ropa y el vello púbico del chico.

-- Ah ah ¡aaah! -- Bea empezaba a sentir placer, sintiendose llena por dentro, se recostó en el pecho de su amante y giró la

cabeza intentando besarle, pasó un brazo por detrás de la cabeza de Rubén y consiguió meterle la lengua en la boca.

Haciendo circulos con sus caderas, lamia los labios de su amante, el roce de su verga contra las paredes de su vulva parecia

haber desterrado todo rastro del dolor de su hímen perdido. Su novió suspiró, sumido en sus sueños.

- - Aaammf - - gimió con su boca pegada a la suya -- Ay dios, ¡ay dios mio que rico! --  se apoyó con las dos manos y comenzó a

botar arriba y abajo concentrandose en las nuevas y placenteras sensaciones que estaba experimentando.

Rubén se despertó con una sensación maravillosa envolviendo su miembro, humeda y calida, cuando vio la espalda de Bea

subiendo y bajando ante sus ojos, no sabia que era lo que pasaba, parpadeó varias veces, atonito.

-- Mmmmmmff - - Una oleada de placer indescriptible hizó gemir a Rubén -- Bea... ¿pero que... ¡Aaaah! -- agarró sus caderas

instintivamente, sin que Bea disminuyese el ritmo de su cabalgada.

Bea se volvió hacia el con el rostro sudoroso y contorsionado de placer, se oian sus respiraciones breves y fuertes.

-- Ah, Ah, Ah, ay dios que gusto -- Bea intentaba no alzar la voz -- no puedo parar cariño -- arqueó su espalda, mientras

seguia botando sobre los muslos del muchacho, gozando cada centimetro que se introducia, una y otra vez, en su cuerpo.

Rubén acompañaba los movimientos de Bea con las manos en sus caderas, bramaba como un toro, jamás habia sentido algo tan

intenso, parecia que se fuese a romper por dentro.

-- ¡Mmmm mmmfm mmffmhmh! -- Bea trataba de ahogar sus gemidos mordiendose el labio inferior

Rubén estaba en otro mundo, bufando, empezó a mover sus caderas, haciendo más profunda aún la penetración.

Los sonidos de la respiración de los jovenes se mezclaban con el que hacia el culo de Bea chocando contra el pubis de Rubén.

Sin poder lanzar ningún aviso, un sonido gutural brotó de la garganta de Rubén y eyaculó, abundantemente.

Al sentir ese torrente de liquido ardiente derramarse dentro de ella Bea tuvó un maravilloso orgasmo, oleadas de placer

la sacudian, haciendola convulsionar, mientras emitia un largo y grave siseo.

Se quedaron abrazados, sudorosos y jadeantes, sin que ninguno se atreviese a decir nada.

-- Eres... increible... -- logró articular el con la respiración entrecortada y la besó en la mejilla.

Bea estaba todavia recuperandose del orgasmo más intenso que habia experimentado jamás, pequeñas descargas de placer todavia

sacudian su cuerpo, haciendola temblar.

-- Te quiero -- Te quiero-- se dijeron al mismo tiempo. La felicidad era patente en sus jovenes rostros.

-- Las doce -- dijo tranquilamente Rubén mirando un elegante reloj de pared -- Mi padre me va a matar -- sentenció sin hacer

el más minimo amago de moverse.

Cuando el pudor asaltó a Bea y esta pensó en vestirse, recordo algo de repente.

-- ¿Donde estan mis bragas? -- pensó y el miembro, ahora flaccido, de Rubén salió de su vagina, dejando atrás un hilillo de

semen, el la abrazó con fuerza, pasando los brazos por debajo de sus pechos, ambos rebosaban felicidad.


Para los que habeis llegado hasta aqui, deciros que aunque conozco esta pagina desde hace tiempo, este es mi primer relato.

Tras cavilarlo un poco, decidí que contar mis propias experiencias en primera persona era muy dificil, ya que la memoria no

me permite recordar todos los detalles y puestos a novelar esos fragmentos, era mejor crear un personaje ficticio que

protagonizara la historia.

Así que algunos hechos están basados en hechos reales y otros, totalmente novelados.

Me conformaria con haberos acelerado un poco el pulso, para mi ha sido toda una experiencia enfrentarme a mis recuerdos.

Sabed que he eliminado más de lo que he escrito y, por favor, disculpad las erratas y faltas de ortografia.

Sed buenos con las criticas, si puede ser.

Espero encontrar fuerzas para continuar la historia, como decia, a sido intenso. Un saludo.