Irma

De esas chicas que te sorprende su forma de ser.

IRMA

Hace mucho tiempo tiene que no relato mis aventuras; a Irma la conocí en el café del campus de la Universidad, aquí en la ciudad de México, era de esas chicas serias y muy calladas, pera mi buena fortuna nos toco compartir mesa para almorzar.

Lo que me fascino al sentarme al frente de ella, fue lo blanco de su piel, y unos ojos café claro detrás de sus gafas, ese día ella llevaba una blusa en cuello en V, que me permitía ver el nacimiento de sus pequeños duraznos. El gran logro de ese día, fue haber obtenido su número de celular y acordar una cita para ir al cine, cuando nos pusiéramos de acuerdo. En la noche no pude olvidar su pequeño cuerpo, ella es delgadita, mide 1.60, cabello largo y unos labios rosas.

Así me dieron las once de la noche y no pude avanzar en los trabajos de la U. Tome el teléfono y le marque a su celular, al contestarme ella le ofrecí disculpas por haberle hablado tan tarde, a lo cual ella ni se incomodo, acordamos ir el viernes a la disco. Para mi mala suerte el viernes no circula el carro y tuve que irme en metro a su casa, al llegar toco la puerta con cierto nerviosismo, sale y me recibe, vestía un jeans pegadísimos, una de esas blusas de espalda descubierta, su cabello recogido.

Me acerco a saludarla y me planta un beso a medio labio, tomamos taxi y fuimos a caminar a Coyoacan, notaba como los señores la desvestían con la mirada, mas yo me la quería comer toda. Compramos unas cervezas en el OXXO, y yo le decía los bonita que se veía, en eso le planto un beso en los labios a lo cual ella, me comía, la tome por la cintura y como pude tomamos un taxi.

En el taxi nos seguíamos besando, acariciaba su espalda y su culo, sus labios estaban rojisimos; llegamos a su casa no se cuanto el pague al taxista, cerramos la puerta y me jalo a la sala. Nos volvimos a besar, mis manos como pudieron se metieron en su blusa, mientras ella acariciaba mi cabello, bajo a mi pantalón, bajo el cierre y lo abrió y empezó a besar sobre el boxer y con una voz angelical me dijo- Papi, quiero mi lechita- eso me puso a mil y vi como la saco y la recorrió mi verga con su lengua, como una paleta y mas dura se me ponía, y como una experta se la empezó a comer, me veía a los ojos y mas se la comía, me vine a su boca y unas gotas recorrieron sus labios.

No se como me incorpore, y como pude le levante aparte la blusa y el sujetador, y me empecé a comer sus senos, pequeños, con unos pezones como cerezas, mi mano se metió entre sus jeans, ella gemía, me decía –mas papi, mas- le baje los jeans y vi una de las vaginas mas lindas con los dedos me ayude abrirme paso y me la comía, ella estaba demasiado mojada, se arqueaba y apretaba los pechos.

En eso tocaron el timbre de la casa, de golpe fuimos sacados del éxtasis, nos acomodamos la ropa lo mas rápido que se pudo, y rociamos Glade en la sala. Al abrir, vimos a varias amigas de ella, que se iban a la disco. Nos dimos un beso y se fue con sus amigas a la disco, esta fue la primera vez que Salí con Irma.