Irma (2)

Cuando un hombre ama de veras, su pasión lo penetra todo y es capaz de traspasar la tierra (Rubén Darío)... sin comentarios...

-Uff, por poco y nos descubren-suspire.

-No creas que por esto me vas a dejar así - decía Irma que estaba detrás de mí.

Voltee y mi adorada diosa se acercaba a mi gateando insinuosamente y mirándome con lujuria, me tumbo al frió y húmedo césped y encima de mi me susurro:

-Ahora soy yo la que va a disfrutar esto Pablito

(SEGUNDA PARTE)

Cuando Irma me dijo esas palabras me petrifique, me quede pensando en lo que iba a hacer y no tardaría en darme cuenta…..

Conforme termino de decirme eso paso la punta de su lengua por mi oído sobresaltándome

que te pasa Pablito… ¿acaso te gusta?.- dijo con algo de complicidad

No dije nada, y ella siguió bajando por mi cuello besándolo, chupándolo y lamiéndolo hasta llegar a mi pecho donde se entretuvo lamiendo mis tetillas con apego, para ser franco jamás me habían lamido esa parte así que la primera vez me sentí raro pero al final me fue gustando. Se detuvo en tan febril tarea para luego sin despegarme la vista de encima refregar su sexo contra el mío, se movía lentamente hacia arriba y hacia abajo la iba a tomar de las caderas pero ella me lo impidió tomando mis manos y haciéndolas a un lado sin soltarlas diciendo:

Te dije que seria YO quien disfrutara de esto, o acaso quieres que tu jefe se enoje ¿eh?

N...no para nada- articule con cierto esfuerzo ya que ese movimiento me estaba haciendo enloquecer

Siguió moviéndose sin piedad con mirada maliciosa y mordiéndose los labios aun sin soltarme, seguro sabía que si me soltaba me abalanzaría hacia ella como un animal salvaje; a esta mujer le gusta hacerme sufrir por lo que veo. Decidió guiar mis manos hacia sus pechos y acariciarlos circularmente.

El señor desea pasar ¿cierto? permítame lo atiendo – me dijo mientras se acostaba sobre mi y con su mano guió mi pene hacia su cueva y empezó a moverse con un ritmo acompasado.

Aun acostada sobre mi se seguía moviendo cada vez mas rápido mientras me besaba apasionadamente jugando con mi lengua y sus manos sobre mi pecho. Mi cuerpo no respondía solo me quedaba inmóvil; las descargas de placer que me estaban invadiendo prácticamente anulo mis movimientos no tenia otra opción que dejarme llevar.

Se levanto y siguió cabalgándome ahora acariciándose sus pechos estrechándolos, magreándolos, apretándolos; no paraba de suspirar y gemir con los ojos cerrados diciendo mi nombre o lo bien que se sentía.

Ya empezaba a gobernar mi cuerpo y me levante para quedar sentado y ella aun encima de mí, la abrace con un brazo en su cintura y ella me rodeo el cuello con los suyos.

Irma…Irma no sabes lo mucho que te quiero- le dije mirándola firmemente.

Shhh no digas nada Pablo, solo bésame. – me decía tapándome la boca con su dedo y con una mirada dulce y tierna.

Lo hice sin titubear la bese con ganas, sin despegarme de ella ni un instante acariciando su espalda, su cuello, ese cabello tan liso y sedoso ya hasta podría decir que olía a vainilla.

Voy a correrme Irma – grite.

Entonces corrámonos juntos mi amor- contesto

Explotamos en un orgasmo total arqueando nuestros cuerpos al unísono y dejándonos caer en el césped resoplando del cansancio.

A la mañana siguiente mientras nosotros llegábamos bien acaramelados y veíamos a los otros que estaban afectados por la resaca el presidente (que era el único que no bebía mucho en el grupo) nos recibió.

Por lo que veo la fiesta obtuvo buenos resultados- dijo con una sonrisa.

No sabe cuanto señor jajaja- conteste riéndome.

¡Pablo!- grito Irma mientras me daba un codazo en mi costado.

UN AÑO DESPUES

Hey Pablo, porque no vienes con nosotros al bar que acabaron de inaugurar- decía uno de mis compañeros.

Ehhh pues no se, no suelo beber mucho. –respondí.

No te preocupes amigo yo te invito además si decides venir trae una pareja ya que todos tenemos una y vamos a pasarlo bien. – decía guiñándome el ojo.

En medio de esa charla una silueta nos interrumpió y mi compañero al verla se despidió de mí y salio corriendo por el pasillo:

¿Acaso el señor Martinez tiene una cita importante esta noche?- era Irma con los brazos cruzados esperando una respuesta.

Eh…hola amor, si, Camilo quería que fuera a un bar que acabaron de inaugurar

Se acerca con un rostro inexpresivo, se sentó en mi escritorio y acariciándome la mejilla me dijo:

No seria mala idea si me llevas allá, además recuerda que tenemos una celebración pendiente – y me dio un beso.

Por supuesto cariño. – respondí.

Se levanto y se fue a su oficina, yo me quedaba meditando acerca de lo que Irma me dijo, después de todo teníamos que celebrar nuestro primer aniversario, me quede mirando un buen rato un retrato que había en mi escritorio y allí estábamos Irma y yo en nuestra boda, me levante sonriendo y me dirigí a una bodega gritando:

Oye, Camilo, dime a que hora nos vemos allá.

FIN