Ireneo queria mi -nafta-

A Ireneo lo conocí en una Estación de Servicio, su culito virgen pedía "nafta", yo le dí la mía y él a cambio me dio placer y nafta para mi moto.

IRENEO QUERIA MI "NAFTA" A los diecisiete años con esas ansías terribles que tenemos por probarlo todo, conocí a un chico que trabajaba en una Estación de Servicio de Piriápolis donde yo veraneaba desde hacía tiempo en la casa que mis abuelos tenían allí para pasar las vacaciones. Un día fui a llenar el tanque de mi moto y me atendió él, así lo conocí. Era como yo, o sea casi de mi misma edad porque un año menos no se nota, pero al ser él muy rubio y rosado de cutis aparentaba mucho menos y de su estatura puedo decir que tendría un par de centímetros menos que yo. Me llenó el tanque de la moto, hablamos cualquier cosa relativa al día, al calor y sobre la moto. Pero cuando se agachó a recoger un trapo que se le había caído de las manos pude apreciar a través de lo apretado de su pantalón de jean que tenía unas nalgas muy apetecibles... Le pagué la nafta y me fui, supongo que me quedó mirando porque mientras llenaba el tanque me miraba la entrepierna que apenas estaba cubierta por un short muy diminuto que me cubría para ir a la playa. Pensé mucho en él y en su mirada lasciva, pero me dije que serían imaginaciones mías porque andaba caliente y no tenía a nadie con quien sacarme esa calentura de adolescente o post-adolescente. Cuando noté que el tanque de mi moto estaba vaciándose, aparecí nuevamente por la Estación de Servicio (que en otros países les llaman Gasolinera o algo similar). Ese chico se apuró en atenderme y les ganó de mano a sus compañeros de trabajo. Después de saludarme y preguntarme la cantidadad de nafta que quería se puso a llenar el tanque pero al disimulo apoyó su mano en mi pierna y comenzó a rozar los vellos con las yemas de sus dedos, lo miré y pude notar que bajo su bragueta había una pequeña protuberancia que significaba que su pija se estaba alzando o sea parándose porque se estaba estimulando con el roce de su mano en mi pierna. Con esa ceremonia perdió el control del líquido que llenaba el tanque de mi moto y cuando se dio cuenta de que se derramaba sobre el piso muy apuradamente cerró la salida de la manguera y me dijo que iba al baño a lavarse las manos. Por la forma que me dijo "voy al baño" entendí que era una invitación para que lo siguiese. Dejé la moto allí y lo seguí. Cuando llegué efectivamente estaba lavándose las manos, me dirigí a uno de los gabinetes, me bajé el short y agarré mi pija con la mano e hice como que iba a orinar cosa que no sucedió porque inmediatamente entró él, se sentó en el inodoro me miró la pija que ya estaba semi- erecta la tomó con sus manos y dijo: -Que linda pija tenés!!!! Sonreí y al instante mi pija había desaparecido dentro de su boca, miré más abajo y vi una diminuta verga que él había extraído de dentro de sus pantalones la cual furiosamente empezó a pajear mientras su boca iba y venía haciendo el recorrido de mi pija hasta que su nariz chocaba con mis pendejos. Cerré los ojos para disfrutar maá intensamente de esa inesperada chupada en ese baño de la Estación de Servicio y comencé a metérsela y a sacársela de su boca a toda velocidad pegándole con cada embestida en su garganta, pero al sacarla su boca no permitía que el glande saliese porque lo mordía con sus labios en el borde bajo la cabeza de mi pija y allí quedaba el glande siendo succionado por esos labios extremadamente jóvenes pero no inexpertos. Me puse nervioso porque alguién lo llamaba desde afuera y apuré las embestidas hasta que sentí que mi verga se hinchaba al máximo y comenzaba a descargar una generosa cantidad de semen la cual corrió por su garganta y supongo que no se habrá detenido hasta que llegó a su estómago. -Ahhhhhhhhhhhhh...!!!!! Fue mi única exclamación de gozo al notar que la descarga estaba en su apogeo y en ese momento su boca apretó más y una mordida suave percibí en el glande al mismo tiempo que su mano agitaba al máximo su pija la cual miré y vi como corría su leche entre sus dedos. Abandoné su boca con la verga aun chorreante pero no por mucho tiempo ya que él la lamió delicadamente pero con fuerza hasta extraer los últimos vestigios que denotaban que recién había eyaculado. Apresuradamente la guardé dentro de mi short al oir que nuevamente lo llamaban. El se paró, salímos del gabinete, se lavó nuevamente las manos que esta vez estaban llenas de semen y por supuesto lavó su pija, luego la guardó y antes de salir me dijo: -Me llamo Ireneo, que lindo fue chupártela, recién te llené el tanque de la moto, pero al ver tu pija tan linda quiero que vos me llenés "mi tanque" con tu "nafta". Sonreí y le dije como galantería: -Vos la chupás muy bien... -Salgo a las 8, vení a buscarme y me llenás "el tanque". -Bueno, te veo esta noche, esperame por si me retraso... El salió primero porque nuevamente lo llamaron, esperé unos instantes en el baño pensando en lo que había sucedido allí y salí. El estaba llenádole el tanque a un auto, me subí a mi moto y al pasar a su lado le dije: -Hasta luego. Me miró con una mirada como diciéndome que me estaría esperando y me fui a la playa. Allí estuve pensando en lo sucedido y que me gustaría disfrutar taladrando ese culito marcado por sus jeans que tanto me había impresioando cuando se dio vuelta y lo vi en su lugar de trabajo. No voy a negar que en la playa pasé bastantes ratos de pija dura ya que con solo pensar en él ésta se levantaba de su letargo. Con un poco de retraso a la hora convenida pasé por su trabajo donde Ireneo me estaba esperando con la cabeza empapada según dijo se había bañado al terminar su trabajo y por eso estaba en esas condicones. Todavía estaba claro, porque en el verano a las 8 de la noche todavía hay claridad por eso le pregunté donde quería ir, a lo que me respondió: -Vamos para el lado del Cerro San Antonio ahi entre las rocas hay lugares donde no nos van a molestar. Subió a mi moto y partímos rumbo al lugar elegido por él, donde hay unas pasarelas de hormigón con barandas simulando troncos deÿárboles. El que conozca Piriápolis sabrá a que lugar me refiero, es un lugar muy bello desde donde se puede ver todo el balneario de Piriápolis y en las noches de luna se puede disfrutar de unas magníficas vistas del lugar con los diversos colores del cielo que iluminan el agua, la costa y por supuesta la edificación. Dejé la moto escondida entre unos matorrales, luego caminamos en silencio por esa pasarela iluminados por la luz de la luna que a través de ella nuestras siluetas parecían muy misteriosas. -Y ahora que hacemos? -Vamos a bajar por acá y nos metemos entre las rocas. Se ve que él conocía mucho esos escondrijos porque me tomó de la mano y me ayudó a pasar por entre la baranda y me guió hasta detrás de unas rocas. Por ahí había alguna pareja haciendo o intentando hacer lo mismo que nosotros pero nadie nos prestó atención ya que estaba cada uno en lo suyo. Cuando nos ubicamos detrás de una roca lo atraje hacia mi y lo besé en la boca haciendo mucha presión sobre sus labios y tratando de succionar su lengua al máximo para que entrase dentro de mi boca. Correspondió con igual desesperación y calentura a mis efusivos intercambios de saliva y lamidas de paladar hasta que se separó un rato, después cuando nuestras pijas duras se frotaron una contra la otra protegidas por las telas de nuestras respectivas vestimentas. El estaba de jeans y yo de shorts por eso para mi fue más fácil quitármelos mientras Ireneo se desvestía ante mi atenta mirada que quería descubrir como era el cuerpo del cual iba a disfrutar. Se dio la vuelta, se agachó para quitarse el pantlón y me dio un fascinante espectáculo, ante mi vista tenía el culito de Ireneo muy rosadito y apretado porque no se lo había dado a nadie antes que a mí. Comprobé eso porque al pasarle mi lengua por allí él se estremeció y me dijo que era su primera vez, que nunca lo habían cogido, pero que chupar pijas le encantaba y lo hacía muy a menudo. Quedó en cuatro patas ofreciéndome su agujerito el cual empecé a lamer cada vez más fuerte hasta que sentí que se aflojaba y mi lengua iba cada vez más adentro. Suspiraba intensamente disfrutando cada lamida, hasta que comencé a masajearlo con la yema de mis dedos y la punta de estos empezó a entrarle muy suavecito. Como mi pija dura necesitaba atención paré la introdución de mis dedos y me acosté en el suelo con la pija apuntando hacia la luna que la iluminaba muy bellamente. El al ver como estaba húmeda por alguna secrección lubricante no aguantó más y se lanzó sobre su majar favorito quedando su cabellera sobre mi ombligo. Pude sentir sus cabellos finitos apenas húmedos porque ya casi se habían secado totalmente. Eso me excitó muchisimo y comencé a apretarle la cabeza sobre mi verga hasta que se la tragó toda. -Vamos a hacer un 69, te parece bien? Se acomodó complaciendo mi pedido y pude ver que su verga estaba dura la cual no era muy grande ni apetecible dado su tamaño, por lo tanto mientras el me la chupaba yo me dediqué a seguir con el trabajo de dilatación que habí comenzado un rato antes. Cada vez que mi lengua rozaba su agujerito él como respuesta me apretaba más la verga con sus labios como aprobando el disfrute que estaba recibiendo por esa zona, luego de unos instantes volví a explorar su interior con mis dedos que esta vez comenzaron a pasar ese umbral que se estaba abriendo y hasta que tres de ellos no se alojarob allí dentro no me detuve. Fue tan intenso el gozo que sintió al moverlos dentro de ese apretado canal que la pija de Ireneo no soportó más excitación y pude sentir que su pija latía de una manera estrepitosa apretada entre su vientre y mi pecho. No fue necesaria la utilización de las manos, Irineo había acabado sin siquiera tocársela, solamente con los movimientos de mis dedos en su recto y con las succiones que le hacía a mi pija alojanda en su garganta fue suficiente para que su juvneil verga explotase en unas tres o cuatro contracciones acompañadas de un abundante líquido caliente el cual quedó alojado entre nuestros dos cuerpos. Yo quería metérsela, si para eso me había invitado, pero ante esta sitiuación no sabía que iba a hacer. Descansamos un poco hasta que me la volvió a chupar porque vio que seguía dura y la suya al solo contacto de sus labios sobre mi glande respondió de una manera vertiginosa parándose nuevamente. Le dije que se sentase sobre ella, así tendría el control y si le dolía podía detenerse o bajar de a poco sobre ella. Así lo hizo se ubicó sobre mi verga empapada de saliva, le saqué los dedos de su culo dejándole una abertura bastante pronunciada, con las manos al tanteo puse la cabeza de mi pija al borde de su agujero y el me ayudó a calzarla en su entrada. Bajó un poquito y pude sentir que la punta de mi glande pasaba esa dilatada zona pero el borde fue detenido por las compuertas que no cedín. Ireneo quería tragarse mi verga porque para eso me había citado pero cada vez que la cabeza tocaba su ano y el empezaba a bajar sobre ella no sé si por temor o realmente le dolía que por esa razón disparaba hacia arriba sin siquiera dejar pasar el glande dentro de su virginal ano. Así no íbamos a lograr nada por lo tanto le dije que se pusiese en cuatro patas sobre las rocas que había por allí y de esa manera yo controlaría la situación. Empecé nuevamente a meter mis dedos y a moverlos en círculos dentro de ese ano que era alumbrado por la luz de la luna hasta que mi pija dura la apoyé otra vez en esa entrada que la deseaba pero que al mismo tiempo la temía. Ireneo respiró muy hondo cuando sintió que había pasado el glande y un "Glup" muy sonoro salió de su esfínter al ser dilatado por mi verga al pasar por allí, luego sentí que los latidos de su corazón aumentaban de una manera muy intensa porque Ireneo estaba gozando y al mismo tiempo sintiéndose culpable o algo parecido al haber entregado su virginidad a un chico que recién había conocido. Con esos agitados latidos casi instintivamente comenzó a mover sus caderas para dar paso a que mi pija entrase cada vez más profundamente en su interior, todos esos movimientos los hacía de una forma casi impercetible de tan lentos, quería y lo estaba logrando gozar con cada milímetro de pija que entraba en su recto. Yo esataba realmente excitado y contento con mi nuevo amigo y comencé a embestirlo de una manera rápida y firme contra ese culito que quería mi "nafta" De vez en cuando, se la sacaba totalmente para refregar mi glande chorreante por sus nalgas y para pegarle desde atrás en su huevvos colgantes, luego de unos cuantos golpes se la volví a meter lentamente antes de que su culito se cerrase y me impidisiese meterla con facilidad. Una vez que le entro toda le di unos pocos bombeos más y sin poder aguantar me descargué allí dentro largando toda la "nafta " que me quedaba contenida en mis reservas y complaciendo al pedido de Ireno le llená el "tanque" con ella. Quedó mu agitado y feliz porque había logrado su objetivo de que alguien le llenase el tanque por primera vez. Pasé mi mano hacia abajo de nuestros cuerpos y me encontré con su pija mustia totalmente empapada por su líquido seminal que había fluído en los momentos que el mío se descargaba en su interior. Lo cogí con mucho gusto y se la metí tan profundamente que como se dice popularmente "se la meti hasta la nariz". Gemimos como locos, por supuesto que él más que yo que pude controlarme para no despertar sospechas en la gente que andaba por allí. Me encantí su culito rosadito, tiernito, nuevo ... En otra oportunidad me invitó a su casa donde tuve el placer de verlo bajar y subir sobre mi verga pero eso fue en el piso de su dormitorio, lástima que cuando estaba eyaculando abrieron la puerta y era su ocrtogenaria abuela que nos sorprendií en esa posiciín tan incómoda y me corrió con una escoba diciendo que ella no quería tener un nieto puto. A pesar de ese incidente nos seguimos viendo ese verano pero no en su casa. Le hablé de él a un amigo mío que vivía por allí y éste aceptí cogerlo delante mío con una cara de morbo impresionante. Pero esa es otra historia que algun día la contaré. OMAR Espero comentarios como siempre en omarkiwi@yahoo.com