Irene en el Mundo Post Cum

El olor a excremento, polvo y paja lo inundaba todo. Sus poros, su piel, su nariz y sus ojos. Estaba sola, en cuclillas, pujando para expulsarlo. No importaba cuantas veces lo había hecho antes, siempre era doloroso como la primera vez. Su vientre inchado como un balón, el recordatorio de su deber como incubadora humana

Repetía todas las enseñanzas de la academia en su cabeza. Siempre se servicial, siempre se generosa, siempre busca que cada macho, sin importar su especie, pueda continuar su carga genética.

Respiraba hondo, una y otra vez, tratando de hacer llegar las endorfinas a las paredes de su vagina, sus labios vaginales y la piel circundante, a sus caderas y los huesos que la componían. Estaba por dar a luz y su carne se deformaba más allá de lo naturalmente posible, todo por el bien de la nueva vida que se había formado en ella. Su misión era esa, y cumplirla su razón de viajar por todo el mundo

Finalmente, el cuello de su útero se dilato lo suficiente, la corona de esa estructura esférica comenzó a descender. Y su organismo, diseñado genéticamente para eso, comenzó a liberar las hormonas necesarias al torrente sanguineo para cambiar el desgarrante dolor por placer. Como una rana a punto de saltar, ella pujó con mayor intensidad, hasta que el bulto ovoide descendió de su abdomen a su entrepierna y la boca de su vagina se abrió.

Una forma blanca y cubierta de mucosidad se asomó, mientras la vagina se abría más y más y la piel se tensaba, permitiendo salir ese balón blanco de 20 cm de diametro. En el punto de diametro mayor, al pasar por la vagina, tuvo un orgasmo y gimió, expulsando fluidos por las glandulas de su órgano reproductor. Tal era su diseño, para facilitarlo todo.

La otra mitad de ese huevo salió sin problemas, rápidamente. Era un huevo perfecto y sano. Ella, Irene, cayó en sus rodillas y manos, agotada

-Finalmente, salió. Un huevo completamente sano. Siempre he preferido a los no mamíferos, una vez expulsado no tengo que esperar para cuidarlo

Tras colocarlo en el nido, tomó la taza de proteínas que le habían dejado los dueños de la granja. Para ellos, las Chicas Incubas (incubadoras) son heroínas, incluso santas. Tras el día 0, los genes X de los cromosomas de la mayoría de razas se deformó en cromosomas Y, y desde hace varios cientos de años solo nacen machos en varias de las especies grandes.

En respuesta a ello, los científicos buscaron crear una solución. Crearon el proyecto "Útero de Noé". En pos de salvar a la raza humana y todas las especies afectadas, se crearon homunculos femeninos cuyos vientres y genetica son mutables y adaptables, de forma que pueden quedar embarazadas de cualquier especie. El producto siempre es de la especie del padre, y el plan es lograr que nazca una hembra pura de la especie que se trate y poco a poco ir dejando de depender de las Incubas. Han pasado cientos de años y siguen naciendo solo machos

Irene da un sorbo de la proteína. Mira por la ventana, el cielo rojizo y la tierra seca excepto donde los dueños de la granja de avestruces riegan con super fertilizante. Su siguiente granja es una de cerdos, donde varias compañera se han reunido para traer una nueva camada de cerdos (los cerdos son lo menos fructífero, pero pagan bien. ¿Cuál es el chiste de generar una camada que en pocos años van a sacrificar? La carne de cerdo es un lujo absurdo)

Pero pagan bien. Y aunque no lo admite, ama su trabajo. El movimiento serpenteante de la polla de un cerdo en su vientre siempre la hace correrse muchísimo

Continuará

Hola chicos! Como saben ya voy a entrar a clases. No quiero aburrirlos con los detalles, pero he estado ocupada. Aún paso mis noches con Beto, pero he estado tan estresada que solo hay algunos besos y ya.

No, no me atrevería a hacerle un oral, me da nervios, que tal si lo lastimo.

Saludos rápidos a todos! Ya no he tenido mucho tiempo para escribir algo mas largo en los saludos, pero saben que los amo

Besos a todos, cuando tenga tiempo continuaré esta historia de ciencia ficción