Irene

Fuí a ver...

Iba llegando a Buenos Aires por razones de trabajo cuando mi esposa me llama al celular para decirme que había recibido una llamada de su hermana que vive en Canadá para decirle que si podíamos le giráramos un dinero a su hija que vive y estudia en Buenos aires.

Como yo estaba llegando a esa ciudad mi esposa me pidió que le acercara el dinero a su departamento y me dio la dirección.

Eran como las 21.00 horas y como no tenia nada que hacer hasta la mañana siguiente me aloje en el hotel, me bañe y partí hasta el departamento de mi sobrina Irene.

Desde que mis cuñados se fueron del país han pasado casi 8 años y nunca mas volví a ver a mi sobrina que ahora debía tener como 23 años.

Cuando toque timbre en su departamento me atendió una mujer que casi hace que me acabe encima con solo mirarla. Era mi sobrinita.

Ella me saluda muy efusivamente y me pregunto a que se debía el placer de mi visita, le conté lo del viaje de trabajo y la llamada que habíamos recibido de su madre.

Me dijo que si me iba a quedar unos días por la ciudad ella iba a ser mi guía. La invite a cenar y ella me dijo que esperara que iba a arreglar algunas cosas que tenia para ese día y después podíamos salir.

La escuche hablar por teléfono y le contaba a alguien que había surgido algo y que la cita que tenían esa noche se postergaba hasta la semana que viene.

Luego hablo a un restaurante y aviso que iría. No sé que problema le plantearon del otro lado pero Irene enseguida encontró la solución, le dijo que pasaría a buscar la llave y que ella misma prepararía la comida.

Luego fue a su habitación a cambiarse y salimos. En el camino me contó que la primera llamada había sido a su novio para avisarle que no podían salir esa noche porque había llegado mi tío predilecto y tenia que atenderlo en todo. La segunda llamada había sido al restaurante donde ella trabajaba (estudia gastronomía) y como hoy estaba cerrado le dieron permiso para pasar a buscar las llaves y preparar una velada mas intima para los dos.

Llegamos al restaurante y me quede impresionado por el lujo del lugar realmente debía ser uno de los lugares más exclusivos de la ciudad.

Me dijo que me sentara en una mesa y se fue a la cocina para preparar la cena, a los 30 minutos Irene volvió a la mesa con una botella de vino y los platos con la comida.

La cena estuvo fantástica y la primera botella de vino se transformo casi sin darnos cuenta en dos mas, luego el postre y una botella de champaña.

La charla había sido tan buena como la comida, se había dado una confianza entre los dos que hasta llego a decirme que gracias a mi visita ella se vería privada esta semana de su ración de pija. Este comentario casi hace que me atragante con el postre, Irene se empezó a reír y me contó que como su novio trabaja desde muy temprano y ella trabaja en la noche hasta muy tarde los únicos días que tenían para estar juntos eran los días en que ella tenia franco como hoy. Me ofrecí a llevarla a la casa de su novio para que no pierdan la ocasión a lo que ella me respondió que ni loca que estos días ella iba a ser mi anfitriona y que iba a acompañarme cada día que ya había decidido pedir permiso en el trabajo para estar disponible para acompañarme en todo momento.

Cuando terminamos la ultima botella mi sobrina me dice que podríamos bailar un rato para que la velada sea completa.

Irene fue hasta la barra donde estaba el equipo de música y puso un CD de música lenta mientras se acercaba a la mesa para sacarme a bailar.

Empezamos a bailar muy pegados y mi pija empezó a despertarse al cabo de unos segundos ella notaba claramente la erección que llevaba y lejos de separarse se pegaba cada vez mas a mí.

La situación me estaba poniendo nervioso porque no sabía como reaccionaria si ella no se separaba, o mejor dicho si ella no cortaba con ese juego iba a tratar de cogermela en ese mismo lugar.

Mientras bailábamos le acariciaba el pelo y ella se recostaba sobre mi pecho, mas que tío y sobrina parecíamos dos enamorados. Cuando termina el CD ella fue y puso otro también de música lenta y volvió hasta donde yo estaba con dos copas de champaña en la mano.

Me dio la copa y volvió a apoyarse en mi para seguir bailando, mi pija seguía como una estaca entonces le dije que era mejor que fuéramos a un café o que la dejara en su departamento porque no estaba seguro de poder seguir resistiendo tener semejante mujer apoyada en mi pecho.

Lentamente se separo y me dijo que no tenia nada que resistir y caminando muy sensualmente fue hasta la barra saco el CD y puso otro de salsa y volvió a bailar conmigo, cada movimiento que Irene hacia lograba que mi pija creciera un poco más. Ya totalmente convencido que me estaba provocando en una de esas vueltas que ella daba le apoye la pija en el culo mientras que le agarraba las tetas.

Ella movía su hermoso culo contra mi pija y me agarro las manos para que no las sacara de sus tetas.

Lentamente se separo de mí y mirándome por encima de su hombro fue hasta la barra para poner otro CD y traer otras copas de champaña.

Cuando ya volvía hacia donde yo estaba se volvió, dejo las copas en la barra y lentamente se empezó a sacar la falda que llevaba, a partir de ese momento no había vuelta atrás.

La miraba hipnotizado cuando el celular empezó a sonar, atendí y era mi señora para preguntarme como había llegado y si ya le había llevado el dinero a Irene, le conté lo que se podía, le dije que había llegado bien, que había ido a lo de Irene y que ahora estábamos cenando juntos, ella me pidió hablar con su sobrina pero le dije que se había ido a buscar algo para tomar. Mientras hablaba con su tía Irene hacia un sensual baile en la barra que me daban ganas de tirar el teléfono y correr a los brazos de mi sobrina.

Mi esposa esa noche estaba con muchas ganas de hablar y empezó a contarme cosas de su trabajo, de nuestros hijos y otras cosas que ya habíamos hablado durante el día. Yo solo tenia sentidos para mi sobrina que seguía con sus movimientos que habían hecho que mientras hablaba con mi mujer sacara la pija fuera del pantalón y se la mostrara orgulloso a Irene. Que solo se reía y seguía insinuándose con sus movimientos.

Mi esposa me decía que me portara bien, que ella me extrañaba mucho y que me esperaba, yo le decía a todo que si pero quería cortar urgente para portarme mal con mi sobrina.

Cuando por fin mi esposa se despidió recordándome que la visitara a Irene mientras dure mi visita a la ciudad.

Por supuesto que le prometí a mi esposa que iba a ver a Irene casi todos los días, después colgué y apagué el teléfono.

Cuando iba a acercarme a Irene ella con una seña me hizo entender que quería que me quedara donde estaba mientras ella seguía con su sensual danza. Siguió sacándose la ropa mientras me miraba provocadoramente.

A pesar de que por suerte he tenido mucha y muy buena experiencia con mujeres toda mi vida esta era sin dudas la mujer más hermosa que había tenido delante de mí.

De nuevo me incorpore para ir hasta donde mi sensual sobrina me estaba dando ese excitante espectáculo pero ella de nuevo con una seña me dio a entender que debía quedarme donde estaba. Pero esta vez no le hice caso me acerque hasta ella mientras me sacaba la camisa y el pantalón. Nos fundimos en un apasionado beso, juntos trepamos a la barra y nos entregamos en un 69 muy lujurioso, ella me chupaba la pija como una experta, iba de la punta a la base dándome pequeños mordiscos que me hacían enloquecer, yo le chupaba y mordía su hinchado clítoris mientras con una mano le tocaba las tetas perfectas de cirugía que Irene tenia, con la otra mano le metía los dedos en el culo.

Ella variaba la velocidad de su mamada por lo que me llevaba hasta el borde mismo de la acabada y luego bajaba la velocidad hasta parecer una niña comiendo un chupetón.

Cuando los dos no aguantamos mas nos fundimos en un orgasmo simultaneo que los dos nos esmeramos para tragar todo lo que el sexo del otro largaba.

Me acomode de espalda a la barra e Irene entendió el mensaje porque se sentó en mi pija que no había perdido rigidez y se la trago entera, me cabalgaba de una manera muy rica.

Yo le empece a comer las tetas con los pezones erectos por la excitación que tenía, ella gemía muy fuerte y llego a su segundo orgasmo cuando le metí los dos dedos en el culo, luego del orgasmo de Irene siguió cabalgándome durante un largo rato hasta que yo también explote en una acabada muy larga.

Después de recuperar algo de fuerza nos vestimos, agarramos otra botella de Champaña y nos fuimos a su departamento donde seguimos cogiendo como locos durante la semana que duro mi estadía en Buenos Aires.

La noche que yo me volvía a mi casa ella me regalo la virginidad de su hermoso culo, a los meses de ese encuentro Irene vino a mi ciudad y nos encontramos en varias oportunidades para seguir disfrutando de nuestra aventura.