Irak, guerra y amor
Como encontrar un grano de pasión en la dura y fria guerra.
Los ojos me arden, no puedo respirar, intento empapar mi pañuelo con un poco de agua pero no me queda en la cantimplora, siento como la arena del desierto golpea en mis ropas, pareciéndose a miles de aguijones, el sudor empapa todo mi cuerpo y solo deseo que este tormento acabe.
Llevamos cuatro días caminando por el desierto camino de Karbala pero las tormentas de arena que azotan esta zona del país nos impiden el avance, miro hacía ambos lados y no logro ver nada, intento limpiarme las gafas protectoras pero es inútil, las gotas de sudor que resbalan por mis cejas, nublan mi visión, un leve suspiro expira de mi pecho y admito mi resignación.
Intento dormir un poco y alejar mi pensamiento hacía otro lugar, no es fácil, pero en este momento me hubiera gustado estar en la academia de Texas, divirtiéndome con mis compañeros en la escuela de marines, aunque pocos días después nos embarcaron para defender a nuestro país contra la amenaza de Irak.
Tras dos semanas esperando las órdenes de mi capitán en feje para atacar algún objetivo no habíamos sufrido mucha oposición por parte iraquí, y el aburrimiento que sufríamos era más destructivo que los tanques enemigos.
Me sobresaltó mi compañero al darme con una piedra, haciéndome señas me indico que mirara hacia la derecha, al hacerlo sentí un hormigueo en mi estomago, a lo lejos se podía ver una columna de humo, intuí que provenía de algún convoy, y por supuesto sería de las tropas aliadas. Cuando quedaban unos cien metros para llegar hasta nosotros un soldado disparó una ráfaga con su metralleta, se hizo un silencio y fue respondido con un solo disparo que provenía de nuestra compañía, tras una orden del capitán jefe nos pusimos en marcha y nos unimos a ellos, la imagen de las dos compañías atravesando el desierto enfrentándose a la tormenta de arena daba el valor suficiente para hacer que cada soldado se olvidara a donde íbamos y porque estábamos en este país.
A la mañana siguiente la tormenta aun nos acompañaba y no daba muestras de querernos ignorar, tenía todo el cuerpo dolorido por haber dormido en el asiento del tanque, no podía abrir los ojos y la boca reseca me raspaba la lengua ; intente levantarme y ver por encima del espejo donde estábamos, me sorprendió mucho poder ver a lo lejos unos edificios, no eran muy grandes y no parecía que hubiera ninguna ciudad , recogí un mapa de la guantera y no encontré nada sobre este lugar, a medida que nos acercábamos pude ver que el camión donde viajaban los oficiales hacía ademán de retrasarse, a falta de quinientos metros todos los vehículos se pararon, nadie se atrevía a decir nada pero la situación no lo requería, algo pasaba y pronto lo sabríamos, un soldado salió corriendo y paraba en cada camión. Al llegar a nuestro carro blindado nos dijo que nos adelantásemos para asegurar la zona, dicho esto arrancamos y nos dirigimos a los edificios, entramos en una calle que por su envergadura sería la calle principal, los edificios a ambos lados, todos destruidos por impactos de mísiles crucero, las fachadas derrumbadas dejando ver su mal trecho interior, avanzábamos y varias calles mas pequeñas se dibujaban por los lados, los escombros nos cortaban el paso y tuvimos que girar a la derecha, era muy extraño ya que en esta calle no había casi escombros, teníamos la sensación de que la misma ciudad nos enseñaba el camino, proseguimos y giramos a la izquierda, aunque el paisaje era desolador algo nos decía que no estábamos solos, de repente el convoy se detuvo , levante la cabeza y pude ver que un soldado bajó a tierra y empezó a caminar en dirección a unas casas de planta baja, el silencio eran tan mudo que oíamos las pisadas del soldado haciendo eco entre las ruinas
Una explosión precedió y pude ver como el soldado volaba por encima de los primeros camiones, sin saber que sucedía pude adivinar que una mina había explotado, seguido de una ráfaga de disparos por encima de muestras cabezas, mire por unas de las ventanas y acerté a ver a varios soldados correr y dispararnos con sus fusiles, me sorprendió al comprobar que eran niños o por lo menos así los identifique por el tamaño de su cuerpo, corrían escondiéndose de la respuesta de nuestros soldados, de un salto pude salir del camión y pisar tierra, cargué mi metralleta y comencé a caminar, me acerque al cuerpo del soldado que encontró la mina en su camino, no podía reconocerlo estaba destrozado con las vísceras fuera , levanté la mirada y al fondo había tres cuerpos, sus ropas estaban sucias y rasgadas, la sangre ya comenzó a empapar los turbantes que llevaban en las cabezas, mire sus caras ensangrentadas y por sus rasgos adivine que tendrían quince o dieciséis años, ahí pude ver la crueldad de la guerra, un ruido me alertó y me lancé al suelo, frente a mí, había un soldado iraquí pero por su aspecto supuse que tendría sesenta años, las manos curtidas de trabajar la tierra , la mirada cansada y de odio, estaba herido en una pierna pero aun podía andar cojeando e intentaba esconderse tras unas casas viejas, seguí su rastro , entre en un callejón estrecho pero muy largo, el pobre anciano se arrastraba por el suelo adivinando su futuro, me acerque a el le golpeé en la espalda e intente que se diera la vuelta, se resistía pero lo agarré por el brazo y tire hacía mi , al ver sus manos note que llevaba algún objeto entre ellas, me esperaba lo peor pero me tranquilicé al ver que era un encendedor, lo mire a los ojos e hice una mueca al ver su arma para defenderse, pero en el mismo instante pude oler un fuerte olor, no localizaba su procedimiento y menos de que se trababa, el anciano me lanzó el encendedor a la cara mientras se daba la vuelta, una gran llamarada surgió delante de mis ojos, las manos me ardían, intente gritar pero el fuego me quemaba la lengua, me tiré al suelo y rodé para intentar apagarlo, al instante oí varios disparos y un trozo de tela me tapaba la cara, oía hablar a mis compañeros , intente abrir los ojos pero el dolor me mareaba, un aguijón atravesó mi brazo, sentí varias manos sujetándome, y una confortable oscuridad se adueñó de mi...
El trinar de un pájaro acaricia mis oídos una leve brisa despierta mis sentidos , no quiero despertar de este profundo sueño, todo a mi alrededor es paz , un susurro despierta mis sentidos, no entiendo su significado pero la voz me tranquiliza, el susurro eleva el tono pero no quiero saber la palabra solo necesito su tono de voz, mi cuerpo siente el calor de otra piel pero no quiero ir , la voz insiste y me despierto, oscuros recuerdos vienen a mi memoria, la piel que antes me acariciaba ahora me quema, me duele, intento alejarla de mi pero no puedo, quiero gritar pero mi boca esta seca, fuerzo mis párpados pero no los siento .Mis manos no siento mis manos, mi pecho me hierve, intento levantarme pero algo me lo impide, algo me roza la frente, una voz me tranquilaza , me susurra calma, pregunto que me pasa y no logro respuesta, no puedo ver, que ocurre, porque no puedo ver? Que le ocurre a mis ojos ?
Noto un dedo en mis labios esa voz tan dulce que me responde que duerma que ya paso todo...
¡Buenos días soldadito..!! Son las primeras palabras que oigo cada día como un reloj a la misma hora, durante estos largos diez días, esa dulce voz que me consuela cada instante, a cada momento. No recuerdo nada, no se porque estoy aquí, solo se que mis ojos se cerraron un día para no volverse a abrir.
Alguien se sienta a mi lado, noto como la cama se inclina, es la hora de comer, la verdad es que la comida es buena en este hospital, no conozco a nadie, solo a la vocecita que me cuenta cosas cada día, según ella estoy a las afueras de Bagdad, ChaCuba, y pronto me trasladaran a mi país, ayer me contó que es de España, de un pueblo en la costa, que esta en Irak en Médicos sin Fronteras y a final de mes volverá a su país, hablamos cada día y aunque no domina mi lengua nos entendemos bastante bien, esta tarde ha venido para cambiarme las sábanas y darme una ducha, no me apetece mucho levantarme de la cama, pero ella insiste Sujetándome a las sabanas consigo mi propósito, pero ella agarra la bata que me cubre y de un tirón deja mi cuerpo al descubierto completamente desnudo, sujeta mis muñecas y las amordaza con las correas de la cama, con un paño húmedo comienza a recorrer mis piernas, deslizándose hacía mi pecho, el agua es fresca y saludable y huele a rosas, me pide que me abra de piernas para lavarme los genitales, noto como el paño acaricia mi pene y testículos, no puedo remediar una erección, un poco avergonzado por la situación le pido perdón , pero no encuentro respuesta, al contrario , siento como ahora el paño desaparece y es su mano la que acaricia mi pene, los dedos juegan con su forma, continua masturbándome, mi respiración se entrecorta, de pronto noto algo húmedo en la punta, es su lengua, y como se la mete toda en la boca, sigue chupándola con tanta fuerza que noto como voy a correrme , curvo mi cuerpo, tras un profundo gemido acabo por eyacular en su boca sin que ella diga nada, vuelvo a notar el paño limpiándome todo mi cuerpo, pero ni una solo palabra, ninguno de los dos...
A la mañana siguiente pregunte por ella y no estaba, solo quería hablarle y intentar comprender lo sucedido pero nada de nada, durante los próximos días no pude saber de su voz que tanto anhelaba.
Una tarde que esperaba mi aburrido baño, note que una mano suave me rozaba los labios, supe que era ella , nunca había sentido unas manos como las suyas, por fin oí su preciada voz, intente hablar pero no me dejo, me contó que un médico vendría para operarme los ojos y sería mi ultima oportunidad para volver a ver la luz del sol, mi alegría fue tan grande que olvide todo lo ocurrido entre los dos, rocé con mis manos su piel e intenté acariciar su cuerpo, ella retrocedió preguntándome que hacía, le contesté que cuando la volviera a ver la única forma de reconocerla seria , por su tacto. Asustada respondió que tenía miedo, que muchas dudas rondaban su cabeza, acaricié sus labios con mis dedos y la tranquilicé diciendo que me daba igual su aspecto, una gota cayó en mi brazo y supe que estaba llorando, entonces ella desapareció
Unos pasos por el pasillo me despiertan, oigo muchas voces, se acercan cada vez mas, siento que me desnudan y me pasan de la cama a una camilla, me trasladan. El viaje es corto, pero recorremos muchos pasillos, por fin paran, alguien amordaza mis brazos con las correas de la camilla, un pinchazo hace escapar de mi boca un gruñido, tengo sed, la boca esta muy reseca, intento humedecerlos con la lengua pero no tengo fuerzas, mi cuerpo desaparece.
Buenos días mi soldadito.¡¡ ese tono de voz era mi despertar mas dulce que estaba esperando, estoy tumbado en la cama, me ordena que me siente en la silla de ruedas, apoyándome en su hombro lo consigo, nos movemos, alcanzo a oler su perfume, es suave como el rocío de la mañana, nos detenemos aparca la silla fuera y entramos en una habitación, por el olor debe de ser un almacén de ropa de cama limpia , la sensación de estar rodeado de sabanas, almohadas y mantas es muy acogedora. Me susurra al oído ssshhh no te muevas noto sus dedos en mi cabeza y con suavidad deslía y separa las vendas de ella,por fin el ultimo trozo de aposito una corriente de aire refresca mi rostro, su voz insegura y confusa me pide que abra los ojos, pero aun no me atrevo rozo sus labios con mis dedos y ella me toma las manos y las lleva a su cintura, recorro sus curvas y logro encontrar los botones de su bata, intento desabrocharlos uno a uno, pero el ultimo se me resiste, ella no dice nada con un fuerte tirón consigo desprenderlo dejando todo su cuerpo al descubierto no lleva ropa interior ,solo un liguero que sujeta las medias.
Dibujo toda su silueta con mis dedos, noto como su respiración se entrecorta, le quito la pinza q sujeta su melena cayendo esta sobre sus perfectos y suaves hombros. Con mis manos que son mis ojos adivino la forma de sus pechos ,tiene los pezones erectos ,necesito beber de ellos .calmar esta sed mientras los chupo dulcemente alborota mi cabello .Sigo bajando le separo un poco las piernas y tras su monte de Venus alcanzo con mis labios su clítoris húmedo y palpitante. Se lo froto muy despacio, lo presiono lo chupo .Noto como su respiración se acelera. Esta deseosa de más mueve las caderas hacia mi para acompañar el movimiento .Para que se haga mas intenso uno de mis dedos se introduce en su vagina luego dos , los gemidos le preceden, noto su cuerpo arqueándose a la vez que sufre unos espasmos contenidos, ella en un gesto de ansiedad tira de mi , me dice espera! Yo también quiero saborearte me besa de nuevo y ágilmente deshace los lazos que sujetan mi bata hospitalaria dejándola caer mientras pasa su lengua recorriendo todo mi pecho .Me toma de las manos y noto q me empuja hacia atrás.. mis tobillos tropiezan con algo me susurra: déjate caer hay un colchón, pero yo me niego a ello, beso sus labios, son carnosos y dulces y ella me responde a ese beso con uno mas intenso abriendo la boca y dándome toda su lengua, me dejo llevar. Logra tumbarme y se posa sobre mí en un perfecto sesenta y nueve , noto el calor de su aliento sobre mi pene cada vez mas duro. Acaricia con sus labios suaves mi glande luego noto la humedad de su lengua q nace tras ellos y yo le respondo hundiendo mi boca en su sexo ,dibujando sus labios y buscando con mi lengua la entrada a el de donde manan jugos de placer ella responde tragandose todo mi miembro hasta el fondo de su calida boca cada vez mas deprisa noto q sus manos son hábiles y de repente se chupa un dedo y lo introduce despacio en mi ano mientras sigue chupando No puedo mas!!Necesito hacerla mía!!!
Me doy la vuelta y acerco mi miembro a su sexo cálido y húmedo ,la deseo con todas mis fuerzas .Ella me clava las uñas en las nalgas , entonces la penetro y una exclamación de placer inunda nuestros cuerpos, entrelazados en el mas sublime abrazo de deseo .Un hormigueo recorre por mi espalda, noto su corazón q se acelera cada vez más pegado a mi pecho sudoroso de tanto frenesí, Me estremezco con tal fuerza que me estimula a seguir penetrándola con sacudidas cada vez mas intensas, estoy dentro de ella no puedo mas voy a correrme, lamiéndome y mordiéndome el cuello y la ojera me dice , los dos a la vez!!... apretamos nuestros cuerpos y lo convertimos en uno solo.
Sudorosos ,abrazados sin querer separarnos, intento abrir los ojos, me duelen mucho, intento tranquilizarme, puedo ver una sombra, la luz aparece, muy débil pero la veo, de pronto un destello ilumina mi mundo, todo es vida, ahí esta ella,Me reflejo en dos grandes pupilas negras como la noche, que me miran con dulzura, la boca es preciosa con los labios carnosos, las mejillas sonrojadas y un pequeño lunar en la frente. Puedo ver como dos lagrimas inundan sus ojos y rodando por sus sienes las beso y mirándola le digo; TE QUIERO VOCECITA...