Inyecciones de placer

Durante un tiempo estuve trabajando en un centro comercial, en este lugar tenia varias amigas, dos de ellas eran hermanas, Erika y Brenda, por cierto son unas bellezas, nos contábamos cosas intimas aunque no sabían que me gustan las mujeres.

INYECCIONES DE PLACER

Durante un tiempo estuve trabajando en un centro comercial, en este lugar tenia varias amigas, dos de ellas eran hermanas, Erika y Brenda, por cierto son unas bellezas, nos contábamos cosas intimas aunque no sabían que me gustan las mujeres.

Un día Brenda me dijo que estaba preocupada porque estaba cogiendo con un chavo y no quería tener problemas de algún embarazo. Platicamos sobre el tema un buen rato, y me pidió que no se lo dijera a nadie, también me dio unas inyecciones para que se las guardara ya que no podía tenerlas en su casa por medio a que su mamá se las encontrara...

¿sabes inyectar?- me preguntó

Sí – respondí.

Nos pusimos de acuerdo, quedamos en que ella iría al baño a cierta hora, me haría una seña y yo la seguiría. Así lo hicimos, llegamos al baño y nos metimos las dos a un cubículo.

Estaba preparando la inyección cuando se quito el mandil, se levanto la falda y bajo sus calzoncitos, me quede sin aliento al ver tremendas nalgotas blancas, bien formadas y sobre todo suavecitas.

¿qué nalguitas tan bonitas tienes? – le dije

No seas grosera – me replico

¡discúlpame! Pero es que es la verdad, las tienes muy bonitas y no solo eso también tu conejito.

Al verla así, con sus calzoncitos abajo a la altura de sus tobillos, volteada hacia la pared y con sus nalguitas paraditas, me entro una sensación tremenda que me calenté y se las acaricie un poquito eran tan suaves olían tan rico, le pase una de mis manos entre sus piernas y le acaricie su conejito.

¡ya no seas cachonda! – exclamó

Es que tu culito es tan bonito que uno no puede perderse la oportunidad de tocarlo – le dije y nos reímos.

La inyecté y salimos quedando que a los cuatro días la volvería a inyectar. Me sentía excitada con lo que había pasado, me gustaba y en los días siguientes pensaba mucho en ella. Le platicaba a mi pareja y me calentaba, y cogíamos muy rico, así que decidí llegar hasta donde mas se pudiera.

Cuando nos volvimos a ver para lo de la inyección, nos metimos al baño, pero esta vez yo le subí la falda acariciando sus piernas al llegar a sus nalguitas, metí mis manos por debajo de su calzoncito blanco le acaricie sus tremendos cachetitos, se los fui bajando poco a poco hasta sacárselos por completo y me quede mirando su preciosas nalguitas.

estas un poco tensa, relájate o si no la aguja se va atorar – le dije

pero como quieres que me relaje después de tremenda manoseada que me diste – me dijo

bueno para que te relajes te voy a dar un masaje – le dije.

Entonces le comencé a acariciarle las nalgas metiendo cada uno de mis dedos en su rayita para poder abrir en todo su esplendor sus cachetotes, luego seguí con sus muslos los acariciaba de arriba hacia abajo y viceversa sin dejar de rozarle su conejito, como ella esta de pie con la mirada hacia la pared y yo hincada tenia un buen plano de su conejito el cual le soplaba podía ver que en cada soplido ella se estremecía y su cuerpo le temblaba.

Por favor para que en lugar de relajarme me estas poniendo muy caliente – me dijo

Me puse nerviosa cuando me dijo eso, pero yo ya estaba caliente por que llegue hasta acariciarme mi conejito el cual estaba totalmente húmedo, yo quería comerme y lamerle su culito pero no me atreví, pero note que le gusto el masaje y estaba excitada., pero decidí mejor inyectarla y no precipitarme para no espantarla y decidimos salirnos.

Me dijo que en 3 días le pusiera la ultima inyección, esta vez llevaba un pantalón y hice lo mismo de la otra vez, pero ene esta ocasión estaba decidida a todo, desde que nos metimos al baño la note nerviosa como que sospechaba que yo la quería tocar y así fue, con el pretexto del masaje la acaricie las piernas las nalgas pero con el fin de excitarla. Ella no decía nada y yo ya estaba súper caliente, le metí la mano directamente en su deliciosa rajadita y la acaricie...

¡no, espérate! – dijo

es para que sientas mejor, no te preocupes.

Ya la tenia bien caliente con sus ojos cerrados y cada vez paraba mas sus nalguitas lo que aprovechaba para meter mi lengua con ella frotarle y chupar su rico punto de placer; su rostro lo tenia encendido, llego el momento en que me hecho las nalgas hacia atrás y abrió mas la piernas entonces hundí mas mi cara entre sus nalgas podía oler y saborear su conejito el cual se lo mamaba y lamía lo mas que podía, así estuvimos un buen rato mamándole su conejito y su culito. Solo oía su respiración que aumentaba.

Siéntate en la taza para que lo disfrutes más – le dije

Sin decir nada obedeció, no me miraba a los ojos, cuando se sentó abrió mas sus piernas blancas y largas, podía verle su conejito de donde le escurrían sus jugos, me hinque se los seque y limpie con mi lengua estaban súper ricos, con mis manos le acariciaba la piernas y cuando sentí que se estaba viniendo le metí 2 dedos en su rajada para que terminara sabroso, tanto que estaba sudando.

¿sientes rico? . le pregunte

sí, ya vámonos.

Se levanto y se arreglo la ropa, la note sacada de onda.

No le vayas a decir a nadie, por favor – me dijo

No te preocupes, no va a pasar nada.

Entonces nos abrazamos y al quedar de frente busque sus labios, nos besamos muy rico. Nos salimos y ni la inyección le puse.

Después, cuando pudimos platicar, me dijo que estaba sacada de onda y que al recordar lo que habíamos hecho se calentaba hasta que mojaba su calzoncitos, pero que también le gustaba seguir cogiendo con su novio, le dije que no se preocupara que cuando tuviera ganas de hacerlo de nuevo me llamara incluso en el trabajo que solo nos hiciéramos una seña y nos iríamos al baño.

Con la experiencia que tengo con chicas, le platicaba cosas ricas para que se le antojara y poder ir haciéndola a mi manera, también le comentaba todo lo que sucedía a mi compañero, este me decía que tuviera cuidado para que no sospechara de nadie. Al otro día, ella paso al baño y con la mirada me hizo señas, deje que pasara un rato y casi corriendo fui a los baños, la encontré en los lavabos, nos metimos a un individual y cerrando la puerta nos comenzamos a tocar y a besar riquísimo, pero solo que ella ahora fue quien tomo la iniciativa se sentó en el inodoro me pide que alzara una pierna y me quita mi zapato lo mismo hizo con la otra pierna, luego me pidió que me subiera en sus muslos y comenzó a acariciar mis piernas poco a poco subía sus manos, luego tomo mi falda y la enredo hasta mi cintura, tomo mi tanga y comenzó a lamer mi pepita, yo como pude logre sujetarme, me mamaba como loca y al mismo tiempo me dedeaba mi culito, hasta que me vine, luego ella se alzo el vestido y se sentó en el tanque del agua dejándome ver su lindo nidito, sorprendida quede pues no llevaba ningún calzoncito entonces yo me senté en el inodoro y comencé a mamarle hasta que ella también se vino, después nos acomodamos nuestras ropas, para luego besarnos y chuparnos nuestras lenguas por un buen rato, así lo hicimos durante un mes, por que la señora del aseo empezó a sospechar y mejor decidimos hacerlo en mi casa cada vez que ella lo decidiera. Yo ya le había platicado a mi pareja así que no había ningún problema.

Empezó a ir a mi casa después del trabajo y cogíamos muy rico, empecé a meterle la idea de que alguien nos cogiera al mismo tiempo a las 2, ya fuera su novio o mi pareja, pero ella no se atrevía a decirle a su novio ya que no le tenia la suficiente confianza y el sacrificado fue mi compañero, n cierta ocasión ya la tenia bien caliente y le dije que invitáramos a mi compañero y sonrojada acepto, solo que le daba un poco de pena. El ya estaba listo en otra recamara, entro y nos hallo juntas, yo mamándole las chichotas a Brenda que en verdad las tiene muy grandes, el se sentó en la cama mientras nosotras nos seguíamos besando y acariciando, cuando me voltee a verlo, Brenda le estaba agarrando la verga que babeaba de lo caliente que estaba...

Mámasela rico – le dije

El le metió su verga a su linda boquita y ella la mamó, mientras yo le daba placer a ella, después mi pareja se puso detrás de mi y me cogió, Brenda no aguanto y también pidió verga. Esa tarde los 3 gozamos de lo lindo la tremenda cogida que nos dimos. Desde entonces todas las tarde depuse de trabajar nos vamos a mi casa para gozar de lo lindo unto con mi compañero que cada día nos sorprende con nuevas ideas y formas de coger.

Hasta la próxima