Inyecciones a domicilio (2: Sonia)

Tratamiento domiciliario a mis vecinitas del barrio. Hoy entran en escena Belen y Laura.

Continuo con el tratamiento de mi paciente Sonia y de su madre Emma. Llegue a su casa sobre las 9 de la noche. Tuve el placer de encontrar a Emma, pues esta mañana se escapó de inyectarla, por tener cita con el doctor.

_Antonio, puedes pasar a la alcoba de Sonia. Muy bien Emma, con su permiso. Entre a la habitación encontrándome a Sonia bastante mejor, toda sonriente con un poco de complicidad por lo ocurrido en la mañana, me dice, Belén ha estado hace un ratito, pues venia del ambulatorio y me ha dicho que pases a visitarla. Mi inyección, esta en el armarito del baño, por favor prepáramela. Por supuesto Sonia, enseguida. Pase al baño y me dispuse a prepararla. A los cinco minutos le dije, cuando quieras. Bajándose el pantalón del pijama, procedí a inyectarla en la parte izquierda; como siempre acariciando su dulce trasero con el algodón y dándole una palmadita en el culete, introduje la aguja, administrando el contenido durante 2 o 3 minutos, así lo requiere el fármaco.

Se subió el pantalón y le dije voy a inyectar a tu madre. Emma se encontraba en el salón y le dije, ¿dispuesta para su inyección? Por supuesto, vamos al dormitorio. Tome el vial de la mesilla de noche y me dispuse a prepararlo. Vestía falda y blusa. Como siempre esta mujer es de una elegancia exquisita. .

Se desabrocho la cremallera de la falda y con toda naturalidad, despojándose de la prenda me dijo, será mejor así. Llevaba unas lindas braguitas, color crema. Colocándose boca abajo en la cama y bajándoselas por debajo de su espléndido culo me dijo ya estoy dispuesta Antonio. De nuevo me excite viéndola en esa postura, daban ganas de practicarle un buen beso negro y penetrar ese lindo culo. Ensimismado en mis pensamientos, me dispuse a clavarle la aguja, dándole masaje donde iba a inyectar. Toda relajadita administre el contenido de la jeringa, ¿duele? Un poquito, pero sigue, eres muy delicado.

Ya esta Emma, mantuve el algodón en el punto de la inyección, dándole un leve masaje. Puedes incorporarte. Gracias Antonio, se subió la braga con toda naturalidad y se incorporo de la cama. Tiene un tipo espléndido. Voy a ponerme cómoda, paso al baño y tuve el placer de contemplarla en blusa y solo con las braguitas. Salio del baño cubierta con una bata muy elegante y como siempre hace me acompaño hasta la puerta.

_Hasta mañana Antonio.

_Buenas noches Emma. Hasta mañana.

Belén y Laura.

Fui a casa de Belén, vecina de Sonia, no tuve que andar mucho, solo llamar a la puerta contigua. Que tal Belén. Buenas noches Antonio. Voy a presentarte a mi amiga Laura, vamos al dormitorio. Se encuentra en cama y tiene inyecciones para rato. Compartimos el trabajo y el piso. Menuda sorpresa tuve al presentármela, encontrando ante mi a una jovencita, morena y tan simpática como Belén.

Me dio las inyecciones que tenia que administrarle. Dos ampollas de un fuerte antibiótico. Antonio, dijo Belén. Ahora tengo que ponerle un supositorio, vamos cariño descúbrete. Laura gimió, pensando en lo que le venia encima, esta bien Belén. Retirando el cobertor de la cama se dio la vuelta y subiéndose el camisón mostraba un culito, bien redondito y que parecía una manzana.

Por ética, tome los viales que tenia que administrar a Laura diciéndoles que me avisaran una vez terminara con el supositorio. No es necesario dijo Laura, a nosotras no nos importa, ¿verdad Belén? Claro que no Laura, Antonio es de confianza.

Gracias, les dije. Me dispuse a preparar allí mismo las inyecciones. Laura llevaba un slip mínimo, que solo cubría la rajita de su culo, Belén le dijo, cariño si tienes que ir al baño hazlo ahora, sino no vale de nada ponerte el supositorio y que se desperdicie. Tranquila Belén, ya fui antes.

Bien, bajándole el slip, con la mano izquierda abrió esas nalguitas tan lindas, visionándole el agujerito y con la otra mano le puso el supositorio, diciéndole que no hiciera fuerzas. Aun retuvo el dedo unos instantes sobre el agujerito. Laura dijo, he notado una sensación un poquito rara, no se como explicarlo. A mi entender es que sintió placer con el supositorio.

Antonio, puedes aplicarle los inyectables. Laura al ver las dos ampollas se echo a temblar. Dios mió la que me espera. Tranquilízate dijo Belén, Antonio pone muy bien las inyecciones no temas. Moje el algodón en alcohol y comencé dándole masaje en la nalga izquierda. Di una leve palmadita en la nalga y notándola relajada introduje la aguja. ¡Ay! tranquila Laura. Muy despacio fui administrando el contenido de la jeringa. ¿Duele? Parece como si me quemara por dentro, es normal es un antibiótico fuerte. Lista campeona.

Seguidamente le toco el turno a la otra nalga, haciendo el mismo proceso, termine de inyectarla. Me permití subirle el slip y le dije. Puedes volverte Laura. Ahora tengo que inyectar a Belén.

Me despedí de Laura, deseándole que pasara buena noche y salí de la alcoba junto con Belén.

Gracias me dijo Laura, no hay duda que pones muy bien las inyecciones. Tendrás buena propaganda entre las clientas del salón de belleza.

_Antonio, ahora debo ponerle un ovulo a Laura. Como comprobaras le han mandado buena ración de antibióticos. No tendrás prisa ¿verdad? Tomate todo tu tiempo. Es que aparte de la inyección, necesito me apliques un enema. Sin problema Belén. Entro de nuevo a la habitación a atenderla.

A los cinco minutos mas o menos salio de la habitación. Cuando quieras, pasemos al dormitorio. Son estas inyecciones, recetadas por mi ginecólogo, debo ponerme dos cajas de 3 ampollas cada una. Una diaria.

Prepara la inyección, mientras dejo yo listo el enema. Ella entro al baño y yo me dispuse a prepararle el inyectable. <1 ampolla de 2 ml, y 1 de 1 ml.> En una sola jeringa.

Salio del baño y quitándose el vestido, llevaba un conjunto de braga y sujetador precioso. Tenia buen gusto la puñetera, como comente anteriormente es rubia y con un cuerpo maravilloso. Bajándose la braguita se acostó en la cama y dijo, ponla en donde mas te guste. Efectué el masajito de rigor, e inyecte el vial muy despacio. Puse el algodoncito frotándole el culito un poco y le dije ¿te ha dolido? No Antonio, tus manos son especiales. Gracias Belén. Siguió acostada y me dijo, trae el enema y la vaselina del baño por favor.

Salí del baño con el irrigador que colgué en un perchero y lo acerque a la cama. Me puse unos guantes desechables, son extremadamente finos, y le dije colócate de costado como hizo Sonia, ¿recuerdas Belén? Claro que me acuerdo Antonio, me excite bastante como le metiste tu dedo en ese lindo culo. Vamos cielo, comienza a lubricarme bien, yo estaba poniéndome caliente, así que me senté en la cama y abriéndole el lindo agujerito puse vaselina, aun se abrió más la jodida y lo fui introduciendo un poquito. ¿Duele? No cariño me lo haces muy bien. Sigue por favor, sácame la braga. Belén ya estas bien lubricada. Colócate al filo de la cama, le dije que se pusiera de rodillas con el culo en pompa. Ahora te meto la cánula, hazlo ya por favor, me muero de ganas. Ten un poquito de paciencia, vas a gozar como nunca.

Puse la cánula en el agujerito y abriendo la llave se la fui metiendo muy despacio, ¿notas el agua? Por supuesto, y esta templadita, que rico, observaba que le salían gotitas del culito y le dije no empujes hacia fuera, lentamente veía como iba entrando el agua en sus entrañas. Apoyada la cabeza en la almohada puso sus deditos sobre la conchita, masturbándose. Viéndole la conchita desde atrás no me podía aguantar más.

Mi pene estaba a punto de reventar. Llevaría como ¼ de litro de agua en su interior y me dijo, Antonio sácame la cánula que no puedo aguantarme, ponme la cuña debajo porque no me dará tiempo de ir al baño.

Rápidamente, puse la cuña bajo su culo y lo soltó todo. Fui al baño a limpiar la cuña y le dije, ¿te atreves a que te ponga el otro ¼ litro? Claro cielo, mi culito se quedara más limpio que una patena. Pues adelante, manos a la obra. Le metí todo. Esta vez se levanto de la cama y salio disparada hacia el baño. Yo me fui a lavar las manos y refrescarme la cara. Ella me tomó de la mano y me dijo desnúdate, quiero que me metas tu instrumento Echado en la cama, nos pusimos de costado frente a frente y comencé a meterle mis dedos en su lindo coño, al mismo tiempo ella tenia bien agarradito mi pene. Hagamos el 69 le dije, pues no aguanto mas Belén. Quiero meterte toda mi lengua en ese lindo estuche. Ella se colocó como le dije y mientras me mamaba el pene, me entretuve en abrirle el agujerito de su culo, todo lavadito y perfumado, comenzando a meterle el dedo y mi lengua. Menos mal que su dormitorio estaba en la otra punta de la casa, pues como saben Laura estaba en la otra habitación.

Cambiemos de postura, quiero que me penetres. Se coloco en la posición del misionero y aun me entretuve en explorarle bien su conchita, lamiendo y metiéndole los dedos. Ella me guiaba con su mano donde le gustaba más. Bien duro mi rabo, le dije ponme las piernas sobre mis hombros, pero antes tuve la precaución de ponerme el preservativo, a pesar que ella toma anticonceptivos, doy fe de ello.

Hice una penetración profunda, al mismo tiempo nos besábamos y tocaba con mis manos sus nalgas. Llevábamos un buen rato de mete y saca y le dije no me aguanto mas Belén, me corro. Córrete cielo, yo también estoy a punto. Tuvimos un orgasmo al mismo tiempo los dos. Nos levantamos de la cama y nos fuimos a darnos una duchita bien calentita.

Después de ello salimos del baño, y me vestí rápidamente, mi visita duro más de la cuenta. Me despedí de Belén, agradeciendo de antemano la dulce fiestecita, eso si manteniendo el secreto. Esperemos que Sonia no se diera cuenta de lo sucedido.

Salí hacia la puerta de puntillas, mirando antes por la mirilla, no me fueran a pillar algún vecinito o vecinita por la escalera.

Hasta mañana Belén. Adios cariño, me has hecho muy feliz. No te olvides que tienes que inyectar a Laura de buena mañana. Descuida, todo lo llevo anotado en mi agenda. Yo también he gozado mucho cielo. Eso será nuestro secreto comento ella.