Invitando a Yolanda a un hotel

Toda buena relación de trabajo con Yola era excitante y lo sería más cuando la pudiera seducir y llevarla a un hotel...

Esto sucedió hace dos años cuando tenía 30, trabajaba como consultor y sucede que a la empresa que en la que laboro entro una nueva compañera "Yolanda" la cual me despertó una simpatía especial la cual fue mutua.

Yolanda es una mujer de 41 años y es una mujer casada con una linda niña. Yolanda es delgada y de cabello corto, mide aproximadamente 1.65 de altura, sus piernas son delgadas, es poseedora de una bonitas nalguitas que están bien paradas y redondas. Si cintura es delgada y sus senos son un poco grandes para su complexión.

Yolanda es una mujer muy elitista, por lo que le gusta vestir correctamente, casi siempre anda de pantalón de vestir, blusas y zapatillas, es muy raro que ande de falda o vestido a menos que la ocasión lo amerite. Usa casi siempre lencería blanca la cual no siempre se puede apreciar por el tipo de sus blusas.

Transcurrió el tiempo y nuestra amistad se fue estrechando al cabo de diez días la invite a una fiesta a la cual ella accedió a ir. Pero yo al ver que ella me correspondía con algo mas mi amistad decidí confesarle lo que sentía por ella, A la cual ella me respondió sorprendida que yo sabia que ella era casada, se quedo pensativa por unos segundos y me dijo que nos veríamos en la fiesta.

Siendo así yo me prepare para la noche, cuando llegué al lugar que nos quedamos de encontrar vaya sorpresa la que me llevé cuando la veo llegar con su esposo, bueno no había de otra si no seguir adelante, entonces me lo presentó y yo como si nada lo empecé a tratar, le pedí permiso a su marido para sacarla y bailamos nuestra primera pieza, ella me dijo "que no me preocupara por su marido que hay mirábamos que hacíamos" bueno en resumidas cuentas esa noche no paso de unos besos discretos y un toque pequeño faje durante el baile.

Como eso había sucedido un sábado y yo no podía llamarla aunque tuviera su número telefónico entonces tuve que contenerme hasta el día lunes, a la hora de la salida la espere retirado de la empresa para empezar a cuidar nuestra identidad y su reputación. Bueno empezamos hablar y ella me dijo que desde ese día había tenido un sueño erótico conmigo, hablamos de tema un poco por aquí otro por allá y me empezó a salirme la palabrería barata donde yo le dije que que me encantaría estar con ella pero que tenia que pensar en su hijo y que yo no quería dañar su hogar….etc.

Entonces nos dijimos que esperáramos que se dieran las cosas, esa semana no nos pudimos ver mas porque su esposo iba a recogerla, hasta que el día viernes se nos dieron las cosas y salimos a tomarnos unos tragos, los tragos se nos subieron a la cabeza y le dije que quería estar con ella, como toda mujer al principio se hizo la difícil y entonces volví a utilizar la carreta barata que utiliza un hombre en estos casos, y termine convenciéndola.

Solo fueron segundos que la subiera al taxi rumbo a un hotel que empecé a lamerle el cuello bajando hasta sus enormes y redonditas tetas la cual chupaba como un niño glotón ella me dijo que me contuviera y que esperara hasta que llegáramos, y no me van a creer lo que me dijo que nunca en su vida había pisado un hotel con otra persona que no fuera su esposo.

Llegamos al hotel y mi verga estaba como para partirla en dos. Pedimos tragos y como para no hacer las cosas tan frías le empecé a echar una buena charla diciéndole cosas como que iba ser una experiencia muy especial que iba a cambiar nuestras vidas,

Lo cual en esos momentos no sonaba tan cursi.

Volviendo a nuestro asunto yo por dentro me imaginaba penetrando ese enorme y redondito culo que ella tenía, empecé a desnudarla y a chuparle el cuello hasta bajar hasta sus tetas sus pezones ya se encontraban erectos como mi pene. Y sentía como temblaba, quite sus pantalones y vi esa pequeña tanguita negra que tenia, no podía dejar de ver la vagina que me iba a comer, se veía toda abultadita, que rico… bajé sus interiores y empecé a besar su pelvis y seguí bajando por su entrepierna y seguía sentido como ella temblaba, luego centré mi mirada en mi objetivo esa rica vagina a la cual me fui acercando lentamente y toqué con mi lengua la cual se encontraba empapada de un rico y transparente liquido, por dentro me dije manos a la obra y empecé a lamer su vagina muy suavemente la recorrida toda de un extremo al otro y sentía como esos labios se encontraban hinchaditos y su clítoris bien erecto el cual procedí a darle un rico y relajante masaje con mi lengua ella jadeaba de placer y yo cada vez hacia esa chupadera mas intensa ella con sus manos empezó a presionar mi cabeza la cual se encontraba entre sus piernas muy fuertemente lo cual me éxito más y reforcé ese baño de lengua, sentía como si me fuese a hogar con ese rico liquido que salía de su vagina el cual tragaba sin parar.

Después de esto se intercambiaron los papeles y ella me recompenso por el trabajo que había hecho empezó a chupar mi verga que estaba tiesa en su boca después bajo a mis huevos y empezó a lamerlos cosa que me puso muy cachondo y sentía como estaban llenos de leche.

La puse en posición de misionero y empecé a penetrarla suavemente y fui aumentando la velocidad a la vez que ella me lo pedía duramos un buen tiempo en esta posición y luego cambiamos ella se puso sobre mi y empezó a cabalgar como quien monta un caballito.

A continuación baje hasta su ano y empecé a lamerlo suavemente y luego le introduce mi lengua en el sintiendo como se contraía y jadeaba de placer, y dentro de mi pensaba todo lo que estaba haciendo por conquistar tan bello y voluptuoso culo.

Sin pensarlo más la puse en cuatro y como no tenia nada con que lubricarla le llene de saliva su culo y ella me dijo ¿ que que iba hacer?. Palabras más palabras menos le dije que quería romper su culo, a lo cual ella se negó rotundamente.

Quede con tan grandes ganas de penetrar su culo así que cambiamos nuevamente de posición borde de la cama mi verga seguía erguida como si nada y yo veía que los tragos que me había tomado habían surgido su efecto porque cuando tomo me es difícil venirme rápido.

Volví a la complaciente posición de misionero decidido a acabar en su vagina, llevaba ya más de 45 minutos penetrándola sin parar y mi placeres era inimaginable.

Puse mis brazos rectos como quien va a ser flexiones de pecho pues esto hace que la penetración sea mas placentera y profunda y empecé a acelerar el ritmo mientras su vagina llena de esos deliciosos jugos que salían de su coño hacia un rico sonido como si estuvieran extrayéndole todo esos néctares, así que yo continuaba clavándola como se merecía mientras ella ya llegando a su punto final me pedía más " mas, más, rico, rico, así, así. Métemelo paquito rico……".Yo seguía sudando la gota fría mientras sus manos recorrían toda mi espalda sudorosa y apretaban con fuerza mi culo, hasta un momento de silencio en que ella se detuvo todos sus sonido y movimientos, había llegado al climax total.

Lo último que me pudo decir fue: acelera el paso ingeniero que quiero sentirte dentro; entonces me apresuré a eyacular dentro de su vagina y fue cuando estalló un grito de placer que debieron de escuchar en todo el hotel, no me separé de ella hasta garantizar que todos mis chorros de semen habían terminado. Cuando me recosté a un lado de ella, ella se incorporó y procedió a terminar de hacerme una limpieza de mi verga, dejándolo limpio y reluciente sin gota de semen.

Momentos después de terminar de tener un rico sexo y después de habernos bañado juntos, ella se levantó de la cama y de un momento a otro se puso a chillar como una magdalena por sentirse infiel a su esposo y haber traicionado a su familia. Al mismo tiempo que comenzaba a vestirse.

Me dirigí hacia ella y empecé a consolarla mientras acariciaba nuevamente todo su cuerpo, volvía a meter mi mano por entre su bra, bajaba ligeramente su tanga para meter uno o dos dedos en su vagina, mordía su oreja, le pegaba mi verga a sus ricas nalguitas, hasta que puede calentarla nuevamente y hacerla olvidar de su infidelidad. Cogimos como por quince minutos más hasta que terminé en su linda cara y ví como se tragaba mi semen. Posteriormente a ello, nos vestimos y salimos del hotel caminando agarrados de la mano.

Días después ya en el trabajo, me dijo que había sido una experiencia fantástica y que tendríamos que repetirla, que ya había dejado los remordimientos atrás y que estaba dispuesta a disfrutar del rico sexo después de enterarse de que su esposo deseaba sexualmente a su hermana para calmar su apetito.