Invasión de medianoche

Una noche mientras dormia placidamente y totalmente desnudo la ver...de luke me desperto al hundirse en mi culo

Mi nombre es Miguel, me declaro abiertamente Bisexual con mucho mas tendencia Homo, tanto que hace unas semanas estuve viviendo en pareja con un tio Americano bastante bueno llamado Luke, pasa el metro ochenta y tiene el cuerpo mucho mas trabajado que el mío, su piel es blanca y tiene unos ojos verdes que realmente te idiotizan cuando te mira como León a punto de saltarte encima. Lleva el cabello en casquete corto lo cual hace resaltar su ancha espalda, pero lo que realmente me vuelve loco son sus nalgas bien grandes y levantadas sostenidas por unas largas, duras y torneadas piernas, pero lo que lo hace más bello es esa verga rosada, gruesa y bien larga, 22 cm de carne anudados a una bolsa enorme y aterciopelada que guarda sus huevos.

Lo que a continuación les voy a relatar ocurrió una noche de tantas en que èl iba llegando del trabajo en la madrugada y yo ya estaba dormido. Acostumbro dormir desnudo desde siempre, recuerdo que esa noche en especial hacia bastante calor y me acomode al final boca abajo, supongo que el cuadro que yo representaba enloqueció a mi pareja, comenzó a besarme en los hombros y se restregó un poco contra mi, pero ni me inmute, estaba cansado y no estaba entre mis planes despertarme para coger aunque su boca seductora sobre mi piel me invitaba a lo contrario.

Sentí como separo mis nalgas y la manera caliente de pasar su verga empapada de lubricante en mi canal, pero lo que realmente me hizo saber qué clase de riesgo estaba corriendo fue cuando comenzó a empujarse intentando atinar a mi ojete y  lo que al final me despertó fue una desgarradora invasión en mi culo sin dilatar. No pude más que gritarle un sinfín de palabrotas a ese hijo de puta  al sentir su verga empapada de lubricante adentro de mi, los ojos se me pusieron rojos por el dolor, pero sentir sus bolas pegadas contras mis nalgas y sus grandes manos paseándose por mi espalda y luego dominarme cuando intente sacármelo por instinto. Luke es ligeramente mas corpulento que yo y pudo dominarme fácilmente estando yo en esa posición. Me llenaba los hombros de desesperados besos a manera de disculpa sin moverse mientras que yo pronuncie un estúpido ¿Qué haces?  Con los puños crispados y levantando un poco el culo buscando evitar el dolor, acostumbrarme a aquel tronco caliente y jugoso que me empalaba y abarcaba todo mi espacio trasero.

-Quédate quieto, no va a dolerte mas- me dijo mientras comenzaba a holgarme con su propia verga  sacándola y metiéndola lento. Mi gesto era de dolor pero se fue convirtiendo en uno placentero conforme me lo hacía, me toqueteo los huevos e incluso los masajeo un poco antes de pasarse a mi polla y masturbarme desde la base, ya la tenía yo bien levantada y mis jadeos sonaban por todo el cuarto.

Me cambio la posición y me dejo debajo suyo levantando mis piernas en sus hombros dejando mi hoyuelo abierto y húmedo a su disposición, completamente expuesto y listo para comerse aquella suculenta estaca que me metió de una y hasta el fondo haciéndome estremecer, me decía que me la comiera y se movía desesperado dándome bien duro, ambos excitadísimos por los gestos que se pintaban en el rostro del otro.

La cabecera de la cama pegaba contra la pared evidenciando lo que estaba ocurriendo en nuestro cuarto, yo sujetaba los barrotes de la misma y el mordisqueaba mis labios en un beso bien caliente, su lengua se pegaba a la mía una y otra vez, nuestras salivas se mezclaban sin pudor y mis bolas cargadas y enormes se pegaban contra su cuerpo mientras el seguía follandome bien duro sin dejar de atender mi verga que para entonces estaba a punto de estallar.

Le pedí que me inundara el culo con su leche bien caliente ya que me había despertado, mientras le halaba por los cabellos totalmente extasiado, me sentí como un animal hambriento de su carne y de su leche, lo apretaba tanto como podía en mi estrecho canal y al final acabe inundándole yo antes con mis jugos, su mano, mi vientre y el suyo y lo vi lamerse la mano.

-Asi que te estás corriendo? Mmm pero que rico sabe tu semen- me dijo liberando mi verga y lamiéndose su mano bien mojada con mis jugos. Me pellizco una nalga y la apretujo al tiempo que lo hizo con sus dientes y se tenso derramando todo aquel chorrazo blanco y bien caliente en mi interior mientras  yo lo apretaba succionante rogándole que no se saliera nunca de mi. La saco y me la volvió meter de una provocando aquel sonido acuoso al hacerlo, pero era delirante sentirlo ocuparme así  mientras su leche deliciosa corría por mis nalgas, mis piernas y mis sabanas.