Íntimos amigos, con deseos sexuales.
Sueño echo realidad con un final... apoteósico
Hola mi nombre es Julio soy un hombre alto, rubio, ojos azules y de cuerpo normalito. Mi mujer es igual de alta que yo, morena ojos marrones y algo rellenita. La historia que os vengo a contar es todo un sueño echo realiadad jaja.
Resulta que hace unos meses decidimos irnos dos parejas de vacaciones juntos, nosotros tenemos a un hijo pequeño y nuestros amigos a una hija igual, el caso es que alquilamos un apartamento para 10 días en primera línea de playa. El primer día nada más llegar decidimos que con la calor que llevamos lo mejor es darnos un chapuzón en el mar y ya comer agusto, siestecita y a la playita de nuevo.
Nuestros amigos son como nosotros el es muy parecido a mí nada más que moreno y ella Rubia, un cuerpo de infarto unas tetas normalitas pero de buen ver y es como mi alma gemela. Ella y yo nos llevamos mejor que hermanos y lo sabemos todo el uno del otro y siempre hemos dicho de coña, que vamos a cambiar de parejas jaja.
Un día estando en casa un pelín aburridos decidimos tomarnos unas copas puesto que vino a visitarnos la madre de nuestra amiga y se llevó a los niños a la playa y demás...el caso es que las cervezas entraban solas y después de comer los chupitos y más copas tanto en casa como en la piscina y playa, nuestra amiga que por cierto, se llama María, siempre llevaba unos biquinis muy estrechos tanto es así que siempre se le veía alguna parte de sus merecidos órganos sexuales y a mi eso me ponía a 1000. Ese día tanto es así que al ir a ducharme para irnos a cenar yo sin saber que ella estaba en la misma, pasé sin llamar y...allí estaba ella...toda desnuda con su piel llena de agua y jabón y ese olor que desprende que te hace ponerte como un misil, ella al verme se intenta tapar un poco pero se le escapan esos pezones rosaditos tan bien puestos, le pido mil perdones diciendo que no sabía que estaría ocupado y que me iba a duchar para la noche de fiesta a lo que ella me contesta, con la confianza que ya tenemos nos duchamos juntos y vamos ahorrando tiempo, a lo que claro no me niego. Yo para que ella no se sintiera incómoda me intento duchar de tal manera que la toque poco para que no se sienta acosada, pero al ver ese flamante culo mi nabo se pone en modo ataque a lo que ella me comenta
María: todo eso que me está tocando es tullo?
Yo un poco titubeando le contesto
Julio: Sss...Si
M: pues qué buena pinta tiene, siempre había pensado que era grande pero nunca imaginé cuanto...
En ese mismo momento ella se da la vuelta y la empieza a tocar muy suavemente, desliza su mano de arriba a abajo, acariciando todo el capullo al mismo tiempo que nos mojamos con el agua, de tal manera que me hace ponerme cada vez más y más cachondo. Al cabo de un rato me dice con cara pícara vamos a dejar esto un poquito que estarán diciendo que nos hemos perdido asíque nos terminamos de duchar y salimos del baño.
Ya cuando todos estamos listos nos decidimos a salir, primero una cenita en un buen restaurante de esos que hay que reservar con tiempo y María se coloca delante de mi. Lleva un vestido largo que deja ver todo su culo y un escote de infarto, al fijarme en ella, descubro que no lleva ropa interior e inmediatamente la mente empieza a calentarse como olla en fuego. Se ponen a servir platos y sin mediar palabra noto como en mi paquete hay algo que me roza gustosamente y al mirar para arriba veo a María hacer una pequeña muesca como de..."te voy a poner cachondo", con que ella con su pie no para de sobarme la polla que me la hace poner dura dura.
Después de la cena nos tomamos unas copas en un local y sinceramente no sé ni cómo, ni porque y sobretodo cuando, nos quedamos María y yo solos, nuestras parejas se han ido, asíque decidimos salir del local a tomar el aire. Nos dirigimos hacia el puerto marítimo y ahí vimos un pequeño bote, en medio de la oscuridad el cual se podía subir alguien, asíque ahí que fuimos los dos.
Nada más montarnos nos besamos profundamente, yo empecé a lamerle el cuello poco a poco mientras ella ya sudaba, bajaba mi lengua despacito por su pecho rozando sus maravillosos pezones, se notaba que ella empezaba a calentarse, ella me pide que le muerda, que le ate, que la haga suya y la posea, después le muerdo un pelín el pezón al mismo tiempo que con la otra mano empiezo a rozarle el clítoris suavemente, ella me dice que me quite el pantalón que quiere seguir con lo que en el baño empezó, asíque lo hago y acto seguido me coge la polla y empieza a masturbarme de la manera más sensual, mágica y placentera que nunca hubiera imaginado. Ella me pide que la masturbe de verdad y meto un dedo haciendo saber que está ahí comienza a gritar MMM...más....MMM...más, le metí el segundo y poco después un tercero haciendo tocar todo su punto G...
M: dios... Si si como me gusta, te deseo, quiero correrme, quiero que me hagas correr a chorros.
Asíque el siguiente paso es ponerla a 4 patas y de un golpecito le meto mi polla en su coño y me la follo como nunca hubiera imaginado, ella gime, me araña, me pide que le azote el culo, pero que por favor que no pare, que la folle como nunca nadie. Mi polla está a tope y su coño rojo y muy húmedo, después de varias posturas y muchos empujones, nos corremos juntos, yo dentro de su coño y ella tiene el mejor orgasmo del momento.
Nos vestimos y nos vamos para el apartamento, al cual llegamos y están nuestras parejas durmiendo como nenes en las camas y al día siguiente no sabían nada, de echo se pensaban que habíamos llegado todos a la vez después de la cena...
Continuará...