Intercambios en el Parana

Siempre hay que seguir las reglas dentro del sexo, es mucho el riesgo que se corre.

Se nos hizo imposible por esto del dólar, ir a punta, como todos los años, la invitación de Pablo(28) y Marcela (22), para que juntos con otra pareja de Marcos(27) y Liliana (21), me llevara un acompañante para salir de Santa Fe aguas arriba del Paraná, me gusto.

Lo llame a Oscar (29) , con el cual hemos tenido varios tiroteos, al aceptar , nos reunimos en casa de Pablo en el barrio de Guadalupe e hicimos los preparativos del viaje, poca ropa, la plata necesaria, filmadoras, cámaras, sabia que a Pablo le gustan los intercambios, cuando nos reunimos las tres, me puse más tranquila, todas éramos del "palo", todas sabíamos que aparte de viajar, estabamos dispuesta a no tener ningún pero de cualquier fantasía sexual y conociéndolo a Pablo, los chicos que me parecieron todos estar en buena forma, estaban en la misma.

Salimos en el crucero de Pablo, que tiene escritura, por eso se que tiene importancia, salimos del club a la ciudad de Paraná, llegamos en cuatro horas, desembarcamos (pidiendo visita de cortesía) y nos fuimos a dar una vuelta, entre nosotras comentábamos como nos cuidábamos, hace rato que tomo pastillas y lo seguiré haciendo a mis 24 años, todavía no decidí ser madre.

Las chicas también toman pastillas y con respecto al SIDA, prefieren que usen preservativos, les comente que hablando con Pablo, me dijo que todos estabamos libres del SIDA, el desgraciado es médico laboral y debe haber conseguido, el último control secreto de la empresa.

Todas tenemos un lindo cuerpo, una altura de 1,65 con Marcela apenas superadas por Liliana de 1,70

Los chicos miden unos centímetros más.

Recorrimos Paraná con las tres motitos que tiene Pablo en el barco, regresamos a eso de las ocho de la tarde, especial para ver el atardecer sobre las islas.

Antes de cenar, no me extraño encontrar en los asientos del salón a Marcela mamando a Pablo , tampoco cuando Oscar me invito a acompañarlos y estando a ritmo, llego Liliana , las tres arrodilladas en la alfombra estabamos chupando acompasadamente a nuestros machos.

Pablo había colocado la filmadora sobre un mueble, donde esa misma noche, pudimos ver toda la escena, no solo parecíamos giros, éramos algo serio, succionando ese falo, parecía una escena de inicio de una orgía.

Después de secarles , los montamos, ver como se introducían esos machetes dentro, imposible describir en letras la cara de goce de cada una de nosotras, cabalgando el barco se movía a nuestro ritmo, fue la primera sesión, después de descansar un rato cenamos.

Todos nos trajimos las colchonetas al salón , el marlo erecto de Pablo en mis nalgas me despertó, cuando me di vuelta, observe que estaba dormido, su maquina, me encantaba empece a lamer su glande al despertarse, sonrío y me dijo :

Vas a tener que esperar que vaya al baño.

Otras veces me había pasado, lo comprendí, una vez que regreso, lo mame hasta que acabo, fue el primer intercambio.

Liliana seguía dormida, mientras Oscar tenia su falo entre las nalgas del culo, no sabíamos , pero todo daba la impresión, algo había pasado.

Esa fue la primera noche, comenzaba el segundo día, los chicos se turnaban en pilotear el barco, aguas arriba, nosotras no teníamos ni idea, pero el paisaje nos cautivaba, a la orilla unos pescadores, vendían dorados, nos acercamos a la orilla y compramos dos hermosos dorados medianos, Liliana los hizo en el grill, ese mediodía dormitamos todos la siesta, con el barco fondeado a la orilla fuera del canal.

Era la tarde y nos faltaba bastante para llegar a Goya, igual avanzamos lo más posible cuando se hizo casi noche, fondeamos en medio de la nada, pusieron los chicos cuatro balizas de seguridad y nos reunimos a jugar a las cartas.

Premio pareja perdedora a disposición de ambas parejas ganadoras, sexos opuestos.

Como se imaginan, perdimos con Oscar. En las mismas colchonetas donde dormíamos, empece a mamar a Pablo, mientras Marco me ponía lubricante en el culo dilatándolo con sus dedos, al penetrarme me empujo la verga que estaba mamando hasta tocar los testículos y pelo pubianos, acompasando al instante un entre y saca de mi boca y de mi culo.

Las chicas se encontraban un poco perdidas, puesto que un falo para varios agujeros, no es posible, mientras Liliana cabalgaba sobre el falo de Oscar , chupaba este el clítoris de Marcela, introduciendo también su lengua, no paso mucho tiempo después de todos quedar satisfechos, que intercambiamos parejas, una vez más en mi persona, Pablo hizo que quedara en el aire apoyando mi cuerpo en su falo dentro de mi vagina y en el falo de Oscar dentro de mi culo, mientras mamaba esa gorda verga de Marcos.

Otra vez el goce, de un acto sexual a pleno, me encanto filmarlo mientras lo hacían Liliana y Marcela, la cara de ellas (era su primera vez) dejaba ese aire de goce pleno, el mismo que brotaba desde dentro mío.

No se que hora era, pero nos despertó una sirena de un barco de prefectura, todos estabamos en bolas, Pablo se puso una malla y salió, era solo rutina, por la mirilla vi un chico de unos 20 años, con un paquete impresionante, al verme Oscar lo que miraba, tomo mi mano la apoyo en su pene, me olvide del chico.

Llegamos después de cinco días a las isla del Cerrito (frente a Resistencia), Oscar y Marcela congeniaban y no perdían oportunidad de sacudirse, lo mismo hacia yo con Pablo , Liliana y Marcos eran los que buscaban más los intercambios.

El dueño de una de las concesiones, se dio cuenta que nosotras éramos, una orgía en continuo y que las mujeres, no teníamos problemas de aplicar una mente abierta.

Creo fue por eso que me ofreció $200 por dos horas de sexo, pregunte ¿solo con vos?

Si.

A las tres horas regrese con el grupo, verdaderamente el hombre, tenia leche acumulada, fuerza y me gusto.

A la noche fue Pablo, el que me dijo que me retirara del grupo.

Al principio no entendí.

Me llevaron a Corrientes a tomar el avión.

Hoy recibí los análisis HIV (+).